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18 perlas que soltó Capriles en entrevista con el diario El País

Henrique Capriles, exgobernador de Miranda y dos veces candidato presidencial, concedió una entrevista al periodista Javier Lafuente del diario El País de España. En este encuentro, que fue posible a través de una videollamada, el dirigente hizo su lectura sobre el actual panorama político en el país, luego de dar un paso adelante y mostrar su intención de participar en los comicios parlamentarios previstos para final de año.

En Runrun.es extrajimos 18 ideas claves de esta entrevista y las presentamos a continuación:  

«La política significa generar acuerdos, buscar soluciones para la gente. Estamos buscando cualquier rendija que quede de democracia en Venezuela para meternos por ahí».

«No todos los procesos de negociación o conversaciones se dan ante una cámara de televisión. Todos los procesos exitosos fueron subterráneos».

«Si me pongo a detallar quiénes son los que quieren explorar caminos democráticos, sencillamente acabo con esos acuerdos y nos metemos en las trincheras».

«Yo no sé si este proceso electoral, la búsqueda de ese hecho político, se va a lograr, pero tenemos que dar la pelea. La gente me dice: ¿otra vez? Sí, lamentablemente otra vez, no nos queda otra. Es un falso dilema votar o no votar. El dilema es luchar o no luchar».

«Esto no es Capriles contra Maduro ni es la reedición de las presidenciales de 2013. Es Venezuela contra Maduro. Lo que pasa es que hay mucho miedo y yo pongo la cara, asumo la responsabilidad, es lo que hacemos los líderes. No se trata de que Capriles tenga un cálculo político. Me atreví a decir lo que todo el mundo piensa».

«Llevo más de un año pidiendo una rectificación, un cambio de estrategia, un plan. No se trata de que se lo den a Capriles, se trata de que se lo presenten al país. Esto se agotó. Lo que se viene, si es que no lo hay, es un gran desesperanza y un desentendimiento con la política».

«La opción electoral es una que replantea el escenario. Yo hablo de pelear por unas condiciones. En 2005, guardando las distancias, decidimos regalarle la Asamblea a Chávez. Nuestro mensaje era que esa asamblea se iba a deslegitimar. Y Chávez dictó leyes, nombró poderes. No sé si vamos a llegar hasta el final, pero hay que dar la pelea».

«Esa asamblea que viene es a la que le toca designar el nuevo poder electoral, que es el que va a regir todos los procesos electorales, incluida una posible elección presidencial. ¿Qué nos ha dado la fuerza ante el mundo libre? Tener un poder legítimo. Y ese poder cumple cinco años el 5 de enero. Una cosa es que Maduro haga fraude y pongamos otra vez al rey desnudo, lo que nos daría una legitimidad».

«La posición que hay enfrente quiere autoprorrogar la Asamblea, un Gobierno interino que no tiene control interno, una consulta que no es vinculante. Yo no quisiera perder esta oportunidad».

«Si hay condiciones, esta elección puede abrir nuevos espacios de acuerdos que permitan llegar a una elección presidencial. Si hacemos las cosas mal, Venezuela puede pasar de un autoritarismo a un totalitarismo, ocuparían todos los espacios de poder. La cubanización total de Venezuela».

«No pido que se postergue (la fecha electoral). Pido que se evalúen las condiciones».

«Sectores del oficialismo quieren que vuelva la política y yo también. Pero eso requiere que no haya presos, que no haya perseguidos, que haya condiciones. Este es un proceso de generar confianza».

«Yo no soy de los que cree que una implosión vaya a provocar que la oposición gobierne, esto no es 2+2. Puede haber algo peor, siempre se puede estar peor».

«Las sanciones deben ser utilizadas para negociar que en Venezuela vuelva la democracia. Y ahí está el grave error de quien creía que las sanciones iban a tumbar a Maduro. Las sanciones por sí solas no tumban gobiernos».

«A mí no me interesa la elección parlamentaria, pero tenemos un problema, no podemos escurrir el bulto. A la Asamblea Nacional se le termina el periodo, no podemos autoprorrogarla, perderíamos la legitimidad».

«Mi adversario no es Guaidó, mi pelea es contra Maduro, siempre lo ha sido. Si la unidad no tiene estrategia es intangible para la gente, termina siendo irrelevante».

