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Tarek William Saab pide liberar a presos políticos con orden de excarcelación

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El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab solicitó que en los caso de los ciudadanos que tengan boletas de excarcelación emitidas por tribunales «les sean otorgadas las medidas de libertad a que haya lugar: en estricto respeto a nuestra legislación vigente”.

 

William Saab pidió que se otorguen las medidas de libertad para el dirigente de Voluntad Popular, Yon Goicoechea, y los 14 efectivos de la Policía Municipal de Chacao. También se refirió al caso del Wilmer Azuaje, diputado al Consejo Legislativo de Barinas para quien solicitó una medida cautelar sustitutiva menos gravosa de privativa de libertad.

Azuaje, los 14 polichacaos y tres familiares de los efectivos de seguridad se mantienen en huelga de hambre exigiendo que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar (Sebin) cumpla con las órdenes de liberación.

La acción emprendida por la Defensoría se suma a los recursos introducidos por el Ministerio Público a favor de los presos políticos y las actividades de protesta de los familiares de los detenidos.

 

 

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¿Qué se busca el 16? por Ángel Oropeza

16julio

 

Levantemos la vista. En lo social, Venezuela no hace otra cosa que dirigirse aceleradamente al despeñadero. El escenario cotidiano de los venezolanos se agrava con el paso de los días, en una desesperante lucha por la supervivencia.  En lo político, la dictadura ya ha enseñado, para quienes no lo habían visto, su rostro cada vez más represivo y sanguinario, como corresponde a su esencia estructural gorilista. Esa aberrante combinación conforma el mundo en que hoy los venezolanos existimos y nos movemos.

Frente a este deterioro terrible y acelerado de ambos escenarios, el social y el político, al país le quedaban dos alternativas: o aceptaba con resignación cómo lo que una vez fue Venezuela se convertía en el feudo privado de unos pocos, a  quienes les mueve el único fin de preservar sus beneficios a cambio del sufrimiento de todo un país, o hacía honor a la letra de su Himno Nacional, y enfrentaba esto con la valentía y firmeza del bravo pueblo venezolano. Para honra y orgullo de todos, queda claro cuál fue la decisión.

En una reacción que va mucho más allá de la dirigencia política, los venezolanos han dicho basta y han decidido no dejarse robar su país.

En concordancia con esa exigencia nacional, la Unidad Democrática, como representación política organizada del pueblo venezolano, y la Asamblea Nacional, como poder público que representa la soberanía popular, han obedecido el exhorto realizado por los distintos sectores sociales del país y han llamado este domingo 16 a una jornada histórica, en la que se convoca a todo el país a que decida, libre y soberanamente, qué hacer ante el fraude constituyente del régimen madurista, qué exigencia le hace a los funcionarios y particularmente a la Fuerza Armada Nacional, y el camino que se debe tomar para restituir el orden constitucional quebrantado.

La consulta popular del próximo domingo es un punto crucial de inflexión en esta larga lucha contra la dictadura madurista y busca fundamentalmente tres cosas: la primera, lograr ese día la mayor presión social que conozca la historia venezolana sobre un régimen ilegítimo, lanzando a la calle a millones de compatriotas en todo el país, en un objetivo que abriga cual bandera común a todos los venezolanos, sin distingo de su ideología política o identificación partidista, que es la defensa de la patria amenazada.

El segundo objetivo es enviar un mensaje contundente e irrefutable de la decisión de los venezolanos por defender el pacto social que constituye nuestra actual Constitución. En ella cabemos todos. En el fraudulento invento constituyente de Maduro cabe solo él.

Finalmente, el tercer objetivo es lograr una legitimación popular lo más amplia, diversa y categórica posible, para poder activar la fase superior de lucha, que ocurrirá si Maduro no retira su propuesta de fraude constituyente e insiste en su propósito de destrucción de la República. En el documento suscrito por los distintos sectores sociales del país, en el que se solicita se convoque el Proceso Nacional de Decisión Soberana, amparados en lo establecido en los artículos 5, 62, 70 y 187 de nuestra carta magna, hay un llamado a que Maduro considere el enorme rechazo que tiene su fraude constituyente en las bases populares, a que considere a cada uno de los muertos que hoy pesan sobre su proyecto político y proceda a retirar su propuesta. Pero se le advierte que es el pueblo entero quien se lo demanda y, si se mantiene en su empeño totalitario, será el pueblo entero quien se lo cobre. En otras palabras, si Maduro decide ignorar este llamado, la advertencia es que se arriesga a que la fuerza poderosa del pueblo venezolano decida reclamar sus derechos como lo ha hecho cada vez que un tirano ha pretendido oponerse a sus deseos legítimos de libertad.

