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Investigador de HRW: Número de venezolanos que han cruzado el Darién en 2022 es 60 veces mayor al de 2021
El investigador de HWW exhortó a los gobiernos a revertir urgentemente las medidas que impiden el acceso efectivo al asilo y obligan a las personas a utilizar caminos peligrosos en los cuales se exponen a graves abusos

 

 

Cerca de 69.000 ciudadanos venezolanos han cruzado el Tapón del Darién entre enero y agosto de este año, un número 60 veces mayor al del año pasado, así lo afirmó el investigador sénior de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juan Pappier. 

La investigación de HRW señala que debido a la imposición de visados, se ha incrementado considerablemente el número de venezolanos y de otras nacionalidades que cruzan el Tapón del Darién huyendo de la crisis de América Latina, por lo que los migrantes no pueden acceder a un boleto de avión y ven este peligroso paso como la única opción para intentar buscar asilo en los Estados Unidos.

El investigador de HWW exhortó a los gobiernos a revertir urgentemente las medidas que impiden el acceso efectivo al asilo y obligan a las personas a utilizar caminos peligrosos en los cuales se exponen a graves abusos.

«Las autoridades panameñas deben hacer más para que los migrantes y las comunidades que los reciben obtengan asistencia adecuada, incluyendo atención médica. También deberían trabajar con MSF, la Cruz Roja Panameña y otras organizaciones no gubernamentales para que estas puedan ampliar su cobertura y trabajar en Canaán Membrillo», se lee en el texto.

HRW señala que también es importante que el gobierno panameño mejore las condiciones en los centros de San Vicente y Planes de Gualaca y tomar en cuenta las recomendaciones de las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona, mejorar las instalaciones y brindar asistencia permanente por parte de médicos, funcionarios que atiendan solicitudes de asilo y organismos que velen por los derechos de niños, niñas y adolescentes.

La organización insiste en que todas las personas que huyen de sus países en busca de mejores condiciones de vida «merecen que exista una manera segura, ordenada y digna de buscar protección internacional». 

Foro Penal: En Venezuela hay 240 presos políticos
Una veintena de organizaciones humanitarias enviaron el miércoles una carta al presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la que lo instan a pedir al Gobierno de Venezuela la liberación de los presos políticos

 

La ONG Foro Penal afirmó este viernes que en el país hay 240 presos políticos, mismo número que en su último reporte publicado, el pasado 21 de abril.

El director de la organización, Gonzalo Himiob, indicó en su cuenta de Twitter que del total de detenidos 226 son hombres, 14 son mujeres y hay un menor de edad, de los cuales, 110 son civiles y 130 militares.

Himiob subrayó que 9.414 personas se mantienen sujetas a «procesos penales injustos, por motivos políticos, bajo medidas cautelares».

Una veintena de organizaciones humanitarias enviaron el miércoles una carta al presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la que lo instan a pedir al Gobierno de Venezuela la liberación de los presos políticos, en particular por el activista por los derechos humanos Javier Tarazona.

Las organizaciones, entre las que están Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), expresaron además que disienten con el diagnóstico hecho por Fernández sobre la situación que vive Venezuela.

La semana pasada, en una comparecencia ante la prensa junto al presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso -de visita en Buenos Aires-, Fernández comentó que muchos de los problemas de Venezuela «se han ido disipando con el tiempo».

Según los firmantes, la detención «arbitraria» de Tarazona, quien lleva varios meses privado de la libertad a pesar de su delicada condición de salud, «es un ejemplo paradigmático de la intolerancia y los abusos del Gobierno de Nicolás Maduro».

«Consideramos que es fundamental que en cualquier comunicación con las autoridades venezolanas se haga hincapié en la necesidad de poner fin a la censura y la campaña sistemática en contra de periodistas independientes, defensores de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil, así como la liberación de los 239 presos políticos detenidos en Venezuela», señala la carta.

Las organizaciones instaron a Fernández a que pida «públicamente» a las autoridades la liberación de Tarazona, director de la organización de derechos humanos Fundaredes y detenido desde el 2 de julio de 2021 bajo cargos de traición a la patria, terrorismo e incitación al odio.

