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Aseguran que cada tres minutos hay fallas eléctricas en Venezuela
En mayo, las regiones más afectadas por las fallas del servicio fueron Zulia (3.155 fallas), Mérida (931) y Táchira

 

El Comité de Afectados por Apagones informó que en Venezuela hubo 14.711 fallas eléctricas durante el mes de mayo, lo que representa un corte de luz cada tres minutos.

Este dato revela un aumento de 32 % de las fallas en comparación con abril, cuando se documentaron 11.138 cortes de electricidad, que sumaron 39.272 en los primeros 5 meses del año.

Las regiones más afectadas por las fallas del servicio fueron Zulia (3.155 fallas), Mérida (931) y Táchira (con 832). Con información de EFE

Ciudadanos se quejan del suministro eléctrico

El Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) afirmó el pasado 3 de junio que durante mayo el 62,4 % de los ciudadanos en 12 ciudades de Venezuela valoraron de forma negativa el servicio eléctrico, principalmente por fluctuaciones e intermitencias.

«Entre las razones por las que los usuarios opinaron desfavorablemente del servicio, las fluctuaciones y la intermitencia eléctrica fueron las más expresadas por los consultados totalizando 73,2 % de estos«, agregó la organización en un comunicado.

Las ciudades del oeste del país se mantienen en las primeras posiciones de valoración negativa de este servicio, con San Cristóbal, estado Táchira (92,9 %), seguido de Mérida, capital del estado andino homónimo (89,4 %), y Maracaibo, estado Zulia (77,3 %).

Fallas eléctricas causan opacidad informativa

La crisis eléctrica que atraviesa el país impacta de forma negativa tanto en la calidad de vida de los venezolanos, como en el ejercicio del periodismo, generando opacidad informativa.

De acuerdo con Lorena Arraiz, comunicadora social y profesora de la Universidad de los Andes (ULA), el deterioro en el sector eléctrico no es nuevo, pero se ha acentuado recientemente.

“Se trata de situaciones de vieja data, pero que, por ejemplo, en el caso del servicio eléctrico se ha profundizado en los últimos meses”, dijo en conversación con Gabriela Buada, directora de Caleidoscopio Humano.

Según Arraiz, quien documenta la situación del servicio eléctrico en el estado Táchira, se han producido cortes del servicio que se extienden hasta seis y ocho horas.

Las fallas eléctricas son reportadas constantemente en esa entidad, así como en Mérida, Zulia y Falcón.

Histórico apagón dejó sin electricidad a Uruguay y Argentina durante horas

UN APAGÓN MASIVO DEJÓ EL DOMINGO a millones de personas sin electricidad en Argentina y Uruguay por varias horas, tras una falla en la red interconectada de ambos países, en lo que las autoridades han calificado como un evento «histórico» y sin precedente.

Paraguay también se vio afectado, aunque sólo cerca de media hora, en un evento que nadie recuerda haber vivido en la historia reciente y que para algunos habría desatado un caos mayor si no fuera porque era una jornada de descanso.

Por la tarde el servicio la luz había vuelto a funcionar en buena parte de Argentina, donde habitan más de 44 millones de personas, y Uruguay, con cerca de cuatro millones de habitantes.

En Argentina, un 90% de la energía eléctrica había sido restablecida hacia la noche del domingo, reportó la agencia de noticias Télam.

En Argentina hubo elecciones a gobernador en varias provincias, las cuales transcurrieron en la oscuridad, con los votantes iluminándose con el celular. En muchas ciudades no funcionaban los semáforos ni el alumbrado público, y en las redes sociales se multiplicaban las imágenes urbanas sin electricidad.

“Esa falla no es algo anormal, o extraordinario. Lo que sí es anormal, o extraordinario, y que no debe suceder, es la cadena de acontecimientos posteriores, que causaron la desconexión total”, señaló el secretario de Energía argentino, Gustavo Lopetegui, en rueda de prensa. Explicó que la desconexión total se produce de manera automática a través de computadores cuando detectan desequilibrios que podrían causar un daño mayor.

