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Uno se casa con el fotógrafo, por Reuben Morales

 

Si usted piensa que se casó con su cónyuge, está equivocado. Si piensa que los dueños de la fiesta eran los papás de los novios, está equivocado. Si piensa que la unión la santificaba Dios, usted es un hereje. El verdadero dueño de un matrimonio tiene nombre y apellido: el señor fotógrafo. Puede haber whisky, pero si no hay fotógrafo, se arruinó la fiesta. Puede haber conjunto en vivo, pero si no hay fotógrafo, eso no existió. Uno puede estar celebrando el matrimonio en la mejor casa de fiestas de la ciudad, pero si no hay fotógrafo, eso se convierte en el peor terminal de autobuses.

El fotógrafo de la boda tiene más poder que un hijo concebido entre de Kim Jong Un y Maduro. Él pasa a ser como un Darth Vader. Con solo un movimiento de su mano, mueve a los invitados para donde él quiera. Tú puedes estar casándote en el Vaticano, con el mismísimo Papa, pero ahí manda es el fotógrafo. “Que el fotógrafo dice que cuando les den la ostia, que se queden un rato con la boca abierta y la lengua afuera para agarrar bien el momento”. “Que el fotógrafo dice que cuando se den el beso, que se queden pegados un rato, pero que no junten tanto los labios para que las bocas no salgan apurruñadas”. “Su Santidad Papa Francisco, que el fotógrafo dice que dé la misa más lenta para no perder ningún detalle”. “Que el fotógrafo dice que recojan el arroz del piso y se lo vuelvan a lanzar a los novios para capturar el momento”.

Termina la ceremonia. Uno se va a la fiesta, pensando que la pesadilla acabó, ¡pero no! ¡Ahora comienza lo bueno! Uno quiere llegar al salón de fiestas para beber, bailar y comer como loco, ¡pero es imposible! Toca tomarse las fotos con los novios. “Que el fotógrafo pide que todos vayan a la entrada del salón”. Todo el mundo se va para allá… “¡Ya va, ya va!… ¡Que el fotógrafo dice que dejen los tragos en las mesas para que no salgan en la foto, que eso se ve feo!”. Todo el mundo devuelve los tragos.

Una vez que está todo el mundo en el área de las fotos, el fotógrafo es una prueba de cuánto puede durar nuestra pinta intacta. Uno se vistió, perfumó, peinó, maquilló (en pocas palabras, uno no quiere que ni lo toquen) y el fotógrafo empieza: “¡Ok, caballeros! Necesito que carguen a la novia”. Y uno la carga… aprieta la cara… se sonroja… comienza a sudar… y en eso el fotógrafo suelta la perla: “¡Pero sonrían!”. Entonces uno sale en esa foto con cara de hacer número 2.

De ahí en adelante, la fiesta comienza a tomar un rumbo aparentemente más liberado, pero el personaje sigue ahí… al acecho. “¡Ponte este sombrero de hora loca para la foto!… ¡Pero sopla el pito!… ¡Esoooo!”… Y te lanza una foto con ese flash que te ciega dejándote desubicado de lo más importante: saber dónde dejaste el trago.

Termina la fiesta, pasa la luna de miel y uno cree haberse liberado del yugo fotográfico, pero no. Los siguientes seis meses el fotógrafo gobierna tu relación por bluetooth sin tú saberlo. Deja un chip instalado en la mujer, el cual solo repite: “¿Cuándo estarán las fotos?”… “Amor, llámalo para ver cuándo las entrega”… “Amor, que mi mamá está preguntando por las fotos”… “Amor, esto ya es un abuso”. Finalmente, tras varios meses, llegan las fotos. Pero la cosa no acaba ahí. Ahora debes ser anfitrión de varias reuniones en tu casa donde solo hay un objetivo: ver las fotos del matrimonio.

Afortunadamente, como todo mandato dictatorial, la tiranía del fotógrafo se acaba. El recuerdo de su gobierno solo permanece en esa clásica foto de la boda ubicada el lugar más privilegiado de la sala (y que cada año te atormenta recordándote lo viejo que estás).

Si acaso usted ha sido sobreviviente del yugo de un fotógrafo profesional, por favor contácteme. Estoy creando una fundación secreta sin fines de lucro para el apoyo de las víctimas. En ella damos cursos de fotografía a todos los miembros con el fin de cobrar venganza. Nuestra meta: que algún día nos contrate un fotógrafo para fotografiarle su boda.

