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Los 10 secretos para una larga vida proporcionados por personas que han vivido 100 años

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Esto es una historia real. El día en que mi bisabuela murió (a los 97), se despertó para podar el césped y completar el resto de las tareas que se había asignado para ese día. Cuando terminó, entró a la casa, horneó dos pies, destapó una cerveza (se tomaba media lata de cerveza todos los días sin falta, afirmando que era su elixir mágico), prendió un cigarro y acaba de llamar a mi abuela justo cuando su corazón finalmente cedió. Era un toro, un maldito hermoso toro.

 

Todo el mundo tiene a ese pariente… Ese fósil que, a pesar de tener una dieta rica en grasa, cigarros y whiskey, de alguna manera se las arregló para vivir mucho, pero mucho más que con aquellos logros de la medicina moderna. Nunca entenderemos por qué, o cómo, pero es casi como si se las hubiesen arreglado para vivir lo suficiente para mortificar a la vida en sí.

 

¿Entonces cuál es el secreto? Desde bacalao hervido hasta miel cruda y whiskey, a continuación 10 secretos para una larga y feliz vida, según las personas que viven siguiendo estos consejos:

 

 

Hacer cosas malas, diviértete más.

Ralph Burgess Tarrant, un inglés de 110 años de edad y ex vendedor de seguros, hasta su retiro en 1968, dijo que el secreto para una larga vida era, “disfrutar los vicios tanto como las virtudes”, y “permanecer activo e interesado”. Para nosotros, esto es simplemente una buena forma de decir, “Haz cosas malas, diviértete más”.

 

 

Si un extraño en la India te ofrece un “elixir”, tómalo.

 Reg Dean, otro inglés de 110 años y ministro de toda la vida, vivó a lo largo de dos Guerras Mundiales. Justo antes de la Primera Guerra Mundial, mientras se encontraba en la India, le hizo un favor a un local. El desconocido le dio a Dean un extraño, lodoso elixir y dijo que si lo tomaba, viviría al menos 100 años. Lo tomó y tal como pueden ver, vivió lo suficiente como para celebrar su cumpleaños número 110.

 

 

Comer porciones de comida más pequeñas.

 Jiroemon Kimura era un japonés especializado en comunicaciones y ex trabajador de una oficina postal. Cuando se retiró a los 65 años de edad, se convirtió en un granjero y se dedicó a eso hasta los 90 años. Kimura logró llegar hasta los 116 justo antes de fallecer y cuando se le preguntó que sentía él que podía ser la clave para una larga y saludable vida, su única respuesta fue comer porciones de comida más pequeñas. Ni drogas, alcohol o rock and roll aquí, solamente comer porciones pequeñas.

Esto ruega a la pregunta: ¿Vivir rápido y morir joven, o tomarlo con calma y desvanecerse lentamente en la oscuridad de la noche?

 

 

No preocuparse por pequeñeces. También, masajes con aceite de oliva extra virgen.

 Jeanne Louise Calment nació en Francia, hasta el día de hoy, es la persona más longeva, falleciendo en 1997 con 122 años de edad. ¿Su secreto? Calment, una adinerada francesa, se preocupaba lo menos posible, acerca de cualquier cosa. A diferencia de Kimura, ella fumó dos cigarros al día durante 100 años, tomaba vino de Oporto como nadie y aseguró a los reporteros que se comía dos libras de chocolate, semanal.

Sin embargo, no parecía importarle. No hacía el más mínimo intento por permanecer saludable, ejercitarse, o hacer cualquier tipo de actividad preventiva que pudiera ayudarla a vivir un poco más. De hecho, era conocida por decir: “Si no puedes hacer nada al respecto, no te preocupes por ello”. Uniendo su actitud libre de preocupaciones junto con sus exfoliaciones de aceite de oliva extra virgen, literalmente logró alcanzar el record de la persona más vieja del mundo. Ah, si, y dejo de fumar a los 119, tres años antes de morir. No por razones de salud, sino porque estaba tan ciega en ese punto, que no podía ver la punta del cigarro entre sus labios y no quería quemarse.

 

 

Un fino cigarro danés.