Previamente, el presidente Mauricio Macri había informado del corte y dijo que se debió a una falla en el sistema de transporte del litoral, “cuyas causas aún no podemos precisar”.

El apagón ocurrió a las 7:07 de la mañana, informó la Secretaria de Energía.

Las autoridades señalaron que la causa exacta podría conocerse tras una investigación que estiman durará entre 15 y 20 días. Aunque no se descarta un ciberataque, Lopetegui aseguró que no es muy probable.

“Este es un evento extraordinario que no tendría que haber ocurrido de ninguna manera. Más allá de que haya habido eventos similares en otros países, el sistema argentino hoy es un sistema muy robusto, con capacidad en exceso, tanto de generación, como de transporte”, señaló.

Juan Alberto Luchilo, subsecretario del Mercado Eléctrico de la Secretaría de Energía, consideró el corte de luz como “histórico” en declaraciones a la televisión argentina Todo Noticias, y atribuyó el problema a una falla de un tramo del sistema de transporte que trae electricidad desde Brasil a Argentina.

Paradójicamente la falla ocurrió en un momento de baja demanda, que es cuando se produce una mayor fragilidad e inestabilidad del sistema, explicó. “Es un problema bastante complejo”.

“Nunca ocurrió esto en esta parte del mundo. Es parecido al que ocurrió en el este de Estados Unidos y parte de Canadá hace algunos años”, señaló por su parte Raúl Bertero, presidente del Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética de la Universidad de Buenos Aires.

Para el experto se trata de “un error de diseño y operación del sistema. Una falla local como la que ocurrió debería ser aislada por el mismo sistema. El problema es conocido y existe tecnología y estudios que la evitan”, afirmó, señalando que en el estudio de las causas deberían participar universidades independientes además de los responsables del problema.

«La falla en la red que originó el apagón a nivel nacional se originó en una conexión de transporte de electricidad entre las centrales de Yacyretá y Salto Grande, en el litoral argentino”, informó la compañía eléctrica Edesur. “Esto activó las protecciones de centrales generadoras, que salieron de funcionamiento y produjeron el apagón».

La región sureña de Tierra del Fuego no resultó afectada debido a que no está conectada al sistema eléctrico nacional.

“Empecé a trabajar a las 8 y ya no había luz; es un corte en casi todo el país”, declaró el taxista Silvio Ubermann, de 51 años, a la AP. “Dado que es domingo y hay poco tránsito, eso mermó el problema. Si esto hubiera sido un día entre semana hubiera sido un caos, porque no habría habido colegio, transporte”.

“Hay a veces cortes en el verano producto de un mayor consumo de electricidad, pero no un corte tan generalizado; todo el país. Jamás he visto algo así”, agregó.

Las autoridades pidieron a los enfermos que requieran de aparatos eléctricos que acudan al hospital más próximo para aprovechar la existencia de generadores de luz independientes.

“Yo iba a ir a comer a casa de un amigo y ahora lo tuvimos que suspender todo, no hay subte (metro); no hay nada”, explicó el ciudadano Lucas Acosta, de 24 años. “Hoy es el Día del Padre, recién venía de hablar con un vecino, y me dice que los hijos no lo van a ir a ver” por no poder movilizarse.

Por su parte, Roberto Villela arrancó en su puesto de diarios a las 6 de la mañana, y lo que parecía un día normal se transformó cuando a las 7 se produjo el apagón.

“De repente ¡pum!, se cortó la luz”, explicó, y dijo que el suceso, combinado con la lluvia, afectó mucho sus ventas. “Encima a esa hora estaba todo nublado, y no había sol, así que esto era una boca de lobo”.

En Uruguay también se emitieron avisos al respecto, luego de que Montevideo amaneció sumido en la oscuridad. Posteriormente el servicio comenzó a restablecerse en algunas zonas.

