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Observatorio de Derechos Indígenas

Niños waraos con parálisis sin terapias y rehabilitación en la Playita de Volcán

UNA NIÑA INDÍGENA DE OCHO AÑOS y un niño de tres años que presentan deficiencia de equilibrio y parálisis en las extremidades inferiores permanecen sin atención, ni rehabilitación en el sector de la Playita de Volcán, municipio Tucupita del estado Delta Amacuro.

Yotselis Avila, niña warao que padece parálisis en la pierna izquierda nunca ha podido hacer las terapias que amerita para mejorar su condición por falta de centros de rehabilitación en su localidad. De acuerdo al diagnóstico y al informe médico, la menor presenta deformidad crónica postraumática en la cadera izquierda.

El diagnóstico médico elaborado por el especialista en traumatología y ortopedia Melquiades Hernández, señala que “la paciente amerita con urgencia la valoración y estudios especializados en el hospital Ortopédico Infantil en la ciudad de Caracas”.

En el mismo sector vive Jesús Abraham Pérez de 3 años, quien presenta flaccidez y parálisis en las dos piernas que lo mantienen sin movimiento en las extremidades inferiores, los familiares reseñaron que esperan por la rehabilitación y terapia que le permita recobrar el movimiento en su cadera y la limitación de la marcha.

De acuerdo informe levantado en la zona por la Organización Panamericana de Salud (OPS) en abril de 2018, el niño Jesús Abraham Pérez presenta poliomielitis asociada a la vacuna; el mismo escrito reseña la sospecha de dos niñas con el mismo diagnóstico. Sin embargo, hasta el último mes de 2018, se desconocía el paradero de las dos indígenas de 8 y 10 años que presumiblemente emigraron hasta los caños del Delta del Orinoco.

El equipo del Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé ha estado monitoreando el caso de los niños afectados con visitas realizadas a sus familiares, quienes desmienten a funcionarios del Ministerio de la Salud que señalan la atención medica y la rehabilitación a los dos menores.

“Vinieron en dos ocasiones, no reciben tratamientos, ni rehabilitación, la niña permanece sin atención” señaló la madre de Yotcelis Avila en una de las visitas realizada en el mes de diciembre.

“Nos dicen que hay que llevarla a Caracas, pero no tenemos los medios ni los recursos para trasladarnos hasta allá” expresó Ricardo Avila, abuelo de la niña.

Según el reporte del especialista en traumatología, Melquiades Hernández, el caso fue diagnosticado el 18 de junio de 2018 y desde entonces hasta ahora la niña permanece sin terapias, rehabilitación, ni atención médica especializada.

Los familiares, tanto de Yotselis Avila y de Jesus Abraham Perez, hacen un llamado de conciencia a las autoridades del Ministerio de salud, al gobierno regional y local prestar la  atención requerida a los menores para que recobren sus movimientos y crecimiento integral.

Es necesario recordar que a mediados de 2018, la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología alertaron de al menos 4 posibles casos de parálisis flácida relacionada con el virus de la polio en esta comunidad indígena.

Tras la denuncia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaron la detección de poliovirus vacunal tipo tres en un niño de dos años en la comunidad.

Las organizaciones reseñaron que tras recibir información no oficial sobre la detección de un caso de polivirus vacunal al noroeste del país, solicitaron su verificación al Ministerio de Salud y el Centro Nacional de Enlace (CNE) para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de Venezuela.

 

Con información de Kapé Kapé

Comunidades warao temen despedir el 2017 en la oscuridad

LAS LUCES DE LAS ESTRELLAS Y LA LUNA serán quienes alumbren el fin de año en las comunidades del Delta del Orinoco ante la falta de energía eléctrica.

La población de Bonoina, una localidad anclada en la desembocadura del Orinoco, parroquia Manuel Renauld municipio Antonio Díaz del estado Delta Amacuro, se alumbra  con mechuzos por la oscuridad que reina en las noches.

“Son cuatro años que estamos sin alumbrados por el desperfecto de la planta generadora de la energía” sostiene Lizandro Moraleda, docente de la comunidad.

“Gobierno viene y Gobierno va, sin que nadie nos solucione  el problema, hemos votado por los candidatos del Gobierno, ganan y se olvidan de nosotros” afirma una madre warao que prefirió reservar su nombre por temor a represalia.

Damelis Marquina relata que sus dos pequeñas hijas sufrieron derrames mientras dormían por mordidas de murciélagos “la oscuridad es tan grande que los murciélagos atacan, muchas personas han sido víctimas” señalan.

En octubre pasado, la gobernadora del Delta Lizeta Hernández prometió a la población tener la solución del problema, sin embargo los habitantes se preparan para recibir el año 2018 bajo las luces de las estrellas y la luna.

En reciente monitoreo del equipo del Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé en los caseríos y comunidades del bajo y medio Delta, se pudo comprobar que 9 de 10 comunidades no poseen el mínimo de los servicios básicos: energía eléctrica, agua potable, las infraestructuras de las escuelas están deterioradas y los dispensarios abandonados y sin medicinas.

De las comunidades visitadas, se detectó la falta de energía por desperfectos en la planta generadora o por fallas menores como la ausencia de combustible o sencillamente la no instalación de plantas eléctricas.

Con información de Kapé Kapé