General Import archivos - Runrun

General Import

En General Import los juguetes “vuelan” en diez minutos

@AdrianitaN

SON INNUMERABLES LAS COSAS que pueden suceder en diez minutos. En esta cantidad de tiempo decenas de venezolanos estarán naciendo; se habrá nombrado en Venezolana de Televisión (VTV), al menos, dos veces al presidente fallecido Hugo Chávez y de los 600 segundos que representan uno, aproximadamente, habrá sido ocupado por una cadena de radio y televisión. En diez minutos también nace, vive y muere el bululú en una juguetería a la cual llegan los juguetes regulados en el marco del plan “Navidades Felices”.

Minuto 1: Todo está en calma. Las telarañas y los disfraces de la Noche de Brujas se mezclan con unos tímidos Santa Claus que empiezan a asomarse en los estantes, a pesar de que apenas está empezando noviembre. Del otro lado de la tienda, el de los juguetes, precavidos padres y madres buscan los presentes que regalarán a sus hijos en esta Navidad.

Minuto 2: Los trabajadores de esta tienda son muy jóvenes; se miran, cuchichean, cómplices, como quien guarda un secreto amargo. El que parece ser el más experimentado refresca el plan, ya sabe lo que cada uno tiene que hacer ante esta situación, que tiene sabor al “Dakazo” de hace un año. Los cuchicheos se contagian a los compradores. “¿Será que ya los van a sacar?”, increpa una señora al aire desde el pasillo donde están exhibidas, por montones, las Bellinas, alternativa china a la famosa muñeca de Mattel. “Ni idea, pero mejor irse poniendo cerca”, le responde otra. Los movimientos de los vendedores se hacen evidentes cuando clausuran uno de los extremos del pasillo 3 con una cinta azul.

Minuto 3: Como quien no quiere la cosa, con el mayor disimulo posible, el más fortachón del equipo de veinteañeros trata de llevar una caja repleta de muñecas Barbies desde el depósito hasta los estantes del tercer pasillo. Pero las señoras, atentas a cualquier señal, saltan a su paso. “¿Qué llevas ahí?”, le preguntan. El muchacho, entre dudoso y asustado, responde: “Nada, señora, las Barbies reguladas”.

Minuto 4: Detrás del primer muchacho vienen otros tres cargando decenas de los juguetes más demandados, tradicionalmente, por los niños venezolanos: Barbies en tres presentaciones, muñecas Monster High, carritos Hot Wheels en empaques de cinco, la pista Hot Wheels “Dragon destroyer” y figuras de acción de los héroes estadounidenses Batman y Superman. Tres vendedoras improvisan una fortaleza, utilizando las cajas como paredes, y tratan de organizar la mercancía en los exhibidores. El mayor hace guardia afuera del pasillo. Las primeras personas se aglomeran cerca del tesoro recién descubierto.

Minuto 5: Espontáneamente se ha formado una cola de diez personas. Once, doce, trece. Estos primeros compradores tienen su objetivo claro: quieren aprovechar el decreto de “Navidades Felices” anunciado por el presidente Nicolás Maduro, en su arista correspondiente a la regulación del precio de los juguetes. Otros se van uniendo a la línea sin tener demasiado claro qué encontrarán al final de ella, ni a qué precio, ni cuántos productos podrán llevar. “Señores, tres artículos por persona, tienen que ser diferentes”, especifica en voz alta el guardia improvisado. La formación ya alcanza unos veinte compradores.

Minuto 6: “Bueno, ¿y cuándo las vas a sacar?”, pregunta impaciente un señor a una de las trabajadoras. “Un momento, tenemos que ordenar primero”, responde ella. El refunfuño del hombre da una señal clara: la gente ya no tiene ánimo de esperar. Las muchachas deciden exhibir una muestra de cada producto en el estante y despacharlos directamente desde las cajas. “Señores, tres artículos por persona”, repite el vendedor. Una muñeca Barbie o Monster High, un set de cinco carritos Hot Wheels y un Batman o Superman son el pedido más popular.

Minuto 7: “Mira, vale, no me empujes”, reclama una mujer treintañera a una de mayor edad, quien le replica: “No te estoy empujando, además, mi hijo está allá adelante y él es el que va a comprar”. “Bueno, a mí no me interesa, aquí nadie se va a venir a colear”, defiende la mujer. El ambiente se ha crispado. Los gritos han sacado, de un salto, a la gerente de la tienda –quien pidió no ser identificada- de su oficina. La cola sigue creciendo.

Minuto 8: La responsable de la tienda trata de poner orden y agilizar el proceso. “Que la gente no se acumule”, pide al guardia de la fortaleza. La gerente es una mujer apacible, pero está asustada. “Es la segunda vez en el mes que pasa esto. La primera vez fue cuando Maduro dijo que venían los juguetes regulados. No me gusta que la gente se aglomere dentro de la tienda porque alguien se lastima y luego tengo yo que responder”, explica. Sin embargo, reconoce que el equipo a su cargo está listo para enfrentar situaciones de este tipo. “Después de lo de diciembre del año pasado (el “Dakazo”) nos hemos preparado. Gracias a Dios, el Centro Comercial nos ha brindado bastante apoyo para organizar a la gente, para evitar problemas”, puntualiza.