“La reconexión de los servicios arrancó desde las represas. A las 13:40 el 88% de los servicios ha sido repuesto”, señaló de su lado el presidente de la compañía eléctrica uruguaya Gonzalo Casaravilla, en rueda de prensa. “Hace 40 años que estamos interconectados con Argentina y nadie recuerda que esto haya pasado antes”, añadió.

“El sistema uruguayo es más de 10 veces más chico que el argentino. Somos un pequeño sector de ese sistema interconectado”, explicó.

Por su parte el ministro uruguayo de Energía, Guillermo Moncecchi afirmó que “la interconexión permite en el 99,98% de los casos respaldarse mutuamente. Hay que levantar todo el sistema al mismo tiempo para evitar nuevos problemas”.

El apagón fue muy mencionado en las redes sociales, donde el hashtag “#SinLuz” se hacía tendencia en Twitter en el Cono Sur. No faltaron los memes, como celulares conectados a una papa como forma de carga, y fotos de las ciudades en completa oscuridad.

“Es el mayor apagón de la historia; no se recuerda nada así en Uruguay”, declaró a la AP Valentina Giménez, habitante de Montevideo.

“Una de las mayores preocupaciones es que la electricidad llegue a tiempo para las 7 de la tarde”, agregó, ya que Uruguay disputa un partido de fútbol en la Copa América. “Todo el mundo está tratando de informarse pero no hay muchos datos. Lo llamativo del caso es que nadie entiende muy bien qué ha pasado, de dónde viene, y cómo se puede restablecer”.

Indicó también que hay lluvias torrenciales en el país.

Torino Economics: Apagones de marzo en Venezuela generaron pérdidas equivalentes a 3,3% del PIB

“Los apagones que ha sufrido Venezuela desde principios de marzo incidieron de forma importante en la contracción económica, estimada para el país a fines de 2019 en 37,4 %. Esta será profundizada por la menor producción petrolera y una mayor caída de las importaciones”. Así lo estimó el economista jefe de la firma con sede en Nueva York Torino Economics, Francisco Rodríguez, en su más reciente informe, obtenido por El Pitazo.

Advierte el analista que “debido a la ausencia de información exacta sobre la magnitud de las interrupciones, los resultados del análisis deben ser interpretados con precaución y sus cálculos considerados como un límite inferior de los efectos reales”.

“La firma estima, basándose en fuentes secundarias —principalmente datos de acceso a Internet—, que el segundo gran apagón, que se inició el 25 de marzo, duró en promedio en todo el país unas 76 horas. Esta interrupción fue seguida de tres suspensiones más cortas, que duraron hasta 6,3 horas en promedio. Esto suma 200 horas promedio sin servicio eléctrico o el equivalente a 8 días. Las estimaciones de Torino Economics, además, toman en cuenta la estacionalidad, es decir, si los apagones se produjeron en días laborales y dentro de horarios productivos”, señala el documento.

Los cálculos también estiman severos daños al sistema de ductos que transporta crudo de la Faja del Orinoco. Francisco Rodríguez consideró que “este problema (el bloqueo de los ductos) tomará 90 días en resolverse, aun cuando otros especialistas consideran que el lapso podría ser aún mayor. La segunda gran pérdida se produjo en la producción de aluminio de las empresas del Estado Alcasa y Venalum. Con estos factores incluidos, las pérdidas durante el mes de marzo totalizan una cifra por el orden de USD 2,9 millardos, lo que equivale a 3,3 % del PIB”.

Más información en El Pitazo.

Iniciar esta disertación reconociendo problemas que afectaron el comportamiento social y económico de poblaciones enteras, sobre todo frente a la recurrente tragedia que ha paralizado el país por causas que no se justifican, pudiera resultar extremadamente justo y necesario. Y así debe ser toda vez que la historia universal remite a situaciones que dejaron ver el miedo que, ingentes comunidades, tuvieron ante lo que llamaron “la enfermedad del sol”. Sobre todo, cuando éste desaparecía y dejaba la Tierra a oscuras.

