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Enjuve 2021: En Venezuela hay cada día más bachilleres y menos estudiantes universitarios
Los jóvenes dejaron de estudiar al terminar bachillerato. Esta es la razón principal de la desescolarización

La Encuesta Nacional de la Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el 26 de octubre, señaló que entre 2015 y 2021, 880 mil jóvenes venezolanos con edades entre los 20 y 24 años, dejaron de formarse académicamente

Según la Enjuve, solo 15% de la población de hombres jóvenes, que tienen entre 18 y 24 años, está inscrito en un centro educativo. En 2013, 40% de esa población estaba inscrita en una institución de este punto. En ocho años, la cifra cayó 25 puntos.

Los resultados de la encuesta señalaron que el porcentaje de mujeres inscritas a un centro educativo es mayor al de hombres. En 2013, 43% de las mujeres con edades entre 18 y 24 años formaban parte de una institución académica. Esta cifra disminuyó a 20% en 2021. 

Sin embargo, 70% de la población de hombres jóvenes, que tiene entre 15 y 17 años, se mantiene inscrita en un centro educativo. Esta cifra solo disminuyó 4% en comparación a 2013. 

Más bachilleres y menos universitarios

La encuesta presentada por la UCAB aseguró que a pesar de que la cifra de bachilleres ha aumentado, la población que alcanzó la enseñanza universitaria disminuyó significativamente

En 2013, 30% de los jóvenes venezolanos alcanzaron el nivel técnico o universitario, no necesariamente fue culminado, pero sí se inició. Esta cifra cayó a 19% en 2021

A diferencia de esto, la cifra de jóvenes que terminan sus estudios de bachillerato aumentó. En 2013, la Enjuve indicó que solo 29% de los jóvenes venezolanos habían completado sus estudios de media. Para 2021, esta cifra creció a 42%. 

Cambio a centros educativos públicos

De acuerdo a la Enjuve, la cantidad de estudiantes inscritos en centros educativos públicos siempre ha sido mayor que en los privados.

Para 2013, los jóvenes de 18-24 años eran los que tenían más presencia en instituciones académicas públicas, con 67%. Esta cifra aumentó a 84% en 2021.

En cuanto al grupo que tiene 25-29 años, 66% de ellos estaba inscrito en un centro educativo público, esta cifra incrementó a 91% en 2021

Mientras que la cifra de jóvenes, que tienen 15-17 años, inscritos en instituciones académicas públicas aumentó de 63% a 87%, desde 2013 hasta 2021. 

A diferencia de los centros educativos públicos, los privados han sido víctimas de la deserción escolar

En 2013, 37% de los jóvenes con 15-17 años estaban inscritos en instituciones educativas privadas. Para 2021, solo 13% de ellos está inscrito en un centro educativo privado.

La cantidad de jóvenes, con 18-24 años, que forman de una institución académica privada, disminuyó de 33% a 16%.

La cifra de jóvenes con 25-29 años inscritos en un centro educativo privado fue la que más disminuyó, cayendo de 34% a 9% en 2021. 

«La revolución creó sus propios excluidos», dijo Anitza Freites, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, al referirse a las conclusiones de la encuesta.

Razones por las que dejaron de estudiar

La Enjuve reiteró que hay varias razones por las que los jóvenes venezolanos han dejado de formarse académicamente. Freites explicó que la necesidad de trabajar, no querer continuar los estudios y la culminación de bachillerato son algunas de ellas.

Los jóvenes, de los tres grupos etarios, dejaron de estudiar al terminar bachillerato. Esta es la razón principal de la descolarización. 

«Solo 22% de los hombres jóvenes que reportaron haber terminado estudios ha obtenido algún título de técnico superior universitario o carrera universitaria» indicó la encuesta.

 

El porcentaje de mujeres jóvenes que ha obtenido algún título de técnico superior universitario o carrera universitaria es mayor que el de hombres jóvenes. Según la Enjuve, 29% de las mujeres que reportaron haber terminado estudios ha obtenido algún título de técnico superior universitario o carrera universitaria.

