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Más de 107.000 venezolanos cruzaron el Darién entre enero y septiembre de 2022
A los venezolanos le siguen los nacionales de Haití (8.579), Cuba (4.322) y otros países (14.297)

 

El Ministerio de Seguridad de Panamá ofreció un balance sobre los venezolanos que han cruzado la selva del Darién y reveló que desde enero hasta septiembre de 2022, 151.527 migrantes han cruzado por el tapón que divide a Colombia de Panamá. De ellos, 107 mil 723 son venezolanos (71%).

Con la cifra reportada, la nacionalidad venezolana lidera (por mucho) la cifra de migrantes que más han atravesado la selva para llegar a Panamá y luego a los Estados Unidos.

A los venezolanos le siguen los nacionales de Haití (8.579), Cuba (4.322) y otros países (14.297).

El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino, aseguró al medio local Telemetro que «en los meses de agosto y septiembre se ha notado un marcado incremento de migrantes», y ante eso, en ese país, se les «ha ofrecido atención de salud, alojamiento y alimentación».

En su informe, el Ministerio de Seguridad también anunció que las autoridades han detenido a 18 personas involucradas en el tráfico de migrantes en lo que va de año, de ellos nueve son colombianos, seis panameños y tres venezolanos.

España rechaza nuevas solicitudes de nacionalidad por origen sefardí
Según lo explicado por el abogado Arevalillo, las nuevas solicitudes ya no están siendo aceptadas, por lo que los trámites que se permiten son los que fueron introducidos antes del 1° de octubre de 2019

El abogado español David Arevalillo de la Torre informó este miércoles 23 de junio que los criterios para solicitar la nacionalidad española por origen sefardí han cambiado, ya que están exigiendo un mayor detalle en el informe genealógico que debe entregarse donde se explique de dónde son los ancestros que se toman como referencia, además de una exhaustividad en cuanto a la documentación y acervo probatorio.

En entrevista con Román Lozinsky, a través de Circuitos Éxitos, Arevalillo manifestó que no están de acuerdo con el cambio de los criterios para pedir la nacionalidad mediante este método y resaltó que para los interesados en tenerla, el único certificado que no sería cuestionado por la administración es el de la Federación de Comunidades de España. Si se tiene un visto bueno por este organismo, se hace menos complicado el proceso de tener la nacionalidad por origen sefardí.

Mencionó además que hay retrasos por parte de la administración española para procesar todas las solicitudes de nacionalidad y residencia, al tiempo que explicó que la legislación del país ibérico establece que hay 12 meses para resolver el pedido una vez que se reciba. «Si no se resuelve en ese lapso de tiempo, se entenderá como denegado».

Arevalillo dijo que las personas que quieren buscar la nacionalidad por origen sefardí y ve que el proceso está estancado, bien puede presentar un recurso para que la respuesta a su caso se acelere y decidir si apelar dicha decisión o buscar otra alternativa para hacerse español o buscar otra nacionalidad.

Resaltó además que las nuevas solicitudes ya no están siendo aceptadas, por lo que los trámites que se permiten son los que fueron introducidos antes del 1° de octubre de 2019, información que también está contenida en el portal del Ministerio de Justicia.

Indicó que para aquellas personas que tienen dudas sobre este aspecto, habilitaron el correo nacionalsefardi@gmail.com y el número telefónico +34 68 108 17 10.

*Lea más en TalCual

Conceden nacionalidad española a Luis Florido, Tamara Suju y otros dos venezolanos

ISABEL CELAÁ, PORTAVOZ DEL JEFE del gobierno español, Pedro Sánchez, informó este viernes que el Consejo de Ministros de dicho país le concedió la nacionalidad española a cuatro venezolanos.

Tamara Suju, abogada y defensora de derechos humanos, y Luis Florido,  diputado a la Asamblea Nacional, son dos de los venezolanos que recibieron el beneficio.

