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La Pastora

#MonitorDeVíctimas | Confesó que mató a su mamá para robarle dinero y poder comprar una casa para su pareja
El homicidio de la mujer, de 55 años de edad, ocurrió el pasado 22 de mayo dentro de su propia casa, en La Pastora

Sandra Guerrero

 

A Carlos Alejandro Hernández Villamizar, de 32 años de edad, lo detuvo una comisión de la División contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), por su presunta implicación en el homicidio de su mamá, Ingrid Ayellhet Villamizar Mattey, de 55 años de edad.

El asesinato de la mujer fue perpetrado el pasado 22 de mayo en su propio domicilio, ubicado en La Pastora, municipio Libertador del Distrito Capital.

Por este caso también fue capturado Jhusep Kervin Rivero Aponte, de 32 años. Se supo que aún falta por detener una tercera persona, cuyo nombre se correspondería con las siglas B.J.R.M., de 28 años de edad, quien habría hecho el papel de vigilante: debía avisar a los presuntos homicidas si alguien se acercaba a la residencia dónde cometían la fechoría.

De la vivienda se llevaron una suma de dólares y bolívares, prendas, un celular, una bicicleta y otros objetos que durante la investigación fueron recuperados por los funcionarios que tuvieron a su cargo la pesquisa.

Cuando rindió declaración el hijo de la víctima confesó que su intención era apoderarse de la suma de dinero, con la cual había planificado comprarle una vivienda a su pareja.

#MonitorDeVíctimas | Solicitado por homicidio de un funcionario del Cicpc murió en supuesto enfrentamiento

El hombre, de 34 años, resultó muerto en un presunto enfrentamiento con funcionarios del Cicpc

Francisco Díaz Mundarain tenía orden de captura por el homicidio del detective Jesús Betancourt Farías, funcionario del Cicpc

 

@SandraGuerrero1

 

Francisco Gabriel Díaz Mundarain, de 34 años de edad, apodado Frank La Toba, murió en un presunto enfrentamiento con una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

El fallecido tenía solicitudes por el Juzgado II del estado Sucre, por el delito de homicidio intencional calificado por motivos fútiles e innobles, en contra del detective Jesús Gabriel Betancourt Farías, funcionario del Cicpc.

El hecho en el que Díaz Mundarain murió ocurrió en la redoma de El Molino, sector El Manicomio, diagonal al módulo de la Policía Nacional Bolivariana, en la parroquia La Pastora.

De acuerdo con el parte oficial, Díaz Mundarain portaba una pistola que será sometida a experticias balísticas, para establecer si fue utilizada en hechos delictivos.

El hombre era investigado por su presunta participación en los delitos de secuestro, droga y robo, entre otros. También tenía requerimiento por el Tribunal II del Control del estado Sucre, Extensión Carúpano, desde el 23 de noviembre de 2018, por resistencia a la autoridad.

#MonitorDeVíctimas

#MonitorDeVíctimas | Matan a dos amigos en sitios diferentes de Caracas, pero al parecer por las mismas razones

Ambos hombres fueron asesinados a bala. A uno lo mataron en Antímano y al otro, en La Pastora

 

Los delincuentes que supuestamente cometieron ambos crímenes tenían la idea de que las víctimas los habían delatado ante la policía

 

@SandraGuerrero1

 

A Franklin Yohanelris Tovar Blanco, de 27 años, y Andrus Aníbal Padilla Sánchez, de 30 años, los mataron de múltiples disparos mediante el mismo modus operandi, pero en diferentes fechas y zonas del área metropolitana de Caracas. Eso sí, eran amigos y al parecer los asesinaron por las mismas razones.

A Tovar Blanco lo asesinaron en la calle principal de Mamera II, parroquia Antímano del municipio Libertador, el pasado viernes 16 de abril. Menos de tres días después le quitaron la vida a Padilla Sánchez, en un sector de la parroquia La Pastora. 

Ambos fueron sometidos por varios hombres que les propinaron múltiples disparos. En los dos casos las víctimas murieron en el sitio.

