legado archivos - Runrun

legado

Alejandro Armas Dic 28, 2018 | Actualizado hace 5 años
El legado, por Alejandro Armas

CON SU NEOLENGUA POMPOSA Y RETORCIDA, el gobierno chavista ha sido un verdadero maestro en el arte de convertir las palabras en ruido desagradable. Para el venezolano, aquellos términos de los que el grupúsculo gobernante se ha apropiado para sus campañas de propaganda, muchas de las cuales son neutras o hasta positivas, se han vuelto odiosas al oído, dada la inevitable asociación con el discurso revolucionario. Es el caso con vocablos como “patria”, “rojo” y “legado”, este último empleado por aparato el comunicacional para designar el país que Hugo Chávez dejó tras su muerte. Ese legado ha sido el objeto de abundante discusión en las últimas semanas con motivo de los 20 años del primer triunfo electoral del golpista del 92. En la segunda entrega de esta columna dedicada a la conmemoración de la fecha fatídica, revisaremos el legado de Chávez, comparado con la Venezuela que le abrió las puertas de Miraflores. Los sucesores del “comandante supremo” siempre se presentan como los continuadores del legado, y el autor de estas líneas no podría estar más de acuerdo. Por lo tanto, la comparación será entre el país de finales del último milenio y el actual.

Por ser el problema que más angustia trae a los venezolanos comenzaremos con las cifras del bolsillo (the economy, stupid, por citar a James Carville). Para el momento del infame juramento sobre la moribunda Constitución, Venezuela ya acumulaba alrededor de 25 años de desempeño económico accidentado, cuyo rasgo más distintivo sin duda fue la alta inflación crónica. Este indicador tuvo alzas sin precedentes en la última década del período democrático. Sin embargo, tras la implementación de la Agenda Venezuela con el entonces ministro de Cordiplan Teodoro Petkoff al frente, para 1998 se había logrado reducirla considerablemente hasta casi 30% anual. Las secuelas de este programa de estabilización permitieron niveles incluso más bajos en los tres primeros años del chavismo.

Por supuesto, Chávez no tenía ningún interés en mantener las políticas monetarias que mantienen a raya el aumento de precios. Del pragmático Petkoff pasamos a tener a personajes como Jorge Giordani al frente de la economía. La eliminación de la autonomía del Banco Central de Venezuela, empezando por el tristemente memorable “millardito”, para financiar las políticas públicas que integraban la agenda populista del Gobierno ha estado desde entonces al frente del despegue inflacionario. El fin de la borrachera de petrodólares más la ruina de la recaudación tributaria (producida a su vez, como parte de un círculo vicioso, por el Efecto Olivera-Tanzi) dejaron al Ejecutivo con la monetización como único recurso para cubrir el déficit. El aumento de la base monetaria ha sido demencial. El año pasado la inflación estalló y por primera vez en la historia venezolana se le agregó el temible prefijo “híper”. Aun falta saber ver cuánto ha ido el incremento para diciembre, pero el mes pasado la Asamblea Nacional estimó un incremento anualizado de 833.997%. La espeluznante cifra, por mucho la más elevada entre todas las naciones del orbe, no tiene nada que se le acerque en el pasado venezolano. La peor inflación del período democrático (103%, en 1996) luce microscópica al lado de lo que ocurre actualmente. Los economistas que asesoran al gobierno, militantes de la izquierda más trasnochada, descartan que la emisión desbocada de bolívares tenga algo que ver. Para ellos, todo es un problema de “especulación” que se corrige con controles de precios, a pesar de que desde mucho antes del chavismo ha quedado claro que estas regulaciones fracasan de manera espectacular en el combate a la inflación.

La escasez es otro problema que no guarda absolutamente ninguna relación con lo que se había visto antes en Venezuela. A veces, sobre todo en períodos de control de precios afincado como en los años 80, algunos bienes no tenían disponibilidad normal. Pero en líneas generales, los productos estaban en los anaqueles y (a veces con mucho esfuerzo debido a la inflación) era posible adquirirlos sin recurrir a mercados negros o recorrer decenas de locales. Entre la producción nacional y las importaciones, Venezuela estaba lo suficientemente abastecida como para satisfacer la demanda de bienes de uso masivo, desde repuestos para vehículos hasta alimentos.

Como tercer punto de la decadencia económica, podemos observar la producción de crudo. Los reportes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo dan cuenta de un desplome ininterrumpido que acumula ya varios años. Actualmente estaríamos produciendo apenas un poco más que un millón de barriles diarios. En 1998 el bombeo fue algo menor a tres millones. No hay nada que en la mal llamada “cuarta república” se parezca a esto. Niveles tan bajos no se habían visto al menos desde los años 40 del siglo pasado.

Toca ahora ver aspectos sociales, empezando por uno relacionado con la economía: la pobreza. Los años 80 y 90 se caracterizaron por la pérdida del ascenso social de las dos décadas anteriores. Sobre todo en los 90 hubo un alza sustancial en la pobreza, que los gobiernos de turno no supieron atajar o aliviar a tiempo a pesar de sus planes de estabilización económica. En 1998, casi la mitad de los venezolanos era pobre, y casi 30% era extremadamente pobre. Un número innegablemente grave, pero que palidece ante el 87% estimado el año pasado por la Encuesta de Condiciones de Vida que conducen las universidades Católica Andrés Bello, Central de Venezuela y Simón Bolívar. No conforme con ello, el empobrecimiento no ha golpeado a todos por igual. Por el contrario, un estudio reciente de Luis Pedro España y María Gabriela Ponce halló que Venezuela es el país con mayor desigualdad socioeconómica en América Latina. A esto fueron a parar las promesas del socialismo revolucionario de Chávez.

En cuanto a la salud, el panorama es desolador, no solo por la escasez de medicamentos. Enfermedades que desde mucho antes del 98 habían desaparecido del mapa venezolano, gracias al esfuerzo titánico de héroes como Arnoldo Gabaldón, han regresado y afectan a cada vez más ciudadanos. La malaria, el terrible paludismo de las novelas de Miguel Otero Silva y Rómulo Gallegos, es acaso la más notable. El último informe anual de la Organización Mundial de la Salud contó 411.000 nuevos casos de malaria en Venezuela en 2017, tres veces más que en 2014, según reseña el diario El País de España. Mientras, hospitales que a inicios de la “cuarta” fueron considerados modelos para América Latina hoy están en situación calamitosa, con equipos que no funcionan, sanidad paupérrima y falta de insumos tan sencillos como gasas.

Por último, la criminalidad rampante es un problema que no amerita mucha descripción, pues están a diario expuestos a ella todos los ciudadanos que no cuentan con los anillos de seguridad de los miembros de la elite oficialista. Probablemente como resultado del aumento de la pobreza, Venezuela experimentó niveles de delincuencia preocupantes en los años 90. Grabados en la memoria colectiva quedaron incidentes como las tragedias del Urológico de San Román y de Terrazas del Ávila. Pero estas dificultades estaban leguas de la violencia hamponil normalizada que impera en las calles de hoy. Venezuela en aquel entonces no tenía problemas de inseguridad peores a los de Brasil o Colombia, vecinos a los que hoy supera en este particular desde hace varios años. En la actualidad, nuestro país y varios de Centroamérica figuran a la cabeza de la lista de naciones ordenadas por tasa de homicidios. Los criminales, si son detenidos, van a cárceles gobernadas por los llamados “pranes”, con hacinamiento, pobres condiciones higiénicas y de abastecimiento de comida, entre otros problemas mucho más graves que los que llevaron a la implosión del Retén de Catia un año antes del triunfo de Chávez.

Todo esto es el legado, ese legado sobre el que pudieran escribirse muchas más páginas. Hay dos cosas bastante elocuentes sobre el contraste entre la Venezuela de 1998 y la de hoy. La primera tiene algo que todos los calvarios enumerados comparten: la falta de cifras oficiales. El Ejecutivo informaba con periodicidad sobre todos estos temas de interés público hasta que una por una las luces se apagaron. No hay que ser un genio para saber por qué. Pero mientras las autoridades callan, el segundo elemento, el éxodo gigantesco de venezolanos, es un grito de incontables decibeles. Creo que no existe prueba más sólida sobre lo que 20 años de revolución han significado para el país que los millones de conciudadanos que se han ido a otras latitudes. Nunca, ni siquiera en los períodos más oscuros de la historia venezolana, se había visto algo parecido. Cada compatriota que soñaba con desarrollar su vida en el país pero que hoy está entre las montañas cundinamarquesas, en los arenales limeños, frente al Río de la Plata o en las selvas alrededor de Boa Vista… Todos son también parte del legado.

El gran legado de Elio Gómez Grillo, por Carlos Nieto Palma

Eliogomezgrillo

 

Hoy, 15 de septiembre, se están cumpliendo tres años de la ausencia física de mi amado maestro Elio Gómez Grillo, padre del penitenciarismo contemporáneo en Venezuela y quien, a pesar de no tenerlo con nosotros presencialmente, nos dejó un importante legado que, de cumplirse como él lo diseñó, nuestro sistema penitenciario sería diferente y no el gran desastre que hoy se vive en nuestras cárceles. Hoy dedico mis líneas a la figura de este gran venezolano.

Tres grandes penitenciaristas ha tenido Venezuela a lo largo de su historia; el primero, Francisco de Miranda, y aunque pocos conocen esta faceta del generalísimo, fue el que diseñó el sistema penitenciario de países europeos como Dinamarca, aún vigente es ese país; Tulio Chiossone siguió los pasos de Miranda y fue el encargado de diseñar el sistema penitenciario venezolano en la era posgomecista, y gran parte de su obra sigue aún vigente; por último, Elio Gómez Grillo, que transformó y le dio el valor que merece a ser penitenciarista y lograr que el funcionamiento del sistema penitenciario tuviera rango constitucional.