Celaá, detalló en rueda de prensa que el Ejecutivo español también aprobó los reales decretos por los que se otorga la nacionalidad española al director de orquesta Gerardo Jesús Estrada Martínez y al diputado Alexis Xavier Lope-Bello Colmenares.

Suju expresó su agradecimiento con el gobierno de España mediante su cuenta en Twitter. “Agradezco al gobierno español y al presidente Pedro Sánchez por ayudarme a salir de esta condición de apátrida, que tenemos quienes salimos forzados. Por otorgarme nacionalidad española por Real Decreto y agradezco a mi amigo, el presidente Felipe González, por apoyarme en esto y siempre”, dijo.

Según el Gobierno español, la razón de que les haya sido concedida la nacionalidad es que se trata de “personas muy vinculadas a España”: el director de música, por razón profesional; y los otros tres, por razones familiares.

Dic 19, 2017 | Actualizado hace 6 años
Venezuela, por S:D:B Alejandro Moreno

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Venezuela no es un país pobre pero sí es un país de pobres. Por millones. Venezuela no es un país de hambre pero sí es un país de hambrientos que rebuscan su comida hasta en la basura. Venezuela no es un país enfermo pero sí es un país de enfermos, de enfermos sin remedio, porque no tienen remedios, porque las muchas enfermedades de las que se había liberado, han vuelto a prosperar y no hay cómo ahuyentarlas. Venezuela no es un país de ignorancia pero sí es un país de ignorantes porque cada vez tiene menos maestros, menos profesores, menos profesionales y menos sabios. Venezuela no es un país de emigrantes pero sí de emigrados dispersos por todo el orbe porque no tienen cómo vivir en él. Venezuela no es un país desesperado pero sí de desesperados porque no tienen un futuro que esperar. Venezuela no es un país de sufrimiento pero sí es un país de sufrientes porque el dolor se ha aposentado en todos sus rincones. Venezuela no es un país violento pero sí es un país de víctimas de la violencia más cruel, más ajena y más irracional. Venezuela no es un país sombrío pero sí lleno de sombras en plena luz tropical. Venezuela no es un país de furia pero sí es un país de furiosos, de airados, de recomidos por una rabia interior que no se desahoga. Venezuela no es un país triste pero sí es un país de tristes de quienes tienen más ganas de llorar que de reír.

Venezuela es un país dañado por eso que llaman socialismo del siglo XXI, con un daño que se ha incrustado hasta en las vísceras de las conciencias.

Venezuela era un país alegre, habitado por gentes gozosas y rientes. No era un país justo pero contra la injusticia se podía luchar, se podía protestar, se podía gritar y se podía pensar en ir saliendo de ella. Sí, poco a poco, muy poco a poco, pero con vivísima esperanza. Venezuela era y es un país amado, muy amado, quizás el más amado del mundo por su propia gente que nunca quiso ni quiere abandonarlo. Venezuela era un país de convivencia cálidamente humana donde uno dejaba muy pronto de ser extranjero y entraba en el mundo del otro como se entra en una familia a la que pertenece sin preguntarse y sin saber desde cuándo.

Este régimen extraño, ajeno a cuanto somos como Venezuela, en el que no nos reconocemos nosotros mismos, en el que nos sentimos como otros, en el que nos miramos y no vemos lo que siempre vimos, eso que hace que nos sea tan frecuente la palabra hermano, será un accidente, una melodía discordante, un doloroso recuerdo, y no volverá. Eso esperamos y en eso confiamos con firme seguridad.

 

El Nacional

Aquí estamos y aquí seguimos, por Carolina Jaimes Branger

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Yo que he sido educadora puedo asegurar que un comunicador es, de cierta manera y con muchos más alumnos, un maestro. El buen comunicador resulta una luz en la oscuridad. No quiero mencionar nombres porque no quiero caer en la injusticia de no nombrar a alguien que lo merezca, pero me llena de orgullo pertenecer a un gremio donde hay más apóstoles que Judas. Ser comunicador en la Venezuela de hoy es un riesgo que se asume día a día.