Minuto 9: La línea ya serpentea por varios pasillos y alcanzó su propio orden. La transacción dura apenas unos segundos. Se empiezan a escuchar los primeros “no hay”; entonces, los compradores se ven forzados a improvisar sus pedidos. Se dirigen a la caja registradora con sonrisas victoriosas. “Están bien buenos esos precios, vale”, celebra un padre que “resolvió” parte de los regalos navideños de sus tres hijos por menos de mil bolívares. “¿Sabes en cuánto vi yo estos carritos en otra juguetería? ¡En setecientos bolos!”, exclamó agitando la caja de cinco carritos que llevaría a su hogar por 148 bolívares. En su otra mano, una caja con dos Barbies bailarinas de ballet sumaría 326 bolívares a su cuenta.

Captura de pantalla 2014-11-13 a la(s) 15.43.38

 

Minuto 10: La puerta de entrada a la tienda fue cerrada; sólo queda abierta la salida. En la parte de afuera del local la cola suma unas treinta personas que van entrando, de dos en dos, “a ver qué consiguen”. El personal de seguridad del Centro Comercial ha acordonado el pasillo. La cajera respira aliviada: “Menos mal que este bululú se acaba en diez minutos”.

Días después: General Import C.A prefiere “dejar estos días atrás y seguir trabajando al cien por ciento”. La empresa, al ser consultada por Runrunes sobre su posición oficial respecto al tema de la regulación del precio de determinados juguetes, decidió no brindar declaraciones.

Gobierno retoma la vía del Dakazo para bajar precios

dakazo-peque.520.360

 

Vía El Universal 

Desde la noche del viernes las personas se concentraron en la sucursal de General Import ubicada en el centro de Caracas, para aprovechar las «rebajas» que el Presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció en transmisión televisiva ese mismo día, pero el comercio no operó durante todo el fin de semana.

De allí que, desde antes de las cinco de la madrugada de ayer comenzara a formarse nuevamente la cola. Unas 600 personas estaban anotadas en la lista, con sus respectivos números marcados en el antebrazo, esperando turno para entrar. A las 12:00 del mediodía abrieron la santamaría y los presentes celebraron con aplausos. Una escena similar a las que se observaron durante el «Dakazo» del año pasado.

El sargento de la Guardia Nacional Bolivariana a cargo de custodiar la venta supervisada informó que sólo se podían comprar tres artículos por persona y ninguno podía repetirse. «Si van a comprar un carrito, de ese sólo pueden llevar uno. Si es una muñeca, de esa sólo una», explicó el uniformado.

Indicó que sólo cinco productos habían sufridos «rebajas significativas en el precio». «Esas Barbies no están aquí, vienen en camino», explicó. Dos camiones con mercancía habrían sido despachados desde los depósitos de General Import ubicados en Guarenas para tal fin.

En el resto de los juguetes, la rebaja en el precio fue poco notable, entre 80 y 100 bolívares. «No se sorprendan si no ven los precios que están esperando. Lo que regularon no está ahí y si está,no todos tienen los precios marcados», advirtió el funcionario.

En los artículos electrónicos sólo hubo rebaja de 100 bolívares en un reproductor de sonido en formato MP4. Todo lo demás quedó con el mismo valor.

La primera persona en salir manifestó que en los tres juguetes que adquirió gastó 1.000 bolívares.

Se conoció que el muñeco de acción Max Steel tiene un precio de 140 bolívares, mientras que las muñecas Barbies cuestan a partir de Bs 500.

En grupos de 25 personas avanzó la fila. Ana María López llegó a las 5:00 de la mañana y tenía el número 136. Lidia Martínez lo hizo a las 6:30 y tenía el 212. Ambas dudaban de poder entrar a comprar, porque en el establecimiento tienen un horario de atención al público hasta las 4:00 de la tarde.

«Esto es una decepción. No hay casi mercancía y según dicen los que salen, todo está caro. Lo que regularon no está. Si me voy hay que volver a madrugar», expresó López.

El funcionario a cargo del operativo en el establecimiento señaló que la orden de los fiscales era traer la mercancía de los depósitos.

El esquema de las actuales fiscalizaciones es el mismo que aplicó el Ejecutivo en noviembre del año pasado, cuando fueron rebajados los precios de los electrodomésticos, ropa, calzado, juguetes y papelería, entre otros rubros.

Los fiscales llegaron el pasado viernes a la tienda General Import y luego de «ajustar» los precios, de acuerdo con la metodología definida por la Superintendencia Nacional de Precios (Sundde), permitieron la venta supervisada de productos.

Durante el fin de semana también fueron fiscalizadas cadenas de tiendas que también fueron objeto de la misma medida el año pasado, como es el caso de Traki.

En la jornada de ayer, funcionarios de la Sundde realizaron inspecciones en varios estados del país, en zapaterías, tiendas de ropa y jugueterías, como parte del operativo «Navidades Felices».

En el estado Portuguesa fueron incorporados 20 fiscales a este plan implementado durante la temporada navideña.

La coordinadora de la Sundde en la entidad, Selua Daboín, informó que «esta nueva fuerza fiscalizadora resguardará las utilidades y la economía de nuestro pueblo».