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Blyde desmiente a Maduro sobre fondos del diálogo: “Jamás se dijo que iban a ser transferidos de un golpe ni a sus cuentas”
El pasado jueves, 12 de enero, Nicolás Maduro condicionó el diálogo entre el oficialismo y la oposición, a la liberación de recursos por parte de Estados Unidos

 

Este viernes, 20 de enero, el jefe de la delegación opositora para la negociación en México, Gerardo Blyde, aclaró que los fondos destinados para la recuperación del país no iban a ser transferidos «de un golpe» ni a las cuentas de los representantes del oficialismo.

Los obstáculos jurídicos y técnicos los debemos resolver ambas partes para poder avanzar en la creación del fondo con las Naciones Unidas y para la transferencia de esos fondos de manera progresiva, como dice el acuerdo. Jamás se señaló que esos fondos -acordados en el documento del diálogo- iban a ser transferidos de un solo golpe, ni que iban a entrar a cualquier cuenta de Maduro. Y así se firmó”, dijo Blyde en rueda de prensa desde la sede de partido Primero Justicia. 

Blyde explicó que se le solicitó (ambas partes) a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) crear un fondo fiduciario en el que se pueda transferir dichos fondos que están en distintos países, instituciones y jurisdicciones.

«Transferir de manera progresiva cada uno de esos montos hasta llegar a la cantidad de $.3.000 millones, para que sean ejecutados luego por las propias Naciones Unidas y sus agencias y, de esa forma, garantizar transparencia y que esos fondos vayan a los programas que acordamos las partes”, dijo.

El pasado jueves, 12 de enero, Nicolás Maduro condicionó el diálogo entre el oficialismo y la oposición, a la liberación de recursos por parte de Estados Unidos.

Durante la presentación de su memoria y cuenta, Maduro recordó que EEUU mantiene congelados más de 3.000 millones de dólares por las sanciones.

«Estamos esperando que el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica cumpla su palabra y libere los recursos de los 3.150 millones de dólares firmado con la (opositora) Plataforma Unitaria (PU), con la participación del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Esperamos ese depósito, pues, para seguir las conversaciones, para que tengan validez», dijo el mandatario.

Por otra parte, recordó que el 26 de noviembre de 2022, la delegación oficialista en el diálogo en México, encabezada por el presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez, firmó un acuerdo social con la PU para «rescatar 3.150 millones de dólares».

Parte de esos recursos, prosiguió, serán invertidos para mejorar los servicios básicos, entre los que mencionó el agua y la electricidad, además de la infraestructura escolar y sanitaria.

Exige al gobierno volver al diálogo de inmediato

Sobre las discordias que se están presentando por el dinero, Gerardo Blyde afirmó que “la camorra no nos lleva a ninguna parte». 

«Son más de 20 años de discursos, insultos incendiarios, eso no nos va a llevar a reconstruir. Hay un pueblo que sigue migrando y pasando necesidades, y protestando en las calles por justas reivindicaciones salariales porque el bolívar no alcanza, el trabajo no es digno», añadió.

«Los acuerdos no pueden seguir esperando. Tenemos mucho trabajo por delante. Hay que arremangarse la camisa y ponerse a trabajar», instó Blyde, al tiempo que instó a volver cuánto antes a la mesa en México. 

Desmiente a Jorge Rodríguez sobre renovación del CNE

El jefe de la delegación de la oposición desmintió que se haya planteado en la mesa de diálogo en México el cambio del actual Consejo Nacional Electoral. 

«En el momento en que toque en la mesa de negociación hablar de condiciones electorales, hablaremos de ese tema allí, conforme a las instrucciones que recibamos de los partidos que integran la plataforma democrática. Por ahora, lo que podemos decir es que nosotros no hemos negociado nada de eso», ratificó.

Cabe recordar que el pasado 9 de enero, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional oficialista,  admitió que el chavismo tiene previsto evaluar una eventual designación de un nuevo CNE, «a partir de una propuesta del bando adversario».

«En la ronda de conversaciones que el presidente (Nicolás) Maduro emprendió con distintos factores de la Alianza Democrática, con Fuerza Vecinal Alianza Lápiz, las reuniones privadas que se hicieron con personeros de la Plataforma Unitaria, las conversaciones informales que se ha llevado adelante con todos los sectores de oposición, en algunas, no pocas, apareció el planteamiento de la conformación de un nuevo CNE», expresó Rodríguez en rueda de prensa.

Capriles sobre primarias: “No afirmo ni niego si participaré”
El exgobernador de Miranda indicó que los partidos políticos deben organizarse para lograr solucionar los grandes problemas que tiene el país

 

Este martes, 27 de septiembre, el político y excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, resaltó la importancia de un proceso de primarias con reglas adecuadas, asegurando que todavía hay tiempo para estas.

En entrevista transmitida por Circuitos Éxitos, Capriles aseguró que el país necesita un capitán de equipo y los venezolanos saben de su aspiración de serlo.

«Aquí el ‘yo’ se tiene que cambiar desde hace rato por el ‘nosotros. No es el esfuerzo de una persona, tiene que ser el esfuerzo de todos los venezolanos, cada quien desde su área», dijo.

Capriles aseguró que las primarias están en pleno proceso de discusión. «Yo estoy de acuerdo con una primarias amplias, absolutamente amplias, uno no le puede tener miedo a la competencia», dijo. 

Por otra parte, no confirmó ni descartó su intención de ser precandidato opositor. 

«Yo no estoy en campaña. Ni afirmo ni niego si participaré en las primarias» dijo el exgobernador de Miranda. 

Advirtió que unas primarias no resolverán la crisis política e insistió que las mismas no son el nuevo mantra porque la situación es todavía «más compleja y profunda».

Organización de los partidos

Capriles también comentó que los partidos políticos deben organizarse para lograr solucionar los grandes problemas que tiene el país. 

«Organicémonos para que la gente se vuelva a interesar en los procesos políticos, para que haya comida en la mesa de los venezolanos y medicinas», afirmó Capriles. 

El excandidato presidencial también se refirió a las negociaciones que adelanta el gobierno y la oposición y aseveró que hay que ser cuidadosos en cuanto a las expectativas. «Cada vez que se genera una expectativa y esta no se satisface, se genera una frustración, y lo que menos queremos es que esto siga ocurriendo», dijo. 

Por último, Henrique Capriles se refirió a la situación de los pensionados y del sector educación en el país. Aseguró que necesario que haya un cambio y que se respeten los derechos laborales. 

Grupo Internacional de Contacto insta a gobierno de Maduro a retomar negociaciones en México
El grupo lo integran 15 naciones 

El Grupo Internacional de Contacto instó al gobierno de Nicolás Maduro a reanudar las negociaciones iniciadas en México y suspendidas, tras la extraditación a Estados Unidos del empresario colombiano, Álex Saab, quien enfrenta cargos de supuesto lavado de dinero.

