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Leonardo Padrón: “Siempre es muy sabroso que te echen un buen cuento, y si está condimentado con amores de alta intensidad más lo disfrutamos”
Residenciado en Miami desde 2017, el escritor y guionista venezolano estrena este miércoles 20 de abril una serie para Netflix. Se llama Pálpito. Aquí nos habla de ella, de su mundo como autor de telenovelas, de la poesía, del país y del exilio

@diegoarroyogil

 

Miembro de una pléyade que goza en Venezuela de una inmensa popularidad –aunque no todos sus colegas disfruten de una tan extendida como la suya–, Leonardo Padrón (Caracas, 1959) ha construido una carrera ascendente y sólida en la televisión. Poeta y cronista, oficios que igualmente le han merecido reconocimiento público, como autor de telenovelas ha cosechado récords de audiencia a lo largo de los años… Sobre todo a lo largo de los años en los cuales la televisión nacional contaba con la suficiente solvencia como para llevar a las pantallas, con gran éxito, tramas que a él se le ocurrían y que enganchaban, noche a noche, en horario estelar, a millones de personas. 

Desde Gardenia o Amores de fin de siglo hasta La mujer perfecta, pasando por El país de las mujeres, Cosita rica o Ciudad bendita, Padrón cautivó al pueblo venezolano. Luego, en 2017, pasó lo que pasó: el exilio, del que en esta entrevista rinde cuentas. Pero, incluso con ese exilio a cuestas, Padrón ha sabido mantenerse en lo suyo hasta el punto de que, desde entonces, ha hecho tres telenovelas para las empresas internacionales Televisa y Univisión: Si nos dejan, Amar a muerte y Rubí, y hoy está a punto de estrenar una serie para Netflix.

Titulador con buena puntería, la serie en cuestión lleva por nombre Pálpito, y trata, ni más ni menos, de dos parejas atadas por un corazón perdido. Persistente exponente de las urdimbres del amor, Padrón sale de nuevo al ruedo de la tele, ahora en streaming.

Pálpito es una historia de amor en clave de thriller –explica–. Así la defino, en una frase. Pero es también la historia de un crimen que alcanza ribetes de tragedia griega, por la fatalidad que irradia a los personajes involucrados.

–¿Cuál es el argumento? ¿Se puede saber?

–Sí. Camila Duarte necesita un trasplante de corazón urgente. Su esposo, Zacarías Cienfuegos, recurre a una banda de traficantes de órganos para salvarle la vida. La víctima es la esposa de Simón Duque, un hombre que, arrasado de dolor, jura vengar su muerte y se sumerge en el submundo de la banda criminal. Un giro del destino hará que termine enamorándose de la mujer que lleva el corazón de su esposa. El clímax dramático ocurre cuando ambos descubran la verdad. Y entonces se activan varias preguntas cruciales. 

–¿Cómo cuáles?

–Por ejemplo: ¿eres capaz de convertirte en asesino para salvar al amor de tu vida? ¿En qué momento se quebrantan los límites morales de un ser humano? ¿Recibir un corazón donado significa también recibir las emociones y sentimientos que tenía ese corazón? ¿Cómo se lidia con la fatalidad y con el afán de venganza?

–Mientras te escucho recuerdo que, cuando cerraron RCTV, un amigo me contó que oyó en la televisión a una señora que se lamentaba de lo que ese cierre significaba para ella. Un reportero la abordó en la calle y la señora comentó, simplemente: “Yo solo sé que me quitaron mi pobre novela…”. ¿Qué es lo que hay en uno que necesita que le cuenten desde siempre los enredos del amor?

–Creo que todos necesitamos una dosis diaria de ficción. Sustraernos de nuestra propia realidad momentáneamente. Habitar otro mundo, otro universo sensorial, asomarnos a otros conflictos que no sean los nuestros y, en ese sentido, resulta muy gratificante conectarnos con la épica de los amores imposibles, esos que nos resultan tan heroicos como calamitosos y que nos hacen volver a nuestras modestas o terribles realidades con la sensación de no estar tan solos. Necesitamos psicológicamente conmovernos con una mentira que quizás se parezca a nuestra verdad, o que la supere abrumadoramente y nos arroje a la potencia onírica de lo espectacular. Necesitamos identificación, catarsis y ensoñación. Siempre es muy sabroso que te echen un buen cuento, y si está condimentado con amores de alta intensidad, equívocos y obsesiones, más lo disfrutamos.

–¿Cuál consideras tú que ha sido, hasta ahora, tu mejor novela y por qué?

–Pregunta arriesgada. Porque uno suele ser un pésimo espectador de su propio trabajo, por exceso de cercanía. Hay unas que me gustan por la cantidad de riesgo que asumí. Pienso, por ejemplo, en Amores de fin de siglo. O por lo redondo que quedó el cuento, en términos de estructura narrativa: Contra viento y marea. Por la exploración de tantos arquetipos femeninos: El país de las mujeres. Por su conexión con un país entero: Cosita rica. Por ser la más coral de mis historias corales: Ciudad bendita. Por la singularidad del personaje protagónico y la complejidad del tema: La mujer perfecta, que tenía que ver con el síndrome de Asperger. O por la posibilidad de especular sobre los derroteros del alma humana: Amar a muerte. Como ves, me las ingenio para no darte una sola respuesta.

–Volviendo a Pálpito, ¿cómo llegaste a Netflix, o fueron ellos quienes te buscaron? 

–Hace ya casi dos años que recibí la sorpresiva llamada de un ejecutivo de Netflix. Querían reunirse conmigo y nos vimos en Miami. Me dijeron que querían una historia mía para su plataforma. Todavía sin salir del asombro, les pedí tiempo para diseñar un argumento que realmente me emocionara. Estuve barajeando varias opciones mientras recorría las calles de Madrid buscando rentar un apartamento para mis hijos. Quería diseñar un conflicto que arrojara a cada uno de los personajes a una situación límite. Algo que se pareciera a la vida y sus emboscadas más jodidas. Quería buscar una arena dramática no muy socorrida. Al mes y medio les mandé la sinopsis de Pálpito. Para mi sorpresa, a los 15 días recibí una llamada donde me proponían firmar un contrato por la serie. Según sus palabras, lo que más les atrajo de la trama era que no se parecía a ninguna de las otras historias que poblaban su plataforma.

La serie consta de 14 capítulos, ¿qué reto supuso para ti ajustar toda una trama en un espacio tan corto si lo comparamos con el formato de la telenovela?

–Ciertamente, mi historial como escritor de televisión remite a tramas de largo aliento: entre 120 y 150 capítulos, pero recuerda que también he escrito guiones de cine y unitarios para la televisión que duran dos horas. Incluso, un par de años atrás hice para Televisa una adaptación de Rubí, un clásico del melodrama latinoamericano, y me tocó contarla en 27 episodios. Pero, sin duda, las series exigen una estructura dramática signada por el vértigo. Es el lenguaje que marca la narrativa audiovisual del siglo XXI. Un desafío fascinante para cualquier escritor. Implica cruzar una frontera estilística, deslastrarse de viejos códigos, aprender nuevos trucos y torcerle el cuello a tu ritmo y tu sintaxis como storyteller [contador de historias]. En mi beneficio tengo que soy un feroz consumidor de series, y obviamente no solo las veo con ojos de audiencia, sino también desde la mirada del hombre que se gana la vida contando historias y observa atentamente cómo los demás ejercen el oficio.