Informe HRW: Miembros de la FANB realizan operaciones conjuntas con el ELN y han sido cómplices de sus abusos en Apure
Matanzas, desplazamientos forzados y desapariciones son algunas de las consecuencias del conflicto armado que se vive en Apure y Arauca desde enero de 2022. Un equipo de Human Rights Watch visitó esta frontera entre Colombia y Venezuela, entrevistó a más de 100 personas de ambos países y constató que mientras los grupos irregulares cometieron «abusos brutales» con el apoyo de las fuerzas de seguridad venezolanas, la respuesta de las autoridades colombianas ha sido inadecuada e insuficiente

 

Los enfrentamientos entre grupos armados en la frontera entre Colombia y Venezuela han provocado un aumento dramático de la violencia en los primeros meses de 2022, forzando a miles a huir de sus hogares, señaló hoy Human Rights Watch.

El informe, difundido este 28 de marzo, señala que el 1 de enero de 2022 comenzaron los enfrentamientos entre el Comando Conjunto de Oriente – una coalición de grupos disidentes que surgieron tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)– y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Estos grupos «se disputan el control del territorio y de actividades ilícitas en el departamento colombiano de Arauca y en el estado Apure», asegura HRW.  En el documento se precisa que los guerrilleros de ambos bandos, que anteriormente habían operado como aliados, «han cometido múltiples abusos, incluyendo asesinatos, reclutamiento forzado, incluso de niños y niñas, y desplazamiento forzado».

DestacaN además que miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas, «que han estado implicadas en violaciones de derechos humanos que han dado lugar a investigaciones internacionales sobre presuntos crímenes de lesa humanidad, han realizado operaciones conjuntas con miembros del ELN y han sido cómplices de sus abusos«.

“Los grupos armados están cometiendo abusos brutales contra civiles en la frontera entre Colombia y Venezuela, en algunos casos con la complicidad de miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas, y la respuesta de las autoridades colombianas ha sido inadecuada e insuficiente”, señaló Tamara Taraciuk Broner, directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch.

“Las autoridades colombianas deben redoblar urgentemente sus esfuerzos para proteger a la población y asistir a las personas desplazadas, y la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU debe investigar la responsabilidad de las fuerzas de seguridad venezolanas en los abusos de las guerrillas”.

Human Rights Watch visitó los departamentos colombianos de Vichada y Arauca en febrero de 2022 y entrevistó a más de 100 personas, incluyendo algunas por teléfono antes y después de las misiones. Los entrevistados incluyeron 43 personas que habían huido de Apure, así como líderes comunitarios e indígenas, funcionarios judiciales, autoridades locales colombianas y representantes de organizaciones humanitarias y de derechos humanos.

La mayoría de las personas que sufrieron o presenciaron abusos temían represalias y hablaron bajo condiciones de anonimato. Human Rights Watch también revisó otras fuentes, incluyendo publicaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) y reportajes en medios de comunicación. El Ministerio de Defensa de Venezuela no respondió a una solicitud de información de Human Rights Watch.

A continuación, algunas claves relevantes sobre lo contenido en el informe. 

Asesinatos de civiles y violencia de grupos armados 

Human Rights Watch expone que ha recibido denuncias creíbles sobre «múltiples asesinatos de civiles cometidos por grupos armados en Arauca y Apure».

«Muchos entrevistados dijeron que miembros del ELN buscaron a personas a las que acusaban de colaborar con grupos disidentes de las FARC. Los miembros del ELN mataron a algunas de estas personas, dijeron testigos, y se llevaron a otras. Algunas fueron asesinadas días después; las familias de muchas otras no saben qué ocurrió con ellas».

Registran que,  en la mayoría de los casos, los grupos armados acusaron a las víctimas de ser cómplices de otros grupos armados, «una práctica que ha sido común entre los actores armados en Colombia durante décadas».

La Policía Nacional de Colombia informó que hubo 103 homicidios en Arauca en enero y febrero. Esa es, por lejos, la cifra de homicidios más alta reportada en los primeros dos meses del año en Arauca al menos desde el 2010

«Varias fuentes creíbles indicaron que algunas de las personas asesinadas pueden haber sido miembros de grupos armados, pero otras eran civiles. El dramático aumento de homicidios en Arauca este año refleja un preocupante deterioro de las condiciones de seguridad para civiles», señaló Human Rights Watch.