Un comunicado firmado por Alemania, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Países Bajos, Panamá, Portugal, República Dominicana, Suecia, Unión Europea y Uruguay, planteó a todas las partes retomar el diálogo en México.

“La única salida a la crisis que atraviesa Venezuela es la negociación política, liderada por los propios venezolanos, que lleve a la organización de elecciones creíbles, inclusivas y transparentes a todos los niveles, incluido a nivel presidencial”, reza un comunicado.

El grupo mantuvo una reunión para tratar la situación en Venezuela, luego de las elecciones regionales y municipales del pasado 21 de noviembre del 2021.

“El Grupo Internacional de Contacto saluda la labor de la MOE UE y confía en que su trabajo pueda contribuir a la búsqueda de una solución pacífica y democrática a la crisis en Venezuela y que sus recomendaciones sobre posibles reformas puedan ayudar a mejorar futuros procesos electorales”, indicó el comunicado.

 

 

Gobierno no acudirá a ronda de negociación con delegados opositores en México
En respuesta a la extradición del empresario colombiano Alex Saab a Estados Unidos

 

El presidente de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez, anunció que el gobierno no irá a la cuarta ronda de negociación que estaba prevista para este 17 de octubre en México.

La decisión es una represalia a la extradición del empresario colombiano Alex Saab a Estados Unidos. Rodríguez, aseveró que en virtud de la “gravísima” violación a los derechos humanos de Saab suspende su participación como expresión profunda de protesta frente a la brutal agresión contra la persona y la investidura del colombiano.

«Nosotros hacemos responsable al narcogobierno de Iván Duque, al Gobierno de norteamericano, y la ultraderecha integrada por Leopoldo López, Juan Guaidó, Carlos Paparoni y Carlos Vecchio> dijo Rodríguez. 

Sostuvo que todo se trata de una estrategia para evitar las venideras elecciones.»Hemos  sido pacientes en el proceso de ir sorteando los obstáculos que han puesto para que no se den las negociaciones. Están desesperados para ver cómo interrumpen el proceso de las elecciones del 21 de noviembre, pero ese día el pueblo pacífico y democrático hablará ante las máquinas de votaciones y muchas cosas serán aclaradas ese día

Borrell ignoró el consejo de su personal al anunciar la misión de observación para elecciones del #21N
La misión podría retirarse si se rompe el acuerdo de permitir que los observadores electorales trabajen de acuerdo a la metodología de la UE y cuenten con el respaldo de los grupos de oposición

El máximo diplomático de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ignoró el consejo de su propio personal al decidir enviar observadores a las elecciones en Venezuela del 21 de noviembre.

Financial Times reseñó que Borrell también pasó por alto las advertencias de que la misión legitimará el gobierno de Nicolás Maduro y empañará la reputación de las misiones de observación electoral del bloque.

Borrell señaló el 29 de septiembre que enviaría observadores a las urnas regionales y municipales de Venezuela en noviembre, por primera vez en 15 años.

Según el portavoz del SEAE, Peter Stano, la decisión de Borrell se tomó después de que el Consejo Nacional Electoral prometiera permitir que los observadores electorales trabajaran de acuerdo a la metodología de la UE y contara con el respaldo de los grupos de oposición.

«La misión podría retirarse si se rompe ese acuerdo», indicó Stano.

Financial Times aseguró que esa decisión se produjo a pesar de que un informe interno, en el que un equipo de funcionarios del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), enviado al país en julio para evaluar la viabilidad de desplegar monitores electorales, advirtió que tal medida puede ser contraria a la línea política de la UE.

«Es probable que el despliegue de una misión de la UE tenga un impacto adverso en la reputación y credibilidad de los observadores de la UE y legitime indirectamente el proceso electoral de Venezuela», señaló el informe.

El informe del SEAE citó numerosas violaciones de derechos humanos y restricciones a las libertades, por ello, concluyó que en este momento no se cumplen las condiciones mínimas para la observación electoral en Venezuela. 

Sin embargo, el informe agregó que las autoridades venezolanas han insinuado que esto podría cambiar a través de la negociación política.

Financial Times reiteró que Maduro ha sido condenado internacionalmente por «abusos generalizados de derechos humanos y represión política» desde que asumió la presidencia de Venezuela en 2013.

La polémica tras las declaraciones de Borrell 

Borrell, quien ha solicitado que la UE se interese más en la crisis venezolana, señaló que la legitimidad de las elecciones regionales de noviembre dependerá del informe de la misión de observadores del bloque. Además, dijo que la misión de observación de la UE podría constituir una contribución importante y un camino hacia la credibilidad, la inclusión y elecciones transparentes en Venezuela.

“Lo que le legitimará o deslegitimará es el informe de la misión”, reiteró el jefe de la diplomacia europea.

Tras las declaraciones, rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el canciller del régimen de Nicolás Maduro reaccionaron al comentario.

«Han pasado más de 48 horas de esa infausta declaración y hasta la fecha no hay ninguna respuesta, por lo tanto, acabo de instruir que se solicite que públicamente haya una explicación, no solo una explicación, sino que haya una disculpa al pueblo de Venezuela«, dijo Pedro Calzadilla, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Mientras que el canciller, Félix Plasencia, aseguró que la misión pretende socavar el proceso electoral que se llevará a cabo el 21 de noviembre. “Una vez más la Unión Europea parece no entender bien su papel en el marco del proceso político venezolano, perdiendo la oportunidad de situarse como un actor respetable, imparcial e independiente, para posicionarse como una pieza política subordinada a la política exterior estadounidense y de algunos sectores de la extrema derecha que pretenden socavar el proceso electoral y democrático venezolano”, señaló en un comunicado.

“Si no es capaz de respetar mínimamente y con algo de decencia el acuerdo que usted mismo firmó con el Poder Electoral, la verdad es que mejor y no vengan”, indicó Jorge Rodríguez, jefe de la delegación que representa al gobierno de Maduro las negociaciones en México.

El portavoz del SEAE, Peter Stano, explicó al Financial Times que el despliegue de una misión observadora electoral de ninguna manera representa una legitimación de una elección. «Esta decisión política es totalmente coherente con la posición de la UE sobre Venezuela”, afirmó.

Crisis Group enumera los elementos a favor y en contra del diálogo en México
Crisis Group aseguró que varios de los obstáculos que en algún momento se interpusieron en el camino de una solución negociada han sido eliminados, al menos parcialmente
Un resultado positivo y notorio de este esfuerzo por lograr avances graduales han sido las reformas electorales, en particular la inclusión a principios de este año de dos figuras muy respetadas de la oposición en el Consejo Nacional Electoral

 

 

Foto: EFE

Ante la espera de la reactivación de las conversaciones en México entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana el 3 de septiembre, la organización Crisis Group explicó que es muy probable que estas negociaciones sean largas y complejas, y que el resultado final no satisfaga a todas las partes.