–Uno tiene la impresión de que el poeta es un hombre que va a su aire y que no responde a otro ritmo que el suyo propio. Todo lo contrario al guionista de televisión, que parece obligado a ser bueno y eficiente con rapidez y en función de un proyecto comercial. Más allá de que esto que te digo son convenciones o lugares comunes, ¿cómo conviven en ti ambas figuras: el hombre lento, por llamarlo de alguna manera, y el que debe actuar de inmediato y sin pausa en la escritura?

–Ese ha sido el péndulo en el que se ha desarrollado mi oficio como escritor desde hace casi 40 años. Por una parte, está el hombre lento, como bien lo defines, que busca hasta la exasperación el mejor adjetivo o la frase exacta para terminar un poema, y por la otra está el hombre vertiginoso, que debe entregar 38-40 páginas diarias a la gran maquinaria industrial del entretenimiento. Tengo dos cajas de velocidad distintas en mi interior. Soy Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Soy la calma y el nervio. La morosidad y la enajenación. En todo caso, las series, en promedio, han adquirido los niveles de calidad que tienen porque no están sujetas al tráfago diario de la televisión lineal. Es imposible escribir una serie digna, de 10 o 14 capítulos, sin tener al tiempo como aliado. Esa es una de las mejores noticias que entraña escribir para una plataforma como Netflix. La prisa se queda fuera de la ecuación.

Alguna vez te oí mencionar el desprecio que el mundo literario “más culto” o autoproclamado como tal siente y expresa hacia quienes escriben para la televisión. ¿A qué crees que se deba eso?

–Es una vieja y rancia tradición de la alta cultura. Todo lo que se acerque a la cultura de masas siempre es tratado con recelo, desdén y prurito intelectual. Es una ecuación de un simplismo hilarante: solo lo exquisito, lo elitesco, es digno de entrar dentro del canon cultural. Es un razonamiento que arrastra inmensos lastres de raíces aristocráticas. El desprecio a todo lo que implique masa, multitud. La cultura entendida como un privilegio de clases. Nada encerrado bajo la premisa de un dogma es sano. Ya ha pasado mucho tiempo desde que Umberto Eco, a finales de los 60, en su libro Apocalípticos e integrados, nos recordaba que el error de los defensores de la cultura de masas es creer que la multiplicación de los productos industriales es per se buena, y el error de los apocalípticos aristocráticos es sentenciar que la cultura de masas es negativa por su naturaleza industrial. También es justo agregar que la telenovela se llenó de pésima reputación porque hay mucho acto fallido en su expediente, muchas historias de burda factura y pobre imaginación, atestadas de lugares comunes y peligrosos estereotipos. 

¿Ese prurito sigue existiendo a pesar de todo lo que la televisión ha dado? Pensemos, qué sé yo, en Downton Abbey. A nadie se le ocurriría decir que Julian Fellowes, su creador, no es un gran escritor. Lo mismo que Cabrujas, por dar un ejemplo nuestro ya canónico.

–Recuerdo mucho que Cabrujas un día se hartó de seguir justificando la “herejía” de escribir para televisión. En cierta medida, el prejuicio continúa, aunque siento que hay un cambio de percepción interesante a raíz del boom de las series, que son, desde mi criterio, el proyecto estético narrativo más interesante de este siglo. Son pocos los que no han sucumbido al hechizo de productos estupendamente producidos y con notables resonancias estéticas. Series como Succession, creada por Jesse Armstrong; The Crown, creada por Peter Morgan, el mismo de Frost/Nixon; esa maravilla que es Chernóbil, que es una adaptación del libro Voces de Chernóbil de la sensacional Svetlana Alexiévich, premio Nobel de Literatura; Breaking Bad; Peaky Blinders, una joya de culto; Fleabag; Euphoria o The Handmaid’s Tale, una perturbadora y fantástica serie basada en otra gran escritora como Margaret Atwood…, todas estas series te dan a entender que estamos asistiendo a una era de grandes cambios en la televisión. Es un momento revolucionario, con el perdón del descrédito en el que ha caído el adjetivo.

¿En algún momento te llegaste a sentir contrariado por esa suerte de oposición y malevolencia? Me refiero a la “herejía” de escribir para la tele.

–Sí, por supuesto. La maledicencia y la ojeriza no son sensaciones gratas. Al principio, cuando me permití salir de la sacrosanta burbuja de la poesía y hundir mis manos en las pantanosas aguas de la televisión, para convivir en ambos territorios, percibí el rechazo de algunos de mis compañeros de generación del sistema literario. Sentían que le había vendido el alma al diablo. Por cierto, esa crítica siempre era esgrimida de soslayo, a mis espaldas, pero el eco llegaba nítidamente a mis oídos. En ocasiones, incluso, mi membresía en el club de los “plebeyos” escritores de televisión, para usar un término que solía invocar Cabrujas, ha servido como criterio para juzgar mi obra literaria. Pero a estas alturas, te confieso, ya estoy curado de espantos.

–¿Sigues escribiendo poesía? Desde que, en 2017, Seix Barral reunió la que escribiste entre 1979 y 2011, no hemos tenido más noticias al respecto.

–La poesía está allí, cocinándose a fuego lento, en algún rincón secreto del exilio. Justo desde el 2017, el año en el que me descubrí fuera de mi país sin posibilidades de volver, hasta ahora, me he dedicado con fruición a la recomposición de mi vida ordinaria, a generar algún sentido de pertenencia con este lado del mundo, a lograr nuevos horizontes laborales. Por supuesto, tengo algunos textos, poemas garrapateados en el desasosiego y la incertidumbre. Si en algún momento llegan a adquirir la dignidad de convertirse en libro, tendrán noticias al respecto.

–Esa compilación de Seix Barral trae un prólogo de Armando Rojas Guardia, quien falleció en 2020. No estabas en Venezuela entonces y, según entiendo, aunque hubieras querido no habrías podido venir o hubiera sido una temeridad hacerlo. Me gustaría que contaras las circunstancias por las cuales no vives en el país.

–Ese libro, Poesía reunida, lo iba a presentar el propio Rojas Guardia en los espacios del Teatro Chacao, en mayo del 2017. Ya teníamos la fecha reservada. Pero ocurrió la zancadilla del exilio involuntario. Lo he contado en algún otro lugar. Viajé por 10 días a Miami junto con mi esposa, Mariaca Semprún, para conversar sobre los pasos a seguir para presentar el musical Piaf, voz y delirio en el Colony Theater. En la víspera del regreso a Caracas, justo un día antes, recibí una llamada de un ejecutivo de la línea aérea en la que me alertaba del riesgo de regresar: “El Sebin tiene tres días llamando para saber qué día vuelves y a qué hora. ¡Quédate!”. Ciertamente, hubiera sido una temeridad volver, una torpeza absoluta. Esa llamada me cambió la vida. Ya han pasado cinco años desde entonces. Y todavía me resulta inconcebible que no estemos teniendo esta conversación con el Ávila al fondo. 

–“Una historia de amor en clave de thriller”, precisamente. Así parece a veces la relación de los venezolanos con Venezuela y, como en tu serie, en esta trama también hay un corazón arrebatado. 