El desarrollo de la Física permitió superar tales temores. Así, como entender numerosos fenómenos que alarmaban pueblos. Incluso, gobiernos. No sólo fue el estudio del cielo, sus planetas, estrellas, constelaciones y demás fenómenos astronómicos. También fue de la naturaleza de los electrones, de las moléculas y de los átomos. Sin embargo, fue durante el Renacimiento cuando se inició el estudio sistemático de la electricidad y el magnetismo. Aunque el conocimiento claro de estas materias propias de la Física, no tienen lugar sino hasta finales del siglo decimonónico.

Difícilmente, otro logro científico tuvo consecuencias tan profundas y de tan largo alcance, como éste. Desde entonces, el dominio de la electricidad y el desarrollo de las comunicaciones cambiaron el modo actual de vivir. El mundo entero revolucionó su discurrir, toda vez que las tecnologías se adhirieron a tan potenciales fuerzas físicas, como en efecto dejó ver el carácter de la electricidad. Tanto así, que la electricidad se convirtió en una de las formas de consumo de energía más limpias y prácticas. De hecho, constituye un insumo imprescindible dentro del componente energético de todo proceso industrial de producción. Asimismo, su uso en el hogar es insustituible. Su demanda ha revelado un crecimiento tan vertiginoso, que hizo que cada vez más las sociedades se hicieron más dependientes de ella.

Venezuela no fue la excepción. Igual se sumó a las implicaciones de tan palmaria revolución tecnológica. Desde que la Electricidad de Caracas asumió el liderazgo en la generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, en Noviembre de 1895, el país se hizo más ávido de consumirla. Aunque siete años antes, la empresa The Maracaibo Electric Light Co., convertía a Maracaibo en una de las primeras ciudades de Sur América en disfrutar del servicio eléctrico.

Pero entrada la segunda mitad del siglo XX, el país pasó a hacerse partícipe de nuevos esquemas de crecimiento y desarrollo que clamaron por la prestación de un servicio de electricidad cuya eficiencia se correspondiera con los criterios que pautaban la apertura de un sector empresarial e industrial. Así como de importantes emprendimientos inmobiliarios, que iban a requerir fuentes estables y garantes de un servicio de electricidad acorde con una rotunda y creciente demanda. Las necesidades nacionales de electricidad, eran obvias. No obstante, no fueron totalmente satisfechas por cuanto, a pesar de que repuntó la creación de empresas productoras y administradoras del servicio de electricidad, la demanda superó rápidamente la oferta. Entre otras del sector privado, fueron: Energía y Luz Electrica de San Cristóbal, Electricidad de Valencia, Luz y Fuerza Eléctrica de Puerto Cabello, Electricidad de Guarenas-Guatire, Luz Eléctrica de Yaracuy y Energía Eléctrica de Barquisimeto (ENELBAR), principalmente. Mientras que del sector estatal, se tienen, Luz Eléctrica de Venezuela, (ENELVEN), Electrificación del Caroní C.A. (EDELCA), Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE) la cual luego cambia de denominación y personalidad jurídica para CADELA y Corporación Eléctrica Nacional (CORPOELEC).

Y así fue hasta que la construcción de la Central Hidroeléctrica Raúl Leoni, hoy llamada Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, cuya inauguración final ocurre en Noviembre de 1986, comenzó a ofrecer la mayor cuota de energía eléctrica al país. El resto, lo aportarían plantas termoeléctricas o hidroeléctricas de menor envergadura. No obstante, algunos de esos proyectos no fueron totalmente terminados lo cual violentó la planificación que a dicho respecto se tenía.