Me apasiona comunicar también porque quiero hacer a mi público parte de lo que veo, de lo que me mueve, de lo que me conmueve, de lo que siento, de lo que sueño. Hace casi diez años comencé por Unión Radio un programa de fin de semana que se llamaba “¿Qué hay de bueno?”, dedicado exclusivamente a dar buenas noticias. En un país que ha asumido que dar noticias es dar malas noticias, fue alentador en grado sumo tener un espacio de ese corte. Y el público respondió. Hoy, desde el Circuito Éxitos de Unión Radio, sigo dando buenas noticias, entrevistando a emprendedores, apoyando la cultura en todas sus manifestaciones: música, literatura, teatro, arquitectura, tradiciones, buscando razones para quedarme… ¡y las encuentro!

Ese andar a la caza de historias que me aseguren que no estoy equivocada al decir que “mi plan B es el Cementerio de La Guairita” ha dado frutos maravillosos. Con ese entusiasmo y en el marco del evento #PasiónPaís, relaté una historia digna de ser contada muchas veces:

Irina Nimchikova, dueña de la Posada Makrovia, en Morrocoy nació en Rusia. Su familia, rusos blancos contrarios a la revolución bolchevique, huyó a la entonces Yugoslavia. Allí los sorprendió la II Guerra Mundial. Cuando los nazis invadieron el pueblo donde vivía, la familia sufrió su cuota de terror, pues ellos consideraban a los rusos como una «banda de criminales judeo-bolcheviques» aunque no fueran judíos. Como tales eran “sub humanos” y no se les permitía entrar en los refugios durante los bombardeos. Finalmente, uno destruyó el pueblo por completo y la única que se salvó fue Irina, que se resguardaba en la parte de la casa que no se cayó. Sus padres, familiares y amigos, murieron todos. La joven quedó sola a los dieciséis años.

Cuando terminó la guerra, Irina fue a un campo de refugiados de las Naciones Unidas. Su idea era irse a Canadá. Pero en Canadá le pedían papeles y ella no tenía nada. Una amiga que había hecho en esos días se iba a Brasil e Irina intentó irse con ella, una vez más en vano, porque también le pedían algún tipo de identificación.

Mientras ella caminaba de un stand al otro, un hombre pequeño de aspecto afable no le quitaba la vista de encima. Cuando se retiró -frustrada del fracaso de viajar a Brasil- él se le acercó y se le presentó. Era de apellido Colmenares y trabajaba en el Consulado de Venezuela. “¿No has considerado Venezuela como posibilidad?”, le preguntó. Irina me confesó que buscó el nombre “Venezuela” en su memoria. Recordó que había estudiado el Río Orinoco en sexto grado, su último grado cursado antes de la guerra. Era la única referencia que tenía. “¿Y qué puedo hacer yo en Venezuela?”, le preguntó. La respuesta del señor Colmenares es una de las más hermosas que he escuchado sobre nuestro país: “en Venezuela podrás ser gente”.

“¿Cómo no venirme a un lugar donde podría ser lo que se me había negado en la vida?” me dijo mientras me tomaba las manos. Lloramos las dos. “Aquí estoy y aquí sigo” me manifestó con absoluta determinación. No sé qué pasó en las regionales porque escribo este artículo el jueves antes. Pero haya pasado lo que haya pasado, aquí estamos y aquí seguimos.

 

@cjaimesb

Decenas de venezolanos solicitan cita para tramitar ciudadanía colombiana

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Decenas de venezolanos, hijos de padres colombianos, acudieron este jueves a la sede del Consulado neogranadino en San Antonio, con el fin de solicitar cita para iniciar el trámite de la ciudadanía de ese país, procedimiento que los interesados inician con el registro civil de nacimiento.