A pesar de ello, la primera reunión en Ciudad de México marca un paso importante para dejar atrás las posiciones maximalistas.

Phil Gunson fue el analista que firmó el documento en el que se asegura que las negociaciones siguen siendo la única «vía razonable» para poner fin al enfrentamiento político en Venezuela y abrir el camino para superar la crisis económica y humanitaria que ha destrozado la calidad de vida de los venezolanos y llevado a casi seis millones de ellos a abandonar el país.

La organización reiteró que una solución duradera a la crisis actual del país requerirá compromisos sobre cómo lograr la recuperación económica, reparar el sistema de salud y abordar la creciente influencia de grupos armados que han obtenido el control de facto de las zonas rurales y urbanas. 

“El gobierno, la oposición y sus respectivos aliados internacionales tienen mucho trabajo por delante. A pesar de todos los desafíos, es bueno ver que esta labor estancada desde hace mucho tiempo, de nuevo está en marcha”, señaló Crisis Group en un artículo.

Sin Trump y Maduro fortalecido políticamente

Crisis Group explicó que esta ronda de negociaciones es diferente a las anteriores por varias razones.

Una de las principales es la salida de Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos.

Y es que durante el mandato de Trump, EE.UU. tuvo una política de “máxima presión” en cuanto a Venezuela.

Según Crisis Group, actualmente, Estados Unidos dejó a un lado la retórica de máxima presión.

La decisión de EE.UU. de imponer sanciones secundarias en agosto de 2019 fue lo que provocó la ruptura de las conversaciones; y la convicción de la oposición de tener otras opciones fue lo que la llevó a abandonar la ruta de la negociación.

Otra de las razones por la que las conversaciones en México son diferentes a las anteriores es que, en este caso, Nicolás Maduro está «fortalecido políticamente».

La proclamación de la oposición de ser el “gobierno interino”, en respuesta a la cuestionada victoria electoral de Maduro en 2018 y una interpretación polémica de la constitución, no logró inclinar la balanza del poder a su favor dentro de Venezuela.

De acuerdo a Crisis Group, el gobierno interino de Juan Guaidó debió centrarse en conseguir apoyo a escala internacional.

Consideran que Maduro demostró ser «más efectivo para fomentar la división entre sus adversarios, sumiéndolos en la decepción y la apatía».

“Desde principios de 2019, a pesar del descontento generalizado de la población, la oposición no ha logrado organizar grandes manifestaciones públicas”, dijo Crisis Group.

Tan solo un puñado de los casi 60 países que reconocieron a Guaidó como el jefe de Estado legítimo en 2019 aún lo reconocen como tal, los demás han retirado discretamente su reconocimiento, aunque Washington aún no lo ha hecho.

Adicionalmente, en diciembre de 2020, Maduro recuperó el control de la Asamblea Nacional.

Desde que Maduro llegó al poder en 2013, la economía ha sufrido el peor colapso en tiempos de paz en la historia reciente.

Consideran que esta condición no puede revertirse sin una inyección masiva de capital lo que, a su vez, depende de un acuerdo político.

Garantías electorales y reconocimiento internacional

Ambas partes de la mesa de negociación tienen sus objetivos bastante claros.

Crisis Group recordó que la oposición busca principalmente garantías electorales y elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, mientras que Maduro desea reconocimiento internacional y que se levanten las sanciones a los miembros de su gabinete.

Destacan que los principales países responsables de las sanciones internacionales, EE. UU., Canadá y miembros de la Unión Europea, han flexibilizado sus posturas, al ofrecer la posibilidad de un alivio gradual de las sanciones ligado a un progreso sustancial en las conversaciones.

Estos puntos están incluidos en el Memorando de Entendimiento de siete puntos presentado el 13 de agosto, que describe la agenda y los parámetros para las conversaciones.

Crisis Group recalcó que el documento generó consternación entre algunos sectores de la oposición, ya que comienza definiendo a las partes como “el gobierno” y la “Plataforma Unitaria”, aparentemente pasando la página del gobierno interino de Guaidó.

“Considerada por muchos como una traición, esta formulación debe ser entendida como un reconocimiento de la realidad”, indicó la organización.

Hasta el momento, todas las partes mostraron su disposición para respaldar acuerdos parciales, lo que podría permitir que el proceso gane más adeptos si los negociadores pueden demostrar avances concretos en las primeras etapas.

Conversaciones sin obstáculos y con exigencias realistas

Crisis Group señaló que esta ronda de negociaciones en México posee varios factores y razones que sugieren que el diálogo puede ser efectivo.

En primer lugar, indican que varios de los obstáculos que en algún momento se interpusieron en el camino de una solución negociada han sido eliminados, al menos parcialmente.

En segundo lugar, indican que la oposición ya no insiste en la exigencia «poco realista de que Maduro deje el poder» como primer paso para una transición.

Subrayan que los grupos adversos al régimen también parecen dispuestos a contemplar la posibilidad de llegar a acuerdos parciales durante las conversaciones.

Anteriormente, los grupos de la oposición tuvieron fuertes discrepancias sobre la posibilidad de adoptar un enfoque gradual para resolver sus diferencias con el partido oficialista, ya fuera en las negociaciones o en otras instancias. 

De acuerdo a Crisis Group, Guaidó y sus aliados insisten en que un enfoque escalonado afectaría seriamente las perspectivas de un acuerdo integral.

Sin embargo, el excandidato presidencial Henrique Capriles, organizaciones de la sociedad civil agrupadas bajo el recientemente creado Foro Cívico y la principal cámara empresarial venezolana, Fedecámaras, han tenido activas conversaciones con el gobierno de Maduro sobre asuntos humanitarios, políticos y económicos específicos.

Como resultado «positivo y notorio de este esfuerzo» por lograr avances graduales mencionan las reformas electorales, en particular la inclusión a principios de este año de dos figuras muy respetadas de la oposición en el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Por otro lado, Stalin González, un aliado de Capriles que en 2019 se desempeñó como negociador designado por Guaidó, se ha sumado al equipo de la oposición para las conversaciones.

Creen que la medida podría representar una oportunidad para que los partidarios de Guaidó y Capriles concilien sus diferencias.

Otro elemento favorable, que Crisis Group ha recomendado con frecuencia, es que algunos de los principales actores extranjeros acompañaran las conversaciones a través de un “Grupo de Amigos”.

“La presencia directa de Rusia, un aliado estratégico de Maduro y de sus fuerzas armadas, es particularmente significativa”, dijo la organización. 

