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Informe Otálvora | Negociaciones Guaidó-Maduro en la mano de Rusia

Jorge Arreaza y el canciller ruso Sergey Lavrov reunidos el 22JUN21 en Moscú. Foto: Ministerio de Exteriores de Rusia.

Rusia, cuya creciente presencia en Latinoamérica reta abiertamente a EE. UU., es uno de los principales aliados políticos del régimen chavista y su principal suministrador de tecnología bélica

 

@ecotalvora

Para confirmar y hacer sentir el grado de penetración que Rusia ha logrado en Latinoamérica, el gobierno de Vladimir Putin se ha convertido en uno de los dos acompañantes de las pláticas que arrancaron el 13AGO21 en México entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro. Rusia, cuya creciente presencia en Latinoamérica reta abiertamente a EE. UU., es uno de los principales aliados políticos del régimen chavista a nivel internacional y su principal suministrador de tecnología bélica. El otro gobierno acompañante es el de los Países Bajos.

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Un día antes del inicio de las pláticas entre representantes de Nicolás Maduro y de los partidos que respaldan a Juan Guaidó, el gobierno de EE. UU. dejó sin piso dos de las exigencias que el gobierno de facto de Venezuela había puesto como condiciones para sentarse a “negociar”.  El vocero del Departamento de Estado Ned Price ratificó el 12AGO21 que las sanciones impuestas al régimen chavista continuarán y que EE. UU. mantiene su reconocimiento como “presidente interino” a Juan Guaidó.

Durante las negociaciones previas, con diplomáticos noruegos como intermediarios, los voceros del régimen exigían el fin de las sanciones y el reconocimiento al gobierno de Maduro. Al final, los dos puntos fueron incluidos como parte de los siete puntos que integran la agenda acordada. En las negociaciones previas Guaidó aceptó ser calificado como “plataforma unitaria de Venezuela” y no como el “gobierno legítimo” de Venezuela.

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El Grupo de Lima, el esquema intergubernamental creado el 08AGO17 para adelantar acciones en procura de la redemocratización de Venezuela habría llegado a su fin. La paralización de la OEA como un esquema para alcanzar acuerdos sobre Venezuela y activar mecanismos de acción latinoamericana, llevó a que los entonces gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, con apoyo de EE. UU., impulsaran la creación de un esquema informal de concertación de políticas hacia Venezuela.

La nómina de miembros del grupo fue variando a medida que se producían cambios en las líneas políticas de los gobiernos de la región. La inicial efectividad política del grupo fue progresivamente disminuyendo en la medida que la capacidad real de influencia los países miembros se mostraba limitada. Poco de ellos implementaron las medidas de presión, incluyendo sanciones económicas o migratorias, que acordaban en sus documentos.

La llegada al gobierno de Andrés López Obrador en México el 01DIC18 y de Alberto Fernández en Argentina el 10DIC19 marcó la creación de una alianza política de ambos con evidente orientación izquierdista que deja sin efecto al Grupo de Lima. La presencia de los castrochavistas Luis Arce y Pedro Castillo en las presidencias de Bolivia y Perú, y de Philip J. Pierre como primer ministro de la isla de Santa Lucía parecieran dejar sin piso político al Grupo de Lima.

La opción proyectada por el Departamento de Estado de EE. UU. es configurar un nuevo esquema donde junto con Canadá y la escurridiza Unión Europea se conjugue acciones de presión externa para la redemocratización de Venezuela. De hecho, las pláticas acordadas entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó que debían comenzar el 13AGO21 en Ciudad de México son producto de este “nuevo esquema” y por ello el 14AGO21 la triada EE. UU.-UE-Canadá emitió una declaración conjunta en la cual acogieron “con beneplácito el anuncio de que pronto comenzarán negociaciones integrales dirigidas por Venezuela en la Ciudad de México”.

El comunicado de la triada, firmado por Antony Blinken, Josep Borrell y Marc Garneau, dijeron esperar “que este proceso conduzca a la restauración de las instituciones democráticas del país y permita que todos los venezolanos se expresen políticamente a través de elecciones locales, parlamentarias y presidenciales libres y justas”. Igualmente advirtieron su “voluntad de revisar las políticas de sanciones si el régimen logra avances significativos en las conversaciones anunciadas”.

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El acuerdo suscrito el 13AGO21 en Ciudad de México entre los enviados de Guaidó y de Maduro es una reproducción del proceso de fracasadas negociaciones que ya se cumplieron en República Dominicana en 2017-18 y las auspiciadas por Noruega en 2019.

La agenda de las nuevas negociaciones es la siguiente: Derechos políticos para todos. Garantías electorales para todos. Cronograma electoral para elecciones observables. Levantamiento de las sanciones. Restauración de derecho a activos. Respeto al Estado Constitucional de Derecho. Convivencia política y social. Renuncia a la violencia. Reparación de las víctimas de la violencia. Protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano. Garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.

Quizás las únicas novedades sean la forma lacónica de referirse a los temas y la inclusión de un eventual mecanismo de “justicia transicional” para la “reparación de las víctimas de la violencia”

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La delegación denominada “Plataforma Democrática de Venezuela” quedó integrada por Gerardo Blyde como coordinador y jefe de delegación, Luis Aquiles Moreno, Luis Emilio Rondón, Tomás Guanipa, Carlos Vecchio, Mariela Magallanes, Stalin González, Roberto Enríquez y Claudia Nikken en calidad de secretaria ejecutiva.

Los cambios en la correlación política en el continente se proyectan sobre la OEA. La alianza castrochavista continental, con Argentina y México como las piezas gubernamentales más activas, intenta defenestrar a Luis Almagro de la posición de secretario general con el paso previo de dejar sin efecto de aceptación del enviado de Juan Guaidó, Gustavo Tarre Briceño, como representante de Venezuela.

El 09ABR19 el Consejo Permanente de la OEA decidió “aceptar el nombramiento del señor Gustavo Tarre como Representante Permanente, designado de la Asamblea Nacional, hasta que se celebren nuevas elecciones y el nombramiento de un gobierno democráticamente electo”. La decisión fue tomada por 18 votos a favor y ocho en contra, entre los cuales se incluía el del representante de Nicolás Maduro que aún asistía a las sesiones de la OEA.

La resolución del Consejo Permanente fue confirmada por 20 votos en la Asamblea General reunida en Medellín el 28JUN19. En la votación del Consejo Permanente a favor de la presencia de un enviado de Juan Guaidó y de la Asamblea Nacional electa en 2015 votaron Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EE. UU., Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía. Por lo menos tres de estos países (Argentina, Perú y Santa Lucía) no votarían a favor del “gobierno Guaidó” en una votación en la actualidad.

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Con esa base inicial de cálculo, varias cancillerías están impulsando la inclusión de un punto de agenda para votar nuevamente sobre la representación de Venezuela en la 51 Asamblea General prevista para el 10NOV21 en Guatemala. Los aliados continentales del gobierno de facto de Maduro intentan desalojar a Gustavo Tarre Briceño de la representación venezolana en la OEA ya que según la versión castrochavista de los hechos, Venezuela no es miembro de la OEA desde el 27ABR19.

Por ahora la situación es poco clara sobre los resultados de las gestiones de México y Argentina, con gran apoyo caribeño, ya que deberían reunir 18 votos para imponer una decisión contra el enviado de Guaidó, lo que por ahora parece poco probable. Pero, el “tema Venezuela” ha ido perdiendo fuerza en las agendas de los gobiernos democráticos del continente y está siendo afectado por la pugna entre los partidos Republicano y Demócrata de EE. UU. que mantiene paralizada la renovación de los cuadros del servicio exterior estadounidense orientado hacia Latinoamérica.

La victoria de un candidato abiertamente castrochavista en Perú y de un gobierno procubano en Santa Lucía parecieran haber tomado por sorpresa y aparente despreocupación a los operadores de política exterior de ambos partidos.

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La representación de EE. UU. en la OEA la está ejerciendo un diplomático de carrera, Bradley Freden, en condición de encargado desde que el cubanoestadounidense republicano Carlos Trujillo se retirara del cargo el 20ENE21. La Casa Blanca anunció el 29JUL21 la indicación del también cubanoestadounidense Francisco Frank Mora como representante permanente en la OEA, hecho que confirma que las decisiones de política exterior del gobierno Biden (y de la oposición republicana) pasan por la estrategia electoral hacia las elecciones parlamentarias del 08NOV22.

