John Bolton archivos - Runrun

John Bolton

Bolton aseguró que España no quiso liderar movimiento para sacar a Maduro
Según Bolton, Sánchez se negó a asumir este papel por similitudes ideológicas entre el gobierno de Maduro y el español

Foto: Joshua Roberts / Reuters

John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aseguró que España no quiso liderar el movimiento para sacar a Nicolás Maduro.

En una entrevista que ofreció a ABC.es, Boltón señaló que el gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, «fue reacio a asumir un papel más destacado».

De acuerdo con Bolton, durante el tiempo que estuvo como asesor en la Casa Blanca, planteó como un objetivo la salida de Maduro del poder.

Según el político, Sánchez se negó a asumir este papel por similitudes ideológicas entre el gobierno de Maduro y el español, además de trabajar  para lograr que tuvieran un puesto preponderante en la Unión Europea.

«Me sorprendió y decepcionó, porque para mí hubiera sido de gran ayuda si España hubiera ayudado en el continente americano con algunos de los otros Gobiernos que no eran tan amigos de la oposición venezolana, como el de México. Pero no sucedió así», comentó Bolton en la entrevista.

 

Además, Bolton manifestó sentir que el presidente de España «no quería tomar la iniciativa» en la cruzada que emprendió Estados Unidos para lograr la expulsión de Maduro.

Por otra parte, dijo que estuvieron cerca de lograr su objetivo el 30 de abril de 2019 y dijo que ciertas situaciones se hubieran dado durante la mañana de ese día, Juan Guaidó ya no «sería presidente interino».

No obstante, consideró que la presión internacional no da resultado por el narcotráfico con ayuda de grupos irregulares, la ayuda financiera de Rusia y China, y la presencia de elementos de inteligencia de Cuba.

John Bolton: Si Trump gana un segundo mandato, intentará reunirse con Maduro
En entrevista con Efe, el exasesor de la Casa Blanca describió al mandatario estadounidense como una «anomalía» en la historia del país: «Cuando desaparezca, la gente se preguntará cómo llegó a convertirse en presidente»

John Bolton, el exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, cree que si el presidente Donald Trump gana un segundo mandato, «intentará» reunirse con Nicolás Maduro, una idea que le atrae mucho pero que ha dejado de lado hasta ahora debido a cálculos electorales en Florida.

En una entrevista con Efe, el que fuera asesor de Trump entre marzo de 2018 y septiembre de 2019, convertido ahora en uno de los más fervientes enemigos del mandatario, describió también a su exjefe como una «anomalía» en la historia del país que ha debilitado la posición de Estados Unidos en el mundo.

Pregunta: ¿Cuál cree que será el legado de Donald Trump en política exterior?

Respuesta: Creo que, como lo describo en mi libro, (su política exterior) no se basa en una filosofía clara o una gran estrategia sobre los intereses estadounidenses en el mundo. No es algo que pueda describirse en términos típicos de política. Ha sido un éxito aumentar significativamente el presupuesto de defensa respecto a los niveles de la Administración de (Barack) Obama, pero creo que a la hora de lidiar con Rusia, China, Corea del Norte e Irán, hay muy pocos éxitos que contar, y la política (exterior) de Estados Unidos, en muchos sentidos, es más débil de lo que lo era antes. Y dado que ya estábamos en declive después de ocho años de Obama, creo que es algo como para preocuparse.

P: El presidente Trump dice que no le gustan las intervenciones en el extranjero, pero ha amenazado con invadir Venezuela muchas veces, según escribe usted en su libro «The Room Where It Happened» («La habitación donde ocurrió»). ¿Por qué cree que Venezuela es una excepción a esa regla aislacionista de Trump? ¿Es el petróleo, es el hecho de que esté en el continente americano?

R: Como indico en el libro, él creía que Venezuela era parte de Estados Unidos, y eso probablemente sea igual a pensar que Finlandia era parte de Rusia. Es decir, tenía un problema a la hora de pensar estratégicamente, por decirlo levemente. Y no creo que él creyera en el uso de la fuerza militar en ningún sentido serio. Ciertamente, ninguno de sus asesores lo creía. El problema con nuestra política en Venezuela, y nuestra oposición al régimen de Maduro, es que el presidente no conseguía mantenerse en un camino fijo, dados los altibajos de cualquier programa de oposición, como el que llevaba a cabo el pueblo de Venezuela (…). Fue una oportunidad perdida para Estados Unidos. Creo que hasta las elecciones de noviembre, cuando los votos de los venezolanos estadounidenses y cubanos estadounidenses serán muy importantes, el presidente Trump seguirá apoyando a la oposición (venezolana). La pregunta es, si gana en noviembre, ¿cómo continúa ese apoyo en un segundo mandato de Trump?

