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Imputado policía que lanzó a un menor al río mientras manifestaba en Chile
De acuerdo con reportes del diario La Tercera, el oficial Sebastián Zamora Soto, 22 años, enfrentará cargos por homicidio frustrado. La víctima resultó con fracturas de muñeca

 

La Fiscalía recabó pruebas y testimonios que permitieron solicitar al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago la detención del carabinero Sebastián Zamora Soto, quien, a juicio del Ministerio Público, provocó la caída del adolescente de 16 años, de iniciales A.J.A.A., desde el Puente Pío Nono, la tarde del viernes, en medio de una manifestación.

El carabinero será formalizado durante este domingo en el mismo tribunal, por la fiscal Ximena Chong, quien le imputará el delito de homicidio frustrado.

Chong detalló que las pruebas recabadas corresponden a testimonios de personas que estaban en el lugar, además de varios registros audiovisuales, incluida la grabación de las cámaras corporales de los uniformados.

La caída desde siete metros de altura causó diversas lesiones en el menor. Desde la Clínica Santa María informaron que el adolescente sufrió una fractura bilateral de muñeca, además de un traumatismo encéfalo craneano cerrado. Fue intervenido quirúrgicamente y, hasta este sábado, estaba en observación en la UCI y “su condición es estable y fuera de riesgo vital”, detallaron.

Alertan que cuerpos policiales disparan primero y averiguan después

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En la semana que culminó, funcionarios policiales cometieron dos errores que terminaron con el asesinato de víctimas inocentes. El primer “traspié” ocurrió durante un operativo realizado el viernes en la plaza Madariaga de El Paraíso, en el municipio Libertador; el segundo, en un supuesto enfrentamiento con oficiales del FAES de la Policía Nacional el miércoles, en el sector Las Cumbres, Ciudad Tablitas, Antímano.

El ingeniero eléctrico Alfredo Johan Parucho Cárdenas, de 32 años, nunca imaginó que trasladarse desde Quebrada Seca, sector 3 de Guarenas, en el municipio Zamora —de donde es oriundo— hasta el sector caraqueño de El Paraíso, en el municipio Libertador para comprar unos cauchos “porque en Guarenas son más caros”, según relató su esposa, le iba a costar la vida.

Parucho Cárdenas, quien laboraba como ingeniero supervisor en la sede de Corpoelec de Guarenas, llegó al mediodía a El Paraíso y se instaló en una cauchera, pero en el sitio donde se estacionó no había los neumáticos que su vehículo necesitaba, por lo que uno de los trabajadores de la empresa, identificado como Jonathan José Guánchez González, le dijo al hombre que le haría el favor de acompañarlo a otro establecimiento para comprarlos y luego montarlos.

Cuando Parucho y Guánchez González iban caminando por la altura de la plaza Madariaga, se encontraron con un operativo organizado por funcionarios adscritos a la División Contra Bandas del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc). Los efectivos reconocieron a Guánchez, le obligaron a arrodillarse y le dispararon en el sitio.

El susto invadió el cuerpo de Parucho Cárdenas, lo que hizo que corriera de forma automática, pero los efectivos frenaron su paso de un disparo en la espalda. Ya herido, prosiguieron a quitarle la vida dándole un tiro en el pecho, lo que hizo que muriera en el lugar. Sus familiares dieron más detalles: “Al ver que habían matado a un inocente, procedieron a armar una escena y luego dijeron que había caído en un enfrentamiento. Lo trasladaron al Pérez Carreño y lo calificaron como no identificado, cuando en su billetera tenía todos sus papeles, hasta el carnet de Corpoelec”.

El ingeniero de la central hidroeléctrica dejó huérfano a un infante de 11 años y un puesto en la delegación de Guarenas que había ocupado por casi diez años. La esposa de la víctima, con frustración, declaró: “No he colocado ni colocaré la denuncia porque la justicia en el país no existe. A mi esposo, quien no era ningún delincuente, lo asesinaron unos funcionarios. ¿A dónde hemos llegado? Solo me queda la resignación, porque a mi esposo nadie me lo va a regresar. Simplemente le dejo todo a Dios”.

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