Las pesquisas practicadas por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) permitieron la captura de uno de los presuntos implicados en estos crímenes. 

El nombre del capturado se corresponde con las siglas J.J.D.R., de 26 años. Lo capturaron en un sector de la avenida San Martin, parroquia San Juan, en Caracas.

El mencionado organismo policial tiene en su poder los nombres de los otros implicados en las muertes de Tovar Blanco y Padilla Sánchez.

La investigación policial determinó que fueron asesinados porque los implicados en esos hechos presumían que ambos los habían señalado ante cuerpos policiales, así como a otros supuestos delincuentes, por la presunta comisión de hechos delictivos.

#MonitorDeVíctimas | A golpes asesinaron a sexagenario en La Pastora
La víctima, de 65 años de edad, fue hallada dentro de su domicilio. Hasta ahora se desconoce el móvil del crimen

 

De múltiples golpes mataron la noche del pasado lunes 29 de marzo a Carlos Julio Guerrero, de 65 años de edad. El hecho ocurrió en la localidad caraqueña de La Pastora.

En las afueras de una morgue de Bello Monte cerrada y custodiada por funcionarios de seguridad, debido a la gran cantidad de fallecidos por coronavirus, Imale Guerrero, sobrina del fallecido, dijo que este había sido encontrado sin vida dentro de su casa el pasado martes 30 de marzo.

La mujer dijo que su tío vivía solo desde hace tiempo y que en apariencia no tenía problemas con nadie. Desconoce si el móvil del homicidio fue el robo, debido a que al momento de conversar con la prensa aún no había ido al lugar del asesinato. Aseguró que las autoridades no le habían informado nada al respecto.

El hombre se dedicaba a vender productos al detal en vía pública y tenía dos hijos mayores de edad. Integrantes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se encuentran indagando el hecho.

Un bartender fue asesinado por un “amigo” en La Pastora

EL FUERTE HEDOR QUE PROVENÍA de un anexo situado en la calle Curazaito, de Lídice, La Pastora, municipio Libertador de Caracas, llevó al hallazgo del cadáver de un hombre identificado como Salomón Barrios Manjarrés, de 40 años de edad.

Manjarrés era natural de Cartagena, Colombia, y siendo pequeño viajó con su familia hasta Caracas, donde se establecieron.

Desde hace unos ocho años, Salomón trabajaba como bartender en varios establecimientos y actualmente vivía en un anexo, que le concedió un hermano.

El viernes en horas de la madrugada la víctima se encontraba compartiendo con tres amigos en el anexo cuando se presentó una discusión.

Durante la disputa uno de los presuntos amigos de Salomón conocido como “Oriente” lo atacó con un cuchillo y le asestó varias puñaladas.

Al día siguiente el hermano de Salomón no sabía de su paradero y le tocaba la puerta del anexo, pero éste no respondía.

El domingo en horas del mediodía el hermano de la víctima solicitó la intervención de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), debido al hedor que provenía del anexo de Salomón. Al entrar encontraron su cadáver al final del inmueble.

El sitio se encontraba desordenado como si se hubiese registrado una pelea y la víctima solo vestía su ropa interior. No dejó hijos.

@lysaurafuentes

Durante protesta, vecinos de La Pastora quemaron casa de Robert Serra

FOTOS: @Mariafernandazb

 

COMO SE SABE, la “casa de la cultura de Robert Serra”, ubicada en La Pastora, es un símbolo del chavismo en esa zona populosa de Caracas, en la que la noche del 22 de enero se registraron manifestaciones y actos vandálicos.

Entre esas acciones violentas, personas desconocidas arremetieron contra estas instalaciones. Las imágenes se difundieron a través de Twitter en donde las llamas salían por todas las ventanas de la residencia, convertida en una especie de lugar de culto tras su fallecimiento.

Pasada la noche y con los primeros rayos del sol en la convulsa ciudad, los vestigios de las protestas nocturnas -luego de que un grupo de guardias nacionales se entregaran tras haber desconocido a Nicolás Maduro como mandatario- aparecen.