P: Usted ha defendido la Doctrina Monroe (que atribuye derechos unilaterales a EE.UU. sobre América Latina). ¿Piensa que el presidente Trump cree también en esa doctrina, o incluso que sabe lo que es?

R: No estoy seguro de que sepa lo que es, pero sí que sabe acerca de la influencia de Rusia, China e Irán en Venezuela, porque hemos hablado de ello, y él lo veía como peligroso, (porque) hasta la implicación de las fuerzas cubanas en Venezuela está subsidiada en parte por Rusia.

P: ¿Así que, cuando dijo que Venezuela era realmente parte de Estados Unidos, el presidente Trump no estaba pensando en la Doctrina Monroe?

R: No, no lo creo. Me quedé de piedra cuando le oí decir eso, pero tampoco me sorprendió, supongo, cuando también preguntó si Finlandia (era parte de Rusia). El presidente no tiene un conocimiento profundo de los asuntos internacionales, ni siquiera en este continente.

P: Usted escribe que Trump solicitaba «periódicamente» a su equipo concertar una reunión con Maduro. ¿Estuvo alguna vez cerca de programarse ese encuentro?

R: No mientras yo estuve en la Casa Blanca, eso seguro. Mucha gente recomendó que lo hiciera, republicanos a los que de alguna manera Maduro había persuadido o convencido a otra gente para que persuadiera. Y en el último mes, en una entrevista con (el portal) Axios, (Trump) volvió a decir que estaba dispuesto a reunirse con Maduro, hasta que las voces en Florida dijeron que era muy mala idea y él dio marcha atrás. Esto no es demasiado distinto de su forma de ver las cosas en otras áreas: con (el presidente ruso), Vladímir Putin, con (el chino) Xi Jinping, con (el turco, Recep Tayyip) Erdogan… (Le gusta la idea) de reunirse con una figura fuerte y autoritaria, pero en el caso de Venezuela no está en el interés de EE.UU. que eso ocurra. Enviaría una muy mala señal, alentaría a la gente a pensar que quizá no apoyamos a la oposición tan fuertemente como lo hacemos. Y por eso yo siempre solía decir sobre Maduro: lo único que merece la pena negociar con él es lo que quiere para comer en el avión que le lleve a Cuba.

P: ¿Y cree que el hecho de que no programara una reunión con Maduro, pero sí intentara hacerlo con otros líderes autoritarios, se debe únicamente a la política electoral en Florida?

R: Creo que llegó a la conclusión de que reunirse con Maduro produciría consecuencias políticas muy negativas no solo en Florida, sino realmente en muchas, muchas partes del Partido Republicano. Y este es un tema recurrente en el libro, que él tomaba decisiones que a mí me gustaban, pero no porque estuviera convencido de su sentido en cuanto a la política exterior, sino porque estaba preocupado por las consecuencias políticas. Así que para mí, una de las preocupaciones en un segundo mandato de Trump, si gana la reelección en noviembre, es que esas restricciones políticas ya no estarán, o al menos habrán disminuido enormemente. Y me preocupa lo que haga en un segundo mandato.

P: Mientras usted estuvo en la Casa Blanca, el Gobierno de Trump intentó derribar a Maduro y fracasó. ¿Cree que el presidente Trump aún puede expulsar a Maduro del poder o ha perdido su oportunidad?

R: Creo que realmente depende de las condiciones en Venezuela, y podemos influir en ellas con la fuerza de nuestras sanciones y otras medidas que EE.UU. y otros en el continente y en todo el mundo pueden tomar. No creo que entráramos en esta lucha de manera ingenua. Creo que la oposición fue muy clara con nosotros a finales de 2018 y principios de 2019, en el sentido de que veían esto como una especie de última oportunidad, de que la forma fraudulenta en la que Maduro había sido ‘elegido’ les daba una oportunidad, bajo la propia Constitución de Hugo Chávez, de declarar la presidencia vacante y hacer presidente interino a (Juan) Guaidó (…). Y creo que nuestra conclusión fue, de hecho, si no ayudamos a la oposición ahora, puede que no haya otra oportunidad. Y seamos claros: el 30 de abril de 2019, eso estuvo muy cerca de suceder. Es aún más trágico por esa razón, porque estuvo tan cerca pero falló. Sin embargo, no creo que la opinión en Venezuela haya cambiado, sigo pensando que entre el 80 y el 90 por ciento de la gente quiere que el régimen de Maduro se vaya. Las personas que quieren que se quede son las que se benefician de él, se benefician de las consecuencias financieras, se benefician del tráfico ilegal de drogas y, sinceramente, no saben qué harían en una Venezuela libre. Así que es (cuestión de) persistencia, son unas condiciones muy duras y difíciles, y sé que ha sido muy difícil para el pueblo de Venezuela, pero las consecuencias de no deshacerse de Maduro solo significan que esto empeora cada vez más, a medida que pasan los años.