 

@reubenmorales

Una foto de las protestas en Venezuela está nominada al World Press Photo

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Una imagen del fotógrafo venezolano Ronaldo Schemidt, que retrata la quema accidental de un manifestante de la oposición durante unos disturbios en Caracas, es una de las seis nominadas anunciadas hoy para hacerse con el World Press Photo del año.

La instantánea recoge el momento en el que José Víctor Salazar, de 28 años, sale corriendo envuelto en llamas al ser alcanzado por un chorro de gasolina proveniente de una moto de la Guardia Nacional Bolivariana, que fue capturada e incendiada por manifestantes con un cóctel molotov.

El joven, convertido en una antorcha humana y provisto con una máscara, corre en busca de ayuda para apagar el fuego de su cuerpo, mientras al fondo de la imagen se aprecia, pintado en la pared en color negro, un pequeño grafiti de una pistola que apunta hacia la palabra “paz”.

“No es fácil tomar una imagen así”, dijo a Efe Lars Boering, director de World Press Photo, para quien el mérito de la nominación se debe a que “el fotógrafo estuvo allí en el momento justo y lo captó de una forma muy poderosa”.

“Tiene mucha energía, movimiento y dramatismo, pero al mismo tiempo está muy bien compuesta. Dice mucho de lo que está pasando en Venezuela, donde hay manifestaciones, una detrás de la otra, en las que hay una violencia total”, explicó la presidenta del jurado, Magdalena Herrera.

La imagen de Schemidt es una de las seis nominadas en la categoría Fotografía del Año del certamen organizado por la fundación World Press Photo, cuyo jurado recibió más de 73.000 instantáneas.

Las otras cinco candidatas recogen desde el atentado de Westminster que sacudió Londres en marzo de 2017 hasta el retrato de una niña víctima del grupo terrorista Boko Haram en Nigeria, pasando por el drama de los refugiados rohinyás en Myanmar o la liberación de Mosul del Estado Islámico por parte de las fuerzas iraquíes.

Boering explicó que estos dos últimos temas fueron los más cubiertos, aunque también recibieron muchas imágenes de otras protestas en Venezuela y Estados Unidos.

Por otro lado, el fotógrafo español Javier Arcenillas recibió una nominación en la categoría Proyectos a Largo Plazo por varias instantáneas tomadas entre 2010 y 2017 que dan testimonio de la lucha contra el tráfico de drogas en México, Guatemala y Colombia.

En la categoría Historias de Deportes, el colombo-estadounidense Juan Arredondo fue nominado por una serie en blanco y negro que retrata La Paz Fútbol Club, equipo colombiano formado por antiguos miembros de la guerrilla de las FARC y víctimas del conflicto armado que se entrena en la selva.

“Los deportes pueden volver a unir a la gente, hacerles competir los unos con los otros, pero siempre desde el respeto”, indicó Boring, para quien el trabajo de Arredondo fue “uno de los pocos que cubrió los momentos posteriores al conflicto de Colombia”.

Otra serie nominada en la misma categoría es “Los chicos y los toros”, firmada por Nikolai Linares y en la que se retrata el día a día de una escuela española de tauromaquia en Almería.

Linares fotografía a los jóvenes practicando con el capote, tanto en el ruedo como en la calle de noche, y probándose el traje de luces.

“Son fotos muy bonitas, con un punto de pista interesante” que retratan la tauromaquia como algo “parecido a una danza que se aprende desde muy joven”, indicó Herrera, que ve en la mirada y las poses de los chicos “la filosofía del encuentro con el toro”.

World Press Photo dará a conocer los ganadores de este año en una ceremonia que se celebrará en Amsterdam el 12 de abril. EFE

 

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Miembros de la comunidad LGBTI podrán salir en la cédula con la apariencia que deseen

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Tras la articulación entre el Ministerio Público y el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), a las personas de la comunidad sexo diversa se les permitirá que la foto de su documento de identidad esté acorde con su identidad de género.

Esta iniciativa se logró luego de que se organizaran mesas de trabajo entre ambos organismos, en virtud de una petición realizada al Ministerio Público por varios miembros del citado grupo.

La intención es reivindicar la identidad de las personas transexuales y evitar fuentes de discriminación.

 

No dejes de ver este especial de RunRun.es dedicado a la explotación de transexuales en Caracas:

Jimmy Torres: Cinco años de cárcel militar por tomar una foto que no existe (+ VIDEO)

@MariaAlesiaSosa

“ESTO NOS TOCÓ, NOS TOCÓ por pensar distinto a ellos, a los que están gobernando”, dice convencida y rota de dolor Alicia Vargas, de 73 años, y madre de Jimmy Torres Vargas, quien desde hace 17 meses está preso en la cárcel de Ramo Verde.