 Christian Mortensen es nuestro tipo de hombre. Nació en diciembre de 1882, fue uno de los seres humanos más antiguos en ser registrados. Antes de morir en abril de 1998 (¡A los 115 años!), se le preguntó cual era su secreto para una larga vida. Su respuesta fue vivir una “buena, limpia vida”, llena de amigos, agua pura, un fino cigarro danés, cero alcohol y cantar mucho. Junta todas esas cosas y, según Mortensen, vivirás por un largo tiempo.

 

 

No meterse en los problemas de los demás.

Antes de su muerte a los 116 años, Besse Cooper, profesora escolar nacida en Tennessee, le dijo al Guinness World Records que el secreto para una larga vida, aparte de abstenerse de comer comida chatarra, naturalmente, es no meterse en los problemas de los demás. Estamos dispuestos a asegurar que hay más de unos cuantos hombres muertos que les hubiese gustado escuchar esto antes.

 

 

Comer tocino.

¡Ja! ¡Al fin! ¡Validación! De todas las personas mencionadas en esta lista, Susannah Mushatt Jones, actualmente con 116 años, es la única que todavía permanece con vida. ¿Su secreto? Jones no tiene vicios. No toma, nunca ha sido amante de festejar o de hacer cualquier locura. Demonios, ni siquiera le gusta usar maquillaje. Sin embargo, vive fielmente bajo un buen desayuno de huevos, granos y no menos de cuatro tiras de tocino todos los días de su vida.

 

 

Mantenerse positivo, comer huevos y tomar tu propio brandy casero.

Amamos este consejo que nos dio Emma Morano, una italiana de 116 años que actualmente es la mujer mas vieja de Europa (y la segunda más vieja del mundo después de la Sra. Jones), quien asegura que las claves para su salud son tres huevos al día, una visión positiva del futuro y una pequeña prueba de brandy casero al día – esto en conjunto con el ocasional trozo de chocolate, porque la vida sin chocolate probablemente se parezca mucho a la muerte. Así que vayan a hacerse una Denver omelet, un Metropolitan y sonrían! Nosotros vamos vía a nuestra cocina justo ahora.

 

 

Comer miel cruda.

Hay múltiples beneficios por tomar una cucharada de miel cruda al día, incluyendo la disminución de alergias, antioxidantes, alivio para problemas digestivos, etc. No nos sorprende que, cuando a Sr. Fred H. Hale – quien surfeó por primera vez a los 95 años, fue a Europa a los 100 para visitar los lugares en los cuales su hijo luchó durante la Segunda Guerra Mundial y dejó de manejar a los 108 años (no por cuestiones de salud, sino porque le resultaban muy fastidiosos aquellos que manejan despacio) – se le preguntó cuál era su secreto para una larga vida, su respuesta fue la miel cruda y el polen de abejas (y el ocasional sorbo de whiskey).

 

 

Funche.

 Emiliano Mercado del Toro era un puertorriqueño tan viejo que se recordaba de la Guerra Hispano Americana. Es decir, estaba vivo cuando sucedió, en 1898. Antes de su muerte en el 2007 a los 115 años, dijo que todo esto se lo debía al funche. Entonces, ¿Qué es funche? Es una mezcla de bacalao hervido, harina de maíz y leche de coco. Si nos dieran la opción entre la muerte y el funche , probablemente erigiríamos la muerte, solo por como suena. ¡Pero bueno! ¡A cada uno lo suyo!

 

*Traducción por Redacción Runrunes

Nutricionistas advierten los riesgos de usar sustitutos del azúcar

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Sirope de agave o de arce, melaza, azúcar moreno… las estanterías de los supermercados y establecimientos alimentarios cada vez ofrecen más alternativas al azúcar refinado de mesa. Y en muchos casos estos productos, actualmente muy populares, se venden como una alternativa dietética para desterrar el azúcar blanco refinado de la dieta. Pero, a pesar de ello, los nutricionistas avisan que en la mayoría de casos el aporte calórico de estos productos es igual o similar al del azúcar blanco y que, en contra de lo que se piensa, no tienen más nutrientes. Por ello, los expertos aconsejan reducir el consumo de azúcar en lugar de buscar alternativas que siguen teniendo aporte calórico, apuestan por substituirlo por aromas y advierten de los peligros del exceso de azúcar en nuestra dieta.