Razones para desanimarse 

A pesar de que las conversaciones de México presentan condiciones favorables para que el diálogo sea efectivo, Crisis Group indicó que también existen razones para ser pesimistas en cuanto a la efectividad de las negociaciones. 

En el frente internacional, la mayor flexibilidad de la administración estadounidense de Joe Biden en la política hacia Venezuela se ve limitada por las preocupaciones políticas domésticas.

En un momento en el que el Partido Demócrata intenta minimizar las pérdidas en las elecciones legislativas de mitad de período de 2022, opinan que es natural que Biden sea reacio a renunciar abiertamente a una política de línea dura que le dio tan buenos resultados a Trump en el campo de batalla electoral del sur de la Florida, hogar de muchos exiliados venezolanos y sus aliados cubanoamericanos.

Otro tema que se avecina es el posible anuncio de la apertura de una investigación formal por parte de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), que podría resultar en la expedición de órdenes de arresto o de comparecencia contra altos funcionarios gubernamentales o militares presuntamente implicados en crímenes de lesa humanidad.

El tribunal ha estado investigando si los abusos de derechos humanos cometidos mientras Maduro ha estado consolidando el poder desde 2017 justifican dichos cargos.

Adicionalmente, la situación interna de Venezuela es aún más complicada. En primer lugar, el momento en el que se dan las conversaciones es desfavorable, ya que se producen justo antes del inicio de la campaña para las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre.

“Las elecciones de noviembre resultan especialmente complicadas para la oposición al estar tan profundamente dividida, no solo sobre si participar o no, sino también sobre los posibles candidatos y cómo seleccionarlos”, afirmó Crisis Group.

Según Crisis Group, si los candidatos de Maduro arrasan en los comicios de noviembre, la derrota dejaría a la oposición aún más débil en la mesa de negociaciones, lo que hace difícil imaginar que las partes avancen mucho antes de las elecciones. Aunque se han previsto nuevas rondas de conversaciones para septiembre, es probable que en ese punto se suspendan a la espera de las elecciones.

El hecho de que muchos venezolanos no se sientan representados por ninguna de las delegaciones en Ciudad de México también es motivo de preocupación.

“Tanto el gobierno como la fragmentada oposición son muy impopulares y muchos ciudadanos perciben que ambas partes están más interesadas en promover sus intereses propios que en buscar el mejor resultado para el país en general”, aseguró la organización.

Conversaciones deben consolidar la negociación

Por incipientes y vulnerables que sean, las conversaciones ofrecen una oportunidad de progreso.

No obstante, Crisis Group ve poco probable que haya claridad hasta después de las elecciones de noviembre sobre si alguna de las partes, especialmente el gobierno, está lista para llegar siquiera a acuerdos parciales.

“La principal tarea es consolidar el proceso de negociación”, señaló la organización. 

Ante todo, las conversaciones tendrán más posibilidades de avanzar si las partes buscan primero un acuerdo sobre algunas medidas graduales que puedan producir mejoras tangibles en las condiciones de vida de los venezolanos.

Por ejemplo, existe la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre la asignación supervisada de fondos multilaterales para hacer frente al colapso económico, aumentar los esfuerzos de ayuda humanitaria y realizar acciones concretas para restablecer las instituciones, comenzando por el poder judicial.

“Entre más beneficios reales produzcan las conversaciones para el pueblo venezolano, más fácil será aplacar a los escépticos y disminuir la presión de los partidarios de la línea dura que podrían intentar socavarlas”, reiteró Crisis Group.

Queda por definir si las partes enfatizarán los temas sociales, económicos y humanitarios en las conversaciones principales, si delegarán estos asuntos a un comité independiente o, incluso, si dejarán estas discusiones en manos de mecanismos ya existentes, como la mesa técnica nacional creada por el gobierno y la oposición en febrero de 2021 para obtener vacunas a través del mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud.

Si bien es posible que los participantes de Ciudad de México prefieran dejar de lado estos asuntos, es probable que la sociedad civil los exhorte, a través del mecanismo consultivo prometido en una declaración conjunta, a ofrecer soluciones rápidas.

Concluye Cris Group afirmando que «deben atender este llamado».

Víctor Maldonado C. Ago 22, 2021 | Actualizado hace 1 mes
Levántate, no temas
Ese país que extrañamos y al que aspiramos comienza con nosotros y se funda desde nuestro ser y nuestro actuar. Somos nosotros el país que podemos ser, sobre la base de lo que hemos sido

 

@vjmc

A mi amigo Mingo

Al final nos corresponde “agarrar el toro por los cachos” y enfrentar con toda la serenidad que nos sea posible el balance de nuestras vidas. Nos hemos equivocado muchas veces. Hemos perdido tres décadas de lo mejor de nuestras vidas en el intento de corregir un error de aproximación a la política, somos el país latinoamericano con la migración forzada de consecuencias más atroces en lo que va de siglo, y hemos visto deshacerse una tras otra todas y cada una de nuestras ilusiones.

Los venezolanos somos un país de tristezas, aunque sonriamos. El peso es terrible. Hemos experimentado la despedida, la soledad, el abandono, la enfermedad, la muerte y la traición. Tragamos grueso, pero hemos comido basura. Y para colmo, en medio de esta pandemia, ni siquiera nos hemos podido despedir de nuestros seres queridos, que son despachados como si fueran paquetes de intocables. Estamos encerrados, el miedo se nos ha impuesto como mecanismo de dominación, sin que tengamos el consuelo de una política de vacunas para todos, incluso los más pobres, los más alejados, los que no tienen contacto con la modernidad.

Nuestras poetas comparten con nosotros versos de desgarre y la experiencia de una vida cotidiana consistente en la ardiente incertidumbre del pasar los días atentos al próximo apagón, los efectos de la lluvia siguiente, el calor sofocante, y el tratar de no pensar en nada, que nada nuevo ocurra, una enfermedad, una devaluación adicional, que no se dañe la nevera, que aguante el gas hasta la próxima bombona, que no suban la matrícula de las escuelas. Estamos en un remolino, aferrados a un tronco, tratando de bracear, intentando no ahogarnos.

Vamos a estar claros. Nosotros vivimos una realidad que provoca arrechera. Una vida que transcurre en dos raseros bipolares.

Un país que quiere pagar salario mínimo pero que cobra bienes y servicios en dólares. El país de las apariencias que pretende “hacerte una oferta de servicios” en bolívares, mientras eres testigo y cómplice obligado de cómo se cobra. ¿Ese es el país con dos sistemas que auspician los voceros empresariales? Y esto es solo un ejemplo de la bipolaridad enloquecedora que con la que nos torturan a diario. ¿Se hacen los locos? ¡Sí! Y eso da más arrechera.

