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Estado Mafioso

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¿ESTADO MAFIOSO?:

InSight Crime.org  es una fundación dedicada al estudio de “la principal amenaza a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe: el crimen organizado”. En su trabajo mas reciente sobre Venezuela da 7 razones para calificarla como un “Estado Mafioso”. Los ennumero:1-Penetración del crimen organizado en altos nivel de las instituciones del Estado; 2.- Evidencia de Cleptocracia; 3-Delegación de poderes Estatales a actores irregulares e ilegales; 4- Crecimiento exponencial del crimen organizado venezolano; 5-Altos índices de violencia por parte de actores estatales y no estatales; 6- Exportación de la criminalidad y 7-Acusaciones internacionales generalizadas de conducta criminal. ¡Ahí queda eso!

ROJAS AULAS: 

Al general de división rector de la UNEFA lo señalan de tener a sus familiares en puestos claves en todos los núcleos del interior. Su hermano, coronel Galbán Méndez, fue su mano derecha como administrador. Subalternos murmuran de sobreprecios y obras encargadas y no ejecutadas. Alardea con su pronto ascenso a general y seguir ayudando a su hermano en la UNEFA. Las alarmas se dispararon cuando en un fin de semana el rector habría sido pillado en un hecho amoroso en la sede la universidad en Caracas del cual dieron amplia cuenta las redes sociales.  Ese escándalo opacó otros hechos notorios muy cuestionados de su administración de los que se habla en los pasillos universitarios. “Donde se ponga el ojo en instituciones militares hay bastante tela que cortar y mucho que investigar” me sopla un “patriota cooperante uniformado” que dice va a votar el domingo contra Nico …

 

Venezuela se ha convertido en un eje del crimen organizado en la región afirma InSight Crime, un centro de investigación de actividades delictivas.

No hay ninguna definición universalmente aceptada de lo que constituye un “Estado mafioso”. Sin embargo, en el informe titulado “Venezuela: ¿Un estado mafioso?» , InSight Crime menciona siete razones para considerar a ese país como un estado mafioso. En estos argumentos, también explican cuáles son las implicaciones de ello para el país como centro regional del crimen.

A continuación, las razones:

 

1. Penetración del crimen organizado en altos nivel de las instituciones del Estado

Durante los últimos tres años, InSight Crime les ha seguido la pista a individuos que, creemos, tienen vínculos con el crimen organizado y han ocupado u ocupan actualmente altos cargos en las instituciones del Estado venezolano. Hemos encontrado a 123 funcionarios quienes, creemos que con seguridad, están involucrados en actividades criminales. Por razones legales no publicamos la lista completa, pero algunos de los casos más evidentes se nombran en la sección denominada “El narcotráfico al interior del régimen venezolano: El Cartel de los Soles”.

Nuestras investigaciones han dejado claro que en los niveles más altos de las siguientes instituciones trabajan personas que creemos que están o han estado involucradas en actividades criminales: La Vicepresidencia, el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, el Ministerio del Poder Popular para la Defensa, el Ministerio del Poder Popular de Agricultura Urbana, el Ministerio del Poder Popular para la Educación, el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, el Ministerio de Estado para el Comercio Exterior e Inversión Internacional, el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica, la Guardia Nacional Bolivariana, la Fuerza Armada Bolivariana, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y Petróleos de Venezuela (PDVSA).

La penetración criminal en tantas instituciones y el hecho de que estas constituyan los órganos principales del Estado en la lucha contra el crimen organizado, significa que Venezuela no puede ni siquiera detener el crimen organizado, mucho menos combatirlo con eficacia. Con tantos actores estatales con intereses en la actividad criminal, bien sea que se trate del contrabando de combustible, la venta de alimentos y medicinas en el mercado negro, o el tráfico de cocaína, solamente este factor es suficiente para considerar a Venezuela como un Estado mafioso.

2. Evidencia de cleptocracia

¿Cómo es que un país que se asienta sobre una de las mayores reservas de petróleo del mundo después del Medio Oriente cae en la quiebra? Debido a unos niveles asombrosos de incompetencia, corrupción y cleptocracia.

Las arcas del Estado han sido saqueadas a escala industrial por la élite Bolivariana. Dado que no hay transparencia ni contabilidad pública de los presupuestos o gastos del Estado, es difícil calcular cuánto ha sido saqueado del país. Una investigaciónllevada a cabo por un Comité del Congreso calcula que la cifra llega a US$70 mil millones. Un exministro ha afirmado que la cifra se acerca más bien US$300 mil millones.

