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Vecinos localizan a tres hombres muertos en Los Puertos de Altagracia

Vecinos localizaron los cuerpos de Yovan Mario Valles Vitrano (22 años), Yorman Alejandro Manzano Rincón (25 años) y Yender José García Valles (34 años) en la avenida principal del sector El Guárico del municipio Miranda, en el estado Zulia, el 8 de octubre de 2022. 

Cerca de las 2:00 am del sábado 8 de octubre, habitantes de la comunidad de Los Puertos de Altagracia escucharon, por lo menos, 45 detonaciones, pero por temor no salieron de sus casas y, horas después, encontraron los cuerpos de las tres víctimas en la vía principal. 

Una fuente precisó a Monitor de Víctimas que Yovan, Yender y Yorman, presuntamente, fueron víctimas de una emboscada por parte de sicarios armados, que llegaron por las orillas del lago de Maracaibo en embarcaciones pesqueras hasta la vivienda en la que estaba el grupo de amigos. 

Yender García fue identificado por la Guardia Nacional como líder de la banda “el Chinito”, vinculada con extorsiones y robos registrados en la parroquia Altagracia del municipio zuliano. Mientras que Yovan Valles y Yorman Manzano fueron vinculados como integrantes. 

Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se acercaron para iniciar las pesquisas y manejan la guerra entre bandas delictivas que operan en el municipio Miranda como móvil del crimen. La otra banda presuntamente involucrada es la de “el Oso” y “el Wason”. 

Entre febrero y agosto de 2022, se reportó la muerte de ocho personas bajo la modalidad de sicariato. El último doble homicidio reportado ocurrió entre el 1º y el 5 de septiembre de 2022, cuando armados asesinaron a los hermanos Wilfrido Rivera y Juan Rivera, un comerciante y otro mecánico, en hechos diferentes registrados en la avenida 5 de Los Puertos de Altagracia.   

Según la base de datos de Monitor de Víctimas, entre febrero y agosto de 2022 se ha reportado la muerte de 108 personas en el Zulia, con distintos móviles y hechos ocurridos en los 21 municipios. 

 @mayrethc

Dos víctimas de la masacre policial en Petare habían sido detenidas en otros municipios

Los familiares de Ramón Ignacio Méndez, de 40 años, denunciaron este martes 4 de octubre de 2022, en la morgue de Bello Monte, que él fue detenido por efectivos policiales en Caricuao y asesinado la semana pasada en Petare, en el marco del operativo policial que dejó, por lo menos, 11 fallecidos.

Esta denuncia se suma a otra realizada la semana pasada, también por familiares, y revela lo que podría ser un nuevo patrón de ejecuciones extrajudiciales en Caracas.

Ramón Méndez fue sustraído de su casa en Telares de Palo Grande, en Ruiz Pineda, Caricuao, municipio Libertador, a las 4 de la mañana del pasado jueves 29 de septiembre de 2022. Habría sido asesinado horas después, en el sector Pedro Camejo de Petare, según aseguraron miembros de su familia.

La víctima se encontraba con su esposa e hija, cuando efectivos de la Dirección de Inteligencia Policial, adscrita a la Policía Nacional Bolivariana, irrumpieron en su residencia y se lo llevaron.

Su esposa, Isamar Sánchez, dijo que no supo del paradero de Méndez hasta el sábado 1° de octubre de 2022, cuando le informaron que el cadáver estaba en la morgue.

Méndez tenía tres hijos y estaba desempleado. En sus registros, figuraban antecedentes penales por robo.

 

 

Desde el Tuy

La semana pasada, los familiares de Jonathan Jhovani Brito Carmona, otro muerto por presunto enfrentamiento en el operativo de Petare, habían denunciado la misma práctica.

Aseguraron que a Brito se lo llevaron de Santa Teresa del Tuy, municipio Independencia, el pasado lunes 26 de septiembre de 2022 y, presuntamente, miembros de la Policía Nacional Bolivariana lo habrían asesinado dos días después, de acuerdo con el testimonio de los parientes.