“No hay azúcares mejores que otros, pueden ser más sofisticados, más caros u originales, pero no más saludables”, señala a LaVanguardia Alma Palau, presidenta del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas. Para esta experta, todos estos productos que se están poniendo de moda como alternativa saludable al azúcar blanco refinado, como el sirope de agave o de arce, la melaza o el azúcar moreno –que avisa que muy a menudo es azúcar blanco con colorante- siguen siendo “azúcares simples que pasan rápidamente a la sangre”. El nutricionista Julio Basulto comparte la opinión de Palau y añade que “desde un punto de vista nutritivo” no hay diferencias significativas en el aporte de nutrientes “a pesar de que muchas veces nos lo hacen creer”. Este experto advierte del engaño al que llevan muchos enunciados de estos productos cuando aseguran tener “menos calorías por 100 gramos” porque asegura que difícilmente nadie se toma tanta cantidad de este producto en una sola dosis para poder obtener los supuestos beneficios y “si se los toma le hace un flaco favor a su salud”, avisa.

Para Palau, además, el peligro de decir que un azúcar es mejor que otro es “altísimo” porque la gente lo puede tomar sin medida pensando que es saludable e incluso acabar tomando más cantidad. Además, avisa Basulto, consumir este tipo de productos puede derivar en el “efecto talismán”: dejar de llevar una vida saludable y de hacer ejercicio físico creyendo que estás tomando un producto dietético.

Los ‘beneficios’ de la miel y el azúcar morena

La miel es una de las recomendaciones estrella a la hora de substituir el azúcar porque aporta minerales. A pesar de ello, Basulto puntualiza que la miel “tiene muy pocos nutrientes y que sus supuestas propiedades medicinales no han sido demostradas”. Por ello cree que hay que moderar el consumo de ambos productos puesto que habría que tomar mucha cantidad de ellos para conseguir sus supuestos beneficios “y eso desequilibraría la dieta”. Además, los expertos advierten que el consumidor debe fijarse en el producto que tiene delante porque, en el caso del azúcar moreno, en muchas ocasiones realmente se trata de azúcar blanco al que se le ha añadido caramelo o ha sido teñido.

Los ‘riesgos’ de la estevia y otros edulcorantes

Otro de los substitutos más populares es la estevia. No es azúcar porque no tiene calorías pero Internet está lleno de “falsas declaraciones de salud” de este producto, advierte Basulto; entre otras, asegura el experto, se le atribuye la “capacidad de revertir la diabetes o curar la obesidad”. Pero a pesar de su buena prensa y de venderse como un producto natural “es la opción más mala porque su rango de seguridad es el más estrecho de todos los edulcorantes aprobados por la UE”, advierte Basulto. El nutricionista avisa que no se sabe a ciencia cierta de los efectos adversos que puede tener el abuso de la estevia, “algo que ya está ocurriendo”.

La presidenta del Consejo de Dietistas-Nutricionistas advierte además que cambiar el azúcar por edulcorantes también comporta riesgos ya que se acostumbra al paladar a tomar alimentos dulces. Y ello, prosigue Palau, puede derivar en que se acaben consumiendo alimentos dulces y con calorías.

 

Mucho azúcar oculto en la dieta

Todos los expertos consultados aseguran que la solución no está en buscar alternativas al azúcar blanco sino en reducir la ingesta de este producto, muy presente en nuestra dieta no solo en lo que nosotros añadimos sino también en muchos de los productos que consumimos. En este sentido, Palau asegura que no necesitamos incorporar azúcar a nuestra dieta porque los alimentos ya contienen azúcar. La presidenta del Consejo de Dietistas-Nutricionistas apuesta por reeducar nuestro paladar hacia productos no tan dulces y recuerda que hace tres décadas el dulce era algo que se reservaba a los domingos y que en cambio ahora está demasiado presente en nuestra dieta. Para Julio Basulto, “el azúcar no es veneno, pero que no es necesario y por ello hay que consumirlo con moderación”. También Juana María González, directora técnica de Alimmenta, señala la importancia de reducir el azúcar de nuestra dieta más que substituirlo.

