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Asesinan a un hombre durante un operativo de la PNB en Barquisimeto

A Carlos Javier Vargas, de 37 años de edad, lo asesinaron durante un operativo de la Dirección Nacional Antidrogas (DNA) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), hecho ocurrido en Valles de Uribana, al norte de Barquisimeto, estado Lara.

Habitantes del sector aún recuerdan ese momento en el que el sonido de los disparos acabó con la tranquilidad. Eran las 5:30 pm del 15 de junio de 2022, cuando escucharon más de cinco detonaciones, se sorprendieron y esperaron unos minutos para poder salir de sus casas.

Una vecina se asomó por la ventana, observó a una patrulla de la PNB y luego vio cómo montaban a un hombre malherido en la camioneta y se lo llevaban.

Allí supieron que se trataba de una muerte a manos de los funcionarios de la PNB. Trataron de acercarse para conocer la identidad de la persona herida, pero los uniformados los corrieron de la zona.

Una fuente policial suministró a Monitor de Víctimas la versión de la Dirección Nacional Antidrogas: que los funcionarios se encontraban en labores de patrullaje por el sector, uno de los barrios más peligrosos de la parroquia Tamaca, que observaron a un hombre con actitud sospechosa y que él apenas vio la patrulla abrió fuego contra los PNB.

Carlos Vargas recibió dos impactos de bala, uno en el tórax y otro en la pierna. El hombre fue trasladado hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, pero fue ingresado sin signos vitales.

Un día después de la muerte de Vargas, el fiscal 21 del Ministerio Público en materia de Derechos Fundamentales se trasladó hasta la morgue del Hospital Central, para estar presente en la autopsia.

Requerido por la justicia

Carlos era apodado “Calito La Sábila” y sobre él pesaba una orden de aprehensión del Juzgado Noveno de Control de Barquisimeto emitida para todo el país, por el delito de homicidio calificado con alevosía y por motivo fútil.

Esta solicitud fue presentada desde el 16 de febrero de 2022. Además, Vargas presentaba registros policiales por el delito de droga.

Como Carlos sabía que era requerido por los cuerpos de seguridad, no tenía una residencia fija. No podía regresar a La Sábila, un barrio del norte de Barquisimeto, debido a que sería el primer lugar a donde los cuerpos de seguridad lo buscarían.

El hombre llevaba varios días quedándose con su pareja en Valles de Uribana.

El día en que fue asesinado, quedaron detenidas dos personas por tener en su poder un envoltorio de presunta marihuana.

Los funcionarios detuvieron a Erik Lebisleidi Alvarado, de 39 años de edad, quien era la esposa de Carlos, además de un adolescente de 16 años.

La dama también presentó registros policiales, pero por droga y ocultamiento de arma de fuego.

Con la muerte de Carlos ascienden a tres las personas que han sido asesinadas, en medio de procedimientos policiales, durante el año 2022 en el estado Lara.

De acuerdo con la data de Monitor de Víctimas, en el año 2021 fueron asesinadas 77 personas durante operativos policiales, solo en el estado Lara.

#MonitordeVíctimasSucre | Grupo armado mató a cuatro hombres e hirió a uno en Río Caribe
Los cadáveres no fueron ingresados a la morgue del Hospital Santos Aníbal Dominicci (SAD) de Carúpano, porque los familiares se los llevaron hasta sus residencias. La Policía del estado Sucre responsabiliza a integrantes de la banda delictiva “El Conoto”

@qtalyesi

Cuatro hombres asesinados y uno herido fue el resultado de un tiroteo en una residencia de la comunidad Río Santiago, municipio Arismendi, estado Sucre. Así lo informaron habitantes del sector y lo confirmó la Policía del estado Sucre, a través de una minuta difundida en horas de la tarde de este lunes 9 de mayo, después de ocurrido el hecho.

Residentes del caserío agrícola, alarmados por las ráfagas de disparos, llamaron a los organismos policiales. Además, explicaron bajo la condición del anonimato por temor a represalias, que un grupo de cinco hombres con armas largas y cortas irrumpieron el lunes, a las 10:00 am, en una vivienda en la que se encontraba un grupo de personas que preparaba una sopa. Sin mediar palabras comenzaron a disparar, aseguraron.

Los fallecidos fueron identificados como: Carlos Manuel Rodríguez Urbaez; Cristóbal José Ruiz Urbaez (19); Irvis Luis García Rojas (32) y Olvi José López García (32). Todos con residencia en el sector Río Santiago. Los cadáveres no fueron ingresados a la morgue del Hospital Santos Aníbal Dominicci (SAD) de Carúpano, porque los familiares los trasladaron hasta sus residencias.