«La Fuerza del Cambio es una tarjeta que se creó para acreditar testigos presenciales en las elecciones contra Chávez y que se reactivó por los alcaldes para competir en las elecciones de concejales. No hay nada truculento u oscuro. Lo que hemos hecho es evitar quedarnos por fuera. Pero no son los candidatos, porque no vamos a presentar candidatos hasta que no tengamos condiciones».

«Yo estoy seguro de que Maduro no quiere que participemos en las elecciones. Nosotros nos hemos vuelto muy predecibles. Imagínese que la oposición entera dice que no le va a regalar la elección. Le aseguro que Maduro la pospone. Me gustaría comerme el elefante de un bocado, pero no es posible. Y el adversario lo sabe, por eso te pone siempre al extremo. Ahí entra la necesidad de dejar de volvernos predecibles».

Lee la entrevista en El País

Capriles rechaza que Maduro diseñe una oposición a su conveniencia
«Hay que impedir que se cierren todas las puertas, que terminen con las posibilidades de buscar un nuevo escenario político para ese cambio que todos queremos», manifestó el dirigente a través de un comunicado

El exgobernador de Miranda Henrique Capriles rechazó este 6 de septiembre lo que considera la pretensión de Nicolás Maduro de diseñar «una oposición a su conveniencia», en el marco de los comicios parlamentarios del próximo 6 de diciembre, por cuanto dijo que decidió «dar un paso al frente».

«Nos negamos a la pretensión de los usurpadores de Miraflores de construir una oposición a su conveniencia, esa es otra de las razones por las que hemos decidido dar un paso al frente, cuando al parecer nadie más está dispuesto a asumir el riesgo», dijo Capriles en un comunicado difundido la noche de hoy.

«Hay que impedir que se cierren todas las puertas, que terminen con las posibilidades de buscar un nuevo escenario político para ese cambio que todos queremos», añadió.

Se desmarca del llamado a boicot

El pasado miércoles, Capriles se desmarcó del llamado a boicot a las legislativas que hiciera el jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó -a quien medio centenar de países reconoce como presidente encargado-, y pidió aprovechar la «rendijita» de oportunidad que abren las elecciones para presionar a Maduro en el plano político.

«Esta es la posición que hemos decidido tomar. Y lo hacemos con pleno entendimiento de sus consecuencias y del peso político de lo que algo así implica», dijo al respecto este domingo. «Eso sí: la invitación a cada una de las fuerzas democráticas del país sigue abierta, para abrir caminos de lucha donde hoy no existe ninguno», prosiguió.

Capriles también dijo que quedarse de brazos cruzados, en alusión al llamado a abstención propuesto por Guaidó y respaldado por 27 partidos opositores, «solo será conveniente» para Maduro, un líder que, consideró, «usurpa» el poder.

Inhabilitado para ejercer cargos públicos

Sobre Capriles, dos veces candidato a la presidencia y exgobernador del céntrico estado de Miranda, cercano a Caracas y una de las regiones más importantes del país, pesa una inhabilitación de 15 años para ejercer cargos públicos, impuesta en abril de 2017 bajo acusaciones de «ilícitos administrativos».

Su partido, Primero Justicia, dijo el viernes que no se presentará a las legislativas, pese a que el Tribunal Supremo suspendió una medida de intervención que había dictado semanas antes contra esta organización, que supuso la imposición de una directiva que se mostraba proclive a participar en los comicios.

Se desconoce si Capriles liderará a una nueva organización con la que se le vincula, y que ya fue usada por varios opositores para acudir a comicios cuando la estrategia de los detractores de Maduro fue la abstención.

El sábado, el Consejo Nacional electoral de Venezuela dio por concluido el plazo para postular candidatos a las legislativas, luego de un «exitoso» proceso en el que más de 14.000 aspirantes formalizaron su inscripción.

Carolina Jaimes Branger Sep 07, 2020 | Actualizado hace 3 días
Llamado a la sensatez

@cjaimesb

Hay situaciones que no entiendo. Hay actitudes que tampoco. Lo que sí tengo meridianamente claro es que mientras la oposición democrática siga en esa guerra intestina que libra a diario, lo que logrará será darle respiración boca a boca a un régimen que está ahogándose en su propia ineficiencia, en su escandalosa corrupción y en su infinito odio y deseos de hacer mal. Por eso quiero hacer un llamado a la sensatez.