P: Pero, desde que usted se fue, Trump ya no parece tan interesado en Venezuela. ¿Cree que ha metido el tema en un cajón y que solo lo sacará cuando vea que puede suponerle un beneficio político, electoral?

R: Creo que estará muy interesado en ello hasta el 3 de noviembre (la fecha de las elecciones presidenciales en EE.UU.), y que hará campaña por ello en Florida, en las comunidades venezolana y cubana. Lo que me preocupa no es lo que hará antes del 3 de noviembre, lo que me preocupa es qué hará después del 3 de noviembre, porque creo que esta idea de reunirse con Maduro volverá. Él piensa que puede negociar un acuerdo sobre cualquier tema, e intentará hacerlo con Maduro, y eso podría tener efectos muy dañinos en la oposición (venezolana).

P: Usted escribe en su libro que, el año pasado, pensó que usar la fuerza para cortar los envíos de petróleo de Venezuela a Cuba podría haber tenido un impacto «drástico». ¿Se planteó en serio la Casa Blanca una intervención militar en ese sentido?

P: No estoy seguro de que hubiéramos necesitado una intervención en Cuba o ni siquiera en alta mar. Creo que podíamos haber anunciado una cuarentena, un corte de los envíos de petróleo a Cuba, y que podríamos haber entorpecido las cosas para las compañías comerciales que hacen eso. Pero lo de la cuarentena no se consideró demasiado en serio. Y las sanciones económicas ya han tenido mucho efecto, pero creo que ese vínculo entre Cuba y Venezuela es lo que mantiene a Maduro en el poder. Creo que si los cubanos desaparecieran mañana, Maduro caería muy poco después, y creo que podría haber consecuencias también en Cuba. Creo que estos regímenes se están sosteniendo entre sí, y por eso les llamo la ‘troika de la tiranía’, incluyendo a (Daniel) Ortega en Nicaragua. Están muy relacionados. Si uno de ellos cayera, es posible que los otros dos también lo hicieran.

P: Justo iba a preguntarle por ese término que usted ideó, el de la «troika de la tiranía», para referirse a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Ese concepto generó comparaciones con el famoso «eje del mal» de George W. Bush, que incluía a Irak, Irán y Corea del Norte. ¿Cree que la amenaza que presenta la «troika de la tiranía» es comparable a la que, según usted, presentaba entonces el «eje del mal»?

R: Bueno, no es tan grave porque no hay armas nucleares potencialmente implicadas, pero sí es grave en el continente americano. Maduro proporciona refugio a las (guerrillas colombianas de las) FARC y el ELN que aún usan los narcóticos para enriquecerse y lograr armas y apoyo para sus actividades terroristas. Este narcotráfico desestabiliza a todo el continente, y hay países que permiten que esa actividad continúe: Bolivia, México, otros. Realmente amenaza a las democracias de todo el continente, y creo que por eso, cuando la oposición venezolana se puso en pie, no fue solo Estados Unidos, sino muchos países en América del Sur los que quisieron hacer algo para ayudar a derrotar a Maduro, y es importante que continuemos en ello.

P: Y sobre la famosa nota de «5.000 tropas a Colombia» que usted anotó en un cuaderno el año pasado y que captaron las cámaras, en su libro dice que lo hizo para preguntar al Pentágono por el tema. ¿Llegó a hacerlo, y llegó a considerarse esa idea en serio?

R: Bueno, eso fue algo que me dijo el presidente Trump, por eso lo escribí, y sabe, en Estados Unidos siempre tenemos que considerar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en Venezuela o en cualquier lugar del mundo donde puedan estar amenazados. No siempre podemos hacer algo al respecto, pero creo que es nuestra responsabilidad como Gobierno proteger a los diplomáticos, pero también a los ciudadanos estadounidenses.

P: También escribe que trató de mantenerse fuera del embrollo migratorio mientras estuvo en la Casa Blanca. ¿Cómo ve la política migratoria de Donald Trump hoy?

R: Bueno, no es una política, es una declaración con fines políticos. Va de que vamos a construir el muro y México lo va a pagar. Pero por cierto, México no lo ha pagado y no veo cómo eso pueda pasar jamás. El muro es un símbolo para mucha gente sobre la inmigración ilegal (…). Yo creo que en todo el continente americano nos hemos beneficiado de la inmigración (…) y no hay que creer que si alguien se opone a la inmigración ilegal, se opone a todo tipo de inmigración. No creo que Trump haya reflexionado sobre eso. Creo que lo utiliza como un silbato para algunos en su base de votantes.

