–AT: Hablaba de que PDVSA está destruida. Muchos otros sectores y gremios están en situaciones preocupantes y críticas. ¿Esto es el resultado de las políticas del chavismo?
–RR: No, no, no. Para nada. Nicolás Maduro no ha gobernado con las políticas del chavismo, ni ha gobernado con Chávez. Ha gobernado con su grupo de amigos. Tú los conoce, todo el país los conoce ¿Quién está al frente del ministerio de Finanzas y qué hacía antes? ¿Quién está al frente de todo el equipo económico y qué hacía antes? No importa si tiene la capacidad o no, lo que importa es que son sus amigos; es su gente. Eso pasa en el Poder Judicial, eso pasa en todas partes. Así no se puede gobernar un país. Se necesita conocimiento, estudio, preparación y experiencia. Nicolás Maduro hizo de lado toda la experiencia que tuvimos nosotros en 12 años con Chávez, como si eso no valiera nada. Sí vale, y vale mucho, porque una economía de país petrolero ya es complicada. No podías poner en puestos tan importantes como PDVSA a gente que no tenga la capacidad, que no tenga los estudios. Él prefiere a los militares. Yo estimo mucho a los militares, creo que es una extraordinaria institución, pero no saben de petróleo. Es como si me pusieran a volar los Sukhoi. Me estrello. Solo que me estrello yo con el Sukhoi. En PDVSA nos estamos estrellando todos; todo el país se está estrellando.
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–CB: Usted ha insistido mucho en el tema de que dejó la producción en 3 millones de barriles diarios, pero de acuerdo con fuentes secundarias y con expertos del área, ya para el momento en que usted deja la presidencia de PDVSA, en septiembre de 2014, estaba en 2,3 millones de barriles diarios y con señales claras de descenso.
–RR: No, no, no, no. Mira. Cuando alguien vaya a evaluar PDVSA tiene que evaluar con los estados financieros auditados, porque a final de año haces un corte y entonces no es que tienes la producción puntual del mes de septiembre, es que tienes una producción promedio y eso está reportado no solo por nosotros sino también evaluado por agencias secundarias. El 31 de diciembre de 2013 fue mi último cierre. PDVSA dio unos números muy claros de fortaleza. No te digo que no tuviéramos problemas, pero nuestra capacidad operativa estaba intacta. Me sacan de PDVSA en agosto de 2014 de la manera en que me sacaron, bueno, era el Presidente de la República, yo entregué eso. Estuve un año tratando de convencerlo de que PDVSA era mucho más compleja de lo que él y su equipo suponían, pero bueno, al final se la entregué. Además de que fue anticipado de una campaña terrible de desprestigio hacia mi persona con todos estos palangristas que escriben en los periódicos semanales. En fin, los números están allí. Yo puedo dar una discusión sobre la producción de PDVSA con quien sea. Lo que está pasando ahorita es que PDVSA a duras penas puede producir un millón de barriles. La gente dice que esto no es posible que suceda en cinco años. Te digo algo, eso sucede en el primer año. Te voy a explicar por qué: Nuestro petróleo extrapesado tiene un factor de declinación que alcanza a los 700.000 barriles al año, es decir, que si tú no haces lo que tienes que hacer en un año, tú pierdes técnicamente un millón de barriles, 700.000. Eso es así, no hay nada hacer porque nuestro crudo es extrapesado, porque necesita recuperación secundaria. Estos que llegaron a PDVSA comenzaron a dudar de todo, bloquearon todo con el tema de la corrupción, pararon todos los procesos. Cuando nosotros empezamos cada enero, ya las áreas de producción tienen que tener sus tuberías, sus servicios a pozos contratados, sus bombas, sus repuestos, todo. Entonces llegó esta gente a aprender, gente extraña a la empresa. Hay más de cien presos sin derecho a la defensa. Eso no es una concha de ajo. Nadie ha podido defenderse de lo que los acusan públicamente. En fin, en un año se destruye una empresa petrolera. Ahora llevan cuatro años en esta campaña contra PDVSA, resulta un tema absurdo para desalojar del ámbito del chavismo a un liderazgo, el mío en este caso, ellos hayan prendido fuego a PDVSA. Está destrozada en su capacidad y los muchachos se han ido. Yo recibí los últimos números de Recursos Humanos y cerca de 30.000 muchachos han renunciado de entonces para acá… Ahora, ¿qué va a pasar? Ellos van a privatizar PDVSA. El decreto inconstitucional 3.380, creo que es el que dictó Maduro dándoles plenas facultades al ministro y presidente Quevedo para que hiciera lo que fuera con PDVSA: allana el camino para privatizar la industria petrolera.