@franzambranor 

 

Denuncian a PNB de asesinar a un joven herido en otra balacera

Inés Acuña cuenta que al único hijo que le quedaba vivo lo hirieron de bala el pasado 23 de septiembre de 2022, mientras ella celebraba su cumpleaños. Madre e hijo se habían trasladado desde su residencia en Caucagua, en el municipio Acevedo de Miranda, hasta la casa de la abuela en el barrio Caballo Mocho, de Filas de Mariche, en Caracas, para hacer la reunión familiar que quedaría marcada por una balacera. Cinco días después, sin embargo, ocurriría algo peor.

Eran las 7:00 pm cuando Valentín Alberto Cárdenas Acuña, de 23 años, le acababa de llevar la torta a su madre y había salido nuevamente a comprar los refrescos de la fiesta. Pero esa noche, un enfrentamiento entre bandas y la policía truncó el convite cuando el joven quedó en medio del fuego cruzado. Una bala le impactó una pierna y le rozó los testículos y otra entró por su cadera y se alojó cerca del colón.

Cárdenas Acuña fue llevado al Hospital Dr. Domingo Luciani, en El Llanito, y al día siguiente lo dieron de alta, pero tenía una bala dentro de su cuerpo. Detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) entregaron documentos a la familia que comprobaban que el muchacho quedó en medio de la línea de fuego, que no había participado en el enfrentamiento, y recomendaron que lo llevaran al departamento de Medicina Legal en la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), en Bello Monte, para que lo examinaran y para que denunciaran el hecho. 

Este último paso lo cumplieron la mañana del martes 27 de septiembre y confirmaron que necesitaba una cirugía. Cuando volvieron a casa, Cárdenas Acuña comenzó a vomitar. La bala que había quedado cerca del colon se la debían sacar pronto. No podía caminar.

PNB fueron por él

Desde que lo hirieron, el joven se había quedado en la casa de su padre, en la calle Juan XXIII de La Dolorita, y allí estaba el miércoles 28, cuando se preparaba para hacerse una ecografía en una pequeña clínica de La Florida. Eran las 7:00 am, cuando los golpes hicieron retumbar la puerta de la vivienda. Miembros de la División Contra La Delincuencia Organizada de la Policía Nacional Bolivariana (DCDO-CPNB) tenían rodeada la casa.

Una tía de Cárdenas Acuña se acercó a la salida y, al abrir, la empujaron y le lastimaron un brazo. Funcionarios de la Policía Nacional irrumpieron en la casa para revisar sin orden de allanamiento. Se abrían paso con violencia y amenazas. Cuando vieron al joven sentado sobre su cama, sin poder moverse por las heridas de bala, comenzaron a hacer preguntas: qué le había pasado, por qué no podía moverse, por qué no estaba internado.

La madre de Cárdenas Acuña empezó a contar la historia y a mostrar los documentos que exculpaban a su hijo de estar vinculado con la balacera. Pero de nada sirvió. Los uniformados resolvieron llevar detenidos a los padres del muchacho y a su tía. Los recluyeron en la sede de la PNB hasta las 2:00 pm y luego los trasladaron hasta Filas de Mariche para liberarlos. El muchacho se quedó solo en casa.

El camino de regreso lo hicieron a pie. Cuando llegaron, todo estaba desordenado. Se habían llevado todos los objetos de valor, dinero en efectivo y hasta comida. Cárdenas Acuña tampoco estaba, pero las sábanas de su cama tenían sangre, la pared estaba salpicada y todo estaba roto. En otras partes de la casa había balas incrustadas. A esa hora, el joven estaba en el Hospital Domingo Luciani, en El Llanito, muerto. Hasta allá lo llevaron los policías junto a otros dos vecinos que también murieron.

La reconstrucción que los vecinos hicieron del hecho es confusa: algunos dicen que lo sacaron vivo de su casa, y otros aseguran que ya estaba muerto. Otros más cuentan que los policías se habían ido de la vivienda y luego volvieron con la hermana de uno de los presuntos delincuentes que murió en la balacera en la que hirieron a Cárdenas Acuña, la semana anterior. 

