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Cuatro escenarios que se proyectan para la educación superior en lo que resta de 2022
El observatorio señaló que la deserción estudiantil no solo se vislumbra en el sector público. En el sector privado la situación también compleja por el incremento de las matrículas

 

El Observatorio de Universidades (OBU) presentó los cuatro escenarios sobre la educación superior para el último trimestre de 2022. Aumento de la deserción estudiantil, empeoramiento de la infraestructura física y tecnológica, mantenimiento de la conflictividad laboral y manifestaciones de resistencia, son algunas de las proyecciones. 

Para el OBU, el primer escenario, el del aumento de la deserción estudiantil, vendría como consecuencia de la sorpresiva decisión de asignar cupos para carreras y universidades que no fueron seleccionadas por los bachilleres aspirantes a través de la plataforma de la Oficina de Planificación para el Sector Universitario (OPSU). 

El observatorio señaló que la deserción estudiantil no solo se vislumbra en el sector público. En el sector privado, la situación también es compleja por el incremento de las matrículas. 

El segundo escenario, nada alentador para las universidades públicas, son las condiciones de la infraestructura, lo que dificulta grandemente el desarrollar actividades académico-administrativas en condiciones mínimas de calidad. Sin contar los estragos que ha causado el hampa al robar equipos imprescindibles para el desarrollo de actividades. La falta de trasporte y comedor contribuyen a que el panorama se torne más sombrío. 

El llamado a reiniciar clases en medio de enérgicas protestas por parte de trabajadores y docentes, y la aplicación del instructivo Onapre, hacen que la conflictividad se mantenga hasta tanto los salarios no sean ajustados. Esta situación es el tercer escenario que proyecta el OBU para la educación superior.

El último escenario, pero no menos importante, son las manifestaciones de resistencia, ese gran esfuerzo que se viene realizando para que las instituciones de educación pública se mantengan. 

El OBU señaló que para este último trimestre del año, destacarán aspectos importantes de la historia de las universidades y fechas significativas, pero en condiciones muy distintas de las que se plantearon los pioneros de las universidades o quienes fijaron fechas que evocan el esfuerzo de generaciones anteriores. 

 

*Con información de OBU

#GuachimánElectoral | Tres escenarios electorales que podemos esperar de las negociaciones en México
Todavía es muy pronto para saber qué puede resultar de las conversaciones que inician la próxima semana, pero una de los términos generales en el proceso que media Noruega son «garantías electorales para todos. Cronograma para elecciones observables»

 

Jhonatan González 

 

La conformación de un cronograma electoral en Venezuela, que sirva como vía a unos comicios presidenciales y legislativos, es un punto neurálgico sobre la nueva mesa de negociación conformada en México entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición. Desde el oficialismo, la moneda de cambio para que esto suceda sería el levantamiento de sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.

El viernes 13 de agosto se llevó a cabo la primera “reunión constructiva” entre las delegaciones, encabezadas por el presidente de la Asamblea Nacional de mayoría oficialista, Jorge Rodríguez, y el dirigente político, Gerardo Blyde, por parte de la alianza de partidos opositores.

Los sectores firmaron un memorando de entendimiento, con una agenda que incluye la negociación sobre “derechos políticos para todos, garantías electorales y un cronograma de elecciones”. El documento también abarca el levantamiento de sanciones, entre otros aspectos.

«Esta firma significa mucho, significa todo, porque significa esperanza. Ya sabemos en qué no estamos de acuerdo. El trabajo ahora es buscar dónde encontramos puntos de confluencia para garantizar el porvenir y la felicidad del pueblo de Venezuela», declaró Rodríguez.

Por su parte, Blyde dijo que el objetivo principal de esta nueva etapa es «lograr un acuerdo integral que conviene a todos, en el que nadie se sienta vencido y todos nos sintamos incluidos».

Para analizar este tema, el Guachimán Electoral consultó a un grupo de expertos, quienes ofrecieron sus puntos de vista acerca de los escenarios y el alcance en materia electoral que pueda tener la restauración del diálogo político.

Escenario 1 | Cronograma electoral escalonado

El especialista en negociaciones y resolución de conflictos, Igor Cuotto, considera que el tema electoral juega un factor trascendental para que las conversaciones lleguen a buen término. Señala que hay altas probabilidades de que la oposición proponga un cronograma escalonado, tanto de elecciones como de levantamiento de sanciones, y el mecanismo sería iniciar con las regionales hasta las presidenciales e ir evaluando cuáles sanciones se podrían levantar.