Por otra parte, el informe resalta que los grupos armados que operan en el departamento de Arauca y en Apure «utilizan la violencia para controlar la vida cotidiana de las personas». Al respecto, enumeran que estos grupos imponen sus propias reglas, incluyendo «toques de queda, la regulación de la pesca, el pago de deudas y el horario de cierre de los bares; y establecen sus propias sanciones para casos de violaciones, robos y asesinatos».

Desplazamiento, reclutamientos forzados y secuestros

Desde que iniciaron los enfrentamientos entre el ELN y el Comando Conjunto de Oriente el 1 de enero, al menos 3.860 personas se han desplazado internamente en Arauca y más de 3.300 personas han huido de Venezuela a los departamentos colombianos de Arauca y Vichada, precisa HRW.

Denuncia la organización que, a ambos lados de la frontera, el ELN y el Comando Conjunto de Oriente también han forzado a numerosas personas a incorporarse a sus filas, incluyendo menores.

HRW describe varios casos, entre los que resaltan uno ocurrido el pasado 20 de enero, cuando miembros del ELN irrumpieron en una casa en la zona rural de Puerto Páez, Apure, y se llevaron a la fuerza a una niña de 14 años y a su hermano de 18, dijo un familiar.

Por otra parte, el 28 de enero, una vecina le dijo a su madre que sus hijos habían sido asesinados durante enfrentamientos con una disidencia de las FARC y le indicó dónde encontrar sus cuerpos. La madre fue a la zona y encontró los cuerpos de sus hijos. Dijo que había muchos más cadáveres allí.

Complicidad de las fuerzas militares venezolanas

Miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) han «participado en operaciones conjuntas con guerrilleros del ELN y han sido cómplices de sus abusos», afirma HRW a partir del testimonio de «múltiples testigos.

“Esa mañana llegaron más de 10 hombres armados en motos y camionetas, unos se identificaron como el ELN y otros eran de la fuerza militar venezolana”, se lee en un extracto de una de las personas que compartieron sus testimonios a HRW. “Vi sus insignias de la FANB en sus uniformes”.

Amplía otro testigo que miembros de las FANB llegaron a su comunidad en Apure con guerrilleros del ELN, quienes se llevaron por la fuerza a varias personas a las que acusaban de colaborar con el Comando Conjunto de Oriente:  “Los militares llegaron junto con los del ELN, pensé ‘nos van a matar a todos’”, dijo.

HRW considera que la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU sobre Venezuela, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2019 con el mandato de investigar graves violaciones de derechos humanos, debe «evaluar la responsabilidad de las fuerzas de seguridad venezolanas en los abusos cometidos por grupos armados en Apure e identificar la responsabilidad individual de funcionarios de alto nivel».

Respuesta humanitaria insuficiente

Sobre este punto, HRW expresa que a pesar de los esfuerzos de las agencias humanitarias internacionales, cientos de desplazados «no tienen suficiente acceso a alimentos, agua potable y servicios de salud», especialmente en Vichada.

«Muchos indígenas desplazados a Vichada desde Venezuela viven a orillas del río Meta en albergues improvisados. En Arauca y Vichada, los grupos armados han amenazado a algunas personas desplazadas, y las agencias humanitarias dicen que los niños desplazados están en riesgo de ser reclutados por grupos armados», amplían.

Denuncian además que la «discriminación contra los pueblos indígenas» también ha debilitado la respuesta humanitaria.

«Algunos funcionarios del gobierno local expresaron sentimientos discriminatorios en sus reuniones con Human Rights Watch; algunos dijeron que los indígenas que habían llegado ‘arruinaron el paisaje’ y los describieron como ‘las peores personas’ entre los que llegaron a Colombia», destacan. 

Recomiendan que las autoridades colombianas deben «evaluar urgentemente las necesidades humanitarias de quienes huyeron de Apure, así como crear e implementar un plan de respuesta humanitaria para asistir a esa población». 

«En Vichada, deberían considerar decretar un estado de calamidad pública, que con arreglo a la legislación colombiana permitiría la asignación de mayores recursos por parte del gobierno nacional para brindar asistencia humanitaria a las personas desplazadas. Las autoridades colombianas también deberían garantizar el acceso a un estatus legal en Colombia para los venezolanos obligados a huir de Apure», concluyen.