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–AT: ¿Usted desmiente que durante su gestión comenzó el declive en la producción petrolera?
–RR: Claro.
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–AT: ¿Usted no se considera responsable del inicio del caos actual que se evidencia en PDVSA?
–RR: No, no, porque nosotros, cuando teníamos control de la industria, teníamos la empresa como la quinta empresa petrolera más importante del planeta. Aportamos al fisco en 11 años más de 500 mil millones de dólares para poder sostener no solo los planes de Gobierno sino todo el país se sostuvo con PDVSA. Tenemos todo súper auditado. El que no quiere verlo, no lo ve. Pero eso está allí. La gente que sabe, sabe que nuestra empresa tenía otro modelo, y viene la diferencia con los expertos, porque hay expertos petroleros que consideran que PDVSA solo debería sacar petróleo y nosotros siempre decíamos que para eso hubiéramos dejado a la Shell aquí, o la Exxon Movil. PDVSA es una empresa a la que se le impuso tareas nacionales como una empresa nacional y lo hicimos muy bien. Entre ellos la Gran Misión Vivienda Venezuela y una cantidad de tareas que nos puso el comandante Chávez. Y la cumplimos. Estoy muy orgulloso de eso. Es una empresa distinta con otro modelo de gestión, pero estaba muy bien.
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–AT: En este panorama actual de la empresa, ¿qué pudiésemos prever en los últimos meses, para el cierre de 2018?
–RR: Hay una estimación de la Agencia Internacional de Energía que recibe mucha información técnica, sobre todo de los proveedores de servicios. Nuestras estimaciones es que podemos estar en 700 mil barriles de petróleo, de producción, lo cual es muy grave. Porque eso no solo tiene que ver con los temas de declinación natural, como te he dicho, sino que hay otro término técnico que se llama la producción diferida. Tienes en el Occidente del país una producción de 600 mil barriles de petróleo, están ahí, pero las bombas están malas… No hay repuestos, no compraron las cosas a tiempo, se fueron los muchachos, renunciaron, no hay luz, cada vez que hay un apagón de estos la producción cae inmediatamente. En fin. Ojalá no sea así, ojalá me equivoque. Yo no me regodeo en este fracaso. A mí me gustaría que a mi país le fuera bien porque todo mi sentimiento está ahí. Jamás he llamado a un sabotaje petrolero ni lo llamaré nunca, pero es lo que está pasando. ¿Me debo quedar callado? Hay gente que dice que no hubiera dicho nada y estaba de embajador en Nueva York o en Ginebra, ellos me querían mandar lejos de Venezuela. Y no puedo. Me da tristeza, dolor, indignación, cada vez nos alejamos tanto, tanto, tanto del estado actual de los países del mundo. Es increíble que una cantidad de incapaces muy autoritarios tengan el país en esta situación. Es muy preocupante. Yo me preocupo, yo sé que ustedes también.
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–CB: ¿Qué diferencias existen entre sus propuestas económicas, las que estaba haciendo cuando lo nombraron vicepresidente del área económica, y esto que ha presentado el presidente Nicolás Maduro?
–RR: Hay muchas. No se parecen para nada. Desde que me nombraron vicepresidente del Área Económica —tú sabes que yo soy ingeniero y sé algo de economía petrolera—, pero convoqué todo el pensamiento económico que yo conocía del país. Chavistas y no chavistas. Busqué toda la asesoría y preparamos 18 puntos que le presenté a Maduro para que los leyera y los revisara. Como ya yo había visto que las recomendaciones de Giordani se las devolvió sin siquiera avisar, me aseguré de que las discutiera conmigo. Ahí estaba Nelson Merentes, es un testigo de excepción. El Presidente dijo que sí a todo, pero no hizo nada. Cuando me dí cuenta de qué cosas había ahí, la más grave, la más fuerte, fue que había que ir a una unificación cambiaria. El control cambiario ya no era capaz de controlar nada. En ese momento se veía, el paralelo estaba en 95 y yo saqué 11 mil millones de dólares de PDVSA solamente para conducir una política cambiaria, porque tienes que tener dinero en las reservas porque si no nadie te cree. Y comencé a vender dólares en el Sicad. Bueno, el paralelo bajó de 95 a 53. Tenía que seguir convergiendo hacia un precio único. ¿Sabes cuál era? 25 bolívares por dólar. ¿Yo me lo saqué de las mangas? No. Con el Banco Central trabajamos que ese era el precio de diferencia con Colombia, es decir, que a 25 bolívares en el cambio no se iban a ir los productos a Colombia. Bueno, me dijeron de todo, me acusaron de escuálido, me dijeron que era un paquetazo mío. ¿En cuánto está el paralelo ahorita y en cuánto está la Dicom que es la semioficial del gobierno? Es absurdo, y este número de 25 bolívares por dólar y el paralelo en 53 fue de 2014.
