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Marianella Salazar

Vuelve La Eterna Irreverente de Marianella Salazar

Vuelve al Trasnocho Cultural el unipersonal La Eterna Irreverente de la veterena periodista Marianella Salazar, dirigido por Julie Restifo. Se trata de un viaje por sus experiencias profesionales y personales durante los 50 años de ejercicio profesional que está celebrando con este monólogo, donde rememora momentos nostálgicos de una Venezuela que quedo para el recuerdo, salpicado de confidencias, risas, hedonismo, desilusiones, miedos, excesos.

La Eterna Irreverente es un ejercicio de rebelión que descubre a una mujer madura que vive su modo de una forma indómita y espontánea, que evoca el pasado para confrontarse consigo misma y narrar un país que ya no existe. Cuenta sus frustraciones y amores, su relación con el poder y con los hombres que protagonizaron la política durante la llamada Cuarta República.

En La Eterna Irreverente Marianella está en todo su elemento, cuando comienza a hablar es como si nunca le hubieran apagado los micrófonos; es una clase de historia contemporánea contada en una sobremesa cuando comienza a ponerse buena la conversación. Unas memorias reveladas desde su particular sentido del humor, lo que muchos esperaban y se sorprenderán al verla actuar re-interpretándose a sí misma. La eterna irreverente, es la reinvención inesperada de una periodista que celebra su nueva faceta como actriz, su autobiografía contada en vivo no es más que un tributo a la nostalgia y sobre todo a la vida.

La fotografía es de Fran Beaufrand, la producción es de Javier Vidal, Julie Restifo y Samuel Hurtado. Es la prestigiosa actriz Julie Restifo quien la dirige en éste contundente y apasionado paseo nostálgico de la mano de una de las personalidades más emblemáticas del periodismo venezolano.

Trasnocho Cultural: miércoles y jueves 29 y 30 de mayo, 5, 6, 12 y 13 de junio.

“La eterna irreverente” de Marianella Salazar regresa con tres funciones en el Centro Cultural BOD

 

 

Por tres únicas funciones la veterana periodista venezolana Marianella Salazar se atreve a relatar sus historias de vida bajo el formato de un unipersonal escrito y actuado por ella misma. La eterna irreverente  es un ejercicio de rebelión que descubre a una mujer madura que vive su modo de una forma indómita y espontánea, que evoca el pasado para confrontarse consigo misma y narrar un país que ya no existe. Cuenta sus frustraciones y amores, su relación con el poder y con los hombres que protagonizaron la política durante la era democrática. Unas memorias reveladas desde su particular sentido del humor, lo que muchos esperaban  y se sorprenderán al verla actuar interpretándose a sí misma. La eterna irreverente, es un tributo a la nostalgia y sobre todo a la vida. La fotografía es de Fran Beaufrand, la producción es de Javier Vidal y Julie Restifo quien además dirige este contundente y apasionado paseo nostálgico de la mano de una de las personalidades más importantes del periodismo venezolano. Las presentaciones serán el martes 30 y 31 de Octubre y el 1 de Noviembre en el Centro Cultural BOD

Más detalles en: @cculturalbod, @aliasmalulaoficial, @soyjulierestifo y @javiervidalpradas

Carlos Dorado Dic 03, 2017 | Actualizado hace 6 años
¡Querer volver!, por Carlos Dorado

Maiquetía

Esta semana, Editorial Planeta me envió el cuarto libro que estoy publicando; titulado: ¡Querer volver!, que ya debe estar en casi todas las librerías del país. Es un libro que me entristece y me emociona muchísimo, porque trata de plasmar los sentimientos de esos “héroes anónimos” que han tenido que abandonar su tierra, sus amigos, y su gente buscando un futuro mejor.

“Abandonar el lugar donde se nace es una experiencia que no todos tienen en la vida, y los que la tienen quedan marcados irremediablemente, porque el drama de los inmigrantes esta bordado de nostalgias –La Morriña-, de incomprensiones, ausencias, soledad, incertidumbre y exilio interior, pero también de sueños y esperanzas que siempre revitalizan y deslumbran”…, escribió magistralmente Marianella Salazar en la contraportada del libro.