Elio Gómez Grillo nació en Maracaibo el de octubre de 1924, aunque su infancia transcurre en su amada Maiquetía, en el estado Vargas; fue abogado, criminólogo, penitenciarista y profesor universitario. En 1949 egresó como profesor de educación secundaria y normal del Instituto Pedagógico de Caracas, mención Filosofía, Castellano y Literatura, formando parte de la promoción Juan Vicente González. Estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó en 1954 como miembro de la promoción Rafael Pizani; hizo posgrados en Ciencias Penales y Criminológicas en la Universidad Católica Andrés Bello y posteriormente estudió en la Sorbona de París y en la Universidad Degli Studi di Roma, y obtuvo la mención summa cum laude, en la misma especialidad.

Desde los 20 años se dedicó a la docencia, iniciándose en los institutos educativos caraqueños como el Liceo Santa María, el Colegio Las Acacias, el Santa Cecilia, el Fermín Toro, el Alcázar, el Instituto San Pablo, también en Mérida en la Unidad Educativa Libertador, para alternar sus estudios de Derecho en la Universidad de los Andes. También durante muchos años ejerció la Jefatura del Departamento de Pedagogía del Instituto Pedagógico de Caracas. En la Universidad Central de Venezuela, de 1958 a 1980 ejerció la cátedra de Derecho Penal Especial, egresó como profesor titular y fue durante casi 20 años su director de Cultura.

El 3 de febrero de 1992 fundó, acompañado de grandes figuras del mundo académico venezolano y otros grandes conocedores del mundo penitenciario, el único instituto universitario de Latinoamérica y de los pocos del mundo, para esa época, en formar a profesionales universitarios en el área del penitenciarismo de naturaleza civil, el Instituto Universitario Nacional de Estudios Penitenciarios (Iunep) su gran obra, hoy cerrado por los destructores de su obra.

En el año 1999 fue designado miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, encargada de la elaboración de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.

Gómez Grillo nos deja dos importantes obras, la primera es la profesionalización del personal de prisiones, darles a los penitenciaristas rango universitario con una debida formación como educadores para poder trabajar en la reeducación y reinserción social de los seres humanos que se encuentran en prisión, alejándose del criterio de policías represores de presos, que siempre han imperado en nuestro país. Su otra gran obra la incorporación en la Constitución Nacional de un artículo, el 272, donde se fijan las bases de cómo debe funcionar y ser el sistema penitenciario venezolano.

Lamentablemente, el legado del maestro Gómez Grillo no ha sido tomado en cuenta, su adorado Iunep fue cerrado y absorbido por la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) dejando de lado la formación de educadores que puedan redimir a los encarcelados, para convertirlo en un simple formador de policías de cárceles. Una gran prueba del fracaso de la formación de penitenciaristas en la UNES es la cantidad de denuncias por tratos crueles, inhumanos y degradantes a los privados de libertad por parte de estos cabos de presos inspirados en la época gomecista. Gómez Grillo siempre pensó que la formación de penitenciaristas, en caso de no existir el Iunep, era en el Pedagógico, pues lo que se busca es formar educadores y no policías de presos.

Igualmente, lo que logró que quedara plasmado en la Constitución Nacional sobre el sistema penitenciario, uno de los más importantes avances en la materia, que sería la solución al caos que se vive en las cárceles, cuestión que ha quedado en el olvido y podemos decir con propiedad que el artículo 272 de nuestra carta magna es letra muerta; a pesar de que nos quieran hacer creer que se cumple plenamente, no es más que mentiras.

Quiero terminar este pequeño homenaje a mi maestro con unas líneas de su último libro Prosa de prisa para presos, donde deja claramente expresado lo que es ser un penitenciarista: «El penitenciarismo es, sencillamente, una alianza de filosofía y de ciencia y también de humanidad y misericordia. No es un oficio de salón, no disfruta de tribunas ni de escenarios para exhibiciones frívolas, no sirve para cautivar amistades exquisitas ni para obtener riquezas materiales. Se ejerce en rincones oscuros y humildes y se trabaja con hombres oscuros y humildes. Los penitenciaristas somos los albaceas de los vencidos en un mundo de triunfadores (…) A los penitenciaristas se nos dice una y otra vez que somos cultores de una causa perdida. Tenemos que responder que, después de todo, somos caballeros, y que el no llegar nunca es justamente lo que nos hace más grandes”.

@cnietopalma

El Nacional

De los bolcheviques a los bolichicos: 100 años de la Revolución Rusa
El Gobierno dio inicio formal a la celebración del centenario de la Revolución de Octubre de 1917. Según los organizadores, la línea que marcará el curso del año de jubileo socialista será: De Lenin a Chávez, de la Revolución Bolchevique a la Revolución Bolivariana. Sin embargo, desde el Partido Comunista de Venezuela afirman que tras 18 años de brega, la revolución socialista en Venezuela sigue siendo un tema pendiente. Siendo así, ¿qué legado reivindica entonces el Gobierno?

 

@GitiW

HABÍA UNAS 100 PERSONAS CONGREGADAS en el sala de lectura del Archivo General de la Nación, ubicado en el Ministerio de Cultura, el jueves 23 de marzo a eso de las 10:30 a.m. Estaban allí para dar inicio a los eventos que durante todo el año, marcarán las conmemoraciones organizadas por la Comisión Presidencial para la Conmemoración del Centenario de la Revolución Rusa, creada por el presidente Nicolás Maduro en noviembre de 2016.

Comisión centenario revolución rusa

Los asistentes se dispusieron a abrir el acto en el que celebraban la vida y obra de Gustavo Machado, símbolo del comunismo venezolano del siglo XX, entonando el himno de la Internacional Socialista. “No tenemos el audio, ¿cantamos a capela?”, dijo Pedro Calzadilla, presidente del Centro Nacional de la Historia y secretario de la Comisión. Hubo risas, mas nadie cantó.

 

Homenaje a Gustavo Machado AGN

 

Calzadilla aprovechó entonces para informar que la Comisión fue creada para “impulsar las acciones del gobierno bolivariano durante 2017 para conmemorar tan importante evento, uno que significó la ruptura del siglo XX en dos y marcó la entrada a una nueva etapa. La línea de esta conmemoración es De Lenin a Chávez, de la Revolución Bolchevique a la Revolución Bolivariana”. Explicó, además, que los festejos incluyen la realización mensual de eventos culturales, científicos y políticos para exaltar a las figuras clave del comunismo venezolano. Los actos concluirán en noviembre con un “gran encuentro internacional”.

La socióloga María Elena Lovera Machado, nieta del homenajeado, fue la oradora de orden y en una disquisición que la llevó a repasar durante más de una hora los 100 años que separan la revolución rusa de su par venezolana, soltó una frase que llevó a los presentes a asentir en unanimidad: “Nos estamos quedando solos”. Luego argumentó que debían asumir la responsabilidad de formar a la generación de relevo, a los camaradas del futuro.

 

Archivo General de la Nación 2

De izquierda a derecha: El director del diario Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, el expresidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, la socióloga María Elena Lovera Machado, la exdiputada María León y el presidente del Archivo General de la Nación, Pedro Calzadilla | Foto cortesía de la página del Archivo General de la Nación

 

Tras 18 años de prédica socialista, cabe preguntarse cuál es el legado de la primera revolución proletaria del mundo y qué reivindicaciones puede acreditarse la versión bolivariana. Runrunes entrevistó a tres dirigentes políticos afines a partidos de izquierda, a saber, Carlos Aquino, Américo Martín y Pompeyo Márquez, para dar respuesta a las interrogantes. A continuación, presentamos sus reflexiones.   

Carlos Aquino: “En Venezuela no se ha producido ninguna revolución socialista”

El miembro del buró político del Partido Comunista de Venezuela sostiene que hay muchísimo que reivindicar de aquella Revolución de Octubre de 1917. “Todas las fuerzas revolucionarias del mundo conmemoramos este centenario. En primer lugar, hay que recordar que se trata de la primera revolución de carácter socialista en el mundo, eso ya justifica la celebración. Marcó una nueva era histórica de la humanidad, el tránsito del capitalismo al socialismo. Además, la experiencia de esos 70 años de revolución socialista deja mucho que reivindicar, por ejemplo, en cuanto al derecho de las mujeres y de los trabajadores. Consideramos que el gobierno, que levanta aunque sea discursivamente banderas de solidaridad y vocación social, tiene que sentirse reflejado en los principios de la revolución rusa”.

—¿A qué se refiere con “solo discursivamente”?

—Porque no siempre el discurso que ha habido durante estos 18 años se ha correspondido con la práctica concreta y real del comunismo. Muchas veces se ha expresado que este es un gobierno obrerista pero en la práctica ha habido muchas acciones que han afectado directamente a los trabajadores y no se les ha respaldado es aspectos que aunque estén en la ley, no se cumplen en la práctica. Por ejemplo, desde instancias como el Ministerio del Trabajo. La revolución socialista de octubre de 1917 fue una revolución genuina que derrocó el régimen por la fuerza y la insurrección del pueblo. Eso no es lo que ha ocurrido en Venezuela, por eso nosotros no empleamos la denominación de “revolución” para lo que ha ocurrido aquí.

—¿Y qué es lo que ha ocurrido aquí?

 Se clarifica por algunos aspectos, en primer lugar, el problema del poder, que para los comunistas en un tema fundamental, no ha sido resuelto en Venezuela. Lo que ocurrió en 1999 es que llegó un hombre progresista, demócrata, de avanzada, a la presidencia, se llegó al gobierno, pero no se conquistó el poder porque se llegó dentro de todas las estructuras del estado burgués, es decir, no hubo una ruptura revolucionaria. ¿Ha habido cambios y avances políticos? Sí, pero dentro de los límites que permite el estado burgués capitalista. Lo que se precisa para seguir avanzando es una ruptura con ese sistema. Hoy en Venezuela, con la crisis del sistema dependiente de la renta petrolera, se pone en evidencia que no se ha roto con el sistema capitalista y por ende tenemos esta crisis. Reconocemos que a partir de 1999 ha habido importantes avances, pero el problema central de fondo persiste. La revolución socialista en Venezuela sigue siendo un tema pendiente.

