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Olivares: En Venezuela hay 1.277 fallecidos por COVID-19
El diputado aseguró que en el Hospital El Algodonal no hay médicos porque todos se contagiaron de COVID-19

El diputado de la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares (PJ-Vargas) aseguró que en Venezuela hay 1.277 fallecidos por COVID-19, con lo cual habría 677 muertos que no han sido reportados en la data oficial.

En una rueda de prensa virtual, el también comisionado para la emergencia en salud, destacó han registrado 200 fallecidos entre trabajadores del sector salud. «La tasa de mortalidad más alta del mundo», agregó.

Criticó la situación de los miembros del sector, al no contar con los equipos de bioseguridad necesarios para tratar a los pacientes. «En Venezuela los médicos y enfermeras tienen que usar el mismo tapaboca todo el día o toda la semana».

Olivares informó que en el Hospital de El Algodonal no quedan médicos, porque todos están contagiados de COVID-19 y solo están las enfermeras. «Todos están luchando por sus vidas», indicó.

Igualmente indicó que en Táchira hay salas de hospitalización con una enfermera para 20 pacientes, o en Yaracuy los trabajadores del sector salud no pueden ir a los hospitales porque el transporte que los busca, no tiene gasoil, o sus carros particulares están sin gasolina. 

Recriminó que en Venezuela los médicos y enfermeras tengan que salir de sus guardias de 24 horas, para luego ir a hacer una cola para poder llenar el tanque de gasolina de sus carros. 

Lo que podría ser

El diputado Olivares recordó que en Venezuela solo cuentan con 2 laboratorios para procesar pruebas PCR. Pero aseguró que en el país se podrían tener 16 laboratorios, en 5 estados del país, para agilizar el proceso.

Con esto, señaló, se podrían entregar resultados en 48 horas y se podrían realizar entre 6 mil y 8 mil pruebas al día. «Hay muchos más casos que capacidad de pruebas», advirtió.

Olivares afirmó que si se hicieran 10 mil pruebas en el país, se tendría el número real de casos que se acerca a los 4 mil o 5 mil diarios. «No quieren hacer más pruebas, es una decisión política y deliberada. Aquí hay un plan de construir una normalidad para ir a elecciones», criticó. 

Que sepamos el INH, el IVC y Yaracuy funcionan como laboratosio para PCR. Hay muchos más casos que capacidad de pruebas, si hacen 1.500 pruebas, suponiendo y tienen mil positivas, si hicieran 10 mil pruebas tendrían el número real, que serían al menos 4 mil casos al día.

El número de casos sigue aumentando, todos coincidimos estamos alrededor de los 4 mil-5 mil casos. No quieren hacer más pruebas, es una decisión política y deliberada. Aquí hay un plan de construir una normalidad para ir a elecciones.

Un minuto de aplausos para los médicos, una eternidad de repudio para la dictadura

@BrianFincheltub   

Si en algún país del mundo los profesionales de salud necesitan de todo y no precisamente aplausos es en Venezuela. Nunca antes en historia nacional nuestros médicos habían sido tan maltratados, tan humillados y tan menospreciados por gobierno alguno como lo son ahora y como lo han sido durante estos largos veintidós años.

Maltratos y humillaciones que al principio no eran más que puro resentimiento, pero que luego se transformaron en maldad pura y desdén de quienes jamás les ha importado la vida de los venezolanos. Esta banda de resentidos desde su propia llegada al poder lo hizo detestando todo lo que oliera a conocimiento, esfuerzo y ciencia.

Qué mejor objetivo para un comunista fracasado, que un médico exitoso.

Así fueron construyendo un discurso muy fértil en una Venezuela con profundas desigualdades: si el médico triunfaba y el camillero fracasaba, la culpa era del médico que explotaba al camillero. Si  la salud privada funcionaba y la pública era un fracaso, la culpa era de las clínicas privadas que mercantilizaban un derecho.