Humano Derecho #206 con Abraham Indriago y Cipriani, de Rap Sin Groserías
Varios raperos de la región fundaron Rap Sin Groserías para llevar la fuerza del rap a las calles de Latinoamérica con eventos para jóvenes

 

@_humanoderecho

¿Qué es Rap Sin Groserías? ¿Cómo es un encuentro de Rap Sin Groserías? ¿Qué tan difícil es para un chamo hacer música en Venezuela? Estaremos conversando de estos y otros temas con Abraham Indriago y Cipriani, del movimiento Rap Sin Groserías, quienes nos hablarán acerca de sus proyectos.

Rap Sin Groserías es un movimiento latinoamericano fundado por varios raperos para llevar la fuerza del rap a las calles a través de eventos para jóvenes.

En nuestro episodio 206, nos dicen: «Se debe hacer una federación que se encargue de estandarizar todo: desde impartir talleres a jurados, hasta determinar los montos máximos a pagar a los participantes. La idea es que, a partir de allí, el rap muestre una cara autosustentable en cuanto a eventos para la proyección de los artistas, productores, mánageres y todo el que sea parte de esto».

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

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Ni estudian, ni trabajan: Venezuela no es lugar para jóvenes
Son más mujeres que hombres los que no trabajan ni estudian, según una investigación de Encovi analizada por la consultora Anova
 Los «ninis» son una consecuencia perversa de  la crisis económica, política y social, según la psicóloga Yorelis Acosta

 

Desde que Mariángel cumplió los 21 años solo se dedica a las labores del hogar. Su día, por lo general, inicia a las 10 de la mañana. Mientras desayuna arepa con queso, ve televisión. Dos horas después se prepara para hacer el almuerzo y, si es de ir al mercado a hacer alguna compra lo hace sin apuro. Después de la segunda comida del día, reposa viendo la serie colombiana “Sin tetas sí hay paraíso”, que la mantiene entretenida durante al menos dos horas. 

Cuando finaliza el capítulo, Mariángel se entrega a los oficios del hogar, lava los platos, la ropa, limpia el patio, la cocina y se encarga de mantener todo ordenado. Su día termina a las nueve de la noche y, junto con su mamá -quien tampoco trabaja por padecer fuertes dolores lumbares-, se preparan para cenar algo ligero, ver más novelas y descansar. 

Tanto Mariángel como su madre sobreviven en la Venezuela hiperinflacionaria gracias a sus dos hermanos menores que están trabajando en Chile desde el año 2017 y les envían dinero para que puedan alimentarse. 

El desinterés de los jóvenes venezolanos en incorporarse al sistema educativo y al campo laboral es un fenómeno que, aunque no es nuevo, distintos organismos como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) durante 2009-2013, y la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) desde 2015-2018, han publicado informes que afirman que la tendencia de los «ninis» ha aumentado con la crisis política, económica y social por la que atraviesa Venezuela. 

Según cifras del INE y Encovi, la Consultora Anova pudo determinar que en Venezuela hay aproximadamente 1.761.295 jóvenes “nini”, es decir, aquellos que están en edad productiva (15 a 24 años) y que no estudian ni trabajan. Una tasa mayor a la de toda la región (48,5%) que incluso supera a la de México (25%) en 2018.  

Mariángel Urdaneta tiene 25 años, vive con su madre en Petare, municipio Sucre, estado Miranda. Actualmente no estudia ni trabaja. Después de graduarse de bachiller trabajó en varios locales de comida rápida y en tiendas de ropa y calzado. Para ella, la idea de comenzar una carrera universitaria nunca estuvo en sus planes: a duras penas terminó el liceo porque su madre no tenía dinero.

A juicio de Trino Márquez, sociólogo y profesor en la Universidad Central de Venezuela (UCV),  la situación con los jóvenes venezolanos que ni estudian ni trabajan es un reflejo de varios factores económicos que están en curso. 

Márquez explicó que debido a la crisis económica el sistema educativo en Venezuela está atravesando por uno de sus peores momentos, muchos profesores han tenido que emigrar y la calidad en la educación es muy baja. Con respecto al campo laboral, el sociólogo afirmó que hay muy pocos empleos y que los pocos que hay son muy mal remunerados, lo que ha contribuido significativamente en que el deseo de superación de los jóvenes haya mermado. 

“Las expectativas en la época democrática era estudiar, graduarse, conseguir un buen empleo, comprar casa, carro, viajar y formar una familia, con la llegada de la crisis todo ha cambiado, la expectativas de los jóvenes se han quebrado. El joven de ahora no considera que un trabajo le vaya a dar para comprar una casa o viajar”, dijo el profesor. 