Esta película de la inmigración, nadie me la contó, la viví en primera persona cuando mis padres decidieron venir a Venezuela, siendo yo todavía un niño. Esa incertidumbre, esa soledad, esa nostalgia de la que habla Marianella, la viví en carne propia desde que aterrizamos en una pensión de la Parroquia del Cementerio. Pero también viví esos sueños, esas esperanzas, esas ilusiones en esta tierra de gracia.

“Querer volver” está escrito con el corazón, pensando en voz alta, como un viaje a lo más profundo de mis sentimientos, sin adornos, sin pretensiones; pero con la seguridad de que muchas personas emigrantes al igual que yo, se sentirán identificados. “El testimonio que se nos expone en primera persona es clave para todos aquellos que viven el drama de la aventura migratoria en Venezuela. Sus páginas invitan a pensar en profundidad a quienes están pensando en tomar la decisión de radicarse en otras tierras, brindando la riqueza del testimonio y la experiencia de un emigrante exitoso, pero que pasó también por los desiertos en busca de una tierra prometida”…, escribió en el prólogo el padre Francisco José Virtuoso, Rector de la Universidad Católica Andrés Bello, donde me formaron y donde forjé tantos sueños.

Lo escribí, y lo vuelvo a leer una y otra vez, y algunas frases me traen tantos recuerdos, tantos sentimientos… “Hay momentos en la vida en los que hay que ser muy valientes para emigrar, y muy valientes para quedarse”. “Buen viaje hijo, olvídate de mis lágrimas, de mis gritos de silencio, de mi tristeza. Vete y haz que cada día valga la pena”, “Me tuve que ir a buscar mi futuro, me fui físicamente; pero papá, estás más presente que nunca, y estoy seguro que también yo para ti…”

Nacer en un pequeño pueblo de Galicia (España) escuchar a diario los consejos sabios de mis padres, y emigrar de niño junto a ellos hacia una gran tierra como lo es Venezuela me dejaron lecciones de vida, y formas de entender las realidades, que nunca habría aprendido de los libros; y por eso hablo de ella en “Querer volver”, sin complejos y sin resentimientos, dentro de una atmósfera de gran tristeza y soledad; pero también siempre con la ilusión de que estaba siendo el arquitecto de mi futuro, y por el cual merecía la pena luchar.

Mi libro “Cartas a un hijo” me dio muchas satisfacciones. “Querer volver” estoy seguro que será apreciado por muchos venezolanos. Los que se van, y los que se quedan. Esos que se van con una maleta cargada de sueños y de ilusiones, pero que dejan aquí lo más preciado; sus padres y sus familias, los cuales aunque se quedan también son emigrantes, porque una buena parte de su corazón se fue a otro lugar.

cdoradof@hotmail.com

Referéndum contra la GNB, por Marianella Salazar

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Estamos a milímetros de convertirnos abiertamente en un régimen dictatorial, que de manera oficial se consumará en pocos días al instalarse la fraudulenta asamblea nacional constituyente.

En las últimas semanas, el régimen de Nicolás Maduro, a través de sus cuerpos represivos ha dejado todas sus costuras a la vista al perpetrar los peores crímenes de lesa humanidad. El horrendo crimen del adolescente Fabián Urbina, de apenas 17 años de edad, durante la convocatoria opositora del lunes, a manos de la sangrienta Guardia Nacional Bolivariana, llena otra vez de luto a la nación.

Es posible que este horrendo asesinato haya sido planificado por una mente malévola en las más altas jerarquías del poder, de esas que piensan que cualquier sangre derramada es justificable para mantener el proyecto de destrucción nacional.

Las muertes durante las jornadas de protestas que comenzaron el 1° de abril pretenden atemorizar al pueblo, que se ha declarado en desobediencia civil y está decidido a no abandonar las calles hasta lograr un cambio de gobierno, mientras que gran parte de la sociedad es presa del terror desplegado por la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana, los escuadrones paramilitares conocidos como “colectivos” y los funcionarios armados hasta los dientes que se encargan con extrema crueldad de los allanamientos.

La cabeza vergonzosa de esos especímenes cabalga sobre los generales Vladimir Padrino López, Néstor Reverol y Benavides Torres, convertidos en peones de uno de los más serviles espectáculos jamás conocidos por los venezolanos.

