guerra económica archivos - Página 5 de 18 - Runrun

guerra económica

La vía más rápida para el cambio político por Ángel Oropeza

rapido

 

Hay cosas que es necesario recordar con frecuencia, para evitar caer en errores de costosos resultados. Y una de ellas es que las crisis económicas, por sí solas, no tumban gobiernos. Para que esto último ocurra, se necesita la conjunción de dos elementos: que la población perciba de manera inequívoca que el gobierno –y nadie más– es responsable de sus desgracias, y que además identifique una opción política creíble y alternativa a la cual arrimar sus afectos y apoyos.

El gobierno, conocedor de ambas cosas, ha preparado una estrategia que no tiene que ver para nada con la solución de la crisis sino con la asignación perceptual de responsabilidades sobre ella. Y la ha llamado pomposamente “Plan de emergencia económica nacional”.

Esta iniciativa ya fue anunciada en el primer encadenamiento nacional de radio y televisión de Maduro. (Por cierto, no deja de ser lamentable que mientras en el resto del mundo las cadenas se usen solo para amarrar a algunos animales, aquí se usen para los venezolanos). En la práctica, la declaratoria de emergencia económica no significa otra cosa que mayores dificultades para todo el que no sea gobierno de acceder a recursos que por derecho les corresponden, a disponer de divisas preferenciales, a que les sean reconocidas y honradas deudas a personas y empresas, y para exculpar al madurocabellismo de cumplir con las obligaciones básicas que se derivan de su condición de “todavía gobierno”.

Pero el papel principal de esta nueva excusa, pariente cercana de aquella payasada llamada “la guerra económica”, es fundamentalmente perceptivo y comunicacional. El gobierno aspira con este nuevo invento a responsabilizar a la Asamblea Nacional del inminente y seguro agravamiento de la crisis, bien sea porque ella no comparta o se oponga a las “medidas” oficialistas para supuestamente enfrentarla, o porque no deje gobernar al Ejecutivo, que tiene que estar todo el tiempo defendiéndose de los “ataques conspirativos” de la oposición. Lo cierto es que el juego político del gobierno en los próximos meses será hacer creer que la oposición es responsable de las penurias de los venezolanos, y confiar en que ella puede perder su apoyo popular gracias precisamente al empeoramiento de la crisis económica.

Frente a esto, nuestros diputados de la MUD tienen entre sus retos más prioritarios y urgentes el modelar para el país el tipo de gobierno que en la práctica significaría el cambio. ¿Y cómo lograr eso sin las facilidades y funciones que no tiene, porque son exclusivas del Ejecutivo? Pues, inundando al gobierno y al país de propuestas y proyectos en materia económica y social, novedosas, atrevidas y eficientes, que sean verdaderas alternativas para darle poder al pueblo, para destrabar la economía, para reducir el sufrimiento diario de los venezolanos y para revertir la expropiación de los derechos y bienes de los ciudadanos hacia unos pocos privilegiados.

Mientras más sensatas y orientadas hacia la gente sean estas propuestas, más las rechazará el oficialismo gobernante, preso como está de sus intereses ideológicos y mafiosos, lo cual aumentará su desprestigio popular. Al negarse a aceptarlas, y mucho menos llevarlas a la práctica, quedarán más en evidencia como los únicos responsables de la tragedia cotidiana que padecen los venezolanos.

Si nuestros diputados evitan inteligentemente caer en el juego de desgastarse peleando con el madurocabellismo decadente, y se dedican –como lo hicieron en la inolvidable y exitosa campaña  electoral– a hablarle al país y a modelar frente a este el tipo de sociedad que propugna el modelo alternativo de la MUD, estaremos optando por la vía más rápida y más segura de lograr el tan ansiado y urgente cambio político a favor de los venezolanos más necesitados.

 

@AngelOropeza182

El Nacional

14 ideas perturbadoras de Luis Salas, nuevo ministro de Economía

ministro luis salas y maduro

Luis Salas es el nuevo ministro de Economía y Vicepresidente del Área Económica. El presidente de la República lo presentó anoche al país: “Luis Salas, joven profesor universitario, de 39 años, se graduó en la Universidad Central de Venezuela, luego estudió un magister en Chile, es director, fundador del Centro de Economía Política de la Universidad Bolivariana de Venezuela, profesor titular de economía política, docente, investigador».

