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Mesa de la Unidad Democrática

#GuachimánElectoral | Oposición se decidió por Ocariz y lo postulará como candidato para Miranda
En las próximas horas se formalizará la postulación en el sistema automatizado del CNE. La MUD ha estado trabajando para dar a conocer la maqueta electoral definitiva, pero aún no se define Lara

 

A menos de 48 horas de que finalice el lapso para que los partidos políticos que participarán el 21 de noviembre hagan las sustituciones correspondientes, la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha estado trabajando en la definición de la maqueta electoral para alcaldías y gobernaciones.

En esta definición los partidos se decantaron por Carlos Ocariz para que sea el abanderado de la oposición en el estado Miranda. Esta decisión se da luego de intensas semanas de debate, búsqueda de consensos y hasta revisión de encuestas en la entidad. “Uzcátegui nunca aceptó la repetición de las encuestas y se quedó fuera de la Unidad”, afirmó al Guachimán Electoral un informante, quien prefirió resguardarse bajo anonimato.

Sobre la fecha en que formalizarán la inscripción, afirmó que hay oportunidad de hacerlo hasta el 22 de septiembre, por lo que en las próximas horas se dará a conocer el anuncio oficial y se formalizará el proceso en el sistema automatizado del CNE. Mientras se resolvía la disputa en Miranda, la Unidad inscribió el nombre de José Luis Cartaya, exdirigente de la tarjeta MUD, para que reservara el espacio hasta que se hiciera la sustitución.

Por su parte, el secretario de organización de Primero Justicia en el estado Miranda, Roger Delgado confirmó a El Pitazo que la tolda aurinegra inscribirá a Ocariz. «Vamos con la Unidad, la de la manito», dijo.

Este sería el segundo intento de Ocariz en busca de la gobernación de Miranda. Ya en 2017 fue el abanderado de la MUD, en ese momento obtuvo 45,67% de los votos, frente al 52,78% que obtuvo Héctor Rodríguez.

Este lunes, 20 de septiembre, antes de que la oposición agrupada en la tarjeta MUD se decidiera por Ocariz, Uzcátegui había declarado a los medios que esperaba formalizar su candidatura como la unitaria. “En la primera semana de septiembre nos sometimos a 4 encuestas para decidir la candidatura unitaria en Miranda. Ganamos 3 de 4 encuestas. Lamentablemente, la MUD no se ha pronunciado. Nosotros esperamos pacientemente para que se haga lo correcto y que se cumpla lo acordado. Yo no creo que la MUD haga lo que no debe hacer en Miranda.”, dijo.

Lara todavía no se resuelve

Uno de los estados en el que a 48 horas del cierre del lapso de las modificaciones y sustitución de candidaturas no se ha resuelto quién será el abanderado es Lara. Para la gobernación se disputan dos figuras representativas de los partidos: Sobella Mejías, por Acción Democrática y Luis Florido, por Un Nuevo Tiempo.

La semana pasada Mejías había propuesto que se hicieran elecciones primarias este domingo, 19 de septiembre, para evitar “fracturas” y tener el “mayor consenso posible”. No obstante, la consulta no se hizo y por los momentos ambos siguen teniendo aspiraciones, pues siguen compartiendo recorridos y promesas para el estado Lara.

“Ahora el compromiso está sobre las encuestas”, afirmó un informante al Guachimán Electoral.

Guachimán Electoral

#GuachimánElectoral | Partidos políticos ya tienen su posición en el tarjetón electoral para el #21N (FOTO)
La Mesa de la Unidad Democrática pidió un cambio en su selección inicial, mientras que el PSUV quedó ubicado arriba y a la izquierda del tarjetón

Los partidos políticos nacionales hicieron la escogencia de su posición en la boleta electoral para los comicios regionales y municipales del próximo 21 de noviembre. Fueron 37 partidos los que participaron en el acto, muchos de ellos partidos de reciente reconocimiento ante el CNE.

La tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que representará a los partidos agrupados en la Plataforma Unitaria de Venezuela, se apuntó en la tercera casilla, de arriba hacia abajo, en el borde izquierdo de la boleta, justo debajo de Tupamaro y arriba del Partido Comunista de Venezuela (PCV); Esto, luego de efectuar un cambio en su elección inicial que la dejaba en la tercera casilla de abajo hacia arriba, en el borde derecho de la boleta.

Las posibles razones de la modificación se produjeron debido a que fichas con nombres y colores similares se situaron cerca. La alianza opositora que hasta 2017 se posicionó abajo, a la izquierda y en la esquina, no podrá repetir lugar para esta contienda debido a que fue tomado por el sector de Acción Democrática, intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que dirige Bernabé Gutiérrez.

Un Nuevo Tiempo, otra la de las tarjetas en mano de la Plataforma Unitaria que agrupa al G4, está ubicada de tercera en la segunda columna, de arriba hacia abajo, debajo de UPV (el partido de la fallecida Lina Ron) y arriba de Convergencia.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) escogió de primero y estará arriba y a la izquierda, en la ubicación. La decisión ya había sido cantada por la tolda roja, antes del acto de escogencia, y ha sido el puesto que ha seleccionado la tolda roja, al menos en las últimas cinco elecciones.