La población venezolana que está entre los 15 y los 24 años son los más vulnerables, pues es en esa etapa donde se toman decisiones cruciales que determinarán el futuro de todo individuo y si no realizan las inversiones en capital humano o se hacen de manera inadecuada, las consecuencias se enfrentarán a las desventajas que implican enfrentarse a un mercado laboral competitivo.

Para Yorelis Acosta, psicólogo clínico y social y coordinadora del área sociopolítica del Cendes (UCV), los «ninis» son uno de los efectos perversos de la crisis. “Los jóvenes han dejado de asistir a las universidades por los altos costos de las matrículas en el caso de las privadas y las malas condiciones de las públicas, también prefieren dedicarse a otras actividades que no sea percibir un salario mínimo”, dijo.  

 

Venezuela sigue perdiendo el bono demográfico

Desde hace más de una década Venezuela atraviesa por un bono demográfico, un fenómeno que ocurre una sola vez en la historia de la nación. Se trata de un proceso de transición demográfica, donde la pirámide poblacional va mutando, se reducen la cantidad de menores de 15 años y el índice de natalidad, así como las personas de la tercera edad, mientras el grupo más productivo de la población y menos dependiente del Estado es el mayor. 

La educación es clave para sacarle provecho al bono demográfico, pues es la única manera de que los jóvenes sean en la adultez personas capacitadas y productivas, pero la Encuesta de Juventud elaborada por la UCAB (2013), casi 1 millón de jóvenes entre 15 y 19 años no asisten a la escuela formal y 50% de dejan de estudiar a los 17,4 años.

Cristian Reyes tiene 23 años. Vive en el estado Sucre y actualmente no estudia ni trabaja. Logró llegar al segundo semestre de Publicidad y Mercadeo, pero no pudo continuar la su carrera porque los costos de la universidad incrementaron considerablemente y a su mamá se le hacía imposible seguir pagando sus estudios. Cristian no tiene planes de irse del país, mientras pasan los días está considerando dedicarse a algún oficio que le genere más ingresos, como hacer un curso de panadería. 

El estudio de Anova afirmó que entre 2010 y 2016 la proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que estaba fuera del sistema educativo se mantuvo relativamente estable alrededor de un promedio de 45,1% de la población. Sin embargo, luego de 2016, la tasa de jóvenes que reportó no estar estudiando comenzó a incrementarse desproporcionadamente hasta llegar a 54,7% en 2018, situación que perfectamente podría atribuirse a la crisis económica. 

Pero el mismo análisis demostró que no hubo un incremento en la proporción de jóvenes de esa edad que se estuvieran empleados o buscando trabajo, lo que se traduce en que a partir del año 2015 y hasta 2018 la proporción “nini” aumentó en un 48,5%. 

 

Más mujeres «nini»

Yulimar Quijada tiene 22 años, tres hijos y uno que viene en camino. Desde que Quijada salió del liceo sus planes de estudiar educación en la universidad se vieron rotos por la llegada de su primer hijo. Desde entonces, se dedica exclusivamente a la crianza y al cuidado sus hijos. 

Yulimar confiesa que la crisis los ha golpeado, pero que gracias al trabajo de su esposo, la ayuda de familiares y lo poco que el gobierno les da han podido sobrevivir. Asegura que con sus tres hijos de cuatro, tres y dos años, se le hace complicado salir a trabajar porque no tiene a quien encargarle el cuidado de los pequeños. Afirma que cuando salga de su cuarto embarazo buscará la manera de hacer algo que le permita obtener un ingreso. 

El caso de Yulimar está lejos de ser aislado. En otros hallazgos de Anova, se evidenció que en Venezuela la proporción de jóvenes mujeres «nini» en 2018 fue de 39,2%, muy por encima del promedio regional de 27%, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

El estudio de la consultora revela que la proporción de mujeres que no están insertas ni en el sistema educativo ni el mercado laboral supera en 80 % a la fracción de hombres (22,8 %) lo que indica que este fenómeno en Venezuela está altamente feminizado. 

Trino Márquez asegura que cuando una persona en edad productiva no se capacita y no se profesionaliza en un área traerá como consecuencia frustraciones porque las bases que debieron forjarse para asegurar un futuro están socavadas. “Si las generaciones jóvenes no están interesadas en construir y progresar, a futuro tendremos un país más empobrecido de lo que ya está”, aseguró el sociólogo. 