A través de generalizaciones y etiquetas a las que recurren siempre los totalitarismos, el chavismo creó alrededor  de la figura del médico venezolano y del sistema de salud heredado de la democracia una serie de mitos y medias verdades que usaron para destruir todo lo que funcionaba. Evidentemente con defectos, pero que funcionaba al fin.

A este modelo lo suplantaron por un sistema paralelo sostenido por la ideologización de un derecho fundamental y copiado a papel carbón del sistema cubano. En la entrega de Venezuela al castrismo, la salud fue quizás una de las primeras víctimas. De hecho, cuando el chavismo todavía cuidaba las formas, la fachada para traer los primeros represores al país fueron las misiones de cooperación en materia de salud Cuba-Venezuela.

Tanto despreciaba el difunto presidente a los médicos venezolanos, que prefirió poner su vida en manos de médicos cubanos que confiarse a nacionales.

Quiero aclarar que no se trata de atacar a quienes son, en su mayoría, víctimas de una red de trata de personas y esclavitud moderna ideada por el castrismo; sino de reivindicar a los médicos venezolanos, profesionales como pocos, humanos y cercanos como ninguno. 

No lo digo yo como venezolano, lo dicen afuera, allí donde nuestros connacionales con mucho esfuerzo han logrado mantenerse en el ejercicio de su profesión. Allí todos coinciden en que esa cercanía, ese sentido de escucha, esa comprensión de entender que frente a ellos tienen un paciente y no un número más, pocas veces se encuentra en los consultorios de médicos extranjeros.

Médico

Médico

Nuestros médicos siguen salvando vidas en tiempos de pandemia y socialismo. Lo siguen haciendo exponiendo las suyas propias, no solo porque su juramento hipócratico así se los ordena, sino porque su vocación así se los demanda. Más que aplausos, merecen que se les reconozca, merecen que se les escuche, que no se les persiga, que se les valore, que se les proteja. Merecen que se les trate con dignidad, como merecemos ser tratados todos los venezolanos.

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Carta dirigida al Fondo Mundial contra la Tuberculosis, VIH-SIDA y Malaria
Carta abierta al Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria

Secretaría, Junta de Gobierno y Panel de Revisores Técnicos Independientes,

Estimados todos,

Nosotros, las organizaciones académicas y de la sociedad civil, y los ciudadanos que individual o colectivamente llevan a cabo actividades relacionadas con la respuesta al paludismo en Venezuela, le pedimos que atiendan nuestras preocupaciones respecto de la actual solicitud de financiamiento de Venezuela. Como sociedad civil, tenemos una participación limitada y estamos cuestionando algunos de los aspectos técnicos que hemos visto en las versiones preliminares de la propuesta de solicitud de financiación.

No entendemos cómo el Fondo Mundial no invitó a los miembros de la sociedad civil a participar en el desarrollo de la solicitud de financiamiento de la malaria, particularmente en ausencia de un Mecanismo de Coordinación de País (MCP). Venezuela tiene un entorno político y social polarizado; se considera un entorno operativo desafiante y está siendo seleccionado para recibir fondos del Fondo Mundial debido al mayor resurgimiento de la malaria en el hemisferio occidental en el siglo XXI. El país está sufriendo una Emergencia Humanitaria Compleja y se invitó principalmente a los organismos del sistema de las Naciones
Unidas a liderar un proceso que, desde nuestro punto de vista, debería ser dirigido por una comisión venezolana de expertos en malaria y las instituciones de la sociedad civil.

Tememos que este cambio en las políticas del Fondo Mundial obstaculice el impacto potencial y la falta de independencia y transparencia. Además, existen muchas lagunas en materia de políticas de salud de la OMS para el control y la eliminación de la malaria en entornos con Plasmodium vivax y Plasmodium falciparum; Venezuela ha abordado esos retos antes y todavía tiene la experiencia técnica para hacerlo.