Mi primera llamada es para María Corina Machado. Eres brillante, preparada, valiente. Por favor, no te empeñes en continuar afirmando que la única ruta para salir de Maduro es el TIAR y que lo que ha hecho Guaidó hasta ahora no ha valido la pena.

¿Cómo que no ha valido la pena? Lo que ha logrado Guaidó en términos de apoyo, sanciones a funcionarios, precio a las cabezas del régimen y recuperación de activos nacionales, es mucho en menos de dos años: a mí no me queda duda de que es la primera vez que un régimen que vivía sobrado en todo sentido, se ha visto contra las cuerdas.

Que 60 países desconozcan a Maduro y que haya chavistas que antes se paseaban sobrados por el mundo derrochando sus riquezas mal habidas y que hoy no se atrevan a dar un paso fuera de Venezuela son grandes logros.

María Corina, tú misma has estado moviendo tus contactos en la OEA para la activación del tratado… ¡Sigue haciendo tus diligencias, pero ellas no excluyen que trabajes en equipo! El Grupo de Lima está conformado por países miembros del TIAR y todos han descartado de plano una invasión.

Estados Unidos también la descartó, María Corina, cuando les sugeriste que ellos podían ayudar a “des-invadirnos” (sacar a los cubanos) porque además de invadidos estamos catalogados como un estado narcoterrorista. En esta última semana dejaron claro que no están contemplando (por ahora) la invasión militar a Venezuela y encima, la pandemia ha venido a complicar todo.

Hasta los países más sólidos económicamente acusan el golpe a sus finanzas. ¿Quién va a enviar fuerzas para invadir Venezuela con el coronavirus haciendo estragos? Puede ser que suceda, pero las probabilidades son muy, muy bajas. Entonces, María Corina, ¡incorpórate al equipo! Todos tenemos que remar en la misma dirección.

La segunda es para Henrique Capriles. Yo te respeto mucho, Henrique. Me parecen injustas las acusaciones que te han hecho y te he defendido. Has sido un trabajador incansable en pro de la democracia y no te ha temblado el pulso a la hora de tomar medidas impopulares, lo que te convierte en una rara avis de la política venezolana.

Pero a estas alturas “abrir un camino” por tu cuenta… ¿no te parece que resulta aventurado? En particular si estás contando únicamente con tus partidarios y en un escenario donde el coronavirus hace cada día más estragos. Si vamos a abrir camino, deberíamos hacerlo todos juntos.

Pero me pregunto… ¿podrás abrir camino convocando a un pueblo que en su mayoría pasa hambre y que cada vez más se enferma, no solo de covid-19, sino de las siete o más plagas que pululan en Venezuela? ¿Una movilización? ¡Un pueblo en estatus de supervivencia no insurge! E ir a votar, Henrique -te lo dice alguien que siempre ha votado- en este momento es una locura. Creo que hay que hacer algo y estoy de acuerdo contigo en que quedarnos en la mera abstención solo nos volverá al 2005, el principio de todos nuestros males. Pero ese “algo” tiene que ser bajo la consigna de la unidad. Ya lo has hecho antes, Henrique. Te necesitamos.

La tercera es para Leopoldo López. Me gustaría conocer qué vas a hacer a corto plazo y a futuro. Me gustaría saber si estás consciente de que puedes colaborar proactivamente con todas las limitaciones que tienes y de forma exitosa.

Como la única certeza que nos queda es que Estados Unidos seguirá apoyando a Juan Guaidó y considerándolo presidente encargado hasta que cese la usurpación (y esperamos con razonable certitud que el Grupo de Lima y la Unión Europea se adherirán a la decisión) hay que unir esfuerzos. Guaidó necesita más apoyo que críticas y Venezuela necesita la unidad de sus líderes políticos. Todos sabemos lo que le sucede a un objeto que varias personas jalan hacia una dirección distinta: se queda en el mismo sitio.