–Sí, sin duda, pero lo de Venezuela ya cambió de género narrativo. Esto no es un thriller sino una película de horror, sórdida, intraficable. Nos saquearon el corazón, la vida, la normalidad, sin un átomo de piedad. Se nos ha hecho esquivo el final feliz que necesitamos. Pero sí están claramente definidos los personajes y sus roles. En el régimen hay algunos que opacarían a cualquier estrambótico villano de una serie de Marvel. Por cierto, ya llegará el momento cuando podamos codificar en el lenguaje de la ficción esta travesía por el desierto del chavismo y su inventario de horrores. Creo que resulta imperativo escrutar estos largos y penosos años con los ojos de la creación artística. Ya en la literatura han ido aflorando varias obras importantes. Pero la ficción televisiva y cinematográfica aún esperan las circunstancias adecuadas.

–Son cinco años ya de exilio. ¿Te atreverías a sacar en claro las etapas emocionales que has atravesado desde entonces hasta hoy con respecto a esa situación? ¿Son las mismas que las del duelo, según la teoría de Elisabeth Kübler-Ross: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación?

–Las mismas, aunque no sé si exactamente en ese orden. Al principio, sencillamente no lo aceptaba. Me resistía categóricamente a la posibilidad de no volver. Allá estaba mi historia, mis hijos, mi mamá, mi casa, los amigos, mi biblioteca entera, Caracas, el país todo. Y yo venía los últimos años en un plan muy activo de resistir, de combatir, de enfrentar a la pesadilla, pero sin salirme de ella. Eso, por supuesto, luego desembocó en una rabia tremenda y caí, sin mucho preámbulo, en las arenas movedizas de la depresión. Quizás después fue que empecé a entrar en negociaciones con mi propia realidad, a zanjar estratégicamente algunos problemas neurálgicos y acercarme al clima de aceptación, que ocurre por puro instinto de supervivencia emocional. Si te quedas clavado en la ira o la depresión, pierdes. Avanzar es el único verbo posible.

–Ahora bien, formalmente no tienes prohibición de entrada al país. ¿Es que prefieres no arriesgarte?

–Hace poco averigüé y estoy en la misma situación que hace cinco años. La dictadura tiene excelente memoria y se afana más en cobrar sus facturas –por más viejas que sean– que en hacer algo provechoso para los ciudadanos del país. Recuerda que el principal activo de ellos es el resentimiento.

–Infiero cuál es la respuesta, pero igual pregunto: ¿te imaginas de nuevo aquí o, a pesar de todo, crees que podrías quedarte residenciado para siempre en el extranjero? A voluntad, me refiero.

–Si a mí me garantizan que mañana puedo entrar a mi país sin problema alguno, me compro el pasaje en el acto. En este momento no me devolvería del todo a vivir porque ya tengo una cantidad de nexos laborales por este lado del mundo. Pero, sin duda, me visualizó viviendo en mi país en un futuro que espero no sea muy remoto. A estas alturas, todos sabemos muy bien la fuerza, la carga emocional que tiene ese pronombre posesivo: mi país.

–Pálpito es un proyecto consumado. ¿En qué trabajas ahora?

–No está del todo consumado. Si tiene éxito, Netflix podría solicitarme la escritura de una segunda temporada. Pero eso es especulativo. En todo caso, actualmente estoy escribiendo otra serie, llamada La mujer del diablo, que incluso ya se está grabando y que se estrenará este año, en el lanzamiento oficial de VIX, el nuevo streaming surgido de la alianza entre Televisa, Univisión y Google, y diseñado exclusivamente para la audiencia hispanoparlante. De ese proyecto aún no puedo dar mayores detalles. 

–Si te parece, vamos a terminar esta entrevista como suelen terminar las telenovelas: con un final feliz. A juzgar por lo que se expresan mutuamente a través de las redes sociales, eres un hombre que ama y es amado. Uno los ve, a Mariaca y a ti, y piensa: “Bueno, esta gente encontró el amor”. ¿Cuál es el secreto para mantenerlo vivo, en caso de que haya tal secreto?

–Bueno, tampoco es algo excepcional encontrar el amor, ja, ja, ja. 

–Hombre, pero mantenerlo…

–Sí, el desafío es que no se vuelva trizas ante la propia complejidad de la vida en pareja. Y, en rigor, nadie publica en las redes sus desencuentros o desavenencias. 

–Claro.

–Toda pareja tiene sus mareas internas, sus borrascas. Es lo natural. Los seres humanos somos muy complicados. Pero sí, creo que Mariaca y yo hemos logrado surfear con éxito varios escollos importantes, incluyendo el del exilio, que genera siempre desajustes emocionales. No creo en secretos que se conviertan en dogma o en manual de instrucciones. Cada pareja tiene su dinámica. Nosotros nos acompañamos mucho, hemos aprendido a hacer equipo, nos admiramos mutuamente y respetamos la independencia de cada cual, las zonas creativas del otro. Ya aprendimos que la cotidianidad necesita su dosis de ternura, deseo, humor y ligereza. Pero no hay vacunas contra los pasillos oscuros del amor. Por eso hay que celebrar todo lo que tiene de luminoso y encantatorio.

–Una última pregunta, ahora sí. Imagínate que todo cambia, y que vuelves, y que vuelve también RCTV o que Venevisión resucita. Y que te convocan para escribir una novela que de alguna manera nos narre después de tanta oscuridad. ¿Cómo la llamaría?

–Esa pregunta me la han hecho varias veces. Y nunca tengo la respuesta a mano. Porque para mí ponerle el título a algo –un libro de poesía, una crónica, una telenovela– me resulta siempre muy arduo. Tardo días, semanas enteras pensando el título. Es tan importante saber titular. Pero así, al rompe, le pondría El regreso. Y no para hablar de las millones de personas que volveríamos al país, sino del regreso del propio país a la normalidad, a la vida, a la dignidad.

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Reuben Morales Nov 12, 2021 | Actualizado hace 1 mes
Cómo hacer que tu hijo te haga caso
Y así fue como, desde ese día, mi hijo ve con nosotros cualquier cosa. Incluso hasta cadenas de Nicolás Maduro…

 

@ReubenMoralesYa

Te quiero compartir una técnica que me ha resultado infalible cada vez que mi hijo no quiere hacer algo. El otro día íbamos a ver una película en familia por Netflix y le dio por armar una pataleta porque esa no era la película que él quería ver. Entonces amenazó con irse a su cuarto a ver otra cosa por la computadora. ¡Le dijimos que no! Que debía quedarse a verla. Entonces dijo que se quedaba con nosotros si veía algo en mi celular con los audífonos puestos.

Aunque me provocó darle una nalgada, más bien le dije: “¿Con que no quieres ver la película?… Ok… no la vamos a ver, pero entonces apaguemos las luces porque vamos a contar cuentos de terror”. Ahí sí abrió los ojos, emocionado, y comencé mi narración:

−Esta es la historia de una persona que estaba aburrida en su casa porque no podía ver películas. Entonces fue a prender la televisión para ver una, pero se dio cuenta de que no había control remoto y se tuvo que levantar para prenderla con la mano.

−¡Qué horrible!

−Y cuando comenzó a pasar los canales con el botón que estaba pegado a la televisión, se dio cuenta de que no podía escoger ninguna película.

−¿En serio?