A su juicio, realizar elecciones sucesivas es un escenario que también favorecería a la oposición. “¿Qué pasa si el gobierno dice mañana vamos a hacer las elecciones generales ya? ¿Cuál va a ser el candidato a la elección? ¿Cuáles van a ser los candidatos a los cargos de diputados? A la misma oposición se le generaría el juego de la papa caliente. Tendrían que tener un consenso”, expuso.

Egleé González Lobato, directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones de la UCV, destaca que con la publicación del memorando de entendimiento entre las partes “se ha dado un gran paso”.

Señaló que aunque los encuentros apenas comienzan, “el cronograma electoral que se está estudiando es muy importante. Hay esperanzas para diversas medidas y de un cronograma que permita la sostenibilidad y el desarrollo del país”. Enfatizó que aún es muy pronto para explicar a detalle de qué se trataría esta propuesta.

“Según el memorando de entendimiento, hay un compromiso por un cronograma de elecciones libres que, aun cuando las partes no aclaran sobre el alcance, pudiéramos estar hablando de que no solamente estarían las regionales y locales convocadas para noviembre, sino también unas de la Asamblea Nacional y probablemente las presidenciales”, apunta González Lobato.

El experto en negociación y uno de los integrantes de la delegación opositora en el diálogo de 2017, Gustavo Velásquez, considera que esta nueva etapa de negociaciones tiene un alto contenido político, donde el tema electoral representa uno de los puntos centrales.

Al ser consultado acerca de si este intento entre chavismo y oposición llegará a buen puerto, refirió: “La ventaja que hoy tenemos es que existe una facilitación del proceso de negociación en las manos expertas de Oslo, lo cual puede contribuir notablemente con que se concreten ciertos acuerdos y no se pierdan en la confrontación verbal de las partes”.

Velásquez plantea que hay grandes posibilidades de que se fijen condiciones básicas para futuros procesos electorales, en las cuales el chavismo insistirá en que las presidenciales sean lo último que se haga y coincide con Cuotto en que pedirá a cambio el levantamiento de las sanciones.

Escenario 2 | Acuerdos parciales

Entre los convenios de mediano alcance que podrían arrojar las negociaciones en México, se encuentra la participación de la oposición en las próximas elecciones del 21 de noviembre y las garantías para que sea un proceso transparente. Ante esto, Cuotto sostiene que es posible que en los acuerdos se llegue a que quienes adversan a Maduro participen, pero pidan que no se hagan en noviembre, sino después para que les dé oportunidad de reorganizarse.

Por su parte, González Lobato apunta a que en este momento la oposición llega a la negociación con mayor debilidad de la que tenía en 2019 y afirma que la estrategia del “boicot electoral” trajo como consecuencia la inamovilidad de la sociedad y la pérdida del “músculo de la fuerza electoral”.

“Yo estoy segura de que la negociación se está viendo en este momento del análisis como complementaria. Es decir, que no puede representar una amenaza para las regionales, independientemente de los resultados de las negociaciones”, dijo la académica.

A su juicio, “los partidos políticos que han estado un poco tímidos con el asunto de la postulación deben ser realistas, porque no es que la negociación tiene que llegar a feliz término, sino que cada día que pasa son logros importantes para la negociación”, añadió.

De acuerdo con Velásquez, si se logran acuerdos básicos, se estimularía la participación electoral, independientemente de la falta de condiciones que existan por parte del CNE y de las mismas organizaciones políticas. “Es clave en democracia que la gente se movilice, opine y se manifieste», acotó.

En el caso específico del 21 de noviembre, señala que más allá de las líneas que puedan dictar las distintas toldas políticas, la voluntad de algunas comunidades ha sobrepasado la de los partidos de mantenerse al margen de las elecciones.

“Esto, según la óptica de algunos, favorece al gobierno de Maduro, pero también favorece la participación de la gente en las regiones. Estas elecciones pueden ser un elemento clave para la reagrupación de los diferentes partidos y uno de los caminos fundamentales para rescatar la institucionalidad política en el mediano plazo”, dijo Velásquez.

Escenario 3 | Que no se logre nada

Debido a los antecedentes de estas negociaciones en México, existen posibilidades de que el juego siga trancado y ambos sectores vuelvan a dar una patada a la mesa que, según los expertos, profundizaría la crisis que vive Venezuela.

En ese sentido, Cuotto advierte que de no concretarse ningún pacto positivo “lo que vamos a ver son unas elecciones regionales donde participaría el gobierno y algunos disidentes del G4, y el gobierno arrasaría, dado que la oposición que reconoce la mayoría de los venezolanos no participaría”.

“Veremos a una población mucho más desmotivada y desilusionada del liderazgo. Los venezolanos quieren un acuerdo rápido para ir a votar, eso es lo que dicen las encuestas y ese es el rol del líder, movilizar a la gente”, agregó.