La madre del joven temblaba de impotencia mientras hacía el recuento de lo sucedido. Acababa de lograr que no lo enterraran arbitrariamente con el resto de los hombres que la PNB mató ese día, durante un operativo que se extendió por barrios de Petare, La Dolorita y Filas de Mariche. Pero no pudo convencer a las autoridades para que le dejaran velar el cuerpo y despedirlo. Los policías aseguraron que murió mientras se les enfrentaba, aunque las heridas ni siquiera lo dejaban caminar. También dijeron que era integrante de las bandas de alias «Wilexis” y “Cheo”.

Cárdenas Acuña era buhonero. Vendía caramelos en Caucagua y así mantenía a su hija de 3 años. Era el menor de tres hermanos, aunque el único vivo. Hace 16 años, mataron a uno de ellos para robarlo y hace 6 asesinaron a otro en medio de una discusión. 

El joven es una de las 13 víctimas que, de acuerdo con cifras de Monitor de Víctimas, dejó el operativo que la PNB emprendió durante días en varios barrios de tres parroquias del municipio Sucre. Hasta agosto de 2022, 17 personas habían muerto por ejecución extrajudicial en esas zonas.

@loremelendez

Operación policial Trueno VII ejecutó a 14 hombres y un adolescente en Petare

Como si de un evento atmosférico se tratase, la administración de Nicolás Maduro llamó “Trueno VII” al despliegue que varios cuerpos de seguridad hicieron en el municipio Sucre del estado Miranda, durante la última semana de septiembre de 2022, con la supuesta intención de capturar a miembros de las bandas de “Wilexis” y «Los Chicorrios». Nunca se informó dónde ni quiénes fueron arrasados por esta acción policial. Monitor de Víctimas confirmó que la tormenta de balas alcanzó a 15 personas que murieron en presuntas ejecuciones extrajudiciales, una masacre que se intentó encubrir con falsos enfrentamientos, tal como lo denunciaron los familiares de los muertos.

El operativo es el séptimo de una serie que ha dejado decenas de muertos en los últimos seis meses. El primero ocurrió en seis municipios de Guárico en abril pasado, mientras que el segundo se trasladó a Yaracuy para dejar seis muertos. En septiembre de este año, los cuerpos policiales regresaron a Guárico y mataron a tres personas al tiempo que buscaban a los integrantes de la banda «Tren del Llano». Ese mismo mes, se llevó a cabo Trueno IV, que mató a 20 personas en Valles del Tuy, y pretendía capturar a miembros de la banda de «Carlos Capa». Trueno V sucedió en la Colonia Tovar, en Aragua, luego de que se afirmara que los agricultores de la zona eran controlados por el «Tren de Aragua». Se desconoce dónde y cuándo ocurrió Trueno VI.

Fueron 14 hombres y un adolescente los que murieron presuntamente asesinados en el operativo «Trueno VII», en las parroquias Petare y La Dolorita. Cuatro de ellos cayeron dentro de sus propias viviendas. La mayoría, 9, no llegaban a los 30 años de edad. Los otros 3 no alcanzaban los 45 años, y uno tenía 17 años. Se desconoce la edad de dos de ellos. Nuevamente se repite el patrón que ha caracterizado siete años de ejecuciones extrajudiciales: hombres jóvenes en edad productiva que residen en sectores populares. 

Además, al menos 16 menores de edad quedaron huérfanos de padre a raíz de esta matanza perpetrada, de acuerdo con las denuncias, por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), aunque en el dispositivo de seguridad también participaron miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestros (Conas), de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de PoliMiranda y PoliSucre.

 

 

Los homicidios registrados por Monitor de Víctimas comenzaron a reportarse desde el martes 27 de septiembre. Ese día se informó extraoficialmente que hubo enfrentamientos entre bandas y funcionarios policiales. Parientes de Jonathan Jhovani Brito Carmona y de Armando José Diaz denunciaron que a ambos los mataron en esa jornada luego de haberlos detenido en otros lugares.