−¡Tenía que esperar todo el día a que al canal de televisión le diera la gana de pasar la película!… ¡Y si era martes!… ¡debía esperar hasta el domingo!

−¡Noooooo!

−¡Y no la podía pausar para verla otro día en el punto en donde la había dejado!

−¿Quééééééééé?

−Aunque bueno, no todo era tan malo. Si quería ver una película cuando él quisiera, tenía que salir de la casa y caminar o manejar como quince minutos hasta una tienda donde alquilaran películas.

−Ah, ¿y entonces ya la podía ver?

−¡No!… ¡Porque primero debía afiliarse a la tienda!

−¿Cómo así?

−Le pedían una foto carné. Entonces tenía que salir de la tienda de alquilar películas para ir a la tienda donde sacaban fotos.

−Y listo, ¿no?

−Noooooo… ahora debía esperar una hora a que las fotos estuvieran reveladas y entonces ahí sí. Ya podía ir a la tienda de alquilar películas.

−Aaaahh…

−Pero no todo terminaba ahí, porque cuando iba a buscar la que quería ver, ¡no estaba porque alguien se la había llevado primero!

−¡Nooooooooo!

−¡Entonces debía anotarse en una lista de espera!

−¡No sigas, no sigas, ya me está dando demasiado miedo!

−Y le tocaba llevarse otra película que no le gustara tanto.

−¡No lo puedo creer!

−Claro, pero primero debía leer la sinopsis que aparecía en la caja para no botar la plata.

−¿Leer para ver una película? ¿Qué es eso?

−Entonces finalmente escogía una y cuando llegaba a la casa a ponerla… ¡la película estaba en el final porque no estaba rebobinada!

−¿¿¿Rebobi qué??? ¡¡¡¡Aaaaahhhhh!!!!

−Y si la rebobinabas en un aparato llamado VHS… ¡después se veía mal!

−¡Dios, no, no puede ser! ¿Hasta cuándo?

−Entonces, si no podía ver la película que había alquilado… ¡debía esperar hasta el domingo a que pasaran películas en la televisión!…

−¡Ay no, papá! ¡No puede ser! ¡Esto es terrorífico!

−Y cuando llegaba el domingo, se encontraba con esto: ¡iban a pasar Alien, el octavo pasajero por sexta vez en el año!

−¡Noooooooooooo!

−Entonces no les quedaba sino verla y cuando venía una parte muy buena de la película, ¡pum!… ¡Se iban a comerciales!

−¿Comerciales?

−Sí, son como los anuncios que coloca YouTube al principio de los videos, pero en vez de durar 5 segundos, podían durar hasta 60 segundos.

−¡Ya, papá! ¡Te pasaste!

−Y cuando regresaban de comerciales, la película no retomaba donde había quedado porqueee… ¡Le habían cortado como 5 minutos para que toda la programación del canal no se rodara!

−¡Papá, ya! ¿Cómo se termina esta historia? ¿Qué le pasó a la persona?

−Esa persona creció y ahora está aquí, ¡porque esa persona era yo!

−¿Quééééééé? ¡Qué horrible! Bueno, papá, pero me imagino que tu mamá te hacía cotufas para ver las películas.

−No, las veíamos comiendo galletas de soda con mantequilla y una taza de avena.

−¡Noooooooooo!

Y así fue como, desde ese día, mi hijo ve con nosotros cualquier cosa. Incluso hasta cadenas de Nicolás Maduro.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

El juego del calamar y otras películas sobre juegos mortales
La serie coreana El juego del calamar (Squid Game), es un éxito global para Netflix y recuerda otras películas que muestran competencias en las que los participantes se juegan la vida

 

 @gonzalomjimenez

Cuesta imaginarse que la vida penda de un hilo en un juego de perinola, trompo o de la candelita. Pero esa es la premisa de la serie coreana El juego del calamar (Squid Game, 2021) en Netflix, que trata sobre un grupo de personas forzadas a participar en una competencia en la que el precio a pagar si se pierde es la muerte.

La serie ha sido un fenómeno de audiencia global, al punto de que Ted Sarandos, presidente ejecutivo de Netflix, afirmó que El juego del calamar “tiene una gran probabilidad” de convertirse en la serie más vista de la historia de esta plataforma de streaming.

La premisa de El juego del calamar es muy original. Aunque guarda similitudes con otras películas en las que los competidores se ven forzados a luchar por su vida en una partida. De hecho, la categoría “juego de supervivencia” se ha convertido en un subgénero cinematográfico por los muchos filmes que abordan este argumento.

Aquí hemos reunido los ejemplos más notables.

El juego del calamar (2021)

Video: El juego del calamar (EN ESPAÑOL) | Tráiler oficial | Netflix España

Serie coreana de nueve episodios, El juego del calamar cuenta la historia de cientos de personas con problemas de liquidez, quienes reciben una extraña invitación a competir en juegos infantiles. Es un juego de supervivencia en el que los perdedores son asesinados, pero en el que el jugador victorioso puede ganar una fortuna.

The Hunger Games (2012)

Video: The Hunger Games (2012 Movie) – Official Theatrical Trailer – Jennifer Lawrence & Liam Hemsworth | Lionsgate Movies

Basada en la serie de novelas de Suzanne Collins, The Hunger Games (2012) fue una adaptación exitosa al cine, al punto de que dio origen a tres secuelas, todas protagonizadas por Jennifer Lawrence en el papel de Katniss Everdeen

Katniss asume el puesto de su hermana menor en los llamados Juegos del hambre: una competencia televisada en la que dos adolescentes de cada uno de los 12 distritos de Panem son elegidos al azar para luchar hasta la muerte. La saga muestra una sociedad distópica, en la que la burguesía se entretiene viendo a los jóvenes morir en esta competencia.

The Running Man (1987)

Video: The Running Man (1987) Trailer Remastered HD | Canal Carlos Apolo Morán

Adaptación de un libro homónimo de Stephen King, aunque publicado bajo el seudónimo de Richard Bachman. The Running Man (1987) se desarrolla en un Estados Unidos del futuro, en el que los convictos de prisión deben participar a la fuerza en un programa de televisión; en el juego, los presos deben enfrentarse a un grupo de asesinos para recobrar la libertad. Está protagonizada por Arnold Schwarzenegger y María Conchita Alonso.

Enter the Dragon (1973)

Video: Enter the Dragon Official Trailer #1 – (1973) HD | Movieclips

Es la película que hizo de Bruce Lee una estrella de cine mundial. Aunque lamentablemente Enter the Dragon se estrenó en Estados Unidos en 1973, a los pocos meses del fallecimiento de Lee. El actor asiático interpreta a un agente secreto, quien viaja a una isla para participar en un torneo de artes marciales, pues está tras la pista de los negocios delictivos del organizador de la competencia y dueño de la isla.

Escape room (2019)

Video: Escape Room (2019) Primer Tráiler Oficial Español | Canal Trailers In Spanish

En Occidente se han popularizado los “salones de escape”, en los que un grupo de personas es encerrado en una habitación y debe encontrar pistas en ese espacio hermético para salir de él. Esa es la premisa del filme Escape Room (2019), en el que seis extraños se encuentran en un laberinto de mortales habitaciones misteriosas y deben usar su ingenio para sobrevivir. Por supuesto, los espacios están llenos de trampas mortales para los participantes.