A diferencia de los anteriores intentos, Cuotto espera que esta vez se lleguen a convenios en beneficio de todos los venezolanos. “Tiene que generarse un acuerdo, porque le conviene al gobierno. Si no, de otra manera, no le quitarán las sanciones. Estados Unidos y la Unión Europea fueron claros en que levantarían las sanciones cuando se llegue a un acuerdo de elecciones presidenciales, legislativas, liberación de presos políticos y respeto a los derechos humanos”.

Para Velásquez, es una realidad que no se puede esperar soluciones totales en la mesa de negociación, pero considera fundamental restablecer el diálogo político entre las partes para buscar el beneficio de las mayorías del país. Sin embargo, de no haber acuerdos en la mesa, estima que se radicalizaría la posición de los partidos de no ir al proceso (del 21 de noviembre), contra otros sectores nacionales que abogan por la participación ciudadana aún en las peores condiciones.

A pesar de los malos resultados que puede generar la negociación, González Lobato destaca que hay demostraciones en el primer encuentro que invitan a ser optimistas. “Viendo las reacciones de los organismos multilaterales, nacionales, congregaciones de países e individualidades, en este momento pudiéramos estar frente a una negociación trascendente para la vida política del país”, puntualizó la académica.

Guachimán Electoral

¿Qué debemos esperar? Los 6 escenarios probables en la pandemia por COVID-19
El concepto de “normalidad” que conocíamos antes de la pandemia parece todavía muy distante. El mundo aguarda por varios elementos clave para decidir cómo y cuándo podría reactivarse paulatinamente

@mrsyaky

 

Desde el pasado 11 de marzo -un poco tarde, para el gusto de muchos científicos- la Organización Mundial de la Salud calificó como pandemia la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado por vez primera en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.

Más de 2 millones y medio de personas han sido infectadas por este nuevo coronavirus, mientras que los decesos se situaban en 171.718 para el 21 de abril de 2020.

El mundo transita la pandemia entre las presiones económicas generadas por el confinamiento, la caída abrupta de los precios del petróleo y una carrera contrarreloj para encontrar vacunas o tratamientos que hagan menos nocivo el curso de la enfermedad, lo que sería un aliciente para levantar gradualmente y en términos relativamente seguros la cuarentena decretada en decenas de países.

¿Cuáles son los escenarios probables en el mundo en los próximos meses en el marco de la pandemia? Acá una descripción de lo que podría ocurrir y esperamos que ocurra.

El fin no está cerca, pero el confinamiento ayuda

«Esconderse», aislarse y recluirse ha sido una forma histórica de ganar tiempo antes de que sea posible superar una pandemia. El diario El País refleja en un artículo que en un pueblo de la provincia de Burgos durante la gripe de 1918, un pastor de cabras al que llamaban Sansané se llevó a sus cinco hijos al monte para que permaneciesen ocultos de un mal que estaba diezmando su pueblo.

Sin directrices mundiales o nacionales para la época, aquel hombre de campo aplicó una estricta política de confinamiento que sigue siendo la principal herramienta contra la gran pandemia un siglo después.

Esos niños sobrevivieron escondiéndose porque, como ha ocurrido en gran parte de las epidemias en la historia de la humanidad, el distanciamiento social reduce los contagios por un sencillo mecanismo: Cuando una cierta cantidad de personas ha superado la enfermedad y es inmune a ella, el contagio se dificulta y la enfermedad se desvanece.

«A veces ocurre eso», explicaba a dicho medio José Prieto, catedrático de microbiología de la Universidad Complutense de Madrid. En conclusión, la cuarentena preventiva lo que logra es «ganar tiempo» para evitar contagios masivos que saturen los servicios de salud y mientras en paralelo se puede avanzar en vacunas o tratamientos efectivos.

50% de la población mundial o más podría infectarse

El pasado 24 de marzo, el virólogo español Adolfo García Sastre advertía que podría haber hasta tres olas de infección de COVID-19 y que en el próximo año, hasta la mitad de la población mundial podría haberse infectado. Esto, por otra parte, dará lugar al que virus frene su propagación.

Estas cifras variarán también en cada país, según alerta, ya que cuanta más gente se contagie en la primera menos se contagiaría en la segunda ola, o por el contrario, si en la primera ola hubo pocos contagios, es de prever que en las siguientes sean más los casos.

Flor Pujol, virólogo molecular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, resalta que el confinamiento es fundamental para reducir o contener la epidemia. «Quizá con estas medidas de contención que serán liberadas gradualmente logremos que no sea tan grande el número de infectados pero sí lo suficiente para que el virus no se transmita tan fácil. Estamos esperando que las personas que se infecten desarrollen inmunidad por al menos dos años (como ocurrió con los anteriores coronavirus) y, de esta forma, se podría contener naturalmente la epidemia», declaró.