El director general de la Oficina Nacional de Planificación y Organismos Electorales Subalternos del CNE, Luis Piedra, fue el encargado de dirigir el acto, y explicó que las organizaciones eligieron sus puestos en orden jerárquico por alianzas y resultados anteriores.

Los partidos tendrán solo hasta el día de hoy para solicitar cambios en las boletas. Por su parte, el próximo sábado 11 de septiembre, a las 2 de la tarde, las toldas regionales ocuparán los puestos vacantes en la maqueta

A la jornada asistieron la presidenta de la Junta Nacional Electoral, Tania D’ Amelio y los representantes del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), encabezado por Nicanor Moscoso.

Así fue la escogencia de los partidos:

 

Guachimán Electoral

En 5 puntos: Plataforma Unitaria anuncia su participación en las regionales con la tarjeta de la MUD
Henry Ramos Allup aseguró que la participación de la oposición no implica un reconocimiento al régimen de Nicolás Maduro

La Plataforma Unitaria de Venezuela informó este martes, 31 de agosto, que participará en las elecciones regionales pautadas para el 21 de noviembre.

De acuerdo con el comunicado de la Plataforma Unitaria, la oposición participará en estos comicios con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Asimismo, consideraron este evento como “un terreno de lucha útil”, y advirtieron que no serán elecciones libres ni convencionales.

El anuncio se hizo a través de una rueda de prensa, realizada desde la sede del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) en Caracas. También participaron dirigentes de otros partidos como Henry Ramos Allup (AD), Juan Pablo Guanipa (Primero Justicia), Simón Calzadilla (Movimiento Progresista de Venezuela), entre otros.

 

«El gobierno se estaba frotando las manos, pero se va a quedar con los crespos hechos porque nosotros vamos a llevar unidad perfecta», indicó Henry Ramos Allup, secretario nacional de Acción Democrática.

El comunicado

Marianela Anzola, secretaria femenina de Un Nuevo Tiempo (UNT), estuvo a cargo de leer el comunicado, el cual establece cinco puntos:

«Anunciamos a la comunidad nacional e internacional nuestra participación en el proceso de regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Tomamos esta decisión mayoritariamente después de un extenso y difícil proceso de deliberación interna que contó con la participación de líderes locales, regionales y nacionales. Nos mueve la difícil situación que atraviesa nuestro país, el sentido de urgencia para encontrar soluciones permanentes a nuestros padecimientos y el propósito de fortalecer la unidad».

«Sabemos que estos comicios no serán unas elecciones justas ni convencionales. La dictadura ha impuesto obstáculos graves que ponen en riesgo la expresión de cambio del pueblo venezolano. Sin embargo, entendemos que serán un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución a la grave crisis de nuestro país: unas elecciones presidenciales y legislativas libres. Nos organizaremos, nos movilizaremos y nos fortaleceremos en unidad al servicio de la reinstitucionalización democrática de Venezuela».

«Destacamos que esta decisión complementa los esfuerzos que se adelantan en México y apuntan a una solución pacífica y negociada. Un país organizado y movilizado puede levantar su voz con mayor fuerza para exigir democracia, la reinstitucionalización de los poderes y sacar a los venezolanos de la miseria y pobreza en la que hoy está sumergidos».

«Reconocemos la labor, esfuerzo y entrega de todos los venezolanos que se han mantenido firmes en esta lucha, que se ha hecho extensa. Debemos destacar especialmente el trabajo de los hombres y mujeres que militan en partidos políticos o forman parte de organizaciones sociales. Igualmente, agradecemos el indeclinable apoyo del mundo libre y de los aliados internacionales del pueblo de Venezuela. Esta decisión nos convoca y exige lo mejor de todos. En unidad avanzaremos con firmeza y optimismo hacia la democracia».

«Asumimos el compromiso de redoblar esfuerzos para motivar al pueblo de Venezuela a ser parte de este episodio de lucha y a procurar que el 22 de noviembre hayamos logrado avanzar en el camino que nos llevará a solucionar la grave crisis de Venezuela: un acuerdo nacional y elecciones presidenciales y parlamentarias libres».

No se han logrado todas las garantías

Ramos Allup, secretario nacional de AD, señaló que aunque no se han logrado todas las garantías electorales en las negociaciones que comenzaron en México, igualmente la Plataforma Unitaria decidió participar.

«Las concesiones que se han logrado es por la negociación evidentemente. No tenemos la totalidad de las garantías, pero no podemos decir que si no tenemos el 100% de las garantías no vamos a participar», sumó.

 

Aclaró además que no se trata del gobierno interino, sino de la Plataforma Unitaria. «Iba a venir Freddy Guevara, pero lamentablemente no pudo llegar a tiempo para acompañarnos», dijo luego que mencionó algunos partidos que participaron.

Por otra parte, dijo que están bregando para que haya observación Unión Europea y «si estas conversaciones siguen avanzando por supuesto que va a haber observación internacional». 