A su manera, el régimen, para sobrevivirse a sí mismo, está centralizando el terror y la impunidad. Una represalia masiva como la ejecutada en los edificios multifamiliares Los Verdes, en El Paraíso, donde habitan más de 5.000 personas, a las que pretenden exponer como conspiradoras y subversivas, pone al descubierto un poder supremamente inmoral, lanzado al ruedo de la represión desaforada y que es capaz de todo tipo de vejámenes a la dignidad humana, de cometer las peores vilezas –incluso contra los animales–, de arrasar y destrozar los bienes y la propiedad de indefensos ciudadanos, que para defenderse solo cuentan con la certidumbre de su sufrimiento.

Un reclamo social.

Una vez que salgamos del narco-gobierno presidido por Nicolás Maduro habrá que analizar muy bien el destino que tendrá ese contaminado componente de la Guardia Nacional Bolivariana, integrado en gran parte por narcotraficantes, secuestradores, criminales y delincuentes de la peor ralea. El gobierno necesita a sus fanáticos e incondicionales, símbolos vivos de la violencia.

Después de la extinción política del “madurismo” hay que plantear entonces la misión que debe cumplir la GNB y cómo la va a cumplir; también de toda la Fuerza Armada Nacional, para adecuarla a los nuevos tiempos en los cuales no será concebible una conducta tan aberrante como la que viene arrastrando, para que tenga verdadera legitimidad de desempeño.

Una vez que la sociedad civil pueda redefinir la verdadera función que debe asumir la FANB, a través –incluso– de un referéndum consultivo, se irá desalojando todo ese odio estimulado por el resentimiento chavista en las líneas de pensamiento de muchos uniformados. La reestructuración a fondo del componente militar es una batalla trascendente que los civiles tenemos que comenzar porque es hoy un reclamo social.

@AliasMalula

El Nacional

Un cobro que prescribió, por Marianella Salazar

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El gobierno no puede justificar la forma como viven los venezolanos, hasta policías y miembros de la FANB uniformados buscan alimentos en la basura. Hay una terquedad al no permitir que el país desarrolle todo su potencial económico y, como no están dispuestos a renunciar al control del Estado sobre la economía, tenemos el vergonzoso resultado de encabezar por tercer año consecutivo el Índice de Miseria (Misery Index) de 2016, como el país con la situación económica más difícil en el mundo.

Sin embargo, ante la contundencia de los hechos, el gobierno responde con la falsificación de la realidad, nos presenta una Venezuela virtual, con mercados, hospitales y seguridad que no existen en la realidad, bombardea constantemente con los fulanos “logros” de los comités locales de abastecimiento y producción –CLAP– y alardea de ofrecer productos a precios subvencionados a través de una bolsa de comida cada vez más exigua que no llega ni a 20% de la población.

La revolución fracasó estrepitosamente y abandonó su proyecto –si es que alguna vez lo tuvo– de construir una sociedad más justa. Maduro enfrenta la etapa más negra de su gobierno. Las fiscalizaciones a las panaderías hasta con miembros de las UBCH tienen el propósito de convertirlas en panaderías socialistas, lo que significará la desaparición del pan nuestro de cada día. Pretenden controlar lo que el venezolano se lleve a la boca a través del carnet de la patria, la gente acude a sacarlo para poder sobrevivir. Para que no se mueran de hambre, el líder regional Manuel Rosales pidió a los venezolanos inscribirse en el carnet de la patria y someterse así a las medidas de racionamiento chavistas. La semana pasada, durante un acto en Maracaibo expresó: “Algunos políticos dicen, yo respeto su opinión, que no reciban las cajas CLAP… ¿Cómo no las van a recibir si las necesitan? ¡Recíbanlas! ¿Que no se anoten para la tarjeta esa, el carnet de la patria? ¡Inscríbanse!”. Rosales actúa como un agente del gobierno y se encamina a cobrar –con su candidatura en 2019– lo que fue incapaz de cumplir en las elecciones de 2006, cuando creó falsas expectativas y, en vez de ser implacable en la cobranza, no aguantó dos pedidas y se apresuró a reconocer el triunfo electoral de Hugo Chávez sin esperar el resultado de todas las actas que enviarían los testigos electorales en aquella oportunidad, lo cual fundamentó dudas sobre un arreglo previo con el gobierno que, incluso, circularon antes de las elecciones, y pudo volver a la Gobernación del Zulia después de aceptar como “tramparentes” los boletines del CNE.