Battle Royale (2000)

Video: Battle Royale Official Blu-Ray Trailer – Cult Classic Movie (2000) | Canal Movieclips Trailers

Una película de culto, admirada por Quientin Tarantino, quien usó a la actriz Chiaki Kuriyama en la película Kill Bill Vol. 1 (2003). Basada en la novela de Koushun Takami, Battle Royale (2000) se desarrolla en un futuro en el que el gobierno japonés captura a 42 estudiantes de noveno grado y conduce a una isla, donde los obliga a matarse unos a otros.

Ready or not (2019)

Video: READY OR NOT | Red Band Trailer [HD] | FOX Searchlight | SearchlightPictures

Mezcla de horror y sátira, Ready or not (2019) se centra en una joven novia quien, en su noche de bodas, debe participar en el juego del escondite con la familia de su esposo, como lo indica una vieja tradición familiar. Lo que ignora la novia es que sus nuevos familiares la persiguen con armas para matarla antes de que llegue el amanecer. Es un juego de vida o muerte.

The Condemned (2007)

Vídeo: The Condemned (2007) Official Trailer #1 – Steve Austin Movie | Movieclips Classic Trailers

Producida con la participación de la asociación de lucha libre de Estados Unidos y protagonizada por el exluchador “Stone Cold” Steve Austin, el filme se centra en Jack Conrad (Austin), quien espera la pena de muerte en una prisión centroamericana. Pero en un giro inesperado, un productor de televisión adinerado consigue sacarlo de prisión a cambio de que participe, en una isla, en una lucha a muerte contra otros nueve asesinos condenados.

Death Race 2000 (1975)

Vídeo: DEATH RACE 2000 (1975) Official Trailer | Canal Roger Corman

En un futuro distópico, una carrera de autos a campo traviesa requiere que los concursantes atropellen a peatones inocentes para ganar puntos que se cuentan en función de la brutalidad de cada muerte. El juego (la carrera) es televisado y transmitido a todo Estados Unidos. La película se ha convertido en un título de culto y tiene, entre sus protagonistas, a David Carradine y un jovencísimo Sylvester Stallone.

The Belko Experiment (2017)

Vídeo: The Belko Experiment Official Trailer 1 (2017) – John Gallagher Jr. Movie | Movieclips Trailers

En un experimento social retorcido, 80 personas son encerradas en una oficina corporativa en Bogotá, Colombia; allí, la empresa los obligará a participar en un juego mortal de matar o morir. Las instrucciones son precisas: matar al menos a dos empleados en 30 minutos. The Belko Experiment (2017) fue escrita por James Gunn, el mismo de Guardians of the Galaxy y The Suicide Squad.

Rollerball (1975)

Vídeo: Rollerball Official Trailer #1 – James Caan Movie (1975) HD | Movieclips Classic Trailers

En un futuro controlado por las empresas, un deporte ultraviolento conocido como rollerball representa al mundo, y uno de sus poderosos atletas está dispuesto a desafiar a quienes lo quieren fuera del juego. En el campo de juego participan dos equipos, formados por patinadores y motociclistas, en el que los competidores no dudan a recurrir a la mayor violencia para ganar.

Netflix adaptará novela de la venezolana Ariana Godoy
Tras su éxito en Wattpad, Netflix decidió convertir la obra literaria en un producto audiovisual

 

La reconocida plataforma de streaming, Netflix, dio a conocer que lanzará la película «A través de mi ventana», basada en la novela de la venezolana Ariana Godoy.

El libro de Godoy fue publicado en la aplicación de Wattpad y se convirtió en uno de los más famosos, con 177 millones de lecturas.

La historia de amor creada por la joven venezolana, relata la vida de dos adolescentes que son vecinos y buscan iniciar una relación observándose desde sus ventanas.

También se confirmó que los actores Julio Peña y Clara Galle darán vida a los personajes principales del libro, Raquel y Ares. 

“Por fin puedo decir que interpreto a Raquel en la película A Través de mi Ventana. No puedo expresar lo emocionada y agradecida que estoy con esta oportunidad”, dijo Galle en sus redes sociales.

Las mayores franquicias de cada plataforma de streaming
Netflix tiene The Witcher y Disney Plus a The Mandalorian. En las guerras del streaming, las plataformas apuestan por personajes e historias reconocidas

 

@gonzalomjimenez

En el competido mundo de las plataformas de streaming es necesario ofrecer contenidos que atraigan nuevos suscriptores y dominen las conversaciones en redes sociales. Y los contenidos que suelen garantizar ambas metas son las franquicias o propiedades intelectuales (intellectual property o IP por sus siglas en inglés).

La revista Variety publicó la semana del 15 de abril de 2021 un reportaje sobre el auge de las franquicias o IPs en la era del streaming y cómo este fenómeno estaba borrando las fronteras entre el cine y la televisión, pues era común ver ahora que algunas de las sagas cinematográficas más populares daban el salto a la pequeña pantalla.

¿De cuáles estamos hablando? Aquí hemos reunido los títulos de las principales franquicias en poder de cada plataforma de streaming. Son sus posesiones más preciadas y sobre las que han depositado sus expectativas por los próximos años.

NETFLIX

Las mayores franquicias de cada plataforma de streaming, por Gonzalo Jiménez
The Witcher, estrenada en 2019, es la principal franquicia de Netflix.

La principal franquicia de Netflix es la saga The Witcher, basada en las novelas de fantasía del escritor polaco Andrzej Sapkowski, y que ya inspiraron una película en Polonia, una trilogía de populares juegos de video y una colección de novelas gráficas. La serie de Netflix fue estrenada en 2019, con Henry Cavill en el papel del hechicero y guerrero Geralt de Rivia. Su segunda temporada se estrenará en 2021 y ya Netflix dio luz verde a un spin-off (serie derivada) titulado The Witcher: blood origin, que servirá de precuela a la historia.

Con la idea de reforzar su oferta de franquicias, Netflix anunció el 1 de abril de 2021 que compró en US$450 millones los derechos de las dos futuras secuelas de la película Knives Out (2019), escrita y dirigida por Rian Johnson. La plataforma ve en el personaje protagonista de esta franquicia, el detective privado Benoit Blanc, interpretado por Daniel Craig, a un nuevo Sherlock Holmes o Hercule Poirot.

Luego de que Netflix pusiera fin a su alianza con Marvel –de la que surgieron las series Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist– la plataforma adquirió los derechos de los cómics creados por Mark Millar, para producir dos series y tres películas basados en sus superhéroes. El primero de estos títulos se llama Jupiter’s Legacy y se estrena el 7 de mayo de 2021 en la plataforma.

Tráiler  de la serie Jupiter’s Legacy

DISNEY PLUS

La plataforma de streaming Disney Plus es la que quizás posee las franquicias más famosas y taquilleras en todo Hollywood. Star Wars comanda su oferta, pues The Mandalorian (2019), la primera serie de actores de la saga galáctica, se convirtió en un fenómeno de la cultura pop gracias al personaje de Baby Yoda.

Baby Yoda, personaje de The Mandalorian, enterneció a medio planeta.

Fue tan exitosa The Mandalorian, que Disney cambió el foco de Star Wars de ser una franquicia cinematográfica a transformarse (aunque no exclusivamente) en una franquicia de TV. Además de The Mandalorian, Disney prepara 11 series basadas en Star Wars, entre las que se encuentran proyectos sobre Ahsoka Tano, Obi-Wan Kenobi, Boba Fett y Cassian Andor, entre otros.