Negociar no significa legitimar

Durante las declaraciones de los opositores, Henry Ramos Allup aseguró que llevar a cabo un diálogo con el régimen de Nicolás Maduro no significa legitimarlo.

«¿Quién ha dicho que los procesos políticos son lineales? Si en determinado momento la conveniencia nacional es participar, participa; y si la conveniencia nacional es no participar, pues no participa», señaló.

 

Según Ramos Allup, la política se ejecuta con base en la interpretación de las realidades concretas, en un momento específico.

«El hecho de que yo tenga que establecer una interlocución con el régimen que está violando mis derechos constitucionales, no significa reconocimiento alguno (…) ¿Ante quién voy a reclamar las violaciones de mis derechos constitucionales? Pues a quién me los está violando y me los está secuestrando. Si el régimen me viola mis derechos, tengo que establecer un proceso de interlocución con quien me viola mis derechos porque los quiero recuperar», expresó.

Renuncia directiva de la MUD ante indecisión del G4 sobre elecciones regionales
En días pasados, Cartaya dirigió un mensaje interno a los partidos opositores mayoritarios que conforman el G4

La directiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su renuncia al partido político ante la indecisión del G4 sobre las elecciones regionales.

A través de un comunicado, la directiva de la MUD recordó que el lunes, 23 de agosto, se encontraban a cinco días «de vencer el plazo para formalizar las postulaciones de candidatos en el Consejo Nacional Electoral (CNE)».

Quienes renunciaron fueron Ramón José Medina, quien hasta ahora cumplió el rol de presidente de la MUD; y José Luis Cartaya, secretario general del partido opositor.

Añaden que tomaron la decisión de renunciar ante la «imposibilidad» de cumplir con dicho requisito en tan breve plazo.

«Nos vemos obligados a renunciar a los cargos de presidente y secretario del partido Mesa de la Unidad Democrática y poner a su disposición usuario y clave para el Sistema de Postulaciones», agregan.

 

En ese sentido, Medina y Cartaya solicitan designar a sus sustitutos a la «mayor brevedad posible para notificar inmediatamente de ello al CNE», dice el texto.

En días pasados, Cartaya dirigió un mensaje interno a los partidos opositores mayoritarios que conforman el G4.

Para ese momento, el político advirtió que quedaba poco tiempo para definir las postulaciones de la alianza opositora en las próximas elecciones del 21 de noviembre.

A juicio de quienes administran la tarjeta de la MUD, para poder hacer las postulaciones, se tendría que trabajar por lo menos 10 horas durante seis días continuos, lo cual resultaba poco posible logísticamente.

«Todo eso sin distracciones como la caída de la internet, bajas de luz e imponderables. Un minuto perdido es una posible postulación que no se haga».

 

Reacciones

Poco se ha comentado por parte de políticos opositores en redes sobre esta decisión. Hasta ahora, solo algunos periodistas difundieron la información.

Al respecto, la periodista Dayimar Ayala comentó: «Si usted se durmió temprano anoche, esto pasó pasadas las 11:00 pm, los representantes de la tarjeta MUD renunciaron ante la indecisión del G4 sobre las postulaciones».

Por su parte, la también periodista Gabriela González se pregunta si el G4 se hablará al respecto, lo que hasta ahora, no ha ocurrido.

Con información de TalCual

MUD pide a la oposición definir candidatos a las elecciones del #21Nov
La Mesa asegura que su tarjeta «está al servicio de la unidad de la oposición y en ningún momento se prestará para generar divisiones en el seno» de esta

 

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) emitió un comunicado en el que se refiere a las elecciones previstas para el 21 de noviembre y exhorta a que se defina «con urgencia» la participación o no en este proceso electoral, en el que se elegirán a gobernadores y alcaldes.

Para la MUD, si la decisión es participar, la oposición debe presentar «candidaturas unitarias en todo el país cuya selección debe hacerse a través de tres mecanismos: 1) elecciones primarias, en un proceso en que participen los distintos candidatos; 2) el consenso mediante negociaciones entre los mismos; y 3) mediante la realización de encuestas que determinen aquel candidato que esté en mejores condiciones para enfrentar a los candidatos del gobierno».

En el mismo texto, la Mesa asegura que su tarjeta «está al servicio de la unidad de la oposición y en ningún momento se prestará para generar divisiones en el seno» de esta.

«Asimismo, desautorizamos a todos aquellos que se han arrogado la decisión de postular candidatos en su nombre, pues esa atribución solo corresponde a las autoridades del partido junto a los dirigentes de la oposición democrática», se lee en el texto.

Desacuerdos en la oposición

En el comunicado, la MUD también reconoce «la dificultad para iniciar una etapa de cambio político», como consecuencia de «la grave crisis de orden económico, la emergencia social y la debilidad del proceso político». Esta circunstancia, afirma la Mesa, «impide a la oposición democrática capitalizar el descontento de la ciudadanía frente a la gestión del régimen».

«Por ello, es fundamental e impostergable reconstruir la unidad de la oposición con una visión compartida que garantice el retorno de la democracia, el estado de derecho y una gestión eficiente que permita atender la emergencia social que vive el país. Esta deseada unidad solo es posible si se logra una verdadera y
comprometida unidad que permita ganar la confianza de la sociedad organizada, los sectores populares y la comunidad internacional», reza el texto.