Añade que, a medida que más gente se infecta, el virus tendrá a menos personas a quien atacar y la epidemia se irá «apagando». Y mientras no haya vacuna, el escenario más probable es que mucha gente se va a infectar.

«Y lo que hay que evitar es que se infecten nuestras personas a riesgo. Que los jóvenes se vayan infectando poco a poco para adquirir inmunidad y postergar los casos para que no todos ocurran al mismo tiempo. Esto significa ‘prolongar la epidemia’, pero con pocos casos, para no saturar los sistemas de salud. Es un poco la estrategia. Quizá dando chance de que tengamos una mejor forma de atender nuestros casos», abundó.

El virus se va atenuando y se volvería menos peligroso

Por un mecanismo conocido como «patogenicidad balanceada», es frecuente que los virus evolucionen hacia una cepa más atenuada o menos peligrosa, ya que eso permite su sobrevida dentro de más hospederos.

Se ha visto que los virus pueden evolucionar para atenuarse y causar un menor daño a su hospedero de forma tal de poder replicarse sin “eliminar” a dicho hospedero y así garantizar su propia supervivencia. Pero Pujol aclara que esto no ocurre en las primeras fases de las epidemias, sino al cabo de un tiempo.

«Con respecto a la virulencia, a menudo, durante las epidemias, eventualmente se puede hacer más virulento el virus. El virus que más ataque, que sea más transmisor, tendrá una ventaja selectiva, le ganará a los más débiles, eso se ha visto en fases epidémicas. Pero también se ha visto, porque los virus evolucionan muy rápido y las generaciones son muy cortas, que ocurre el mecanismo de patogenicidad balanceada. Van evolucionando porque requieren a su hospedero. De alguna forma, no les conviene causar tantos daños al hospedero, es una ventaja evolutiva para así tener varios hospederos y mantenerse en la población», explica la experta.

Luis Enjuanes, virólogo español y director del laboratorio de coronavirus del CNB-CSIC, explicó al periodista Jordi Évole que el coronavirus que circule dentro de tres meses será mucho más benigno que el que circula ahora. «En virología la experiencia que se tiene es que, conforme va transmitiéndose un virus, este se atenúa con el tiempo».

Por su parte, Juan José Tellería, doctor en Medicina Genética y experto en enfermedades respiratorias de la Universidad de Valladolid, añadió en entrevista al HuffingtonPost que los virus tienden a dar patología grave cuando saltan de especie, pero luego normalmente «van cambiando hacia formas menos letales”.

El genetista indicó que esto debe ser explicado desde un “darwinismo básico”. “Cuanto menos mata el virus, más eficaz es. Si el virus mata a su huésped, está mordiendo la mano que le da de comer”, ilustra. “Porque él no se puede reproducir solo, necesita a un ser vivo para ello, así que le conviene mantener vivo a ese humano”.

En pocas palabras, el virus -que no es un organismo viviente per sé- tendrá más probabilidades de triunfo o de mantenerse circulando mientras menos «mate» a su huésped, por ello, evolucionan a formas menos letales, pero no porque «elijan» hacerlo, sino porque las variantes más graves que son capaces de matar al huésped dejan de reproducirse y otras formas menos dañinas son las que continúan transmitiéndose.

¿La inmunidad derrotará al virus? Una incógnita

En Chile prometieron hace una semana que emitirían «certificados de inmunidad» a las personas que hubiesen superado la infección por el SARS-CoV-2 y la Organización Mundial de la Salud levantó el grito al cielo.

La OMS reconoció que no hay evidencias de que los supervivientes de coronavirus generen inmunidad» y que solo un porcentaje bajo de la población llega a inmunizarse.

La doctora Maria Van Kerkhove, jefa de la unidad de enfermedades emergentes de la OMS, aseguró que las pruebas de anticuerpos podrán medir el nivel de presencia serológica, pero aclaró que eso no significa que alguien con anticuerpos sea inmune. «No tenemos evidencia que las pruebas serológicas puedan demostrar que una persona es inmune o está protegido», apuntó.

El director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, también fue muy cauteloso al respecto: «Hay una expectativa de que la inmunidad colectiva se ha alcanzado y que la mayoría de la sociedad ya ha desarrollado los anticuerpos, pero la evidencia general indica lo contrario», aclaró.

Algunos individuos que se exponen a estos coronavirus no logran desarrollar una inmunidad y deshacerse rápidamente de la infección y, por el contrario, desarrollan una respuesta exacerbada intentando controlarla.