Y es que un exceso de azúcar nos puede pasar factura, recuerdan los especialistas. Alma Palau explica que controlar el consumo de azúcar ayuda a prevenir la diabetes, el sobrepeso y la obesidad y avisa que son muchas enfermedades como los problemas cardiovasculares o incluso algunos cánceres están relacionados directamente con el consumo de azúcar.

La recomendación de los expertos es reducir la ingesta de azúcares simples (cereales azucarados, bollería helados o refrescos) y aumentar los hidratos de carbono complejos (productos integrales, legumbres y verdura).

Más hidratos y más aromas

Y si buscar alternativas al azúcar es la propuesta que todos los expertos consultados defienden, la nutricionista Juan María González, propone una que secundan el resto de colegas: substituir los azúcares por aromas como la canela o la vainilla de manera que se realce el sabor del alimento sin aportar más azúcares de los que ya contiene, por ejemplo, la fruta.

Y para los casos de consumo excesivo de azúcar, el nutricionista Julio Basulto, propone cambiar el azúcar por los edulcorantes de manera provisional y como paso intermedio a ir reduciendo paulatinamente el exceso de azúcar de la dieta.

Ene 13, 2015 | Actualizado hace 9 años
Remedios que son curativos y están en tu cocina

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Son muchos los accidentes domésticos que pueden ocurrir, desde una simple quemadura hasta una torcedura de tobillo. Lo bueno es que en casa cuentas con muchos remedios que son curativos y están en tu cocina. Descubre cuáles son y para qué sirven

Hielo. Ideal para desinflamar. Alivia y evita la hinchazón.

Limón. Una rodaja de limón aplicada sobre la picadura brinda alivio y además ofrece propiedades antibacterianas y cicatrizantes. Puede emplearse para desinfectar cortes, heridas y picaduras de insectos. También alivia erupciones y combate el acné. En general, el limón es un buen aliado para neutralizar casi todas las molestias de la piel. Ideal para picaduras de abejas.

Miel. Se utiliza para curar heridas de la piel y prevenir infecciones. Es, casi casi, milagrosa.

Azúcar. Es un poderoso antibiótico natural. Para tratar heridas primero se limpia la zona y luego se le pone encima el azúcar.

Sal. Basta frotar la zona con un poco de sal y la picazón cederá poco a poco.

Té común. Alivia la picazón gracias a los taninos del té que tienen propiedades astringentes.

Cambur. Se cubre la mordedura, picadura o quemadura con la parte interior de la cáscara de la banana. No solo proporciona alivio inmediato, sino que ayuda a cicatrizar más rápido.

Vinagre blanco o de manzana. Tiene poder antiséptico y fungicida. Alivia picaduras, herpes, combate hongos y limpia la piel. Simplemente moja un algodón en vinagre y aplica sobre la picadura. Ideal para aliviar picaduras de aguas vivas, zancudos.

Cebolla. Tiene propiedades cicatrizantes.Para tratar heridas y ronchas, se cortan rodajas y se aplican en la zona de la picadura o herida.

Polvo de hornear y agua. Se hace una pasta y se aplica sobre la picadura. Dará alivio y evitará la picazón.

Harina de avena. Se mezcla con agua, se forma una pasta y se aplica sobre el área afectada. Reduce la inflamación y tiene un efecto calmante.

Tomate. Excelente calmante para aliviar el dolor de las picaduras de insecto que dejan aguijón. Se aplica en rodajas directamente sobre la picadura. Ayuda a bajar la inflamación y alivia el dolor.

Bonus track.
Uno que no falla, que no está en la cocina, pero se encuentra en todas partes: Aloe vera, es un calmante natural ante el ardor, las ronchas y la piel quemada por el sol. Se utiliza abriendo la hoja y colocando la parte jugosa sobre la picadura. Reduce la hinchazón y es antiséptico.

¿Los remedios caseros funcionan para el resfriado?

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Cubrir el pecho con papel marrón y vinagre, remojar los pies en agua caliente, o el uso de calcetines mojados son las viejas curas para el resfriado que pueden parecer irrisorias desde el punto de vista de la medicina moderna.

Por ello, los beneficios aparentes de los remedios caseros hoy en día se evaporan bajo el escrutinio. Sin embargo, hay algunos que aparentemente sirven.

