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Deducciones e inducciones contemplativas por Eduardo Semtei

Pensamiento

 

He entrado de lleno al estado contemplativo. Busco mi Nirvana. Casi no me muevo. Estoy saliendo de la posición Paschimottanasana. En ese preciso momento recuerdo un pensamiento de José Antonio Ramos Sucre. “El movimiento, signo molesto de la realidad, respeta mi fantástico asilo”. Estoy sentado a la diestra de un viejo monje del Tíbet. Yo sigo inmóvil. El nombre del sabio es Theravada Prajna. Se mueve menos que yo. Habita en el Ganden Sumtseling de Shangri-La. Estoy sentado a la siniestra del aún más anciano Maharishi Mahesh Yogi. Parece de piedra. (Fue el  monje que introdujo a los Beatles en la meditación trascendental). Mi alma flota libre y empieza de inmediato la enseñanza. Sus métodos fundamentales son la deducción y la inducción. (कटौती और प्रेरण en su idioma original). La  deducción trabaja de lo general a lo específico. De las observaciones de las grandes realidades, multidimensional, a la explicación detallada de las  más simples, unidimensional.

Empecemos a deducir. Examen de lo epifenoménico: cuando pasamos frente a  todos los supermercados, mercados, abastos, bodegas, Mercales, Pdvales, Bicentenarios, así como por laboratorios, superfarmacias, cadenas, farmacias, boticas y droguerías y vemos grandes aglomeraciones humanas comprobamos empíricamente que en todos los expendios de alimentos y medicinas las filas y las colas son ciertas, concretas, ocupan un lugar en el tiempo y en el espacio, entonces podemos afirmar, concluir: a) Hay mucha gente, mucho  dinero y muchos productos en Venezuela y todos quieren ilimitadamente de todo. (pensamiento chavista). b) No hay mucha gente pero hay dinero a chorros y miríadas de productos y los consumidores no saben planificar y tratan de comprar más de lo que necesitan y por tal razón hay escasez (pensamiento neochavista). c) Hay poca gente, mucho dinero y cantidades limitadas de productos, y los agentes económicos batallan por ser los primeros en proveerse de alimentos (pensamiento Aristóbulesko-Izturhiano). d) No hay un coño, ni dinero ni productos, y por eso, si no hay cambios, nos vamos a morir de hambre y enfermedades (deducción de los monjes Theravada y Maharishi).

La inducción por el contrario se basa en analizar lo específico, lo simple, lo inmediato para luego generalizar. Encontrar los fundamentos explicativos de los fenómenos de masas. Descubrir verdades envolventes. Veamos cómo se induce. Las causas: Pedro está en la cola para comprar aceite vegetal. Juan está en la fila para adquirir margarina de girasol Mavesa. Lucía está esperando turno para proveerse de toallas sanitarias. Gregorio espera pacientemente que lo llamen para llevar a su casa harina de maíz. Induzcamos entonces: a) A todos los Pedros les gusta el aceite vegetal. b) A los Juanes no les gusta la mantequilla de maní. c) Las Lucías tienen el período y por lo tanto no están embarazadas. d) Los Gregorios son seguidores de Job. d) Si no cambia el gobierno aquí nos jodimos todos, hayan votado por el oficialismo o por la oposición (inducción de los mismos dos monjes).

La disertación final del Delai Sangharákshita, maestro de maestros, monje de monjes, resultó una combinación armónica de la deducción y la inducción. (Compositum ex deductione et inductione). He aquí los datos: hay colas y filas y muchedumbres formadas por chavistas y opositores. Son mayorías aplastantes, descontentas con el gobierno y clamando por un cambio. Todas las encuestas lo reflejan. Hasta los impúdicos de Hinterlaces. Hay una escasez de alimentos y medicinas; por lo tanto Venezuela está amenazada de inanición  y de emergencia sanitaria. El petróleo baja de precio. Que el chavismo controlaba la OPEP y los precios era pura paja.  Estamos en default comercial y nos acercamos al default financiero. El gobierno está paralizado. No hay anuncios de medidas económicas de ningún tipo. Pura política. La inflación hace estragos en los sueldos, no alcanzan para nada. La inseguridad es la más peligrosa del mundo. El gobierno adelanta una confrontación entre el Poder Judicial y el Poder Legislativo para neutralizar la acción parlamentaria y de esa manera el Poder Ejecutivo podrá actuar libremente sin control alguno. Estamos a las puertas de un estallido social. El gobierno pierde su capacidad de mantenerse a flote. De negociar. De diálogo. Se deduce/induce a) Se trata de una estrategia comunicacional de la derecha, el imperialismo, Macri, Santos, Obama y el FMI. b) Todo es producto de una guerra económica orquestada por el neoliberalismo salvaje y sus lacayos de la burguesía apátrida venezolana. Un ejército de lacayos dirigidos por Lorenzo Mendoza. c) El socialismo no fracasó sino fue el intento, la promesa de socialismo lo fracasado, así que este gobierno no-socialista se está desmoronando y muy difícilmente culminará su mandato. Se derrumbará sin un solo tiro.