También yo hablaba de que la gestión de las empresas del Estado tenía que unificarse porque tienen una mala gestión. Nosotros queríamos llevarlas al modelo de PDVSA, que era trabajar un sistema corporativo, eso se llama sistema presupuestario de financiamiento. Era que las empresas del Estado no se vendieran entre ellas mismas, sino que fueran parte de una misma filial como las empresas de la CVG. Eran propuestas muy complejas. Me di cuenta de que no iba a tener apoyo del Presidente y se lo dije. No tomar una decisión también es una decisión. “Ahora, tú eres el jefe de la hacienda pública del país, no sé qué vas a hacer”. Estaba el tercer congreso del PSUV, dije que iba a leer las propuestas y se las expliqué al PSUV. Cuando estaba de vicepresidente (Jorge) Arreaza, parecía que estaba un poco preocupado, recibía llamadas de Maduro que no le gustaba lo que estaba pasando porque el partido estaba apoyando todas las medidas. Arreaza me caceroleó, me tocó un vasito de vidrio que se me había acabado el tiempo, y la gente se paró de los puestos y decían «que siga, que siga». No sé hizo nada. Ya no se puede hacer lo mismo, porque una cosa es una medida con una inflación de 20% y con otra de 60.000%. La economía trabaja mucho con la confianza, con el sentido de la oportunidad, todo eso… Más allá de esa pelea chiquitica, de grupos, incluso de nuestras propias posiciones políticas aquí se impone una visión compartida por lo menos para rescatar al país. Después veremos, pero hay que rescatarlo. Los que pudieron salir del barco, salieron. Todo va para abajo.
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–AT: Tal como están dadas las condiciones políticas, económicas y sociales en el país, ¿qué tendría que suceder para que usted regresara? ¿Usted tiene aspiraciones presidenciales y si llegase a haber alguna elección estaría dispuesto a competir en ella y regresar a Venezuela?
–RR: Pero claro que sí. Yo lo que más quiero es regresar a mi país. Yo con mi país tengo una relación estrecha dentro de mi corazón, en mi alma. Yo no soy de andar fuera de mi país. Estoy preocupado, acogido por países hermanos, amigos. Me he tenido que mover, porque el Presidente tiene un empeño en contra mía, pero siempre protegido. Por cierto, que es mentira eso de que me está buscando la Interpol, nada de eso. Hablé con el secretario general de las Naciones Unidas, hablé con la gente de la Interpol. Nadie le cree a Maduro, nadie se presta a eso, pero, obviamente, no puedo volver al país. Yo dije, tal vez ingenuamente, que quería volver a unas primarias en el PSUV para ser candidato, porque yo creo que puedo manejar eso. Creo que podemos articular una respuesta una gran fuerza nacional, patriota, más allá de esos partidos, de esa pelea que tiene al país acabado. Tan pronto pueda volver a mi país, vuelvo. Lo primero, no puede estar el fiscal Tarek William Saab porque, y este es un tema personal mío, no tiene moral para juzgar. Si el presidente fuera Chávez no hubiera dudado un segundo de presentarme allá.
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–AT: ¿Pero usted teme por su vida?
–RR: No sé de qué es capaz esta gente. Han hecho de todo. Bueno, yo nunca he andado por miedo por ahí. Ni en el momento de la peor cosa, nunca me moví de mi casa.
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–AT: ¿Dónde se encuentra en estos momentos? Hay muchos rumores.
–RR: Fuera del país, lamentablemente.