El hombre herido fue registrado en el Hospital Dr. Pedro Rafael Figallo, de Río Caribe, como Diosmer José Gómez Urbaez, de 27 años de edad y residente del mismo lugar donde ocurrieron los hechos. Ingresó con una herida de proyectil en la pierna y fractura de rodilla.

Pobladores en la vía nacional hacia Chacaracual están alarmados por el suceso y se mantienen resguardados en sus casas. En la minuta policial se detalló que al llegar la comisión de uniformados a la comunidad, los cadáveres se encontraban envueltos en sábanas y que los familiares de las víctimas aportaron pocos datos.

También se indicó en la nota de prensa que en el lugar de los hechos se presentaron varios ciudadanos que presuntamente integran el grupo delictivo “El Conoto”, que opera en el sector, y en la comunicación oficial se afirma que estos fueron los responsables de los asesinatos.

Hasta ahora, los familiares de las víctimas no se han pronunciado sobre el caso ni han ofrecido más detalles sobre las posibles causas del cuádruple homicidio en esta zona de la Costa de Paria.

#MonitorDeVíctimasZulia | Funcionarios del Conas mataron a un hombre conocido como “Ñeño” y desmantelaron campamento de Yeico Masacre
Alberto Araujo formaba parte de un grupo de cerca de 20 personas, pero solo él no habría logrado escapar al momento de la incursión policial

@yunetzyrivero

 

Durante una presunta operación de inteligencia ejecutada por efectivos del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES) y la Unidad Antiterrorismo de la Guardia Nacional murió Alberto Araujo, de 25 años de edad, a quien le adjudicaron en la minuta policial el apodo el Neño. Se presume que se enfrentó a las autoridades, pues era parte de la banda de Yeiko Masacre.

Según la nota de prensa difundida por la Guardia Nacional, el hombre era integrante de un “grupo de terroristas armados de narcotraficantes de Colombia” (Tancol), categoría criminal creada por el presidente Nicolás Maduro, conocido como la banda de Yeico Masacre. El presunto enfrentamiento tuvo lugar en el sector Corral de Nava, zona rural del municipio Cabimas, en horas de la tarde del sábado 5 de marzo.

Uniformados del Destacamento 113 del GAES y la Unidad contra Terrorismo lograron desmantelar un campamento donde operaba un grupo estructurado de delincuencia organizada dedicado al secuestro, la extorsión, el sicariato y el cobro de vacunas en la Costa Oriental del Lago, en el Zulia.

De acuerdo con la minuta, al momento de la incursión de la GNB, en el lugar había cerca de 20 personas que lograron escapar, a excepción de Araujo, quien murió en el procedimiento y cuyo cadáver fue retirado de la medicatura forense del hospital Adolfo D’Empaire por familiares que no hablaron con la prensa.

En el campamento encontraron 8 chalecos antibalas con insignias que identifican al Tancol, 6 uniformes camuflados del Ejército Nacional de Colombia, 3 pares de botas de caucho, una cinta eslabonada con 40 cartuchos calibre 762 x 51 mm.

Además, fue retenido un vehículo marca Ford Explorer y dos motos.

Terror en la zona

Según vecinos del lugar, el pueblo está invadido por el “Gobierno”, refiriéndose a los funcionarios policiales. Las personas, dijeron, salen lo menos posible de sus casas.

“Donde ocurrió el hecho es conocido como la zona, aquí nadie sube para allá, ese muerto no era de por aquí”, dijo una vecina del lugar que no quiso identificarse.

¿Quién es Yeico Masacre?

Erick Alberto Parra Mendoza, alias Yeico Masacre, de 28 años de edad, fue guardia nacional y tiene alerta roja de la Interpol.

Es uno de los 10 criminales más buscados, según el Ministerio de Interior y Justicia.

Fuentes policiales informaron que Parra Mendoza se mueve entre Colombia, Ecuador y Panamá, desde donde orquesta el accionar de su grupo.

Autoridades policiales de Colombia y Venezuela lo vinculan con sicariatos, extorsiones y secuestros en ambos países.

Lo caracteriza la crueldad con que ejecuta sus crímenes, además del hecho de difundirlos en sus redes sociales como forma de infundir temor a sus futuras víctimas y adversarios.

En la lista de crímenes que se le imputan figuran el homicidio de funcionarios policiales, deportistas y hasta un atentado a un comando de la Guardia Nacional.

#MonitorDeVíctimas | La violencia intrafamiliar aumentó durante el confinamiento por COVID-19
La ONG Observatorio Venezolano de Violencia señaló que 28 niños y adolescentes fueron asesinados en 2021 en Caracas y Lara

@LizGascon

En el año 2021 se registraron 21 asesinatos de niños, adolescentes y jóvenes en el Área Metropolitana de Caracas y 7 infanticidios en el estado Lara, revela un estudio del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) presentado el martes 22 de febrero en el foro virtual “Violencia estructural en la familia en la crisis humanitaria”.

