El medio advirtió en un editorial que la difícil situación que atraviesa Venezuela exige al gobierno de Biden un «esfuerzo mayor». Destacan que la migración masiva de venezolanos sigue ejerciendo gran presión en países de todo el hemisferio
Al medio le preocupa el hecho de que Maduro haya «logrado desperdiciar meses preciosos« y que parezca «dispuesto a desperdiciar más», pues está fortalecido diplomáticamente por  «el ascenso de Petro, y el de presidentes afines en países como Brasil y Chile»
«A raíz de los esfuerzos fallidos del Sr. Trump para restaurar la democracia y la prosperidad de Venezuela, el señor Biden presentó su plan como un enfoque más realista. Se acaba el tiempo para demostrarlo», concluyen

En un editorial publicado el 30 de abril, el Washington Post consideró que la «difícil situación» de Venezuela exige un esfuerzo «mucho más urgente» del gobierno estadounidense,  especialmente por la  «presión que la migración masiva fuera de Venezuela ha ejercido sobre todo el hemisferio».

Tras recapitular los últimos cuatro años de crisis política en Venezuela, caracterizados por el establecimiento de un gobierno interino reconocido por 57 países y las duras sanciones económicas del expresidente de EEUU, Donald Trump, para «socavar la dictadura corrupta, brutal y regionalmente desestabilizadora en Caracas encabezada por Nicolás Maduro», el medio considera que el régimen oficialista está volviendo a tomar fuerza. 

«Maduro, impulsado por el apoyo de Cuba, Rusia, Irán y las fuerzas armadas de Venezuela, se aferró al poder mientras la estrategia de Trump fracasó. Ahora, la administración Biden está probando un nuevo plan basado en negociaciones entre el régimen y la oposición, posiblemente facilitado por líderes de izquierda recién elegidos, como el presidente de Colombia, Gustavo Petro».

El medio destacó la salida forzada a Estados Unidos desde Colombia de Juan Guaidó, expresidente interino de Venezuela, quien intentó conversar con los líderes reunidos en Bogotá el pasado 25 de abril para tratar la crisis de Venezuela.

«Estados Unidos ayudó a llevar a su antiguo aliado a Miami, para que no le sucediera un destino peor, ya sea en Colombia o en su país de origen, donde, dice, el régimen ha estado ejerciendo una presión cada vez mayor sobre él y su familia», resaltan.