La nominación de Mora, que requiere de aprobación legislativa para hacerse efectiva, desató las molestias de los republicanos de la Florida. “Nominar a Frank Mora, un abierto partidario de involucrarse con el régimen en Cuba es otra bofetada a los cubanos que exigen libertad” tuiteó el senador republicano Marco Rubio, quien es miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. El cargo de EE. UU. en la OEA se ha convertido en un tema electoral floridano lo que amenaza con dejar la representación estadounidense en el organismo continental sin una cabeza con peso y capacidad de acción y presión en el cotidiano pulso político en el organismo. Esta situación se podría prolongar, por lo menos, hasta finales del año.

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Salvo la representante de EE. UU. en la ONU y el embajador ante el gobierno mexicano, las designaciones del gobierno Biden para el departamento de Estado están paralizadas por maniobras de los senadores republicanos encabezados por el texano Ted Cruz. El 10AGO21 Cruz logró bloquear varias decenas de postulaciones de política exterior del gobierno de EE. UU. entre ellas la del diplomático Brian Nichols quien está indicado para asumir la Subsecretaría de Estado para el Hemisferio Occidental. Nichols asistió a la reglamentaria sesión ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado el 19MAY21 y hasta ahora no ha sido ratificado. En esa oportunidad Nichols se mostró favorable a continuar con el esquema de “presión económica” sobre el régimen chavista de Venezuela.

Al llegar Biden al gobierno, la subsecretaría para el Hemisferio Occidental estaba en manos de la coreano-estadounidense Julie Chung en condición de encargada, y el 04AGO21 fue reemplazada por el hondureño-estadounidense Ricardo Zuñiga manteniéndose la condición de interinato en el principal cargo de política exterior hacia Latinoamérica.

Zuñiga había sido designado el 22MAR21 como “Enviado Especial para el Triángulo Norte” para ocuparse del único tema latinoamericano sobre el cual el gobierno Biden muestra especial interés: la migración irregular hacia EE. UU.. De hecho, el primer viaje de Biden a Latinoamérica sería a México.

Zuñiga formó parte del equipo de política exterior de la Casa Blanca de Barack Obama y junto al ahora encargado del Hemisferio Occidental en del Consejo de Seguridad Nacional, el colombiano estadounidense Juan González, forma parte del entorno de Biden para la política latinoamericana. Zuñiga seguirá como encargado del Hemisferio Occidental en espera de la ratificación de Nichols quien debería encargarse de reestructurar la política de EE. UU. hacia el continente.

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En tanto, el Secretario de Estado de EE. UU., Antony J. Blinken, está enfocado en temas muy lejanos de Latinoamérica; la diplomacia hacia el conteniente ha estado asignada a otros funcionarios. El último de ellos en aterrizar el Latinoamérica fue Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien visitó el 05AGO21 a Jair Bolsonaro en Brasilia y al día siguiente al izquierdista Alberto Fernández den Buenos Aires. Sullivan confirmó a Bolsonaro que el gobierno Biden mantiene la promesa de Donald Trump para apoyar que Brasil se convierta en “socio global” de la OTAN” y también le habría recordado la posición de Washington en contra de la tecnología china para el G5.

Según Juan González, en las conversaciones con Bolsonaro y Fernández, su jefe Sullivan habría tratado de “asegurar el consenso hemisférico a favor de la democracia” sin precisar el significado. Todo indica que el actual gobierno de EE. UU. está repitiendo la posición del gobierno Trump en cuanto mantenerse cercano a Alberto Fernández, quizás jugando a una ruptura con la vicepresidenta y jefa Cristina Kirchner y un muy improbable distanciamiento del argentino con sus alianzas izquierdistas internacionales. Alberto Fernández es una de las cabezas del proyecto de retoma del poder en Suramérica por parte del castrochavismo y sus manos han estado involucradas en los procesos electorales recientes en Bolivia, Ecuador y Perú.

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Por cierto, quien sí fue ratificada por el Congreso de EE. UU., fue la teniente general Laura J. Richardson quien hasta ahora ha comandado al componente Ejército del Comando Norte de EE. UU. Richardson fue indicada por Biden para convertirse en la comandante del Comando Sur de EE. UU. y el Senado ratificó su designación el 11AGO21.

Durante su exposición el 03AGO21 ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, la general expresó su preocupación por “la creciente presencia e influencia china y rusa en nuestro hemisferio, particularmente cuando estas naciones están fortaleciendo lazos con los gobiernos que no comparten nuestros valores democráticos como Cuba, Venezuela y Nicaragua”. 

Señaló que en la zona de actuación del Comando Sur se vive una “crisis humanitaria por los millones de venezolanos que huyen de las trágicas condiciones en su patria” y advirtió de una eventual “crisis migratoria” en la zona del Caribe de continuar la “inestabilidad” en Cuba y Haití. Esta es la imagen que los analistas militares estadounidense tienen sobre las inmediaciones caribeñas.

Artículo publicado previamente en Diario Las Américas

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Mandar a callar a los curas: política de Estado en dictadura*

Luis Ugalde S. J. Foto Ucab / La Gran Aldea (Interv. por Runrunes).

Entrevista a Luis Ugalde S. J.: “Pietro Parolin fue el «aguafiestas» en la reunión del régimen con Fedecámaras, eso saca de quicio a Maduro y manda a callar a los curas».
«Si usted, cura, se calló, usted es cómplice de una inhumanidad que es incompatible con el Evangelio. Punto» 

 

@AleteiaES

En Cuba, mucho antes del estallido reciente, los párrocos habían protagonizado una seguidilla de púlpitos en rebelión contra el castrismo. Sus mensajes encontraron terreno fértil y no han parado desde entonces. El pueblo cubano se siente acompañado por sus pastores espirituales.

Algo hace pensar que el régimen cubano ha llegado a la conclusión de que dejarlos hablar resulta un peligro menor que intentar callarlos. No lo harán y, en ese proceso, pueden amalgamar a la gente –ya suficientemente indignada– en torno a su mensaje pastoral.

Constantemente aparecen sacerdotes que denuncian las insoportables penurias del pueblo, sin mencionar a los religiosos (as) quienes, a través de un comunicado emitido el 3 agosto pasado piden frontalmente que se libere a los detenidos por el régimen de Miguel Díaz-Canel a causa de las manifestaciones del 11 de julio en las que se pedían libertades.

Han recordado el texto constitucional: el «sobreseimiento libre de las actuaciones, en los casos de las personas que ejercieron su derecho constitucional de manifestarse pacíficamente (artículo 56 de la Constitución)». La vigente, hay que recordarlo.

Nicaragua, a vueltas con el patrón

En Nicaragua, la puja entre el poder civil y la Iglesia no puede estar más al rojo vivo. Las fiestas del santo patrono se han convertido en una coyuntura donde el régimen pretende llevar a cabo una procesión sin el clero.

Es la respuesta al anuncio del cardenal Brenes de suspender unas fiestas tan masivas en vista de la grave situación provocada por la pandemia de la covid-19. En otras palabras, quieren al santo y la limosna, aunque saben bien que cuando el régimen de Ortega va, la Iglesia nicaragüense vuelve.

Venezuela: palos al exnuncio

En Venezuela, el último episodio que mete al gobierno de Maduro en camisa de 11 varas es la insolente respuesta de la vicepresidenta a una carta del secretario de Estado vaticano, enviada al máximo organismo empresarial con ocasión de una invitación que recibiera para participar en su asamblea anual a la cual, como era de esperarse, no pudo asistir.

En esa misiva, el cardenal Parolin, gran conocedor de Venezuela donde pasó varios años como nuncio apostólico, aboga por un diálogo sincero y por el protagonismo de la sociedad civil en la superación de la crisis actual. Y lo dijo en estos términos:

«Dejar que el bien común prevalezca sobre intereses particulares y el apoyo responsable de la sociedad civil y de la comunidad internacional».

Ello bastó y sobró para que llovieran improperios que un airado Maduro lanzó sobre el prelado, los que aderezó con los más furiosos insultos.

Por su parte, su vicepresidenta coreó, pidiendo «a los curas que quieran hacer política» que se quiten la sotana, luego de que el obispo auxiliar de Caracas, Ricardo Barreto, leyera esa carta del secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, que pedía impulsar el diálogo en el país. Exactamente lo mismo que la Iglesia propone en todas partes donde prospera un conflicto.