Debido a que no hay datos confiables, lo único que podemos hacer es reconocer la magnitud de la corrupción y analizar a algunos de sus principales promotores. Uno de ellos es la falta de transparencia. Venezuela ocupa el puesto 166 de los 176 países incluidos en el Índice de Percepción de Corrupción, elaborado por Transparencia Internacional. Si nadie sabe cuánto gana el Estado ni cómo lo gasta, no hay tampoco rendición de cuentas y, por lo tanto, los funcionarios que controlan los presupuestos pueden fácilmente desviar fondos hacia sus bolsillos o los de sus amigos. Esta cleptocracia ha sido sin duda uno de los principales factores que ha llevado a Venezuela al borde del colapso económico y a la quiebra.

Los controles que el Gobierno venezolano estableció sobre los precios y la moneda desde febrero de 2003 fueron uno de los principales activadores de la corrupción y la cleptocracia durante el gobierno de Hugo Chávez. Y esto continúa actualmente, aunque a una escala mucho menor porque los recursos han mermado.

“El sistema fue creado para que pudiera ser violentado”, dijo Alejandro Rebolledo, abogado venezolano especializado en crimen organizado, durante una entrevista con InSight Crime en Caracas. Las tasas de cambio diferenciales fueron creadas con la premisa de evitar la fuga de capitales a raíz de las huelgas generalizadas que habían conducido al golpe de Estado en 2002. Inmediatamente dieron lugar a “perversos incentivos”, según Carlos Miguel Álvarez, analista del centro de estudios venezolano Ecoanalítica. Empresas sin escrúpulos y funcionarios corruptos podían comprar dólares “baratos” a la tarifa oficial y venderlos por muchos más bolívares en el mercado negro.

Los importadores “inflaron agresivamente el valor de los bienes introducidos al país, con el fin de obtener dólares estadounidenses a bajísimas tasas de cambio. A veces, incluso falsificaban los cargamentos y no importaban absolutamente nada”, según una investigación del New York Times.

Actualmente, el sistema cambiario se utiliza para mantener la lealtad de ciertos sectores clave, que tienen acceso privilegiado a los dólares estadounidenses, lo que les permite obtener enormes ganancias. Hoy en día, el principal beneficiario es el ejército, que controla la importación y distribución de alimentos y medicinas y se beneficia criminalmente de este monopolio.

3. Delegación de poderes estatales a actores irregulares e ilegales

Tras el golpe militar de 2002 que derrocó a Hugo Chávez durante 48 horas, el presidente hizo cambios claves en las palancas del poder para asegurarse de que no volvería a ser derrocado. Una de las medidas que adoptó consistió en delegar funciones del Estado a elementos irregulares e incluso criminales. Además, las fuerzas de seguridad perdieron el monopolio sobre las armas. En su lugar, ha habido una proliferación de armas y municiones en manos criminales, bien sea a propósito o mediante la corrupción. En esta serie investigativa hay dos artículos dedicados a dos temas que son ejemplos de esto último: “La delegación del poder estatal: Los ‘colectivos’” y “La delegación del poder estatal: Los ‘pranes’”

Los colectivos son grupos irregulares, generalmente armados, que ejercen control sobre muchos barrios, principalmente en Caracas. Históricamente han disfrutado de la aprobación del Gobierno y por lo tanto de cierto grado de legitimidad, pero, en última instancia, no rinden cuentas ante nadie. Estos grupos ejercen “vigilancia policial” en sus áreas de influencia y algunos incluso proveen un sistema de justicia paralelo. Si bien inicialmente fueron financiados por el Gobierno de Venezuela, han recurrido cada vez más a actividades criminales para autofinanciarse, principalmente el narcomenudeo y la extorsión. El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha utilizado a los colectivos para ejercer control social en sus áreas de influencia y para disolver las protestas de la oposición.

Los pranes son los jefes criminales en el sistema carcelario de Venezuela. Durante la administración de la ministra Iris Varela, el Gobierno ha entregado a los pranes gran parte del control del sistema penitenciario, asumiendo que ellos controlan la violencia y evitan los desórdenes al interior del sistema penitenciario. El sistema de pranes ha llegado a ser tan poderoso y exitoso, que sus estructuras criminales ya operan por fuera de las paredes de las prisiones, a menudo en conjunto con las llamadas “megabandas” —estructuras criminales que ejercen el control sobre gran parte del hampa venezolana—.