Junto con Star Wars, Disney Plus ha desarrollado el Universo Cinematográfico Marvel con series que expanden las historias de las películas.

Las mayores franquicias de cada plataforma de streaming, por Gonzalo Jiménez
Disney Plus apuesta fuertemente por el Universo Marvel.

La estrategia funcionó con éxito de audiencia y crítica en las series WandaVision y The Falcon and the Winter Soldier. A estas seguirá Loki, prevista a estrenarse el 11 de junio, con otros títulos ya anunciados: Hawkeye, What If…?, She-Hulk, Moonknight, Ms. Marvel, Secret Invasion, Armor Wars, Iron Heart y I Am Groot. Los cómics de Marvel son una fuente inagotable de superhéroes reconocidos por la audiencia.

En menor escala, Disney Plus también se apalanca en sus películas animadas para crear series basadas en Moana, Big Hero 6, Cars y Monster Inc., por ejemplo. Son personajes ya conocidos por los niños, por los que la inversión en promoción para dar a conocer sus historias es menor.

AMANZON PRIME VIDEO

Amazon adquirió los derechos de The Lord of the Rings por US$ 250 millones.

Es una anécdota que suele repetirse en Hollywood: Jeff Bezos, fundador de Amazon, le pidió a sus ejecutivos que quería tener la próxima Game of thrones en su plataforma, Amazon Prime Video. Bezos se refería a la serie de HBO, que se convirtió en un fenómeno global, en el que cada nuevo episodio se erigía en tendencia mundial en Twitter.

La respuesta de los ejecutivos de Amazon Prime Video fue adquirir los derechos en US$250 millones de The Lord of the Rings, del escritor J.R.R. Tolkien, indiscutiblemente la saga de fantasía más famosa de la literatura. Se trata de la adaptación más costosa de la historia del streaming (de la TV en general).

La serie he Lord of the Rings se estrenaría en 2021.

Una nota de The Hollywood Reporter, publicada el 16 de abril de 2021, señala que tan solo la primera temporada de la serie The Lord of the Rings costó US$ 465 millones. Para tener una idea de cuán costosa y épica es esta producción, vale recordar que cada temporada de Game of thrones costó un promedio de US$ 100 millones, debido a sus complejos efectos visuales y rodaje de locaciones exóticas.

La serie, que cuenta historias ambientadas miles de años antes de los eventos vistos en las películas, tiene previsto estrenarse a finales de 2021.

HBO MAX

Se prevé que HBO estrenará House of the Dragon en 2022.

Tras el éxito colosal de Game of thrones (2011-2019) –pese a su algo decepcionante temporada final– HBO Max decidió que valía la pena aprovechar su popularidad y explotar el potencial de esta saga de fantasía creada por George R.R. Martin. El escritor firmó un acuerdo con HBO por cinco años para desarrollar más contenido basado en Game of thrones.

Se ha reportado que hay seis proyectos basados en Game of thrones que están en alguna fase de desarrollo, pero solo hay uno con fecha de estreno en 2022: House of the Dragon, sobre la guerra civil entre los integrantes de la Casa Targaryen y que cuenta en su elenco con Olivia Cooke, Emma D’Arcy, Paddy Considine y Matt Smith, entre otros.

La otra gran franquicia en poder de la plataforma HBO Max es el Universo Harry Potter, creado por la escritora J.K. Rowling. Se desconoce por ahora la trama de este programa, que no necesariamente muestre al famoso mago pues pudiera ser una historia ambientada en el mundo de la escuela de magia Hogwarts.

Finalmente, HBO Max podría aplicar la estrategia de Disney Plus con Marvel y apelar a los personajes de DC Comics (de la que es dueña de sus derechos televisivos) para plagar su contenido con series de superhéroes.

Ya hay dos proyectos confirmados: un spin-off de The Batman (2022), que se desarrolla en el mundo de los policías y la corrupción en Ciudad Gótica; y Peacemaker, basada en el personaje que John Cena interpretará en The suicide Squad (2021) y cuya primera temporada ya fue escrita por el director James Gunn.

PARAMOUNT PLUS

La franquicia Star Trek es la apuesta más fuerte de Paramount Plus, y prepara la serie derivada Strange New Worlds.

Paramount Plus, plataforma de streaming antes conocida como CBS All Access, es propietaria de la conocida franquicia de ciencia ficción Star Trek. Ya hay tres series al aire: Star Trek Discovery, lanzada en 2017; Star Trek: Picard y el show animado Star Trek: Lower Decks, ambas estrenadas en 2020. Además de ellas, Paramount Plus prepara un spin-off de Discovery titulado Star Trek: strange new worlds, así como la serie animada Star Trek: Prodigy, dirigida al público infantil.

Además de Star Trek, Paramount Plus está desarrollando un universo de historias (y potenciales series) basadas en la serie animada Avatar the Last Airbender. Ninguna plataforma quiere dejar pasar la oportunidad de sacar provecho a sagas y franquicias que han demostrado tener conexión con el público.

Rompan todo en la Venezuela rockera: crónica de una ausencia

@narrativaoral

Venezuela es la gran ausente de la serie documental Rompan todo: la historia del rock en América Latina. Con la excepción de cortos testimonios de dos músicos venezolanos (José Luis Pardo, guitarrista de Los Amigos Invisibles, y Héctor Castillo, bajista de Sentimiento Muerto), el rock nacional es totalmente ignorado por los realizadores de la serie de Netflix.

La premisa de Rompan todo es que hay un paralelismo entre la historia política y social contemporánea del continente y la evolución del rock latinoamericano. Esto se ilustra señalando los eventos que marcaron a países como México, Argentina, Chile y Colombia (y de refilón, al Uruguay). Sus matanzas (la de la mexicana plaza de Tlatelolco en 1968); sus dictaduras (la “perfecta” del partido único PRI –Mario Vargas Llosa dixit -;  las juntas militares argentina y chilena); la represión, torturas y desapariciones, y el retorno a la democracia, con sus altos y sus bajos (sobre todo los bajos de la injusticia social y el tutelaje militar en Chile), y el narcoterror de Pablo Escobar y las violencias subversivas colombianas. 

Venezuela pareciera no ofrecer nada interesante para los productores de la serie.

Los llamados “cuarenta años” de relativa estabilidad democrática que empezaron con la reinstauración de la democracia en 1958, la decadencia del bipartidismo al final de los 90, y la llegada al poder del chavismo con sus veinte años de destrucción, no cuadran en la narrativa cuasi heroica de Rompan todo: rockeros contra políticos y militares malvados y corruptos.

Como si en Venezuela la música rock (y sus variantes pop, caribeña, jazzística y electrónica) no hubiera mantenido una relación dialéctica con la sociedad y la política. Pero hay otra posible explicación para esta ausencia: Venezuela no ofrece hoy en día un mercado muy interesante para la miniserie, así que para qué incluirla.   

Este corto texto no pretende contar la historia del rock venezolano, que ya contó Félix Allueva en su libro Rock Vzla, 1959-2019. También está la tesis que escribió Javier Weyler en 1997 para obtener el título de Comunicador Social en la Universidad Católica Andrés Bello intitulada La historia del rock en Venezuela. Vale la pena, sin embargo, recordar algunos momentos destacados de una saga rica en inventiva musical.

