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Ley de propiedad

Una de vaqueros, por favor por Carolina Jaimes Branger

NM_Venezuela

 

Más que me digan mentiras, me molesta que me crean tonta. Que piensen que yo soy tan idiota como para creerme los cuentos de camino que cada día inventa el gobierno. Eso me pasó cuando leí que Maduro dijo que si aprueban la Ley de Propiedad no podrá construir más viviendas. ¿Y por qué no?… ¡Que construya más viviendas! Todavía hay mucha gente en este país que no las tiene. Lo que esa afirmación esconde es lo que todos sabemos, pero que el gobierno se empeña en ocultar: que se acabaron los reales. Punto. El gobierno no se preparó –como se prepararon todos los demás países petroleros- para la baja de los precios del petróleo. Y ahora no sabe qué hacer, ni qué decir, ni cómo resolver.

También está el hecho -clarísimo para mí- de que dando títulos de propiedad se les acaba el chantaje. Ya no podrán exigirles a las personas que voten por ellos. En este momento tienen posibilidad de amenazarlos con que si no lo hacen, los dejan sin casa. Pero si son propietarios, nanay, nanay. Tienen que mantener un instrumento de manipulación que les funcione, ahora más que nunca cuando la gente despertó del marasmo y abrió los ojos. ¿Quién en su sano juicio podría rechazar la propiedad de un inmueble?

A esa gente les han dicho de todo, no sólo que no van a construir más viviendas, sino cosas como que que el eterno no quería que tuvieran títulos de propiedad. Que si los aceptan están traicionando a “su” comandante.

Otra posibilidad que se me ocurre es que no quieren dar los títulos porque no hay –como ellos aseguran- un millón de viviendas. Y al hacer el censo quedarían expuestos. O quizás sea porque muchas de esas viviendas pertenecen a militares o familiares de enchufados del régimen y no a damnificados, muchos de los cuales todavía esperan en precarios refugios por las viviendas que les ofrecieron.

No es verdad tampoco que la escasez se deba al bajón de precios del petróleo. Cuando Caldera II el petróleo estaba a $8 por barril y no había escasez. Pero es que con las políticas económicas más desastrosas que país alguno haya tenido, no podía esperarse otra cosa. La liga ésa que tienen contra la corrupción no va a servir de nada. Apresarán a unos funcionarios de rango medio como chivos expiatorios y ya. De hecho, ya están presos tres gerentes, dos de CVAL y una de Bicentenario. Pero los grandes chivos seguirán campantes. Si lográramos recuperar lo que se han robado, tendríamos con qué arrancar la recuperación del país.

Maduro también dijo que «no permitamos que Lorenzo Mendoza siga saboteando la economía del país». ¡Lorenzo Mendoza no ha saboteado nada! Nosotros comemos en este país –todavía- gracias a Lorenzo Mendoza. Quien ha saboteado la industria nacional hasta convertirla en despojos ha sido el gobierno.

También dijo que pedía “rebelión y levantarse por encima de esta emergencia económica para superar las dificultades que tenemos». La rebelión no va a resolver nada. Más bien, empeoraría las cosas. Además, un pueblo insurge cuando tiene sus necesidades básicas cubiertas. No cuando tiene que hacer horas de cola para conseguir la comida de una semana (como mucho).

Maduro también dijo que está haciendo «de tripas corazón» para pagar sueldos y salarios. «Al pueblo no le va a faltar nada (…) No es la primera vez que pasamos momentos difíciles». ¡Si ya falta todo! En Venezuela, desde que se descubrió el petróleo, nunca habíamos pasado por una situación como ésta. Y eso fue hace cien años. Así que señor presidente, prefiero que me cuente una de vaqueros. Como de eso no sé sino lo básico, tal vez sí se le crea.

@cjaimesb

Las 33 Muelas del Gobierno por Francisco J. Quevedo

GMVV

Al Gobierno se le chorrean las mentiras. Según la versión presidencial (Nota: hay muchas versiones porque aquí todo el mundo declara sobre cualquier tema contenido en el libreto oficial), entre el 2011 y el 2015, se habrían invertido unos Bs. 471 millardos ó US$ 73 mil millones, esto al momento de hacer entrega de la unidad número 800.000 de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV). Cuando echamos números, sospechamos que nos están «cayendo a muelas», como dicen por estas calles. Y cuando se auditen las cifras, escríbanlo, se les verá el caldito…

Lo primero que vamos a hacer es dividir los bolívares entre las divisas para precisar la tasa de cambio aplicada. ¡Voilá! Redondeando, Bs. 6,30 por dólar. Es decir, se manejaron dólares preferenciales. Así que, según esta versión presidencial, cada vivienda costó entonces, en un promedio que corre cuatro años, US$ 91,250, eso es US$ 1,303 por metro cuadrado, si estimamos cada unidad en 70 metros como escuchamos a Chávez decir que sería. Ya por ahí, viendo que muchas casitas son de esas que vemos hileraditas a los lados de las carreteras, con techos de acerolit, uno piensa: «!¿Noventa y un mil dólares por un rancho, solo que un poco más bonito?!» Compárense costos con el programa develado en Enero por el Presidente Varela para la Provincia de Panamá que plantea entre US$ 30,000 y 40,000 por vivienda, siendo apenas US$ 20,000 en áreas rurales, o con los proyectos nicaraguenses que construyen viviendas sociales de 60 metros por US$ 30,000 (Fuente: Central America Data), y pareciera que aquí como que se cuecen guisos…

A estos «costos», si hubiesen querido ser realmente un «Gobierno de eficiencia», pudieron repartir esos US$ 73 millardos entre las 800.000 familias beneficiadas, y en lugar de expropiar, sin indemnizar, tantos terrenos en los lugares más atravesados de pueblos y ciudades, y en vez de crear nuevos barrios urbanos, hubiesen dejado que cada familia se comprara un apartamento en El Viñedo, en San Diego, en Lechería, Cabudare o en Alto Prado y tantas urbanizaciones de clase media del país, de paso, pasando así a «vivir viviendo» en edificaciones no solo «dignas», sino bien diseñadas y bien mantenidas, en lugar de esos «superbloques de la quinta» que ofrece la GMVV, ya bastante deteriorados muchos. De esta manera quizás las cuentas cuadrarían o al menos se justificarían.
 
Y, ahora, si tomamos las cifras contenidas en el portal del Ministerio de Vivienda y Hábitat que nos indican que para 2016 la meta sería de 513.940 unidades, y combinanos esta con el costo promedio presidencial, calculado arriba, de US$ 91,250 por unidad, podemos estimar una inversión, este año, sobre los US$ 46,9 millardos. De nuevo, se les chorrea la mentira. ¡¿Con qué se agacha la cucaracha, cuando Venezuela está sumida en una de las peores crisis de divisas de su historia, cuando se estima que las exportaciones de PDVSA no generarán suficiente para pagar la deuda externa que vence en 2016 e importar al ritmo de los recortes?! ¡¿De donde salen esos casi US$ 47 mil millones, del FMI?! Será, porque del Fondo Chino es muy dificil, porque China tiene sus propios problemas y anda jurungando tepuyes en busca de oro para cobrarse la hipoteca que nos dejó Chávez.

Tanta alharaca respecto a la Ley de Propiedad parece un pote de humo que nos diatrae de los números y busca evitar una auditoría. ¿O será acaso que no quieren que los beneficiarios de la GMVV sean propietarios, para que no «se vuelvan escuálidos», como diría Héctor Rodriguez?

¡Este gobierno es pura muela!

 

@qppasociados