Y al frente, en la orilla, bien a salvo, la política se burla. Se burlan porque no reconocen la tragedia del país, ni la inmensa inversión que todos hemos hecho en sobrevivir y mantener la cordura. Se burlan porque ellos son una dimensión discordante de nuestra realidad, sin vínculo con lo que nos está ocurriendo e ingeniando falsas soluciones a problemas que son de ellos, pero no de nosotros. Ellos viven la apariencia, por cierto, mal maquillada, y nosotros vivimos en carne viva. Ellos hablan un idioma de diálogos, negociaciones y ruta electoral. Son ellos los que juegan ese juego de bailar alrededor de las sillas, son ellos los que se paran, se sientan, se turnan y vuelven a jugar, mientras nosotros, aferrados al tronco, tratando de superar la turbulencia, los vemos, los oímos y los odiamos. Ellos son la traición venezolana, la práctica arquetipal del vivo, el individualismo prepotente y sobrado que igual piensa “que los demás se jodan, bien hecho” y trata de hacer negocio con eso. ¿Más jodidos? ¡Mejor para mí! Los bolichicos solo fueron la primera versión de la perversidad que se ha ensañado en nosotros.

Pero no perdamos el sentido original. Estamos hartos, nos sentimos defraudados, nos han violado con oprobio, estamos de muchas maneras constreñidos por las difíciles circunstancias, pero si volteamos a nuestro fragor histórico, no es la primera vez que nos toca respirar profundo y decidirnos a barajar la mano, comenzar de nuevo y seguir viviendo.

La cadena de las crisis

La cadena de las crisis

Estamos como las tardes que amenazan con el chaparrón inminente, en los dolores de parto, deseosos ya de comenzar una nueva etapa. Y deplorando el tiempo invertido en tanta piratería maliciosa interpretada por élites perversas y desconectadas de la suerte del país. Esas élites que se creen los únicos habitantes con derechos y que practican una narrativa tan refractaria a los otros, que somos nosotros.

¿Cómo hacerlo? El problema es que duele tanto como provoca un inmenso hastío. ¿Hasta cuándo, Señor, vamos a vivir el castigo del eterno comenzar? Duele, porque además nos humilla. Aburre, porque nos queda menos vida para desgastar. De allí que esta nueva oportunidad no la gastemos en espejismos. ¡Enseriemos nuestra vida!

Lo primero es procesar el duelo que llevamos entre pecho y espalda. Asumir el doloroso esfuerzo del “darnos cuenta” qué ha pasado con nuestra heredad.

Hacer contacto con la realidad y elaborar un inventario de pasivos y de activos vitales. ¿Qué ha pasado con nuestra vida? Busquemos datos e hitos referenciales.

a) Esto comenzó en 1992 con los golpes de Estado. Se consolida como proceso en 1998 y va agotando todas las reservas republicanas y democráticas hasta constituirse en un ecosistema criminal que reparte los roles a favor del totalitarismo.

b) Llevamos 29 años de turbulencia destructiva. Una generación completa se ha desgastado y descompuesto en el intento de cambiar la situación.

c) Estos 29 años han sido el escenario para calibrar a las élites políticas y económicas, que nos han resultado fallas en su compromiso con el país. Y más que fallas, erráticas, corruptas y traidoras.

d) Nos hemos quedado solos. Nadie va a venir a salvarnos, ni podemos contar con el liderazgo político nacional. No hay pudor alguno, porque cuando ellos se sientan en la mesa con la tiranía es para reforzarla y nunca para reivindicar nuestro derecho a la libertad. Son serviles y pusilánimes. Rastreros a cambio de una participación en el saqueo, único propósito transformado en el proyecto más consistente de nuestras élites.

e) En 29 años descubrimos una violencia creciente y experimentamos “la traición de Leviathan”. El sobrio monopolio de la violencia legítima se ha convertido en un bazar nacional de la violencia ejercida por los que no tienen empacho en disparar y matar. Mientras eso ocurre, se justifica cualquier cosa en aras de la revolución y de una igualdad mal digerida. Ahora sabemos que el Estado socialista no es garantía sino la causa raíz de nuestra servidumbre.

f) Ahora tenemos como residuo de tanta barbarie una economía mutada a un sistema sofisticado de lavado de dinero, mientras que la economía real agoniza o se reconfigura. Sin asegurar los factores de producción, en medio de la arbitrariedad, con leyes confiscatorias y el ojo del gobierno esperando cualquier caída para devorar lo productivo es poco probable que tengamos algo diferente a “buenos negocios conjuntos entre mafias y testaferros serviles”. Es una economía sin horizonte para invertir, y por lo tanto es una economía envilecida. Sin moneda, con el dólar como moneda default, y un sistema financiero que en modo condicional se atreve a innovar en servicios, pero que ha dejado al país de clases medias y bajas al margen. Aquí no hay crédito. Es una economía premoderna en pleno siglo XXI.

g) No hay servicios públicos, y no vale la pena abundar lo que ya sabemos, porque lo sufrimos.

h) Se ha desguazado la familia.

i) Se ha tirado a pérdida la educación y se ha pervertido el contenido educativo.

j) No hay instituciones autónomas sin una predisposición servil a hincarse ante el altar de la revolución.

k) No hay garantías judiciales, no hay justicia y no hay sistema judicial. Pero sí tenemos centenares de presos políticos, anónimos, cuyas familias están arruinadas psicológica y económicamente.

Y para colmo, como lo hemos dicho sin cansarnos de repetirlo, padecemos una dirigencia política que se entregó y exige de nosotros total complicidad en una trama que por donde se vea, solo les conviene a ellos. Por eso, y no por capricho, debemos transitar todas las fases de la ruptura. Porque o nos atrevemos a romper, o no nos salvamos. No habrá ninguna posibilidad mientras esas sean las condiciones de marco.

Como todo proceso de ruptura a la venezolana, en estos 29 años han sido muchas las veces en que hemos vuelto a confiar. Pero se acabó el tiempo de las oportunidades de remisión.

Debemos asumir con humildad y realismo que hemos sido víctimas de una gran estafa.

Una estafa alucinante. Con operaciones psicológicas sofisticadas, que nos aturden y no nos permiten saber quiénes son aliados de verdad y quiénes son parte del aparato del régimen. Es en esa zona gris donde nosotros dudamos. Por eso, no nos queda más que apelar al sentido de realidad y recordar la sentencia evangélica que, ante la duda, el único criterio razonable es insistir en que “por sus obras los conoceréis”, porque el discurso es engañoso en un ecosistema donde nadie juega a la integridad. Aquí se ha legitimado la mentira.

Pero romper no es suficiente. Quedan pendientes dos preguntas cruciales: ¿Cómo reconstituir la política? ¿Cómo reconstituir la república?