Debido a la gran cantidad de venezolanos que durante los últimos meses se han interesado por efectuar el procedimiento, el Consulado de Colombia en San Antonio ha optado por otorgar cada trimestre las  citas para que los usuarios acudan con los requisitos exigidos, en la fecha que les asignan, para iniciar el trámite.

Este jueves fueron otorgadas las citas para atender a las personas en lo que resta del presente año. Se estima que entre 450 y 500 ciudadanos venezolanos con opción a obtener la nacionalidad colombiana,  acudieron a la sede consular.

El procedimiento para obtener la ciudadanía neogranadina debe comenzar con la elaboración del registro civil de nacimiento en el Consulado. Tienen derecho a adquirir esa nacionalidad por esa vía los venezolanos hijos de padre o madre colombiana.   

Los nacidos en territorio venezolano, hijos de padres colombianos, pueden acudir al consulado de la jurisdicción donde residan para comenzar el procedimiento. Desde hace varios meses para acá, en el consulado neogranadino de San Antonio se observa  gran afluencia de niños venezolanos recién nacidos que son llevados por sus padres, también adolescentes,  adultos y personas de la tercera edad, pidiendo información o iniciando el procedimiento  para adquirir  la ciudadanía colombiana y así gozar de  doble nacionalidad.

Para solicitar el registro civil de nacimiento colombiano, el interesado debe presentar la partida de nacimiento venezolana apostillada, original y copia de la cédula de la madre o el padre colombiano  y  certificación del tipo de sangre. Una vez elaborado  el registro civil de nacimiento, la persona puede  comenzar el procedimiento para la obtención de la cédula de ciudadanía colombiana.

Además de los consulados de Colombia en Venezuela,  la persona puede efectuar tal procedimiento en las registradurías civiles que existen en los municipios y departamentos de Colombia.

El  creciente interés de ciudadanos venezolanos hijos de padres colombianos por adquirir la nacionalidad neogranadina, mantiene abarrotados diariamente los  registros civiles de municipio y la sede del Registro  principal del estado Táchira, a donde los usuarios acuden a solicitar partidas de nacimiento y el apostillado de las mismas.

#Aquí no se habla mal de Venezuela, por Carlos Dorado

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Solía decirme mi madre: “Carlos si estás buscando una persona que cambie tu vida, mírate al espejo”. Nosotros los venezolanos queremos que muchas cosas cambien en nuestro país, pero no estamos dispuestos a cambiar nosotros. Creemos que son los demás quienes tienen que cambiar, que nosotros somos perfectos, y decidimos cómo quisiéramos que fuese nuestro país; pero nos da pánico analizarnos a nosotros mismos con la severidad que analizamos a los demás.

El destino de un país está en manos de sus ciudadanos, y el mismo se construye con acciones; no vociferando. La suma de cómo todos sus ciudadanos hacen, piensan y obran por el país, es el resultado del país que hacemos, pensamos y construimos; donde cada uno de nosotros como individuo contribuimos a mejorarlo o a empeorarlo. Para esto, no hace falta ser el Padre de la Patria, sería suficiente con que todos fuésemos buenos hijos de ella.

Todo esto viene a colación, porque estando en el exterior la semana pasada, escuché la conversación de un venezolano que decía que ya Venezuela no merece la pena, que el gobierno no sirve, que la oposición da vergüenza, que ya no se puede vivir con tanta inseguridad, y que la economía se llevó al país por delante. ¡No hay futuro, en Venezuela ya no se puede vivir!

Somos nosotros los venezolanos los primeros que tenemos que respetar a nuestro país, para poder aspirar que lo respeten los demás. Nos estamos acostumbrando a hablar mal del mismo, y eso es peligroso. Estamos perdiendo la fe colectiva de poder hacerlo mejor. No somos el más grande, ni el más desarrollado, ni el más fuerte, ni el más eficiente, ni el más culto. Estamos bien lejos de todo eso; pero es nuestro país, es nuestra tierra, es nuestra sangre, y eso se respeta; si no es por admiración, es por solidaridad y amor hacia una tierra, que quizás la única culpa que le podemos reprochar es precisamente tenernos a nosotros.