 

 

HRW: Minería es la causa principal de deforestación en el Amazonas
El informe indicó que los charcos de agua estancada y contaminada que genera la minería se han convertido en un caldo de cultivo para la malaria

Human Rights Watch (HRW) indicó que la minería es la principal causa de deforestación en el Amazonas venezolano, después de la agricultura.

En su reporte anual de 2021, la organización explicó que desde que Maduro declaró ilegalmente la creación de una zona de minería especial en el norte del estado Bolívar en 2016, el área ha perdido más de 230.000 hectáreas de bosque.

«A través del análisis de imágenes satelitales, se ha estimado que las actividades mineras actualmente ocupan al menos 20.000 hectáreas de la zona especial», aseguró HRW.

La zona de minería especial que cubre 24 % de la selva amazónica comprende 14 territorios indígenas, cuyos residentes no fueron consultados previo a su creación, según la organización.

HRW señaló que miembros de distintas comunidades indígenas dentro de la zona especial y río abajo estarían «sufriendo intoxicación grave con mercurio, una sustancia tóxica utilizada para separar el oro de las impurezas».

Malaria y minería

De acuerdo a Human Rights Watch, Bolívar es el epicentro de la epidemia de malaria en Venezuela. El estado registra 55% de los casos en el país.

«La enfermedad es muy común entre quienes se dedican a la minería de oro, cuya alta movilidad es un importante vector de contagio», reiteró HRW.

El informe indicó que los charcos de agua estancada y contaminada que genera la minería se han convertido en un caldo de cultivo para la malaria.

La organización explicó que la minería ilegal de oro en el estado Bolívar es controlada en su mayoría por organizaciones criminales y grupos armados colombianos, que vigilan a los ciudadanos, establecen condiciones de trabajo abusivas y tratan brutalmente a quienes acusan de cometer robos y otros delitos.

«Estos grupos actúan con la aquiescencia del gobierno y, en algunos casos, también con su colaboración», dijo HRW en su informe mundial.

Según el informe, hasta septiembre de 2021, las élites políticas y militares venezolanas y grupos armados colombianos seguían siendo actores clave en el comercio del oro.

HRW: Gobierno de Maduro es responsable de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas
HRW denunció que en Venezuela no ha habido justicia para las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas cometidas por cuerpos policiales
Reiteraron además que en Venezuela operan grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FPLN) y grupos que surgieron tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mayormente en estados fronterizos

La organización Human Rights Watch (HRW) señaló que el gobierno de Nicolás Maduro y sus fuerzas de seguridad han sido responsables de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de corta duración.

HRW indicó en su reporte mundial del año 2021 que el gobierno venezolano también ha «encarcelado a opositores, juzgado a civiles en tribunales militares, torturado a detenidos y reprimido a manifestantes».

«La falta de independencia judicial ha facilitado que estos delitos queden impunes. Las autoridades judiciales han participado o sido cómplices de los abusos», aseguró Human Rights Watch.

Según el reporte mundial, la Misión de Determinación de los Hechos de las Naciones Unidas sobre Venezuela ha identificado «patrones de violaciones y crímenes que eran parte de un ataque generalizado y sistemático», lo que lleva a calificarlos como crímenes de lesa humanidad.

Continúa la persecución de opositores políticos

Durante 2021, el gobierno de Maduro encarceló a opositores políticos y los inhabilitó para postularse a cargos públicos.

Según informa Foro Penal, hasta el 25 de octubre, había 254 presos políticos en Venezuela.

«Aunque algunos detenidos fueron liberados o trasladados de centros operados por servicios de inteligencia a cárceles comunes, sigue habiendo una “puerta giratoria” y nuevos críticos son sujetos a procesos penales arbitrarios», reiteró Human Rights Watch.

Una de las detenciones más comentadas fue la de Freddy Guevara, miembro del partido Voluntad Popular, el 12 de julio de 2021. El Estado alegó que Guevara, junto con pandillas, había participado en un tiroteo con policías en Caracas, en La Cota 905. Fue acusado de terrorismo, atentado contra el orden constitucional, concierto para delinquir y traición a la patria.

Estuvo incomunicado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) hasta el 15 de agosto y fue liberado tras la primera ronda de negociaciones en México, bajo la condición de que se presentara ante la justicia cada 30 días.