P: Usted tiene muchos críticos en Latinoamérica que le ven como una figura imperialista, y otros que le consideran cómplice de los fracasos del Gobierno de Trump. ¿Cuál es su mensaje para ellos?

R: Bueno, no se trata de imperialismo de Estados Unidos en el continente americano, (verlo así) no es realista. Lo que intenté fue acercar al presidente a lo que yo creía que eran posturas coherentes con la seguridad nacional de EE.UU., y cuando sentí que ya no podía hacerlo, me fui.

P: ¿Cómo cree que recordará la historia a Donald Trump?

R: Espero que le recuerde como un presidente de un solo mandato, y creo que como una anomalía. Espero que podamos reparar el daño que se ha hecho a Estados Unidos, y realmente creo que podemos si solo hay un mandato. Y es importante para los estadounidenses que nuestros amigos en todo el mundo entiendan que esto es una anomalía. Donald Trump no es un republicano conservador. Tampoco quiero decir que sea un demócrata progresista, tampoco lo es. Simplemente, es Donald Trump, y cuando desaparezca, la gente se preguntará cómo llegó a convertirse en presidente.

El libro de Bolton retrata la confusa política de Trump hacia Venezuela
La habitación donde sucedió: una memoria de la Casa Blanca llega este martes a las librerías de EE. UU. tras los intentos frustrados de la Casa Blanca de impedir su publicación

El libro que publica este martes John Bolton, el exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, describe una política confusa y vacilante hacia Venezuela, con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lleno de dudas sobre su respaldo a Juan Guaidó y la eficacia de la estrategia.

«The Room Where It Happened: A White House Memoir» (La habitación donde sucedió: una memoria de la Casa Blanca), como se titulan las memorias del polémico exasesor de Trump, llega este martes a las librerías de EE. UU. tras los intentos frustrados de la Casa Blanca de impedir su publicación, y el extenso capítulo que dedica a la estrategia estadounidense en Venezuela comienza con un duro veredicto.

«Fracasamos a la hora de cumplir el estándar» necesario para hacer frente a la crisis política en Venezuela, escribe Bolton, quien cree que a Washington le faltó la «persistencia» y la presión «coherente, sin cuartel e implacable» que podrían haber resultado en el derribo del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Reparto de culpas sin autocrítica

«El presidente dudó y titubeó, lo que exacerbó los desacuerdos internos del Gobierno en lugar de resolverlos, e impidió repetidamente nuestros intentos de poner en práctica una política», añade Bolton, según una copia de su libro revisada por Efe.

El exasesor no solo culpa de ese fracaso a Trump, sino también a la reticencia a imponer sanciones de su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y a las «trabas burocráticas» del Departamento de Estado; pero apenas ejerce la autocrítica, a pesar de que la política hacia Venezuela estaba principalmente en sus manos.

Bolton, una de las figuras más conservadoras de Washington, asesoró a Trump entre marzo de 2018 y hasta que el mandatario le despidió en septiembre de 2019, un periodo en el que puso a la Casa Blanca en pie de guerra contra lo que definió como una «troika de la tiranía» en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

«El Gobierno de Trump tenía enfrente una avalancha de facturas por pagar en Latinoamérica, y no estaba preparado para manejarlas», afirma Bolton respecto a la «creciente influencia rusa, china, iraní y cubana en el continente» y a su deseo de reactivar la doctrina Monroe, que atribuía derechos unilaterales a EE. UU. en la región.

El asesor de Trump encontró una excusa para desarrollar esa prioridad en agosto de 2018, cuando el mandatario le pidió durante una reunión que se centrara en derribar a Maduro y agregó: «Esta es la quinta vez que lo he pedido (a mi Gobierno)».

Venezuela «es parte de EEUU»

Trump acompañó esa petición de lenguaje bélico: pidió desarrollar opciones militares y opinó que debería quedarse con Venezuela porque «en realidad es parte de EE. UU.», según Bolton, a quien el ex jefe de gabinete de la Casa Blanca John Kelly le advirtió de que al mandatario le parecería «cool» invadir el país.

Esa amenaza de Trump de intervenir en Venezuela, que el mandatario ya había expresado públicamente un año antes, y su presunta impaciencia por lograr una victoria en ese país contrastaba con su «periódica» solicitud de concertar una reunión con Maduro, una idea que su equipo consideraba contraproducente.

El mandatario rescató esa idea esta semana en una entrevista con el portal Axios, pero después matizó en un tuit que solo se reuniría con Maduro para negociar su «salida pacífica del poder».

Trump también ha dado recientemente señales de frialdad hacia Guaidó, y el libro de Bolton retrata a un presidente lleno de dudas sobre la idea de respaldar a ese líder opositor como presidente interino de Venezuela, algo que Estados Unidos hizo el 23 de enero de 2019.

