escasez de gasolina archivos - Runrun

escasez de gasolina

Estudiantes universitarios duran hasta siete días caminando para llegar a la capital de Amazonas

El Observatorio de Universidades (OBU) denunció que los estudiantes universitarios de Amazonas tienen que caminar hasta siete días para poder llegar a la capital del estado, donde se encuentran los principales centros de estudio.

De acuerdo con la Enobu, encuesta que lleva a cabo el OBU, el 56% de los estudiantes de la región Guayana debe caminar para poder cumplir con sus labores en la universidad.

Mediante una publicación hecha en Instagram, la organización alertó que la falta de conexión a Internet, la inseguridad y la poca variedad en la oferta académica son otros de los riesgos para estos universitarios.

Leidys Colina, miembro del pueblo Yekuana, es una estudiante universitaria que vive en la comunidad Puerto Unión, sector Alto Ventuari, municipio Manapiare del estado Amazonas.

«Duramos aproximadamente siete días para bajar hasta la capital de nuestro estado Amazonas», reveló Colina en un video que difundió el OBU.

Asimismo, el estudiante universitario Cristóbal Yarubare, también miembro de la etnia Yekuana, comentó que otras de las dificultades que tienen «es el transporte, falta de seguridad y el alto costo de la gasolina».

«Una de las dificultades que tenemos los estudiantes universitarios es que no contamos con ningún medio de comunicación como Internet, radio de comunicación entre otras; que es de vital importancia para continuar nuestros estudios», agregó Leonardo Pérez.

 
 
 
 
 
Ver esta publicación en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida por Observatorio de Universidades (@obuniversidades)

Un proyecto para universitarios en zonas vulnerables

En julio de 2023, el Observatorio de Universidades desarrolló en el estado Amazonas la primera fase del proyecto “Unuma por la Educación”, en alianza con la Universidad Pedagógica Experimental Libertador- Instituto Pedagógico El Mácaro “Luis Fermín” (UPEL-Iprem).

Carlos Meléndez Pereira, director del OBU, explicó que “Unuma por la Educación” forma parte de un proyecto macro que desarrolla esta organización con universitarios afrovenezolanos e indígenas en los sures y periferias de Venezuela.

“Es precisamente esa filosofía del trabajo en equipo, en ‘Unuma’, una manera de generar espacios de reflexión y acción con miras a cambios positivos en las condiciones de vida, estudio y trabajo. Es un plan de sostenibilidad para la educación superior en las zonas de mayor vulnerabilidad en Venezuela”, precisó Meléndez Pereira.

Reuters: Pdvsa reanuda operaciones en El Palito para paliar la escasez de gasolina
El diputado Willian Rodríguez dijo a Reuters que espera que la unidad esté a plena capacidad este lunes, 12 de junio

La compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) reanudó la operación en la unidad de craqueo catalítico en la refinería El Palito, según señaló a Reuters este domingo, 11 de junio, un diputado oficialista y otras siete fuentes familiarizadas con el tema.

De acuerdo con el artículo de la agencia, la reactivación de la refinería El Palito, a casi un año de su paralización, es una medida clave para paliar la reciente escasez de combustible que se registra en el país.

El Palito, la refinería más pequeña del país, experimenta importantes reparaciones y proyectos de expansión después de un acuerdo de 100 millones de euros firmado con la Empresa Nacional de Refinación y Distribución de Petróleo de Irán (NIORDC), de propiedad estatal.

 

Según trabajadores de la planta, la refinería tiene una capacidad de producción de 146.000 barriles por día (bpd), y la unidad de craqueo catalítico fluidizado (FCC) de la planta ya se reinició con una producción de 20.000 bpd.

Por su parte, el diputado Willian Rodríguez dijo a Reuters que espera que la unidad esté a plena capacidad este lunes, 12 de junio.

Las operaciones inestables y las paradas frecuentes en el sistema de refinación de petróleo de 1,3 millones de bpd de Venezuela han provocado escasez intermitente de combustible en los últimos años.

Vale recordar que Irán ha proporcionado al gobierno de Nicolás Maduro combustible y diluyentes para convertir su crudo extrapesado en variedades exportables y desde 2020 suministra repuestos para reparar el circuito de refinación de Venezuela.

Sin embargo, en los últimos días los ciudadanos han denunciado no poder surtirse de combustible, especialmente en el interior del país.

Incluso, voceros del oficialismo, como el gobernador Víctor Clark, de Falcón, han reconocido algunas problemáticas. Clark señaló que se produjeron daños en máquinas del Complejo Refinador Paraguaná (CRP).

«Despachamos lo básico hacia las estaciones subsidiadas e internacionales. Estamos turnando el despacho en el estado y esta contingencia se mantendrá durante tres semanas», dijo Clark.

#SinGasolina: Escasez en varios estados y admiten fallas en Complejo Refinador Paraguaná
A través de la red social Twitter, donde los usuarios promovieron la etiqueta #SinGasolina, también denunciaron que en el estado Lara también se ha hecho cuesta arriba surtir combustible

Foto: @YelitzaFigueroa

En los últimos días se ha reportado una fuerte escasez de combustible en varios estados del país, lo que ha generado largas colas en las pocas estaciones de servicio en las que llega la gasolina.