Con este nuevo coronavirus surgido en China, ha pasado que personas que dieron negativo en los test de control tras haber superado la enfermedad vuelven a dar positivo, aunque se desconoce si se trata de una reinfección. En todo caso, al haber estado expuesto el sistema inmune a una infección por coronavirus y superarla, cualquier otra exposición -en teoría-debería generar una enfermedad con síntomas más débiles que los iniciales.

La virológo venezolano Flor Pujol resalta que los virus influenza, por ejemplo, mutan y pueden volver a infectar, pero como ya nuestro sistema inmune se ha enfrentado a varios del mismo tipo, no cursamos esas enfermedades con síntomas tan fuertes. Respecto a los coronavirus, explica que la inmunidad es un asunto más peculiar.

«Si por ejemplo, usted se infecta con sarampión y hepatitis A, no le vuelve a dar ese virus. Pero si se infecta por coronavirus, con los que se conocían hasta ahora, la inmunidad dura de dos o tres años. Después, los niveles de inmunidad bajan, pero hay memoria inmunológica, y aunque tuviéramos que volver a enfrentarlos, como la respuesta inmunitaria se monta rápidamente, sería más efectiva y se controla la infección», afirma.

El presidente de la Sociedad Española de Virología, Albert Bosh, comentó al diario 20minutos.es que el coronavirus del resfriado (OC43), por ejemplo, genera una respuesta inmune de corta duración (tres meses), pero esto es después de una larga coevolución con nosotros. «El SARS-CoV-2 acaba de aparecer, por lo que todavía no conocemos estos detalles», enfatiza.

Otro experto entrevistado por el mismo medio, el doctor en Inmunología Javier Yanes, agrega que la inmunidad no es un concepto binario. «No es como estar embarazada, que es sí o no. La inmunidad frente al nuevo coronavirus puede ser parcial, temporal, mayor o menor en cada persona (…) Unas personas serán más inmunes que otras, a unas les durará más tiempo que a otras, en algunas posiblemente no genere nada de inmunidad. Depende de factores que todavía no se conocen bien», explicó.

Vacunas y tratamientos: ¿Una esperanza posible?

La esperanza de un retorno medianamente seguro a la «normalidad» y a la convivencia social pende de dos hilos: El desarrollo de una vacuna que prevenga la infección o de un tratamiento que haga que la enfermedad causada por el nuevo coronavirus sea menos peligrosa y letal.

«No antes de un año, o año medio». Ese es el tiempo que debemos esperar para tener una vacuna efectiva y segura contra el coronavirus, a juicio de la virólogo venezolana Flor Pujol.

Explica que, para cumplir con todos los estándares requeridos, la elaboración de una vacuna debe pasar por la fase 1 ( inocuidad), fase 2 ( inmunogenicidad) y fase 3, eficiencia. Después, debe ser registrada, aprobada y producida en gran escala.

Agregó que sería muy interesante que dentro de los prototipos de vacuna que se están intentando se desarrolle una que proteja contra varios tipos de coronavirus SARS. «Tenemos ese peligro de varios SARS. SI hubiera una vacuna que nos protegiera de los distintos tipos de SARS, sería ideal. No es fácil, pero tampoco imposible que se logre», manifestó.

Hasta la fecha, hay al menos unas 70 vacunas en desarrollo. La Universidad de Oxford (Reino Unido) desarrolla una cuyas pruebas clínicas podrían terminar en agosto. Han prometido, incluso, que podrían tenerla lista para uso público en septiembre.

Sobre los tratamientos, hasta la fecha no hay uno específico contra la COVID-19. En distintas partes del mundo están probando medicamentos usados contra otras enfermedades, pero todavía no se sabe si funcionarán a carta cabal y cuál es el margen de seguridad de uso.

Uno de ellos es el interferón, proteína naturalmente producida por el cuerpo y que es la primera barrera contra una infección viral. Los hay de diferentes tipos, pero contra el coronavirus se está usando la «Alfa», que se usaba contra la hepatitis C y que ha mostrado efectos en algunos virus.

También, se ha recurrido a la cloroquina, o a la hidroxicloroquina -un derivado menos tóxico- un medicamento antimalárico que no es un antiviral, pero que tiene un efecto sobre la célula que recibe al virus. Lo que se busca con este medicamento es atacar al virus a través de «blancos celulares».

«Es decir, en lugar de atacar al virus, ataco a las células, sin matarlas, para prevenir que el virus se pueda replicar cómodamente dentro de la célula. Al evitar que se replique dentro de la célula, evito de alguna forma que se reproduzca masivamente, que es lo que ocurre en los casos en los que no se controla la infección «, explica la doctora Pujol.