¿La cárcel o la tumba?: cuestionando las alternativas de los jóvenes varones de las zonas populares de Caracas

JUAN ES UNO DE LOS MILES DE JÓVENES habitantes del oeste de Caracas. A él, como a la mayoría de sus vecinos le ha tocado lidiar con la violencia desde niño. Algunos de sus panas, de su mismo grupo etario, son malandros y los ha visto morir ya sea por enfrentarse a bandas de delincuentes rivales o por haber caído en un operativo policial.

También ha tenido que enterrar a conocidos que fueron asesinados por “equivocación” de un escuadrón de funcionarios cuya edad no sobrepasa los 25 años. En su entorno, los jóvenes son víctimas y victimarios pues los policías también suelen vivir en barrios como los de Juan.

En 2018, de acuerdo con datos recogidos por Monitor de Víctimas, un proyecto que combina la investigación periodística con el trabajo comunitario de Caracas Mi Convive, 65 % de las muertes violentas en Caracas, fueron de varones cuyas edades oscilaban entre los 15 y 29 años. Esta puede ser una de las razones por las que Juan, a los 16 años de edad, creía que para él solo había dos opciones: la cárcel o la muerte, educarse no figuraba entre sus planes. Su más alto valor era hacerse respetar y, arriesgar la vida en un atraco, podía ser una oportunidad para adquirir fama de varón.

En Caracas, a este tipo de comportamiento trasgresor de adolescentes y jóvenes como Juan, las fuerzas de seguridad del Estado lo enfrentan con más violencia, lo cual no ha bajado la incidencia delictiva.

Para demostrar que existen otras alternativas, Caracas Mi Convive ideó el programa “Vamos Convive” donde, con el apoyo de mentores que viven en la zona, jóvenes como Juan y sus panas pueden obtener un empleo en la empresa privada mientras, paralelamente, son entrenados en el manejo del autocontrol, cómo acceder a un empleo formal y mantenerse dentro de ellos.

Los resultados ya se están viendo. Y demuestran que en Venezuela, pese a un entorno violento, existe futuro cuando se emplean las herramientas y el lenguaje adecuado. Luego de un mes de trabajo, Juan fue felicitado por primera vez y a este gesto de sus mentores le dio un Me Gusta.

 

Aquí el informe: ¿La cárcel o la tumba?: cuestionando las alternativas de los jóvenes varones de las zonas populares de Caracas

 

La Carcel o La Tumba by Yeannaly Fermin on Scribd

 

Cecodap desmiente rumores de reclutamiento de jóvenes en Venezuela

FERNANDO PEREIRA, Coordinador del del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), afirmó en una entrevista en El Pitazo Radio que el rumor sobre el posible reclutamiento forzado de jóvenes en el interior del país, para integrar la filas de este componente militar hasta los momentos es falso. 

“Debemos decir con toda responsabilidad, que desde Cecodap no hemos logrado confirmar ninguno de esos rumores”, dijo Pereira.

El coordinador de Cecodap señaló que ha recibido varias llamadas alertándolo por la situación. Sostiene que con dichos rumores se puede estar intentando «sembrar miedo» en la sociedad para impedir movilizaciones en rechazo a Nicolás Maduro.

El director del Foro Penal, Gonzalo Himiob, explicó que hasta horas de la tarde del 30 de enero no había ningún caso confirmado, en el que un venezolano hubiese sido raptado para recibir algún tipo de entrenamiento militar.

Himiob aclaró que este tipo de prácticas constituyen crímenes de guerra, así como las detenciones arbitrarias incurren en crímenes de lesa humanidad.

Después de que el 29 de enero Nicolás Maduro dijera que la meta de la milicia venezolana es llegar a dos millones de integrantes antes del 13 abril, se hizo viral en el país un rumor sobre el posible reclutamiento forzado de jóvenes en el interior del país, para integrar la filas de este componente militar.

 

Gobierno desplegará 8.000 jóvenes para fiscalizar los precios en las gasolineras

 

El presidente Nicolás Maduro anunció este domingo que desplegará más de 8.000 jóvenes para fiscalizar los precios en gasolineras del país, en el marco de su programa de «recuperación económica», y así «combatir el contrabando del combustible», considerado el más barato del mundo.