El 10 de junio de 2014 Jimmy salió temprano a hacer diligencias, y luego se reunió con un dirigente de Funpaz, una organización de Derechos Humanos con la que solía colaborar. Fue al centro comercial Ipsfa en la Avenida Venezuela de Barquisimeto (estado Lara).  Cuando se estacionó, vio una manifestación de estudiantes, y quiso acercarse a tomar fotografías. Sacó la cámara, que había sido el regalo de su familia en la última navidad. Un joven vestido de civil trató de quitársela y pero Jimmy se resistió. Otras personas se abalanzaron sobre él, lo tiraron sobre un carro, y se lo llevaron a la brigada. Entonces se dio cuenta que lo estaban arrestando.

Ese día empezó la tragedia de la familia de Jimmy Torres, quien fue condenado a más de 5 años de cárcel, por el tribunal militar segundo de ejecución, luego de un juicio sin pruebas en su contra.

Jimmy Torres tiene 53 años, es militar retirado desde el año 98. Fue maestro técnico de tercera en las FAN, donde pasó 20 años de su vida. Tiene una deficiencia motriz por un accidente que tuvo hace algunos años, lo que no le permite caminar bien. Su familia cuenta que está deprimido, que se ha sentido enfermo y tiene dolores en las piernas. “Le molesta la rodilla, tiene unos ligamentos rotos, y son muchos pisos para subir y bajar a su celda”, explica Linda de Torres, esposa de Jimmy. Comparte cuarto con uno de los Policías Metropolitanos condenados por el caso del 11 de abril de 2002, Luis Molina Cerrada.

Celeridad Procesal

El juicio de Torres lo llevó un tribunal militar, aunque él llevaba retirado más de 15 años. Su defensa alegó que debería ser tratado como un civil pero no fue posible.

En este caso no hubo retardo procesal como en la mayoría de los juicios de detenidos tras las protestas de 2014. Su juicio avanzó rápidamente, y el tribunal militar no tardó en sentenciarlo por los delitos de: violación de zona de seguridad (por tener una cámara cerca de la brigada, ultraje al centinela (por presuntamente haber golpeado a unos jóvenes en la protesta), injuria, ofensa y menosprecio a las Fuerza Armada (por unos volantes con panfletos insultantes a las FANB, que supuestamente encontraron en su carro, pero que su familia dice le sembraron). Le asignaron como sitio de reclusión, la cárcel de Ramo Verde en Los Teques (estado Miranda).

Linda de Torres, esposa del acusado, cuenta que cuando lo detuvieron y le encontraron en la cartera el carnet de militar retirado, empezaron a maltratarlo e insultarlo. “Le decían viejo, traidor, que para quién tomaba fotos, que para quién trabajaba. Estaba junto a otros dos muchachos a quienes golpearon”.

Lo esposaron y lo dejaron detenido. También se llevaron su carro, lo registraron sin presencia de fiscal, ni de abogados. Ahí le robaron todo lo que llevaba en el vehículo: un gato, herramientas de trabajo, el celular.

Su familia no sabía nada de él desde las 3:00 de la tarde. Pasaban las horas y comenzaron a preocuparse. “Yo le escribí un mensaje: No me importa dónde estás ni qué estás haciendo, pero por favor dime que estás bien”, recuerda su esposa. Poco después de las 12:00 de la noche, recibió una llamada de Jimmy. “Me dijo: Linda, estoy detenido, por favor llama al abogado de Funpaz”.

El abogado Manuel Virguez se fue esa noche a la brigada donde estaba detenido Torres pero no le permitieron verlo ni hablar con él. Al día siguiente (11/06/14) a las 5:30 de la mañana su familia fue al sitio pero tampoco les permitieron verlo. Ese día fue trasladado a la fiscalía militar en la Base Aérea de Barquisimeto.

El 12 de junio de 2014, se realizó la audiencia de presentación en el Tribunal Séptimo de Control Militar del estado Lara.

Torres pasó dos días sin tener contacto con familiares ni abogados. Pudieron verlo después de la audiencia de presentación, gracias a que los militares que lo estaban trasladando “pararon la camioneta debajo de una matica para poder verlo cinco minutos”, según relata la familia.