La profesora Iris Amelia Rosas, coordinadora del OVV, señaló que 8 de las 21 muertes violentas que contabilizaron en la región capital ocurrieron en intervenciones policiales en parroquias donde actúan grupos criminales: Petare, Baruta, El Valle, Fila de Mariches, La Vega, San Agustín, San Juan y Sucre. Las víctimas eran jóvenes y adolescentes. Aunque las muertes fueron reportadas por las autoridades como resistencia a la autoridad, hay familias que denunciaron que se trató de presuntas ejecuciones extrajudiciales.

Entre los tipos de violencia extendida y sufrida por los niños, niñas y adolescentes en el país, la organización no gubernamental identifica los homicidios, violaciones, agresiones graves y suicidios; pero hay otros delitos menos conocidos debido a que no se denuncian, como la inseguridad alimentaria, el abuso sexual, la tortura, agresiones menos graves, violencia psicológica, intentos de suicidio, no escolarización, desaparición y explotación sexual, que van en aumento, advirtió el sociólogo Carlos Meléndez, coordinador del OVV capítulo Lara.

“La violencia contra niños, niñas y adolescentes se expresa de diferentes formas. Los niños mayores de 10 años deben realizar con más frecuencia trabajo infantil, mientras que las niñas de 4 a 5 años de edad son más vulnerables a la violencia sexual”, advirtió Meléndez.

 

El abogado Eliécer Lobo, director de la Fundación Vidas con Propósito de Barquisimeto, considera que el Estado debe restablecer los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

“Las instituciones receptoras de denuncias (como la policía o los consejos de protección) no reúnen los requerimientos mínimos para la atención de los delitos y, en algunos casos, evidenciamos la revictimización porque no dan el tratamiento adecuado”, subrayó.

Violencia intrafamiliar en aumento

Rosas señaló que el aumento de la violencia intrafamiliar deja a la población infantil en una situación cada vez más vulnerable. Esta tendencia se asocia a la falta de políticas públicas preventivas, la pobreza extrema, las privaciones de servicios públicos, la inseguridad y el resquebrajamiento en el papel protector de la familia. El Estado es el principal responsable en estos casos, sostuvo.

“La violencia sufrida y extendida genera secuelas físicas y psicológicas que prolongan el riesgo a la violencia y a ser captados por el crimen organizado. Se debe hacer un llamado para evitar que la violencia siga teniendo mayor intensidad y que a largo plazo se tengan hijos del odio que pueden llegar, incluso, a ser canales de mayor violencia en el futuro”, alertó Meléndez.

De acuerdo con Meléndez y Rosas, la sociedad civil, ONG y las escuelas han diseñado programas e iniciativas para contener la violencia y brindar atención a los niños, niñas y adolescentes ante la ausencia del Estado.

 

“La sociedad civil abre comedores para atender el tema de la seguridad alimentaria y va adquiriendo herramientas para la atención de la violencia, pero también los vecinos. En la escuela también hay una especie de búsqueda alternativa de contención de la violencia y no lo hacen por medio de las entidades estatales, sino por gestión individual de maestros con el apoyo de familiares en el exterior”, agregó Meléndez.

Revictimización y estrés en la juventud

Por otra parte, la coordinadora regional de Alimenta la Solidaridad en Lara, Grace Morales, indicó que la carencia de servicios públicos y la pobreza estructural han desencadenado más estrés en la juventud que vive en zonas vulnerables.

“Cada vez más jóvenes son empujadas a tener hogares, a ser cuidadoras y amas de casa a temprana edad y ellas ven como un medio para escapar del entorno salir con hombres mayores, y nos genera profunda preocupación porque ya se está naturalizado este hecho”, precisó la especialista en desarrollo humano. Morales señaló que a los 31 años de edad las mujeres residenciadas en sectores populares de la entidad larense ya tienen varios hijos y declaran que han dejado de considerarse jóvenes. A la par, mencionó que afrontan el embarazo y la crianza con poco conocimiento o falta de herramientas.

“Los niños son empujados desde corta edad a ser adultos en el manejo emocional, y las niñas asumen el rol de cuidadoras de sus hermanos o de sus propios padres. El inicio de la adultez a edades muy tempranas genera frustraciones y poca exploración vocacional”, subrayó.

*También puede leer: #MonitorDeVíctimasLara | Estafadores de Marketplace murieron a manos de sus víctimas

#MonitorDeVíctimasCaracas | Asesinaron a un adulto mayor en su casa en Baruta
El cadáver de Jorge Luis Galvis fue localizado por su nieto

@carlos_dhoy / Foto: Carlos Ramírez

La mañana del pasado viernes 24 de diciembre el nieto de Jorge Luis Galvis acudió a la vivienda de su abuelo a darles comida a los perros. Al encontrar el portón abierto sospechó que algo había pasado, ya que esa puerta siempre estaba cerrada.