En diciembre pasado Salas fue unos de los coordinadores del congreso económico del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).  Nicolás Maduro anoche también destacó que es una persona que “ha estudiado a mayor profundidad los fenómenos del rentismo y su agotamiento, y los fenómenos de la guerra económica”.

Aunque hasta ayer no era una figura conocida por la opinión pública, entre los economistas su nombramiento disparó las alarmas porque le han hecho seguimiento a sus opiniones y a sus escritos publicados en su blog (https://surversion.wordpress.com/) y en el portal aporrea.org.

Salas es un convencido de la “guerra económica”, defensor acérrimo del control de cambio y de los controles de precios, crítico feroz contra la clase empresarial venezolana y sus organizaciones gremiales, convencido de la participación estatal en la actividad económica y señala a la tasa de ganancia de los empresarios como causante de la inflación.

Entre sus publicaciones más polémicas destaca una: “22 claves para entender y combatir la guerra económica”, editada el año pasado por la editorial estatal El Perro y la Rana. ¿Qué piensa el nuevo ministro de economía?

De la guerra económica

“La guerra económica es la reacción del sistema capitalista para conjurar el germen socialista que lo amenaza”.

“El fin último de la guerra económica emprendida por la burguesía parásita es la consolidación de las condiciones sociales de reproducción y explotación de los grupos concentrados, transnacionalizados, mafiosos y especulativos sobre la sociedad, lo cual pasa por la derrota del Gobierno, pero también por el aplastamiento de cualquier iniciativa popular y ciudadana de oponérsele”.

De la inflación

“La inflación no existe en la vida real, esto es, cuando una persona va a un local y se encuentra con que los precios han aumentado, no está en presencia de una “inflación”. En realidad, lo que tiene al frente es justamente eso: un aumento de los precios, problema del cual la inflación en cuanto teoría y sentido común dominante se presenta como la única explicación posible, cuando en verdad es tan solo una y no la mejor. Se presenta como la única posible porque es la explicación del sector dominante de la economía, en razón de la cual se la impone al resto”.

“La inflación es el correlato económico del fascismo político (…) No tiene mucho sentido seguir hablando de “inflación y escasez” cuando de lo que estamos hablando es de especulación, usura y acaparamiento”.

¿Y quién causa la inflación?

“La inflación no es una distorsión de los mercados. Es una operación de transferencia de los ingresos y de la riqueza social desde un(os) sector(res) de la población hacia otro(s) por la vía del aumento de los precios. En lo fundamental, esta transferencia se produce desde los asalariados hacia los empresarios, pero también desde una fracción del empresariado hacia otra fracción de los mismos. O dicho de manera más clara: en la inflación se expresa la lucha de fracciones o sectores empresariales (en especial los más concentrados) por incrementar sus ganancias a costa del salario de los trabajadores (es decir, de la mayoría de la población), pero también con cargo a las ganancias de otros sectores empresariales, en especial los pequeños, medianos y menos concentrados”.

El Gobierno no es responsable de la inflación

“En nuestro caso, el mal diagnóstico comienza cuando se habla de “inflación” para referirse al problema de los altos precios de los bienes y servicios. Y sigue cuando se afirma que este problema es causado por la intervención del Estado –bien, controlando los precios; bien, aumentando unilateralmente los salarios; bien, subsidiando los productos; o bien, emitiendo dinero para aumentar ficticiamente la demanda (el clásico tema del Estado populista que “regala” el dinero a los pobres a través de becas, etc.) en medio de una realidad que sería armónica de no mediar tal intervención–.”

La ley de la oferta y la demanda no existe

“Lo que quiero decir es que en una situación de escasez –real o ficticia, accidental o provocada– o donde la demanda de la población está muy por encima de la capacidad de satisfacerla, bien por la producción interna o bien por las importaciones, no supone de suyo que los precios aumenten. Los precios aumentan no por la escasez en sí misma, sino por las relaciones en medio de las cuales se produce, que en el caso de las economías capitalistas están mediadas por el afán de lucro individual a través de la explotación del otro: el egoísmo, tal y como lo llamó bien temprano Adam Smith, o la “maximización de los beneficios”, tal y como lo dirían más tarde elegantemente los utilitaristas y neoclásicos».