Llegó el momento de la verdad. Demuestren cuánto aman a Venezuela. Guaidó es joven, le falta experiencia, pero tiene garra y ganas, valor y energías. Y a él fue a quien le tocó y lo ha asumido. Ustedes, María Corina, Henrique y Leopoldo son lo suficientemente preparados, políticamente corridos e inteligentes para saber qué hacer. Venezuela cuenta con ustedes.

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Es muy tarde para un “Walesa Radonski”

@AAAD25

Tengo una amiga en Caracas que solía ser una contertulia frecuente en temas políticos. En nuestros días de estudiantes, solíamos reunirnos en la feria de la UCAB para leer noticias y artículos de opinión, vinculados con dichos asuntos, en las páginas de El Nacional, para luego intercambiar impresiones.

La última vez que hablé con ella, hace unos días, me sorprendió con esta sentencia: “Cero política es mi política”. No quiere discutirlo. Aunque al principio quedé estupefacto, y a pesar de mi desencanto hacia quienes dicen no interesarse en política en lo más mínimo, pronto me di cuenta de que no podía culparla.

No cuando la causa democrática venezolana acumula meses de estancamiento. No cuando estamos volviendo en muchos aspectos a 2018, el peor año para la oposición venezolana, cuando tres bloques se hacían la guerra entre ellos, compitiendo por el favor de los ciudadanos, mientras el chavismo seguía aferrado al poder.

Hoy está pasando algo muy parecido. Se acabó el consenso que giraba en torno a Juan Guaidó y la disidencia ha quedado trisecada debido a diferencias estratégicas irreconciliables. Ninguno de los tres sectores resultantes corresponde a la oposición prêt-à-porter (Henri Falcón y compañía), la cual, por razones que ya he expuesto, no considero oposición real.

Un bloque está, al menos nominalmente, encabezado por Guaidó. Un segundo bloque gira en torno a la figura de María Corina Machado. Por último, hay un sector emergente cuyo rostro más visible es Henrique Capriles Radonski. Tanto Machado como Capriles, partiendo de críticas razonables a Guaidó como la falta de resultados, han hecho propuestas alternativas, que sin embargo no lucen más viables.

La líder de Vente Venezuela se inclina por una intervención directa en territorio venezolano de fuerzas internacionales, que ningún gobierno se muestra dispuesto a llevar a cabo. El exgobernador de Miranda, en cambio, le está apostando a la lucha electoral y se ha comprometido a buscar condiciones comiciales decentes de cara al proceso convocado por el chavismo para diciembre, en el cual Capriles instó a participar como primera prueba. Es en este planteamiento que me voy a detener para explicar por qué a mi juicio no es factible.

Capriles, en una exposición de los motivos de su decisión, señaló que hay abundantes ejemplos de transiciones democráticas desencadenadas por eventos electorales. Específicamente se refirió a la Polonia comunista como un modelo que los venezolanos deberían seguir. Pero tal invocación de Clío más bien nos trajo a un farsante haciéndose pasar por la musa de la historia.

Es decir, tal como lo presentó Capriles, el caso polaco no se puede comparar con lo que él tiene en mente para las próximas semanas. Asumiendo que ello se debe a ignorancia, y no a un intento deliberado de manipular el pasado, es decepcionante que quien aspira a sacar a un país del autoritarismo no esté familiarizado con los detalles de un ejemplo tan emblemático. Más aun teniendo en cuenta que hablamos de un hombre con raíces familiares polacas.

Hay varios factores de contexto histórico que hacen inverosímil que Venezuela pueda replicar a Polonia, al menos en los términos de Capriles.

Para empezar, a finales de los años ochenta, la Unión Soviética, garante del orden autoritario en Europa Oriental mediante su hegemonía militar, estaba bajo la conducción de un líder reformista, mucho más tolerante hacia la crítica y abierto a la soberanía de los satélites moscovitas que sus predecesores. Es decir, Mijaíl Gorbachov no estaba dispuesto a mandar tanques a socorrer a sus camaradas polacos, alemanes, búlgaros, etc., en caso de un alzamiento de las masas oprimidas, como sí ocurrió en Budapest en 1956 y en Praga en 1968. Ah, y de paso la URSS se estaba cayendo a pedazos. En Venezuela, la garante del statu quo es la propia elite política y militar chavista, hoy perjudicada por sanciones internacionales, pero no desplomándose, y ciertamente bien lejos del reformismo de Gorbachov. Como indiqué en una edición previa de esta columna, en Venezuela no hay glasnost.