«He ordenado (…) entrenar a más de 8.000 jóvenes como fiscales del nuevo sistema de precios y del nuevo sistema de los hidrocarburos nacionales. Van a ser mis ojos, mis oídos y mis manos en todas las bombas de gasolina del país», dijo el mandatario en un acto político en Caracas. Recordó que su Gobierno trabaja en un nuevo mecanismo para limitar el subsidio de la gasolina solo a quienes registren sus vehículos en un censo gubernamental, rechazado por la oposición y en el que ya se han inscrito 3.009.101 vehículos según dijo.

«No voy a dejar nada al azar (…) vamos a acabar con el robo de la gasolina que se hace desde las lacras de Colombia, las mafias de Colombia», prosiguió en alusión a los contrabandistas que según el chavismo se llevan la gasolina al vecino país, donde es 700 veces más cara. El mandatario rechazó que la oposición critique sus ajustes económicos de esta semana que consideran un «paquetazo» y que incluyen la devaluación de 95,8 % en la moneda, el aumento de impuestos y salarios, y controles de precios.

Humano Derecho: con Dayany Sánchez, representante de Hogar Bambi Venezuela

¿Qué significa estar en una situación de riesgo social?  ¿Cómo hace Hogar Bambi para reintegrar niños y jóvenes a una familia en caso de ser abandonados? ¿Cuán difícil es adoptar actualmente en Venezuela? Estos y otros temas los estaremos conversando con Dayany Sánchez,  representante de Hogar Bambi, una organización que brinda atención integral a niños, niñas y jóvenes con edades comprendidas entre 0 y 18 años que se encuentren en situación de vulnerabilidad social; el infante o adolescente es atendido de manera general para abarcar todas las áreas necesarias, como emocional, física e intelectual, ayudándolo así a desarrollarse de forma sana. También se realizan actividades de orientación a las familias biológicas o adoptivas, para contribuir con la generación de condiciones socio-familiares seguras y estables.

 “Hogar Bambi Venezuela es un organización que opera desde hace 25 años y comenzó siendo una pequeña casa en Antímano. Hemos podido crecer y hoy en día tenemos 4 casas en San Bernardino. Actualmente estamos atendiendo a 110 niños, queremos tener la posibilidad de abrir 15 cupos más, lo que indicaría que nuestra población total de atención sea de 125 cupos y esto nos daría un promedio de atención anual de 300 a 400 niños. Atendemos a niños y adolescentes que se encuentren en una situación de riesgo social o de vulneración de sus derechos, se les brinda una atención bastante completa, desde  alimentación hasta guía psicológica, psiquiátrica, terapéutica y pediátrica”.

Iniciaremos con un poco de Hip Hop venezolano, Cris MC y su demo de 2017 “Venezuela Se Derrumba”; continuaremos con buena música, acompañados por la banda Carne Pa’ La Picadoray el tema “La Polla” y finalmente cerraremos con la canción “Como Vos” de la banda Limp Wrist; estas son las pausas planeadas por @fanzinero y @MelanioBar para este Humano Derecho

Conducido por Melanio Escobar y Rafael Uzcátegui, somos el radioweb show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por Redes Ayuda y Provea. Más contenido en www.humanoderecho.com

Descontento, irregularidades y emigración frenaron el voto de los jóvenes el 15-O

centrovotacion

Paola Martínez / @mpaolams

“¿Dónde están los chamos? No han venido a votar” preguntó con preocupación una testigo de mesa en el Colegio Merici de El Hatillo, horas antes del cierre de los centros electorales el domingo 15 de octubre.

En los comicios regionales celebrados en Venezuela participaron más de 10 millones de electores, pero la presencia de jóvenes votantes pasó desapercibida, al contrario de pasadas elecciones. “A pesar de la presencia de jóvenes en los centros, las personas mayores nos superaban. No nos adueñamos del proceso”, opina Gabriel Valdez, presidente de la Federación de Centros Estudiantiles de la Universidad Simón Bolívar.

Las irregularidades que plagaron el proceso del domingo se sumaron al descontento que invade a parte de la juventud venezolana por el panorama político nacional e infundieron desconfianza en el camino electoral. Los niveles de participación de la oposición en estas elecciones, en la que obtuvo casi 5 millones de votos, regresaron a sus antiguos estándares tras haber obtenido 8 millones de firmas en la Consulta Popular del 16 de julio.