Sí al control de precios

“Si el control de precios no funciona o tiene fallas, hay que mejorarlo, pero no quitarlo, pues quitarlo no soluciona el problema. Si el Estado no controla los precios, los precios seguirán siendo controlados y nunca existirán mercados perfectamente equilibrados por la “mano invisible” del mercado.”

Pero…

“El control de precios por sí solo no elimina el problema de la inflación. Es necesario, pero no suficiente, y de hecho puede agravarlo si no se toman medidas complementarias a nivel de la producción (aumentar la oferta de bienes y servicios producidos y ofertados), así como cambiar las relaciones de producción, para evitar que la acumulación y la ganancia sigan determinando las relaciones entre las personas».

La clase empresarial, un “tumor económico”

“La clase “empresarial” venezolana es una clase vividora y malcriada que a lo largo del tiempo se convirtió en un tumor económico que vive y subsiste de la renta petrolera y la expoliación del salario de los trabajadores y trabajadoras a través de la especulación”.

Fedecámaras, padre del capitalismo criollo

“El capitalismo rentista importador y corrupto no es un invento del chavismo, como ahora se nos hace ver alegremente: es el modelo y legado histórico de Fedecámaras, nacida en 1943 como una mutación de las oligarcas cámaras de comercio del país (que son el poder real, no visible al menos desde la República oligárquica de 1830 que derrotó a Bolívar, dividió la Gran Colombia, asesinó a Zamora e instauró el gobierno de las casas comerciales) para conspirar de manos de los adecos, las petroleras y los militares reaccionarios contra el gobierno de Medina y su plan de hacer un desarrollo capitalista “normal” con una burguesía nacionalista, productiva y reproductiva, es decir, no parasitaria”.

Los gremios empresariales como la «burguesía parasitaria»

“El papel histórico de todas estas gremiales de la burguesía parasitaria ha sido precisamente frustrar dicha posibilidad (sembrar el petróleo), acrecentar la dependencia, maximizar el expolio y la desigualdad empobreciendo a las grandes mayorías en provecho de sus agremiados.”

La “V República” mejor que la “IV República”

“La Venezuela que recibió el presidente Chávez fue la Venezuela hipotecada y saqueada por Fedecámaras, la Venezuela de la precarización laboral, de las privatizaciones, del barril de petróleo a 8 dólares y fiado para los gringos, del 60% de pobreza, 20% de desempleo, dos millones de analfabetas, 21% de desnutrición y un largo etcétera. En cambio, en la Venezuela que nos legó el comandante Chávez, la precarización laboral ya no existe, así como tampoco el analfabetismo, las privatizaciones no solo fueron detenidas sino revertidas, la pobreza está por debajo del 20% y la extrema en 5%, el desempleo por debajo de 7%, la desigualdad es una de las más bajas del planeta, la tasa de escolaridad una de las más altas y un etcétera aún más largo.”

Sí a la “banca comunal”

“Sustituir la acumulación individual y la explotación como principio organizador de lo económico y social por un modelo productivo basado en la lógica de lo común; lo cual por cierto también incluye la creación de un novedoso sistema bancario, financiero y de intermediación distinto al privado, pero también público, que debería erigirse a partir de la experiencia de la banca comunal, con un doble propósito: por una parte, financiar y reproducir el “socialismo productivo”; y por la otra, reducir y –a largo plazo evitar– que la renta petrolera, el presupuesto público en general y los propios recursos “hechos en socialismo” sigan drenando el capital financiero y comercial, aumentando las condiciones de desigualdad, atrofia y concentración que caracterizan nuestra economía y, por tanto, nuestra sociedad”.

 

Un fracaso llamado Maduro por José Vicente Carrasquero

NicolásMaduroGPP

 

Me encuentro entre los que todavía se preguntan en qué estaba pensando Chávez cuando designó a Maduro como su sucesor antes de su último viaje a La Habana. Se me ocurre que como optimista impenitente que era, creyó que esa designación no haría falta porque saldría victorioso de la que terminó siendo la última batalla de su vida. Si no fuese eso, decidió vengarse de los venezolanos dejando a cargo a lo más incapaz que podía encontrar entre sus fieles seguidores.