Al ingresar al terreno donde su abuelo residía y trabajaba, el hombre no respondió a sus llamados, por lo que comenzó a buscarlo hasta que encontró en un apartado lugar varios sacos que hacían un bulto. Cuando apartó los sacos, se encontró con el cuerpo degollado de su abuelo.

A Jorge Luis Galvis, de 66 años de edad, lo asesinaron en el sector La Palomera del municipio Baruta del estado Miranda, donde desde hacía años pensaba construir su vivienda.

Informaciones suministradas por familiares de la víctima indican que Galvis vivía en una cava que había adaptado como vivienda mientras construía su casa en el terreno, donde trabajaba como mecánico de camiones; además, vendía repuestos y hacía transporte. “Era un comerciante y tenía planes de construir su casa este año”, señaló su hija en la morgue de Bello Monte, donde realizaba los trámites para retirar el cuerpo y darle sepultura.

Agregó que se presume que Galvis haya sido asesinado por un conocido, ya que los vecinos indicaron que los perros no ladraron ni hubo algún tipo de ruido extraño durante la noche del 23 de diciembre, cuando lo mataron.

A la víctima le robaron un vehículo, así como sus teléfonos y un koala, en el que la familia presume que guardaba algo de dinero. La hija de Galvis agregó que el carro fue recuperado por la policía en un sector cercano, en el mismo municipio Baruta.

Recuperaron cadáver de hombre en el Guaire

El sábado 25 de diciembre en la tarde fue rescatado el cadáver de un hombre de las aguas del río Guaire, a la altura de Bello Monte, en Caracas.

Se trataba de un hombre de unos 30 años de edad, blanco, de cabello negro. Las autoridades encargadas del rescate no informaron sobre las lesiones que tenía el cuerpo, sin embargo, se presume que se trate de un homicidio. 

#MonitorDeVíctimas | Grupos armados no estatales y cuerpos de seguridad monopolizan la violencia en Bolívar
279 homicidios se registraron entre enero y julio del 2021, 146 de estas muertes ocurrieron en el municipio Caroní, mientras que al sur del estado Bolívar se contabilizan unos 70 casos
 En Bolívar operan al menos seis organizaciones de crimen organizado, dedicadas principalmente a la minería ilegal, que junto a los cuerpos de seguridad del Estado son responsables de la mayoría de los homicidios
 El tráfico de armas hacia el estado Bolívar también tiene un peso significativo en las cifras de violencia 

 

Nuevamente las ráfagas de disparos se escucharon a lo lejos. El sonido de proyectiles disparados por armas largas se ha vuelto cotidiano en las poblaciones ubicadas al sur del estado Bolívar, la zona minera de Venezuela. Las balaceras ya no sorprenden, todos saben que luego de cada tiroteo hay muertos y desaparecidos.

La noticia de lo que había sucedido se confirmó minutos después en la población de El Callao, funcionarios adscritos a los Comandos Rurales de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) habían sostenido un presunto enfrentamiento con integrantes de la Organización R o 3R, como se le conoce a uno de los grupos criminales que ha emergido con fuerza en la región. El incidente ocurrió en el sector Mina Belén del municipio El Callao.

En el hecho murió un hombre conocido por el apodo de “Manuelito”. En el lugar incautaron: un Fusil Automático Liviano (viejo FAL de la GNB), un cargador y 10 cartuchos, cuatro chalecos tácticos identificados con emblemas de los GEDOS MG Y R, un radio transmisor, un artefacto explosivo de fabricación rudimentaria, un cargador de fusil AK-47 con cinco cartuchos, 315 balas de diferentes calibres, 77 cartuchos de diferentes calibres y una granada de mano.

Ese mismo día, 8 de julio de 2021, a través de un comunicado, integrantes de la banda Organización R desmintieron que el fallecido fuera parte de sus filas, aclarando que “ninguno de nuestros integrantes porta armas tan obsoletas”, se leía en parte del texto, difundido en redes sociales. La declaración –más allá de si la persona muerta formaba parte o no del grupo criminal— y el reporte sobre el armamento incautado por las autoridades ilustra sobre el poder de fuego que tienen los grupos armados no estatales en el estado Bolívar y cómo esto se expresa en la violencia homicida en la entidad.

Reportes del Observatorio Venezolano de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Relaciones Interiores de octubre de 2021, a los que se tuvo acceso para este trabajo, ubican al estado Bolívar entre los cinco estados con más homicidios en el país.

Mientras según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en 2020 Bolívar ocupó el segundo lugar entre los estados con más violentos con una tasa de 62 homicidios por 100.000 habitantes.