Tal fue la  conclusión mayoritaria de quienes deducen y de quienes inducen bajo el Manto Sagrado y la Guía Espiritual del  Delai Sangharákshita. Es el consenso de todos los venezolanos y de todos los extranjeros y viceversa.  Solo hay que precisar cuál es el mejor camino y la mejor fecha: Asamblea constituyente. Renuncia. Recorte del mandato. Referéndum revocatorio. Transición acordada. Referéndum consultivo. Om Sai Ram Hare Hare Krishna. En fin… Los monjes pronto aconsejarán la ruta. ¿Aun sabiendo que usted no es monje ni viste de naranja ni vive en el Tíbet qué recomienda? Asuma que es una encuesta on line, en tiempo real, por Twitter.
Los siguientes ejemplos son simples ilustraciones. No hay necesidad de pasar a niveles multifacéticos de tipos de argumentación deductiva. Esto es para el estudiante de la lógica formal. Más bien, todo lo que necesitamos conocer es lo básico y el poder ser capaces de aplicar los fundamentos a nuestras conversaciones y la defensa y establecimiento de la fe cristiana.

Deducción

A. Todos los hombres son mortales. Sócrates es un hombre. Por lo tanto, Sócrates es un mortal.

B. Cada acción que Dios ha hecho alguna vez, ha sido buena. Dios hizo el mundo. El haber hecho el mundo fue bueno.

C. El libro está sobre la mesa. La mesa está sobre el piso; por lo tanto, el libro está sobre el piso.

 

Inducción:

D.  Todos los 1° de enero y por los últimos años ha llovido en Hawai. Por lo tanto, el próximo año en ese día, lloverá también.

  • Note que la conclusión suena razonable, pero no se prueba hasta después del hecho. La conclusión podría estar equivocada.

E. Cada águila que he observado tiene plumas oscuras; por lo tanto, todas las águilas tienen plumas oscuras.

  • Solo porque todas las águilas que he observado tienen plumas oscuras, no significa que todas las águilas tienen plumas oscuras. Aun cuando esto podría ser cierto –si hablamos de las águilas maduras–. Sin embargo, podría haber águilas albinas, o águilas jóvenes que no tienen plumas oscuras.

F. Cada libro que he observado en la biblioteca tiene más de un año de antigüedad. Todos los libros en la biblioteca tienen más de un año.

  • Podría ser que todos los libros en la biblioteca tienen más de un año de antigüedad. Pero esto no necesariamente tiene que ser así.

 

6 claves para ser feliz, según la Universidad de Harvard

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Cada vez parece más claro que la nueva fiebre del oro no tiene que ver con hacerse millonario ni con encontrar la fuente de la eterna juventud. El tesoro más codiciado de nuestros tiempos es atesorar felicidad, un concepto abstracto, subjetivo y difícil de definir, pero que está en boca de todos. Incluso es materia de estudio en la prestigiosa Universidad de Harvard.

Durante varios años, algunos de los estudiantes de Psicología de esta universidad americana han sido un poco más felices, no solo por estudiar en una de las mejores facultades del mundo, sino porque, de hecho, han aprendido a través de una asignatura. Su profesor, el doctor israelí Tal Ben-Shahar, es experto en Psicología Positiva, una de las corrientes más extendidas y aceptadas en todo el mundo y que él mismo define como “la ciencia de la felicidad”. De hecho, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al golf: con técnica y práctica.

Aceptar la vida tal y como es te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas

Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard

Con su superventas Being Happy y sus clases magistrales, los principios extraídos de los estudios de Tal Ben Shahar han dado la vuelta al mundo bajo el lema de “no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz”. El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, “te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas”.

Aunque por su clase de Psicología del Liderazgo (Psychology on Leadership) han pasado más de 1.400 alumnos, aún así cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Alguna vez se tiene suficiente felicidad? «Es precisamente la expectativa de ser perfectamente felices lo que nos hace serlo menos”, explica.

Estos son sus seis consejos principales para sentirse afortunado y contento:

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“Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el experto. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Ya en el año 1992, Mauger y sus colaboradores estudiaron los efectos del perdón, encontrando que los bajos niveles de este hacia uno mismo se relacionaban con la presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.

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Cosas grandes y pequeñas. «Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista».

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Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad, porque en realidad son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer, según detalla el entrenador de easyrunningy experto corredor Luis Javier González.

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“Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, propone Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Y no se refiere solo al trabajo, sino también al área personal y al tiempo de ocio: “Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”.