Maduro me hace recordar las sesudas charlas de Mikel De Viana, S.J. hablando de la cultura política del venezolano y sus valores. Nicolás es un individuo con un claro locus de control externo, es decir la percepción de que los eventos ocurren como resultado del azar, el destino, la suerte o el poder y decisiones de otros. No hemos visto al presidente asumir su responsabilidad en ningún momento desde que obtuvo un cargo para el cual no tiene la más mínima preparación.

Como muestra un botón. El desastre económico sin precedentes que estamos viviendo los venezolanos es achacado por el inquilino de Miraflores a una supuesta guerra económica diseñada y puesta en escena por una multiplicidad de actores que según Maduro quieren ver arruinado el país. Es como si en un trasatlántico una parte de los pasajeros se pusieran de acuerdo para hundir el barco aún a costa de sus propias vidas. Este argumento presidencial no resiste el más mínimo examen de veracidad. Termina siendo un mal chiste para evadir explicar a dónde fue a parar la mayor de las bonanzas petroleras de toda nuestra historia. En todo caso, una manera de decir que la culpa no es de él. Que no estaba ahí cuando eso pasó. Que estaba comprando kerosene…

Ante la rotunda y trepidante derrota electoral, Maduro no ha hecho otra cosa que culpar al universo. Desde un fraude hasta un golpe electoral han sido acusados con tal de no asumir la propia incompetencia. Para evadir la responsabilidad que le toca en el despilfarro de un capital político que en su momento lucía lo suficientemente sólido como para mantenerse en el poder y poner en efecto las medidas necesarias para no llegar a este desastre que nos acogota el alma.

Hablaba De Viana de esos venezolanos que tenían un rancho en la cabeza independientemente de su condición social. Que entendían el país de una forma primitiva. Que asumían que el Estado es el que tiene que tener el control de todo lo que pasa en el país. Independientemente de que quienes controlan los hilos del poder no sean capaces de cuidar de sí mismos y sus acciones.

Maduro asume que el venezolano debe depender de las dádivas que él tenga a bien concederle. En una actitud arcaica, concibe al pueblo como un colectivo de indigentes que le deben la vida al Estado todopoderoso y que es a través de sus favores que ese pueblo puede tener acceso a bienes básicos e incluso comida. Concibe un contingente humano que debe ser agradecido con esos favores y de vuelta debe garantizar mediante el voto su permanencia eterna en el poder.

Esa concepción pobre, limitada del venezolano no es exclusiva de Maduro. Ya la vivimos varias veces en el pasado. En solo dos momentos de los últimos treinta y dos años, los políticos se vieron compelidos a dejar que los venezolanos se valieran por sí mismos. Me refiero a los levantamientos de los controles de cambio en 1989 y 1997. Dejar que la economía fluyera entre los venezolanos sin que la mano entrometida y torpe del Estado frenara el desarrollo al que se puede llegar cuando se deja que la sociedad disfrute de una economía de mercado.

Al momento de escribir este artículo, solo Cuba y Venezuela tienen un control de cambio. Ambos por razones meramente políticas. Así lo reconoció, sin inmutarse, Aristóbulo Isturiz cuando declaró que si quitaban esa restricción económica los tumbaban. Excusa por demás ridícula y que solo se comprende desde la visión anquilosada de país que tiene la vieja política a la que el gobernador de Anzoátegui pertenece.

Maduro fracasó cuando no supo anticipar el momento que estamos viviendo. Desde principios de esta década se venía hablando del crecimiento de la producción de petróleo a nivel mundial. Típico de momentos de altos precios que invitan a la inversión en la industria, cosa que por cierto, Chávez y Maduro no hicieron y por eso ahora pagamos las consecuencias.

Al asumir Maduro, ya se sabía que los precios del petróleo se derrumbarían en menos de dos años. Se sabía que el gobierno de Chávez había endeudado de tal manera el país, que se requerirían mucho de los ingresos por petróleo para pagar deuda y sus intereses. Se sabía que gracias a la criminal política de expropiar y perseguir empresarios tendríamos que importar más. Se sabía que las expectativas de la población eran crecientes.