Como miembros de la Sociedad Civil Venezolana instamos a los cuerpos de decisión del Fondo Mundial a tener en cuenta diversas pruebas sobre la situación de la malaria en el país, de las organizaciones de la sociedad civil (aquí). El número oficial de casos notificados representa sólo una pequeña fracción de la carga malárica en el país – esta es una versión diferente de los datos de malaria oficialmente reportados.

Como sociedad civil, nos gustaría solicitarle a la Secretaría, a la Junta de Gobierno del Fondo Mundial y al Panel de Revisores Técnicos Independiente que consideren la posibilidad de apoyar la creación y funcionamiento de un Comité Independiente de Supervisión para la malaria, fuera del control del gobierno y de los organismos de las Naciones Unidas, que pueda supervisar y prestar apoyo técnico sobre la respuesta a la malaria en las circunstancias actuales. En este comité, todos los grupos podrían sermiembros, pero los datos deben ser compartidos y las decisiones deben basarse en evidencias técnicaslocales y/o globales. Los riesgos son enormes y todos debemos mantener un alto nivel de compromiso con la transparencia.

Atentamente

Academia Nacional de Medicina. Sociedad Venezolana de Salud Pública

Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría

Sociedad Venezolana de Infectología

Alianza Venezolana por la Salud. Red Defendamos la Epidemiología
Centro Nacional de Bioética (CENABI) Asociación Civil Impacto Social (ASOCIS)
Asociación venezolana para la conservación de áreas naturales (ACOANA)

Sociedad Parasitológica Venezolana (SPV)

Dr. Pablo Pulido M., Ex Ministro Ministerio de Salud y Asistencia Social.
Dr. Rafael Orihuela, Ex Ministro Ministerio de Salud y Asistencia Social.
Dr. Carlos Walter V., Ex Ministro Ministerio de Salud y Asistencia Social.
Dr. José Félix Oletta L., Ex Ministro Ministerio de Salud y Asistencia Social.
Dr. Emigdio Balda, Decano de la Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela.
Dr. Julio Castro M., Especialista en Medicina Interna e Infectología, Instituto de Medicina Tropical,
Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela.
Dra. Carmen Teresa Fernández, Especialista Enfermedades Tropicales, Instituto de Medicina Tropical,
Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela.
Dra. María Eugenia Landaeta, Jefe de Servicio de Infectología. Hospital Universitario de Caracas,
Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela.
Dr. Leopoldo Villegas A., Director Asociación Civil Impacto Social (ASOCIS)
Dra. Mariapia Bevilacqua, Presidente Asociación venezolana para la conservación de áreas naturales
(ACOANA).
Dr. Leidi Herrera Cabrera, Presidente Sociedad Parasitológica Venezolana (SPV)

Contacto: Alianza Venezolana por la Salud

Trabajadores del Hospital Clínico Universitario convocan paro por mejoras salariales

CON PROTESTAS Y LLAMADOS A PARO. Así iniciaron la semana los trabajadores del Hospital Clínico Universitario para exigir al gobierno de Nicolás Maduro mejoras salariales y atender las precariedades en las que está sumido el gremio de la salud.

Los trabajadores instaron a los gremios nacionales a sumarse al reclamo. Argumentaron que no cuentan con insumos médicos para dar atención a los pacientes y tampoco con uniformes.

El representante sindical de las Clínicas y Hospitales de Caracas, Mauro Zambrano, aseveró que hasta que el Estado no ofrezca salarios dignos al sector «ni las condiciones de trabajo adecuadas», se mantendrán de brazos caídos».

«No nos queda más nada que paralizarnos. Asumimos la responsabilidad. Solo las áreas críticas estarán operativas», dijo. Al tiempo, instó a todos los trabajadores a sumarse a la jornada de paralización. 

«Solicitamos que se nos dé un salario digno», insistió el representante gremial, pues afirma que con el salario que devengan no es posible costear las necesidades básicas.