En el caso de Brito Carmona, el arresto ocurrió el lunes 26 mientras reparaba una bicicleta junto a un compañero en Cartanal (Santa Teresa del Tuy), municipio Independencia del estado Miranda. Al día siguiente le anunciaron a la familia que había muerto en un enfrentamiento en Maca, Petare. También mataron al otro joven que le ayudaba. Dos días después se reportó un caso similar.

A Díaz sí lo detuvieron el 27 de septiembre, cuando salió a hacer mercado en el sector Monseñor Arias, en Filas de Mariche. Como nunca volvió a casa, sus allegados comenzaron a buscarlo. Lo hallaron en la morgue del Hospital Domingo Luciani de El Llanito a la mañana siguiente. 

Hubo otros dos jóvenes a quienes detuvieron la noche del martes 27 en Maca, Petare: a Jackson José González Castro y Andrés Alcides Echenique Cardozo los arrestaron en la entrada de la casa del primero alrededor de las 9:00 pm. Familiares contaron que los subieron en un vehículo oficial y los “ruletearon” toda la noche. Los mataron en la madrugada del 28 de septiembre, cuando oficialmente retumbó la operación “Trueno VII”. 

Alrededor de las 7:00 am del miércoles 28, los policías llegaron a la casa de Valentín Cárdenas Acuña, a quien mataron en La Dolorita luego de llevarse detenidos a sus padres y a una tía. El joven de 23 años había sido herido de bala en un tiroteo que hubo en Filas de Mariche en días previos y no podía caminar. 

Poco después, los uniformados ingresaron a la vivienda de Jesús Manuel Gómez Hernández –también en La Dolorita– sacaron a su pareja y a las niñas de ambos y lo ejecutaron en una de las habitaciones.

 

 

Esa mañana mataron al menos a tres personas en el barrio José Félix Ribas de Petare en medio del tempestuoso operativo. El homicidio del pescador de Margarita, José Luis Vásquez, sucedió esa mañana a manos de los policías, frente a la casa donde se quedaba. Estaba de visita porque su hija había cumplido años la semana anterior. 

El agricultor Ronald Cartaya tampoco era de la zona, sino que había llegado desde Caucagua, en el municipio Acevedo de Miranda, para entregarle sacos de verduras a su hijo de 13 años que vivía en la Zona X. Gustavo Panacual cayó en la Zona 6 de la misma barriada.

La tormenta de disparos continuó en San Blas II, Petare, donde murió Alejandro José Gamargo a manos de los policías. Se había mudado hace dos meses de Maturín a Caracas para ganarse la vida como barbero. Ese día estaba en la casa de su suegro, donde vivía con él y otros dos familiares. A todos los montaron en un jeep, menos a Gamargo, a quien mataron en la casa. A Henry Espinoza, hasta ahora el único adolescente que murió en los hechos, lo mataron dentro de su residencia en Maca. Tenía 17 años.

También en Maca cayó Edison Andrade, un pastor evangélico de La Vega, en la parroquia homónima del municipio Libertador del Distrito Capital. Sus parientes desconocen cómo terminó muerto en el operativo.

Los días siguientes no cesaron las ejecuciones de “Trueno VII”, aunque fueron menos mediáticas. Durante la madrugada del jueves 29, funcionarios de la Dirección de Inteligencia Policial de la PNB detuvieron a Ramón Ignacio Méndez en su casa en Telares de Palo Grande, sector Ruiz Pineda de la parroquia Caricuao del municipio Libertador Estaba con su esposa e hija cuando se lo llevaron. Horas después, lo mataron en Maca.

Al día siguiente, en la tarde, sucedió la presunta ejecución de Williams Alejandro Bertel Bolaño en la Zona 7 del barrio José Félix Ribas, justo cuando iba camino a su casa. Le dieron tres disparos en el pecho. El gobierno y los medios oficiales siguen sin informar sobre las víctimas de esta tempestad que sacudió más allá de las fronteras de Petare y La Dolorita.