Adicionalmente, un reporte del OVV publicado el 5 de noviembre de 2021 confirma que la mayoría de los homicidios ocurridos en el estado este año fueron cometidos con armas de fuego. “En los casos de homicidio intencional el medio predominantemente utilizado fue el arma de fuego en el 49,1% de las muertes”.

Estos datos se corresponden con hallazgos de investigaciones previas, que indican que en el estado Bolívar se han convertido en el primer destino de las armas de fuego, de todo tipo, pero principalmente de armas largas, en el país desde 2015. La razón es la presencia de una importante cantidad de grupos armados no estatales –megabandas, sindicatos, guerrilla colombiana y colectivos—dedicados a la minería ilegal.

En esto coinciden un expresidiario, que fue testigo de la comercialización y distribución de armas desde distintas cárceles hacia Bolívar; y funcionarios de cuerpos de seguridad que pidieron no revelar su identidad y que han sido testigos frecuentes incautaciones. 

Si hay armas, hay violencia y muerte

Durante los primeros siete meses de 2021, entre enero y julio el estado Bolívar registró 279 homicidios, entre los que se incluyen 32 casos por resistencia a la autoridad, perpetrados por cuerpos de seguridad.

Los datos corresponden al monitoreo realizado por periodistas de fuente policial en la entidad, porque no hay acceso a cifras oficiales.

“Llevar un control de los homicidios en esas zonas es complicado, debido a que son zonas muy boscosas y profundas, se registran enfrentamientos de los que muchas veces no llegamos a tener conocimiento y mucho menos sobre la cantidad de muertos, ya que son enterrados en esas áreas”, destacó un funcionario del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), que pidió no colocar su nombre por seguridad.

Por su parte, otro funcionario del CICPC, destaco que “hay mucha cifra negra de casos que no llegan a la ciudad. Los casos se quedan dentro de las minas, es decir, hay muerte que sabemos suceden allá adentro pero nunca son denunciadas, no hay cuerpo, por lo que es imposible contabilizarlas, podríamos decir que de un 100 por ciento solo llegamos a tener conocimiento en menos del 30 por ciento de esos casos”.

De los 279 homicidios que se registraron en Bolívar entre enero y julio del 2021, 146 ocurrieron en el municipio Caroní, que es Ciudad Guayana; 55 el municipio Angostura del Orinoco; 70 en los municipios del sur de la entidad; y los 8 restantes en otros dos municipios.

De los 32 casos de resistencia a la autoridad, 4 se registraron en el municipio Piar entre enero y julio. En una de esas confrontaciones fallecieron 3 integrantes de la Organización R. Se conoció que eran señalados de extorsionar y robar a ganaderos del sector El Palmar.

Estos murieron en un presunto enfrentamiento armado con comisiones mixtas de la GNB y el CICPC. El enfrentamiento ocurrió en la finca Agua Blanca del sector Chaguaramal. Los fallecidos quedaron identificados como Elio Ramos González, Elvis José González y Luis Custodio Velásquez, alias Luisito.

Para los líderes de la Organización 3R, estos nos fueron hechos fortuitos, ni están relacionados con un combate al crimen. En el comunicado que difundieron aseguraron que las autoridades del estado Bolívar “tienen acuerdos con otros grupos para sacarnos del juego y permitir que a los municipios El Callao y Sifontes regresen grupos que solo siembren terror entre la población minera”.

Ante esta situación, los jefes del grupo criminal afirmaron que no se iban a dejar “amedrentar” por las autoridades policiales quienes, a su juicio, solo ven el beneficio propio y no el de la población minera.

Este hecho es apenas una muestra de la dinámica de violentas disputas entre grupos armados, y grupos armados con distintos cuerpos de seguridad que son una constante en la entidad minera.

La situación con grupos armados al sur del estado Bolívar, no es nueva, pobladores han señalado que dichas bandas tomaron más “fuerza” de la mano con Julio César Fuentes Manzulli, quien se desempeñaba como Secretario de Seguridad Ciudadana durante el gobierno de Francisco Rangel Gómez.

El gobierno de Nicolás Maduro, ha intentado implementar “planes de seguridad” para “erradicar” la presencia de estos grupos en las zonas mineras, pero todos sin éxito.

“La agitación política, la devastación económica y las crecientes tensiones con países vecinos han creado un ambiente propicio para que grupos armados no estatales, incluidas las guerrillas colombianas, los sindicatos criminales, grupos paramilitares y las milicias que apoyan al gobierno, conocidas como colectivos, expandan su influencia y su presencia en Venezuela”, destaca Crisis Group.

El gobierno venezolano también lanzó un plan para frenar la minería ilegal en el 2018, y las autoridades han emitido órdenes de arresto contra 39 personas que supuestamente están involucradas en la venta ilegal de oro en el extranjero.

Sin embargo, el control de las zonas mineras y la violencia continúa en manos de al menos seis poderosas organizaciones de crimen organizado, que participan -como perpetradores o víctimas- en un importante porcentaje de los homicidios que ocurren en Bolívar.