La MUD también destaca que «la falta de acuerdos por parte de los distintos sectores que forman parte de la oposición democrática y sus divergencias revela que cada día es más difícil llegar a acuerdos que permitan determinar una estrategia compartida en relación a la participación electoral y al proceso de negociación con el gobierno».  

Oposición intenta recuperar la iniciativa en 2019

EL MOVIMIENTO OPOSITOR AL CHAVISMO INTENTA RECUPERAR LA INICIATIVA después de años de asedio del régimen y fracturas internas. Mientras el presidente Nicolás Maduro se prepara para formalizar, el 10 de enero, la renovación de su mandato hasta 2025, las fuerzas críticas con el oficialismo, que rechazaron participar en las últimas elecciones presidenciales, celebradas el pasado mayo, buscan reponerse de los golpes sufridos. Un grupo de dirigentes opositores y gremiales presentó el miércoles en Caracas un programa para un hipotético escenario de cambio de Gobierno. Una “propuesta integral para el rescate de Venezuela” cuando se cumplen 20 años de la primera victoria electoral de Hugo Chávez.

La génesis

El antichavismo nació en el mismo momento en el que el expresidente, fallecido en 2013, alcanzó el poder. En 1998, una parte de la sociedad no compartía los postulados del comandante, desconfiaba de sus intenciones y cultivaba una profunda antipatía hacia su conducta. Acción Democrática y el socialcristiano Copei, fundadores del sistema democrático en 1958, alguna vez partidos poderosos y masivos, atravesaban una oscura zona de descrédito y eran el blanco favorito de las críticas de una ciudadanía harta de los escándalos de corrupción acumulados.

En la edad de oro de la antipolítica, el malestar con Chávez descansaba entonces sobre todo en la clase media, con picos nada desdeñables en los estratos pudientes. El primer líder que enfrentó al mandatario y ejerció una breve rectoría en las masas opositoras fue Henrique Salas Romer, gobernador del Estado de Carabobo, al frente de Proyecto Venezuela, cuya candidatura obtuvo el 39% de los votos frente al 56% que logró Hugo Chávez.

Coordinadora Democrática

Persuadidos de que un Chávez que no escondía su intención de extender su mandato representaba un peligro para Venezuela, la primera tentativa unitaria de todas las fuerzas democráticas venezolanas tuvo lugar en 2002, y fue conocida como la Coordinadora Democrática. Fue una plataforma política fruto de una alianza entre la Confederación de Trabajadores de Venezuela y la patronal Fedecámaras, en la cual tuvieron influencia sectores culturales de la sociedad civil, directivos de medios y gestores petroleros en rebeldía. Los partidos políticos participaban, pero no lideraban aquella alianza. Chávez había ganado varias elecciones regionales de manera inapelable, pero en el seno de aquella coalición carburaba un malestar que encontró eco en las Fuerzas Armadas.

En 2002 tuvo lugar un fracasado intento golpista que dañó mucho el discurso opositor sobre la defensa de la democracia. En el chavismo todavía nadie hablaba de socialismo y no se había expropiado una sola empresa.

La Coordinadora Democrática se descalabró en agosto de 2004, una vez que Chávez derrotó de nuevo a las fuerzas opositoras en un referéndum revocatorio que consultaba al pueblo sobre la continuidad del presidente, una figura constitucional ideada por Chávez que presumiblemente reforzaba el carácter “protagónico” de su proyecto y que jamás se ha vuelto a concretar porque Nicolás Maduro lo ha impedido.

La Mesa de la Unidad Democrática

Al evaluar las causas de aquel fracaso, los debates posteriores abonaron mucho la idea de rescatar el protagonismo de los partidos políticos. Tras pasar varios años dispersa y dividida en torno al dilema de si es preferible votar o no, en 2009 se pudo concretar un rediseño unitario de la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), plataforma de partidos inspirada en la Concertación chilena en contra del dictador Augusto Pinochet. Destacaban en la MUD Primero Justicia, partido emergente fundado en 2000; Acción Democrática, Copei, Proyecto Venezuela y Un Nuevo Tiempo.

A pesar de ser criticada por su proceder parsimonioso, la MUD devolvió a la oposición un eje necesario para iniciar un diálogo con las masas y aumentar su influencia social. Con el político y escritor Ramón Guillermo Aveledo en la secretaría ejecutiva, se organizó un voluntariado técnico solvente, se consolidaron espacios unitarios y se hicieron dos trabajos programáticos para la transición. Del paraguas de la MUD emergieron Henrique Capriles, Leopoldo López y María Corina Machado, que comenzaron a recorrer el país y a dialogar con la gente, encarnando un recambio generacional en la política entre un grupo de formaciones que iban desde el liberalismo hasta la socialdemocracia.

Con los precios del petróleo en su pico más alto, y el populismo de Chávez en el paroxismo, la Unidad Democrática alcanzó con Henrique Capriles el 44% de los votos en las elecciones de 2012, y el 49%, solo décimas por detrás de Maduro, en las de 2013, las que se celebraron tras la muerte de Chávez.