 

Lista de víctimas de la masacre

1. José Luis Vásquez
2. Gustavo Panacual
3. Jackson González
4. Andrés Alcides Echezuría Cardozo
5. Jesús Manuel Gómez Hernández 
6. Valentín Alberto Cárdenas Acuña 
7. Alejandro José Gamargo
8. Williams Alejandro Bertel Bolaño
9. Jonathan Jhovani Brito Carmona
10. Armando José Diaz
11. Henry Espinoza
12. Ronald Cartaya
13. Ramón Ignacio Méndez
14. Edison Andrade
15. No identificado

@loremelendez   

Esta nota fue actualizada el 20 de octubre de 2022 para incluir los datos de dos víctimas cuyos casos se conocieron después de esta publicación. 

 

Operativos en Petare dejan, por lo menos, 11 hombres muertos

Por los menos, 11 hombres fueron asesinados en una operación policial conjunta que se inició el pasado 27 de septiembre de 2022, en los barrios José Félix Ribas y Fechas Patrias, del municipio Sucre del estado Miranda.

En el primer operativo, mataron a cinco personas. Sus cadáveres fueron trasladados hasta la morgue del Hospital Domingo Luciani de El Llanito. 

Luego, la mañana de este miércoles, se realizó un segundo operativo, en el que otras seis personas fueron asesinadas.

En la acción policial participaron funcionarios de la Dirección Contra la Delincuencia Organizada (DCDO) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), las direcciones de Contra Bandas y Homicidios del Cicpc, el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestros (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía del estado Miranda y Polisucre, quienes estaban detrás de las bandas de alias “Wilexis” y Los Chicorrios.

La mañana de este miércoles 26 de septiembre de 2022, los cadáveres de las víctimas de la operación policial estaban en el hospital de El Llanito, aunque se esperaba que fuesen trasladados a la morgue de Bello Monte, una vez finalizado el operativo.

Fuentes vinculadas con el operativo señalan que en el despliegue policial participaron más de 500 funcionarios, quienes tomaron las mencionadas barriadas con el objetivo de capturar a los autores de varios asesinatos, entre los que destaca Luis Miguel Jiménez Castro, alguacil de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM), de 32 años.

En el operativo fueron detenidas 22 personas que estaban siendo solicitadas por los organismos policiales o que presentaban órdenes de captura. Además, fueron incautadas 10 armas de fuego.

Ninguna de las víctimas ha sido identificada por las autoridades. Tampoco fueron publicadas informaciones o minutas sobre los operativos.

Guerra entre bandas 

Las bandas Los Chicorrios y de alias “Wilexis” son señaladas por los organismos de seguridad de estar involucradas en los asesinatos de cuatro personas que se registraron la última semana, por una guerra territorial que los enfrenta en Petare. 

Los enfrentamientos entre estas bandas han cobrado la vida de decenas de personas, entre miembros de las organizaciones e inocentes. 

Según datos del Monitor de Víctimas, de los 60 asesinatos registrados en Petare en lo que va del año 2022, por lo menos, 15 personas murieron en la guerra desatada entre las principales bandas de esa parroquia, la de alias “Wilexis” y Los Chicorrios.

Este enfrentamiento, que azota a las principales barriadas de la parroquia Petare, municipio Sucre del estado Miranda, cobró la vida de cuatro personas en los últimos cinco días. 

Entre las víctimas, se encuentra el alguacil Jiménez Castro, quien además se rebuscaba reparando teléfonos y poniendo música como DJ.

A Jiménez Castro lo mataron miembros de la banda Los Chicorrios, en la madrugada del lunes 26 de septiembre de 2022, cuando regresaba a su casa, luego de haber pasado la noche “pinchando música en el bulevar de La Baute, en la Zona II del barrio José Félix Ribas”, señaló un familiar.

“A esa hora, subía con un muchacho. Iban en camino, cuando fueron interceptados por miembros de la banda Los Chicorrios y se los llevaron. Al muchacho, quien no ha sido identificado por las autoridades, lo ataron de manos. Al alguacil, no lo ataron”.