Un grupo de protestantes prendieron en llamas la ‘Casa de la Juventud de Robert Serra’, un museo conmemorativo al fallecido líder del chavismo, ubicada en la esquina de Puerta de Caracas, en La Pastora.

Las manifestaciones registradas en la capital del país se registraron durante todo el día en el sector de Cotiza, pero fue en la noche donde varias zonas del Municipio Libertador como Lídice, Catia y El Valle se vieron afectadas por estas acciones.

En un video difundido por redes sociales la noche de este lunes 21, se pudo apreciar el momento en que las llamas provocadas por los habitantes de la zona consumían la edificación.

 

*Vea más detalles en TalCual

Seremos otros, por Orlando Viera-Blanco

 

“Sin duda la indiferencia de nuestra ascendente clase media por la marginalidad de Petare a la Pastora, se convirtió en una bomba de tiempo que explotó en nuestras narices…”        

 

Confieso que poco en mi vida había participado en asuntos humanitarios en comparación a la labor que hoy hacemos desde nuestra fundación Venezuelan Engagement Group, (Canadá, US y Europa). Con Papá como médico dedicado a la medicina pública, creí desde niño haber cumplido el dote humanitario recorriendo barriadas Caraqueñas…

Cuantos pacientes, caseríos, cuanta hermosa gratitud y humildad recibía aquel médico joven y pujante, de aquella digna y desposeída gente que sin tener como comprar un medicamento o un trozo de pan, daba la bienvenida [a papá] con un café o le despedía con una gallina, un morrocoy o un rosario como pago. “Dios me lo guarde Doctor, no se olvide de nosotros…” Días y noches entre los módulos del IVSS de Baruta y El Valle, amén de visitas al 23 de Enero, Pérez de León o El Cementerio. El Hospital Clínico-Universitario era nuestro “recreo” obligatorio los fines de semana. Papá fue un fiel médico de cabecera y yo su imberbe escudero, que sólo servía el estetoscopio siendo un asustadizo pero curiosísimo observador. Y surgió la pregunta: ¿Cómo se puede vivir así? ¿Por qué aceptamos que vivan así?

Este es el tema. Como lo cuestió alguna vez una socióloga en Montreal después de un cine foro de la película Venezolana, “Secuestro Express”. ¿Por qué la sociedad Venezolana ha llegado al punto de convivir de esta forma, rodeada de miseria y testigo pasiva de ella? Recuerdo que le contesté con un dejo de autoridad (que pronto se convertiría en un derroche de ignorancia), ¡porque los venezolanos profesora nos acostumbramos a vivir así! La cara de todos los Québécoises era un poema. Habían quedado impresionados con el lance. No sé si por satisfacción o por horror. Pronto supe que por lo segundo. De inmediato la académica de la Université de Montreal, asentó:  “Mr. Viera-Blanco, il n’y a personne qui s’habitue à la violence, o en parco español.Sr. Viera-Blanco, no hay persona que se acostumbre a la violencia…Esta frase ha vivido en mi consciencia por décadas…Es verdad. Los venezolanos evadimos el tema. La ocultamos, la aislamos, incluso anegamos. Pero siempre ha estado ahí y poco hemos hecho por enfrentarla y redimirla: la pobreza.

No hacerlo (nuestra pasividad frente al pobre), no supone habituarse a ella (la pobreza) sino ignorarla. Y esa ignorancia es rechazo, es violencia. Entonces ignorante no es el pueblo. Somos nosotros quienes desde posiciones privilegiadas, poco nos desprendemos de nada (dispossession), por nuestros miserables…Más nos preocupa el viajecito, la pinta, la seguridad o el placer de nuestros vástagos que la vida del lumpen. ¿Acaso exagero? Disculpen el pontificio.

Muy poco o nada mi generación se ha volcado a la noble tarea de ayudar.  La formación jesuita que recibimos en la Escuela de Derecho de  la UCAB nos conducía a ello. Pero por razones que sabemos o a lo menos deberíamos saber, después de largos y criminosos 20 años de odios y resentimientos, el germen del sufrimiento brotó de los miserables y permitió  que un mesías tartufo (impostor al decir de Moliere) lo convirtieran en violencia. Tal violencia retornó en desquite, en revancha, en desplazamiento, en caos y muerte.