Bandas que operan en Bolívar

“Muchos grupos irregulares tienen relaciones directas e intereses comunes con partes del Estado, que los apoyan o influyen ya sea en privado o abiertamente. Para algunos funcionarios estatales o políticos, estos grupos en la sombra resultan atractivos porque pueden generar ingresos a través de sus actividades ilícitas y al mismo tiempo cumplir fines políticos, por ejemplo, intimidando ciudadanos para asegurar votos”, asegura un informe de la organización Crisis Group.

 

Entre los grupos de más poder, que guardan relación con hechos de violencia, destacan:

 “Tren de Guayana”: Tras el asesinado de Jorman Pedro Márquez, alias «Gordo Bayón», luego de salir de una reunión en el Palacio de Miraflores en Caracas en 2014; Phanor Vladimir Sanclemente Ojeda, alias “Capitán” tomó control de varios sectores mineros, así como de Ciudad Guayana. Pero el gobierno de este criminal solo duró cuatro años, y murió en un presunto enfrentamiento con funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en octubre del 2018 en Río Chico, Barlovento, Miranda. Desde entonces el poder paso a manos del “tercero al mando”, Ronny Yackson Colomé Cruz, alías Ronny Matón, el cual ha pasado en reiteradas ocasiones por los calabozos del CICPC y la Policía del Estado Bolívar (PEB).

Según fuentes policiales la banda es señalada de cometer delitos como: minería ilegal, sicariato, extorsión, robo; tráfico drogas, tráfico de materiales estratégicos, robo y hurto de vehículos, terrorismo sindical. Operan en Guasipati, municipio Roscio. Cuentan fusiles AR-15, FAL- Pistolas-Granadas, cámaras de vídeo, etc. Durante este año han existido enfrentamientos entre este grupo y la Organización 3R, por el control de Ciudad Guayana, pero nada de esto ha sido confirmado por las autoridades.

“El Ciego”: Esta banda es liderada por Reiniero Alberto Murgueytio Bastardo, alías “El Ciego”. El grupo delictivo opera en el sector de La Paragua, municipio Angostura y en zonas de Ciudad Bolívar. Murgueytio Bastardo perteneció a la banda de Wilmer José Brizuela, alías “Wilmito”, expran del Internado Judicial de Vista Hermosa. Estuvo involucrado en el sicarito de la hermana de la exjefa del Circuito Judicial de Bolívar, Mariela Casado.

Fue el único de los delincuentes que no fue encarcelado por este crimen. Este conformó su propia banda, la cual opera desde hace más de 10 años.

Mantiene importantes nexos con los pranes de la cárcel de Vista Hermosa, con quienes formo parte de la banda de alias “Wilmito”. También se le ha relacionado con dirigentes políticos de la región, lo que explicaría porque no está en prisión.

Este grupo criminal opera en El Manteco, municipio Piar y La Paragua, municipio Angostura. Cuentan con vehículos de alta gama, poseen armas de diferente calibres, marcas y modelos, predominando armas de fuego tipo pistolas, calibres 9 mm, 380 mm, entre otras; así como también armas de fuego de largo alcance, como FAL, Fusil R15, Fusil Kalashnikov, granadas de mano entre otros.

Son señalados por delitos como: minería ilegal, homicidio, cobro de vacunas, extorsión, venta y distribución de droga. El Ciego se encuentra solicitado según oficio 15-51, de fecha 06/07/2010, por tribunal primero de control del estado Bolívar, por homicidio Intencional, según expediente I-434-124; tiene una segunda solicitud según oficio 486-12, de fecha 16-02-2012, por tribunal primero de control del estado Bolívar, según expediente K-12-0070-00467; otra según oficio 1270-12, de fecha 09-05-2012, por tribunal primero de control del estado Bolívar. Expediente  K-12-0070-00360, por el delito de homicidio y robo contra  Edgar Andrés Gómez Sánchez y Paula Ornela Fonseca Grisales, ambos de 21 años. También es señalado de ser responsable de la masacre de Ikabarú en el 2019.

 “Zacarías y Toto”: La banda es comandada por Eleomar José Vargas Vargas, alias “Zacarias” y Alejandro Rafael Ochoa Sequea, alias “Toto”. Ambos operan en la zona de El Callao. Son señalados de cometer delitos como: minería ilegal, sicariato, extorsión, robo; tráfico de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, tráfico de materiales estratégicos, robo y hurto de vehículos, terrorismo sindical. Cuentan fusiles AR-15, FAL- Pistolas-Granadas, cámaras de vídeo, etc. Son señalados de haber matado a 7 personas en El Mirador, San Félix. También tienen operación en el estado Sucre.