Dudas sobre Guaidó, interés en el petróleo

El 21 de enero, Bolton trató de persuadir a Trump de respaldar a Guaidó en cuanto se declarara presidente; pero el mandatario «dudaba de que Maduro fuera a caer, y dijo que era ‘demasiado listo y demasiado duro'», lo que contradecía su afirmación pública de que el chavismo «podría ser derribado muy rápidamente por los militares».

Al día siguiente, Trump pidió «garantías respecto a quién tendría acceso a los recursos petroleros de Venezuela en la era pos-Maduro», algo que Bolton consideró una «extralimitación» impropia de un Gobierno democrático como el de Estados Unidos.

Fue una delegación de congresistas la que convenció finalmente a Trump de «respaldar inequívocamente a Guaidó», pero el mandatario tuvo dudas sobre su decisión solo 30 horas después de anunciarla.

«No me gusta dónde estamos. El Ejército entero le respalda (a Maduro). Siempre he dicho que Maduro es duro. Este niño (Guaidó), nadie ha oído hablar de él», dijo Trump a Bolton el 24 de enero.

El «problema» del anillo de matrimonio

Esa impresión de Trump fue reforzándose con el tiempo, y un detalle aparentemente nimio se convirtió en una fijación: la esposa de Guaidó, Fabiana Rosales, no llevaba una alianza de matrimonio cuando visitó la Casa Blanca el 27 de marzo.

Para Trump, eso se convirtió en una prueba de que Guaidó era «débil», y a menudo se refería al «problema» del anillo en sus conversaciones con Bolton, además de apodar al líder opositor como «el Beto O’Rourke de Venezuela», en referencia a un excongresista demócrata que perdió su batalla por el Senado y la Casa Blanca.

El presidente ruso, Vladímir Putin, se aprovechó de esa coyuntura al comparar a Guaidó con la rival electoral de Trump en 2016, Hillary Clinton, por su presunto intento ilegítimo de acceder al poder, durante una llamada telefónica en mayo que convenció al mandatario de congelar la imposición de nuevas sanciones a Maduro.

«Un salvavidas» para Maduro

Para Bolton, sin embargo, el fracaso de la política hacia Venezuela no solo se debió a Trump, sino a los desacuerdos internos en el Gobierno que ralentizaron las decisiones sobre sanciones y «equivalieron a darle un salvavidas a Maduro».

«Nuestra lentitud y falta de agilidad eran como regalos del cielo para el régimen de Maduro y sus apoyos cubanos y rusos (…). Era doloroso verlo», sostiene.

El exasesor expresa su «frustración» por el descalabro del levantamiento militar encabezado por Guaidó el 30 de abril, que Washington no esperaba hasta más tarde y que se «adelantó», según Bolton, porque Cuba se enteró de los planes de la oposición.

Bolton atribuye el fracaso del plan a la influencia cubana, «la cobardía de varios líderes» chavistas «que prometieron actuar pero se echaron atrás a última hora» y «algunos errores tácticos de la oposición», pero también a la decisión de Trump de «cerrar la embajada en Caracas», que privó a EE. UU. de «ojos» sobre el terreno.

El misterio de las «5.000 tropas a Colombia»

Además, Bolton resuelve el misterio de la frase «5.000 tropas a Colombia» que escribió en un bloc de notas con el que compareció ante la prensa en enero de 2019: «(Trump) preguntó si deberíamos enviar cinco mil tropas a Colombia por si las necesitábamos, y yo lo escribí en un cuaderno para preguntar después al Pentágono».

«‘Ve a divertirte con la prensa’, me dijo entonces Trump», recuerda Bolton, quien deja entrever que el mandatario se refería a la rueda de prensa que ya estaba programada y no a una exhibición intencionada de la frase sobre las tropas.

Juez: Bolton puede publicar libro sobre la Casa Blanca
Con 200.000 ejemplares distribuidos ya a librerías en todo el país, tratar de bloquear la publicación sería fútil, dijo el juez

 

Un juez federal en Estados Unidos falló el sábado que el exasesor de seguridad nacional John Bolton puede proceder con la publicación de su libro pese a los esfuerzos de la Casa Blanca para bloquearlo argumentando que información secreta pudiera ser expuesta.

La decisión del juez Royce Lamberth es una victoria para Bolton en una causa que involucró el derecho constitucional a la libre expresión y razones de seguridad nacional. Pero el juez dejó claro también que le preocupaba que Bolton hubiese “jugado con la seguridad nacional de Estados Unidos” al no participar en un proceso de revisión previo a la publicación diseñado para prevenir que funcionarios del gobierno revelen información secreta en memorias que publican”.

