Foto: Ruth Lara Castillo
Escrito por Ruth Lara Castillo para El Pitazo
Dolor, tristeza, rabia e indignación fue lo que manifestaron este viernes familiares de Andrés Uzcátegui, joven asesinado el pasado 20 de julio en el sector 5 de la urbanización La Isabelica al sur de Valencia, durante las manifestaciones registradas en la zona, tras la convocatoria a paro cívico realizada desde la Mesa de la Unidad Democrática.
Andrés tenía 23 años, sus allegados lo recuerdan como un joven alegre y tranquilo. Su madre, Adriana Ávila, aseguró que salió de su casa en el sector 6 de la zona, para cortarse el cabello y no regresó. “Me dijo que iba al sector 4 a afeitarse, pero claro, en la protesta la gente corre y el también corrió. Lo resguardaron en una casa y para que no se metieran con la dueña, mi hijo salió, se entregó, levantó los brazos y aún así le dieron en el pecho”.
Uzcátegui se dedicaba a la actividad comercial, estaba reuniendo dinero para irse en los próximos meses a Colombia, donde lo esperaba su novia, quien lo apoyaría en la búsqueda de mejores ofertas laborales.
“A los jóvenes, por favor les pido que se cuiden porque este Gobierno los está mantando, no los deja ni irse del país”, agregó su mamá.
A Andrés le gustaba asistir a fiestas y compartir con sus amigos. Su padre, Edilberto Uzcátegui, con voz serena, repudió el comportamiento de los funcionarios de la Guardia Nacional (GN), a quienes responsabiliza por la muerte de su hijo.
“Ellos tienen que ver muy bien si van a repeler alguna acción, ellos no pueden llegar disparando, porque somos humanos, si los quieren llevar presos, llévenlos, hagan lo que tengan que hacer, pero de esa forma no. Andrés nunca nos dio problemas, no teníamos que estar pendientes si iba a quemar un caucho o si iba a guarimbear”, agregó.
Entre llanto y dolor, su prima Hailyn Montañez, a quién le correspondió reconocer el cuerpo, señaló que testigos del hecho aseguraron que el joven recibió un disparo de bomba lacrimógena a quema ropa. Vecinos del lugar indicaron que luego de resultar herido caminó unos metros y cayó cerca de la clínica Elohim.
“¿Hasta cuando? Le dieron en el pecho con una bomba lacrimógena, los médicos me dijeron que le partieron el pecho. Yo fui a la clínica para reconocer el cuerpo, cuando vi sus zapatos supe que era él, le decía papi párate, no puedo creerlo”, expresó a gritos su prima.
Uzcáteguí deja una hija de un año y siete meses, a quien podía ver cada vez que lo acordaba con la madre de la niña.
El cuerpo de Andrés Uzcátegui fue entregado a sus familiares pasadas las 6:30 de la tarde de este viernes 21 y trasladado a la funeraria Espíritu Santo del sector, luego que se diera inicio a las investigaciones a cargo de la fiscal 27o de Carabobo, Analía Aguilar.
Se espera que este sábado se lleve a cabo el cepelio, de quien fue calificado por sus conocidos como un joven trabajador y amante de su país.
Con Andrés asciende a cinco la cifra de jóvenes asesinados por funcionarios militares o policiales durante protestas en Carabobo, luego de las muertes de Daniel Queliz, Christian Ochoa, Hecder Lugo y Ruben Darío González, este último también asesinado en La Isabelica el pasado 10 de julio.