El hecho de no haberse cumplido el programa de equipamiento de acuerdo con el análisis prospectivo de la capacidad que habría de instalarse en la última década del siglo XX, tanto como en los años hasta ahora consumados del siglo XXI, devino en la acumulación de problemas que no lograron despejarse. Por consiguiente, los gobiernos de entonces no ejecutaron los requerimientos de capacidad instalada correspondientes a las estimaciones de la demanda que ingenieros y economistas consultores, habían proyectado.

La Asociación de Ingenieros Mecánicos y Electricistas, AVIEM, había considerado que luego de 1996 se haría inminente “aumentar la generación a termocarbón, desarrollar los aprovechamientos hidroeléctricos del Orinoco y los cuantificados hasta dicho año, y utilización de energía nuclear” (I Congreso Venezolano de Energía: La energía eléctrica en Venezuela. Caracas, 1978) Esto, para amortiguar el crecimiento de la demanda que ocurriría entrado el siglo  XXI. Pues para entonces, “habremos utilizado  todos nuestros recursos hidroeléctricos y será necesario incorporar en gran escala, otras fuentes para satisfacer nuestros requerimientos de energía eléctrica” (Ibídem).

Pero  el deterioro causado por la desidia que emergió como resultado del patético esquema de desarrollo económico que acompañó el arribo del modelo militarista que se apoderó del poder político en 1999, desplazó toda consideración de mantenimiento preventivo y correctivo requerido por el sistema eléctrico nacional. Ello devino en un traumático deterioro que provocó el colapso de la generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica. Particularmente, a partir de 2010.

Tal crisis, había sido anunciada con antelación, por estudiosos de firmas de ingeniería, centros de investigación y desarrollo y centros de estudios universitarios, preocupados pues los tiempos veían venirse encima. Sobre todo, ante el estado de pésimas condiciones que ya acorralaba las empresas eléctricas venezolanas. Ingentes oportunidades dejaron pasarse sin que llegaran a detallarse las condiciones que adolecían frente a reordenamientos propios del subsector eléctrico nacional. Muchas prioridades quedaron rezagadas como necesidades de proyectos de desarrollo e inversiones clamados para el interés nacional.

La AVIEM había advertido que “de sufrir retrasos considerables, los márgenes de reserva necesarios para garantizar una electricidad siempre disponible, serían críticos y podría afectar seriamente la operación del sistema eléctrico nacional” (Ob. Cit.) Actualmente, la capacidad de carga distribuida nacionalmente no cuenta con reserva alguna. Por lo contrario, se tiene un déficit bastante calamitoso, 3.435 MW operativos. Por consiguiente, se ha puesto en jaque, en lo que ha corrido desde el 7 marzo 2019, la operación del sistema eléctrico en todas sus fases y condiciones.

El régimen socialista venezolano, acusa a razones de índole política y geopolítica de la crisis eléctrica nacional que ha surgido. Y lo peor, es que comunicadores sociales y personas afectas al régimen se han prestado a la absurda tarea de buscar convencer a incautos, idealistas, resignados y conformistas, de que la logística que acompaña la generación, transmisión y distribución de electricidad, es un problema que sólo lo explica la “política” a manera de ficción. Ni siquiera el populismo, la revolución o el socialismo de última categoría, tienen consigo razones para justificar tan perturbadora realidad. Más, cuando la correspondiente ideología no cuenta con consideraciones que respondan. Por eso, han hablado de que lo sucedido a principios de Marzo 2019, fue una guerra cibernética y electromagnética que incidió sobre controles numéricos del centro generador de Guri gobernados éstos por patrones electrónicos dialógicos y conmutadores analógicos manuales para los cuales no hay poder digital capaz de intercalar órdenes en sus fuentes controladoras de barrido simple.

La causa de tan histórico desastre, es de alcance internacional dado lo absurdo y ridículo de la explicación gobiernera. La misma se complementa con la de un supuesto ataque terrorista. Aunque debió ser “terrorismo de comiquitas” pues no hay otra forma de concebir consecutivas acciones de saboteo  que a juicio de cualquiera, lucen de carácter infalible toda vez que ocurrieron en áreas fuertemente militarizadas. Sin embargo, esto puede explicarse al considerarse la incidencia de una negligencia garrafal, tanto como de la corrupción que dejó sin recursos, a proyectos eléctricos aprobados financieramente por el Ejecutivo Nacional en su momento.