Debemos asumir nuestra responsabilidad. En el M2 de nuestro ejercicio ciudadano debemos hacer la diferencia, entendiendo que nos jugamos nuestra existencia y la vigencia de un país llamado Venezuela. Ese país que extrañamos y al que aspiramos comienza con nosotros y se funda desde nuestro ser y nuestro actuar. Somos nosotros el país que podemos ser, sobre la base de lo que hemos sido. Sin pretensiones epopéyicas. Sin ese heroísmo almibarado que nos legaron nuestros apologistas románticos. Me refiero a la batalla de nuestros abuelos y bisabuelos. De nuestros padres y de nosotros mismos. De nuestros vecinos, nuestro barrio o ciudad. Porque este país se ha hecho y mantenido por la fuerza demoledora de las pequeñas cosas, que han llegado a sumar grandezas.

No estamos peor, ni ha sido mayor el desastre por nuestra casi infinita capacidad de adaptación, porque una vez decididos no hay marcha atrás. No estamos peor porque nuestra fortaleza está asentada en algunos valores que no se mezclan con nuestros peores defectos. Somos trabajadores, aunque no lo creamos, no hemos abandonado metas que nos parecen valiosas, como la educación de nuestros hijos, o los emprendimientos indebidamente calificados como rebusques. No lo queremos reconocer, pero somos gente que anda y desanda caminos, desde la huida hacia Oriente, queriendo evitar los desmanes de Boves, el trajinar de los ejércitos libertadores, las migraciones internas del siglo XX, y más recientemente el doloroso proceso de migración y desplazamiento forzados, de nuevo por hambre, violencia y muerte. No nos quedamos esperando nuestra suerte. Nos movemos, así sea al alto costo de la separación.

Pero no estamos mejor porque nos embelesamos con la personalidad carismática, nos enamoramos del líder y les entregamos todas nuestras banderas y consignas. No estamos mejor porque la mala cara de la adaptación es la tolerancia, más allá de cualquier límite razonable, porque creemos que el país es bueno para la renta, y porque nunca nos ha importado demasiado cuál es el origen de la riqueza que exhiben con impudicia todos los que se encaraman en el ecosistema criminal. No estamos mejor porque no hay sanción moral contra los chanchullos. Y porque nos cuesta mucho la exigencia de normas y valores aplicados universalmente, sin la excepción del carnet, sin el privilegio del compadrazgo, sin las excepciones presumidas por la familia extensa, sin el afán de particularizarlo todo. No estamos mejor porque preferimos la impunidad de las logias propias (eso que yo llamo la “costra nostra”) al interés del país. No estamos mejor porque esos obstáculos lucen todavía infranqueables, porque tienen que ver con nosotros, con nuestra forma de pensar, nuestros modelos culturales, y porque todo esto tiene actores intencionales e interesados que juegan a nuestra confusión. Y desde la confusión a nuestra fatal servidumbre.

Esta “costra nostra” no requiere de ciudadanos sino de masa. Ni los del régimen, ni su oposición complaciente (opolaboracionista) pueden lidiar con la inquisición propia de los que actúan con libertad. Ellos quieren que seamos la misma montonera de nuestro largo y tortuoso siglo XIX y los “Juan Bimba” del siglo XX. Ellos quisieran que nosotros nos comportáramos como “buenos compañeritos” que se conforman con gorra y franela con los colores del partido, sin vocación de impugnación. Ellos nos tienen previstos como “carne de cañón” que paga represión, muerte, cárcel y violencia, para exhibir y apropiarse del martirio de nuestro pueblo.

Al pretendernos masa informe (de eso se trata el trapiche destruccionista llamado socialismo del siglo XXI, pero también tiene que ver con el populismo irredento) están confiando en algo que estamos dejando de ser. Por hartazgo y trauma, tal vez no por convicción, ya no queremos ser tan dóciles y confiados. Y ese precisamente es el foco de una nueva oportunidad, cueste lo que nos cueste.

Es muy duro, nos saca de la cancha que siempre hemos jugado, pero debemos recordar la esencia de nuestra vida en común. Solamente podemos salir del mal si transitamos este desierto aferrados a lo que sabemos que somos, rebelándonos ante nuestro presente, y teniendo claro el futuro que queremos para nosotros. Y comenzar esta reacción en cadena contra lo que nos está matando.

No busquemos más allá de nosotros mismos. El cambio de actitud comienza con nosotros. Teniendo presente que va a doler y costar el dejar atrás y el renunciar conscientemente a la causa raíz de nuestros males. Cada uno puede hacer el inventario propio. Pero que no falte un repudio explícito a dos dimensiones del mismo problema:

a) Hay que repudiar definitivamente al caudillismo y por lo tanto, debemos decidir, de una vez por todas, no ser nunca más parte de una montonera.

b) Hay que renunciar y prevenirse contra el compadrazgo, amiguismo y el compinchismo. Eso va a doler. Pero mientras no seamos capaces de diferenciar espacios, tiempos y contextos, mientras no seamos exigentes en las condiciones morales e institucionales de las relaciones entre nosotros, en tanto que ciudadanos, seguiremos abriendo la fosa donde terminará enterrado nuestro país.

Este gran desafío comienza con nosotros. No busquemos en el cielo una señal. Nosotros somos señal y advertencia. Y hay cosas que debemos hacer en el marco de nuestros pequeños confines. Y este esfuerzo tiene también indicadores de precisión. Yo los invito a completar el inventario. Pero que no quede fuera de la reflexión estas necesidades:

a) La necesidad de construir el país desde nuestra exigente mirada. Nosotros sabemos lo que queremos: decencia, oportunidades dignas, salud y educación, modernidad, libertad, seguridad y justicia. Sabemos lo que no deseamos más: destrucción, ruina, mentira, prepotencia, impunidad y servidumbre. Nosotros queremos congregar a nuestras familias y no la tragedia de la dispersión. No queremos un país donde el privilegio sea para los saqueadores. Queremos un país con una economía productiva y pujante. No queremos un país de mafias. Queremos un gobierno eficaz, pequeño, concentrado en hacer lo suyo, sin desbordes ni excesos. No queremos líderes eternos que abusan del poder encomendado para quedarse eternamente. Queremos alternancia en el poder, ejercido con límites y pudor republicano. ¿Lo podemos lograr? ¡Depende de si podemos romper con todo lo hecho para comenzar de nuevo!

b) Queremos una nueva clase de líderes, definidos bajo nuevos conceptos. Líder es aquel que comparte nuestras convicciones y dirige el camino. Que ni se vende, ni se prostituye, ni es adicto al poder para su propio lucro. El líder que queremos debe ser capaz de construir relaciones valiosas fundadas en la verdad. El líder que necesitamos tiene un proyecto de poder elaborado con integridad. No queremos líderes infatuados, con guardaespaldas y camionetas blindadas, que suben cerros para tomarse fotos, y que lo único que dan es la mano, pero no su compromiso.

c) Queremos una red de ciudadanos empoderados, con líderes que sepan trabajar coordinadamente. Porque no puede ser uno solo, providencialista y mandón, sino constructor de proyectos en común, con una hoja de ruta en el que todos comparten con equidad costos, ganancias y riesgos. No necesitamos “hombres fuertes”. Necesitamos líderes con fortaleza. No necesitamos conductores chabacanos, que transmiten una imagen sesgada del venezolano. Necesitamos líderes que modelen sobriedad y talante republicano. Tenemos que reencontrarnos con el país trabajador, frugal y esperanzado que hemos sido y que podemos volver a ser.