El fallo despeja el camino para la distribución amplia del libro en un año de elecciones de unas memorias que pintan un retrato desfavorable de las decisiones de política exterior del presidente Donald Trump durante el turbulento período de año y medio que Bolton se pasó en la Casa Blanca.

No obstante, Lamberth criticó la forma en que Bolton abordó la publicación del libro. Bolton “decidió por su cuenta publicar el libro sin asegurar la aprobación final de las autoridades nacionales de inteligencia” y quizás causó un daño irreparable a la seguridad nacional, dijo el juez.

Pero con 200.000 ejemplares distribuidos ya a librerías en todo el país, tratar de bloquear la publicación sería fútil, dijo el juez.

“Un individuo dedicado con un libro a mano pudiera publicar sus contenidos ampliamente desde su café local”, escribió Lamberth en su decisión. “Con centenares de miles de ejemplares en el mundo —muchos en redacciones de prensa— el daño está hecho. No se puede restaurar el status quo”.

Trump le responde a Bolton y lo califica como cachorro enfermo
Trump reaccionó a través de su cuenta de Twitter donde arremetió contra Bolton por el libro

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le respondió a John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional, tras difusión de un libro que revela datos de la Casa Blanca.

Se trata del libro «La habitación donde ocurrió: memorias de la Casa Blanca», donde Bolton desmonta la imagen de hombre fuerte y bien ponderado de Trump.

Tras difundirse en varios medios y comentarse en las redes, Trump reaccionó a través de su cuenta de Twitter donde arremetió contra Bolton por el libro.

«El libro de Bolton, que está recibiendo críticas terribles, es una recopilación de mentiras e historias inventadas, todo con la intención de hacerme quedar mal», expresó.

Y agregó: «¡Solo está tratando de desquitarse por despedirlo como el cachorro enfermo que es!».

Trapos sucios

Trump continuó y reveló algunos datos sobre Bolton, entre ellos, que presuntamente Bolton es el responsable de que EEUU tuviera malas relaciones con Corea del Norte.

«Cuando el loco de John Bolton fue a «desfigurar la nación» y dijo tan estúpidamente que miró el «Modelo libio» para Corea del Norte, se desató el infierno».

Al respecto, Trump señaló que Kim Jong Un, con quien se llevara muy bien, «se volvió «balístico», al igual que sus misiles, y con razón».

Sobre el libro

De acuerdo con el texto, Bolton señaló que en EEUU nunca estuvieron confiados del éxito que podría tener la oposición para reemplazar a Nicolás Maduro.

Asimismo, señala que Trump tuvo la intención de reunirse con Maduro, pero tanto Bolton como el secretario de Estado, Mike Pompeo, no estuvieron de acuerdo.

Por otra parte, un dato importante que acota el libro es que Bolton no estaba de acuerdo con que Guaidó cruzara la frontera a Colombia para la entrada de la ayuda humanitaria el 23 de febrero de 2019, por lo complicado que podía ser su reingreso a Venezuela.

Según el texto, tras el intento fallido de la entrada de ayuda humanitaria, Trump le comentó a Bolton que Guaidó no tenía lo que se necesitaba, que se alejara un poco y que no se involucrara mucho en la situación política venezolana.

CLAVES | Las confesiones de Bolton que exponen a Donald Trump
Según el libro que acaba de publicar el exasesor de seguridad de la Casa Blanca, el presidente norteamericano insistía en la opción militar para Venezuela

 

John Bolton, exasesor de seguridad nacional de Donald Trump, escribió el libro La habitación donde ocurrió: memorias de la Casa Blanca, un texto en el que desmonta la imagen de hombre fuerte y bien ponderado del presidente de Estados Unidos.  

A continuación, algunas claves del capítulo sobre Venezuela de este libro, cuya publicación Trump ha pedido bloquear:

John Bolton aseguró que nunca estuvieron confiados del éxito que podría tener la oposición para reemplazar a Nicolás Maduro. La oposición actuó en 2019 porque sintieron que era su último chance de lograr su libertad. EE.UU respondió porque estaba en su interés nacional hacerlo, todavía lo es, por ello la lucha continúa.

Bolton afirmó que el “régimen autocrático” de Maduro, además de ser una amenaza por sí solo, también lo es debido a sus conexiones con Cuba, y las oportunidades que presenta para China, Irán y Rusia. 

El 15 de agosto de 2018, poco después del ataque de drones a Nicolás Maduro, en una reunión el tópico de Venezuela surgió en la conversación, Bolton relató que Donald Trump le dijo “hazlo”, refiriéndose a que se deshiciera del régimen de Maduro. Según el relato de Bolton, Trump aseguró que esa fue la quinta vez que ordenó que lo hicieran.