Habla un jesuita, profesor de Política

En vista de estas reiteradas e irreverentes embestidas, consultamos a un destacado sacerdote jesuita, Luis Ugalde, de origen vasco pero con toda su vida en Venezuela, quien ejerció por 20 años el rectorado de la Universidad Católica Andrés Bello, impartiendo las cátedras de Historia del Pensamiento Político y Sociología Política en la Escuela de Ciencias Sociales.

Es constantemente reclamado en foros nacionales e internacionales y muy respetado por sus puntuales escritos de corte político en la prensa. Hace pocas semanas estuvo con el papa Francisco. Conversó con Aleteia sobre el recelo del poder hacia los sacerdotes.

¿Quién estorba?

–¿Cómo es eso de que los curas no deben meterse en política?

–El problema es el sesgo. Cuando Mons. Arias Blanco pronunció una homilía que empujó la caída del dictador Pérez Jiménez (1958), era una maravilla. Pero si haces lo mismo con ellos, la reacción es distinta. Es cinismo puro.

–En América Latina es frecuente ver gobiernos autoritarios mandando a callar a los curas…

–Ahora y antes también. La diferencia es: si la derecha está en el gobierno, molestamos y somos comunistas; y si es la izquierda la que manda, entonces los curas obedecen al «imperio» y son reaccionarios.

– ¿Estorba Dios o la sotana?

–Estorba el mensaje. Si estás en el gobierno tienes que desautorizar a cualquiera que te cuestione. Pasa contra todos en la sociedad. Si opinas y al gobierno no le gusta, te descalifican. Si es cura, pues hay que desautorizarlo porque no tenemos derecho de palabra aquí. Eso nadie se lo cree pero lo utilizan. ¡Ojo!, la gente está feliz de que la Iglesia hable en Venezuela.

–No hay quien lo dude y el primero que lo sabe es el régimen. Pero precisemos, ¿deben o no los curas opinar en temas políticos?

–La distinción es clara. Hablemos para el hombre de la calle que entiende las cosas claras. “Tuve hambre y me dieron de comer, estuve preso y me visitaste” y usted, por ser cura, si es un sistema que produce hambre se tiene que callar simplemente porque es cura. Eso no es aceptable.

Si usted, cura, se calló, usted es cómplice de una inhumanidad que es incompatible con el Evangelio. Punto.

La referencia es el Evangelio. Sobre todo aquello que atenta contra la persona humana, no solamente los curas pueden hablar sino que deben hablar.

Otra cosa distinta es la política partidista. Nosotros solo podemos ser partidarios de que la gente tenga comida, de que se respete su dignidad y de que disfrute de libertad. Si el régimen es dictatorial, eso molesta mucho, es obvio.

–Y si no lo es también pues todo gobierno, en algún momento, cede a la tentación de intentar poner freno a la Iglesia…

–Lo que pasa es que el dictador puede frenar y los gobiernos democráticos no tanto.

–Los curas molestan y no es el tipo de molestia que producen los periodistas. Es algo más profundo y hasta más temido…

–Claro, porque es la desautorización moral. Si hablas en nombre de Dios –y así hablamos- y dices que Dios desaprueba las injusticias tienes que caer mal. Y todo régimen, aun el más ateo, quiere la bendición de Dios, el Dios que él inventa.

El régimen se legitima en un valor absoluto. Si soy comunista el valor absoluto es la promesa de acabar con la explotación del hombre por el hombre. Ese es mi Dios; lo demás son medios para conseguir eso.

Si un cura dice: “Usted, con lo que está haciendo, atenta contra el plan de Dios, Dios no quiere esto que hace sufrir a la gente”, allí le estás quitando su legitimidad. El problema de estos regímenes es de legitimidad que pierden por su desempeño. El cuestionamiento moral es lo más peligroso para ellos.

–En varios de nuestros países tenemos sociedades casi desmanteladas, con los valores trastocados y los principios morales engavetados. ¿No es allí donde el sacerdote debe permanecer como testigo fiel, como una referencia profética? ¿Es eso hacer política?

–Claro que no. Este es un reto, el de acompañar a la gente y hablar por quienes no son escuchados, por quienes pasan necesidad, por los que sufren y son perseguidos.

Afortunadamente en Venezuela, salvo rarísimas excepciones, hay unanimidad en los obispos y el clero en que esto que estamos viviendo es inhumano y ello molesta al gobierno.

Un aguafiestas

–¿Por qué el despropósito de Maduro ante la carta del cardenal Parolin?

–Fíjese: cuando supe de la desproporcionada reacción del gobierno de Maduro ante la carta del cardenal Parolin, me di cuenta de que tomó por sorpresa a la vicepresidenta que asistió por el alto gobierno al evento. Claramente se molestó y lo dijo. Al día siguiente, la reacción de Maduro fue mucho más dura, absolutamente desproporcionada.

Cuando uno lee esa carta es evidente que él no habla del gobierno. Solo dice que sería bueno que los responsables políticos, tirios y troyanos, dialogaran y se entendieran por el bien del país. Eso es el centro de la carta, es todo lo que dice.

–¿Por qué la reacción? De un tiempo a esta parte, el régimen suele hacerse de oídos sordos ante lo que dice la Iglesia…

–Maduro dice: «El único que puso la nota discordante fue un cura. Cuando todo el mundo está hablando de producir, de unirse por Venezuela, de superar la crisis económica, viene un cura, totalmente desconocido y leyó una carta, supuestamente de Pietro Parolín» – se refería a un obispo auxiliar de Caracas que asistió a la reunión empresarial y le fue pedido leer el mensaje del Secretario de Estado –.

Y aquí está la clave. Hay un pacto, vamos a desarrollar esta asamblea empresarial, asistirá el gobierno para presentar todo a conveniencia y los empresarios no van a hablar de usurpación del poder, ni de los problemas para invertir con esta hiperinflación, ni de nada que ensombrezca la imagen idílica que estaban construyendo entre gobierno y empresariado. Tal cual como si estuvieran haciendo borrón y cuenta nueva y abriendo la puerta al futuro promisor de Venezuela, pero sin pasearse por la crisis. Eso pactaron y Parolin fue el «aguafiestas» que no estaba programado.

–¿Dónde está el “compendio de odios”, como calificó Maduro a la carta?

–En ninguna parte hay “odio”, ni “veneno”, ni “rencillas” ni “casquillo” (*), ni “cinismo”, que fueron las palabras que utilizó; pero tú vuelves a leer la carta y no hay nada de eso. Simplemente le aguó la fiesta.

Por cierto, la carta brilló por su ausencia en los medios y hasta en predios eclesiales, aquí y afuera. Así que el altavoz para esa carta fue el propio Maduro.

Luego, el discurso del presidente entrante de los empresarios rescata todo lo dicho por Parolin, hay que dialogar y entenderse, no menciona al gobierno y ratificó que, en las condiciones en que se encuentra el país, es cuesta arriba invertir. Me pareció un gran discurso, inteligente y que intenta poner ciertas cosas en su sitio.

Una pregunta pertinente

–Las críticas al papa son muy duras y constantes hoy en Venezuela. Tanto, que parece un guion producto de un diseño perverso. «El papa es comunista», repiten. Le pregunto: ¿cómo el papa manda un mensaje que es un compendio de «odio, de veneno, de rencillas» a un régimen como el de Maduro? Porque Parolin no trabaja solo…

–Yo le pregunto lo mismo a la ultraderecha. Que me expliquen eso. Por qué el papa quien, de acuerdo a sus fantasías, está haciendo lo imposible por salvar a Maduro, manda esta carta que le saca de quicio. Porque, obviamente, Parolin no enviaría un mensaje alejado de los pareceres del papa.

Hay muchos intereses en el mundo, pesados y muy fuertes, que están detrás de esas campañas contra el papa. Cuando el papa habla de contaminación, condena la guerra y el armamentismo, defiende a las comunidades indígenas, denuncia la trata de personas, todo eso afecta a esos poderosos intereses, a sus negocios.

Ellos están detrás. Su meta es erosionar el prestigio del papa. Lo complicado es que lo consigan.

–Los dictadores ven al diablo bajo las sotanas, al menos dicen que allí está…

–Por eso es que no hay que perder tiempo legitimando. “Yo tengo derecho a hablar”, no, hable y punto. Aquí, en Cuba, en Nicaragua, donde sea. La gente está de acuerdo en que debemos hablar y les parece muy mal que nos callemos. Callarse es un pecado ante el abuso y la injusticia. Y así lo entiende la gente.