En 2020, la Oficina de la ACNUDH informó sobre «presuntos casos de tortura y maltrato» que incluían golpizas con tablas, asfixia con bolsas de plástico y productos químicos, simulacros de ahogamiento, descargas eléctricas en párpados y genitales, exposición a frío extremo y estar esposado por períodos prolongados.

«De las 15.756 personas detenidas arbitrariamente desde 2014, 9.406 habían recibido libertad condicional a julio de 2021, pero seguían sujetas a procesos penales, y 872 habían sido enjuiciadas en tribunales militares, según Foro Penal», indicó el reporte mundial de HRW.

De acuerdo a Human Rights Watch, en junio de 2021, la Oficina de la ACNUDH informó que seguían ocurriendo torturas, maltratos, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias.

Ejecuciones extrajudiciales y OLP

Human Rights Watch señaló que otra de las formas de violencia que se llevan a cabo en Venezuela son las ejecuciones extrajudiciales.

HRW aseguró que entre 2016 y 2019, funcionarios de cuerpos de seguridad asesinaron a más de 19.000 personas en casos de supuesta “resistencia a la autoridad”. En junio de 2021, la ACNUDH informó que, a pesar de una leve disminución, las muertes a manos de agentes de las fuerzas de seguridad continuaban.

«Muchas de estas muertes eran consistentes con patrones de ejecuciones extrajudiciales», señaló el reporte mundial de HRW.

De acuerdo a la organización, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), un comando de policía especializado, han «matado y torturado a residentes de zonas de bajos recursos, sembrando el miedo y ejerciendo control social sobre estos sectores».

Human Rights Watch recordó que anterior a esto, se llevaron a cabo las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), redadas llevadas a cabo por fuerzas militares y policiales en comunidades populares entre 2015 y 2017. 

«De ellas surgieron denuncias generalizadas de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, maltrato de detenidos y desalojos forzados», afirmó la organización.

Grupos armados en estados fronterizos

La organización reiteró que en Venezuela operan grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FPLN) y grupos que surgieron tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mayormente en estados fronterizos.

HRW denunció que en Apure, estos grupos «usan métodos brutales para imponer toques de queda, prohibiciones de cometer delitos como violación sexual, robo y homicidio» y normas que regulan las actividades cotidianas.

«Estos actos casi siempre quedan impunes, y los residentes señalan que funcionarios de cuerpos de seguridad y autoridades locales a menudo actúan en connivencia con grupos armados», dijo la organización.

De acuerdo al informe de HRW, a partir de marzo de 2021, funcionarios de cuerpos policiales cometieron «abusos aberrantes contra residentes de Apure» durante un operativo contra una disidencia de las FARC conocida como Frente Décimo Martín Villa.

«El operativo resultó en la ejecución de al menos cuatro campesinos, detenciones arbitrarias, el procesamiento de civiles en tribunales militares y torturas contra residentes acusados de colaborar con grupos armados», indicó la organización.

Continúa la impunidad

HRW denunció que en Venezuela no ha habido justicia para las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas cometidas por cuerpos policiales con el conocimiento de las más altas autoridades del país.

La Misión Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU informó en septiembre de 2021 que las autoridades judiciales han sido cómplices de los abusos al emitir órdenes de detención para arrestos ilegales y no proteger a las víctimas de torturas.

«Los jueces permitieron que hubiera demoras procesales significativas e interfirieron con el derecho de las personas a elegir sus propios abogados», reiteró la Misión de la ONU.

El Ministerio Público informó que, entre agosto de 2017 y mayo de 2021, 716 funcionarios fueron acusados de delitos vinculados con violaciones de derechos humanos, 1064 fueron procesados, 540 detenidos y 153 condenados.

Según HRW, la Misión de Determinación de los Hechos señaló algunas discrepancias en las cifras proporcionadas por las autoridades venezolanas y concluyó que no había evidencia de que las autoridades estuvieran realizando investigaciones para determinar la responsabilidad por abusos en los niveles superiores de la cadena de mando.

Las preocupaciones de HRW en materia sanitaria y de educación en Venezuela
La organización puso en duda las cifras que suministra el gobierno sobre el COVID-19: «Es probable que sean mucho mayores, considerando la disponibilidad limitada de pruebas de diagnóstico confiables, la falta de transparencia gubernamental y la persecución de profesionales de la salud y periodistas»
HRW  denunció el acceso insuficiente o nulo a equipos de protección personal como mascarillas y guantes en hospitales, señalando que esto ocurre en 83% de los centros hospitalarios venezolanos

Human Rights Watch (HRW) hizo un recuento de los eventos que ocurrieron en Venezuela durante 2021 en su reporte mundial. Entre ellos destacan la emergencia humanitaria y la pandemia de COVID-19.