La MUD alcanzó finalmente una clamorosa victoria en las parlamentarias de 2015, con tres cuartas partes de los escaños de la Asamblea Nacional.

Diferencias internas

A partir de ese momento, la MUD comenzó a resquebrajarse. Los dirigentes opositores quisieron afincarse en el Legislativo para activar algún mecanismo constitucional que sacara a Maduro del poder y mostraron su interés en investigar la generalizada corrupción del chavismo.

Con la misma velocidad, Maduro y su número dos, Diosdado Cabello, endurecieron sus modales, vetando todas las iniciativas legislativas con su control sobre el Tribunal Supremo de Justicia. En 2017, cuando el descontento salió a la calle, sobrevendría una violenta represión y parte de la dirigencia opositora terminó en el exilio, asilada en embajadas o en la cárcel.

La actitud hostil del chavismo reavivó las diferencias en torno al camino a seguir, y produjo reacomodos con agendas individuales que condujeron al fin de la MUD.

El Frente Amplio por Una Venezuela Libre, nueva coalición de partidos y actores sociales, que ha incorporado a actores que han roto recientemente con el chavismo, lleva todo 2018 deliberando y haciendo un diagnóstico de la dimensión extraelectoral de la crisis venezolana. Queda la incógnita de si será la herramienta que usen los partidarios del cambio en el país. Los sectores opositores son claramente mayoritarios en Venezuela, pero sus partidos y dirigentes con frecuencia son vistos con decepción y rechazo.

Por Alonso Moleiro

Acceso a la Justicia: Elecciones de concejos municipales o una farsa electoral más

El proceso del pasado 9 de diciembre más que la realización de unas elecciones  auténticas para elegir a los titulares de los concejos municipales se trató nuevamente de una contienda manipulada con supuesta apariencia de “legitimidad democrática”, dado que desde su convocatoria estuvo siempre al margen de la legislación electoral.

Para Acceso a la justicia, el Consejo Nacional Electoral (CNE) volvió a menoscabar la soberanía popular tras la multiplicidad de irregularidades que distorsionaron y entorpecieron los principios de transparencia, autenticidad y limpieza que exige un proceso comicial democrático, sólo con la finalidad de abrirle paso al ventajismo electoral desbocado a favor de los candidatos oficialistas, pero desventajoso para los candidatos opositores, tal como quedó evidenciado con los resultados hasta ahora proclamados por el órgano comicial, en los que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo más del 90% de los puestos adjudicables de concejales en el territorio nacional, en unas elecciones en las que la abstención alcanzó 72,6% según cifras del ente rector.

Se advierte, en efecto, que las arbitrariedades cometidas por el CNE no variaron sustancialmente con respecto a las observadas en los procesos correspondientes a las elecciones presidenciales anticipadas y consejos legislativos del pasado 20 de mayo de 2018, así como en los comicios regionales (gobernadores) y municipales (de alcaldes) celebrados en 2017, sobre todo al crear un marco electoral absolutamente desigual a fin de evitar el triunfo de la oposición. A esto se añade que para la elección presidencial los partidos políticos de oposición que participaron no eran en su mayoría los de más trayectoria sino unos nuevos, inscritos y permitidos por el Gobierno.

En este sentido apuntan las irregularidades que el Poder Electoral cometió en la contienda del domingo 9 de diciembre, las cuales representan la profundización del debilitamiento y la flagrante violación de los derechos políticos ciudadanos y, en general, la destrucción de la institución del voto, una de las esenciales garantías de un régimen democrático.

Mostramos a continuación seis de las anomalías más resaltantes que estuvieron presentes en la jornada.

1. La cancelación arbitraria de los partidos políticos que no participaron en las elecciones celebradas en 2017 y en las presidenciales y de consejos legislativos el 20 de mayo de 2018.

La mayoría de los partidos políticos quedaron inhabilitados de participar en la elección de concejales tras un conjunto de decisiones que fueron tomadas por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el CNE.

De hecho, desde 2016 estos órganos se dedicaron a impedir sistemáticamente que el sector opositor, representado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y otras organizaciones políticas de la disidencia del país, postulara a sus abanderados en las diferentes contiendas electorales que estaban previstas a celebrarse en ese año.

En este contexto, y con desconocimiento absoluto de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, legislación que expresamente establece cuál es el procedimiento que debe cumplirse para poner fin –jurídicamente– a los partidos políticos en Venezuela, fueron canceladas las organizaciones políticas opositoras.

Los últimos partidos que fueron inhabilitados a partir de esta práctica inconstitucional fueron Acción Democrática (AD), Nueva Visión para mi País (Nuvipa), Un Nuevo Tiempo Contigo (UNT) y Generación Independiente (Gente), por no haber participado en las elecciones presidenciales y de consejos legislativos del 20 de mayo de este año.

Este inédito acontecimiento en la más reciente historia democrática del país cerró las puertas a una auténtica oferta electoral, que realmente garantizara al cuerpo electoral la libertad de elegir, además que le restó confianza y transparencia al proceso.