“Por lo que se ve en el sitio donde los mataron, primero le dispararon al muchacho y Luis Miguel intentó correr, pero igual le dispararon en el abdomen. No pudo llegar muy lejos y murió”, dijo el familiar. 

En el Mercado de Maca, fue asesinado Javier Freites, de 24 años, y en el barrio José Félix Ribas fue localizado un hombre muerto a tiros.  “El cadáver estaba desnudo, sin zapatos ni documentos de ihttps://runrun.es/monitor-de-victimas/484634/monitordevictimascaracas-sujetos-armados-asesinaron-a-un-joven-e-hirieron-a-dos-personas-en-palo-verde/dentidad. Se trataba de Freiber José Iriza, de 24 años de edad, quien según la versión policial, fue asesinado bajo el móvil de venganza.

Ejecuciones en Petare

De las 60 víctimas que ha dejado la violencia en Petare en lo que va del año 2022, 30 de estas personas murieron a manos de funcionarios policiales; en 16 casos hubo presuntas ejecuciones extrajudiciales y 10 fueron documentadas con el móvil de “resistencia a la autoridad». 

Otros 4 homicidios fueron:  2 que quedaron atrapados en la línea de fuego, 1 por violencia de género y otro en el que la causa de la muerte está por determinarse.

@Carlos_DHoy 

Adolescente fue asesinado en el Polideportivo de Petare

Leonidas Albornoz Martínez, de 14 años, pretendía colarse con unos amigos a la piscina del Polideportivo Mesuca, en Petare, la noche del lunes 19 de septiembre de 2022, pero un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana le dio la voz de alto y el muchacho echó a correr. Un GNB le disparó en una pierna, impacto que horas después le costó la vida.

Una persona allegada a la familia de Martínez, que prefirió preservar su identidad, dijo en la morgue de Bello Monte que el joven, junto a otros cinco adolescentes, fueron sorprendidos por integrantes de la GNB y su primera reacción fue correr. 

“Le dieron el tiro y lo llevaron al Hospital Domingo Luciani, en El Llanito. Llegó con vida al hospital. Lo empezaron a operar, pero le dio un paro respiratorio. Parece que la bala le perforó la arteria femoral”, explicó el pariente. 

Martínez iba a empezar a cursar segundo año de bachillerato y lavaba automóviles en el sector La Cruz, para ayudar a su mamá, con quien vivía.  

La fuente indicó que entre familiares y vecinos del adolescente hay consternación por la manera en cómo fue asesinado. Asegura que se dirigirán al Ministerio Público para exigir una investigación y que haya castigo para los responsables.  

“Era un niño que estaba empezando a vivir y le desgraciaron la vida a su familia”. 

Hasta agosto de 2022, 15 menores de edad habían sido asesinados en el Área Metropolitana de Caracas, de acuerdo con la data recogida por el equipo de Monitor de Víctimas en la morgue de la capital. 

@franzambranor

PNB mató a joven dentro de su propio conuco en Ojo de Agua

Cada día, Rubén Cardozo recorría más de 14 kilómetros para ir a trabajar. Salía desde su casa en el barrio Ojo de Agua, en Baruta, rumbo a Chacaíto, donde abordaba un autobús para cubrir como colector la ruta que sigue hasta El Valle. Extenuado, volvía a su residencia a las 8:00 pm. Esa rutina se rompió la tarde del domingo, 18 de septiembre de 2022, cuando funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana lo balearon dentro de su casa en medio de un operativo que, según testigos, dejó varios muertos.

«Él era un muchacho que trabajaba mucho y hasta tenía su conuco. Fue allí donde lo mataron», afirmó un familiar en la morgue de Bello Monte, antes de retirar el cadáver. Aseguró que no estaba armado, pese a que los uniformados insistieron en que se trató de un enfrentamiento.