Torres está en el mismo lugar de reclusión del dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, a quien solía ver en la misa de los domingos de Ramo Verde, pero ahora no tiene contacto con él. La familia de Jimmy dice que López está completamente aislado.

“Mi suegra hace unos días lo vio, lo saludó con la mano, y le llamaron la atención. La regañaron, le preguntaron que por qué había hecho eso, que eso estaba prohibido. O sea, a Leopoldo no se puede ni saludarlo”, contó la esposa de Torres.

Amenazas en el tribunal

En la última audiencia de Torres, el 17 de septiembre de 2014, el mismo juez, Mayor José Coromoto Barreto, le dijo entre pasillos a los abogados que él no tenía posibilidades de “eliminar ningún cargo, dijeran lo que dijeran, que él lo iba a sentenciar”.

También le informaron que si iba a juicio, le iban a tocar de 11 a 18 años de prisión, sin derecho a medidas. Pero si se declaraba culpable, iban a darle 5 años, y que en un año podían otorgarle alguna medida cautelar. “Le dijeron que si reconocía los hechos, aceleraban el juicio y la pena sería menor. De lo contrario, le aseguraron que sólo el juicio, tardaría 3 años. Se lo dijo así abiertamente”, explica Marcos Torres, hijo mayor de Jimmy.

Jimmy decidió reconocer los delitos. “Aunque todavía me cuesta aceptar que lo hizo, lo entiendo. Mi papá aceptó unos hechos que no cometió por miedo a que le pasara algo a su familia.Lo hizo por nosotros”.

Dinámica familiar con papá preso

“La vida nos ha cambiado mucho. Él era el que mantenía a la familia, aunque yo soy ingeniero, pero ahora no ejerzo”, cuenta la esposa.

Linda de Torres trabajaba para el Estado hasta que fue despedida por no apoyar al partido del chavismo. Llegó a ser jefa de una división en Conatel pero la despidieron en una supuesta reestructuración en el año 2000. Posteriormente, trabajó dando clases durante siete años en la Universidad Experimental de las Fuerzas Armadas (Unefa), “hasta que hicieron una limpieza de los profesores que no eran adeptos al proceso”.

Las visitas a Jimmy en Ramo Verde se hacen cuesta arriba para su familia, y no son tan seguidas como ellos quisieran. Deben trasladarse desde Barquisimeto hasta Caracas y no pueden hacerlo todas las semanas. Viajan dos veces al mes y tratan de turnarse entre su esposa, la madre y los dos hijos de Torres.

Además, el nuevo régimen de visitas dificulta que el detenido reciba tantas como quisiera. En mayo de 2015, redujeron las visitas de 4 a 3 por semana. Antes podían visitarlo amigos, primos, sobrinos o gente que estuviera en Caracas. Ahora sólo permiten familiares directos, o sea que si los Torres no viajan hasta Caracas, nadie puede visitarlo. “Es muy difícil para la familia  y para él, porque los únicos que tenemos derecho a visitarlo, vivimos en Barquisimeto”.

La madre de Jimmy ha estado enferma, tiene 73 años pero trata de visitar a su hijo todas las veces que su condición física se lo permite. “Le llevo lo que puedo, las cositas que a él le gustan, lo que consigo, porque hoy no se consigue nada”, expresa Alicia de Torres.

Otro juicio sin pruebas

Lo acusaron por tomar unas fotos que nunca llegó a tomar. En el juicio, nadie presentó la supuesta foto que él había tomado. “No hubo pruebas ni testigos, no había fotos. Los que dijeron lo que él supuestamente hizo, fueron los mismos que lo detuvieron, no hubo más nadie”, revela su esposa.

Una de las pruebas que consignaron en el juicio, fue la transcripción de unas conversaciones del celular de Torres sobre la organización de unas actividades cívicas. “Él organizó una actividad donde cada quien llevaba una pelota gigante. Cada pelota tenía distintas palabras como: democracia, libertad, seguridad. La actividad consistía en que todos lanzaran las pelotas a la calle y el mensaje se hiciera masivo”, explicó Marcos Torres, hijo de Jimmy.

Dice que los acusadores utilizaron esos mensajes de forma incoherente porque la organización de esa actividad de paz, no tenía nada que ver con que lo detuvieran tomando una foto.

La familia de Jimmy Torres coincide en que el juicio ha sido injusto.

“No hay palabras para justificar este hecho, es algo sin motivos, sin razón de ser, y uno no tiene a donde acudir, porque aquí no hay derechos humanos”, dice la madre de Torres.