2.Retraso en la convocatoria de los comicios municipales y la separación ilegal de las elecciones de concejales con las de alcaldes por mandato de la ANC.

La alteración del orden legal en las elecciones de concejos municipales proviene también por el retraso a que se vieron expuestas. Estos comicios debían realizarse en 2016, pero el CNE con el pretexto de que estaba dedicado a la organización del referendo revocatorio que la oposición había puesto en marcha contra el presidenteMaduro, decidió aplazar esta escogencia para finales de 2017.

Por otra parte, la fraudulenta ANC, sin motivación alguna e incumpliendo y usurpando funciones del CNE, convocó para el 10 de diciembre de 2017 la celebración de las elecciones de alcaldes  sacando a los concejos municipales del mencionado proceso eleccionario.

Con este telón de fondo, es conveniente advertir que la escogencia de los titulares de las cámaras municipales debía realizarse simultáneamente con la elección de los alcaldes, en virtud que el artículo 2.2 de la Ley de Regularización de los Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales consagra que las elecciones de alcaldes, concejales, concejos municipales, distritales y metropolitanos deben realizarse de forma conjunta para garantizar la uniformidad en el inicio y culminación de sus mandatos y, de esta forma, evitar que se altere o modifique la periodicidad de los cargos ejecutivos y legislativos del poder públicomunicipal, tal como ocurrió con las elecciones municipales del 8 de diciembre de 2013.

Por ello, la forma tan burda como fue convocada la elección de concejales ocasiona un cambio arbitrario en los períodos constitucionales de las cámaras municipales respecto a los de los alcaldes, que es manifiestamente contraria a la norma prevista en el artículo 2.2 de la Ley de Regularización de los Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales,  y que altera la uniformidad que debía ser garantizada por el órgano comicial, siendo responsable del ejercicio errado de esta potestad electoral.

3.Modificación arbitraria del diseño de las circunscripciones electorales y el número de cargos de concejales a elegir.

Ha sido una práctica recurrente del CNE diseñar las circunscripciones electorales a su antojo, sin un estudio previo de las proyecciones poblacionales aprobadas por el órgano parlamentario, con la intención de favorecer los intereses electorales de los candidatos del sector oficialista.

Asimismo, ha sido una práctica reiterada no modificar las circunscripciones electorales pero sí la cantidad de cargos a elegir para favorecer intereses partidistas, tal como ocurrió con las elecciones parlamentarias celebradas en diciembre de 2015 en las que –por exceso o por defecto– el CNE manipuló la cantidad de diputados a escoger.

En las elecciones del 9 de diciembre el órgano comicial recurrió a esta práctica antidemocrática y manipuló arbitrariamente el número de escaños de concejales a elegir en las algunas circunscripciones. Es oportuno advertir que el artículo 13 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) establece la escala para elegir a los representantes ante las cámaras municipales. Adicionalmente, el artículo 11 dispone cómo se diseñan las circunscripciones electorales atendiendo la densidad poblacional, en este caso, del municipio, que es calculada y proyectada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Un ejemplo en el que puede notarse dicha práctica fue denunciado por la organización Súmate en alianza con la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) es en el municipio Guaicaipuro (estado Miranda), que para 2013 elegía a once concejales, ocho nominales y tres por lista, con una población general INE (al 31 de julio de 2013) de 312.502.

Sin embargo, para estas elecciones municipales el número de concejales en la referida entidad quedó reducido a nueve concejales, siete nominales y dos por lista, con una población general INE (al 31 de diciembre de 2018) de 291.278, es decir que fueron elegidos dos concejales menos según los datos suministrados por el CNE.

Así, se le deja al órgano comicial libertad absoluta para determinar los escaños a elegir y el diseño de los circuitos electorales conforme a los intereses políticos que puedan estar en juego en determinadas entidades, sin que exista ningún tipo de control. Lamentablemente esta situación vulnera los estándares mínimos de protección de los derechos de los electores, incluso pone en peligro el principio de la representación proporcional, base fundamental para la elección, conformación y funcionamiento de los cuerpos colegiados de representación política (artículo 63 de la Constitución).

4. La entrega de bolsas de alimentos del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) y otros beneficios sociales durante el acto de votación a partir del uso del Carnet de la Patria.

En la jornada electoral también se produjo una serie de arbitrariedades durante el acto de votación como parte de la ofensiva gubernamental para coaccionar a sus militantes y simpatizantes a votar en favor de los candidatos oficialistas, lo que está intrínsecamente relacionado con el uso del Carnet de la Patria en los puntos rojos instalados en las adyacencias de los centros electorales.

Como ya lo ha denunciado de manera reiterada Acceso a la Justicia, el Carnet de la Patria es un instrumento autoritario que el régimen ha impuesto sistemáticamente a fin de  intimidar a las personas a participar en los procesos electorales, además de chantajearlas con la entrega o no de beneficios y otros subsidios económicos o sociales.  En esta ocasión, el soborno e intimidación vino del propio Maduro al ofrecer un pernil y un bono de 2.000 bolívares a quienes votaran en estas municipales.