El éxito del 16 dependerá fundamentalmente de la participación masiva y valiente de todos. Como corresponde a toda lucha contra un régimen tiránico, no hay garantías. La única garantía hoy es que, si fallamos, nos roben el país.

 

@AngelOropeza182

El Nacional 

Francia celebra su día nacional con un ciclo de cine en el Trasnocho Cultural

CineFrancés

 

En el marco del día nacional de la República Francesa, que se celebra el 14 de julio, la Embajada de Francia en Venezuela ha querido rendir homenaje a los principios universales de la Revolución Francesa -Libertad, Igualdad y Fraternidad- a través de un ciclo de cine que se llevará a cabo los días viernes del mes de julio (07, 14, 21 y 28) a las 6:30pm en las salas del Trasnocho Cultural (C.C. Paseo Las Mercedes, Caracas).

El cine francés ostenta un amplio repertorio de películas que evocan los valores republicanos. Nacidos durante la Revolución Francesa, estos principios, se volvieron universales y son ahora enarbolados por el mundo entero.

La Fiesta Nacional de la República Francesa, el próximo 14 de Julio, se erige entonces como la ocasión perfecta para presentar cuatro clásicos del cine francés que abordan los derechos humanos y subrayan las virtudes del ser humano en momentos históricos difíciles.

Esta iniciativa se hace realidad gracias al apoyo del Trasnocho Cultural, aliado habitual de los programas de la Embajada de Francia en el campo audiovisual.

Las obras que se proyectarán en este ciclo son: La grande illusion (La gran ilusión, 1937), Monsieur Klein, (El otro Señor Klein, 1976), Le Dernier metro, (El último metro, 1980), La vie et rien d’autre (la vida y nada más, 1989).

4 films en los que habla de violencia y resistencia, de fraternidad, de lucha por la libertad, de defensa de una identidad. Cuatro películas cuyo guión y realización está a cargo de grandes cineastas, contando asimismo con la interpretación de actores y actrices mundialmente conocidos. 4 films por lo demás distinguidos con numerosos galardones que dan por siempre fe de las miserias vividas y sufridas durante y a raíz de los dos grandes conflictos mundiales del siglo XX.

 

Derechos sin revés: Ejecuciones extrajudiciales y el Protocolo de Minnesota

GNB-disparando

 

El derecho a la vida es un derecho humano fundamental, cuyo goce pleno es un prerrequisito para el disfrute de todos los demás derechos humanos. De no ser respetado, todos los derechos carecen de sentido.

El derecho a la vida, que es el derecho de toda persona al ser y a la existencia, es intangible frente al Estado y a los particulares mientras con su ejercicio no se infiera daño injusto a los derechos de otro. Es decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones.

En ese sentido, los Estados tienen la obligación de garantizar la creación de las condiciones que se requieran para que no se produzcan violaciones de ese derecho inalienable y, en particular, el deber de impedir que sus agentes atenten contra él.

Esa obligación de los Estados de respetar, proteger y cumplir este derecho se deriva del artículo 1º de la Declaración Americana de derechos y deberes del hombre y del artículo 3º de la Declaración Universal de derechos humanos. “Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente” así lo señalan los artículos 6º del Pacto internacional de derechos civiles y políticos y artículo 4º de la Convención americana sobre derechos humanos.

Sobre el valor de este derecho se desprende el siguiente texto de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de derechos humanos:

Este derecho forma parte del núcleo inderogable, pues se encuentra consagrado como uno de los derechos que no puede ser suspendido en casos de guerra, peligro público u otras amenazas a la independencia o seguridad de los Estados Partes.