Del génesis a la revelación

Para hacer justicia al rock nacional es necesario empezar por el principio. Al igual que en México y en Argentina, en Venezuela nacieron bandas que hacían versiones de los éxitos de Los Beatles y de otras bandas británicas y de los Estados Unidos. Los Supersónicos, Los Memphis, Los 007, Los Darts, Los Impala, y otros grupos, marcaron el inicio de la historia rockera en el país. Estas bandas sonaron en los años 60 en las radios y en la televisión con covers como Tú la vas a perder, El último beso y Dónde, dónde.  

Al principio de los años 70 algunos soñaron que podían conquistar Londres, la meca del rock mundial. Los hermanos Charles y Jorge Spiteri se mudaron de Caracas a la capital británica, donde grabaron algunos discos, actuaron en clubes y conocieron a un jovencito tecladista venezolano que para eso entonces todavía se llamaba Ilan Czenstochowski (que después pasaría a ser Ilan Chester). Mientras tanto en Venezuela, el pop local iba echando raíces: Édgar Alexander y su Azúcar, Cacao y Leche (banda en la que tocara Ilan) sonaban con temas propios; el cantante Ivo versionaba el tema Hush (traducido como No) de Deep Purple; Trino Mora pretendía ser el Tom Jones criollo liberando su mente, y el grupo Syma pegaba una canción en inglés intitulada I don’t know why que cantaba con su gran voz un joven Guillermo Carrasco (quien después cantaría con otro grupo llamado Tinajas temas como Lazos de amistad e hiciera una carrera solista).  

La década de los setenta también fue la época del nacimiento de un rock con sabor venezolano. Vytas Brenner y su Ofrenda crearon un género muy original de fusión donde se combinaba rock y folclor venezolano, en su amplia gama desde la música llanera hasta los tambores negros de la costa (nada que envidiarle a la fusión chilena de Los Jaivas que aparecen en Rompan todo). El arpista Alexis Rossell y su Venezuela Joven también contribuyeron con el rock fusión, lo que hoy sería calificado como world music antes de que naciera este género. Y aunque no entra en la calificación de rock, el grupo Uno, dos, tres y fuera representó una curiosa innovación al combinar música tuyera con elementos de jazz

Con ese toque de fusión venezolana nacieron otros grupos como Frank Quintero y Los Balzehaguaos, con una orientación hacia el jazz rock. Y los menos conocidos Sietecuero con fuertes influencias caribeñas (ese sería el semillero del Daiquirí de Alberto Slezynger, la Adrenalina Caribe de Evio Di Marzo, y del mismísimo Yordano). También hubo en los setenta varias bandas de prog rock: Aditus (que después derivaría al pop), Témpano y Estructura (cuyo bajista Agni Mogollón grabaría algunos éxitos como cantante).

A finales de los setenta también se formaron bandas de hard rock y metal como Arkángel, un grupo de Valencia que ha tenido proyección nacional y algún reconocimiento en Colombia y Ecuador. El grupo tuvo como primer vocalista a Paul Silvestre Gillman, hoy convertido en figura del chavismo rockero. El rock duro (y su variante trash) se ha manifestado en Venezuela con bandas como Necropsia, Nihil o Noxius (la ene es una inicial popular entre los pesados).

La década de los 80 está marcada por el lanzamiento de un verdadero movimiento de la canción venezolana de la mano del productor y compositor Alejandro Blanco Uribe y Sonográfica, de Empresas 1BC.

A los ya mencionados Ilan Chester (quien ya había grabado un disco muy bueno con su grupo Melao), Yordano, Daiquirí, Adrenalina Caribe, hay que agregar a Elisa Rego, Colina (quien había traído de Inglaterra un bagaje musical new wave y reggae que supo integrar a su estilo muy venezolano), Franco De Vita, Sergio Pérez, entre otros, que formaron parte de una ola de éxitos resultado del talento musical, la calidad de grabación, y bien elaboradas campañas de marketing que incluyeron los video clips que se difundían en Radio Caracas Televisión. Tampoco hay que olvidar a La misma gente que grabó Lluvia, una canción que sonó mucho en esos años, a pesar de que no contaban con el apoyo de la maquinaria de mercadeo de otros grupos. Y debemos incluir aquí a tres pioneros de la música electrónica en el país: Vinicio Adames, Miguel Ángel Noya y Rada, que comenzaron a grabar a principios de los ochenta.

Decadencia política, auge de nuevos talentos

En los 90, los años de la decadencia de la democracia civil, irrumpen nuevos talentos. Sentimiento Muerto introduce en Venezuela un punk gótico con letras de corte existencial. Desorden Público, con un energético ska, denuncia la violencia y la corrupción que ya reinaban en ese entonces (pero nunca al nivel delirante que las ha llevado el chavismo). Los Amigos Invisibles (la obvia referencia al escritor Uslar Pietri no deja de ser irónica) interpretan su disco-funk nacional para presentar The New Sound of the Venezuelan gozadera en el mercado de los Estados Unidos de la mano del fundador de Talking Heads, David Byrne.

El Festival Nuevas Bandas, creado en 1991 por Félix Allueva  (historiador del rock venezolano), ha sido una incubadora de grupos. Aunque la lista es muy larga (disculpen las omisiones de una memoria imperfecta), podemos recordar a Caramelos de Cianuro, Zapato 3, Dermis Tatú, Skabiosis, y más recientemente La Vida Boheme, Viniloversus, Charliepapa. Podríamos seguir mencionando bandas y tendencias, en un país donde el talento musical nunca ha faltado. Es bueno decirlo para cubrir esa omisión en la crónica del rock latinoamericano.  

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Reuben Morales Ago 06, 2020 | Actualizado hace 4 semanas
¿Cuánto dura una película en Netflix?

Ilustración de Alexander Almarza, @almarzaale

@ReubenMoralesYa

La próxima vez que seleccione una película y vea cuánto dura, le advierto: ese tiempo es falso. ¿Quiere saber cómo calcular la verdadera duración de una película en Netflix para no quedar más desilusionado que colombiano tomando café gringo?

Entonces aplique la siguiente fórmula descubierta por la universidad de Yale… de Yale digo cómo se saca:

Supongamos que la película dura 107 minutos según Netflix (lo cual no es real). Entonces, para averiguar la duración verdadera, haga lo siguiente:

A ese 107, súmele 50 (del número de mensajes de Whatsapp que recibirá durante la película y por los cuales deberá poner pausa). Entonces 107 + 50 = 157 minutos de película.

Ahora sume 6, correspondientes a los minutos de las dos llamadas que le harán cuando esté viendo la película. Así las cosas, 157 + 6 = 163 minutos de película.

Ahora súmele 20 segundos. Son de las dos veces que deberá retroceder un poco la película para retomar el hilo cuando tranque las llamadas. Eso suma 163 minutos con 20 segundos de película.

Ahora sume 40 segundos adicionales de las cuatro veces que deberá retroceder la película para volver a ver algo que, o no entendió bien o no escuchó por la alarma de un carro en la calle. Entonces sume los 163 minutos con 20 segundos + 40 segundos = 164 minutos de película.

Ahora agréguele 20. Son los minutos que deberá ver de nuevo por haberse quedado dormido en medio de la película. Así, 164 + 20 = 184 minutos de película.