Naturalmente, eso molesta al gobierno. Que se molesten y reaccionen es una buena señal. En el documento del Concilio Vaticano II, en la parte dedicada a la Constitución Pastoral de la Iglesia en el mundo actual –Gaudium et Spes– comienza hablando de que «los gozos, esperanzas, tristezas y angustias de nuestro tiempo son los mismos de los discípulos de Cristo». Punto.

Por supuesto, para saber eso nos basta el Evangelio, pero allí está la actualización. «Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón», agregan. Esa fue la reflexión de la Iglesia en el mundo actual. Está más que claro. Y cuando uno la aplica, hay consecuencias. Los regímenes aprietan pero es una responsabilidad ineludible para nosotros.

–No hay sorpresas…

–Ni podemos escurrir el bulto. No podemos hacer otra cosa. Allí están los curas cubanos, los nicaragüenses. Los cardenales Brenes y Porras y muchos de nuestros obispos, siempre en la mira. Pero no hay manera de eludir nuestra misión ni queremos hacerlo.

Claro, si te van a detener, tienen que inventarse un delito. Detienen al delincuente, no al cura. Tienen que crear una razón para proceder contra alguien. Por ello a los dirigentes políticos de oposición los acusan de todo lo imaginable, de conspiración, de incitar a la violencia, de aliarse con los enemigos del país… y todo lo que ya sabemos de sobra.

* Entrevista a Luis Ugalde S. J. publicada previamente en el portal aleteia.org

3x3 | Maduro busca congraciarse con bases radicales atacando a empresarios 
El gobierno da señales contradictorias enviando a la vicepresidenta Delcy Rodríguez a reunirse con Fedecámaras y luego amenazando con “neutralizar” a miembros del sector privado 
Confrontación entre Ejecutivo y empresariado acentúa crisis humanitaria e inflación 

@franzambranor

Apenas a días de que la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, se reuniera con la cúpula empresarial venezolana en la sede de Fedecámaras el pasado 20 de julio, Nicolas Maduro amenazó con “neutralizar” a sectores económicos privados que promuevan lo que su gobierno califica como “guerra económica”. 

El paso hacia adelante que había dado Rodríguez en su reunión inédita con el área empresarial privada lo echó hacia atrás Maduro con unas declaraciones enmarcadas nuevamente en el plano de la confrontación. 

“Tenemos identificados, ahora el mapa más claro, de los 8 o 10 actores económicos que están detrás de las perturbaciones económicas que ha habido en julio. Los tenemos identificados con nombres y apellidos, los actores económicos que perturban los precios, el valor real de la moneda. Están identificados y son parte de un plan, hoy en día tenemos más capacidades para neutralizarlos”, dijo Maduro.

A juicio de los economistas Asdrúbal Oliveros, Alicia Sepúlveda y Ronald Balza, esta arremetida forma parte del discurso habitual que ha sostenido la administración chavista a lo largo de dos décadas y persigue complacer a las bases radicales que no toleran un acercamiento con el sector privado.

¿Cuál cree que sea la razón para que Maduro ataque a los empresarios, luego de enviar a su vicepresidenta a reunirse y buscar supuestos puntos en común? 

Asdrúbal Oliveros: Esa narrativa de Maduro atacando a los empresarios es parte de la esencia de su gobierno, donde conviven grupos de naturaleza muy radical, y también está enmarcada en una dinámica electoral, tanto de comicios internos del Partido Socialista Unido de Venezuela como de los regionales, que están planteados para el 21 de noviembre de este año. El gobierno, de alguna manera intenta, contener esas críticas a lo interno de su facción, que pueden interpretarse como debilidad o claudicación.

Alicia Sepúlveda: Efectivamente, pudiera ser que Maduro le esté hablando a sectores radiales a los cuales no les gustó que Delcy Rodríguez estuviera en la sede de Fedecámaras, pero yo creo que en realidad el gobierno ha jugado a supuestas negociaciones en diversas oportunidades las cuales no cumplió y esta pudiera ser otra de esas ocasiones. 

Ronald Balza: Atacar a un gremio es una exhibición de poder, de estar dispuesto a usarlo para “neutralizar” posibles adversarios. Debilitar vínculos que unen a un grupo de empresarios permite negociaciones individuales, así como favorecer a personas o grupos no afiliados, imponiendo condiciones unilaterales, no habiendo licitaciones ni presupuesto, ni contraloría. Las negociaciones individuales dan al gobierno mucha discrecionalidad con respecto a los contratos y sus garantías.

¿Es posible para un gobierno con problemas financieros emprender una cruzada contra el sector privado, ahora que el levantamiento de control de cambio llegó para oxigenar a la economía? 

AO: En la práctica es difícil. El Estado venezolano tiene una caída de más del 70% en lo que respecta a su flujo de ingresos en divisas, dificultades para exportar e importar y parte del abastecimiento está sustentado en el sector privado y también buena parte del empleo formal e informal. En un contexto donde el Estado está mermado en todos los sectores, esto puede exacerbar la crisis económica y política y dinamitar el control social. Por otra parte, el gobierno puede hacer algunas operaciones quirúrgicas, un poco para mandar una señal de fuerza, para complacer a sus grupos radicales e, incluso, favorecer a grupos privilegiados cercanos al entorno gubernamental, pero no lo veo como una acción generalizada.

AS: El ataque del gobierno a la empresa privada nunca ha cesado, han dado algunas señales, pero la arremetida ha sido permanente. Hay que recordar que el ataque pasa más allá de lo verbal, porque tenemos a un Seniat que sigue fiscalizando y multando. Mi teoría particular es que lamentablemente en Venezuela el proceso de ser empresario no es libre por el gran número de regulaciones que existen, que aún cuando hay flexibilizaciones puntuales y de facto, la iniciativa empresarial sigue dependiendo en gran medida del gobierno, por lo que al final los empresarios son solo concesionarios del régimen. Hay mucho inversionista que procura aprovechar y comprar empresas destruidas a precio de gallina flaca, algunos leyendo cambios a largo plazo y otros aprovechando la bonanza de retornos rápidos. 

RB: El gobierno negociará, aprovechando la Ley Antibloqueo, con cada uno por separado. Difícilmente, divulgarán garantías y condiciones, así como no lo han hecho con las importaciones de combustible, por ejemplo. Negociaciones de este tipo pueden incluir premios y castigos, o al menos promesas y amenazas, que no podrán reclamarse con seguridad jurídica en tribunales. Podría haber alianzas y chantajes, pero posiblemente no lo sabremos.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias de esta nueva arremetida?

AO: Todo análisis de inversión tiene un perfil de riesgo-rentabilidad, a mayor riesgo más grande es la rentabilidad. Venezuela es un país con un riesgo muy alto por las características que posee, pero algunos empresarios, sobre todo aquellos que puedan entender el entorno, aquellos cercanos al chavismo y aquellos provenientes de países aliados, pueden seguir jugando en ese tablero. Lo que no va a haber es una entrada masiva de inversiones en algunas áreas. 

 AS: Las consecuencias de seguir atacando al sector privado tanto en verbo como en hechos se pueden traducir en una acentuación de la crisis humanitaria y en que esta burbuja sustentada en negocios de importación fundamental pueda reventarse. Corremos el riesgo de más pérdida de productividad e inflación. Esa situación de ataque aleja a todo aquel empresario que desee hacer negocios, pero siempre existirán aquellos que aprovechen los incentivos alrededor de las condiciones del gobierno. Las medidas económicas que generen un modelo sostenible no se han generado en este país. 

RB: Es complicado hacer un pronóstico cuando no sabemos nada sobre el destino del gasto público. No hay presupuesto ni contraloría. La contracción de la economía venezolana se ha debido a la caída de la producción pública y privada, que ha impulsado migraciones masivas. El gobierno pudo detener esta destrucción, pero no quiso. Si hay nuevas empresas sobrevivientes, no será porque el gobierno quiere estimular el crecimiento de la economía. Puede que haya acuerdos con empresas que le adversan políticamente y que, a pesar de las circunstancias, prefieren continuar con sus actividades en vez de abandonarlas.

La unidad de nuestros tormentos

@juliocasagar

Hace unos meses escribíamos en una nota, y ahora lo confirmamos: hay palabras con las que no se puede pelear en el centro del ring porque te noquean. Palabras como: paz, amor, convivencia, diálogo, entendimiento y unidad son alguna de ellas.

Tienen una carga semántica que le dan valor por sí mismas. No necesitan ponerse al lado de otras, ni adjetivarlas. Tienen buena prensa, buena reputación, son atractivas y la gente las acepta como buenas.