Tenemos que promover nuestros valores, dar ejemplo de trabajo. Debemos de analizar nuestro pasado y nuestro presente con autocrítica sincera, y aprender de los errores, sin dejar de creer en nuestro país y su futuro, ya que estaríamos dejando de creer en nosotros mismos. Hay que retar a la situación actual, aunque se haya tornado muy compleja, y a pesar de que en algún momento la incertidumbre nos haya desbordado; es hoy en los momentos difíciles cuando realmente tenemos que seguir apostando por nosotros y por nuestro país. 

Son muchos los que hablan mal de Venezuela, son pocos los que calladamente trabajan por ella. Muchos los que se enriquecieron, en vez de enriquecerla. Muchos los que escupen en el plato donde comieron. Y no se trata de llorar cada vez que se escucha el himno nacional, o poner la mano en el corazón cuando izamos la bandera pensando que somos lo mejor por el hecho de haber nacido aquí. Se trata de demostrar mediante hechos, con trabajo, sacrificio, perseverancia, principios, con intelecto; y sobre todo con la consciencia de que somos nosotros y sólo nosotros, los que podemos convertir (antes que tarde) a nuestro país en uno de los mejores.

Llego a Maiquetia, pongo la maleta en el escáner de la aduana, y veo una calcomanía en la parte superior de la máquina que dice: “#Aquí no se habla mal de Chávez”, y pienso en el venezolano que hablaba mal del país, y me quedo pensativo. Quizás la consigna debería ser: “#Aquí no se habla mal de Venezuela”. Mejor dicho; “Aquí no se habla, se trabaja por Venezuela y su futuro”.

 

cdoradof@hotmail.com

Solórzano: Sentencia del TSJ ratifica dudas sobre nacionalidad de Maduro

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La diputada a la Asamblea Nacional (AN), Delsa Solórzano, indicó este viernes que la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de permitir que los venezolanos con doble nacionalidad puedan aspirar a la presidencia de la República, “ratifica” las dudas sobre el lugar de nacimiento del Primer Mandatario.

“Yo creo que esto no es más que la evidencia de que algo raro pasa con la nacionalidad de Nicolás Maduro”, agregó la parlamentaria durante una entrevista en el programa Primera Página que transmite Globovisión.

Igualmente, aseveró que la Carta Magna es “clara” cuando establece que quienes deseen fungir como presidente, además de ser venezolanos por nacimiento, “no pueden” tener doble nacionalidad.

“El Tribunal Supremo de Justicia (…) se ha empeñado en ser constituyentista. Ellos creen que pueden modificar la Constitución a su antojo”, mencionó.

La también presidenta de Comisión de Política Interior del Parlamento indicó que desde su despacho se le ha solicitado a los gobiernos de Venezuela y Colombia una respuesta sobre el lugar de nacimiento de Jefe de Estado, sin obtener respuestas.

Para Solórzano, el gobierno colombiano podría dar una “pronta” respuesta sobre la nacionalidad de Maduro motivo por el cual el Poder Judicial “se está adelantando” al emitir la referida sentencia.

Diálogo

La parlamentaria expresó que el encuentro entre oficialismo y la oposición “siempre será positivo” para buscar resolver los problemas que atraviesa el país, no obstante, reiteró que el Gobierno no ha cumplido con los acuerdos suscritos durante las plenarias en el proceso de diálogo.

En ese sentido, mencionó que aunque se han liberado “algunos” denominados presos políticos, actualmente siguen en prisión “más de 130”.

“Ojalá que el Gobierno tuviera efectivamente la disposición de cumplir con los acuerdos a los cuales se compromete, pero esa no ha sido la realidad hasta ahora”, puntualizó.