Maduro ante la cercanía de las elecciones prefirió jugar a la parálisis. A extremar el desgaste pensando que el costo de tomar medidas era mayor que no tomarlas. La realidad le ha enrostrado su fracaso. En su suprema incapacidad y asesorado por unos cubanos que no terminan de entender el alma libertaria de los venezolanos, pensó que la sola memoria del comandante eterno era suficiente para que la gente, con hambre y sin empleo, con Maduro se resteara.

Hay que ser muy inocente para pensar que la gente puede poner la imagen de una persona fallecida por encima de un bebé que llora de cólicos porque toma lo que se consiga y no la leche para niños que se recomienda. La realidad es que el venezolano veló por su familia, por su futuro, por una Venezuela de libertades.

El fracaso de Maduro se puede observar desde cualquier indicador de gestión que se elija o desde la perspectiva política que tenga el amable lector elegir. Un fracaso que nos duele profundo en el alma. Un fracaso que nos pone al nivel de los países más pobres del planeta y junto con Haití a la cola de América Latina.

El venezolano asumió en primera persona el reto de cambiar la situación y votó en contra de este desastre que estamos viviendo. Solo espero que quienes vienen a relevar a esta desastrosa clase política tenga una mente guiada por la modernidad y no un rancho en la cabeza.

Bye Maduro! Se te recordará como el castigo que Venezuela no debió sufrir.

@botellazo

MUD: Tenemos la responsabilidad de enfrentar con éxito el complejo 2016

jesustorrealba_efe_w6379

 

El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba, afirmó hoy que Venezuela necesita urgentemente un «cambio en positivo», pues a su juicio el año 2016 será muy complejo.

«Venezuela necesita urgentemente cambio, cambio en positivo, cambio para todos, entonces asumamos que esa es la perspectiva de 2016, la construcción de ese cambio necesario, ¿cómo?, de manera impecablemente democrática, electoral, pacífica, constitucional, como acabamos de ganar», dijo Torrealba en su programa La Fuerza es la Unión, en la emisora privada RCR.

El vocero de la MUD se refirió así a las legislativas del pasado 6 de diciembre en las que la oposición obtuvo 112 diputados frente a los 55 del chavismo, lo que representa una mayoría calificada de dos tercios de la Asamblea Nacional.

«Avancemos porque lo que viene es muy complejo y tenemos, como venezolanos, la responsabilidad de enfrentar ese futuro y solventarlo con éxito», dijo Torralba.

El representante de la coalición opositora reiteró que el año 2016 y los siguientes serán muy complejos y acusó al gobierno de destruir el aparato productivo venezolano.

«Ahora Venezuela depende de una única exportación, el petróleo y los precios del petróleo se fueron al carrizo, cayeron de manera abrupta», dijo.

Hoy, el precio del barril de petróleo llegó a 29,17 dólares, su nivel más bajo en más de once años.

Torrealba señaló que en vista de este escenario de crisis, al que se suma el hecho de que hay una severa escasez de productos básicos y medicamentos, el gobierno de Nicolás Maduro debería estar convocando a todos los sectores productivos del país para hacer un amplio acuerdo nacional que trabaje en soluciones.

«En lugar de eso, tenemos a unos irresponsables, insultando a media humanidad, insultando al país, insultando a todo aquel que no esté de acuerdo con ellos y últimamente, insultando incluso a sus propios partidarios, les dicen ahora traidores porque los chavistas de base se negaron a votar por Maduro y sus candidatos», afirmó.

Tras la derrota sufrida en las legislativas, voceros oficialistas han acusado a la oposición de hacer fraude y han solicitado a la Fiscalía y al Consejo Nacional Electoral iniciar una investigación.

El jefe de Estado ha achacado la derrota a una supuesta «guerra económica» emprendida por la empresa privada y la oposición, que opera acaparando los productos para generar escasez y aumentando los precios de los artículos para «inducir» una alta inflación.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la economía de Venezuela se contraerá un 7,1 % este año y un 7 % en 2016.