El objetivo de aquella campaña electoral no era ganarlas, sino comenzar a consolidar a una oposición bajo la falsa premisa de la unidad, asegurar espacios políticos y sobrevivir. Fue Rosales el hombre que a través de persona interpuesta –Timoteo Zambrano– el año pasado elucubró la mesa de diálogo con el gobierno y de inmediato salió en libertad. Según los últimos sondeos de Meganálisis, si las elecciones presidenciales se realizaran hoy, Rosales ocuparía uno de los últimos lugares de preferencia. Obtuvo 3,9%.

Validaciones. El proceso de validación evidencia el desgaste de partidos políticos tradicionales como Acción Democrática. La aparición de Carolina Pérez, hija del ex presidente Carlos Andrés Pérez, en la validación de Voluntad Popular lo confirma. Después de 44 años de militancia en AD, el alcalde de Capacho Nuevo en Táchira, Jorge Galiano, se pasó a VP por considerar que esa tolda está encaminada en los cambios que el país necesita: “Se siente que hay la génesis de transformación de lo que en una oportunidad representaron los partidos de la cuarta república que hoy, lamentablemente, no han sabido rescatar”.

@AliasMalula

El Nacional

El beneficio de la duda, por Marianella Salazar

asamblea-nacional-julio-borges-efe

Me resulta inexplicable que un gobierno tan precario como el de Nicolás Maduro retome fuerzas y nos tenga sumidos en la frustración y la desesperanza, cierta dirigencia opositora está en deuda con todos los que apostamos a una solución pacífica y constitucional para recobrar las libertades y la democracia. Las oportunidades se van para siempre y no vuelven, como sucede con los años: en enero de 2016, la Asamblea Nacional  debió destituir a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, nombrados ilegalmente en los últimos días de la presidencia de Diosdado Cabello en el Parlamento,  estaba obligada a sustituirlos y a designar también un nuevo Consejo Nacional Electoral, ese era el punto de partida para convocar con éxito el referendo revocatorio, pero no siguieron esa secuencia insoslayable y todo salió mal o no salió.

Ahora a llorar al valle, no habrá elecciones sino las previstas para finales de 2018, a no ser que la declaratoria de abandono del cargo de Nicolás Maduro, aprobada por  la Asamblea Nacional, no se quede en un saludo más a la bandera y se acompañe de  una  serie de acciones  para conseguir en el camino que pueda sortear esta selva impenetrable, enmarañada con las estridencias de viejos estilos políticos que no solucionan nada. Julio Borges demostró –a pesar de las desconfianzas sobre su figura– que los anuncios durante su investidura no se quedaron en promesas y pasó a la ofensiva, sus contundentes palabras sobre el ejercicio del poder fuera de la Constitución de quien hoy es presidente de facto tienen que materializarse con una serie de estrategias y ejecuciones, ahora le toca demostrar su firmeza y coraje, para que no seguir sumando fracasos tras fracasos. Aunque hay algunas acciones que me parecen indescifrables, como la inconveniente desincorporación de los diputados electos de Amazonas. Aún así, le daré a Borges el beneficio de la duda.

“Desarmar los espíritus”