“A veces me pongo a pensar, y ¿quién me iba a decir a mi que Jimmy iba a estar preso? Un hombre que yo en 30 años ni siquiera lo he visto darle un golpe a alguien. La única vez en mi vida que supe que él golpeó a alguien fue cuando un malandro con un cuchillo lo asaltó, y ni siquiera lo vi. Jamás pelea con nadie, él no pelea, no le gusta”.

Al preguntarse por qué le sucedió esto a Jimmy, Linda sólo puede pensar en una cosa: “Yo creo que a él lo tomaron como un escarmiento para los militares retirados. Como diciendo, así tú hayas sido militar, también te puede pasar si no estás de acuerdo con nosotros”.

Según la sentencia, Torres podía pedir una medida sustitutiva de libertad al año de su reclusión, sin embargo lleva 17 meses preso, y no le conceden ese beneficio. El abogado ha introducido dos veces la solicitud de una medida sustitutiva de libertad, pero se la han negado. La condena es de cinco años, tres meses y diez días.

Fidel Castro aparece en fotos junto a líder estudiantil

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LA HABANA (AP) — Un portal de información mostró fotografías del líder cubano Fidel Castro, las primeras en casi medio año y tras una serie de rumores sobre la salud del ex mandatario.

La página del sitio oficialista Cubadebate publicó en la medianoche del lunes un conjunto de imágenes de Castro durante un encuentro con un dirigente estudiantil ocurrido el 23 de enero. Se trata de las primeras imágenes del líder cubano desde la publicación de unas fotografías en agosto en las que aparecía hablando con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Castro, de 88 años, vestido con un mono deportivo azul y una camisa a cuadros en el mismo tono, aparece en una docena de fotografías junto a su esposa, Dalia Soto del Valle, y al joven Randy Perdomo, uno de los directivos de la Federación de Estudiantes Universitarios de Cuba.

«En la puerta del jardín me espera Dalia, su esposa (.) me acompaña hasta una puerta de cristales, unos pocos metros más adelante. Detrás espera el comandante», expresó Perdomo en una extensa crónica que acompaña a las imágenes.

El joven indicó que habló durante más de 50 minutos con Castro el 22 de enero, y luego tres horas más de forma personal el día 23, cuando un chofer lo llevó a la casa del ex gobernante, tras un acto celebrando los 70 años desde que Castro comenzó sus estudios.

Las imágenes muestran a un Castro flaco, sentado en una silla negra en una sala o estudio, hablando, mostrando un libro o mirando imágenes en una televisión.

Según Perdomo los temas que abordaron fueron desde curiosidades de la vida universitaria actual — Castro estudió en el mismo centro que el joven — pasando por la astronomía hasta la producción de alimentos, e incluso la donación de varios animales procedentes de Namibia al Zoo Nacional de Cuba.

Además trataron algunos temas de actualidad como los cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos, tres de los cuales regresaron en diciembre pasado en el marco de un histórico relanzamiento de las relaciones entre Washington y La Habana. En las imágenes se ve a Castro examinando la noticia sobre la liberación de los cubanos en un periódico.

«Pero también hablamos de él, de sus ejercicios físicos diarios, de la alimentación correcta», expresó Perdomo.

Pese a ser el tema del momento en Cuba, en Estados Unidos y en muchos sectores de otros países, la crónica de Perdomo no mencionó ni una vez comentarios de Castro sobre la normalización de las relaciones entre los dos países.

El pasado 17 de diciembre, el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el de Estados Unidos, Barack Obama, anunciaron al unísono que ambas naciones normalizarían sus relaciones tras más de cinco décadas enfrentados y abrirían embajadas.

Aunque se trata de un proceso que llevará meses, los gobernantes manifestaron su interés de lograr, más allá del restablecimiento diplomático, una normalización de los vínculos en el plano comercial y político.

Castro, que delegó el poder en su hermano Raúl en 2006 al sufrir una repentina enfermedad que lo dejó al borde de la muerte, no aparece en público desde comienzos de 2014, aunque a mediados de ese año se publicaron fotos suyas con gobernantes y personalidades que lo visitaron.

Su salud fue fuente de especulaciones entre diciembre y enero pasado, al no aparecer imágenes suyas con los cinco agentes cubanos — tres liberados en diciembre y dos que habían cumplido sus penas antes — ni publicar sus habituales columnas de opinión.

Más tarde en enero se publicó una carta suya en la que reconocía su desconfianza hacia Estados Unidos y su política, pero daba su bendición al proceso de diálogo binacional.

 

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Cuba Castro