No se medique con vitamina C (pero tal vez aumenta la ingesta de zinc)

«La primera cosa que mucha gente intenta es complementar su dieta con vitaminas C y D», dice Michael Allan de la Universidad de Alberta en Canadá, quien recientemente revisó la evidencia de los remedios más populares.

Se ha demostrado que medicarse con vitamina C protege ligeramente a personas bajo gran presión física, como los corredores de maratón, pero para la persona común el riesgo se reduce sólo en un 3% .

«Si un adulto tiene dos resfriados al año, sólo podrá evitar uno en 15 años», dice Allan.

Las pastillas de zinc pueden tener una base más firme. Basado en tres ensayos clínicos, Allan dice que los niños que toman suplementos de zinc sufren aproximadamente de 1 a 1,5 menos resfriados al año en comparación con los seis a ocho que experimentan los escolares.

También existe alguna evidencia de que puede reducir la duración de un resfriado en un día o dos. Dado que el zinc tiene un sabor desagradable y una persona tendría que tomarlo todo el año para beneficiarse, Allan no está seguro de si lo recomendaría para el día a día.

Disfrute de una bebida alcohólica…

La sabiduría común sugiere que una noche de bebida debilita las defensas del cuerpo y te hacen vulnerable al virus.

La cuestión no ha sido ampliamente explorada por los médicos, pero tres estudios independientes indican que los bebedores regulares (pero moderados) son, de hecho, menos propensos a contraer un resfriado.

Pero no todas las bebidas funcionan. Mientras que el vino ayuda, la cerveza no lo hace.

Aun así, esto es sólo la evidencia preliminar y debe ser tomado con escepticismo razonable, pero, al menos, sugiere que no es necesario que culpar a la autoindulgencia de su sufrimiento.

No tome antibióticos, elija medicamento para el resfriado

Francamente, no hay ninguna razón para tomar antibióticos, ya que estos combaten las bacterias, mientras lo que causa el resfriado es un virus.

«No hay ningún beneficio real en los antibióticos. Al contrario, hacen aumentar el riesgo de efectos adversos como la diarrea», dice Allan.

Su mejor apuesta es tratar de reducir sus síntomas.

Las píldoras que combinan antihistamínicos con descongestionantes o analgésicos y que se compran en la farmacia, ayudan a aliviar algunos de los síntomas más desagradables para los adultos (no niños).

Pero incluso entonces, los beneficios son modestos y probablemente difieren entre las personas y los tipos de infección que están sufriendo, dice Allan.

Tome una cucharada de miel (pero cuidado con otros remedios naturales)

En general, los remedios a base de hierbas -como la equinácea, o tabletas de ajo- no funciona.

El único que mostró alguna efectividad fue la miel.

En tres estudios diferentes se halló que una cucharada, tomada directamente antes de acostarse, calma la tos en tres estudios diferentes, y demostró ser mejor que otras bebidas azucaradas y jarabes para la tos.

Un estudio sugirió que una combinación de miel y café podría ayudar a la tos persistente clara en adultos.

Finalmente… pida atención de sus seres queridos

Las personas que te rodean pueden determinar la rapidez con la que uno se recupera.

Los pacientes que reportan que sienten una mayor empatía con su médico parecen superar su enfermedad con mayor rapidez, un efecto que se puede ver tanto en los propios informes de los síntomas y las medidas más objetivas de su actividad inmune.

No está claro de si se puede decir lo mismo de la gente más cercana, pero en ausencia de una cura milagrosa, un poco de compasión no es mucho pedir y podría proporcionar consuelo donde los otros remedios han fallado.

Hay un montón de otras cuestiones que podrían ser exploradas con más investigación.

Al viajar en un autobús lleno de gente, por ejemplo, ¿es mejor tener las ventanas abiertas, para eliminar todos los gérmenes, incluso si eso significa que todo el mundo contraiga un resfriado?

Tales preguntas son muy difíciles de estudiar con precisión científica. Pero, por mucho, la mejor medida, dice Allan, es simplemente usar el sentido común: lavarse las manos con regularidad y no compartir bebidas con personas que ya están infectadas.

No es la panacea que todos estamos esperando, pero a veces la respuesta más simple es también la más efectiva.