La nota de hoy tiene que ver con una de esas palabras. Una que nos atormenta: unidad. Reconocemos que no es fácil tratar de hacerle una disección para separar sus cosas buenas o malas porque, repetimos. Casi todas sus connotaciones son buenas.

En el caso de Venezuela, el tema de la unidad para enfrentar a Maduro, es un tema de primera importancia y lo es porque aunque pareciera evidente y de perogrullo que teniendo el régimen una evidente minoría de aceptación entre los venezolanos que no llega al 15 %, el otro 85 % que le adversa no se ha podido articular para desalojarlos del poder.

Una de las razones por las cuales hay que examinar el término unidad, es que ha sido evidente que Maduro ha logrado poner como operadores de sus planes políticos a una parte de quienes en algún momento se presentaron como sus opositores. La mayoría de ellos siguen presentándose como gente de oposición y algunos, incluso, no se ahorran críticas a los disparates de Miraflores. Por supuesto que ello forma parte del plan. Si no hablaran como oposición, no servirían a esos propósitos. Como decían los abuelos “chirulí se coge con chirulí”

La línea entre ellos y el resto de la oposición no es fácil de trazar y cometeríamos enormes injusticias si nos erigiéramos en el juez de delitos de opinión para arrogarnos la prerrogativa de decir quién es  puro y quién no lo es, como lo hacían los tribunales nazis que decretaban la pureza racial aria.

De manera que para no hacer ese papel de cazador de brujas, hay que asumir que hay gente que aunque tenga posiciones que directa o indirectamente benefician a Maduro, ellas son producto de su manera de ver las cosas y que algunos de ellos proceden de buena fe. Lo razonable sería entonces que la línea roja de separación que hay que trazar es con aquellos que ostensiblemente vendieron su primogenitura por un plato de lentejas; aquellos que resolvieron traficar con sus conciencias por unos cuantos euros que contaban detrás de las puertas de los baños y que son descaradamente agentes del régimen y sus colaboradores confesos.

Con ellos no hay unidad posible. Ellos ya escogieron su campo y cuando hablemos de esa unidad en los siguientes párrafos de esta nota, el tema no tiene nada que ver con ellos. Sencillamente no hacen falta, que se queden donde están.

Para el resto de los venezolanos, esa inmensa mayoría del 85 % de nuestros compatriotas y para el liderazgo que eventualmente lucha por conducirla es que van las recriminaciones, sugerencias y entrepituras que siguen, porque, por más vueltas que le demos el asunto, será indudablemente necesario que actuemos juntos para terminar con la pesadilla.

Veamos entonces:

Que nadie está diciendo que tenemos que jurarnos amor eterno y casarnos de velo y corona. Que ya sabemos que no somos iguales, que pensamos distinto en muchas cosas. Nadie nos está pidiendo que sellemos un pacto de sangre, ni siquiera que forjemos un acuerdo por los siglos de los siglos.

Lo que está pidiendo a gritos la gente es que nos entendamos, no a pesar de nuestras diferencias, sino con nuestras diferencias. Es que actuemos unidos porque tenemos un objetivo común que es salir del régimen que nos mal gobierna.

Es obvio que las diferencias son necesarias e indispensables para que avancen los procesos. Si no hay debate, si no hay discusión, todo se pudre como el agua estancada.

La dialéctica y el movimiento están en el origen de la existencia de todas las cosas. El organismo más pequeño que es la célula, se divide a diario y compite con otras para asegurar su existencia, pero llega un momento que tiene que convivir para formar un tejido y tiene que trabajar junto con otras células para que ese tejido forme un órgano y para que ese órgano desarrolle su función. No por esa cooperación deja de ser un organismo vivo e independiente.

Repitámoslo: hoy lo que nos pide a gritos la sociedad venezolana no es que dejemos de ser quienes somos; o que hipócritamente nos digamos que somos la misma cosa cuando no lo somos.

Lo que nos pide a gritos la sociedad venezolana martirizada, es que nos pongamos de acuerdo para desarrollar una política unitaria para enfrentar a Maduro y a su minoría.

Como ya dijimos, no es comprensible que un régimen, que no tiene más del 15 % de apoyo popular, se mantenga en Miraflores porque hay pequeñas y parroquiales diferencias; que por cálculos subalternos o simplemente por falta de miras, no nos ponemos de acuerdo para transitar un periodo de tiempo con una posición común y liderar la gran mayoría de los venezolanos, es 85 % de compatriotas que no quieren a Maduro.

¿Y sobre qué debemos ponernos de acuerdo? Pues para lo que todo el mundo decente y civilizado nos apoya: lograr una salida política.

Para tratar de conseguir ese objetivo se ha puesto sobre la mesa un nuevo proceso de negociaciones auspiciado por el reino de Noruega, que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, Canadá y de la Unión Europea. ¿Entonces? ¿Por qué buscamos a Dios por los rincones?

Lo que tenemos que hacer es definir unos mínimos aceptables para ir a esa mesa de negociaciones. ¿Cuáles podrían ser esos mínimos? (y disculpen la entrepitura) Lo primero, lo esencial, tendría que ser la promoción de condiciones para atender la dramática y cada vez peor situación humanitaria, no solo la que deriva de la pandemia, sino la que se ha agravado por la inflación, y el caos de los servicios como el agua, la luz y el gas.

Concertarnos para hacer frente y proponer soluciones de emergencia es de primera necesidad y luego, y entrando en el terreno político, obviamente que ese acuerdo debería tratar:  libertad de los presos políticos, civiles y militares; regreso de los exiliados; habilitación de los inhabilitados; compromiso de elecciones limpias con observación internacional adecuada y un cronograma que establezca dilucidar todos los mandatos pendientes de elegir. Las fechas podrían discutirse.

¿Es todo esto muy difícil? No pareciera. Ciertamente, si sobre eso nos ponemos de acuerdo, podremos ir en mejores condiciones para negociar con la dictadura. No son cosas originales, en realidad es lo que se ha venido planteando desde hace un tiempo. Es una versión comprimida del decálogo aprobado por la AN para ir a las elecciones del 6D.

Esto tiene que ponerse sobre la mesa pronto y hay que presionar para que sepamos rápidamente cual es la respuesta del régimen sobre esas propuestas. Cuando las conozcamos deberemos abrir un debate para saber si las aceptamos o no las aceptamos.

Lo más importante es que podamos decidir conjuntamente lo que hay que hacer. Si el régimen logra batirnos al detal; si tiene éxito en dividirnos para que unos hagan una cosa y otros hagan otra (sobre todo de cara a las elecciones regionales) nos enfrentaremos a la peor de las derrotas.

Ninguno de los discursos sobre “recuperar espacios” “organizar y movilizar en medio de la campaña”, y otras afirmaciones parecidas, van a funcionar.

El régimen se saldrá con la suya. El votante natural de la oposición se quedara en su casa. No importa cuán brillante, cuan chévere, cuán buena nota sean los candidatos. Si no accionamos unidos quienes verdaderamente adversamos a Maduro, no habrá vida.

Bien nos valdría recordar a Benjamín Franklin, sabio por muchos títulos y razones y quien debió enfrentarse a la amarga realidad de la desunión de sus compañeros de ruta, y quien tuvo que recordar a sus contemporáneos: “O ACTUAMOS JUNTOS, O NOS COLGARAN POR SEPARADO”

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

¿Cuándo derrocamos a Maduro? ¡Avisen, por favor!

@juliocasagar

Uno ve soflamas apasionadas de muchas personas, advirtiendo de que es un error pretender salir de Maduro por ningún otro medio que no sea derrocándolo. Que hacerse eco de todas las iniciativas que la comunidad internacional ha desplegado para tratar de forzar la realización de unas elecciones libres, es una pérdida de tiempo inexcusable.

Entonces empieza uno a entusiasmarse de que aparezca una vía más rápida, más expedita y más eficaz de salir de la pesadilla y empieza a averiguar a ver dónde es que tal plan maravilloso se fragua. Pregunta a los amigos que escriben por Twitter y no saben nada; va uno discretamente a conversar con algún militante de esas ideas y tampoco sabe nada; sigue en el juego de la candelita y va de sitio en sitio con la esperanza de que le digan: “por allá fumea”, pero nada.

La ignorancia sobre la trama de este plan que nos traerá la libertad es general.