En razón de lo anterior, los Estados deben adoptar todas las medidas necesarias, no sólo para prevenir, juzgar y castigar la privación de la vida como consecuencia de actos criminales, en general, sino también  para prevenir las ejecuciones arbitrarias por parte de sus propios agentes de seguridad.  

La calificación de ejecución arbitraria o extrajudicial (términos que pueden emplearse indistintamente), debe reservarse para los casos de privación de la vida como consecuencia de homicidios o actores realizados por cuerpos de seguridad de un Estado o con la complicidad o tolerancia de éste, incluyendo igualmente los fallecimientos durante la detención o prisión como consecuencia de tortura, malos tratos o de falta de tratamiento médico o de otro tipo.

Se considera que ocurre una ejecución extrajudicial o arbitraria en cualquiera de las siguientes circunstancias: muerte como consecuencia del uso de la fuerza por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, cuando ese uso no obedece a los criterios de necesidad, racionalidad y proporcionalidad.

Muerte como consecuencia de un ataque por agentes del Estado en operaciones militares o policiales sin que medie ninguna justificación legal amparada por el derecho internacional.

Muerte de una persona detenida como resultado de condiciones inadecuadas de su privación de la libertad o en circunstancias poco claras que pongan en entredicho el deber de garantía.

del Estado. Si esa privación de la libertad es ilegal se estaría ante un concurso entre una detención arbitraria y el homicidio.

Muerte como resultado de una desaparición forzada cometida por agentes del Estado, así no aparezca el cuerpo de la víctima o sólo si aparecen algunos de sus restos. En esta situación la ejecución concurre con la desaparición forzada en concurso de delitos entre la desaparición y el homicidio.

Muerte como resultado de torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes perpetrada por agentes del Estado. Aquí también se produce otro concurso de delitos entre la tortura y el homicidio.

Las ejecuciones que se sospeche que son extrajudiciales, arbitrarias o sumarias pueden investigarse de acuerdo con el derecho nacional o local vigente y culminar en procedimientos penales. Sin embargo, en algunos casos los procedimientos de investigación pueden resultar inadecuados debido a la falta de recursos y conocimientos o a que el organismo encargado de realizar la investigación pueda ser parcial. De ahí que sea menos probable que prosperen esos procedimientos penales.

Por esa necesidad, las Naciones Unidas elaboró el Manual sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias. Se hizo con la asesoría legal de Advocates for Human Rights, y fue adoptado por el Consejo Económico y Social de la ONU en su resolución 1989/65 de 24 de mayo de 1989. Es un modelo internacionalmente aceptado para iniciar investigaciones de presuntas ejecuciones extrajudiciales y en especial en las que se realizan a exhumaciones de fosas comunes en cualquier lugar del mundo.

El objeto general de una indagación es descubrir la verdad acerca de acontecimientos que ocasionaron la muerte sospechosa de una víctima y para cumplir este objetivo, quienes realizan la indagación deben adoptar, como mínimo, las medidas siguientes: a) Identificar a la víctima; b) Recuperar y conservar medios probatorios relacionados con la muerte para ayudar a todo posible enjuiciamiento de los responsables; c) Identificar los testigos posibles y obtener declaraciones de ellos con respecto a la muerte; d) Determinar la causa, la forma, la ubicación y la hora de la muerte, así como toda modalidad o práctica que pueda haber provocado la muerte; e) Distinguir entre muerte natural, muerte accidental, suicidio y homicidio; f) Identificar y aprehender a la persona o personas que hubieran participado en la ejecución; g) Someter al perpetrador o perpetradores sospechosos de haber cometido un delito a un tribunal competente establecido por ley.

COFAVIC siempre ha reiterado la importancia de usar estándares internacionales para documentar violaciones a los derechos humanos (art 23 de la CRBV),  con base en el Manual sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias de Naciones Unidas. 

Adoptar medidas de protección para garantizar la vida, la seguridad y la integridad física y psicológica de todos los familiares de las víctimas, testigos y sobrevivientes, así como de todas las personas defensoras de derechos humanos en Venezuela;

 Y, finalmente, garantizar que los órganos policiales y los organismos de seguridad ciudadana tengan un carácter estrictamente civil y profesional en todos sus niveles jerárquicos con clara diferenciación tanto institucional como conceptual, de la labor de prevención delictiva y de la investigación criminal.