—¿Por qué tras 18 años no se ha avanzado?

—Ha tenido que ver con dos aspectos, el primero, que el máximo liderazgo del proceso bolivariano no ha tenido claridad conceptual ideológica de hacia dónde y cómo debía avanzar. Tenían la concepción de ir avanzando paulatinamente con reformas sociales que llevarían eventualmente al socialismo. El segundo aspecto tiene que ver con la debilidad desde los sectores revolucionarios, con su falta de organización y unidad con la clase obrera. Los trabajadores no han logrado estar a la vanguardia del proceso. Nosotros, como fuerza revolucionaria, no hemos podido dar ese salto.

Lea también: Venezuela sin elecciones: crece la deuda democrática del Gobierno

—¿Será que el interés no era hacer la revolución sino enriquecerse?

— Justamente, como el proceso ha estado a cargo de sectores medios que no son verdaderamente revolucionarios, al manejarse dentro de las estructuras corruptas y corruptoras del sistema capitalista, muchos han sucumbido a las mieles del sistema y del poder. Así, han ido divorciándose de la vida que tenían y del común, les fue gustando esa vida y se fue constituyendo un nuevo estamento de la burguesía (Aquino prefiere no llamarla boliburguesía), la cual pasó a competir con las viejas clases. ¿Eso quiere decir que todos los que participaron en ese proceso entraron en esa tónica? Pensamos que no, nosotros no concebimos que la idea de Chávez era llegar al gobierno para enriquecerse, pero había un conjunto de sectores en torno a él que tenían indudablemente otra concepción.

Américo Martín: “Es muy típico del Gobierno celebrar fracasos”

Quien fuera expulsado de las filas de Acción Democrática por su postura radical, situación que lo llevó a fundar el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, dice de entrada que “es muy típico del Gobierno celebrar fracasos”, de allí que no le sorprenda que se haya creado una comisión presidencial para organizar el año del jubileo socialista. El abogado y coautor del libro Socialismo del Siglo XXI ¿Huída en el laberinto? argumenta que sí hay paralelismos entre ambas revoluciones, pero no precisamente en cuanto a reivindicaciones a la clase trabajadora, sino en la noción de sacrificio del pueblo para sostener las banderas de la revolución.

Lea también: Los bolichicos consolidan sus negocios en España

—¿Qué significó la Revolución Rusa?

— Si algo puede decirse de la Revolución Rusa de 1917 es que terminó siendo un fracaso monumental desde el punto de vista económico, social y político, amén de un retroceso en el orden de la creatividad democrática. Casi todos los líderes europeos han declarado, luego de la caída del Muro de Berlín, que aquello nunca tuvo ningún sentido. El triunfo de la Revolución Rusa se debió a condiciones especialísimas, una de ellas, el resultado de la Primera Guerra Mundial, tras lo cual el pueblo ruso clamaba por regresar a la paz y poner fin a las privaciones propias de la guerra.

En Rusia, en condiciones más o menos normales, nunca hubiesen podido cuajar los postulados de Lenin, quien en efecto era un gran líder, pero también era un hombre dramáticamente equivocado. Él asumió el marxismo con un dogmatismo que ningún ser racional lo hubiera hecho, y al hacer eso se enfrentó a los marxistas más inteligentes de su época. Él rompió con la socialdemocracia y a punta de medidas de fuego se eternizó el comunismo en el poder durante 70 años. Al final el modelo reveló su debilidad: la URSS cayó sin disparos, sin misiles y a manos de sus propios líderes.

—¿Qué paralelismos, si alguno, pueden verse entre la revolución bolchevique y la bolivariana?

— Desde el punto teórico el chavismo no es nada, es un errar constante, pero Chávez se dio el lujo de contar con ingentes recursos económicos que le permitieron hacer ensayos. Aquí no ha habido comunismo, políticamente esto es una dictadura con un partido único, económicamente es un sistema estatista de controles donde el Estado predomina sobre el mercado. ¿Qué tienen en común? El fracaso que recayó sobre la gente.

La lista de fracasos se pierde de vista. La idea de las cooperativas para reemplazar la producción capitalista fracasó; la idea de las comunas para reemplazar el ordenamiento geográfico territorial también fracasó; las expropiaciones fracasaron; las empresas de producción social fracasaron porque en el fondo no partían de un modelo socialista sino de un modelo estatista de controles. Tanto allá como acá, el gobierno trabajaba en función del muy corto plazo y por eso acabaron con todo. Los huevos, el pan, la gasolina…

Lea también: INFOGRAFÍA | Cleptocracia: de la utopía revolucionaria a la miseria del Socialismo del Siglo XXI

Paralelismos hay muchos, entre ellos, la necesidad de ambos por exportar la revolución más allá de sus fronteras. Los comunistas parten de la premisa de que la revolución no puede hacerse en un solo país. El desarrollo de la industria pesada sacrificando los bienes de consumo, es decir, tener cañones en lugar de mantequilla, es otro punto en común. El comunismo se apoya en el sacrificio del pueblo. También están las paranoias. Stalin vivía con el terror de que lo iban a matar y eso lo llevó a desterrar y matar disidentes. El fortalecimiento del estado vigilante es otra coincidencia. Stalin acabó con la crítica por la vía de la censura y la amenaza, procuró lavarle el cerebro a la gente y aquí también buscan controlar lo que los venezolanos piensan y dicen de Chávez.

Otro punto importante es la pérdida de alianzas externas. En la URSS se produjeron rebeliones como la de Los Tulipanes y la de Terciopelo, y en el caso venezolano, el predominio de los derechos humanos ha cohesionado a la comunidad internacional a favor del retorno a la democracia.

—¿Qué legado celebran entonces?

— Dos cosas: el fracaso de aquel modelo, que no quieren admitir, y el monumental fracaso del chavismo. Claro, está la tesis de que el modelo no fracasó porque esto no ha sido realmente comunismo. Naturalmente que ese argumento nunca podrá rebatirse del todo, pero el socialismo, que en términos prácticos se aplicó desde 1917 y lleva más de 100 años aplicándose con cientos de variantes en muchos países, ha sido un fracaso en todas las versiones. En ninguna parte del mundo ha funcionado en más de 100 años.

Pompeyo Márquez: “Se ha intentado convertir un vulgar capitalismo de Estado en una revolución socialista”

De los 100 años que separan la revolución Bolchevique de la Bolivariana, Pompeyo Márquez ha vivido 95. Político, militante comunista durante buena parte de su vida, defendió los ideales del marxismo desde diversas instancias, entre ellas, el Congreso de la República. Fundó el partido Movimiento al Socialismo y ejerció funciones diplomáticas. Su oposición al gobierno de Chávez y ahora al del Maduro la hace manifiesta a través de la columna que mantiene en el diario Tal Cual.

—¿Le parece pertinente realizar esta conmemoración, dado el contexto económico que vive el país?

— Desde el punto de vista histórico es pertinente hacer el balance de lo que se consideró la primera revolución proletaria del mundo en octubre de 1917. Lo que no sería pertinente es invertir los menguados recursos del Estado, azotados por el despilfarro, la ineficiencia y la corrupción por parte de esta cúpula militar, que intenta aplicar un modelo fracasado.

Lea también: Los 13 récords mundiales del “comandante galáctico”

Esa revolución trataba de derrocar una dictadura sangrienta y un imperio como el zarista. Ese movimiento había tenido un antecedente en el intento fallido de revolución el año 1905. Sin embargo, a quien se le consideró como uno de los genios del siglo XX, Vladimir Ulianov Lenin, después de la derrota escribió su obra “¿Qué hacer?” y se planteó crear una maquinaria revolucionaria, el partido bolchevique que luego tomaría el poder.

Sin lugar a dudas, como escribió el periodista norteamericano John Reed (1887-1920) en su obra Diez días que estremecieron al mundo, esa revolución dividió radicalmente al mundo de entonces entre las revoluciones llamadas proletarias y el tipo de revolución con inspiración norteamericana. La trascendencia de aquel movimiento, que no tenía precedente en la historia, radica en que tenía una característica muy especial: se trataba de un movimiento que por vez primera se planteaba en los términos clasistas, la revolución proletaria, a diferencia de las revoluciones que se hacían en aquel mundo naciente y ya en desarrollo como era el capitalismo.

—¿Cuál es el legado y reivindicaciones de la Revolución Rusa que valdría la pena celebrar en Venezuela?

— Cien años después lo que tenemos que balancear son los efectos de ese tipo de revoluciones que ya se dieron en otras partes del mundo, por ejemplo en China y en Cuba, las cuales vinieron a completar el llamado “mundo comunista” enfrentado al “mundo capitalista”.

Cito el libro del profesor estadounidense Grover Furr, titulado Kruschev mintió, referido a las denuncias del líder del Partido Comunista de la Unión Soviética durante el XX Congreso de esa organización, realizado en febrero del 1956, y que versó sobre los llamados “crímenes de Stalin”.

Salí clandestino del país en enero de ese año para asistir a ese evento en representación del PCV y allá me encontré con el camarada Luis Emiro Arrieta, quien estaba en el exilio. Una de las mayores conmociones en mí, después del informe de Kruschev, fue conocer las Memorias de Gorbachov donde reivindica a Kruschev. En ellas estampa una frase, que para una persona como yo que comenzó a leer marxismo a los 16 años, fue devastadora: “En la Unión Soviética nunca hubo socialismo”.

Esa conclusión del propio Gorbachov con respecto a la Unión Soviética podríamos extrapolarla a estos casi 18 años de “socialismo del siglo XXI” en Venezuela donde tampoco ha habido ni el asomo de socialismo. Aquí se ha intentado convertir un vulgar capitalismo de Estado en una “revolución socialista”  donde unas “misiones” y una “nueva institucionalidad” desbaratan la institucionalidad “capitalista” reduciendo todos los poderes al Ejecutivo. En definitiva estamos en una reproducción del viejo caudillismo del siglo XIX con otro ropaje.