En el caso de la hidroxicloroquina, desde Suecia, Brasil y Francia han advertido sobre los problemas cardíacos que puede generar su uso. Docenas de estudios clínicos se realizan actualmente en el mundo para comprobar si tiene o no efectividad y cuán seguro es su uso. Para junio y julio se esperan los primeros resultados.

Otro medicamento evaluado es el remdesivir, un tratamiento experimental que fue diseñado contra el ébola. Tanto en EEUU como en el mundo se adelantan varios ensayos.

Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) hizo un llamado el pasado 16 de abril a los pacientes recuperados para que donen su plasma para iniciar un tratamiento conocido como plasma convaleciente.

Este producto rico en anticuerpos elaborado de la sangre donada personas que se han recuperado de la enfermedad causada por el virus podría ser útil para ayudar a la recuperación de los infectados.

«Nuestra experiencia previa con virus respiratorios y los escasos datos que hemos recibido de China sugieren que el plasma convaleciente tiene el potencial de reducir la severidad o acortar la duración de la enfermedad causada por el COVID-19. Es importante que evaluemos esta posible terapia en el contexto de estudios clínicos, mediante acceso ampliado, así como también facilitar el acceso urgente para pacientes individualmente, según sea apropiado», explican en su sitio web.

Otros países como Argentina, Cuba, Uruguay, España, Bielorrusia y Panamá han anunciado también que probarán este mecanismo de «inmunización pasiva» a través del plasma de pacientes recuperados para evitar complicaciones en los recientemente infectados o, incluso, que otros que hayan sido expuestos -como los trabajadores de salud- desarrollen la enfermedad. La multinacional Grifols también anunció recientemente que en el mes de julio podrá disponer de las primeras dosis de plasma de pacientes curados de Covid-19 para EEUU y España.

Cabe destacar que el uso de plasma convaleciente no tuvo éxito contra virus como el ébola.

Por otra parte, algunos países han probado medicación anticoagulante contra las complicaciones del COVID-19. Panamá, por ejemplo, ha reportado estabilización en pacientes en cuidados intensivos que fueron tratados con un anticoagulante llamado “heparina” en combinación con esteroides. Mientras que la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) ordenó el inicio de un estudio multicéntrico y autorizó administrar heparina a 300 pacientes con cuadros moderados a graves de la enfermedad.

En todo caso, los anticoagulantes y su uso experimental servirían para enfrentar una de las complicaciones que podría desencadenar la infección viral (la formación de microtrombos) y no para controlar la infección en sí; mientras que los esteroides ayudarían a disminuir la inflamación causada por COVID-19.

Hasta que no se llegue a acuerdo científico sobre un esquema de tratamiento eficaz y seguro que permita reducir hospitalizaciones y complicaciones, las medidas de distanciamiento social podrían seguir presentes en el mundo.

Confinamiento «por etapas» y probablemente por un par de años

Aunque cada país tiene una realidad distinta, en algo coinciden los epidemiólogos de todo el mundo: La «normalidad» como la conocíamos estará un buen tiempo suspendida y el confinamiento preventivo, en distintos niveles, será una condición que estará presente en nuestra cotidianidad por un buen rato.

David Nabarro, profesor de salud global del Imperial College de Londres y representante de la Organización Mundial de la Salud para la Covid-19 advirtió el pasado 19 de abril que la humanidad va a tener que adaptarse a vivir con la amenaza del coronavirus.

A juicio del experto, por tiempo indefinido, la nueva «normalidad» del mundo consistirá en aislar a los que muestran signos de la enfermedad y también a sus contactos, proteger a los mayores y asegurar la capacidad hospitalaria para tratar los casos.

De hecho, científicos de la Universidad de Harvard advirtieron que una sola y generalizada cuarentena sería insuficiente para detener la propagación masiva del virus y reducir los contagios y las muertes. Por ello, sugieren períodos repetidos de distanciamiento social hasta el 2022.

Los datos de la referida investigación reseñada por Science Magazine apuntan a que la covid-19 se volverá estacional, como los coronavirus anteriores que causan el resfriado común con tasas de transmisión en los meses más fríos.

Los autores del estudio insisten en que aún se desconoce mucho sobre el nuevo coronavirus, com el nivel de inmunidad adquirido por una infección previa y cuánto tiempo dura.

En razón de ello, y ante la ausencia de vacunas y tratamientos efectivos, los períodos intermitentes de distanciamiento social reducirán los contagios y salvarán vidas.