Aliados para el cambio

Aliados para el cambio

Pero el marco de aspiraciones luce incompleto si no proponemos un sentido. La gente pide afanosamente un qué hacer. Necesitan un encuadre y un contexto que les permita comenzar a construir oportunidades para un país que muchos quieren tirar a pérdida. Y eso supone superar dos caminos que nos regresan al abismo. El inmediatismo, y tratar de afectar lo que solamente son apariencias. El tiempo perdido es imputable a esa clase política falla y carente de sentido de la responsabilidad social. Que nos conformemos con ellos, porque son los que existen, nos condenan a perdernos de nuevo en el laberinto de la inefectividad.

El plano de las apariencias solo nos enreda en batallas espurias. Pretender que el problema es el pasaporte que no nos otorgan, los apagones o la usurpación masiva de todos los poderes públicos, nos pone a pelear con las representaciones de un ecosistema criminal que es mucho más complejo y que se ha encajado en nuestra vida precisamente porque estamos constantemente aturdidos por sus efectos. Pero ¡cuidado! esa es la propuesta de los voceros de los gremios empresariales. Algo así como encalar una pared podrida en sus cimientos. Quisieran ellos una “normalización de lo que hay”, para tener ellos más oportunidades. Quisieran ser parte de una gran burbuja, no tener que pensar, evitar el discernimiento, y tener acceso a lo que ellos consideran parte integrante de su prosperidad, sin importar el tamaño de la exclusión que con eso provocan. Todos ellos quieren su “Hotel Humboldt” o su archipiélago de islas exclusivas donde la cordialidad entre los que dicen ser adversarios públicos desmiente cualquier discurso aparentemente confrontador.

Ellos son tentadores y tentación del apaciguamiento, la resignación y la capitulación.

Por eso aplauden las mejorías infinitesimales, dicen que ahora llega el agua cada tres semanas, o que el documento de identidad lo entregan solo después de seis meses. La lucha para ellos es en el detalle reivindicador, sin impugnar la esencia. Lo de ellos es el gasoil, los aranceles, la voracidad fiscal, y la administración de la pandemia. ¿Y el fondo? Ellos se entregaron y ahora son mandarines informales del régimen ante el cual se hincaron.

Entonces, ¿qué hacer? La política que podemos y debemos hacer comienza por nosotros. En el libro de Jeremías hay un llamado que bien podría ser a nosotros: “Ciñe tus lomos, levántate y háblales. No temas, porque yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro y como muro de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte”. Por eso debemos centrarnos en la verdad y recuperar siete dimensiones de la lucha y la resistencia política.

La FE

Este conflicto es existencial. El mal se engríe y cree que puede desplazar al bien hasta dejarnos en tierra baldía. Por eso, esta nueva etapa política nos debe reconciliar con nuestra FE y desde nuestras convicciones comenzar a combatir la oscuridad. Por la fuerza de las convicciones debemos entender, asumir y confiar que Dios está con nosotros y puede con nosotros dirigirnos hacia la liberación. Dios con nosotros debería volver a ser nuestro estandarte. Y nosotros poder definir con mayor precisión las líneas divisorias entre lo bueno y lo malo, lo aceptable y lo inaceptable. Sin convicciones estamos perdidos en el remolino donde todo vale lo mismo. El mal nos quiere desencajados y desmoralizados. Nuestro deber es revitalizar nuestra FE, levantarnos y comenzar a recorrer el camino hacia la liberación.

LA FAMILIA

La familia es el último reducto que quieren destruir. No han podido, pero sus embestidas la han fracturado. Nos han hecho creer que nuestras familias ni funcionan ni son motivo de orgullo. Han relativizado la vida, expoliado la responsabilidad en la educación de nuestros hijos, sometido al hambre y obligados a la dispersión. Pero hay que reconstituir las familias como centro de la vida, los valores, la responsabilidad por los otros y la esperanza. El espacio de la infancia, la ternura y la protección de los que todavía son frágiles. El espacio de nuestros abuelos, que merecen esa vida en conjunto y el honrar el mandamiento que manda a velar por los padres. Me refiero a la de cada uno, sin filosofar sobre la de los demás. Es un llamado a tomar posesión de nuestros bastiones de resistencia, no dejarnos allanar ni vencer, y desde allí, levantarnos y comenzar a recorrer el camino de la liberación.

LA COMUNIDAD

La calle, el condominio, la urbanización, la escuela, la iglesia, las cercanías requieren de nuestra activa preocupación y ocupación. El país que queremos cambiar comienza en nuestra casa y se despliega por nuestras calles. Velar por lo común, practicar el respeto, ser constructivos y severos en la responsabilidad compartida, aportar lo acordado y celebrar la cotidianidad del orden que nosotros mismos nos proveemos forman parte de esa comunidad vida que nos hace participar de la luz que entre todos nos procuramos. Solo cuando la calle deje de ser ajena, estaremos preparados para fundar el país que queremos. Nadie más que nosotros va a protagonizar el cambio. Y en ese sentido la política nueva debe ser de abajo hacia arriba.

LA COMPASIÓN

El sufrimiento de los demás no nos puede ser ajeno. La militancia en la indiferencia nos ha resquebrajado las ligazones que todavía nos significan como comunidad política. La familia y la comunidad se deben realizar en la compasión que nos aúna y que da paso a la lealtad de proyectos colectivos. Es tener el coraje de mirar al otro que sufre para intentar atenuar las razones de su pesar. En un país asolado por un régimen que nos quiere destruir, dispersar y dañar en nuestra esencia, solo la práctica militante de la compasión nos puede devolver el propósito común que tenemos como nación.

LA EXPERIENCIA COMO PEDAGOGÍA POLÍTICA

Familia y comunidad deben ser los centros donde insistamos en la cultura de la explicación. Insistir en el valor de la verdad como el arma que nos protege de la farsa. Desentrañar las causas de nuestra servidumbre y conseguir caminos en común para resistir y vencer. Contrariar las mitologías socialistas y las promesas falsas y viles del populismo. Entender lo que nos ha ocurrido, asumir responsabilidades y costos, encarar la mentira, y soñar con todas las posibilidades de un país diferente, son parte del quehacer político que se nos impone. Asumir esta experiencia como aprendizaje y promesa de cambio. La política es comunicar para convencer y prepararnos para vencer. 