Simone Veil: Venezuela y América Latina, por Milos Alcalay

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Mucho se ha escrito estos días sobre la triste noticia de la desaparición de la gran líder humanista Simone Veil, quien deja una enorme estela que marcó el compromiso de un futuro de paz y cooperación en el mundo. Como ministro liberal de Valery Giscard D’Estaing, fue la más popular de su gabinete, marcando el rumbo político de su país natal. El Presidente de Francia Emmanuel Macron le hizo un emotivo homenaje en el Patio de Honor del Palacio des Invalides, ante la presencia de Jefes de Estado, ex presidentes y sus admiradores. Anunció que sus restos reposarán en el Panteón Nacional junto a los grandes personajes que marcaron la historia de Francia.

Pero Macron reconoció también su identidad europeísta cuando afirmó “Ella amaba a Europa: siempre la defendió porque sabía que en el corazón del sueño europeo descansaban también la paz y la libertad por las que tanto había luchado” A este reconocimiento se sumó el actual Presidente de la Eurocamara Antonio Tajani al reunir a sus colegas en Estrasburgo para destacar su “aporte histórico” desde el mismo momento de su designación como primera Presidenta del Parlamento Europeo a raíz de la primera elección por votación directa y universal en 1979.

Quisiera resaltar su aporte invalorable también en sus relaciones con América Latina. Recibí de ella el privilegio de aceptar mi designación como Representante Permanente del Parlamento Latinoamericano y del Parlamento Andino ante el Parlamento Europeo en Bruselas. Cada vez que había una reunión, una resolución o un encuentro sobre América Latina, Simone Veil me invitaba a participar demostrando su compromiso en fortalecer la democracia en nuestra región. Para ello, designó varias Misiones: sea para la Paz en Centroamérica, o para denunciar las dictaduras de Pinochet, Videla, Stroessner, y otros déspotas latinoamericanos. En otro artículo destacaré su presencia en los Foros Parlamento Europeo-Parlamento Latinoamericano, embrión de EUROLAT.

Venezuela era entonces una isla democrática admirada por las diferentes corrientes políticas en la región y en Europa. Su primera visita a nuestro continente comenzó por Caracas, donde fue recibida por el Presidente Luis Herrera Campins; en el Congreso por Godofredo Gonzalez y su Vicepresidente Reinaldo Leandro Mora; por los diferentes partidos políticos; por la prensa y por las más variadas personalidades del país que querían conocer a “Madame Europe”. Simon Veil rompió el protocolo del Parlamento Europeo al invitar a Luis Herrera Campins como el Primer Presidente no miembro de la Unión Europea que se dirigió desde la Plenaria de Estrasburgo a los diputados. Ese precedente fue invocado en múltiples ocasiones después, pero le cupo a Venezuela el honor de recibir esa distinción. En Caracas, la Comunidad Judía de Venezuela reunió a su liderazgo Comunitario en la Sede de San Bernardino pues quería conocer a la leyenda hebrea. Simone Veil fue una de las sobrevivientes de la Shoa, que logró salir con vida de los horrores del campo de concentración de Auschwitz. En sus respuestas al liderazgo comunitario destacaba a cada momento, la importancia de la Memoria para impedir que lo inconcebible nunca más vuelva a ocurrir. Por ello, hoy los venezolanos estamos de luto, al igual que los Europeos.

@milosalcalay

Desde mi ojo del huracán, por Elías Pino Iturrieta

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Las épocas más dramáticas de la historia, como aquellas en las que sucede la pérdida de la libertad debido a la desaparición de una república, tienen finales inevitables que sus protagonistas, en medio del torbellino que los agita, no pueden calcular con propiedad. Son los hombres del futuro los que explican esos finales inevitables. Las criaturas de una determinada convulsión no saben que su tiempo tiene unas necesidades que lograrán establecimiento cuando corresponda, sin que las biografías personales puedan hacer mayor cosa para impedir su advenimiento, o para hacerlo esperar. Es como si alguien tejiera los hilos de un telón que les impide la contemplación de la realidad, alguien más poderoso e influyente que ellas, piezas contradictorias y miopes que en ocasiones se consideran sobrehumanas sin serlo. De allí que, para soldar el rompecabezas de los tiempos más intrincados, para tratar de poner las cosas en su lugar, se hable o se haya hablado del destino y de la mano de Dios, artífice supremo.