Al final uno termina enterándose de que no hay nadie planeando tal hazaña; que la mayoría de los derrocadores no tiene plan; que lo de ellos es un deseo que no empreña y que a lo sumo lo que la mayoría de ellos quiere es que el tal derrocamiento lo hagan otros. Una especie de proyecto llave en mano; un modelo pret a porter, un outsourcing hecho por terceros; una subcontrata para no pagar prestaciones sociales a los trabajadores.

Una subespecie de los derrocadores va más allá. No quieren dejar nada a la creatividad de la gente. Ni siquiera sueñan con millones de venezolanos tomando Miraflores en una recreación tropical de la toma del Palacio de Invierno de Petrogrado o de la Bastilla. No, ¡faltaba más!, lo de ellos no es una chusma haciendo justicia, sino la invasión de una fuerza extranjera que se quede incluso luego un buen tiempo para ver si mejoramos la raza. Uno se pone a buscar entonces los que preparan la cabeza de playa para el desembarco; los que colaborarían hincando “la pica en Flandes”; los iniciadores del foco guerrillero y tampoco consigue nada.

Estos guerreros de la guerra de Mambrú me hicieron recordar una anécdota de los años 80. Tomábamos un café en un pequeño local Carlos, mi hermano, alias el Nene (¡sí, se llama Carlos!) Moisés Moleiro y este escribidor. Aclaremos que cuando el MIR había decidido entrar a ese estruendoso error que fue la lucha armada, los hermanos Castillo teníamos 9 y 10 años. El evento que cuento ocurrió cuando ya el partido tenía años de haber abandonado esa política y había entrado en la vida democrática y nosotros, como dirigentes estudiantiles, pasamos a formar parte de esa arrolladora fuerza que lo hizo ganar casi todas las FCU del país.

Pues bien, junto a nosotros, en otra mesa, comenzó un señor (contemporáneo de Moisés) a despotricar en voz alta del abandono de la lucha insurreccional; de la “traición” que ello había significado. Lo hacía con la convicción del que siente que tiene la verdad de su lado y tiene que proclamarla. Carlos se levantó de la mesa y se dirigió al protestante. Yo me puse en guardia porque conozco su carácter y su afición a zanjar este tipo de discusiones de la manera más concluyente. Sin embargo, se sentó mansamente y comenzó a susurrar algo al gritón. A los pocos minutos regreso a la mesa y el acusador de todas las traiciones se quedó calladito y no volvió a gritar. ¿Qué le dijiste a ese hombre?, le preguntamos. Nos respondió: “Muy sencillo, le dije que el abandono de la lucha armada era una estrategia para engañar al gobierno y que en persona estaba comisionado para reclutar gente, así como él, para reiniciarla de nuevo. Que me diera su dirección y su teléfono para contactarlo”. El tercio obviamente le dijo que “ya no podía”, “que él ayudaba desde afuera”; que trabajaba en el IAN (infiltrado, por su supuesto) y que tenía dos hijos, bla, bla, bla…

Dicho en otras palabras, nuestro guerrero de marras también quería (como los de ahora) que otros le hicieran la guerra por la cual él suspiraba.

Dicho todo esto y constatado que ninguno de los derrocamientos ni las invasiones están programados, ni figuran en el orden del día de ningún grupo conocido, estamos entonces en la obligación de recurrir al doloroso, pedestre y nada apasionado expediente de tratar de hacer lo poco que podemos después de haber marchado, arriesgado el pellejo, pancarteado, reunido con nuestros pares convenciéndoles de que hay que luchar y ponernos a trabajar en lo que podemos: emborronar cuartillas, ir a los zoom que nos inviten; pasearse por las comunidades “lanza y tapaboca al ristre” como Alonso Quijano, tratando de convencer a la gente de que, a los que no tenemos balas, no nos queda más remedio que jugarle al quintico de que nos dejen expresar que somos mayoría.

¿Difícil? ¡Sí, muy difícil! A las dictaduras no les gustan las elecciones. Además compran “opositores” que les dicen amén a lo que ellos digan; crean especies y subespecies de alacranes que juegan el juego de Esaú de venderse por un plato de lentejas. Les ponen palos a las ruedas de la carreta de cualquier negociación y nos “guaralean” tratando de ganar tiempo.

Es muy difícil, pero es la que nos tocó. Todas las democracias decentes del mundo nos acompañan en esta titánica tarea, más parecida a la de Sísifo que a la de Aquiles, un héroe con su talón vulnerable, pero héroe al fin. Nos acompañan a eso y no para otra cosa. Que las otras son para ellos realismo mágico, que ya nos lo dijeron.

Hoy, hay condiciones para que esa ciclópea negociación pueda comenzar. Maduro tiene menos del 15 % de los venezolanos a su favor. Ya no tiene CLAP, ni bonos. Las vacunas lo atormentan y su tráfico aun más. Su único soporte, la FAN, esta resentida de desmoralización. Apure ha demostrado su nulo apresto operacional y se le han visto todas las costuras infames. También quiere que relajen las sanciones y que les quiten las de su círculo íntimo. No sabe cuándo una crisis le estalla en la cara ni cuando sus “aliados” de las FARC y el Coqui le dan la espalda.

Esos son sus incentivos para sentarse.

¿Pateara la mesa? Es probable. Es lo que ha hecho siempre. Pero es la alternativa que tenemos. Estar en esa mesa (si es que hay mesa) y acompañar a nuestra gente que sufre; que no tiene vacunas, ni agua, ni luz, y que casi cree que no tiene esperanzas, es nuestra única opción.

Felicitémonos de que, pasito a pasito, se incorpora gente y dirigentes al Acuerdo de Salvación Nacional. Cuidemos y pongamos la unidad entre algodones y aunque “no basta rezar”, como decía Ali Primera, oremos a José Gregorio para que nos ayude en este trance del que saldremos, más temprano que tarde.

POSTDATA: De todas formas, si alguien sabe de otro camino más rápido, por favor que mande un mensajito por WhatsApp o deslice un sobre por debajo de la puerta con las coordenadas. Se lo sabremos agradecer.

Mandela, beisbol y Venezuela

Mandela, beisbol y Venezuela

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Maduro anuncia que llegaron 500.000 dosis de vacuna Sputnik V

Nicolás Maduro informó que este domingo, 30 de mayo, llegaron 500.00 dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra la COVID-19.

«Hoy están llegando 500.000 dosis de vacunas Sputnik-V y el sistema Covax nos ha prometido más de 5 millones de vacunas para el mes de julio, ojalá cumplan el dinero ya fue depositado», aseguró.

Sobre este punto, Maduro añadió que le pidieron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) vacunas Jhonson & Jhonson, que son de única dosis, y que serían adquiridas a través del sistema COVAX. Además dijo que pronto llegará la Sputnik Light que también es de una sola dosis.

Igualmente dijo que si llegan las vacunas van a cumplir las «grandes metas» para septiembre y así poder volver a las clases presenciales con «medidas de bioseguridad».

Maduro también señaló que le pidió a la Comisión presidencial contra el coronavirus, que «multiplique por 10» los centros de vacunación, «para distribuir este nuevo cargamento que llegó y los que están por llegar». 

En cuanto a la jornada de vacunación, el ministro de Salud, Carlos Alvarado, explicó que el centro que se habilitó en el Hotel Alba Caracas tiene todas las estaciones que debe tener un punto de vacunación. «Es importante que la gente tenga paciencia, no acudan a los centros si no han sido convocados». 

«Para esta fase tenemos muchos sectores apoyando la jornada, por ahora los adultos mayores son la prioridad pero luego vienen las personas con alguna enfermedad, progresivamente vamos a ir priorizando», expresó.

Maduro y el «balance»

Nicolás Maduro anunció que durante la última semana se registraron 9456 casos de COVID-19 en el país, lo que significa un aumento del 17% en relación a la semana anterior.

Además advirtió que están estudiando cinco presuntos casos de la variante india del virus, registradas en 5 mujeres que volvieron a Venezuela desde el estado Apure. «Hay que tener cuidado con las fronteras” añadió.

Maduro agregó que Venezuela está en la segunda ola de la COVID-19, y que hay 15 entidades donde hubo un incremento en los contagios por cada 100.000 habitantes, especialmente en Yaracuy con 183 casos, seguido de Vargas con 131; Apure con 66; Nueva Esparta con 51; Cojedes con 49; Zulia con 40; Barinas con 36 y Falcón con 31. 

Sin embargo, Nicolás Maduro no indicó la cantidad de contagios registrados en las últimas 24 horas, y tampoco ofreció los datos de los casos en Distrito Capital, Miranda, Anzoátegui, Táchira y Aragua. 