Además de ello, HRW señaló que que las «preocupaciones crónicas» en cuanto a Venezuela incluyen: brutalidad policial, condiciones precarias de detención, impunidad ante violaciones de derechos humanos y hostigamiento a defensores de derechos humanos y medios de comunicación independientes.

Cifras irreales de COVID-19

Según Human Rights Watch, para el 28 de octubre, había 403.318 casos confirmados de Covid-19 y 4.848 muertes en Venezuela. «Es probable que las cifras sean mucho mayores, considerando la disponibilidad limitada de pruebas de diagnóstico confiables, la falta de transparencia gubernamental y la persecución de profesionales de la salud y periodistas que informan sobre la pandemia», reiteró la organización.

HRW también denunció el acceso insuficiente o nulo a equipos de protección personal como mascarillas y guantes en hospitales, señalando que esto ocurre en 83% de los centros hospitalarios venezolanos.

«En 95 % de los hospitales también hacen falta insumos de limpieza, como jabón y desinfectante», aseguró el reporte mundial

De acuerdo con la organización, la vacunación contra el COVID-19 en Venezuela ha sido menoscabada por la «corrupción y falta de transparencia gubernamental» respecto a la adquisición y distribución de vacunas y otros insumos médicos.

«El gobierno agendó las vacunaciones por medio del “Carnet de la Patria”, un documento requerido desde 2017 para acceder a beneficios públicos que el gobierno ha utilizado para ejercer control social y político, especialmente en períodos electorales», señaló la organización.

El 27 de octubre, el gobierno venezolano informó que 61,6% de los venezolanos habían recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19. Sin embargo, tan solo 21,6% de los venezolanos habían completado un esquema de vacunación para esa fecha, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

«En agosto, entre 25% y 28% de los profesionales sanitarios seguían esperando su segunda dosis», reiteró HRW en su reporte mundial.

Uno de cada tres venezolanos padece inseguridad alimentaria

Además de la pandemia de COVID-19, los venezolanos también deben enfrentar la inseguridad alimentaria.

HRW señaló que, según el Programa Mundial de Alimentos, uno de cada tres venezolanos se encuentra en situación de inseguridad alimentaria y necesita asistencia.

En 2019, informó que 9,3 millones de venezolanos padecían inseguridad alimentaria, y estimó que el número aumentaría significativamente en los próximos años.

«UNICEF informó que 5,8 % de los niños evaluados entre enero y junio de 2021 padecían desnutrición aguda, y 1,5 % desnutrición aguda severa», señaló la organización.

Venezolanos son atendidos por un sistema sanitario colapsado

De acuerdo al reporte mundial de HRW, Venezuela debe enfrentar la pandemia de COVID-19 y la crisis alimentaria con un sistema sanitario colapsado.

HRW aseguró que el colapso del sistema de salud en Venezuela ha resultado en el aumento de enfermedades infecciosas y la reaparición de otras que podrían prevenirse con vacunas.

No solo eso, la organización reiteró que cientos de personas estarían muriendo debido a obstáculos para realizar trasplantes.

«La escasez de medicamentos e insumos, las interrupciones en los servicios de agua y electricidad y la emigración de trabajadores de la salud han reducido gravemente la capacidad operativa de los centros de salud», dijo HRW.

Crisis humanitaria y COVID-19 han afectado la educación 

Según Human Rights Watch, la educación en Venezuela también se ha visto afectada por la crisis humanitaria y la pandemia de COVID-19.

La organización explicó que los índices de asistencia escolar, ya bajos debido a la crisis humanitaria, han disminuido aún más a raíz del COVID-19 y las restricciones relacionadas con la pandemia.

«UNICEF informó que 6,9 millones de estudiantes en Venezuela prácticamente no tuvieron clases presenciales entre marzo de 2020 y febrero de 2021. Las clases se reanudaron en octubre de 2021, aunque con asistencia limitada», señaló HRW.