 

 

Puedes leer el informe completo aquí:

 

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INFOGRAFÍA | Cleptocracia: de la utopía revolucionaria a la miseria del Socialismo del Siglo XXI
Cuando se cumplen cuatro años de la muerte del presidente Hugo Chávez, creador del Socialismo del Siglo XXI, es evidente que pese a la promesa de que la riqueza petrolera pasaría a manos “de todos los venezolanos”, el diseño de dicho modelo no estuvo pensado para tal fin. Expertos argumentan que la versión chavista del socialismo, plena de controles económicos e incentivos a la corrupción, se asemeja más a una cleptocracia, es decir, a un sistema de gobierno en el que prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos. Advierten, además, que los últimos eslabones de la tragedia socialista son la hambruna y el control de los partidos políticos por parte del Gobierno

 

@GitiW

“EL SOCIALISMO SALVARÁ A LOS PUEBLOS del mundo de la miseria, de la pobreza, del hambre y de la desigualdad”, expresó Chávez en 2011. El caso venezolano demuestra que tal afirmación no solo fue utópica, sino diametralmente opuesta a la realidad. Y no fue por falta de recursos pues entre 1999 y 2015 el Estado recibió poco más de 2 billones de dólares por cuatro vías: exportaciones petroleras; tributos directos e indirectos, dividendos de Pdvsa y utilidades del BCV; emisiones de bonos y créditos diversos al Estado y sus entes, así como la emisión inorgánica de dinero del BCV.

“Nunca hubo tanta abundancia y tanto deterioro social. No hay manera de explicar en qué se tradujo el ingreso de casi un billón de dólares nada más por concepto de la renta petrolera y los fondos parafiscales”, apunta Fernando Fernández, abogado consultor en Derecho Penal Económico.

Quizás sí hay una manera de explicar cómo pasamos de recibir tal abundancia de recursos al actual estado de indigencia que se ve en las calles venezolanas. Fernández, quien preside la Asociación Venezolana de Derecho Penal Económico, argumenta que desde el principio, el socialismo del siglo XXI fomentó la construcción de un “estado dual” caracterizado por la llegada al poder de “personas leales, complacientes y obedientes al gobierno (…) con el deseo tácito o expreso de enriquecerse o de tener poder”, en otras palabras, creó las bases de una cleptocracia.

Esa construcción dio pie al “estado criminógeno”, en el cual todas las condiciones estimulan la corrupción incluso entre quienes no tenían la intención de hacerlo. “Se puede afirmar que se trata de la ejecución de un plan preconcebido. La corrupción se contagia pues en una madeja corrupta todos quieren su tajada. Este nivel de corrupción necesita de una estructura que lleva a todos los ciudadanos a formar parte de la cleptocracia de una forma u otra”, explica Fernández.

El Índice de Percepción de Corrupción 2016 ubicó a Venezuela como el último país del continente en transparencia gubernamental. Ese factor es justamente el que favorece la cleptocracia, pues su existencia requiere de una estructura amparada en la más completa opacidad.

 

Índice de Corrupción 2016

 

El director de la ONG Paz Activa, Luis Cedeño, enumera cuáles son los indicadores que demuestran la presencia de la cleptocracia en Venezuela:

1.- Maximización el endeudamiento del país

2.- Monopolio los actos de corrupción de gran volumen. Ej. Nepotismo

3.- Uso de fondos del Estado para pagar coimas a cambio de apoyos de políticos, diputados, medios y jueces

4.- Capitalismo de Estado e ideología totalitaria.

5.- Cooptación de Poderes

6.- Reducción de los servicios públicos

7.- Control de todos los partidos

 

El experto en Derecho Penal Económico alerta que aunque la cara más trágica de la debacle es la búsqueda de comida en los basureros públicos, situación que él estima evolucionará hacia un fenómeno de hambruna, el socialismo del siglo XXI buscará a continuación socavar completamente las bases de la democracia a través del control de los partidos políticos.

 

VENEZUELA-CRISIS

Venezolanos buscando comida en la basura | Foto: AP

¿Cómo se acaba con las cleptocracias? “Nadie lo sabe con certeza”, apuntó Fernández.  “El mejor escenario es que se disuelvan al estilo de Rusia, tras lo cual hay que hacer una cantidad de reformas legales y estructurales para sanear el Estado. Para que eso ocurra es indispensable un pacto entre todos los factores: económicos, políticos, sociales, militares y religiosos para refundar el país. Luego hay que recuperar los activos perdidos, tal y como lo hizo Brasil y Perú”. ¿Cuál sería el peor escenario? “Un cambio abrupto cuyo destino no se conoce”, agregó.

La siguiente infografía, basada en una investigación de Fernández, permite conocer cómo evolucionó la cleptocracia en Venezuela, desde su inicio como un sueño de igualdad social, al actual panorama de menesterosidad.

 

 

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