Ahora bien, el debilitamiento del aparato represor comunista en Europa del Este nos lleva un elemento diferenciador incluso más determinante: la movilización masiva. En abril de 1988 estalló una serie de huelgas y manifestaciones masivas en las calles de Polonia, de la mano del movimiento opositor clandestino Solidaridad y su líder, el legendario Lech Walesa. Las protestas se extendieron a lo largo del verano y llegaron a aterrar a la dictadura comunista.

Como resultado, el gobierno se vio obligado a reconocer a Solidaridad como actor político legítimo y a entablar negociaciones de reforma política. En abril de 1989, régimen y oposición suscribieron los llamados Acuerdos de la Mesa Redonda. Dos meses más tarde, como parte del pacto, Polonia celebró elecciones parlamentarias no completamente democráticas, pero que fueron una victoria aplastante de Solidaridad.

A diferencia de Venezuela en 2015, los comunistas reconocieron de facto el triunfo opositor, lo cual significó que Solidaridad pudo ejercer el poder obtenido mediante el voto.

De la legislatura emergió un gobierno con uno de los dirigentes de Solidaridad, Tadeusz Mazowiecki, como primer ministro. Arrancó así una transición pacífica a la democracia, en la que, uno por uno, desaparecieron los engranajes del aparato autoritario. Si bien el último líder comunista, el general Wojcech Jaruzelski, quedó como Presidente de Polonia, su poder se esfumó, y tras las elecciones presidenciales de 1990, Lech Walesa lo sucedió.

Vean la cronología y podrán apreciar que hubo un año entre el estallido de protestas y la firma de acuerdos que desembocaron en la transición. Realmente, las manifestaciones duraron hasta septiembre de 1988. Pero aun así hablamos de cinco meses de calle, más otros cinco meses de preparación para el diálogo, dos de negociaciones y otros dos de preparación para las elecciones. Capriles pretende compactar todo eso en apenas tres meses. Plantea el desafío, extremadamente cuesta arriba, de transformar a una ciudadanía frustrada y aterrada en una fuerza movilizada tan imponente que sacuda al régimen chavista y lo obligue revertir buena parte de los vicios del sistema electoral que controla. Toda esa odisea, repito, en solo tres meses. ¡Y se dio el lujo de decir en su exposición de motivos que “ya habrá tiempo para detalles”!

El tiempo, el tiempo. He ahí el gran problema de Capriles. Tiene a Cronos en contra.

Si aspira a repetir la hazaña de Walesa con estos comicios, si así se les puede llamar, debió haber comenzado su “lucha por condiciones electorales” hace mucho.

Las calles ya tendrían que estar repletas. ¿Es creíble que en 90 días lo logre? Consideremos que de paso estamos en medio de una epidemia de covid-19, lo cual limita severamente la posibilidad de convocar el tipo de manifestaciones masivas que aterraron a los sátrapas de Varsovia. Capriles sabe todo esto. Por eso la agencia Bloomberg reportó que sus conversaciones con el chavismo se estancaron en torno a su petición de posponer el voto, a lo que el régimen se opone.

Sé muy bien que la movilización interna es importante para alcanzar el cambio político. Pero no creo conveniente casar esa movilización con un proceso electoral que está a la vuelta de la esquina, con el chavismo todavía manejando los hilos del sistema y sin disposición visible de ceder el poder. Más bien la sociedad debería insistir en la exigencia de una transformación política real, que incluya elecciones justas. No tienen que ser perfectas. Eso sí que lo demostró Polonia. Pero sí deben tener condiciones mucho mejores que las que hay en Venezuela hoy.

Todo esto, a propósito, calza con el objetivo estratégico de Guaidó y su equipo. Así que convendría ver a los dirigentes opositores estudiando con urgencia cómo corregir las falencias que Machado y Capriles reprochan con acierto, en vez de perseguir quimeras políticas, cual Belerofonte de opereta cabalgando un imaginario Pegaso que en realidad ni a Rocinante llega.