«Nosotros como obreros ya estamos paralizados, pero falta que se sumen los demás gremios», dijo. 

Sector salud protestará este miércoles ante el Ministerio

 

El presidente de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes, SOMIR, del Hospital Vargas de Caracas, Carlos Prosperi, anunció que este miércoles a las 10 de la mañana diferentes gremios y sindicatos de la salud se dirigirán al Ministerio de la Salud, para alzar su voz y exigir mejoras salariales y mejores condiciones de trabajo.

“En función de lo que estamos viviendo este desastre en el sector salud y en rescate al derecho a tener una atención de calidad en los centros de salud público, nos vamos a trasladar a la plaza Caracas y al Ministerio de Salud para exigir un salario justo”, manifestó Prosperi.

Médicos y pacientes exigieron en la OPS insumos y fármacos

 

El director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), Francisco Valencia, aseguró que la situación de la salud no ha mejorado y que los insumos que han llegado es solo a la capital del país y el interior sigue sin recibir nada.

Desde la Plaza Francia de Altamira hasta la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) marcharon médicos, trabajadores, enfermeras y otros pacientes para exigir que el gobierno dé soluciones concretas. “Que esos anuncios que dio el presidente los diga, cuando se van a implementar”. 

Representantes de distintos sectores del gremio de la salud entregaron un documento en las oficinas de la OPS, en el que exigen al organismo no solo escuchar la versión del Gobierno sobre la situación sanitaria en Venezuela, sino también las vivencias de los pacientes y el personal hospitalario y ambulatorio.

En el comunicado, el sector salud recoge en cuatro puntos lo que califica como crisis humanitaria compleja: la falta de dotación e insumos médicos en los centros de salud del país, las precarias condiciones de trabajo en los hospitales (en donde hay fallas en el suministro de agua y de comida), las amenazas de las que es objeto el personal y la necesidad de establecer sueldos justos para los trabajadores del sector salud.

Una comisión integrada por el presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera; la presidente del Colegio de Enfermeros de Caracas, Ana Rosario Contreras; el director de la Coalición por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), Francisco Valencia; la presidente del Colegio de Bioanalistas de Venezuela, Judith León; el presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, Freddy Ceballos; y el secretario ejecutivo de Fetrasalud, Pablo Zambrano, entregó el documento a los representantes de la OPS en el país.

“El sector salud está en la calle, no solamente por los sueldos, sino también por el derecho a la salud de todos los venezolanos”, indicó Contreras sobre el paro que inició el 25 de junio con la paralización de las actividades de los enfermeros en el sector público.

Los integrantes de la comisión indicaron que fueron recibidos por José Moya, representante de la OPS en Venezuela, y que el organismo explicó que “está consciente de la situación en Venezuela”.

 

*Con información de Unión Radio y Efecto Cocuyo

Federación Médica Venezolana exige aumento entre 200 y 400 salarios mínimos

 

El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, ratificó este 11 de julio que el gremio se une a la protesta que desde hace 16 días llevan a cabo los enfermeros en todo el país para exigir reivindicaciones salariales.

Así lo manifestó León Natera en una entrevista a Unión Radio, en donde señaló que para los galenos se pide además de un incremento salarial, la dotación completa de insumos y medicinas para poder cumplir a cabalidad con sus responsabilidades de salvar vidas.

A su juicio, el Gobierno no cumple con el mandato de la Constitución porque “no cumple con el garantizar la salud” de los ciudadanos que hacen vida en el país, ya que “dejan que la gente se muere de mengua”.

Recalcó que la Federación Médica Venezolana calculó un tabulador que engloba, tanto a los médicos rurales e internos, como a los directores de Hospital tipo 4.