Trump insistía que quería opciones militares para Venezuela y después mantuvo la idea porque “realmente es parte de Estados Unidos”. Bolton al inicio se sorprendió de la iniciativa presidencial de una opción militar, pero luego supo que el presidente lo había solicitado casi un año antes, el 11 de agosto de 2017,  a través de una respuesta en una rueda de prensa. “No voy a descartar la opción militar. Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una opción militar”, dijo Trump.

Trump quería reunirse con Maduro para resolver sus problemas. Mike Pompeo, secretario de Estado, y Bolton pensaban que era una mala idea.

EE.UU. se enteró tarde de la idea de la oposición de juramentar a Juan Guaidó como presidente interino el 23 de enero de 2019. Bolton reiteró que Estados Unidos no jugó ningún rol de alentar o asistir a la oposición venezolana en dicho acto político.

Muchas sanciones eran necesarias para sacar al gobierno de Nicolás Maduro, como las de tráfico de drogas con narcoterroristas que operan principalmente en Colombia, pero dar el golpe a la compañía petrolera era la clave del éxito. “Convoqué un Comité de Directores para considerar qué sanciones imponer al régimen. Era claro que todos querían tomar acciones menos el secretario del Departamento de Tesoro, Steven Mnuchin. Él quería hacer poco o incluso nada, ya que las sanciones ponían en riesgo las inversiones que le pertenecían a EE.UU. en el sector petrolero en Venezuela”, expresó Bolton.

Pompeo quiso imponer todas las sanciones al mismo tiempo, ya que era una buen oportunidad de sacar a Maduro por el impacto que estas tendrían en el Estado venezolano. Sin embargo, el secretario de Estado hizo énfasis en que esto se lograría solo si estas se imponían todas juntas, no por partes.

El 22 de enero de 2019 Bolton, Pompeo, Mnuchin, Wilburd Ross y Larry Kudlow se reunieron para decidir si iban a reconocer a Guaidó como presidente interino. Todos accedieron a reconocerlo.

Para el 23 de enero de 2019 solo Trump veía viable la opción militar en Venezuela. La primera señal de preocupación que mostró el mandatario estadounidense fue después de las declaraciones de Padrino López reiterando su apoyo a Maduro tras la juramentación de Guaidó. “No me gusta nuestra posición frente a Venezuela. Todo el ejército está detrás de él -Maduro-. Siempre he dicho que Maduro es difícil. A este chico -Guaidó- nadie lo conoce”, dijo Trump.

El 26 de enero, justo antes de que Bolton anunciara las sanciones que serían implementadas, fue solicitado en la oficina oval. Trump le expresó su felicidad con la reacción de la prensa ante la situación de Venezuela. Trump le consultó a Bolton si EE.UU. debía mandar 5000 tropas americanas a Colombia en caso de que estas se necesitaran. Bolton lo anotó en su libreta amarilla para consultarlo con el Pentágono. “Ve a divertirte con la prensa”, dijo Trump a Bolton. Lo que en realidad ocurrió ya que las cámaras captaron el mensaje que estaba en la libreta del ex asesor de Seguridad Nacional.

Al ex asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump le preocupaba que el gobierno estadounidense no estuviese actuando ante la situación de Venezuela con la urgencia necesaria. Además de ello, relata que durante la presidencia de Barack Obama los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua no fueron considerados como adversarios de EE.UU, por lo que la administración de Trump ha tenido que enfrentar una avalancha de cuentas pendientes en Latinoamérica y no contar con preparación para enfrentarla. 

Bolton no estaba de acuerdo con que Guaidó cruzara la frontera a Colombia para la entrada de la ayuda humanitaria el 23 de febrero de 2019, debido a lo complicado que podía ser su reingreso a Venezuela. Bolton indica que toda la atención de la prensa estaba en la frontera colombo-venezolana. Mientras que en la frontera con Brasil, la comunidad indígena de los Pemones luchaba contra la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que arremetía contra ellos.

Tras el intento fallido de la entrada de ayuda humanitaria, Trump le comentó a Bolton que Guaidó no tenía lo que se necesitaba, que se alejara un poco y que no se involucrara mucho en la situación política venezolana. 

Para Bolton el cierre de la embajada americana en Caracas y el traslado del personal directo a Washington D.C significó un paso atrás en sus esfuerzos de sacar a Nicolás Maduro del poder. 

Las diferentes opiniones del Departamento de Estado y el Departamento de Tesoro causaron retraso en la imposición de sanciones a personas del gobierno de Nicolás Maduro. El Departamento de Tesoro se enfocaba más en la negociación entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro en el caribe, mientras que el departamento liderado por Pompeo buscaba emitir la sanciones con la mayor antelación posible. 