5. La instalación de puntos rojos del partido PSUV en las cercanías de los centros electorales

Queda claro que esta práctica vulnera el carácter libre y secreto del sufragio (artículo 63 de la Constitución), además que con el manifiesto ventajismo de las candidaturas, expresado públicamente por Maduro, la legitimidad de este proceso queda absolutamente cuestionada.

6. La parcializada observación internacional del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA).

Como advirtió en su momento Acceso a la Justicia, el CEELA es una organización que guarda estrecha simpatía con el órgano comicial y con países ligados al chavismo, como el caso de Nicaragua.

Para sopesar la credibilidad del mencionado grupo basta recordar a título de ejemplo el informe que presentó el CEELA mediante el cual acreditaba el carácter democrático del proceso írrito y fraudulento de la elección de la ANC.

En ese sentido, el rol del CEELA no significa una garantía imparcial para el reconocimiento y legitimidad de los procesos realizados últimamente en el país, al contrario su participación se ha configurado como la de un acompañante internacional en pro del órgano comicial,  orientado a respaldar el ventajismo de los partidos de gobierno.

 

Con información de Acceso a la Justicia 

Alejandro Armas Nov 30, 2018 | Actualizado hace 3 semanas
Un triste intento de dilema hamletiano

 

EN ESTA COLUMNA, QUE ACABA DE CUMPLIR TRES AÑOS DESDE SU PRIMERA PUBLICACIÓN, se discuten los hechos del pasado en un esfuerzo por entender mejor los del presente. Aunque por lo general el retrovisor es enfocado para tener perspectiva de lo que ha ocurrido en tiempos relativamente distantes, aquello que arbitrariamente llamamos “historia”, en realidad no hay ninguna limitación fija sobre qué tan cerca podemos dirigir la mirada, aunque por otro lado comentar hechos acaecidos ayer haría que la columna perdiera su particularidad. En esta ocasión la marcha atrás no será muy larga. Nos atañen hechos que se remontan al año pasado, a propósito de la proximidad de una elección, votación o como lo quiera llamar, para designar concejales en todos los municipios del país.

Es verdaderamente lamentable ver que a estas alturas del partido los sectores en que se ha fragmentado la dirigencia opositora, junto con sus respectivos adláteres intelectuales, siguen peleando de manera encarnizada en torno a la pertinencia de la participación en el “proceso”, término empleado a falta de uno mejor para designar lo que sea que se llevará a cabo el domingo 9 de diciembre. Este patético enfrentamiento es quizás la manifestación más sobresaliente de un problema mayúsculo que embarga a todo el liderazgo disidente. A saber, la falta de una estrategia que coordine diferentes acciones orientadas a conseguir el cambio político que urge a un país hecho trizas.

La oposición venezolana jamás ha sido homogénea. En su seno conviven diferentes ideologías que van desde la socialdemocracia hasta el liberalismo, pasando por algunas organizaciones de tendencia democristiana, socialcristiana o conservadora. Lo que amalgama a todas es su repudio al chavismo y su aspiración a desalojarlo del poder. Pero es en este punto que surgen otras divergencias, puesto que cada partido político tiene más o menos una idea vaga de cómo lograr el objetivo. Las primeras aproximaciones al problema fueron bastante irregulares, pero a partir de 2006 y durante una década existió el consenso entre los partidos relevantes en torno a una estrategia con el voto como punto de partida. Así pues, la oposición participó en todas las elecciones durante ese lapso, esperando en algún momento acumular suficiente apoyo ciudadano para arrebatar el poder al chavismo. La Mesa de la Unidad Democrática fue la coalición creada para impulsar tal estrategia.

El detalle es que la MUD nunca se planteó, al menos de forma acertada, qué hacer con el poder conferido por el voto mayoritario, como quedó demostrado luego de la conquista de la Asamblea Nacional.  Dicho poder, como todos sabemos, fue confiscado por los poderes públicos subordinados a los intereses de la elite oficialista. Entonces, poco a poco, la coalición hizo implosión debido a diferencias irreconciliables sobre qué hacer más allá del voto. Las protestas del año pasado cohesionaron por un tiempo a los diferentes sectores, pero una vez que estas terminaron, la ruptura se volvió irremediable. Consciente de ello, el Gobierno permitió la convocatoria al proceso para designar gobernadores, tras un año de retraso flagrantemente inconstitucional.

Un grupo en la oposición, que a partir de ese momento integró el movimiento Soy Venezuela, estableció como punto de honor no participar más en ningún tipo de proceso, convencido de que de ninguna manera se lograría avanzar hacia la meta por ese camino y de que, peor aún, tal participación serviría para legitimar el régimen ante la comunidad internacional democrática. En cambio, los partidos que permanecieron en la MUD decidieron tomar parte, asegurando a los ciudadanos que serían capaces de propinar otra derrota al chavismo, contrarrestar cualquier fraude e incluso acercar la causa opositora a su objetivo final. Esta divergencia polarizó a ambos sectores opositores y desató un alto nivel de agresividad entre ellos que hasta hoy se mantiene.