“Iniciamos nuestra petición con 200 salarios mínimos para el médico interno y médico rural, (recién graduado), para el médico residente 220 salarios mínimos, para el médico 1, 230 salarios mínimos, para el especialista 1 y de allí en adelante hasta cerrar el último cuadro del escalafón máximo que es el médico de salud pública 3 y el médico director de hospital tipo 4 con 420 salarios mínimos”, dijo.

Aseveró que continuarán paralizados hasta que el Gobierno les de respuesta a sus requerimientos.

Un salario mínimo integral para el 11 de julio de 2018 se sitúa en Bs 5.166.000, que se desglosa de la siguiente manera: Bs 3.000.000 de salario mínimo y Bs 2.166.000 de bono de alimentación

Feliz día de los que trabajan gratis
Trabajar por vocación de servicio es la realidad de muchos profesionales venezolanos, especialmente en oficios clave como la medicina y la docencia
Ganan entre 1.000.000 y 3.200.000 de bolívares mensuales y aseguran que trabajan por vocación de servicio

 

@LuisiSolano

52.000.000 BOLÍVARES ERA EL COSTO de la canasta alimentaria en el mes de marzo de 2018, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas). Ayer el gobierno de Nicolás Maduro anunció un aumento del salario mínimo de 392.646 bolívares a 1.000.000 de bolívares, más 1.550.000 bolívares en ticket alimentación. La cuenta es sencilla: el saldo es negativo. Si se le suma el 62% de inflación que calculó Asamblea Nacional para el mismo mes de marzo, la situación se torna crítica.

El Día del Trabajador en Venezuela es recordado por tradicionalmente ser un día de aumento salarial. Este año se adelantó 24 horas y el presidente Maduro, en plena campaña electoral, anunció un incremento de 95%. Con este, sería el anuncio número 26 de esta naturaleza desde que llegó al poder. Para ese momento, abril de 2013, el ingreso mínimo integral del venezolano era de 3.634 bolívares.

Todos estos aumentos no han significado una mejora en el poder adquisitivo de los venezolanos. Tal es la situación que los profesionales de la salud, educación o incluso los encargado de responder a las emergencias, como policías y bomberos, actualmente trabajan más por vocación que por un ingreso.

Estas son algunas de sus historias:

«Ni un kilo de detergente»

*Lorenzo, de 28 años, es médico internista y se está formando en otra especialización. Asegura que no ha hecho más que preparase académicamente, pero parte de los últimos seis años de su vida ha trabajado en hospitales públicos en varios estados del país.

Cuando llegó Maduro, recuerda que mensualmente ganaba entre 15.000 y 20.000 bolívares. “Alcanzaba hasta para ahorrar”, asegura. Desde el 2015, empezó a sentir el cambio. Sin embargo, agrega, hasta el año pasado podía hacer mercado.

El día que runrun.es habló con él, le depositaron la quincena de 510.000 bolívares. Saca la cuenta y concluye que actualmente gana 2.000.000 bolívares al mes, aproximadamente. “El dinero no corresponde con la tasa inflacionaria … Ni un kilo de detergente”.

Asegura que quienes aún están estudiando, cuentan con sus familiares para poder mantenerse. “Estamos, básicamente, formándonos. A la expectativa de lo que pueda pasar en el país”. Sin embargo, explica que él estudió medicina por vocación y que le apuesta “siempre a Venezuela”.

Al preguntarle por el tradicional aumento del 1ro de mayo, afirma que no sabe qué pensar. “El salario no es algo con el que uno cuenta para cubrir sus necesidades básicas”. El aumento, indica, no significa ningún tipo de cambio acorde con la inflación.

Bombero y mototaxista

19. Esa es la cantidad de años que *Ángel lleva trabajando como bombero en el Área Metropolitana de Caracas. Cabeza de una familia de cinco, asegura que la carrera, como la mayoría de los que trabajan en su campo, la hace por vocación. «Nació en mí porque soy muy servicial”.