“Organización R”: El grupo es liderado por el exjugador de fútbol profesional, Eduardo Natera, alias “Run”, ejerce el control en Tumeremo y en El Callao. Tienen poder en las minas Tommy y Belén, las cuales pertenecían a el “Tren de Guayana”, situación que ha causado enfrentamientos entre ambas bandas.

Son señalados de cometer delitos como: minería ilegal, sicariato, extorsión, robo, tráfico de drogas, tráfico de materiales estratégicos, robo y hurto de vehículos, terrorismo sindical. Cuentan con fusiles AR-15, FAL, pistolas y granadas. Son buscados por el asesinato del teniente coronel Ernesto Solís León, de 41 años de edad, quien además era comandante del 512 Batallón de Infantería de Selva “G/D. Tomas de Heres”, ubicado en Fuerte Tarabay, Tumeremo.

“Fabio o Negro Fabio”: La banda es lidera por Fabio Enrique González Isaza, y es conocido por el alias del “Negro Fabio”. Opera en la zona de El Dorado, y tiene minas como: San Luis de Morichal, El Chivato, La Pelota, La Pelotica, y otros yacimientos explotados en los ríos de Cuyuní y Yaruani. Su primera orden de captura se dio a mediados del 2018 por la Operación Manos de Metal. Es señalado de delitos como: minería ilegal, extorsión, homicidio, secuestro, venta de armas, contrabando de material estratégico y explotación sexual. Poseen armas de diferente calibres, marcas y modelos, predominando armas de fuego tipo pistolas, calibres 9 mm, 380 mm, entre otras. Así como también armas de fuego de largo alcance, como FAL, fusil R15, fusil Kalashnikov, y granadas de mano, entre otras.

“Juancho o Negro Juancho”: El grupo es liderado por Wilson Starlys Rodríguez Aponte, apodado “Juancho” de nacionalidad colombiana, también es conocido como “el colombiano Jairo”. El otro líder, no menos importante es Johan Romero, alias “Johan Petrica”, creador y jefe máximo de la megabanda el Tren de Aragua, en la cárcel de Tocorón.

Algunas de las zonas en las que operan son: Km 88, de la parroquia San Isidro del municipio Sifontes, dominando la mina Mesones, mina Piedra Dura, mina La Pelota, mina El Portón, mina Maluga, Mina CuyunÍ, Mina Brisas, Mina La Papaya, Mina La Leona, Mina La California, mina La Gusanera, mina San Marcos, mina Dinamita y mina El Playón.

Están involucrados en los delitos de: minería ilegal, extorsión, secuestro, homicidio, robo, tráfico de droga y sicariato. Cuentan con AR-15, FAL, pistolas, granadas, entre otras.

Un actor extranjero, busca rol protagónico

 Una fuente militar señaló que cada sector minero tiene su particularidad. “El antiguo gobierno tenía intereses vinculados a esas zonas. Los grupos decidieron mover a personas de nacionalidad colombiana, disidentes de la guerrilla para que fueran adiestrados. Se establecieron mayormente entre Tumeremo y San Martín de Turumbán, a 3 kilómetros de la isla Anacoco y frente a la zona en disputa entre Guyana y Venezuela; por la salida hacía el río Cuyuní”.

Hay zonas en las que no hay presencia de la GNB o del Ejército, como por ejemplo desde el punto de control de Casablanca hasta Hoja de Lata. Son estos espacios los que habrían sido tomados por esos grupos de origen colombiano, tales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El militar hace referencia a que el paso por el río se ha vuelto el principal canal de contrabando, no solo del oro sino también de armas, “presuntamente sería un hombre de nacionalidad libanesa el que estaría operando con parte de estos grupos armados, trasladando diamantes hasta la zona de Guyana, y regresando al territorio venezolano con armas”.

Mientras que una fuente ligada a la Gobernación del estado Bolívar hizo referencia a que “sigue la corrupción por parte de los militares. Ellos son los que principalmente están ligado a esas bandas. No niego que otros organismos estén vinculados, pero ellos son el principal (…) Aquí se puede controlar las cosas y acabar con todas esas bandas, si se pone en las manos correctas, pero acá son pocos los que realmente quieren acabar con eso”, dijo el funcionario.

#MonitorDeVíctimasCaracas | Mataron a un repartidor para robarle la moto en la autopista Francisco Fajardo

José Luis Toro, el hombre al que tacaron para robarle la moto, recibió dos impactos de bala

La víctima tenía 47 años de edad y murió al recibir dos disparos. En otro hecho un hombre fue asesinado en la terraza de su casa, en Petare


@SandraGuerrero1

 

A José Luis Toro, que trabajaba como repartidor, le quitaron la vida de dos disparos, uno de los cuales le causo serios daños en la mandíbula. Tenía 47 años de edad y estaba domiciliado en barrio Unión, parroquia Petare del estado Miranda.