Asimismo informó que en la última semana se registraron 1.074 recuperados, pero advirtió que hubo 29 casos por cada 100.000 habitantes, cuando la semana anterior fueron 25 por cada 100.000 habitantes.  

Capriles y Guaidó se aproximan forzados por las circunstancias
Luego de diversas críticas al liderazgo de Guaidó, el exgobernador Henrique Capriles expresó públicamente su apoyo al “acuerdo de salvación nacional”
Guaidó expresó que la disputa por el mando es natural, pero que hay que canalizarlo “de forma muy inteligente cualquier diferencia natural”
El acercamiento de ambos líderes da un nuevo impulso al tema político dentro de la agenda pública

@saracosco

“Reconoce a Juan Guaidó, cesa la usurpación y eso sí: asume ante tu militancia la responsabilidad de haber destruido al proyecto político que representaste pero también de darles una solución que les permita seguir existiendo como fuerza política, ellos también lo merecen”, escribió Henrique Capriles el 27 de enero de 2019, días después de que Juan Guaidó se proclamará presidente encargado del país.

El apoyo del exgobernador y excandidato presidencial hacia Guaidó, no ha sido lineal y con el paso del tiempo se llenó de críticas. A pesar de que el presidente interino es reconocido por al menos 60 países, en los últimos meses, Capriles ha estado liderando un proceso de negociación con el gobierno de Nicolás Maduro, con el que se le dio indulto a 110 ciudadanos, incluidos diputados de la Asamblea Nacional y también para lograr mejores condiciones electorales para las legislativas de diciembre del año pasado, que no logró.

«Si vas al proceso, no legitimas a Maduro, es una falsedad (…) si el régimen no democrático, la dictadura, deja una rendijita, tenemos que meter la mano para después meter el pie. Nadie hubiese imaginado que iban a salir presos… quizás hay una rendijita», dijo a principios de septiembre de 2020, aunque un mes después anunció que no participaría en dicho proceso. 

Con esas negociaciones andando, el presidente Guaidó se mostró dispuesto a iniciar un nuevo proceso, y el exgobernador decidió darle nuevamente su apoyo con el “acuerdo de salvación nacional”. Sin embargo, en una entrevista para El País, Capriles aseguró que en la oposición hay una crisis de liderazgo, mientras que politólogos consultados por Runrunes, coinciden en que hay una desconexión de la dirigencia con la ciudadanía. 

El 11 de mayo, a través de un video publicado en redes sociales, el presidente Juan Guaidó presentó su propuesta de un “acuerdo de salvación nacional”, para salir de la crisis y que debe darse entre los representantes de la Asamblea Nacional electa en 2015, la plataforma unitaria, miembros del gobierno de Nicolás Maduro y la comunidad internacional.

 

Guaidó planteó que el acuerdo contenga acciones como un cronograma de elecciones “libres y justas”, para presidenciales, legislativas, regionales y municipales con observación internacional; entrada masiva de ayuda humanitaria y vacunas contra la COVID-19; garantías democráticas para todos los actores, incluyendo al chavismo; liberación de todos los presos políticos, regreso de exiliados y justicia internacional y el compromiso de la comunidad internacional y ofrecer incentivos al gobierno de Maduro, incluyendo el levantamiento progresivo de sanciones, condicionado al cumplimiento de los demás objetivos. 

 

Juan Guaidó como presidente interino y Henrique Capriles como exgobernador y dos veces candidato presidencial, son líderes de un sector de la oposición, que coinciden en que la salida a la crisis es a través del voto. Pero en el último año, la manera de entender la lucha contra el gobierno de Maduro, ha estado llena de diferencias aunque con un posible nuevo encuentro en pro de la unidad política. Aquí te los presentamos: 

Capriles expresó su apoyo a Juan Guaidó, al proclamarse como presidente interino en enero de 2019, y que por razones constitucionales y política le tocaba presidir una transición en el país. “Mi apoyo a la Junta Directiva de la legítima y democrática Asamblea Nacional y a Juan Guaidó, hoy Presidente, camino a una transición que nos devuelva la Libertad y la Democracia”, señaló en un artículo de opinión, publicado en su página web

Días después, el excandidato presidencial aseguró a la agencia AFP, que la proclamación de Guaidó como presidente de Venezuela, sorprendió a la oposición. 

“El 5 de enero, cuando Guaidó toma posesión de la Asamblea (Parlamento), la posición mayoritaria dentro de la oposición venezolana era que Guaidó no debía autojuramentarse como presidente. Se consideraba que eso podía desencadenar en una confrontación política (…) Había la duda dentro de la oposición que ese acto público trajera la consecuencia (que) el gobierno cerrara la Asamblea Nacional”, explicó Capriles. 

A principios de febrero de 2019, Capriles ratificó su apoyo a Guaidó y aseguró que la solución a la crisis del país, no pasa por un diálogo. «Los países tienen que saber que el Gobierno ha llamado al diálogo para que en este país no pase nada, más bien para burlarse de la buena fe de los venezolanos. Entonces aquí ya no se trata de diálogo», dijo Capriles a la emisora de radio Onda.

El dirigente político agregó que la oposición estaba unida y que el proceso emprendido por el presidente Guaidó era “irreversible”. El 2 de febrero, Nicolás Maduro aseguró estar dispuesto a un diálogo con la oposición. 

“El día que quieran, donde quieran, como quieran, estoy listo para hablar, para facilitar el camino del encuentro nacional, para respetar esta constitución entre todos y para hacer una agenda nacional de prioridades. ¿Y cuál es la prioridad mayor en Venezuela?, la economía; la recuperación económica. Me atrevo a ponerla como prioridad”, aseveró. 

 Capriles criticó que el 23 de febrero de 2019, no pudiera entrar la ayuda humanitaria a Venezuela. “Una persona capaz de ordenar o de permitir que quemen comida y medicamentos destinados a un pueblo que está muriendo de hambre y que no tiene cómo atender a sus enfermos es un miserable”, expresó en un artículo de opinión. 

“No se puso un día D, ya lo hemos dicho, sino objetivos políticos claros. Incluso, fue Juan Guaidó quien dijo que si la ayuda no entraba el 23, entonces lo haría el 24, el 25… o cuando fuera posible gracias al empeño de nuestra gente. Así que nada de ceder al aparato de propaganda usurpador, cada vez más desgastado”, añadió. 

Fin de la luna de miel

En agosto de 2020, el presidente interino hizo un llamado a distintos líderes, entre ellos Capriles, para discutir y acordar un “camino en común”. Guaidó aseguró que iba a consultar individualmente y grupal la “hoja de ruta”, que involucraba el rechazo a las elecciones legislativas convocadas por un CNE nombrado por el Tribunal Supremo de Justicia, argumentando una omisión legislativa. 

Tras el indulto a 110 ciudadanos venezolanos por parte del gobierno de Maduro, entre los que había diputados de la Asamblea Nacional y dirigentes políticos, El País de España informó que un encuentro que estaba previsto entre Capriles y Guaidó se suspendió. Capriles estuvo involucrado en un proceso de negociación con el chavismo para poder otorgar esta medida.

Aunque el presidente interino aseguró compartir el sentimiento de los familiares y los liberados, calificó la medida como una “trampa” por parte del chavismo. “Ha pasado antes: los liberan para tratar de legitimar las maniobras del momento. Y, esta vez quieren legitimar una farsa. Una farsa que está derrotada a nivel legal, político, popular e internacional. Es una trampa y no vamos a caer».

“Todos quisiéramos que esto abonara a la reconciliación, pero eso solo pasará con respeto al Parlamento, la designación constitucional del CNE, restituir a los partidos e independencia de poderes. Ese es el camino. Luchando juntos es como sacaremos de Miraflores al usurpador”, concluyó. 

Mientras que Capriles expresó que era un acto de justicia y que nunca debieron estar presos. “En este momento nadie se está engañando, los venezolanos sabemos a qué nos enfrentamos. Aun así tenemos viva la esperanza de que a nuestro país vuelva la democracia, que se acabe el horror de la persecución y que se abran caminos para que los venezolanos decidan su futuro en paz”, añadió. 

 

Aunque el presidente encargado ratificó que la oposición no participaría en las elecciones legislativas al calificarlas de “fraude”. “Liberar rehenes no es condición mínima de competitividad electoral», enfatizó. 