En teoría, es incorrecto afirmar que el fin de los autoritarismos y las transiciones democráticas no pueden empezar con elecciones. De hecho, el siglo XX brindó varias ilustraciones de tales procesos. Para los latinoamericanos, la más conocida es el Chile de Pinochet. Incluso si el régimen no reconoce el triunfo opositor, la participación electoral puede ser el catalizador de un conjunto de hechos (normalmente protestas masivas, presión internacional o un conjunto de ambas) que precipiten una crisis en la cúpula gobernante y la obliguen a entregar el poder. Esa es la tesis tantas veces esgrimida por admirados especialistas, como el profesor John Magdaleno. No obstante, estos procesos requieren de una estrategia diseñada meticulosamente por el liderazgo opositor. Es indispensable estar preparado ante cualquier escenario luego de que todas las urnas hayan sido revisadas, da manera que los elementos de poder favorables se movilicen al instante.

Como todos ya sabemos, la MUD no contaba con esa estrategia cuando decidió participar en el proceso regional del año pasado. Grandísimo error. Aunque hubo factores alentadores, como el visto bueno de la comunidad internacional democrática, no se planificó qué hacer tras el día del sufragio. Como consecuencia, la coalición fue incapaz de hacer valer su reclamo contra los vicios de la jornada con el respaldo activo de los ciudadanos, quienes cayeron naturalmente en profunda decepción y frustración. Solo el veterano dirigente Andrés Velásquez pudo mostrar pruebas de fraude electoral, sin que eso bastara para desatar un evento importante.

Desde Soy Venezuela la reacción fue un “Se los dije”. Alegría de tísico, puesto que este movimiento adolece del mismo problema al no tener una estrategia que trascienda la abstención.

Luego de aquel día fatídico, la MUD terminó de resquebrajarse por nuevas diferencias entre sus integrantes sobre la participación en procesos. Pese a todas las advertencias de déjà vu, Henri Falcón y sus aliados se fueron por el mismo camino de las regionales buscando llegar a Miraflores y el fiasco fue aun mayor. A pesar de ello, hoy siguen llamando a votar sin más, esperando inexplicablemente un resultado distinto. Recientemente, el triunfo opositor en las elecciones de la Universidad de Carabobo fue presentado de forma abusiva por este sector opositor como prueba de que todavía es posible derrotar al chavismo en elecciones, sin tener en cuenta la obvia diferencia entre los costos para la elite oficialista de no controlar una organización estudiantil y los costos de no controlar el país. El símil, ya débil, recibió una estocada final con la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que obliga a la universidad a proclamar como ganadora a la abanderada del chavismo.

Finalmente, estamos de vuelta ante la perspectiva del proceso para las legislaturas municipales. La situación no ha cambiado ni un ápice con respecto a las regionales de 2017. Ergo, cualquier participación electoral sin una estrategia para el día después del voto está condenada a repetir la experiencia. Y de todas formas, si la dirigencia opositora hubiera contado con tal estrategia, el momento indicado para aplicarla habría sido el proceso presidencial de mayo, dado que hubiera estado el centro de todo el poder en juego. Por otro lado, la abstención en solitario tampoco supone ningún avance. En conclusión, el debate sobre votar o no, que tanta animosidad produce entre los bloques opositores, es fútil, un triste intento de dilema hamletiano. Solo una estrategia amplia puede hacer del voto o la abstención herramientas útiles para la causa opositora. Los sectores de la dirigencia deberían estar trabajando en construir esa estrategia. En vez de eso, se concentran en tratar de desplazarse los unos a los otros, mientras la nación se hunde en la miseria más atroz. Una vez más, me permito instarlos a evaluar prioridades.

Si usted, estimado lector, esperaba encontrar en estas líneas una respuesta a la pregunta sobre la conveniencia del voto el 9 de diciembre, no la encontrará. Esa es una decisión de cada ciudadano. Me limito a señalar que antes de decidir hay que entender la naturaleza del proceso. En primer lugar, por todo lo anterior, nada de hacerse ilusiones sobre el mismo como acelerador de un cambio nacional. A lo único que puede aspirar es a preservar aunque sea un poco la calidad de vida en su municipio, teniendo en cuenta que la elite oficialista puede quitar cuando quiera y de un zarpazo las atribuciones de los funcionarios electos, si es que los reconoce como ganadores en primer lugar. También tiene que considerar que muy probablemente, si su candidato gana, lo obligarán a juramentarse ante la “Asamblea Nacional Constituyente”. Si usted tiene todo esto en cuenta y quiere votar, hágalo.

Posdata: Como dije más arriba, esta columna está en su tercera semana de aniversario. De nuevo, quiero agradecer al maravilloso equipo de Runrunes por esta pequeña ventana que se da por satisfecha si contribuye dentro de sus modestas posibilidades al debate por una Venezuela mejor. En más de cien artículos publicados, jamás me han modificado una coma, lo cual vale mucho en tiempos de censura brutal. Por supuesto, también expreso mi gratitud a quienes me honran con su lectura, sobre todo si dejan comentarios. Elogios y críticas son bienvenidos por igual. En tres años me han brindado sonrisas y aprendizaje. A todos: ¡Mil gracias!

 

@AAAD25