HRW: Maduro usó el estado de emergencia por covid para intensificar control
En su informe anual, Human Rights Watch afirma que el Gobierno de Maduro y sus fuerzas de seguridad «son responsables de las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones por un corto periodo de tiempo, así como el encarcelamiento de opositores, procesar a civiles en tribunales militares y torturas a los presos»

 

Nicolás Maduro utilizó el estado de emergencia decretado por la llegada de la covid-19 para intensificar su control de la población, denunció Human Rights Watch (HRW) en un informe difundido el 13 de enero.

En su informe anual, HRW afirma que el Gobierno de Maduro y sus fuerzas de seguridad «son responsables de las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones por un corto periodo de tiempo, así como el encarcelamiento de opositores, procesar a civiles en tribunales militares y torturas a los presos».

«Ellos usaron el estado de emergencia puesto en marcha en respuesta a la covid-19 como pretexto para intensificar su control sobre la población. La falta de independencia judicial contribuyó a la impunidad de sus delitos. Las autoridades judiciales han participado o sido cómplices en los abusos», destaca.

Al respecto, recuerda que la misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre Venezuela de la ONU «identificó patrones de violaciones» de los derechos humanos y delitos que eran parte de una conducta sistemática y extendida.

En este sentido, la ONG asegura que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunció en noviembre pasado su decisión de abrir formalmente una investigación sobre la comisión de posibles delitos de lesa humanidad cometidos en Venezuela.

HRW también recuerda que Venezuela afronta una emergencia humanitaria severa con «millones de personas sin acceso a atención sanitaria o una nutrición adecuada».

«El acceso limitado a agua segura en los hogares, centros de atención médica y un plan de vacunación afectado por la opacidad puede haber contribuido a la difusión de la covid-19, sostiene el informe.

La organización también recuerda que la misión de observación electoral de la Unión Europea (MOE-UE) en los comicios locales y regionales del pasado 21 de noviembre reportaron que algunos opositores fueron «arbitrariamente descalificados» y un «acceso desigual a los medios de comunicación».

Además, que «la falta de independencia judicial respeto al imperio de la ley socavaron la imparcialidad y transparencia de la elección».

Entre las preocupaciones que persisten, incluye las «abyectas condiciones» en las prisiones, la impunidad para las violaciones de los derechos humanos y el acoso a los defensores de los mismos y medios independientes.

«El éxodo de venezolanos que huyen de la represión y la emergencia humanitaria representa la mayor crisis migratoria en la historia reciente de América Latina», reitera.

Detenciones arbitrarias

En su informe, HRW también dice que «el Gobierno ha detenido a opositores políticos», eliminándolos de las posibles carrera para ser elegidos en elecciones.

Cita el informe de la ONG Foro Penal del pasado 25 de octubre, momento en el que reportaron que había 254 detenidos a los que calificaban como presos políticos, una cifra que actualizaron este 12 de enero a 243.

Asimismo, destaca que agentes de seguridad y de las fuerzas de seguridad «han torturado a varios detenidos y a sus parientes», a la vez que recuerda que el informe de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos de 2020 reportó casos de presunta tortura y malos tratos a los arrestados.

Información de EFE

HRW cree que investigación de la CPI sobre Venezuela da esperanza de justicia
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, considera que la decisión anunciada por del fiscal Karim Khan, inédita en la historia de América Latina, «le da una esperanza de justicia a las cientos de víctimas de la represión brutal del régimen de Maduro» 

 

El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, aseguró que la decisión de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) de abrir una investigación en Venezuela por denuncias de delitos de lesa humanidad «da una esperanza de justicia» a las «víctimas de la brutal represión».

«Esta decisión -la primera en la historia de América Latina- le da una esperanza de justicia a las cientos de víctimas de la represión brutal del régimen de Maduro«, escribió Vivanco en su cuenta de Twitter.

En diciembre del año pasado, HRW aseguró que era «imperativo» que «haya justicia» en Venezuela, tras el informe publicado por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) que advierte acerca de presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos por varios cuerpos de las fuerzas de seguridad.

Este informe «contribuye a la búsqueda de justicia de las víctimas de atrocidades cometidas durante el gobierno de Nicolás Maduro», recoge un comunicado de HRW.

En él, subrayan que el informe está centrado en «alegaciones relacionadas al tratamiento de personas en detención, respecto del que tenía a disposición información suficiente detallada y confiable».

Información de EFE