—Historiadores, entre ellos Courtois y Werth, en El libro negro del comunismo, hablan de que el comunismo dejó más de 20 millones de muertes en la Unión Soviética, además dan cuenta de la destrucción económica que dejó ese modelo. ¿Hay algo que podamos aprender de ese legado?

— No se trata de hacer una comparación meramente aritmética entre ambos fenómenos sociales. A fin de cuentas, tras el derrumbe del muro de Berlín en 1989, el desplome de la Unión Soviética y el fracaso del modelo cubano en la isla y en Venezuela, quedó evidenciado que el sistema democrático es la vía para alcanzar el progreso de la humanidad. En el caso venezolano, con todas sus imperfecciones, ese sistema democrático permitió durante 40 años los avances de nuestra Patria, hoy sumida en la mayor de las crisis por una cúpula militar con un ropaje civil que ha cometido toda clase de tropelías contra el pueblo y sus derechos civiles, políticos, sociales y económicos.

libro negro del comunismo1997 giti-01-01

Mar 05, 2017 | Actualizado hace 5 años
Los 13 récords mundiales del comandante galáctico
Más allá de la solemnidad y la magnificencia con que los líderes y la militancia del chavismo se refieren al legado de Hugo Chávez, la realidad lo que muestra es la fotografía de un país en ruinas. Un territorio conocido ahora por una larga lista de registros negativos, que sirven para identificar a Venezuela internacionalmente como la nación más corrupta del continente, la segunda con más homicidios en el mundo o la tierra donde el papel tualé no existe.
Después de 17 años de «revolución», Venezuela también es el país del «socialismo» menos equitativo, donde sus líderes se desplazan en Hummer y hacen mercado en Aruba, mientras el pueblo deambula de cola en cola para adquirir —con restricciones— los pocos alimentos que se consiguen. O el país de las excusas más insólitas, donde una iguana es responsable de un apagón nacional y un hombre admite que va perdiendo la guerra sin armas —la guerra económica— que él mismo creó.
Las curiosidades son infinitas: el país donde la política se confunde con la farándula —El Potro, Roque Valero, Nacho y otra decena—, el país donde el Gobierno es el principal enemigo de las instituciones del Estado, y así hasta llegar al hombre con el pie más grande del mundo, éste sí validado por el Guinness World Records.
El equipo de investigación de Runrunes recopiló 13 récords que reflejan la destrucción que inició «el comandante galáctico» en 1999 y que profundizó su heredero, Nicolás Maduro. A cuatro años de su «siembra», gracias a su legado hoy somos:

 

Corrupcion2017

VENEZUELA ES EL PAÍS MÁS CORRUPTO de América Latina y el noveno en el mundo por segundo año consecutivo. Tan dudoso honor le fue conferido en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) del 2016, que desde 1995 elabora cada año la organización Transparencia Internacional.

Pero no es una novedad que Venezuela tenga la peor calificación regional por temas relacionados con la corrupción. En realidad, mantiene una tendencia negativa que registra en la última década. Con 17 puntos (dos puntos peor que la calificación del 2014), el 2016 se ubicó junto con Irak en el puesto 166 de 176, por detrás de naciones como Guatemala (puesto 136), Nicaragua (145) y Haití (159).

La medición se basa en estudios y encuestas que recogen la percepción de expertos sobre la corrupción en el sector público de distintos países.

El ranking de Venezuela como máximo exponente de la corrupción regional cuestiona los resultados de la gestión del Cuerpo Nacional contra la Corrupción que creó Nicolás Maduro en 2014, un organismo adscrito a la presidencia al que asignaron un equipo de fiscales y funcionarios policiales. El gobierno del sucesor de Hugo Chávez no niega que haya irregularidades, pero las atribuye a casos puntuales y coyunturales y no a la estructura.

En el otro extremo, se encuentran Uruguay y Chile como las naciones más transparentes de América Latina (21 y 24 respectivamente) mientras que los países nórdicos Dinamarca, Nueva Zelanda y Finlandia encabezan la lista internacional. Transparencia Internacional identifica características claves: altos niveles de libertad de prensa; acceso a información sobre presupuestos que permite al público saber el origen del dinero y cómo se gasta; altos niveles de integridad de los funcionarios públicos y poder judicial independiente.

Basta revisar estas razones y las condiciones en la que se encuentran los países mejor rankeados para entender por qué Venezuela no ha mejorado su posición en el listado.

Inflacion2017

En febrero de 2014 Venezuela llegó a ser el país con la inflación más alta del mundo y en ese puesto se ha mantenido desde entonces. Los venezolanos que en aquél momento iban acostumbrándose a la variación mensual de precios, hoy luchan por conseguir dinero suficiente para comprar lo que necesitan lo más rápido posible, porque mañana el precio será más alto.

La última cifra oficial que se posee es de diciembre de 2015, cuando el Índice Nacional de Precios al Consumidor confirmó una inflación de 180,9%, muy distinta a la cifra de 56,3% con que lidiaban los venezolanos en 2014. Y, a pesar de que el 2016 llegó y se fue sin que el Banco Central de Venezuela diera a conocer cuánto subió todo, el Fondo Monetario Internacional proyectó una inflación superior al 700% para el cierre del año. La Asamblea Nacional también realizó su cálculo y concluyó que el 2016 tuvo una inflación de 550%.

Con esto la Revolución Bolivariana rompe su propio récord y se adjudica lo que no muchos países han logrado, entrar en las filas de la hiperinflación. Es, exactamente, la 57º nación en atravesar este problema económico, y la primera que lo hace en el siglo XXI, de acuerdo a la Tabla Mundial de Hiperinflación de Steve H. Hanke y Charles Bushnell.

Hoy, Caracas lleva tres años consecutivos en la cima de una cumbre que nadie quiere escalar y desde esa altura mira cómo el IPC de capitales como Kiev (Ucrania), su más cercana rival, llegó apenas a 40,3% luego de haber atravesado una guerra civil el año anterior, y que el de Abuya (Nigeria), azotada por el terrorismo de Boko Haram, se situó en 30,5%. Lejos, muy lejos, está el de una ciudad suramericana, Buenos Aires (Argentina), cuya inflación interanual arribó a 14,3%.

Si los precios se aterrizan con los costos de lo cotidiano, el drama venezolano es todavía más doloroso. Una empanada cuesta hoy lo que hace un año costaba un combo de una hamburguesa con papas y refresco, el mismo costo por el que se transaba hace ocho años el alquiler de un apartamento en el noreste de Caracas: unos 1.600 bolívares. Por una hallaca casera, en diciembre pasado, se pagó como mínimo Bs. 3000, con un cero a la derecha más de lo que costaban en 2015, lo que en ese momento era 75 veces más de lo que se cancelaba por el platillo navideño en 2007.

Miseria2017

Tome la tasa de desempleo, agréguela a la inflación y tendrá el índice de miseria de un país. En específico, sume la tasa de desempleo de 7,8% y la inflación 491,9%* y tendrá a Venezuela, el país más miserable del mundo.

El Índice Mundial de Miseria es calculado por la agencia Bloomberg basándose en la suma de la tasa de desempleo y la de inflación que identifica a “las economías más dolorosas para vivir y trabajar”.

Venezuela se ha mantenido en el primer lugar de la lista desde hace tres años, cuando desplazó a Siria, y según las proyecciones para 2017, logrará un cuarto año consecutivo como la economía más infeliz del planeta. En el ranking de 65 casos de Bloomberg, el país tiene la puntuación más alta: 499,7. Le siguen Sudáfrica con 32,2 y Argentina con 30,9.

En 2014, el índice se basó en un estudio del economista Steve Hanke, de la John Hopkins University, que incluyó otras variables como el crecimiento anual del PIB per cápita y las tasas de interés activas. El analista definió la miseria como el efecto que tiene el deterioro de las variables económicas claves en la calidad de vida de los ciudadanos en 89 países.

Las largas colas que a diario se forman en los supermercados del país son apenas un reflejo de la Venezuela miserable, que sufre de preocupaciones económicas por los bajos precios del petróleo –el único rubro significativo que se exporta– y cuyos ingresos solo cubren el 3,26% del Presupuesto Nacional 2017.

Dolar2017

No hace falta mirar muy atrás si se quiere ver cómo al venezolano se le ha minado su poder adquisitivo. La promesa chavista de un “bolívar fuerte, una economía fuerte, un país fuerte”, que venía con la reconversión monetaria aplicada en 2008, se transformó en una falacia que nueve años después deben corregir con un nuevo cono monetario, y con las mismas denominaciones del viejo bolívar.

Basta con hacer un poco de memoria para ver cómo los sueldos se han hecho pedazos. En enero de 2007, el salario mínimo estaba en 465.750 Bs. (lo que se traduce en 466 Bs. de ahora) y esa cifra debía estirarse 4,4 veces para poder comprar todo lo que traía la canasta básica –calculada por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV)–, que valía entonces 2.053.625 Bs. (o 2.054 Bs. actuales).

Muchos lograban la proeza de poder comprarlo todo e, incluso, un poco más. Ahora, diez años después, el esfuerzo de aquella época debe ser 20 veces mayor. Con un salario de 40.638 Bs., la canasta básica –ubicada en 832.259,95 Bs.– resulta inalcanzable.

La caída del bolívar tiene anécdotas que ahora podrían considerarse un chiste, pero que ayudan a ilustrar cómo se ha depreciado frente a las monedas extranjeras más poderosas. En enero de 2012, Venezuela llegó al primer lugar del índice Big Mac de The Economist, y así llegó a tener la hamburguesa más cara del mundo (US$9.08).

Luego, el país pasó a estar en el último puesto del conteo con una hamburguesa valorada en US$ 0.66. El fenómeno se explica por el salto abismal de la tasa de cambio, que está controlada por el estado desde hace 14 años. Ahora, el precio se calcula en US$ 5.25 por el tipo de cambio flotante del gobierno, aunque si se toma en cuenta el cambio a dólar paralelo, valdría cerca de US$ 3.