FOCO EN SALIR DE LA BANCARROTA MORAL

No se trata de quedarnos en la mera contemplación de nuestra fatal condición. Es una época de preparación y acondicionamiento para rescatar el país que nos han arrebatado. Por eso mismo debemos tener el coraje de romper y dejar atrás todos los que nos han traído hasta aquí. Y el compromiso de no volver a cometer los mismos errores. El país nuevo tiene que ser diferente al partidismo clientelar, a las macoyas de las élites pervertidas, al rentismo irresponsable, la violencia del “guapo y apoyado”, las infinitas tramas que se ingenian “los más vivos”. Por eso mismo, superar la quiebra requiere primero un repliegue para volver a la fe originaria, recuperar la familia, hacernos parte activa de la comunidad, practicar la compasión y comenzar a narrar esta época para comprenderla y tratar de salir de ella. Es nuestra bancarrota la que debemos superar.

ACCIÓN Y CAMBIO

Llegado el momento, actuar para institucionalizar los cambios. No antes, ni después. Y no ceder al cansancio, el facilismo y la displicencia. La política comienza hoy, contigo y entre los tuyos. Exponte a la experiencia del ser líder, estar con los tuyos para ser sal y luz, y con los demás siendo sal y luz. Luz en tu casa, luz en la calle. Porque todo tiene su momento, y la paciencia todo lo alcanza. Recuerda que más allá del temor y la turbación, ¡Solo Dios basta!

victormaldonadoc@gmail.com

El silencio de Dios

El silencio de Dios

TALITA CUMI

TALITA CUMI

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

A pesar de la negociación, la esperanza sigue viva
Aunque esa pequeña flama que es la esperanza esté el fondo del pozo, sigue viva y brillará con magnificencia

 

@ArmandoMartini

El entrenamiento castrista no permite riesgos, lo estratégico es la revolución. Su permanencia está en las exhibiciones y presencias públicas en Venezuela, no en un México encubridor, siempre tambaleante entre el poder del vecino que lo ilusiona con supremacía regional. Como si el liderazgo fuera cuestión de tamaño y no de principios, además de su afecto por tiranos que hacen en sus países lo que algún jefe mexicano quisiera hacer en el suyo pero ni de vaina se atreve.

Si el régimen va a tierra azteca o envía comisionados a tratar con una oposición empequeñecida por fracasos, limitada, infiltrada, con los mismos actores e iguales errores, es porque tiene el asunto arreglado como las veces anteriores. Tiempo perdido, simulación y para colmo embusteros. No faltarán las exquisiteces endógenas, quesadillas, tacos al pastor, enchiladas, mole y refinada tequila, pero no tienen nada que ofrecer. Discutirán fruslerías, favores que politiqueros querrán recibir trocitos de poder para alardear con que algo consiguieron. Bolsas claps no de alimentos de precaria calidad sino de delicatessen para el deleite del paladar. Gasolina para candidatos en campaña electoral y caramelos de apariencia pero sin gusto.

El usurpador –que logrará reconocimiento y permanencia hasta 2024– sabe que tiene en sus manos un partido disciplinado aunque deba compartirlo; lo cual no significa sea el mejor, sino el que más cacarea con el mito Chávez. Y aunque rumie divisiones, solo los que están nadando en la opulencia como Rico MacPato cumplen órdenes, encargándose de que las organizaciones en las cuales han dividido voluntades y expectativas, cumplan instrucciones. Que lo hagan bien o a regañadientes, es otra cosa.

Con empeño de poder y conciencia de que sin él se derrumba, el usurpador temporal manda a México y pone condiciones.

Conoce a los dirigentes y partidos, que platican excesivos y logran poco; están desgastados, no representan a nadie y solo les queda hurgar en la basura de insignificancias del régimen que, aliado con autocracias regionales, le ofrece como premio de consolación y apaciguamiento por las tradiciones abandonadas.

Con asesoría cubana el oficialismo no ha caído en la estulta brutalidad del nicaragüense que se conjura a sí mismo para reelegirse por voluntad propia y omisión generalizada, vale decir, encarcelada. El madurismo, astuto y pícaro, consciente de que la oposición mayoritaria codiciosa de cargos e ingresos que siendo minoría fracasada por sí misma no logrará, ejerce pulso de te doy este poquito para que te sosiegues y aquietes, dejando despejado el camino de lo que realmente vale, legitimación y presidenciales en 2024.

Pero la moral y el principio que esta oposición secuestrada y abreviada está sacrificando en el altar castrista, además de la confianza y fe ciudadana, es el respeto de la comunidad internacional y la Corte Penal Internacional. Aceptando regalos, que dejan sin justificación el apoyo que las potencias democráticas venían dando a quien una vez pidió a Venezuela respaldo. Embajadores o representantes quedarán cesantes. ¿Qué decir en la Organización de Estados Americanos OEA? ¿Qué explicación en Washington, Canadá, Alemania, Francia, Colombia, por nombrar algunos? ¿Cuáles argumentos de dignidad y democracia podrá esgrimir en el mundo la cancillería interina?

¿Cuánto más se admitirá la trastada? Es obligación ciudadana, ética y moral enfrentarla, de lo contrario, no saldremos de la ignominia y sus asociados. Si la claudicación se impone, ¿cómo saldrán las FARC, ELN, Hezbolá, mafias del narcotráfico y otros detalles delictivos, como el abuso y corrupción, si quienes estarán ocupando cargos, luego de la farsa electoral, serán ellos mismos?

Ir a votar el 21N es dimitir sin condiciones, entregarse humillados, resignarse a la ruindad, hacerle el juego fácil al oficialismo y su régimen oprobioso, vejatorio de los derechos humanos. Mancharse el dedo con tinta indeleble ese domingo vergonzoso es oscurecer la dignidad, el deseo ciudadano de democracia y libertad.

Afortunadamente, no todos los dirigentes opositores son cómplices de la calaña. Quedan unos pocos que, así como ahora tendrán que volver a empezar enarbolando con más razón banderas de la decencia, seriedad, y decoro; más la ardua tarea de fortalecer la confianza ciudadana que lleva veintidós años esperando un cambio de gobierno y sistema.

Necesitamos un nuevo camino que restituya la ruta hacia la educación de excelencia, la prosperidad bien habida y el honor de las buenas costumbres. Una esperanza que sigue allí, golpeada, debilitada, pero firme. En la Venezuela que subsista el 22N, la dignidad y vigor por los cuales lucharon nuestros libertadores se habrá sofocado. Pero esa pequeña flama que es la esperanza en el fondo del pozo, sigue viva y brillará con magnificencia.

TALITA CUMI

TALITA CUMI

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