 

Carta anticipada al Niño Jesús por Eduardo Semtei

cartaNJ

 

Querido Niño Jesús. Bendición. Todos sabemos que tú naciste el 24 pero, que Dios, tu papá, por cierto, nos perdone. Nosotros de ahora en adelante diremos que el M-6D (el Milagro del 6 de diciembre) es una fecha religiosa para nosotros.

Claro que el 24 es más mejor; más teológica, romana, católica y apostólica, pero el 6, el 6, el 6 es requetebuena. No sabemos si ustedes allá en el Cielo metieron la mano en estos asuntos electorales. Yo no lo dudo. Pero de todos modos los millones y millonas de velas que prendieron los venezolanos pidiendo un milagro para salir de la pesadilla se cumplieron.

Aunque viéndolo bien, le diste hasta con el tobo a las huestes del Psiquiatra del Mal en Caracas y al Malandro de Aragua. Yo no recuerdo exactamente pero al Capitán del Abuso le devolvieron el mazazo en pleno rostro y al Presidente le recordaron el chiste malísimo del ñame o del ocumo. Los volviste polvo cósmico.

De la tierra vienes y en tierra te convertirás fue la frase que acuñaste en los corazones de los que sufren, de los desventurados y de los que hacen esas mamarras de colas para comprar harina, aceite y toallas femeninas. Pero todavía les falta. Y entonces los bichitos dicen que si fue el imperialismo, que si fue la guerra económica, que si fue la emboscada mediática internacional, que si fue el engaño, el patatín, que si patatán. Que ahora no te voy a dar casas. Ya es un clamor popular: No volverán.

Cilia dijo que ni de vaina se aparecía por la Asamblea no fuera que Lilian Tintori le diera una pescozada. Elías Jaua tampoco se va a incorporar porque le tiene un miedo arrechísimo a Pizarro que, por cierto, es de su peso y tamaño. Haiman el Troudi menos que menos se va a aparecer por la Asamblea Nacional, pues cazó una apuesta con Ismael García y no piensa pagarla. ¡Ay Señor de la montaña!

En cuanto se refiere al capitán Cabello, ese, ese ni de vaina se asoma. Por cierto, le traspasó el micrófono de la Cámara al Che venezolano, los asientos y curules al grupo de Payasitas Rojas Rojitas, los carros de la Asamblea al Sindicato Único de Taxistas “Tírame Algo” las pocetas a la Sociedad Cooperativa “Defecadores de los Llanos”, ANTV se la cedió al Grupo de Apoyo Táctico de Ofendedores y Groseros Televisivos, los jardines del Palacio los dio en concesión al colectivo “Me sacaste la Piedrita”, los urinarios al consejo comunal “Patria o muerte, orinaremos” y el mazo, ay el mazo, mejor me callo. Está resguardado en un lugar seguro.

La “Exótica Belleza Roja” de Jacqueline Farías quedó como presidenta honoraria de la Organización Continental de las Colas Sabrosas y miembra especial del grupo táctico “Yo soy el Dedo de Chávez”. Por su parte el Potro y su Potra andan sin sombrero, sin silla, sin cincha ni gurupera. Al economista sabio de Jesús Farías lo devolvieron para la Universidad Central de Venezuela, a la Escuela de Economía, pues se descubrió que tenía aplazadas las materias Economía Monetaria I y II, Política Económica IV y Limpieza y Aseo Personal.

Niño Jesús, uno de verdad no sabe cómo tratarte, si como un niño, o como un adulto, o como Dios mismo. Es un enredo. Pero igual te pido de todo corazón que termines la tarea de darles a los venezolanos un futuro mejor. Empiezo mi lista de deseos: que el gobierno entienda que perdió las elecciones. Que Tarek William Saab no siga diciendo bobadas y necedades y que se quite esos tatuajes que hacen que uno piense cosas malas. Que el CNE ofrezca las cifras minuto a minuto como lo hace el resto de la humanidad y que Tiby se cure y viva muchos años para que vea pronto un CNE decente. Que el dólar baje por lo menos a 300 bolívares. Que se acaben las colas y llegue el abastecimiento como era siempre en Venezuela. Que no haya tanto malandro y las universidades recobren el brillo, la independencia y la autonomía que se merecen. Que el Banco Central dé las cifras de la economía aunque sean feas. Que los militares no sigan con esa saludadera psicótica diciendo que Chávez vive cuando es evidente que Chávez falleció de cáncer. Que se acabe la regaladera de petróleo para comprar votos y que el Chulo Premier de Cuba no nos siga estafando. Que Internet suba la velocidad. Que aparezcan cauchos, repuestos y baterías. Que desarmen a los colectivos y, como ruega Claudio Nazoa, que bajen el precio de la caña.