El otro ejemplo tangible de la debilidad del bolívar es el insuficiente valor de su nuevo billete de máxima denominación –Bs. 20.000–, de los cuales se necesitarían 41 billetes para pagar una canasta básica. Si la cuenta se saca con el de Bs. 100, el antiguo de mayor denominación que aún posee la mayor circulación en el país, se necesita una maleta con 8.322 billetes.

La escasez de productos básicos en Venezuela va más allá de las cifras derivadas de los estudios realizados por la encuestadora de Datanálisis o de las cifras que hasta enero de 2014 el Banco Central de Venezuela dio cuando informó que la escasez de bienes se ubicó en diciembre de 2013 en 22,2 %, lo que para ese entonces representaba un alza significativa con respecto a diciembre de 2012, cuando la escasez de bienes cerró en 16,3 %, según el BCV.

Aunque desde 2014 el BCV no ha vuelto a publicar las cifras de escasez de bienes y Datanálisis en su estudio más reciente advirtió que 8 de cada 10 de los productos básicos no se encuentran en los supermercados, la realidad de la escasez en Venezuela se palpa con sólo ver las colas que las personas hacen hasta por más de 12 horas, para comprar productos que suelen estar ausentes de los anaqueles.

Aunque el gobierno de Maduro ha implementado los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) que se encargan de vender una caja o bolsa con alimentos importados, estos solo llegan al 17% de la población y se presume que esconden más de un guiso entre sus ítems.

Además, la escasez en el país ha sido una oportunidad para los revendedores conocidos como “bachaqueros”, quienes pueden vender un producto 22 veces más caro que su valor establecido. Quienes no tienen tiempo para hacer colas, deben recurrir a este mecanismo y pagar caro.

Los productos que están más ausentes en los anaqueles de mercados y abastos son el papel higiénico, champú, enjuague, harina pan, aceite, arroz y mantequilla. Basta con ver a un ciudadano caminar por las calles de Venezuela con alguno de estos bienes para comprobar cómo se le acercan personas, desesperadas, para preguntarle en dónde los consiguió, a qué precio y cuántas horas de cola hizo.

En el país, tener cualquiera de estos productos, así como también toallas sanitarias, mayonesa, pasta, carne y pollo, sobre todo a precio regulado, es similar a tener oro. En la actualidad la prioridad de los venezolanos es conseguir alimentos y bienes de aseo personal y de limpieza para poder cubrir sus necesidades básicas.

Desde hace dos años Venezuela ocupa un deshonroso segundo lugar entre los países con más homicidios en el mundo, según una clasificación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Actualmente ostenta una tasa de 91,8 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Este número es producto de los 28.479 homicidios ocurridos en el territorio nacional en 2016, según el Observatorio Venezolano de Violencia.

Adicionalmente Caracas alcanzó la primera casilla como la ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 119 homicidios por cada 100.000 habitantes. Así superó la ciudad hondureña San Pedro de Sula, que por años habían exhibido el terrible récord.

En solo 17 años, Caracas pasó de ser “la sucursal del cielo” a la capital donde ocurren más homicidios en el planeta, superando a varias ciudades de Honduras, El Salvador y Nigeria.

Estos dos récords no se lograron de un día para otro, son producto de años de impunidad y ausencia de políticas de Estado por parte de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que -tal como lo prometió- ha continuado y profundizado el legado del comandante intergalactico.

En 1998, cuando Chávez ganó la presidencia, en Venezuela se registraron 4.550 homicidios, con una tasa de 20 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Esta cifra aumentó en 512,63% en 17 años, y la revolución chavista suma 254.887 homicidios.

Adicionalmente se fortalecieron o surgieron delitos que no existían en Venezuela, como el secuestro, el sicariato, la extorsión y el tráfico de drogas.

Los pequeños grupos de hampa común migraron hacia grandes organizaciones de delincuencia organizada que hoy controlan las ciudades y carreteras del país. Se desplazan por el país a su antojo y usan armas de guerra (fusiles, subametralladoras, granadas, entre otras).

Una particularidad es que durante ambas gestiones la seguridad ciudadana ha estado en manos de militares.

Desde 2010 la figura del “pran” o “principal” surge como la máxima autoridad en el mundo penitenciario. Progresivamente estos personajes comenzaron a controlar las cárceles venezolanas y fueron desplazando al Estado en sus funciones. Actualmente ellos son los que mandan adentro y afuera de los recintos penitenciarios. Venezuela se convirtió así en el único país donde los presos administran grandes fortunas, tiene más poder que las autoridades y viven en prisiones que no tienen nada que envidiarle a un hotel cinco estrellas.

“Wilmito”. Wilmer Brizuela, “Wilmito” es conocido como el primer pran de Venezuela por las protestas y delitos que le han adjudicado durante los últimos 12 años en los que ha estado preso en las cárceles de Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar, de Tocuyito, en Carabobo, y de Tocorón en Aragua. En 2004 fue apresado por el delito de secuestro y remitido a la cárcel de Vista Hermosa y en 2006 logró controlar por completo ese centro penitenciario y se convirtió en un pran con influencia nacional, lo que no le impidió seguir cometiendo delitos y asesinatos. Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una ventana a la Libertad, dijo que “Wilmito” fue el primer preso que conoció hace 10 años con tanto poder.

En febrero, “Wilmito” y su familia resultaron heridos cuando les dispararon en una playa de Margarita, donde se encontraba gracias a un beneficio de Régimen de Confianza que le otorgó la ministra Iris Varela.

“El Yoifre”. En estos 10 años de pranato que iniciaron en Venezuela desde 2006, el nombre de Yoifre Francisco Ruíz Estanga, alias “El Yoifre”, salió a la luz pública cuando lideró el motín en Rodeo II desde el 12 de junio de 2011 que se extendió por casi un mes y que dejó 23 fallecidos y 70 heridos. “El Yoifre”, junto con su par Yorvis Valentín López Cortés, “El Oriente”.

“El Oriente”. Yorvis Valentín López Cortés, conocido como “El Oriente”, tiene antecedentes por robo desde 2003. El 12 de julio de 2007 fue detenido por funcionarios del Cicpc por estar involucrado en el secuestro de un comerciante y de una mujer. Desde ese entonces estuvo recluido en El Rodeo II. Cuatro años después, el delincuente, junto con su colega “El Yoifre”, lideró el motín en ese centro penitenciario y, antes de finalizar el conflicto, burló los controles de seguridad y se fugó. Un mes después fue recapturado.

“El Conejo”. El paso de Teófilo Rodríguez Cazorla, conocido como “El Conejo”, por el penal de San Antonio en la isla de Margarita, fue su trampolín para ascender en el mundo del crimen organizado. No sólo llegó a controlar el centro penitenciario, sino también el tráfico de droga en todo el estado Nueva Esparta. Fue asesinado a tiros la madrugada del 24 de enero en Porlamar y, al día siguiente, los presos de la cárcel que lideró protestaron en contra del homicidio mostrando su arsenal de armas.

“Niño Guerrero”. Héctor Guerrero Flores, “Niño Guerrero”, es uno de los pranes con más renombre debido al control que ha tenido en el Centro Penitenciario de Aragua, conocido como Tocorón, y por sus fugas de la prisión. Tiene antecedentes desde 2005 por los delitos de homicidio y robo cuando era el jefe de una banda delictiva que mantenía el control en la región aragüeña. Su nombre sonó más en septiembre de 2012 cuando fuentes extraoficiales vincularon a la actriz Jimena Araya “Rosita”, con la fuga del líder del penal.

1.600.000 venezolanos, equivalente a 4,28% de la población, han emigrado durante los últimos 15 años, de acuerdo con una investigación de la Universidad Simón Bolívar. Estados Unidos y España concentran 80% de los emigrados, aunque la presencia de connacionales se extiende a casi 85 de los 196 países del mundo.

Iván de la Vega, investigador de la USB, ha catalogado esta diáspora como una grave hemorragia intelectual para el país, ya que más allá de la cantidad de compatriotas que se han ido, de la Vega destaca el elevado nivel de preparación académica de estos venezolanos. Desde el punto de vista cualitativo, esta pérdida de capital intelectual es incuantificable.

De acuerdo con el Pew Research Center, en Estados Unidos están registrados 260.000 venezolanos cuya media de edad oscila entre los 32 años; en cuanto a su nivel de educación, 15% completó el bachillerato y 51% son profesionales. 70% habla inglés y 55% optó por solicitar la nacionalidad estadounidense.

España es el segundo destino elegido por 200.000 venezolanos; le sigue Italia con 150.000. En Colombia se calcula que residen 34.000 connacionales. Panamá es otro país receptor de venezolanos, se estima que han emigrado alrededor de 24.000 personas.

¿Por qué se fueron? La inseguridad, la precariedad del empleo, la inflación, la escasez, el deterioro de los servicios públicos y la persecución política, se hallan entre las razones comúnmente esgrimidas para comprar un ticket de avión que, en muchos casos, no tiene fecha de retorno.

“La calidad profesional del venezolano que está emigrando se está convirtiendo en un problema que va a impactar de manera negativa al país en los próximos 10 o 15 años”, afirma de la Vega. ¿Regresarán esos compatriotas? El investigador destaca que 96% de los venezolanos que emigran no tiene planes de regresar.

Se calcula que 110 toneladas métricas de cocaína pasan por Venezuela anualmente. El subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos, William Brownfield asegura que más de la mitad de la droga colombiana toca el territorio nacional antes de partir rumbo a Europa y África.

Desde 2011, Venezuela es considerado el principal puente en la ruta que sigue la cocaína de América hasta esos dos continentes. Además Venezuela es uno de los 3 países que no cumplieron con la lucha antidrogas, tanto en el 2015 como en el 2016, según el informe de drogas del Departamento de Estado. “El Presidente de los Estados Unidos determinó que en 2014 Venezuela había fallado de forma demostrable durante 12 meses en la lucha contra las drogas… Las autoridades venezolanas no persiguen eficazmente al narcotráfico, en parte debido a la corrupción política. Además, los agentes policiales venezolanos carecen del equipo, la formación, y los recursos necesarios para impedir las operaciones de las principales organizaciones de tráfico de drogas”, dice el documento.