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Este sencillo hábito combate el estrés. Miriam Subirana, doctora por la Universidad de Barcelona, escritora y profesora de meditación y mindfulness, asegura que “a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”. El profesor de Harvard añade que es también un momento idóneo para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo, aunque no hay consenso en que el optimismo llegue a garantizar el éxito, sí le aportará un grato momento de paz.

 

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La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Esto se conoce como locus de control o ‘lugar en el que situamos la responsabilidad de los hechos’, un término descubierto y definido por el psicólogo Julian Rotter a mediados del siglo XX y muy investigado en torno al carácter de las personas: los pacientes depresivos atribuyen los fracasos a sí mismos, y el éxito, a situaciones externas a su persona; mientras que la gente positiva tiende a colgarse las medallas, y los problemas, “casi mejor que se los quede otro”. Sin embargo, así perdemos la percepción del fracaso como ‘oportunidad’, que tiene mucho que ver con la resiliencia, un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que viene prestado originariamente de la Física y de la Ingeniería, con el que se describe la capacidad de un material para recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. «En las personas, la resiliencia trata de expresar la capacidad de un individuo para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, o situaciones potencialmente traumáticas, y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos”, afirma el médico psiquiatra Roberto Pereira, director de la Escuela Vasco-Navarra de Terapia Familiar.

Meditar en la oficina ¿la solución al estrés?

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Vía BBC Mundo 

¿Ha leído el último estudio acerca de la meditación? Probablemente no, porque incluso mientras lee esto seguro que ha salido otro.

Hay un flujo constante de nuevas investigaciones y noticias acerca de los beneficios de la meditación y otras prácticas de respiración.

Se asegura que la meditación aumenta la energía, ayuda con el enfoque, reduce el estrés y la ansiedad, aumenta la capacidad de resistencia y, posiblemente, de manera sutil, cambia tu vida y tu cerebro para mejor.

Por supuesto, no todo el mundo cree en el poder de la meditación, pero si se empieza a practicar, el gran obstáculo es que se ajuste a su horario.

Sólo la idea de meter otra actividad en su rutina diaria puede ser causa de estrés.

Por eso he aquí una propuesta radical: meditar en el trabajo.

Sí, en la oficina. Ese lugar estresante.

Ventajas

Resulta que, la oficina es en realidad un lugar ideal para meditar específicamente debido sobre todo al estrés que se respira.

Para citar una de mis películas favoritas, Al Filo de la Navaja, en la que el personaje de Bill Murray busca el sentido de la vida, «Es fácil ser un hombre santo en la cima de un monte». Es más difícil, pero más gratificante, ser uno en la oficina.

No sólo es probable que el trabajo sea una de las principales causas de su estrés. También es una víctima de la misma.

Un empleado estresado e infeliz no es un ser productivo.

El trabajador puede contrarrestar la negatividad e incluso hacer de su oficina un lugar más pacífico, creativo y productivo a través de la meditación.

Además, si usted es como yo, es difícil encajar la meditación o cualquier otra cosa en la cargada atmósfera de la casa, sobre todo con un cónyuge e hijos.

La solución para mí fue meditar en el trabajo: el lugar al que voy cinco días a la semana y donde más necesito esta práctica.

En realidad, no se necesita comprometer mucho tiempo -con 10 a 15 minutos cada día es suficiente- y hasta un par de minutos puede ser útil.

La clave es comprometerse, de lo contrario no es eficaz.

Cuando vivía en San Francisco estaba a pocas cuadras del famoso Centro Zen de la ciudad y me despertaba casi todas las mañanas para las sesiones previas al amanecer.

Seguía estrictamente la tradición budista. Me encantó, y lo echo de menos.

Así que ese es mi reto: volver a practicarlo sin que sea una carga o compita con otras prioridades.

Encontrar un espacio

La primera persona con la que hablé de mi intención de empezar a meditar en el trabajo fue el director de la oficina.

«Esto puede ser una petición inusual», le dije en un correo electrónico, «pero me vendría bien tu ayuda. Estoy buscando una habitación en nuestra oficina sin vidrio que pueda reservar durante 15 minutos al día, todos los días. El objetivo es meditar».

Mi jefe, de manera profesional pero tal vez un poco desconcertado, me acompañó a través de un par de opciones en nuestra oficina de planta abierta con salas de reuniones con paredes de vidrio transparente.

Nos instalamos en una «sala verde» que se utiliza rara vez para buscar ideas en equipo.

Era perfecta: pequeña, tranquila, con dos sillas y sin teléfono.

Si está ocupada cuento con mis alternativas que incluyen una sala de reuniones con vidrio sólo en un lado (los transeúntes ven sólo mi espalda) y un parque cercano. Y si estoy realmente desesperado, siempre tengo ese último refugio de la privacidad: el santuario de porcelana.