Me he propuesto salir de la resaca de tristeza que nos dejó 2016, un año en el que asegurábamos que lo mejor estaba por llegar y las grandes esperanzas se convirtieron en los peores designios e infortunios. El documento producido el 7 de enero por la Conferencia Episcopal Venezolana puede ayudarnos a recobrar el estado de ánimo, no para recuperar lo vivido sino para encarar con serenidad el futuro. Se trata de un enjuiciamiento severo de nuestra realidad social y política, los obispos hacen un análisis exhaustivo y denuncian la tragedia histórica y el caos en el que estamos sumidos los venezolanos. Examinan la actitud del gobierno y de la oposición frente al diálogo: “…ambas partes, si bien a título diverso, no asumieron el diálogo en función del país, sino que lo consideraron más bien como una simple estrategia política, útil, no para dirimir los grandes conflictos que afectan a todos por igual, sino para fines particulares, incluso subalternos”. La lectura de esas reflexiones produce el efecto de despertar conciencias para una nueva actitud proactiva y para no continuar en la depresión: “La desesperanza no cabe en quien confía en el ser humano… no todo está perdido, mientras haya una ciudadanía consciente, con la fe y la esperanza activadas, capaz de diseñar y emprender nuevos rumbos”. La Iglesia hace un llamado a “desarmar los espíritus” y a “mantener la esperanza contra toda esperanza”. Un documento tan imprescindible como las palabras del premio Nobel de la Paz, el ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en las que exige a la comunidad internacional volcar su atención sobre la tragedia que sufrimos los venezolanos y subraya que “la historia juzgará a quienes, sabiendo lo que ocurría en Venezuela, decidieron mirar en otra dirección”.

@AliasMalula

El Nacional

El próximo golpe, por Marianella Salazar

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La MUD lo hizo otra vez. Nadie sabe cómo se la ingenia cada vez que tiene el sartén por el mango y estamos cerca de una salida a los diecisiete años de terror en que nos sumió Chávez y Maduro; entonces, de forma obscena, se bajan los pantalones, nos echan tierrita y dejan con los ojos claros y sin vista.

Eso fue lo que sucedió el domingo pasado, después de unos días exultantes a consecuencia de la descomunal Toma de Venezuela y el anuncio de una ruta que incluyó el juicio político a Maduro para arrastrarlo a su destitución, además de una convocatoria a Miraflores que dio la sensación de estar viviendo los días finales. Sin embargo, la MUD se prestó otra vez al juego del gobierno para no ser desalojado y se sienta a negociar.

Algunos de sus representantes en la mesa son sospechosos de claudicar, como el ex chavista gobernador de Lara, Henri Falcón, cuyo discurso no puede ser más ambiguo; o el alcalde Carlos Ocariz, que se encuentra en un estado de vulnerabilidad, al ser acusado injustamente por organismos de seguridad del Estado de actos terroristas y ser amenazado con seguir el mismo destino del digno preso de conciencia Leopoldo López; ni hablar del impresentable Timoteo Zambrano, de quien conocemos muy bien sus componendas, después de poner en evidencia su contubernio con el gobierno al rechazar la suspensión de Venezuela en el Mercosur, echando por la borda el intenso trabajo de los opositores que han sufrido cárcel, persecución, destierro y que demostraron al mundo que el gobierno sí viola los derechos humanos. Fue así como a la MUD no le quedó otro recurso que anunciar la reestructuración de la coordinación internacional, que presumía la desincorporación del diputado de UNT Timoteo Zambrano –papel que supuestamente asumió el secretario ejecutivo, Jesús Torrealba–, pero, ¡oh, sorpresa!, el domingo lo vimos de primer chicharrón sentándose en la “mesa de diálogo” junto a su asociado español Rodríguez Zapatero, con quien actúa tomado de la mano.

Zambrano nunca se conduce a título personal, como le hizo creer la MUD a los más desprevenidos. Los remito a mi columna publicada el pasado 21 de septiembre –“Los tejemanejes de Timo”–, donde concluyo que seguiría operando bajo las sombras de sus jefes políticos, pero que la dirigencia quedaría al descubierto. A poco más de un mes los hechos lo confirman. Son jugarretas inaceptables que cuestionan al actual liderazgo de la MUD.

Lo mismo pasó en 2014, después de las protestas de febrero lideradas por Leopoldo López, Antonio Ledezma, María Corina Machado y el movimiento estudiantil, cuando los tiraron al pajón y fustigaron “la Salida”, en un momento como el de hoy, en el que sectores críticos del chavismo y hasta ex comandantes del 4-F coincidían en la salida y la renuncia de Maduro.

Aquel “diálogo” no produjo otra cosa que atornillar al gobierno, y no conviene olvidar declaraciones del dirigente de AD Henry Ramos Allup, cuando dijo en Unión Radio, que “si bien es cierto que el diálogo no ha producido resultados hasta ahora, también es cierto que ‘la Salida’ no produjo resultados positivos. Al menos podemos decir que nuestra propuesta no trajo heridos ni muertos”, y de esa forma colocó a esos tres valientes dirigentes como responsables de los muertos y heridos, cuando fueron los grupos paramilitares del gobierno y los cuerpos de seguridad que se ensañaron con crueldad asesina.