Adicionalmente, Venezuela ha sido catalogada como un territorio seguro para los narcos. Durante el gobierno de Hugo Chávez más de una docena de capos de la droga se refugiaron en Venezuela para administrar su negocio y amasar sus fortunas. Todos ellos operaban bajo la protección y con el apoyo de una serie de militares de la Fuerza Armada Nacional y funcionarios vinculados al oficialismo (gobernadores y policías).

La falta de controles por parte del gobierno de Chávez, a las actividades del narcotráfico, se agudizó en 2005, cuando el mandatario ordena el cese de la actividades de la DEA en el país.

Desde entonces cobró fuerza la existencia de un supuesto Cartel de Soles, integrado por oficiales de la FANB. Cinco funcionarios fueron sancionados por el Gobierno de EE UU e incluidos en la lista Clinton por supuestos vínculos con el narcotráfico: Hugo Carvajal, Ramón Rodríguez Chacín, Henry Rangel Silva, Cliver Alcalá y Ramón Madriz.

Se ha conocido de otros casos de funcionarios vinculados al chavismo. Pero ha sido con el gobierno de Maduro cuando ha quedado al descubierto la penetración del narcotráfico en casi todas las instituciones del Estado y los poderes públicos. Suman al menos 13 escándalos que involucran a magistrados del TSJ, parlamentarios, jueces, policías de alto rango y gran cantidad de militares, además de los sobrinos de la primera dama, Cilia Flores, y últimamente, el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami.  

Entre 2004-2013, el Tribunal Supremo de Justicia no dictó ninguna sentencia en contra del Gobierno. Esa fue la conclusión a la que llegó un grupo de juristas entre quienes figuran Antonio Canova, Luis Alfonso Herrera, Rosa Rodríguez y Giuseppe Graterol, tras analizar 45.474 sentencias de las salas Constitucional, Político Administrativa y Electoral.  

La investigación encontró que durante casi una década, “nunca se dictó una sentencia que anulara una ley dictada por la Asamblea Nacional en materias consideradas estratégicas para el Ejecutivo; tampoco se censuró ninguno de los acuerdos que emitió la mayoría oficialista del Parlamento”. Pero desde que la AN fue asumida por otra dirigencia política, el TSJ puso manos a la obra. Desde el 30 de diciembre de 2015 hasta febrero de 2017 al menos 49 sentencias ha dictado el organismo en contra del Parlamento.

Con las sentencias que han emitido las salas Electoral y Constitucional, la Asamblea Nacional ha visto vulneradas 77 de las atribuciones que la Constitución le otorga. En otras palabras, 55% de las facultades del Parlamento fue cercenado durante el primer año de gestión de la oposición al frente de ese poder.

Sostienen los juristas que realizaron la investigación, que la sala Político Administrativa, nunca ha cuestionado alguna política pública del Gobierno, como las expropiaciones de industrias, empresas o tierras; ni la intervención del Gobierno en la economía a través de las estatizaciones, los controles de divisas, costos y precios. En relación a las decisiones de la Sala Electoral, afirman que ocho de cada nueve sentencias beneficiaron al oficialismo.

Los hallazgos del equipo liderado por el profesor universitario, Antonio Canova, se publicaron en el libro El TSJ al servicio de la revolución. En el texto se da cuenta de la existencia de un patrón que evidencia la subordinación del Poder Judicial al Ejecutivo: el Gobierno anuncia sus planes y luego el TSJ, con inusitada rapidez, le proporciona el piso jurídico para las medidas que el presidente quiera tomar, al tiempo que desestima, por inconstitucionales, todas las objeciones que se presenten ante el máximo órgano judicial, incluyendo las referentes a los rumores sobre la nacionalidad del presidente.

A Hugo Chávez lo acompañó la suerte del mercado petrolero. Durante buena parte de su mandato, iniciado en 1999, se vivió el ciclo alcista en los precios del petróleo más persistente de la historia. De unos 16 dólares por barril, que se cotizaba el petróleo venezolano en ese 1999, se pasó a picos históricos de casi 130 dólares en 2008, lo que se tradujo en la mayor bonanza petrolera vivida por Venezuela.

Durante cinco años consecutivos, entre 2004 y 2008, el crudo venezolano se elevó desde un promedio de poco más de 30 dólares hasta el promedio de casi 89 dólares en 2008, lo que permitió al Gobierno elevar el gasto público, disparar las importaciones con un dólar barato y costear la política de expropiaciones, entre otras acciones. En 2012 el precio se situó otra vez por encima de los 100 dólares por barril.

El resultado de esas fluctuaciones es que Venezuela percibió casi 700 mil millones de dólares sólo por concepto de exportaciones petroleras entre 1999 y 2012. Si el cálculo se extiende a 2015, en esos 16 años de Gobierno chavista el ingreso petrolero llega a 879 mil millones de dólares, según las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV).

Pese a que el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) entre 2005 y 2014 manejó 170 mil millones de dólares, de acuerdo a los datos del ministerio de Finanzas, el aparato productivo del país hoy está semi-paralizado y el Gobierno plantea la necesidad de desarrollar la “economía productiva”.

Al término de la bonanza petrolera el país está sin ahorros. Las cifras del BCV indican que las reservas internacionales apenas rondan los 10.657 millones de dólares, un nivel similar al que tenían antes de la llegada de Chávez al poder, y que en el denominado Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM) apenas hay depositados 3 millones de dólares.

A principios de la década pasada, se reportaron 83.180 casos de dengue, una cifra que se disminuyó en el siguiente año. En 2003, también se dio una disminución en la cantidad de personas que contrajeron esta enfermedad; pero de 2004 a 2007, incrementó notablemente la cantidad de personas afectadas por la picada del mosquito Aedes aegypti.  

Comparando el número de víctimas del dengue de 2003 con el de 2007, hubo un aumento de aproximadamente 300%. En 2008 esa cifra disminuyó, pero creció de nuevo en los dos años siguientes.

En 2010 se alcanzó una cifra récord de casos de dengue en un año: 124.931.

Según cifras de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, el número de casos de malaria en el país en 1999 fue mayor a 20.000. Entre 2002 y 2004 se dio un aumento sostenido de la enfermedad, aunque hubo algunos años en los que disminuyó el número de casos de paludismo.

Pero, desde 2008, no ha parado de crecer la cantidad de casos de malaria en el país. Los 136.402 casos del 2015, marcaron el tope en estos 17 años de gobierno chavista. El aumento entre los casos de malaria de 1999 y 2015 es de 630%, es decir, por cada 10 personas que sufrieron malaria en 1999, hoy la sufren 63 ciudadanos.

Además de estas enfermedades, en Venezuela han aparecido algunas más. La llegada del chikungunya y el zika, el resurgimiento de la escabiosis –popularmente conocida como sarna– debido a la escasez de jabón y agua, el síndrome de Guillain-Barré y la Fiebre Hemorrágica Venezolana (FHV), conocida también como guanarito y que suele diferenciarse del dengue por algunas características.

‘El Legado’ que ha dejado Chávez en materia de salud pública parece ser bastante claro: el país de las siete plagas.

Las políticas de Chávez también han afectado al aparato productivo de todo el país en sus diversas ramas. Esto no es de extrañarse si se analiza el conjunto de medidas que fue tomando a lo largo de su gobierno, desde las expropiaciones hasta los controles (precios, cambiario, entre otros) pasando por las constantes amenazas a la propiedad privada.

Nicolás Maduro, heredero del difunto expresidente venezolano, se ha esforzado por mantener ese legado desde que llegó a Miraflores con: devaluaciones del bolívar, mayor control de precios, leyes como la ‘Ley de Precios Justos’, recorte en la asignación de divisas y una ofensiva contra una presunta ‘guerra económica’, un suceso que parece estar solo en la mente de los gobernantes herederos de ‘El Legado’.

“Estamos frente a una ley que para lo único que sirvió fue para asfixiar, exterminar y hacer desaparecer las empresas privadas y las fuentes de empleo en Venezuela”, dijo en el 2014 el director de Consecomercio, Gilberto Gudiño Millán, al referirse a la Ley Orgánica de Precios Justos.

De acuerdo con información de Infobae, en el 2014, tras la aprobación de esta ley, quebraron 77.839 empresas —desde pequeños comercios hasta medianas empresas— en todo el territorio nacional. Sobre esto, Gudiño también afirmó que de las 374.000 empresas que quedaban en el país para ese año, 90.000 estaban en riesgo de cerrar durante los próximos meses. Cada mes de este año, 6.487 empresas, en promedio, cerraron sus puertas.  El año 2015 no fue distinto: 58.000 empresas más cerraron sus puertas ante la agudización de la crisis general que se vive en el país, según cifras del Instituto Nacional de Estadística.

Entre 2000 y 2010, se dieron, aproximadamente, 700 cierres anuales de industrias, según Fedecámaras.

Específicamente en el sector industrial, al menos 15 mil empresas han cesado sus labores durante los últimos 17 años. Para 1999, año en el cual Chávez asumió las riendas del país, existían entre 17.800 y 19.000 empresas, pero a sol de hoy, en marzo de 2016, la cifra no llega ni a 5.000, lo que significa una reducción de más del 300% durante el período del chavismo, todo esto según cifras de la directiva nacional de Consecomercio.

En 2014, Venezuela se ubicó como el peor país latinoamericano para crear una empresa, de acuerdo con un informe publicado por el Banco Mundial. En general, la economía venezolana ocupó el lugar 187 de las 189 economías que estudia esta institución para realizar la publicación.

En otras palabras, Venezuela es el tercer peor país del mundo para crear una empresa, detrás de Haití, Honduras y Bolivia, entre otras naciones tradicionalmente paco industrializadas.