 

@eduardo_semtei

El Nacional

 

Ante escasez de toallas sanitarias, gobierno venezolano propone talleres para confeccionarlas

TSS

 

La viceministra de la Mujer, Yekuana Martínez, informó que el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer) dicta talleres de confección de toallas sanitarias femeninas de tela.

Estos talleres se realizan para dar la “batalla contra la guerra económica”, que según el gobierno del presidente Nicolás Maduro, es culpable de la crisis que vive el país.

Las toallas sanitarias femeninas también forman parte de la larga lista de productos que escasean en Venezuela, pero que pueden ser conseguidas por los revendedores hasta con 400% más de su precio regulado.

 

La Guerra económica por José Toro Hardy

economíavenezolana4

 

Con su acostumbrada estrategia de echarle a otros la culpa de todo lo que provocan sus absurdas políticas económicas, el sector oficial sostiene que la derecha, los pelucones, el imperio y los escuálidos le han decretado una «guerra económica» al pueblo y que esa es la causa de la escasez, la inflación, la devaluación en el paralelo, el contrabando de extracción y de prácticamente todos los males a azotan actualmente a nuestra pobre Venezuela.

Me voy a referir a una cadena de sucesos que ocurren a partir de algunas decisiones gubernamentales. En este caso analizaré lo que ocurre cuando el gobierno impone por vía de decreto lo que denomina un «precio justo».

En primer lugar, al desestimular a quienes estén dispuestos a invertir, nadie contratará trabajadores y los niveles de producción comenzarán a reducirse. El resultado será una escasez inducida y un desempleo en cascada.

Veamos un ejemplo cualquiera:

Una ama de casa va a comprar una bolsa de detergente y se escandaliza o porque no lo consigue o por su precio, a pesar de que el gobierno ha regulado el precio e incluso el costo de producir la bolsa de detergente.

El gobierno desarticuló el proceso productivo. Y de paso, si el productor requería de materias primas importadas y no obtuvo los dólares, se verá obligado a disminuir -si es que no a interrumpir- la producción del detergente.

Tratemos de analizar qué logró el gobierno con su acción:

1º Produjo una escasez inducida del detergente, obligando al empresario a disminuir sus niveles de producción y generando colas y malestar en la población.

2° Al bajar la producción el empresario ya no necesita tantos trabajadores. Para nivelar el flujo de caja de la empresa se ve en la necesidad de despedir a algunos de ellos; sin embargo, no puede hacerlo porque existe un decreto de inamovilidad laboral.

3º Aún sabiendo que existe un mercado insatisfecho que le permitiría realizar una utilidad, el empresario abandona sus planes de expansión con lo cual numerosos trabajadores se quedan sin oportunidades de empleo, lo cual se extiende a las empresas que le hubieran podido vender materias primas.

4º Como la naturaleza humana es por definición maximizadora, siempre habrá quien esté dispuesto a comprar el detergente que consiga para acapararlo y después venderlo a mayor precio. Nacen así el mercado negro y las figuras del bachaquero, acaparador y del especulador, que no podrían existir en un mercado bien abastecido.

5º Adicionalmente, dados los desequilibrios macroeconómicos que padece el país, los controles que impuso el gobierno conducen a que aquí existan precios artificialmente más bajos que los del país vecino. Hace su aparición el contrabando de extracción.

6º Dado que tanto el acaparamiento, la especulación, el mercado negro y el contrabando son figuras penadas por la ley, no cualquier mortal se atreve a hacerlo. Se requiere la iniciativa o la protección de algunas autoridades para minimizar los riesgos. Estalla así la corrupción y el tráfico de influencia en los más variados niveles de la administración pública, incluyendo los militares.