Cardozo, de 25 años, era el sostén de su casa, donde vivía con su madre y su abuela de 105 años. Era el mayor de tres hermanos. El del medio murió hace años en un accidente de tránsito y la menor vive fuera del país. Por eso, el joven era imprescindible a la hora de pagar las cuentas del hogar. Con su conuco abastecía a la familia de algunas verduras.

Entre enero y agosto de 2022, por lo menos, siete personas fueron víctimas de homicidio en Baruta.

@loremelendez

Mataron a un joven a 20 minutos de su casa

A Wilder Antonio Martínez Rojas, un joven de 25 años, lo sacaron de su casa, el martes 6 de septiembre de 2022, en El Jebe, una comunidad que está al noreste de Barquisimeto, en el estado Lara. Estuvo desaparecido por unas horas hasta que su familia lo encontró muerto en la morgue. 

Ese día amaneció de golpe para algunos habitantes de El Jebe. Un grupo de funcionarios de la Dirección Contra Delincuencia Organizada (DCDO), adscritos a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) llegó hasta la vivienda, donde se encontraba Wilder, y entró a la fuerza.

Una vecina, que no quiso identificarse por temor a recibir represalias, detalló que luego de unos minutos, los funcionarios sacaron a Wilder de la casa y se lo llevaron con rumbo desconocido.

Esa madrugada, el joven estaba durmiendo solo, por lo que sus familiares desconocían qué estaba pasando. Una vecina se habría comunicado con ellos para informarles lo que había visto.

Aparentemente, el grupo de funcionarios se llevó a Wilder hasta la comunidad Las Sábilas, zona que por años fue tildada como uno de los barrios más peligrosos de Barquisimeto. Desde El Jebe hasta esta comunidad, hay alrededor de 17 kilómetros de distancia, a unos 20 minutos de recorrido en carro. 

Una patrulla de la Dirección Contra Delincuencia Organizada entró a la comunidad Las Sábilas, a las 7:00 de la mañana, y de inmediato, giró hacia la Manzana E. En cuestión de minutos, los habitantes escucharon una ráfaga de disparos. Los vecinos contaron a Monitor de Víctimas que se trató de una presunta ejecución, debido a que ellos observaron el momento en el que pasaba una patrulla con funcionarios e iba un hombre de civil. 

«A ese muchacho lo trajeron para matarlo aquí. Ellos (los funcionarios de la DCDO) están acostumbrados a traer personas para acá y a decir luego que fue un enfrentamiento. Queremos que se limpie el nombre de Las Sábilas», sostuvo un habitante de esa comunidad que no se quiso identificar, por temor a recibir represalias. 

La versión policial 

Según un reporte policial, los funcionarios de la DCDO llegaron a Las Sábilas luego de recibir una denuncia sobre robos que estaban ocurriendo en la zona. 

El cuerpo policial indicó que cuando los funcionarios estaban en la Manzana E, observaron a un grupo de hombres, que apenas vio a la comisión, salió corriendo. En medio de la persecución, uno de los jóvenes entró a las ruinas (lo que antes eran viviendas) y allí, presuntamente, se enfrentó a la comisión. Wilder Martínez resultó herido, al igual que un policía, de acuerdo con la versión oficial. 

Se indica en el reporte, que a Martínez lo trasladaron hasta el ambulatorio de Tamaca, pero fue ingresado sin signos vitales. Presentó una herida en el tórax y otra en el abdomen. Mientras que el funcionario resultó herido en el brazo derecho, tras el paso de un proyectil. 

Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc se trasladaron hasta el sitio del suceso para hacer las experticias e incautaron una pistola 9 mm, arma que según la minuta policial, presuntamente, Wilder Martínez usó para disparar contra los policías. 

En Lara, han muerto tres personas por presuntos enfrentamientos, en lo que va del año 2022. Las tres víctimas murieron a manos de funcionarios de la DCDO. 

En mayo, cuando se registraron las dos primeras muertes, Luis Chirinos y Antony López murieron a manos de los uniformados en Las Sábilas. Después de estos casos, los habitantes de la comunidad pidieron que se investigue a los funcionarios, pues ellos aseguran que estos homicidios fueron ejecuciones.