VIDEO:  Los 13 récords mundiales del «comandante galáctico»

 

 

Mueren las raíces, por Mario Guillermo Massone

fcastro

 

Mueren las raíces de la mandrágora de Latinoamérica. Su flor conquistó corazones, pues la belleza de su estética cautivó los incautos. ¡Ha muerto Fidel Castro!, raíz venenosa de estos campos, desiertos, abundantes de escasez, ausentes de vida.

Las aguas de dolor que surcan los ríos de miseria, su legado. El legado del horror. Esas aguas que han regado su maldad sobre las existencias mortales de pueblos hambrientos. Hambrientos de alimento, hambrientos de Libertad. La infamia ha conquistado un nuevo pedestal en la Historia.

La ideología del mal ha quedado absuelta, absuelta de todo bien. Ha quedado absuelta de felicidad, absuelta de toda ética, absuelta de riqueza y prosperidad. Pero no quedará absuelta, jamás, de las muertes atroces, de los sufrimientos de las almas cuya existencia ha envilecido bajo su verbo romántico y su acción asesina.

Defender la dignidad con el verbo, engañó a ingenuos, pero también a honestos. No hay dignidad en esclavizar pueblos enteros, no hay dignidad en haber esclavizado a un solo pueblo. Aún hoy queda algún engañado, que no quiere ver, o que ha quedado ciego.

Los gritos de desespero, fueron silenciados por mucho tiempo. La expresión fue castigada. Lo sigue siendo. El imperio de la insolencia es la ley de estas tierras. Condenados para la eternidad quedarán los malditos que nacieron para hacer del mundo un infierno.

Una de las raíces del mal ha muerto. Ahora sus flores marchitan, pierden su estética y queda su perversidad desnuda para la admiración de ojos de desencanto y el despertar toca la puerta de entrada, y pasa. El despertar de la repugnancia. La náusea.

Vendrán mejores tiempos.

@massone59

Embajador cubano: Venezolanos deberían darle continuidad al legado de Fidel Castro

rogelio

 

El embajador de Cuba en Venezuela, Rogelio Polanco, informó que desde este lunes 28 de noviembre y hasta el 4 de diciembre se realizarán en Cuba las exequias de Fidel Castro, quien falleció el 25 de noviembre, a sus 90 años de edad.

“Hicimos un homenaje hermoso con la presencia de Nicolás Maduro, Fidel estará unido a la revolución bolivariana por siempre, durante estos años dedicó sus vitales energías a defender la revolución bolivariana y a luchar por la victoria de sus ideas, el mejor homenaje es la continuidad de la lucha a la cual dedicó su energía”.

El Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana, es el lugar principal donde los cubanos podrán acudir para rendir tributo al líder cubano. El 4 de diciembre será la inhumación de sus restos en el cementerio de Santa Ifigenia de esa ciudad.

Además, se dispusieron otros 12 sitios distribuidos en diferentes municipios de La Habana para el homenaje, informó Prensa Latina.

Este tributo del pueblo capitalino se extenderá hasta este martes 29 de noviembre y culminará con un acto de masas en la emblemática Plaza de la Revolución José Martí, en horas de la tarde.

 

Escuche el audio de Unión Radio donde el embajador llama a los venezolanos a continuar con el legado de Fidel Castro:

 

 

El Legado de Maduro, por Francisco J. Quevedo

no hay comida

¿Cuando la historia, que quizás se escriba esta semana, juzgue el legado del Presidente, contará los «muertos» que menciona el Vice-Presidente, o las «graves consecuencias» a que se refiere el ex-Vice-Presidente, ambos hablando de la llamada «Toma de Caracas» del 1º de Septiembre (¿Cuál será «la sorpresita» que mencionó Maduro?) o se limitarán las páginas a hacer un recuento económico, social y político de las consecuencias de esta crisis?

Hay elementos obvios en este legado: Una moneda que no vale sino una décima de un centavo de dólar americano, aun quitándole esos tres ceros que eliminó Chávez para crear la ridiculez llamada «el bolívar fuerte»; reservas internacionales que no cubren la quinta parte de las importaciones venezolanas en su mejor época; la inflación más alta del mundo y de la historia del país; la criminalidad más alta del mundo, caso Caracas; el país más corrupto del mundo, o casi, como indica la organización Transparencia Internacional; una institucionalidad democrática sumamente debilitada que no sirve para gobernar sino para mandar; una infraestructura en ruinas; miles de empresas quebradas; una millonaria fuga de talentos y capitales; en fin, un país en crisis que ocho de cada diez electores clama por rescatar.

Pero los elementos ocultos no son tan obvios: La malnutrición infantil, que aparte de muertes de neonatos nos dejará con un país de adultos tarados, es uno de los principales daños causados por la crisis cuya autoría el gobierno niega; un país dominado y saqueado por una minoría es otro que vendrá a descubrirse cuando salgan; una nación de pedigüeños y mantenidos que cobran por hacer cola y bachaquear que habrá que ver si querrán trabajar en la Sexta República; una institucionalidad comprometida con el narco y con la ideología del fracaso son algunas de las consecuencias de este disparate llamado revolución bolivariana. «El Día Después» será de película.

¡Ah! Y he allí los muertos, muchos muertos, demasiados muertos. Al menos 300.000 debe ser la cifra de asesinatos revolucionarios, con quizás unos 80.000 en los últimos tres años. ¡Es que no solo los recién nacidos mueren en las maternidades, es que hasta los animales en calles y zoológicos mueren de inanición! Y mientras el país se cae a pedazos y la gente grita por comida y porque se vayan, no paran, y siguen, y se ufanan, se llenan la boca, y los bolsillos, y viajan por el mundo, hasta hacen compras los fines de semana en el Caribe mientras retrasan u obstaculizan los procesos democráticos.

«Tanto va al agua el cántaro, hasta que revienta…» ¿Reventará el 1º de Septiembre? ¿Qué quedará del país al día siguiente? Se solicita: Un gobierno de verdad.

@fjquevedo

May 06, 2016 | Actualizado hace 5 años
Murió El Picure, pero dejó sus herederos
La muerte de José Antonio Tovar Colina, alias «El Picure», en un presunto enfrentamiento, no libera al centro del país de las megabandas y mucho menos del crimen organizado. El llanero, que fue considerado el delincuente más buscado, dejó un pequeño ejército de seguidores dispuestos a preservar su «legado». Además uno de sus rivales más temidos, «El Juvenal», sigue vivo y algunos análisis de inteligencia militar no descartan que pueda apoderarse del «negocio» del secuestro, extorsiones, tráfico de drogas y robo de vehículos en Guárico y el Sur de Aragua. También en la cárcel de Tocorón, los líderes del Tren de Aragua celebran la desaparición de su principal competidor en la región

 

UNA DE LAS INTERROGANTES QUE DEJA la muerte de José Antonio Tovar Colina, alias “El Picure”, es si el imperio criminal que logró construir desaparecerá o si alguien tomará su lugar como el delincuente más sanguinarios y más buscado del país.

Para Luis Cedeño, sociólogo director de Paz Activa y del Observatorio de Delito Organizado: “El hecho de que haya muerto la cabeza de esta banda (El Picure), no quiere decir que esta desaparezca. Probablemente va a haber un relevo en cuanto al liderazgo porque son estructuras creadas a largo plazo”. Afirma que “a lo largo del tiempo se ha generado una alianza y una estructura organizativa entre las bandas del país, que garantizan su supervivencia”.

Su principal adversario, Juvenal Antonio Bravo Sánchez, conocido como “El Juvenal”, parece ser el primer su sucesor, pues se mueve por los mismos territorios (Guárico, Aragua y Miranda) que Tovar Colina y, además está involucrado en los delitos de robo, extorsión, secuestro, homicidios y tráfico de drogas. Y armó una banda de más de 30 hombres.

Lea también: Muerte de “El Picure” es un trofeo para funcionarios de cuerpos de seguridad

De acuerdo con un informe de inteligencia realizado por el Grupo Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional (GAES), la banda de “El Juvenal” es investigada por las autoridades por su implicación en homicidios, tráfico de drogas, robo, secuestros y 300 extorsiones, que de acuerdo con esta información interna, cometió el grupo delictivo sólo en 2015.

Sin embargo, otro documento de la Región Estratégica de Investigación Penal de los Llanos del Cicpc revela que siguen activos al menos 13 integrantes de la banda de “El Picure”, por lo que no se descarta que puedan continuar la carrera que inició su líder.

El criminólogo y ex funcionarios de la PTJ, Javier Gorriño, coincide en que “una vez que cae el líder de la banda aparecen nuevos cabecillas y se vuelven a reorganizar, eso ha ocurrido en cortos lapsos y en grandes grupos antisociales, explica el comisario Gorriño, quien recuerda el caso de la banda de Los  Quilombos, que actuaba y sigue actuando en San Martín, Los Eucaliptos, San Juan y El Guarataro. Cuando cayeron sus jefes se pensaba que había quedado desmantelada y no fue así, ahora  opera con la misma o mayor ferocidad que antes”, reseña una nota publicada en Últimas Noticias.

picure1

“La muerte de un pran no implica la desaparición de un ¨tren¨. Se asume un nuevo gobierno y así continúa ese tren con otro jefe”, explicó el experto.

elpicure1_160517
Lea tambié: Presidente Maduro ordena cremar a “El Picure”

Cedeño agrega que además: “Las Fuerzas Armadas se han conseguido con pequeñas milicias muy bien organizadas y con un poder de fuego que representan un contrapeso a las fuerzas regulares, cuentan con recursos humanos y financieros para mantener unidades operativas de alta movilidad y flexibilidad en su desempeño que las hacen polivalentes en los diversos escenarios en que operan; desde un secuestro, hasta un asalto a una comisaría o punto de control militar con gran eficacia”.  Por lo que eliminar estas estructuras no es tan sencillo.

El crimen organizado y las megabandas que azotan el centro del país continúan vivos a pesar de la muerte de “El Picure”. Desde la cárcel de Tocorón, los aliados de Héctor «El Niño Guerrero» -líder del tren de Aragua- manifestaron su satisfacción, luego de que las autoridades sacaran del juego a su principal adversario. «Él era culebra de nosotros, era causa de la gente de la PGV», dijo un preso de confianza del pran de Tocorón. 