Es muy frustrante ver lo que sucede en la oposición venezolana. Pero decidí hacer como los estoicos y no amargarme por estas crueles maquinaciones del logos, ajenas a mi control. Tampoco me siento bien imitando a mi querida amiga y enajenándome de toda la política venezolana. Lo que toca en insistir en lo que uno cree correcto. Tal vez no sea interesante, pero es lo único que da paz a mi conciencia. Los invito a hacer otro tanto.

 

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Capriles aludiendo a Guaidó: El plan que había se agotó, la agenda no dio resultado
Criticó las posturas cerradas de los simpatizantes del chavismo y se preguntó si la oposición va a convertirse «en lo mismo» como «un espejo»

El exgobernador de Miranda Henrique Capriles se refirió este 2 de septiembre al futuro de la oposición venezolana y aseguró que «el plan que había se agotó».

«El plan que había se agotó, la agenda que se había presentado al país no dio resultado, se agotó», dijo Capriles en una transmisión por redes sociales en las que no señaló directamente al presidente interino, Juan Guaidó, que ayer desacreditó sus conversaciones con el Ejecutivo a través de Turquía.

Durante su conversación criticó las posturas cerradas de los simpatizantes del chavismo y se preguntó si la oposición va a convertirse «en lo mismo» como «un espejo» y se respondió: «No estoy de acuerdo con eso, quiero un país libre, próspero, democrático».

Por otro lado, Capriles pidió aprovechar la «rendijita» de oportunidad que abren las elecciones parlamentarias porque, aseguró, «la pelea es peleando, no tuiteando» y pidió a la Unión Europea (UE) y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que acudan como observadores.

«Todo lo hacen porque no es un régimen democrático (…) pero, si deja una rendijita, tenemos que meter la mano en esa rendijita y después meter el pie, para que no se cierre la puerta. Nadie hubiese imaginado que fueran a salir presos, quizás hay una rendijita», sostuvo.

Durante casi una hora, en la que no mencionó de forma directa a Guaidó, pidió dejar de «jugar a ser gobierno en internet y criticó que parte de la oposición «parece que quiere mantener un estatus en un sector».

Insistió en que el país no se va a quedar sin opciones y que no se le puede «regalar» al chavismo el Parlamento por no ir a unas elecciones, tal y como ha decidido el grupo opositor liderado por Guaidó.

«Le quiero anunciar al país que no los vamos a dejar sin opciones. No le vamos a regalar a Maduro la Asamblea Nacional ni le vamos a regalar nada. Nos la tendrá que arrebatar», insistió.

El ejemplo polaco

Capriles sostuvo durante su larga intervención que se ha dedicado a estudiar en los últimos años varios procesos de transición en el mundo y señaló que el que pilotó Lech Walesa en Polonia puede ser ejemplo para Venezuela.

«El Partido Comunista de Polonia en esas elecciones (legislativas de 1989) se reservó todos los escaños menos el 30 % y Walesa dijo ‘vamos a pelear por ese 30 %'», lo que llevó al fin del comunismo, recordó el líder opositor venezolano en un paralelismo.

Por otra parte, señaló que «el trabajo de un líder no es decirle a la gente lo que tiene que hacer, es cuidar a su gente», en clara referencia a la insistencia de Guaidó para que los venezolanos se abstengan de participar en las elecciones y acompañar la decisión de su grupo.

«No entiendo por qué tergiversan lo que uno dice, creo que este país tiene bien claro el amor que tengo por él», dijo, después de que la oposición liderada por Guaidó manifestara el rechazo a sus planteamientos y su disposición de reunirse «con quien sea» y emitiera un comunicado en el que criticó esa actitud.

En este sentido, señaló que «en este momento, a la mayoría de los venezolanos no le interesa los problemas de la oposición» o peleas entre líderes, sino tener un país con menos crisis y, además, en esta coyuntura, «la prioridad de la gente es que hay una pandemia, el COVID-19 está disparado y no hemos visto lo peor».

«Aquí el dilema es luchar o no luchar y he decidido luchar, no me voy a quedar de brazos cruzados», añadió antes de recordar que ni siquiera es candidato a las elecciones porque tiene una inhabilitación.

«Pero ese no es el tema, el tema es como esa elección nos permite seguir abriendo caminos en este país», apostilló.