Pero no es así exactamente. Cuando se arroja un velo pesado, aunque a veces piadoso, sobre los hombres de un determinado lapso terrible, no se les hace justicia. En la minucia de sus vidas se encuentra la clave. En los pasos de cada quien está la explicación, pese a que, desde luego, nadie puede dudar de que cada tiempo tiene sus necesidades, y de que no deja de satisfacerlas después de muchos tumbos. Ahora bien, ¿de quién dependen los tumbos?, ¿de la diosa fortuna?, ¿de unas “leyes sociales” que terminarán por imponerse?, ¿de la Providencia? El drama está formado por un repertorio de peripecias individuales sobre cuyo desarrollo apenas se detienen aquellos historiadores a quienes solo importan los fenómenos descomunales, según su vana pretensión, o los testimonios que remitan a lo que juzgan como asuntos trascendentales. Subestimación lamentable: cada convulsión es vivida o sufrida por individuos tontos e inteligentes, cobardes y valientes, poderosos y débiles, gigantes y enanos que forman parte de la necesidad de cada tiempo, aunque no lo sepan de veras y aunque no se den abasto frente a sus desafíos. De ellos depende, del timbo al tambo, que una convulsión social termine para que otro capítulo de una sociedad la sustituya.

La mirada referida al principio observa de lejos, desde la atalaya de una distancia temporal que facilita la expresión de análisis serenos, o los invita. La otra escudriña la inmediatez, ve de cerca porque se trata de su propia vida, porque se relaciona con las contingencias de las que forma parte. Puede ser imperfecta y parcial, por lo tanto, pero genuina. No depende de la traducción de la posteridad, sino de las grandezas y las miserias de los trances inmediatos. No se pone a pensar con calma porque no forma parte de situaciones apacibles, sino de un huracán; pero en ocasiones las versiones urgentes, las crónicas sobrevenidas, las mentiras, las exageraciones, las conductas superfluas y los cuentos aparentemente banales del cada día ofrecen la riqueza de la sinceridad y la desesperación, la nube y la penumbra de los que viven su tiempo en términos egoístas sin saber que ese tiempo tiene caminos y propósitos que no pueden imaginar los hombrecitos que lo habitan. A esa última mirada quiero aficionarme para escudriñar el caso venezolano.

No quiero ser equilibrado frente a la dictadura de Maduro, ni ante las depredaciones de sus cómplices. Mucho menos ante la inminente desaparición de la república debido a la proscripción de la libertad. Quiero verles el hueso, aunque no los pueda desollar desde la computadora. Quiero que mi minucia los desmenuce y mi peripecia los aplaste, pese a que sean armas precarias frente a la estatura de unos bastardos monstruosos. Quiero que no existan sino como memoria de horas desgraciadas, aunque las horas se empeñen en no pasar. Pese a las obligaciones de mi oficio de historiador, en mis líneas del periódico quiero ser otro venezolano en tiempos de mengua que intuye que ese tiempo, su tiempo perecedero y fugaz, se proporcionará sus salidas sin que tenga yo la llave del portón; pero en el que necesito convivir con mis desequilibrios y con el anhelo de mis amigos desequilibrados que quieren librarse de un mandón mediocre y de un régimen oscuro. Para mi fortuna, desde el futuro los estudiosos de gran calado no se ocuparán de una biografía intrascendente.

epinoiturrieta@el-nacional.com

Venezuela ya no tiene tiempo … por Antonio José Monagas

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A veces la teoría política, pareciera ser ciega y sorda. No termina de comprender que más allá de las circunstancias en la que la praxis política asienta sus postulados, existen infinitas razones que explican mejor, incluso que la historia, que en torno a la vida hay intereses y necesidades que exaltan otros elementos. Así, por ejemplo, se tiene el tiempo histórico como factor que determina la preservación o la fatalidad de un hecho el cual deviene en motivación para decidir el rumbo que ha de emprenderse cuando está presente la disposición de alcanzar un objetivo o propósito de vida. O la desesperanza para sortearlo.