 

picure

Los caídos

La lista de muertos y detenidos da una idea sobre la cantidad de bajas que han tenido ambas bandas durante los últimos tres años.  En el caso de «El Picure», el número de muertos en enfrentamientos con los cuerpos policiales llegó a 38 con la caída de su líder el pasado martes 3 de mayo.

Muertos de la banda El Picure
  1. José AntonioTovar Colina “El Picure” (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico) Líder de la banda
  2. Junior José Tovar Márquez “El Junior” (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico) Hermano
  3. Guillermo Ascanio (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico) Ex suegro
  4. Guillermo José Ascanio (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico) Ex cuñado
  5. Luis Guillermo Ascanio (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico) Ex cuñado
  6. Oswaldo Borges (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico) Antiguo concuñado
  7. Yordi José Guariguata Vallenilla “El Yordi” (Mayo, 2016. El Sombrero, Guárico)
  8. Ender Leones Ocando “El Causante” (Marzo, 2016. Guacara, Carabobo)
  9. Camilo Vitriago “El Camilo” (Octubre, 2013. Altagracia de Orituco, Guárico)
  10. José Luis Palma “El Mono” (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico)
  11. Elvis Aberto Brizuela Díaz “El Monito” (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico)
  12. José Gregorio Campos “El Goyito” (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico)
  13. José Bernardino Galindo Ramírez “El Tucusito” (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico) *
  14. Maikel Eduardo Solórzano Paira (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico)
  15. Mileidys Belisario Malavé, una de las “Muñecas de la mafia” (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico)
  16. Bethzabeth Aponte Pérez, una de las “Muñecas de la mafia” (Diciembre, 2013. El Sombrero, Guárico)
  17. “El Castulito” (Abril, 2013. El Sombrero, Guárico)
  18. “El Jimmy” (2013)
  19. “El Mango” (2013)
  20. “El Electrodo” (2013)
  21. “El Oscar” (2013)
  22. “El Miguelito” (2013)
  23. Luis Bernardo Gutiérrez Hernández “El Pipote” (Agosto, 2013. Mariara, Carabobo)
  24. Alexander Palma “Alex Cangrejo”(Agosto, 2013. La Guaira, Vargas)
  25. Roy Jesús Arteaga Díaz (Agosto, 2013. La Guaira, Vargas)
  26. Jhoseth Javier Sánchez Ochoa “El Toyo”(Marzo, 2016. Yaritagua, Yaracuy)
  27. Nelson Enrique Oviedo Márquez “El Papi” (Marzo, 2016. Yaritagua, Yaracuy)
  28. Sergio Javier Robertiz Rodríguez (Marzo, 2016. Yaritagua, Yaracuy)
  29. Eduardo José Martínez Medina “El Mano Gorda” (Marzo, 2016. Yaritagua, Yaracuy)
  30. Keiber Josué Rodríguez Montaño “El Pingüino” (Marzo, 2016. Yaritagua, Yaracuy)
  31. Jerry Surita Rengifo “El Enano” (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)
  32. Carlos José Evernike Rojas “Evernike” (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)
  33. Ricardo Antonio Bejarano “El Riki” (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)
  34. Layonier Beiker Delgado Parra “El Beiker” (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)
  35. Duindy Eusebio Palma Ascanio (El Duindy) (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)*
  36. Eduardo José Solórzano “Barriga de Toro” (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)
  37. Anderson Andri Solórzano “El Morroco” (Enero, 2015. Sabana de Uchire, Anzoátegui)*
  38. Ángel José Marrero “El Cochinito” (Febrero, 2016. Barbacoas, Aragua)

Detenidos de la banda El Picure

  1. Carlos Ramón Quirpa
  2. Carlos Eduardo Maldonado
  3. Jesús María Méndez Román
  4. Yanitza Coromoto Méndez Mirabal
  5. Yolanda del Carmen Monasterio Hidalgo
  6. Un menor de edad

*Incluidos en lista de búsqueda del Redip Los Llanos

La lista de muertos en el caso de la banda «El Juvenal» es mucho menor. Los caídos apenas llegan a tres, incluyendo al hermano del líder.

Muertos de la banda El Juvenal
  1. Miguel Antonio Bravo Sánchez (Febrero, 2016. Los Teques, Miranda) Hermano de “El Juvenal”
  2. “El Menor” (Enero, 2015. Murió un enfrentamiento con funcionarios del Grupo de Antiextorsión y Secuestro de la GNB).
  3. “El Renzo” (Guárico. Muerto en enfrentamiento con funcionarios del GAES)
  4. Wilser Alexander Figueredo Cepeda.
  5. Alfredo José Heredia Paraco
  6. José Gregorio Cardona Bravo
  7. Carlos Alberto Gómez
  8. Yordys Miguel Matute
  9. José Francisco Hurtado
  10. Dirxon Rafael Meza
  11. Dalbin Neomar Sánchez
  12. Plácido Jacinto Carrillo Sánchez
  13. Argenis Sánchez
Detenidos de la banda El Juvenal
  1. Gabriel José Cárdenas Bravo (Detenido en febrero de 2014 en el estado Aragua)
  2. José Enrique García Rondón (Detenido en marzo de 2015 en el estado Guárico)
  3. Clarelis del Valle Caman Matute (Detenida por secuestro en el estado Guárico)
  4. Claritza del Valle Caman Matute (Detenida por secuestro en el estado Guárico)
  5. Génesis Roxana Reveron (Detenida por secuestro en el estado Guárico)
  6. Adis María Aquino Rivero (Detenida por secuestro en el estado Guárico)
Un roedor escurridizo

José Antonio Tovar Colina, de 27 años de edad, era uno de los delincuentes más buscados por las autoridades venezolanas. Nació en el sector Concha de Mango del barrio Bicentenario, en El Sombrero, estado Guárico. Es conocido con el remoquete de “El Picure”, nombre que identifica a un género de roedores (ratas) que habitan en el sureste de México, centro y suramérica.

Su historial delictivo se conoce desde 2008. Comenzó robando vehículos a los hacendados de Barbacoas (Aragua) y El Sombrero (Guárico).

Sobre este llanero pesaban al menos cuatro órdenes de captura, todas emitidas desde 2010 por juzgados de San Juan de los Morros. Lo buscan por homicidio intencional, extorsión y porte ilícito de arma.

En 2013 su apodo trascendió las fronteras de su estado natal. El periodista Javier Ignacio Mayorca publicó, en agosto de ese año, un reportaje en El Nacional sobre los primeros hechos delictivos de impacto protagonizados por El Picure. En marzo de 2015, Mayorca publicó lista de los 40 delincuentes más buscados del país y en esta élite negativa José Antonio Tovar figura entre los primeros.

En noviembre de 2014, el nombre de “El Picure” se apoderó de los titulares y portadas de los distintos medios del país. La matanza de 11 personas en la finca San Juan de Dios, en la localidad de El Sombrero. La directiva del Cicpc en pleno, encabezada por el comisario Douglas Rico, se trasladó al lugar para dirigir las investigaciones y cumplir con una tarea pendiente: capturar a “El Picure”, líder de la organización delictiva que ejecutó la masacre,  y a quien se le atribuían otras en pueblos del sur de Aragua y Guárico.

Lea también: Los mitos detrás de “El Picure”

Para ese entonces, acumulaba entre sus víctimas más de una docena de funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado, múltiples extorsiones, robos de vehículos y tráfico de drogas. En una investigación realizada por la web Efecto Cocuyo, contabiliza 60 muertos entre víctimas e integrantes de la banda de “El Picure” hasta la fecha.

El 5 de octubre de 2015 se conoció, a través del portal web Sumarium, que: “Interpol emitió una alerta contra José Antonio Tovar Colina, mejor conocido como “El Picure”.

La banda de “El Picure” tenía un núcleo ‘duro’ de diez hombres, que supuestamente se conocieron en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV). Hasta su muerte siguió ligado a este centro carcelario y a sus líderes. En sus inicios estuvo integrada por más de 40 personas (entre hombres y mujeres), pero no se descarta que sumara a unos 100 seguidores.

Vivía de la extorsión, el robo de vehículo, la venta de drogas y los nexos con mafias sindicales. “Además, el Picure y sus bandas aliadas están vinculadas con funcionarios policiales activos que a su vez tienen expedientes abiertos por extorsión, sicariato y homicidio, señala Contrainteligencia, que menciona con nombre y apellidos a los uniformados. Ellos son: Darío Camacho, Carlos Antonio Seijas Gómez y Yorman Nicolás López Macero. Cabe destacar que los mismos (policías) se desempeñan en la Gobernación del estado Guárico como guardaespaldas del secretario de Seguridad Ciudadana C/Sebin Freddy Argenis Santana y del actual gobernador, Luis Enrique Gallardo”, resalta el informe del 29 de julio de 2012, al que tuvo acceso el periodista Mayorca. Gallardo.

ElPicure

 

El mismo informe revela que la banda del Picure tenía vínculo directo con pranes de la PGV y destaca Ugueth Urbina Villarroel “Uguito”, el ex grandeliga que fue liberado en 2013. En marzo de 2016, se divulgaron unas fotos donde aparecía Ender Leones Ocando, quien habría sido parte de la banda de “El Picure” (muerto en enfrentamiento), en la PGV, junto a Urbina y el ex ministro de Deportes, Antonio “Potro” Álvarez.

En 2015 se hicieron frecuentes los choques de la banda de Tovar con las autoridades. Para ese entonces ya se dedicaba a custodia de la droga de la Farc. La persecución policial se intensificó en enero de 2016, cuando cayeron varios de sus aliados. Finalmente, luego de más de 24 horas de tiroteos entre integrantes de su organización y los cuerpos de seguridad, el martes 3 de mayo de 2016 murió «El Picure», en un supuesto enfrentamiento con la Guardia Nacional.