Pero Henrique Capriles expresó su disposición a participar en esos comicios y también lanzó sus críticas a la oposición. “Se agotó lo que había, la agenda que se había presentado no dio resultado. Hay que abrir camino”, recalcó.

“Este no es un régimen democrático, pero si deja una rendijita tenemos que meter la mano, para luego meter el pie”, señaló Capriles. 

Finalmente, tras un acuerdo entre 37 partidos políticos opositores, Guaidó convocó a una consulta popular, para permitir que todos los venezolanos, “dentro y fuera del país, expresar la voz del pueblo y manifestar el respaldo necesario para avanzar hacia nuestra libertad, recuperar la democracia y promover el bienestar».

«Sí hay una ruta, sí hay estrategia, sí hay políticos con dignidad para llevar adelante este proceso», subrayó Guaidó.

 Luego de las elecciones legislativas, en las que hubo 67% de abstención y el chavismo logró 3,5 millones de votos, el exgobernador aseveró en una entrevista para la BBC, que la oposición no tiene un líder, ni liderazgo.

“Cuando Guaidó fue la figura, yo lo respaldé, pero no me pidas que a las chapuzadas, a los errores hay que echarle tierrita. Pretender tumbar al gobierno desde el distribuidor de Altamira (el intento de insurrección del 30 de abril de 2019), por favor… Costó muy caro. Hay que ver todas las aventuras lo que nos han costado”. 

También juzgó la intención del Parlamento de prorrogar su mandato. “El peor escenario para la oposición es mantener el statu quo que tenemos ahora. Algunos lo quieren mantener. Maduro con su Asamblea y nosotros hablando de prorrogar la actual, de darle continuidad. Es un precedente bastante complejo para el futuro, porque abrimos la puerta para que Maduro diga que le va a dar continuidad a su gobierno sin hacer una elección”, explicó. 

 En mayo de este año, tras presentar una nueva Plataforma Unitaria, Guaidó aseguró, en entrevista para la BBC, que lidera la coalición democrática en el país, “no sólo por la representatividad que tiene la plataforma unitaria, sino también por la Constitución». 

Sobre las críticas que hiciera Capriles a su gestión como presidente interino, Guaidó señaló que existe un desgaste nacional. “Una disputa por el liderazgo al interno de un país es normal, natural, lo importante es canalizarlo (…) Tenemos que canalizar de forma muy inteligente cualquier diferencia natural”.

Una segunda oportunidad

Ese mismo mes, el exgobernador ofreció una entrevista a El País en la que aseguró que actualmente hay una crisis de liderazgo dentro de la oposición. “Pero para mí en este momento lo relevante no es a quién le atienden el teléfono en Bruselas o en Washington, eso es simplificar la política y la crisis venezolana. Yo creo que aquí lo relevante es hacia dónde vamos”. 

Agregó que la discusión de la oposición no se debe centrar en quién es el líder. Igualmente anunció que tendría una reunión con el presidente encargado el fin de semana. “Yo he visto un giro. Y lo celebro. “Tonto es el que no cambia de opinión” es una frase del político venezolano Teodoro Petkoff que yo suscribo plenamente”. 

 El 25 de mayo, tras la publicación de un comunicado de la Plataforma Unitaria en respaldo al acuerdo de salvación nacional, Capriles en su cuenta de Twitter le dio su apoyo. “En momentos tan difíciles, urge iniciar una nueva etapa política que permita encontrar soluciones reales al sufrimiento de nuestra gente. La unión de todos los sectores del país ayudará a abrir caminos para superar la crisis”. 

En una rueda de prensa, al día siguiente, Guaidó celebró la unión de otros dirigentes políticos a esta propuesta. Además dijo que cualquier miembro que llegue “viene a sumar a la unidad, a empoderar una propuesta de todos los venezolanos”. 

Luego el dirigente político, Henrique Capriles, dijo en una entrevista en el programa Con la Luz de Efecto Cocuyo, que las negociaciones se deben llevar a cabo con discreción. 

“Yo creo que todos los temas de negociación deben ser llevados con suma discreción, no deben ser llevados a los micrófonos o a la televisión”, opinó Capriles. Asimismo insistió en no “regalar” espacios políticos y que el nuevo CNE, puede ser un paso “de muchos otros que hay que dar”.

“El voto moviliza, el voto organiza, el voto reta. La oposición necesita recuperar ese camino. Maduro no quiere que haya elecciones limpias, entonces retémoslo a que las haya, ejerciendo el derecho a elegir”, ratificó.

El acercamiento que se está dando nuevamente entre Capriles y Guaidó, más el posible inicio de un nuevo proceso de negociación, despierta el ámbito político del país y podría lograr movimiento entre los dirigentes opositores para la reorganización de sus bases y de la ciudadanía. 

Guaidó informa que licencia de la OFAC para cadena de frío y logística para vacunas está por aprobarse
El presidente criticó las «contradicciones» de Maduro en cuanto a la adquisición de vacunas para la COVID-19

Foto: Vero Ravelo

El presidente interino y de la Asamblea Nacional electa en 2015, Juan Guaidó informó que la licencia de la Oficina de Control de Activos Financieros (OFAC, por sus siglas en inglés) para la cadena de frío y logística de las vacunas contra la COVID-19, está por aprobarse. 

En rueda de prensa semi presencial, Guaidó señaló que esperan que en los próximos días la licencia esté aprobada y que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Unicef puedan disponer de esos recursos para la mejora de la cadena de frío. Este monto asciende a $27.615.720. 

«La licencia más próxima a salir tiene que ver con la cadena de frío y logística a través de OPS y Unicef. Hasta que no tengamos más precisión del sistema de implementación a través de Covax, en este caso, se van a retrasar un poco más las siguientes licencias», explicó. 

Guaidó igualmente criticó las contradicciones del gobierno de Nicolás Maduro, en cuanto a la compra de vacunas para la COVID-19, porque en diciembre hablaron de 10 millones de dosis de la Sputnik V, después usaron como excusa las sanciones, luego informaron sobre el pago del sistema Covax, aunque rechazaron la AstraZeneca. 

«No entienden el mercado de vacunas, no se preocuparon en ingresar temprano COVAX. Por la soberbia de una dictadura no hay vacunas y porque quebraron al país, todo lo demás es propaganda para confundir, no tiene que ver con sanciones, porque entonces cómo pagaron COVAX», añadió. 

Guaidó indicó que Venezuela es el país de América con menor porcentaje de población vacunada, detrás de otros países como Haití o Cuba. Igualmente hizo un llamado a los ciudadanos a no caer en el mercado negro de vacunas, porque no contribuye a salvar vidas, deteriora el sistema de salud y pueden ser víctimas de estafas. 

Guaidó pide acuerdo integral

Sobre un posible proceso de negociación con el gobierno de Maduro, el presidente Guaidó celebró que otros dirigentes como el exdiputado Stalin González o el exgobernador, Henrique Capriles se unieran al comunicado de la Plataforma Unitaria, que promovió el «acuerdo de salvación nacional». 

También dijo que han adelantado sesiones formales con Noruega, aunque no se tiene una fecha para iniciar la negociación y tampoco un lugar. Guaidó agregó que en los próximos días anunciarán quiénes serán los representantes opositores. «Cuáles son las premisas en este momento, buscar espacios de participación seguros para la gente, fomentar el liderazgo, marchas, no vamos a caer en un dilema que nos pretende dividir», señaló. 

Por eso pidió no caer en el «lenguaje de la normalización», sobre el nombramiento del directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE) porque la Constitución establece que deben ser miembros independientes. «No hay porque tolerar ese lenguaje que pretende normalizar la dictadura (…) Hay que aproximar todas las soluciones, pero apegadas a la Constitución». 

«En una elección aislada sabemos lo que pasa, lo vivimos en 2017, encarcelaron, arrebataron, nombraron protectores, no permitieron juramentarse por tecnicismos inexistentes», dijo. 

Guaidó hizo un llamado a tener la «mayor y mejor unión posible» de cara al acuerdo de salvación nacional y que debe incluir la mayor cantidad de sectores, incluido el chavismo. «Mientras más unidos estemos, más derrotada estará la dictadura», enfatizó.

Sobre el proceso de referendo revocatorio, que quiere impulsar un sector opositor, el presidente lo catalogó como un gesto de buena voluntad, pero que se debe incorporar a un acuerdo integral para elecciones libres y justas. «Qué hacemos con el Tribunal Supremo de Justicia que anuló firmas, con la persecución en los estados. Cómo levantamos firmas en Apure donde ni la FAN puede entrar», puntualizó.