En ese sentido, la teoría política luce insuficiente como ciencia para explicar las azarosas coyunturas que definen el rumbo a seguir de un acontecimiento. De manera que no hay un criterio estricto para advertir a plenitud las consecuencias animadas por la dinámica de un evento. Evento éste definido por la sumatoria de razones expuestas ante condiciones diferentes o antagónicas. Incluso, generadas por motivos asociados. Muchos, discordantes con otros que, posiblemente, incitaron los segundos o terceros.

Estos problemas quedan atados a un ámbito de realidades bastante complicadas. No sólo por tratarse de que son realidades resultantes de procesos históricos cuyos episodios configuran acumulaciones de problemas no solventados. Asimismo, de interpretaciones deformadas por esas mismas circunstancias que le imprimieron rigurosidad operativa al manejo de las respuestas que se esperaron de la crisis que se originó en los predios de retorcidas estructuras que llegaron a confundirse con propuestas y normativa elaborada a solicitud de premuras y coyunturas.

Fue así como surgió la crisis actual (venezolana) que si bien vino manifestándose desde los inicios de los ochenta, a consecuencia del desorden administrativo que se abalanzó detrás del boom petrolero de mediados de la década de los setenta, adquirió imponente fuerza dado el caudal de complicaciones que venía arrastrando. Luego, la esencia del neopopulismo permitió que dicha crisis arreciara. Peor aún, se magnificó al asentirse debido a la impunidad gubernamental. Su efecto, desmandó actitudes que se afincaron en la corrupción desatada en el marco del llamado “socialismo del siglo XXI”. Así terminó de redoblar sus secuelas.

Sin embargo, no se entendió, ni siquiera apoyándose en axiomas de la teoría política, la razón por la cual se juntaron la crisis política y la crisis económica. Al juntarse, combinaron sus fuerzas para acabar con la institucionalidad democrática que, con aprieto, llegó simbolizó el espíritu de trabajo de instancias y proyectos gubernamentales. Para algunos, la razón estuvo en el hecho revolucionario. Para otros, en la ineptitud de altos funcionarios acompañada de las improvisaciones sobre las cuales se deparó la gestión pública luego de 1999.

En fin, todo fue un concierto de decisiones cargadas de la máxima alevosía posible y necesaria para borrar del mapa nacional cualquier residuo de democracia representativa. Aunque luego, el régimen quiso ajustarla mediante el concurso de la retórica demagógica y de mecanismos proselitistas que en nada o poco contribuyeron a evitar el desmoronamiento del Estado de democrático y social de Derecho y de Justicia.

Así que en medio de tan conflictivas trapisondas, el país se convirtió en un descarnado escenario de choque entre las fuerzas del atraso y del oscurantismo político, con la retrógrada propuesta de intervenir todo lo posible con desalmado descaro chantajista, y las combativas fuerzas que buscan reivindicar las libertades en su concepto más determinante y envolvente. Precisamente, en el fragor de tan profunda crisis, crisis de dominación, crisis de acumulación, el pueblo contestatario sigue empeñado en la renovación de los cuadros de gobierno toda vez que la gestión emprendida sólo ha llevado el país al más horrible atolladero que la historia republicana haya podido dilucidar. Al día actual, casi en las postrimerías de la segunda década del siglo XXI, Venezuela ha entrado en barrena. Como nunca. Ni siquiera por causa de las aberraciones políticas provocadas durante el siglo XIX.