Con información de EFE

Capriles confronta a Guaidó por acusarlo de diálogo individual con Maduro
«Hoy, por mis ‘gestiones personales’, nos sentimos satisfechos de la libertad de 110 presos políticos. Mi único interés es defender a los venezolanos y lograr la libertad de Venezuela. ¡No nos vamos a resignar, así como ningún venezolano lo hará hasta ver el cambio en el país!», dijo el exgobernador de Miranda

El líder opositor venezolano Henrique Capriles respondió a las acusaciones del equipo de Juan Guaidó, que le culpa de haber dialogado «a título personal» con el Gobierno de Nicolás Maduro, y destacó haber logrado el perdón jurídico para 110 detractores del chavismo.

«Hoy, por mis ‘gestiones personales’, nos sentimos satisfechos de la libertad de 110 presos políticos. Mi único interés es defender a los venezolanos y lograr la libertad de Venezuela. ¡No nos vamos a resignar, así como ningún venezolano lo hará hasta ver el cambio en el país!», escribió Capriles en su cuenta de Twitter.

Minutos antes de su tuit, el equipo de Guaidó emitió un comunicado que mostraba su «absoluto desconocimiento a las negociaciones inconsultas realizadas a título personal entre el régimen de Nicolás Maduro y los dirigentes Henrique Capriles y Stalin González» que habían sido adelantadas horas antes por Turquía, país que, asegura la nota, fue mediador entre las partes.

En dicho mensaje, a nombre del «Gobierno interino», formado por Guaidó tras ser reconocido por unos 50 países, dicen que quieren «ser categóricos».

«Estas acciones se hicieron sin conocimiento ni autorización del Gobierno interino, la Asamblea Nacional, nuestros aliados internacionales, ni del acuerdo unitario alcanzado y anunciado por 27 organizaciones políticas que agrupan a las fuerzas democráticas. Por lo tanto, las desconocemos», aseguran.

A primera hora de este martes, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, que visitó Venezuela a mediados de agosto, publicó en su cuenta de Twitter que sigue «con satisfacción la evolución del diálogo positivo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela» que, según afirmó, también fue «debido a los esfuerzos de su país en coordinación con la Unión Europea (UE)».

En el mensaje del equipo de Guaidó no se menciona si entre esos aliados internacionales se encuentra la UE o alguno de los 27 países que lo componen, tal y como asegura Çavusoglu, o apenas sus principales apoyos en el continente americano.

Para Capriles, «es lo normal» 

Tras ese comunicado, Capriles explicó en Twitter que «hablar con un miembro de la comunidad internacional es lo normal cuando crees en la política y en la democracia. Para la muestra un botón».

Ese mensaje lo acompañó de una foto en la que puede verse al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, saludando al mandatario estadounidense, Donald Trump, tras una reunión entre ambos.

«Tengan claro: con chinos, con rusos, con europeos, hablaremos con todo el que sea necesario para sacar a los venezolanos de esta crisis», subrayó Capriles, dos veces candidato presidencial.

Finalmente, añade: «Hay quienes se terminan convirtiendo en lo que critican. Conversar y negociar no es lo mismo, salvo que quieras manipular y mentir».

«No hay negociación entre Turquía y la oposición en Venezuela. Lo que sí corresponde es hablar con todo el que nos acerque a una solución creíble», concluye.

Gobierno interino desconoce negociaciones de Capriles y Stalin González con Maduro
El canciller de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, aseguró este 1 de septiembre que había sostenido una reunión con los dirigentes opositores

El gobierno interino de Juan Guaidó divulgó un comunicado mediante el cual desconoce las negociaciones entre los dirigentes políticos Henrique Capriles y Stalin González con el gobierno de Nicolás Maduro.

El canciller de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, aseguró este 1 de septiembre que había sostenido una reunión con Capriles y González. 

A continuación, reproducimos el comunicado íntegro:

Informamos a los venezolanos y a la comunidad internacional nuestro absoluto desconocimiento a las negociaciones inconsultas realizadas a título personal entre el régimen de Nicolás Maduro y los dirigentes Henrique Capriles y Stalin González.

Dichas negociaciones fueron comunicadas por el canciller del gobierno de Turquía, aliado del régimen de Maduro.