“Venimos de un escenario de calle en que muchos esperaban cambios, y luego sucedió la constituyente”, contó a Runrun.es la presidenta de la FCU de la Universidad Central de Venezuela, Rafaela Requesens. La dirigente de 25 años considera que los jóvenes se están desinteresando de la política luego de los cuatro meses de protestas antigubernamentales en que murieron más de 150 personas.

“Los jóvenes fuimos protagonistas de un proceso de manifestaciones que nos dejó un gran luto: heridos, presos, fallecidos. El ánimo actual no estaba para un clima electoral. Esa nube negra que algunos tenemos encima después de la ANC, que sin duda es el objetivo del gobierno, nos desmoralizó”, agregó Valdez.

Para la coordinadora nacional de Voto Joven, Luisana Sobero, el cese de las protestas en que participó gran parte del movimiento estudiantil y el repentino llamado a elecciones por la oposición sin contar con las condiciones necesarias, como el cambio de las rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE), afectó la participación juvenil del domingo 15.

“Fue difícil aceptar que íbamos a un espacio electoral. Desde el movimiento dejamos en claro que debían haber condiciones, pero de no darse igual teníamos que estar ahí. No se podían regalar las elecciones”, afirmó Requesens.

La decisión de ir a votar, para Valdez, fue la correcta. “Las injusticias que conocemos se fueron sumando con otras nuevas. Sin embargo, llamamos a votar. Lo hicimos en asambleas de vecinos, en redes sociales; lo hicimos para recuperar la democracia en el país”.

A pesar de que el movimiento estudiantil estuvo presente el 15 de octubre en los centros de votación en Caracas, careció de la fuerza del estudiantado que en comicios anteriores los ha caracterizado. La abstención también afectó la estrategia de la operación remate por parte de los jóvenes, que en esta ocasión no se llevó a cabo, pues todos los que estaban dispuestos a votar ya lo habían hecho más temprano.

 

Los votos que migraron con los jóvenes

Valdez considera que la migración fue otro factor que restó votos jóvenes en las elecciones. Cada uno de los estudiantes de la universidad conoce al menos una persona que se ha ido del país, comenta. “Todas las semanas tenemos reuniones para decirle adiós  a alguien. Desde el 30 de julio las despedidas han aumentado”.

El dirigente de la Unimet, Samuel Díaz, también relaciona los bajos niveles de participación en Miranda con la migración, específicamente en los municipios Chacao, Baruta y El Hatillo, los cuales demostraron una afluencia de votos menor a la usual en pasadas elecciones. En las regionales de 2012, la participación de los tres municipios se ubicó en promedio en 58%, pero para las del 2017 fue de 47%.

Aproximadamente 2.400.000 venezolanos habrían dejado el país para 2016, señala la coordinadora de Voto Joven citando el estudio del Departamento de Migración de la USB. Entre 60% y 70% de ese número corresponde a jóvenes.

Otro impedimento del voto para muchos jóvenes que en el año han cumplido la mayoría de edad fue su inscripción en el Registro Electoral. La apertura del registro para las votaciones de gobernadores solo se realizó por una semana en julio, del 6 al 15. Díaz indica que los cortos periodos en que no estuvo abierto, además de la poca divulgación del proceso, ha entorpecido la posibilidad de que estudiantes, a pesar de tener la edad requerida para votar, no pudieran hacerlo.

 

Seguir adelante

“La juventud es más irreverente y más sentimental. Se deja llevar más por las emociones y hay que ver cómo se maneja eso. No es fácil”, admite Requesens ante la pregunta de cómo continuar con la lucha por la democracia tras la derrota de la oposición. “La preocupación es hacia los jóvenes. Como se les vuelve a levantar el ánimo. Eso debe ser un trabajo en conjunto, con una estrategia y una organización. A pesar de los resultados negativos, hay que continuar”.

“Lo importante es seguir con la cabeza en alto”, dice el dirigente de la Unimet. Seguir haciendo el trabajo de bases, de hormiguita, y empoderar a la gente es la ruta que no se debe perder, considera.

Las decisiones ante un posible nuevo proceso electoral deben ser tomadas por todos, explica Valdez, no solo por los factores políticos. “Es una lección para todos, incluida la dirigencia estudiantil. No solo hace falta votar, sino involucrarse en todos los procesos”.