Los #Runrunes de Bocaranda de hoy 09.10.2019: MEDIO: JORGE CASTAÑEDA
MEDIO 

JORGE CASTAÑEDA: 

Quien fuera canciller mexicano en un artículo publicado hace dos días en el New York Times titulado: “John Bolton intentó deponer a un dictador y falló” señala responsabilizando a Bolton de las fallas en el tratamiento del caso Venezuela: “Ahora sabemos que la caída del Sr. Maduro no fue inminente. En cambio, el Sr. Bolton faroleó a los oficiales militares de alto rango que estaban a punto de traicionar al Sr. Maduro; hizo un farol sobre la cantidad de personas que saldrían a las calles en abril para tratar de derrocar al régimen de Maduro; y también parecía creer que las sanciones funcionarían muy rápidamente. Sin embargo, lo más importante es que su mayor error fue continuar en esa línea sin ningún Plan B en caso de que ese Plan A no funcionara. Al final, solo ha logrado fortalecer al Sr. Maduro”. Dice también “si una vez más las graves dificultades económicas asedian a Cuba, un país del que depende por completo la supervivencia del Sr. Maduro, por razones de seguridad e inteligencia, La Habana debe ser atraída o presionada para que comprenda que debe irse. Probablemente nunca acepte algún tipo de quid pro quo, pero no se pierde nada al intentarlo. El Sr. Bolton olvidó este detalle “menor”: sin un enfoque de zanahoria y palo para Cuba, no hay razón para que La Habana sea útil. Raúl Castro, quien todavía es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y el hombre fuerte de la isla, sabe que Maduro no durará para siempre. La pregunta es cuándo está dispuesto a saltar de un iceberg derritiéndose a otro”. Todo ello funcionó para que la remoción del “halcón” gringo se acelerara tras varios traspiés en sus anuncios sobre la caótica situación venezolana sustentada en amenazas diarias que solo alimentaban las expectativas de los mas radicales en ambos países… 

EL TRIO:

La presencia por varias semanas en Venezuela del expresidente ecuatoriano Rafael Correa -donde fue paseado por varias zonas turísticas de la mano de funcionarios de alto nivel del gobierno, entre ellos Diosdado Cabello con quien disfrutó de las bellezas de Canaima- disparó las suspicacias del gobierno ecuatoriano desde días antes de que se presentaran las protestas en Quito. La celebración del Foro de Sao Paulo en Caracas donde Maduro habría auspiciado la presencia de miembros de las FARC, el ELN y otros grupos irregulares se añadió a esa preocupación. Si por casualidad detienen a un solo venezolano en mas violentas manifestaciones ecuatorianas podríamos estar ante una posible aplicación del TIAR en alguna de sus formas, no de intervención militar pero si de sanciones mas directas a la cúpula gobernante. Si acaso hay espacio entre tantas sanciones ya aplicadas. La situación es crítica. Hoy día se dan cuenta del daño que hace una propaganda permanente a través del canal chavista, Telesur, con presencia en varios países convulsionados. Es la voz de quienes siguen los lineamientos que se escuchan en los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. 

 

 

 

Donald Trump designó a Robert C. O’Brien como nuevo asesor de Seguridad Nacional

EL PRESIDENTE DE ESTADOS Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles 18 de septiembre la designación de Robert C. O’Brien como nuevo asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Esto ocurre luego de unos días de que el mandatario le pidió la renuncia a John Bolton.

A través de su cuenta de Twitter, Trump escribió: «Me complace anunciar que nombraré a Robert C. O’Brien, que actualmente se desempeña como el exitoso Enviado Especial Presidencial para Asuntos de Rehenes en el Departamento de Estado, como nuestro nuevo Asesor de Seguridad Nacional. He trabajado mucho y duro con Robert. ¡Hará un gran trabajo!».

Robert C. O’Brien, oriundo de Los Ángeles, California, es un abogado que ha trabajado en privado así como en conjunto con el gobierno de los Estados Unidos. En el año 2005 el expresidente George Bush y el Senado de los Estados Unidos lo confirmó como Representante Alterno de EEUU en la 60ª sesión de la Asamblea General de las ONU.

Asimismo, sirvió como sirvió como copresidente del Departamento de Estado de Asociación Público-Privada, para la reforma de la justicia en Afganistán, lanzada en diciembre de 2007 por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

En el año 2017, la administración de Trump consideró a O’Brien para servir como secretario de la Marina. Asimismo, la junta editorial del Registro del Condado de Orange respaldó al abobado para servir en esta posición, y declaró lo siguiente:

«Es el candidato ideal para garantizar que continúe el dominio global estadounidense, de una manera que se ajuste tanto al estado de ánimo nacional actual como a nuestros valores nacionales duraderos».

Más adelante, el 10 de mayo del 2018,  Trump designó a O’Brien como Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes. Un año después se le otorgó el rango de embajador.