Queremos ser categóricos: estas acciones se hicieron sin conocimiento ni autorización del Gobierno interino, la Asamblea Nacional, nuestros aliados internacionales, ni del acuerdo unitario alcanzado y anunciado por 27 organizaciones políticas que agrupan a las fuerzas democráticas. Por lo tanto, las desconocemos.

Son públicos y notorios los diversos esfuerzos de mediación en búsqueda de soluciones políticas y condiciones electorales de los que hemos sido parte, pero jamás estaremos dispuestos a aceptar acuerdos electorales que no permitan la verdadera expresión de la voluntad del pueblo.

Hacemos un llamado público a trabajar juntos en torno a la Asamblea Nacional, el Gobierno interino, a la Unidad y a no convalidar el fraude electoral de la dictadura. La lucha es por la libertad y verdaderas elecciones justas, libres y verificables.

Dejamos claro una vez más que estas negociaciones emprendidas de manera individual no representan ni comprometen en forma alguna a la Asamblea Nacional, el Gobierno interino, ni las fuerzas democráticas de la unidad.

Así mismo, reafirmamos la decisión de no participar en el fraude y luchar por las condiciones electorales necesarias que fueron aprobadas por la Asamblea Nacional.

No al fraude, sí a la unidad: elecciones presidenciales y parlamentarias libres.

En 5 puntos: Capriles responde al pacto unitario propuesto por Guaidó
Capriles considera que los venezolanos esperan seguir una ruta que les dé soluciones reales y posibles frente a la crisis

Henrique Capriles, exgobernador del estado Miranda, se pronunció este domingo, 23 de agosto, en torno al pacto unitario propuesto por el presidente encargado Juan Guaidó.

A través de Twitter, Capriles publicó un comunicado donde manifestó que la unidad «no es un fin, sino apenas un medio para lograr los cambios».

Según el opositor, un pacto unitario debe trabajarse junto al pueblo, especialmente «con las grandes mayorías que sufren los embates de la pobreza, hoy en los niveles más altos de Latinoamérica».

«Los venezolanos claman por una unidad que sea capaz de atender sus verdaderos problemas, esos que están todos los días en las calles de nuestro país, y no solo reunirnos a nuestros líderes nacionales en un mismo salón y decir que con eso ya la unidad ha sido conquistada», consideró.

 

Ahora que se habla de establecer una nueva ruta política, en torno al pacto unitario de Guaidó, Capriles enfatizó en los siguientes cinco puntos:

Tomar la ruta de escuchar a la gente

Capriles consideró que esta es la manera de lograr proponer al país medidas concretas, realistas y posibles, así como también verdaderas opciones para salir de la crisis.

No acepta rutas que impliquen más sacrificios

A juicio de Capriles, la falta de gasolina no afecta a personeros del gobierno, sino al propio pueblo que sufre por acceder a este servicio. «No tapemos el sol con un dedo», sentenció.

También consideró que las personas adineradas siempre logran resolver, pero el pueblo es el más afectado por la dinámica de «ensayo y error» de quienes, según él, tienen como prioridad su propio beneficio.

Usar los recursos en el exterior de forma transparente

Capriles señaló que todos esos recursos pertenecen los venezolanos, por lo cual a ellos es precisamente a quienes deben ir dirigidos. 

«Sé muy bien que eso no resuelve el problema, pero también sé que el dinero existe y que en mucho ayuda a cada familia. No solo para sobrevivir, sino para quitarse de encima la extorsión hambreadora del régimen», manifestó.

Al servicio de las grandes mayorías

Al asegurar que esa siempre ha sido su única ruta, Capriles considera que los venezolanos esperan seguir una ruta que les dé soluciones reales y posibles frente a la crisis.

Además, recalcó el «desafío» que vendrá en enero del 2021, cuando culmina el período constitucional de la Asamblea Nacional que hoy día preside Guaidó.

Nada más poderoso que la verdad

Como líder político, Capriles señala que no se puede llenar de «fantasías» a los ciudadanos, pues a su juicio eso genera más «frustración y desconfianza».

«Nosotros no somos gobierno ni estamos en el gobierno. Estamos en la oposición y queremos un cambio por la voluntad del pueblo venezolano», sentenció el opositor.