Hoy, las frustraciones amontonadas sobre sentimientos y esperanzas de una población empeñada en vivir bajo una merecida calidad de vida social, económica y política, se exacerbaron al punto, que no hay posibilidad de retorno. El cambio, como hecho de recia dinámica, va delante de cualquier impedimento que paute el alto gobierno como freno a tan legítimos derechos exigidos por la sociedad venezolana. No habrá fórmula que no consiga despejar la incógnita que comprometa un resultado de libertad. De modo tal que ante tan arraigada decisión, el valor de una sociedad hastiada de tanta arbitrariedad, humillación y desprecio, cometida en nombre de una revolución que arremete con violencia la dignidad e integridad de una juventud que hasta ahora ha visto truncado su futuro, se convirtió en bandera de lucha frontal y declarada. Más, porque Venezuela ya no tiene tiempo … 

 

@ajmonagas

¡Es el momento de que participemos todos!, por Pedro Méndez Dager

CRD

 

Hay que pisar el acelerador. Acelerar con los Comités por el Rescate de la Democracia, los CRD. Somos una mayoría enfocada en un objetivo único: recuperar la independencia para Venezuela y la libertad para los venezolanos. Una mayoría que no cesará en su propósito de lucha, hasta que la democracia no haya vuelto a nuestra Patria. Una mayoría como probablemente no ha existido a lo largo de estos dos siglos de historia independiente, que ya empiezan a quedarse atrás, después de que una banda armada puso a los pies de una microscópica isla arruinada, el legado que recibimos de nuestros abuelos: las banderas de Carabobo.

Pero es preciso redoblar los esfuerzos y sumarnos todos, porque nuestra gente se muere de hambre en sus casas, en los hospitales arruinados y sin medicamentos y en las calles, por el asedio del hampa común o del hampa política de los bandidos de las fuerzas de la represión, esa fracción de los soldados que juraron defender la independencia y la Constitución y cambió sus lealtades por dinero y privilegios. Hay que acelerar, pero la velocidad de la llegada a la meta depende, entre otras causas, de que continúe creciendo la multitud de los que luchan en las calles y en todos los demás frentes de esta gran batalla nacional. Depende de la permanencia de esa multitud y de la eficacia y coordinación de las acciones emprendidas, con la mirada puesta en un solo objetivo: recuperar la democracia.

Poco de esa crucial pequeña lista será realmente posible de lograr si no pasamos a toda velocidad, a una etapa avanzada de la lucha, signada por la organización de la gente, de todos nosotros, en nuestros lugares de vivienda o de trabajo o de estudio. Organización es la palabra del día. Por eso la Mesa de la Unidad ha lanzado una nueva gran consigna y programa de acción a corto plazo para todos nosotros: los Comités de Rescate de la Democracia. Por eso nadie debe quedarse aislado. Cada uno de nosotros debe buscar a un dirigente de base al que conozca y en el que confíe y pedirle información sobre cómo involucrarse.

Estas organizaciones de base nacen para sumar voluntades, para recibir información segura y evitar la avalancha de mentiras que la tiranía anda regando por todas partes. Para saber qué hacer en muchos momentos importantes. Para enviar información verdadera acerca de lo que pasa en el sitio donde vives. Y pronto también, si permanecemos organizados, si crecemos en organización y solidaridad, para participar en la vuelta a la libertad, mediante verdaderas y confiables elecciones.

No te acerques a un supuesto CRD, si no conoces a sus organizadores. Si no identificas a un conocido confiable, puedes ser tú el que te acerques a una de las casas de los partidos de la Unidad, cerca de tu barrio o urbanización, pidas instrucciones y mejor aún, pidas que te asignen a tu zona de vivienda, como organizador y responsable del Comité. Pide entrenamiento y sigue instrucciones, a toda velocidad. Recuerda que, en esta lucha, los protagonistas somos todos. A partir de entonces, puedes reunirte con otros cuatro o siete o veinte o muchos más luchadores por la libertad y entrar de manera ordenada, organizada, inteligente, en la lucha por la democracia, la libertad, el progreso de todos, la recuperación de los derechos de todos y, en definitiva, el derecho a la alegría de poder vivir dignamente en nuestra tierra.

Ingresar en un CRD, NO supone entrar en un partido político, aunque mucha y muy buena organización de buenos partidos políticos necesitaremos más adelante. Pero primero la libertad.

Todos debemos movilizarnos. Permanecer en la lucha. Todos debemos organizarnos: ¡Es el momento de que participemos todos!

@pedro_mendez_d