De todas formas, advierten, se requerirá de pruebas virales generalizadas para que cada país determine cuándo se han cruzado los umbrales para reactivar el distanciamiento en un momento dado. Singapur y Hong Kong han estado aplicando este esquema de aliviar las medidas de confinamiento cuando sea posible y aplicarlas de nuevo cuando las infecciones vuelven a subir.

“Queda por ver si ese enfoque puede lograr el equilibrio adecuado entre mantener el virus a raya y aliviar el descontento y el daño económico”, advierte Science Magazine.

Análisis AFP: Tres escenarios de las elecciones de gobernadores del #15Oct

EleccionesR

Los venezolanos acudirán el domingo a elecciones de gobernadores. El chavismo tiene actualmente 20 de las 23 gobernaciones ¿Qué impacto tendrá en la crisis política si el gobierno mantiene su hegemonía o si la oposición arrasa?

Escenario 1: la oposición gana

Analistas coinciden en que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tiene altas posibilidades de ganar las elecciones, en votos y gobernadores.

“El país está deshecho con penurias y hambruna. No hay probabilidad de que el gobierno gane”, afirmó a la AFP el politólogo Luis Salamanca.

Si eso ocurre, la oposición podrá presionar al gobierno “en un proceso de negociación serio, para fijar las condiciones de las elecciones presidenciales de 2018”, afirmó la analista Colette Capriles.

Conversaciones para establecer las bases de un eventual diálogo que ayude a superar la crisis, auspiciadas por Naciones Unidas y el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, están congeladas tras denuncias de la oposición de que “no hay condiciones”.

El politólogo Edgard Gutiérrez coincide en que la principal preocupación de Maduro si sus candidatos son derrotados serán las presidenciales.

“Maduro deberá pensar bien qué hará con las presidenciales, porque su destino parecerá inexorable: perderlas sin importar mucho lo que haga. Quizás el único recurso que le quede sea el de seguir inhabilitando a futuros contricantes”, dijo a la AFP.

Los dos principales líderes opositores, Henrique Capriles y Leopoldo López, están fuera de la contienda: el primero inhabilitado políticamente y el segundo preso en casa.

Salamanca opinó que una victoria de la oposición también restauraría el vínculo con sus seguidores, frustrados por las protestas que entre abril y julio exigieron sin éxito la salida de Maduro -con saldo de 125 muertos- y por la instalación de la todopoderosa Asamblea Constituyente, integrada únicamente por chavistas.

La crítica internacional contra el gobierno de Maduro, acentuada tras la instalación de la Constituyente, “seguirá o subirá de tono” si el chavismo es derrotado, añadió Gutiérrez.

“Estas elecciones son la oportunidad para la oposición de no seguir a la zaga de un régimen agonizante, sino plantarse frente al mundo como una fuerza de cambio. Pueden ser el comienzo del fin”, consideró Capriles.

Escenario 2: el chavismo gana

Los expertos coinciden en que sólo una elevada abstención permitiría que el oficialismo gane más gobernaciones, aunque descartan que pueda obtener más votos, pues su rechazo es muy elevado (ocho de cada 10 venezolanos, según la firma Datanálisis).

Gutiérrez explicó que si eso ocurre, se impondrá la “desmoralización y desmovilización” de los opositores.

“El modelo de control absoluto del gobierno chavista avanzará a un ritmo mayor“, indicó.

El director de la firma Venebarómetro consideró que una derrota de la oposición también reduciría la presión internacional contra Maduro.

“Quedará sobre los hombros de los actores más antagónicos a Venezuela: Estados Unidos, Argentina, España. Maduro tomará un nuevo aire”, señaló.

En este momento, una docena de países de la región, entre ellos Estados Unidos, y naciones europeas como Francia, España, Reino Unido y Alemania, han expresado duras críticas contra el gobierno de Maduro y la Constituyente.

También lo han hecho organizaciones como la OEA, el Mercosur y la Unión Europea.

“Si el gobierno obtiene una victoria, ganaría legitimidad internacional, para que no le sigan diciendo dictador a Maduro”, acotó Salamanca.

Escenario 3: resultado parejo

La Constituyente, a pesar del rechazo popular al gobierno, adelantó las regionales de diciembre a octubre -según Capriles- aprovechando “la atmósfera de melancolía” y la desmotivación opositora.

El analista Luis Vicente León dijo a la AFP que el gobierno busca “reducir el esplendor de la victoria opositora”, apostando a una elevada abstención que empareje el número de gobernaciones.

“Si la elección queda dividida, el chavismo aprovechará y usará los resultados para legitimar su relato. Dirá que la situación no es tan desventajosa para ellos como el mundo supone”, indicó Gutiérrez.