Haciendo el respectivo ejercicio de memoria, Ángel afirma que hace cinco años ganaba 13.000 bolívares. Con ese ingreso, asegura, podía salir, mantener a su familia y comprar las cosas de la casa.

Actualmente su sueldo base mensual como bombero es de 1.300.000 bolívares. Indica que el de otros compañeros puede ser de 800.000. Los diferencia un título académico. “El sueldo se volvió agua”, sentencia el bombero.

A esa situación, dice Ángel, se le suma que por trabajar bajo el formato 48 x 24, dos días de trabajo y uno libre, antes tenían las comidas aseguradas. Ahora las tienen que traer de sus casas.

Es por ello que hace tres años decidió empezar a trabajar como mototaxista. Y no es el único en su unidad que decidió diversificarse. Afirma que entre sus compañeros también hay pasteleros, mensajeros y algunos se dedican a la construcción.

Sobre el aumento del 1ro de mayo, afirma que no le “alegra en lo absoluto porque no hay un control de la economía”. Explica que después de ese anuncio, todo sube . “Un kilo de queso y medio kilo de carne … ¿dónde queda lo demás?”.

Maestras en resistir

“Yo trabajo por vocación, no por lo que gano”. Esa frase pudiese ser de más de un profesional venezolano, pero es de Gabriela Contreras, psicopedagoga y actualmente maestra de los primeros años de Educación Básica.

Contreras relata que en el 2013, cuando le ofrecieron la suplencia en un colegio, estaba dedicada a su hogar pero le “encantó volver” y decidió quedarse. En ese momento su sueldo era de 10.000 bolívares. Con tres hijos, el sueldo le alcanzaba para pagar el condominio y los gastos del día a día.

Actualmente, trabaja en un colegio privado de la capital donde su salario base es de 3.200.000 bolívares. Con su ingreso paga el mismo condominio y una que otra eventualidad dentro del colegio. “Con eso yo no hago nada”.

De este incremento del 1ro de mayo, Contreras asegura que no espera nada. “Cada vez que hablan de aumento, es peor” pues, agrega, por mayor que sea el incremento “no alcanza para más que un mercado”.

La psicopedagoga utiliza sus fines de semana para colaborar en la Casa Hogar “Santa Teresita”, en Baruta. Con toda esta situación, afirma que está pensando de verdad trabajar ad honorem y dedicarse a la comunidad.

Otro caso en el gremio académico es el de los profesores universitarios. Luisa Torrealba es docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) desde 2004 y forma parte del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO), centro que es referencia internacional en su área.

Para 2013, según la tabla salarial, un Instructor, primer escalón en la carrera académica, podía ganar entre 5.000 y 8.000 bolívares, dependiendo de la especialización. Torrealba recuerda que en ese momento ese ingreso servía para cubrir parcialmente las necesidades básicas, es decir, los alimentos y las medicinas.

Hoy en día, su salario no llega a 2.000.000 de bolívares. “Vegetales y algo de verduras”, fue lo que logró comprar con su último sueldo. “Cada quincena es una incertidumbre”, afirma la también periodista y explica que la mayoría de las veces no sabe si ese mes le van a pagar con el aumento, los retroactivos o el bono que le deban.

Y el salario, confiesa, no es lo peor de toda esta situación. Torrealba explica que en las universidades públicas se creaba una comisión mixta entre el gremio y el gobierno para poder acordar el salario. En los últimos años, ha sido el gobierno el que ha impuesto la tabla salarial. A esta imposición, se une la falta de presupuesto para otros gastos más allá de la nómina, como la actualización de biblioteca o el comedor, y la pérdida de incentivos como un buen seguro.

Sobre el incremento del sueldo mínimo, asegura que no tiene “grandes expectativas”, pero se apresura en apuntar que a pesar de eso, ella y sus colegas sienten vocación de servicio y de educación. Están convencidos de seguir trabajando por el país.

*: nombre creado para proteger identidad de la persona