Ahora sume 10. Son los minutos que dura pausada la película mientras usted se prepara un sándwich en la cocina. De esta manera tenemos 184 + 10 = 194 minutos de película.

Ahora sume 30. Son los segundos por retroceder cuando mastique su sándwich y no pueda escuchar nada por el crujir del pan tostado en su cabeza. Esto nos deja con 194 minutos y 30 segundos de película.

Ahora, a todo lo anterior, sume 24 horas. Es porque usted decide parar la película ya que debe madrugar al otro día. De esta forma, ya son 24 horas, 194 minutos y 30 segundos de película.

Ahora sume 2 minutos. Es para cuando retome la película al día siguiente y deba retrocederla un poquito para volver a entrar en contexto. Eso totaliza 24 horas, 196 minutos y 30 segundos de película.

Y si usted está en Venezuela, ahora súmele 20. Son los minutos que toma llenar los envases cuando llega el agua en medio de la película. Así las cosas, agregamos esos 20 minutos a lo anterior y nos da un total de 24 horas, 216 minutos y 30 segundos de película.

Pero si quiere estar tranquilo con sus cálculos, nunca deje de agregar 30 minutos más de imprevistos. Son esos casos cuando pausa la película para hacerse un sándwich, pero le envían un mensaje de Whatsapp, después le llaman, llega el agua, llena los envases sosteniendo el teléfono con el hombro y la oreja y luego usa toda esa agua para apagar el sándwich que se le prendió en candela por haberlo olvidado. Todo eso ahora suma un total de 24 horas, 246 minutos y 30 segundos de película.

Pasando los minutos a horas, la fórmula nos deja una película de 28 horas, 6 minutos y 30 segundos (de los cuales Netflix nunca advierte). ¿Entiende las consecuencias que esto trae a la industria del cine? El Irlandés ya es una telenovela, La vuelta al mundo en 80 días dura 365 días, 7 años en el Tíbet es una estancia de una década y 100 años de soledad, se convierte en un milenio. ¡Ah, y por cierto! Vale aclarar algo muy importante. Todos estos cálculos aplican si usted vio la película solo. Pues si su pareja no la ha visto, le tenemos una mala noticia: la tendrá que ver de nuevo con ella.

 

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Runrunes de Bocaranda: ALTO - ¿NI NETFLIX NI SERIES TURCAS?

¿NI NETFLIX NI SERIES TURCAS?

Guardo la explicación del por qué de esta interrogante para el final y así comenzar lo que bien pudiera ser una historia digna de esa empresa que tiene hoy 182 millones de suscriptores en todo el mundo.

Lo que me conmina a escribir estos runrunes se refiere a otra empresa, también mediática y americana, como es DirecTV. El capítulo que me toca bien podría arrancarlo desde el día en que abrió operaciones en Venezuela desde la sede de su Centro Satelital y su Control Maestro ubicada en terrenos detrás de Venevisión, en la Colina de los Caobos.

Ese 17 de junio de 1994 tuve la suerte de ser el maestro de ceremonias de su apertura, donde participaron sus directivos estadounidenses y Gustavo Cisneros, presidente de Venevisión y socio de la empresa local. La pulcritud y máxima tecnología que se mostró ese día hacía parecer ese Control Maestro tanto como una sala de operaciones clínicas, tanto como la sala de lanzamiento de cohetes tripulados en Cabo Kennedy.

Maravillados quedamos todos ese día al sentir que nuestro país se insertaba a toda velocidad en el anhelado primer mundo. Ilusión que comenzó a desbaratarse desde 1999 y a pasos apresurados hasta lo que me hace escribir hoy.

La empresa estadounidense, más adelante en 2015, fue adquirida por la AT&T en una transacción por un valor de más de $ 67.000.000.000. Es precisamente esta empresa la que asume la decisión de retirar sus servicios en Venezuela cuando el gobierno de Nicolás Maduro se niega a sacar de su parrilla los canales Globovisión y PDVSA-TV. El primero, por estar sancionado por la OFAC su propietario Raúl Gorrín, y el segundo por las sanciones a la petrolera que el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció el 28/1/2019, bloqueando todas las propiedades y activos de PDVSA bajo jurisdicción estadounidense y prohibiendo las transacciones de individuos estadounidenses con la compañía. No se permiten transacciones con estas dos empresas.

PDVSA-TV fue creada bajo el mandato de Rafael Ramírez Carreño con la excusa de ser un canal para la comunicación y educación del personal de la petrolera. Sus transmisiones internas llegaban a todos los auditorios de la empresa y fue en una de ellas donde afirmó su famosa frase: “PDVSA es roja-rojita”.

Detrás subyacía su verdadera intención, la cual no era otra que su promoción diaria para ser el candidato del chavismo… “que no tiene gente de talla presidencial”. ¿No es cierto?…

¿POR QUÉ GLOBOVISIÓN?

Así dijo la nota de AP: “Según la medida dictada el 8 de enero de 2019 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el empresario y magnate Raúl Gorrín tiene un año para deshacerse de sus acciones en Globovisión, el principal canal privado de televisión en Venezuela. Globovisión está entre 24 propiedades vinculadas a Gorrín que están ahora sujetas a sanciones estadounidenses según la nueva medida. Los miembros del régimen venezolano han saqueado miles de millones de dólares mientras el pueblo venezolano sufre”, declaró ese día el secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin.

En otro párrafo: “Globovisión era un canal privado abiertamente opuesto al gobierno venezolano, pero eso cambió una vez que Gorrín consiguió la presidencia de ese medio en 2013”. Como nada se hizo desde entonces la acción seguía vigente. Con el transcurso del tiempo fueron observando que se ignoraba la decisión pues no solo en ese canal, sino en todos los relacionados con el régimen se discriminaba a la disidencia.

Así fue como, poco a poco, en los últimos años fueron sacando del espectro radioeléctrico -obligando a todas las cableoperadoras, incluida DirecTV, a retirar, apagar y censurar aquellos canales que defendían la democracia y el debate de las ideas.

Por ello desparecieron entre otros medios de radio y TV: CNN en Español, NTN24, NuestraTele, Caracol TV, CableNoticias, CNN-Chile, Americana de TV, 24Horas Chile, El Tiempo TV, Blue Radio, Antena 3 (¿que regresó a la grilla tras ofrecer entrevistas a Maduro?), la alemana informativa y educativa Deutsche Welle, DW, (que regresó días después tras las quejas del gobierno de Alemania).

Al mismo tiempo obligaron a DirecTV a colocar RT, la televisora oficial del gobierno de Rusia y una cantidad de canales del gobierno, desde los militares con FANB-TV pasando hasta Corazón Llanero (una ONG de un exedecán de Chávez quien al lado de Maduro es personaje clave para los ascensos de uniformados o para conseguir que Nicolás los reciba).

Bodrios a nivel político con la visión unidireccional del régimen cívico-militar. Otros canales obligatorios: Telesur, Vive, ANTV, TLT, TVES, Canal I, VTV, ConcienciaTV, VEPACO TV, CCCTV y Globovisión. Ya antes habían perdido la apuesta por la televisión digital abierta, TDA, que como todo lo que comienzan terminó mal. El abandono del satélite Simón Bolívar fue el primer autogol del gobierno. Este con DirecTv es el segundo. Veamos la historia a continuación