El hombre fue atacado cuando se desplazaba en su moto, una Empire Horse, color negro, la cual le pidieron dos hombres que tripulaban otra motocicleta.

El hecho ocurrió el pasado sábado 6 de noviembre en la autopista Francisco Fajardo. A la hora a la que se registró el suceso había cola, por lo que Toro trató de esquivar a los asaltantes, pero uno de ellos bajó de la moto que tripulaba y le disparó.

El herido fue llevado al Hospital de El Llanito, donde llegó con heridas en un pulmón y un riñón. Falleció a consecuencia de un paro respiratorio. Allegados Toro indicaron que uno de los balazos le destrozó la mandíbula.

Fuentes extraoficiales informaron que los homicidas están plenamente identificados. Presuntamente ambos implicados tienen poco tiempo de haber quedado  en libertad.

Asesinan a un hombre en la terraza de su casa en Petare

Pablo José Gómez Rodríguez, que laboraba como albañil, fue asesinado de tres disparos a las 3:00 de la tarde del pasado martes 9 de noviembre, cuando se encontraba en la terraza de su vivienda. El hecho ocurrió en el barrio El Winche de la parroquia Petare, municipio Sucre del estado Miranda.

Gómez Rodríguez era padre de tres niños y el menor de tres hermanos. Familiares de la víctima, que acudieron a la morgue de Bello Monte, explicaron que a la residencia entraron delincuentes y le dispararon.

Un primo de Gómez Rodríguez pasó por la residencia, entró a saludar a su familiar y se encontró con el cadáver.

#MonitorDeVíctimasCaracas | Hallan cadáver de joven que presuntamente mataron durante operativo del BAE en El Valle
El hecho, sobre el cual no se ha emitido información oficial, dejó al menos 12 muertos. Los policías buscaban a miembros de la banda de «Loco Leo», que supuestamente tomó el control de la Cota 905

 

@loremelendez

 

La familia de Andrew Martínez, de 18 años de edad, perdió su rastro el pasado viernes 1° de octubre a las 6:00 am. A esa hora salió de su casa, ubicada al final de la calle 18, en el sector Los Robles de El Valle, al oeste de Caracas, a buscar unos materiales de trabajo para el taller de costura de su padre, en donde trabajaba desde hace dos meses. También a esa hora comenzó el despliegue de los funcionarios de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) por la barriada, que extraoficialmente reportó una docena de muertes en supuestas ejecuciones extrajudiciales.

«Él salió y comenzó la balacera», afirmó una pariente del muchacho. Martínez nunca volvió a casa y eso preocupó a su familia. Comenzaron a buscarlo al siguiente día en hospitales, en la morgue, en sedes policiales, pero no aparecía. El miércoles en la mañana acudieron a la sede del Cicpc en la avenida Urdaneta a denunciar su desaparición. «Pero ni un comprobante nos dieron, no hicieron nada», criticó un allegado. El joven ya llevaba cinco días sin dar señales.

Ese mismo día la familia decidió buscarlo por las montañas cercanas a la zona en la que vivía y allí hallaron su cadáver, ya descompuesto. «Aquí en la morgue nos dijeron que si hubiésemos dejado que pasara un día más, no encontrábamos ni los huesos», contó un pariente.

Ningún cuerpo de seguridad se movilizó para encontrar a Martínez. El Cicpc recibió el reporte y levantó el cuerpo durante la mañana del pasado jueves.

Los allegados de Martínez presumen que lo mataron en el operativo del BAE, aunque no tienen cómo probarlo. El avanzado estado de descomposición del cadáver no les dejó ver si había hematomas o balazos y esperaban que una autopsia les dijera qué pasó. El muchacho solo había vivido un par de meses en El Valle. Era el mayor de dos hermanos.

Reportes extraoficiales indicaron que el BAE tomó Los Robles esa mañana para ir tras la pista de los integrantes de la banda de «Loco Leo», que lleva años al mando del sector. Entre los muertos estarían señalados miembros del grupo criminal como «Maikel, el violento», «Richard, el menor», «El Huerfanito» y «PDVSA». En esta acción también resultó herido Gregory Ortiz, un funcionario policial. Recibió un balazo en la región lumbar.

«Loco Leo», líder de la banda, murió en agosto pasado cuando huía de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). De acuerdo con información policial, este grupo hoy controla la Cota 905, otrora territorio del «Coki», «Garbis» y «Vampi», quienes salieron de la zona tras tres días de tiroteos con varios cuerpos de seguridad. Ese operativo dejó al menos 37 víctimas, según datos recabados de Monitor de Víctimas.

Entre enero y agosto de este año, 22 personas han sido víctimas de homicidio en El Valle. De estas, seis murieron a manos de efectivos de seguridad, señala la data de Monitor de Víctimas.