Aquel “diálogo” no sirvió sino para condenar con pruebas amañadas a ciudadanos y estudiantes, entre ellos a Leopoldo López. El inesperado “diálogo” de hoy lo recibimos como un niño maltratado, que a cada momento espera el próximo golpe.

 

@AliasMalula

El Nacional 

¡Happy Birthday, Fidel!, por Marianella Salazar

FidelCastro

La celebración de los 90 años del más sanguinario y longevo dictador de América, con la asistencia de las lacras que transformaron a Venezuela en la colonia cubana que hoy somos, demostró que la principal razón de las revoluciones socialistas es perpetuarse en el poder a costa del sufrimiento y empobrecimiento de sus pueblos, a quienes la ignorancia y el hambre deben sostenerse a toda costa para lograr el supremo fin de la nueva esclavitud del Siglo XXI.

Pero detrás de la fiesta y el circo que montaron, la larga vida del asesino barbudo se ha convertido en un problema de estado para el actual régimen cubano; su muerte es condición sine qua non para la transformación urgente en la isla, porque Fidel la viene torpedeando de manera sutil, pero efectiva. Su sola imagen representa la tiranía vitalicia. Su presencia viva es un ancla en el pasado que los cubanos están desesperados por borrar y con quien nadie quiere retratarse, a excepción de los serviles comunistas trasnochados a quienes se les dispara incontenible la libido con solo estrechar la mano del último dinosaurio.

La apertura cubana ha sido un proceso minuciosamente planificado por Raúl Castro, estructurando un giro impensable hacia el capitalismo, que lo llevó a establecer lazos secretos con el Imperio antes de su ascensión al poder. La defenestración del fracasado y criminal modelo marxista-fidelista necesita morir con el senil tirano. No sólo de manera simbólica. Raúl, que también está a punto de mascar el agua, quiere pasar a la historia como el salvador de la revolución y es probable que su nieto y escolta -alias «el cangrejo»- herede el poder antes que ocurra una apertura política que elimine al partido único. Así que, es posible que Raúl brindara con el más fino champán -como lo hizo en París- para que éste sea el último cumpleaños del nefasto carcamán. Es una necesidad de supervivencia.

Un acto repudiable

El invitado de honor, Nicolás Maduro, feliz en su papel de regente de la colonia cubana-venezolana y la inefable tía Cilia, se trasladaron con su séquito para arrastrarse ante las barbas del anciano dictador. Fue un acto repudiable, en especial cuando no fue capaz de hacer acto de presencia el pasado 24 de Julio para conmemorar el natalicio de Simón Bolívar, a quien no sólo irrespeta utilizando una falsa y grotesca imagen del Libertador, sino que lo degrada al llamar «Bolivariana» a una revolución de delincuentes y narcotraficantes que han destrozado de manera casi irreversible a Venezuela.

Para colmo, llegó acompañado de una secta de enchufados que inventaron el bodrio «Corazón Llanero en Cuba», para seguir desangrando las divisas necesarias para medicinas y bienes esenciales. Nos queda clarísimo el por qué los hermanos Castro ordenaron nombrar sucesor a un personaje como Maduro, cuya indigencia mental lo convierte en peón de la dictadura cubana, a la que rinde fidelidad y obediencia a toda prueba, incluso sobre la desgracia y escalofriante miseria del pueblo venezolano, a quien desprecia.

Es un fiador para Raúl, a quien solo le importa los petrodólares venezolanos, que a pesar de la merma, todavía son suficientes para resolver necesidades en «el mar de la felicidad»; además de las triangulaciones en importaciones de alimentos y medicinas vencidas y, obviamente, los miles de barriles de petróleo gratis que revende en el mercado negro internacional, que genera más ruina a Venezuela, y una descomunal fortuna para seguir tranquilo una vez que Maduro sea conminado por el pueblo a salir del poder y los venezolanos rescatemos el país de una desgracia jamás conocida en nuestra historia. ¡Gracias por todo, Fidel!.

@AliasMalula

El Nacional