De manera que la presunta “guerra eléctrica” provocada por infiltración del acérrimo capitalismo del Imperio Yanqui, no calza con las motivaciones endilgadas por quienes no saben otra cosa que “echarle la culpa a la vaca”. Debería todo explicarse, según las teorías de las fuerzas ejercidas sobre una corriente en un campo magnético. Así podría haberse rebatido cualquier incipiente trazo de que el calentamiento de las líneas de alta tensión fueron reducidas por influjos electromagnéticos teledirigidos. Hipótesis ésta que se cae por su propio  y fantasioso peso .

Ello fue  causado, simplemente, por el calor generado por el incendio bajo las líneas de alta tensión extendidas entre las subestaciones Malena y San Gerónimo, lo que produjo la reducción de la protección térmica respectiva para así activarse la interrupción del sistema eléctrico. Asimismo, cabe agregar a una sucesión de causas, la impericia de buena parte del personal que atiende salas de máquinas de centros de potencia quienes, por ensayo y error, acometen un manejo que raya con desviaciones de control. Tampoco, se tiene el mantenimiento en caliente ni la vigilancia aérea de las redes de distribución a nivel nacional, como venía haciéndose. Otra causa, fue la acumulación térmica imposible de irradiarse por obsolescencia del aceite y material componente de transformadores de alto reciclaje o potencia eléctrica. La misma ha sido causante de explosiones achacadas a un manido saboteo.

Igual debe contarse, la anulación de plantas termoeléctricas de reducida potencia. De 84 en otrora instaladas, apenas quedan tres de las cuales sólo dos siguen operativas. Las plantas de energía eólica, resultaron ser un fiasco. Aparte que su capacidad de generación eléctrica es tan irrisoria, no funcionan. Todo esto da cuenta del mayor deterioro eléctrico suscitado en país latinoamericano alguno.

Así que para determinar algunas causas del problema que tiene al país sumido en el ocio, por un mal gobierno zarandeado por el Imperio, habría que dominar el tema que refiere la energía y movimiento de las cargas en parques eléctricos dedicados a la generación, transmisión y distribución del servicio eléctrico. Porque en verdad, lo acontecido es un problema  resultado de la precaria experticia logística y operativa de la empresa que controla el sistema eléctrico nacional. O para decir lo expuesto arriba de otro modo, es un problema de Física, no de Política.Tampoco de ficción.

Reportaron apagón en varias zonas de Caracas

Vista de El Paraíso. Foto: Luisana Solano

TUITEROS REPORTARON LA NOCHE de este 23 de febrero fallas en el suministro de electricidad en varias zonas de Caracas.

Los más afectados son algunos sectores del oeste, entre los cuales están El Paraíso, San Martín, Montalbán, Vista Alegre, Lídice, Altagracia, Catia, el 23 de Enero, El Guarataro, Propatria, la avenida Morán, Manicomio, Artigas, Casalta, La Pastora, la avenida Sucre (Catia), La Silsa, La Yaguara y La Hoyada.

MottaDomínguez
Lea también: Motta Domínguez denunció “sabotaje” tras apagón en el oeste de Caracas

Cerca de las 9:00 de la noche, a través de la cuenta de Twitter de Corpoelec se informó que debido una explosión en la subestación eléctrica de Los Magallanes quedaron afectados varios circuitos del oeste de Caracas.

Sin embargo, sectores del municipio Chacao también reportaron fallas en el servicio.

Del interior del país también han circulado tuits reportando fallas en el servicio eléctrico. Hasta ahora, las ciudades afectadas son Maracaibo (zona norte), Barquisimeto y Guanare.

Desde La Guaira también hubo reportes de apagón.