Hoy sufrimos nuestra habituación a la pasividad. El padre Olaso como parte de la cátedra de “Introducción al Derecho”, nos inculcaba dar clínicas legales en las barriadas de  Mamera o Eucalipto cerca de la universidad. Recuerdo el frio sinuoso que sentía cuando íbamos de madrugada. Pero más que el escalofrío diagonal que entraba  hasta los huesos era palpar que en aquellos humildes ranchos de techos de zinc y de cartón,  los niños y niñas dormían con sus padres lo más cerca posible para recibir calor. Cuantas perversiones traían aquellas “juntas”. La miseria en todas sus versiones, la eroticidad infantil. Luego, ilusión de ver llegar a alguien bien trajeado era la esperanza de salir de allí. No tanto por lo que uno pudiese darle sino por  demostrarles afecto, que nos importan, que existían para nosotros…Sin duda la indiferencia de nuestra ascendente clase media por la marginalidad en el Valle caraqueño, de Petare a la Pastora, se convirtió  en una bomba de tiempo que explotó en nuestras narices.

Al graduarme la historia fue otra. Meritoria como la de muchos. No digo que no debió ser así. Continuar educándome, ahorrar, casarme, aprender otras culturas e idiomas, en fin, hacer familia. Yo y mi circunstancia. Pero la tragedia que vivimos me llevó a mi y mi circunstancia, a ir por el mundo denunciando opresión, implorando libertad y pidiendo piedad y caridad para nuestro pueblo. Hoy se cómo podíamos haber evitado este martirio. Pero no profetizaré el pasado. También sé cómo salir de este presente oprobioso y tener un futuro mejor. Basta de pasividad y banalidad. Antivalores en los que reposa todo. Es tiempo de reconocerlo. De desterrarlo. Con humildad. El resto: el pueblo, la unidad real de abajo hacia arriba y el cambio, también real y absoluto, de arriba hacia abajo, vendrá solo…Falta poco. No me queda la menor duda. Gracias padres…papá y padre Olaso. En su ejemplo, en la virtud de la otredad y la mirada noble sobre el otro,  está la redención y la justicia. Y seremos otros…

 

@ovierablanco

Este es el segundo hijo que pierdo por culpa de las fuerza de seguridad

Ese 5 de marzo, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) tomaron la calle 4 de Sábana del Blanco en La Pastora, municipio Libertador de Caracas. En medio del despliegue acabaron con la vida de un joven de 19 años identificado como César Alexander Ramírez Ramírez.

Su madre Gregoria Pastora Ramírez contó que César se encontraba en su casa, situada en la calle 4, cuando salió a comprar un cigarro. En ese momento los funcionarios del Cicpc, que se encontraban a bordo de una camioneta negra, lo interceptaron y le propinaron tres disparos en el pecho. «Los funcionarios de la división de robos fueron los que mataron a mi hijo. Mi hijo llegó esposado y ya sin vida al hospital Vargas. Ellos antes de matarlo estaban amedrentando a los muchachos de la zona para que se los entregaran», dijo Gregoria en llanto.

Esta no es la primera vez que Gregoria pierde a un hijo a manos de funcionarios, el pasado 2 de mayo de 2017 su otro hijo Keiver Alejandro Ramírez, de 21 años, también fue asesinado por el Cicpc.

Keiver había sido acusado de un robo en una panadería llamada El Dorado, situada en la avenida Fuerzas Armadas. «Cuando me mataron a Keiver el dueño de la panadería lo fue a reconocer en la morgue y me dijo que no había sido él», manifestó la madre de los jóvenes.

» Este es el segundo hijo que pierdo por culpa de las fuerzas de seguridad. A César me lo pusieron como narcotraficante y asesino, pero mi hijo quería ser chef e irse del país. Desde que el Cicpc mató a mi primer hijo dijeron que venían por el otro. Le digo a Douglas Rico que vea bien quienes son los delincuentes que tiene», manifestó Gregoria.

@lysaurafuentes