Aunque la oposición avanzaría si empareja las gobernaciones, advierte Salamanca, la sensación podría ser de derrota, porque las encuestas muestran debería de arrasar dada la impopularidad de Maduro.

“No lo vería bueno para la oposición, sino muy bueno para el gobierno. A la oposición se le bajarían los humos, mientras que el gobierno, al que todo el mundo ve como una minoría, saldría airoso”, precisó.

Capriles, por su parte, considera que “si la oposición gana unas 13 gobernaciones, la elección está ganada”.

“Debe anticiparse y construir un discurso de victoria. La narrativa será esencial. El gobierno tiene una gran capacidad de construir victorias de la nada, con la Constituyente lo demostró”, acotó.

Docencia social y escenarios sorpresa, por Ángel Oropeza

ColasAP

 

Una vez que el gobierno decide suspender el referéndum revocatorio y cualquier válvula de escape electoral a la crisis, ¿qué cree que puede o debe hacer usted ahora?

La pregunta la hicimos en un estudio nacional que acaba de realizar la UCAB como parte de una investigación sobre actitudes de los venezolanos hacia su país y su realidad política. Las respuestas obtenidas obligan a una necesaria reflexión: 24,4% de los encuestados cree que no pueden hacer nada; 20,2% opinan que lo mejor es seguir las instrucciones de la MUD sobre lo que hay que hacer; 23,4% afirma que se dedicará ahora a sus cosas personales, y 25,3% no sabe o prefiere no contestar. Hay además 2 porcentajes marginales de respuestas: 5,2% que dice estar dispuesto a ir a la calle a enfrentar al gobierno y no moverse de allí hasta que Maduro se vaya, y un escuálido 1,5% que piensa celebrar porque el gobierno sigue mandando.

Si bien es importante que uno de cada cinco venezolanos está a la espera de directrices por parte del liderazgo democrático sobre qué hacer ahora, proporción de suyo bastante aceptable, no deja de llamar la atención que tres de cada cuatro, frente al escenario actual, no tengan respuestas, crean que no pueden hacer nada o piensen ingenuamente que pueden escapar de él escondiéndose en sus propios asuntos.

La investigación además arrojó, entre otros, 2 datos que merecen ser resaltados. Por una parte, ya alcanza a 93% la población que opina que su país está mal o muy mal. Pero además, un altísimo 78% piensa que ellos y su familia, en lo personal, también lo están. Hay que recordar que este dato sobre percepción de malestar propio se ha encontrado en la literatura sobre crisis sociales como un indicador peligroso de conductas antinormativas y violentas. Y si bien nadie ha podido nunca predecir eso que llaman “explosiones sociales”, dada la multicausalidad de factores que concurren en su aparición, lo cierto es que en nuestro país se está jugando a acumular mucha paja seca cerca de la chimenea.

Un venezolano así, que cree que su país está mal pero él también, y al que le cierran las válvulas para escapar de la crisis, se vuelve conductualmente un acertijo. ¿Cómo podría reaccionar si su situación de deterioro continúa, como es seguro que ocurra, y no se le abren opciones?

Al menos dos escenarios son posibles. Uno, que la desesperanza termine por agotar su capacidad de lucha y resistencia, y dé paso al acostumbramiento y la resignación ante lo que termina por considerar inevitable y superior a sus fuerzas. Este escenario, si bien es posible, no parece tan probable en el corto plazo, dadas las altas cifras de conflictividad social que se mantienen, retando incluso la tendencia histórica a disminuir en los últimos dos meses del año.

El otro escenario es la adopción de conductas anárquicas y violentas por parte de sectores de la población, como reacción desesperada y catártica ante la invisibilidad de opciones para superar su desamparo y su calvario. El riesgo de este tipo de respuestas, especialmente cuando ocurren de manera desordenada y sin norte, es que terminan en contra de la propia gente, y justificando la represión del gobernante y su eventual fortalecimiento.

Por supuesto, existe un tercer y deseable escenario, en el cual el descontento y la presión popular se conjuguen con el resto de las modalidades de la lucha política para que su efecto se potencie en términos de utilidad y fuerza. Pero recordemos que, de acuerdo con lo encontrado, tres de cada cuatro de los venezolanos no sabe muy bien qué es lo que habría que hacer para superar la crisis, y mucho menos cree que él pueda hacer algo.

Frente a este venezolano sufriente y confuso, es entonces prioritario asumir una estrategia apremiante de docencia social para darle direccionalidad política a este descontento, ofrecer una hoja de ruta creíble para la lucha con sentido, y tratar de canalizar la rabia para que no se devuelva contra la propia gente. Este es el reto más urgente de quienes no quieren jugar a escenarios sorpresa.

@AngelOropeza182

El Nacional