7º El empresario -posiblemente una transnacional- se vio obligado a disminuir su producción de detergente y además se vio afectado por otro problema que arrastra desde hace varios años: No ha podido repatriar dividendos porque existe un control de cambio que se lo impide. Tampoco pudo pagar sus deudas con proveedores extranjeros. Bajo estas adversas condiciones provocadas por políticas publicas dogmáticas o ignorantes, la empresa a la cual nos referimos termina por cerrar su fábrica esperando por mejores tiempos.

8º Reaccionando frente a esa decisión, el gobierno se apodera de la fábrica que está a punto de cerrar sus operaciones, con lo cual la seguridad jurídica del país queda en entredicho, desestimulando cualquier potencial nueva inversión.

9º Para aumentar sus ingresos fiscales y cubrir su déficit, el gobierno opta entonces por transformar los dólares que obtiene del petróleo en mayor número de bolívares. Hace su aparición la devaluación.

 

Mientras tanto, nuestra ama de casa sigue sin conseguir el detergente y si lo consigue es a unos precios astronómicos. Cabe preguntarse ¿por qué sube el precio del detergente? ¿Es acaso culpa de especuladores?

La respuesta es un rotundo ¡NO! La responsabilidad de que suban los precios es del gobierno. Para poder financiar su déficit le pidió al Banco Central que imprimiera más bolívares. El dinero así obtenido es profundamente inflacionario (High power currency). Crece la masa monetaria sin que crezca la producción de bienes y servicios. Existe en el sistema una cantidad de bolívares cada vez mayor tratando de comprar una cantidad de bienes cada vez menor. Hace su aparición la inflación.

Estamos, pues, ante un problema que tiene muchas facetas. En lugar de atacar aquellas que le competen, como sería frenar el gasto público y controlar el nivel de circulante, el gobierno pretende imponer a troche y moche todo tipo de controles al sector privado que no hacen sino empeorar la situación. El verdadero culpable no es otro que el gobierno que, como de costumbre, pretende achacarle la culpa a otros.

Un país en el que exista control de cambios, control de precios, inflexibilidad laboral, déficit fiscal, emisión de dinero inorgánico e inseguridad jurídica es un país condenado al empobrecimiento.

Mi conclusión es que en Venezuela existe efectivamente una «guerra económica». Pero se trata de una guerra que ha sido declarada por el dogmatismo y la ignorancia oficial.

 

@josetorohardy

pepetoroh@gmail.com

 

 

Crearán comisión presidencial para sustituir importaciones

Captura de pantalla 2015-08-02 a las 9.15.36

El presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el  sábado primero de agosto de 2015 la creación de una comisión de alto nivel de carácter presidencial, que esté conformada por las principales industrias del Estado, para ir a la definición de un plan de acción para impactar sobre la guerra económica emprendida por la derecha y sustituir importaciones.

«Es muy importante compañeros avanzar en la definición teórica, científica, tecnológica y práctica de nuestro modelo económico y romper la dependencia con tecnología que a veces trancan el juego sin necesidad», instó Maduro durante una jornada de trabajo realizada en el campo Morichal, entre los estados Anzoátegui y Monagas, transmitida en cadena de radio y televisión.

Maduro llamó al vicepresidente para el Área Económica, Rodolfo Marcos Torres y al Vicepresidente para la Planificación y el Conocimiento, Ricardo Menéndez, al trabajo conjunto con las empresas Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Sidor, Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (Cantv), la industria del aluminio, así como a la Federación de Industriales, pequeños, medianos y artesanos de Venezuela (Fedeindustria) en elaboración de propuestas de acción que vayan en contra de la dependencia «parasitaria que nos impusieron que todo lo que necesitamos viene de afuera».

Sectores de la derecha nacional han emprendido una guerra económica en contra del pueblo venezolano, con el acaparamiento, contrabando y especulación de alimentos, así como de insumos necesarios para el buen funcionamiento de la industria automotriz y mecánica, necesaria para impulsar la producción.

Es por esto que el Jefe de Estado propuso actuar por sectores económicos y por las regiones del país, para abordar las necesidades de cada estado.

«El patrimonio de conocimiento acumulado en nuestras industriaras de puntas se pierde de vista. Lo que se trata es de integrar, de crear un modelo de planificación y pasar inmediatamente a victorias tempranas demostrando como podemos sustituir tempranamente cosas que podemos hacer acá»