A propósito de esta situación, el gobernador del estado Falcón, Víctor Clark, informó este jueves, 8 de junio, que la escasez de gasolina se mantendrá durante junio, debido a daños en máquinas del Complejo Refinador Paraguaná (CRP).

Durante una entrevista que concedió a una emisora radial, Clark reconoció que la producción de gasolina en las refinerías Amuay y Cardón está paralizada y que los inventarios han mermado, por lo que el despacho a las cisternas se realiza por turnos.

«Despachamos lo básico hacia las estaciones subsidiadas e internacionales. Estamos turnando el despacho en el estado y esta contingencia se mantendrá durante tres semanas», dijo Clark.

Las declaraciones de Víctor Clark contrastan con la del dirigente oficialista Diosdado Cabello, quien aseguró que los venezolanos no tienen que preocuparse por gasolina.

«No hay por qué preocuparse, la gente no tiene por qué salir angustiada a poner combustible, teniendo combustible en su carro», dijo el dirigente durante una rueda de prensa el pasado 5 de junio.

Precisamente, en el estado Falcón, durante el jueves 8 de junio, se reportaron largas colas en las estaciones de servicio de Punto Fijo.

De acuerdo con el reporte de Nuevo Día, la mayoría de las estaciones de servicio internacionales, donde se cobra en dólares, no tenían disponibilidad de gasolina. 

 

Lara, colas de días y tensión en las estaciones de servicio

A través de la red social Twitter, donde los usuarios promovieron la etiqueta #SinGasolina, también denunciaron que en el estado Lara también se ha hecho cuesta arriba surtir combustible.

Se pudo conocer que hubo personas que pernoctaron en los alrededores del Sambil de Barquisimeto, con la intención de poder abastecerse al día siguiente en la estación de servicio.

También, el medio Crónica Uno reportó el 8 de junio que en Lara las colas para surtir combustible son de casi 4 kilómetros y que los usuarios denuncian pasar más de 24 horas esperando por gasolina.

En Aragua larga espera

La situación también se extiende hasta el estado Aragua, donde igualmente se reportaron largas colas en las estaciones de servicio.

«Escasez de gasolina llegó hasta el estado Aragua, los conductores están en descontento», expresó en Twitter el usuario @Juan11743384.

Portuguesa: accidente en fila por gasolina

En Araure, estado Portuguesa, una gandola se descarriló y embistió a una larga fila de vehículos que esperaba para surtirse de combustible.

De acuerdo con la reseña de El Pitazo, en el hecho resultó herida de consideración una persona y ocurrió en horas del mediodía de este jueves, 8 de junio.

Colas en Valencia

También en Carabobo la situación es crítica. En la Autopista Caracas – Valencia, específicamente en la estación de servicio Bohio, se reportó una cola de casi 4 kilómetros.

*Con información de El Pitazo

Lo que se olvidó a tres años de la cuarentena por COVID-19
A tres años de la pandemia, las cifras oficiales de Venezuela reportan 552.322 casos de COVID-19, 5.854 fallecidos, 546.155 pacientes recuperados y 275 activos. La organización Médicos Unidos de Venezuela denunció que hasta febrero de 2022, 823 trabajadores de salud han fallecido a causa de COVID-19

Mañana martes 17 de marzo, a las 5:00 de la mañana, Venezuela entera entra en cuarentena social. Todo el país. Es una medida drástica necesaria”, anunció Nicolás Maduro, el 16 de marzo de 2020 a través de una cadena nacional. Lo que se siente como un recuerdo en lo más profundo de la mente, realmente ocurrió y fue hace tres años. 

Hoy hace tres años, un lunes por la tarde, falleció un hombre de 47 años en el estado Aragua. Fue el primer fallecido registrado por COVID-19 en Venezuela. La vicepresidente Delcy Rodríguez indicó que el hombre, de identidad desconocida, sufría de una enfermedad respiratoria crónica “producto de su actividad laboral”. Rodríguez explicó que el paciente había ingresado a una clínica privada este mes de marzo por una neumonía, y tres días después se le practicó la prueba de COVID-19 en la que salió positivo.

La cuarentena decretada por el Estado venezolano no solo trajo a la población casos de COVID-19, confinamiento en casa, educación y trabajo a distancia, también trajo escasez de gasolina y de oxígeno, y miedo a decir que se padecía síntomas relacionados al COVID-19.

A tres años de la pandemia, las cifras oficiales de Venezuela reportan 552.322 casos de COVID-19, 5.854 fallecidos, 546.155 pacientes recuperados y 275 activos. La organización Médicos Unidos de Venezuela denunció que hasta febrero de 2022, 823 trabajadores de salud han fallecido a causa de COVID-19.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó unas 22.325 muertes asociadas al COVID-19 en el país hasta diciembre de 2021. Para esa fecha, la administración de Maduro solo reportaba 5.328 muertes acumuladas.

A tres años de ese martes en el que empezó el encierro, también se cumple el tercer aniversario de la escasez de gasolina y la extraña sensación de ver el cielo blanco, como el fondo de Pixar, por la calima que generaron los incendios. 

La logística que implicaba hacer el mercado y organizar las cosas en la cocina para muchos consistía en poner cestas en la puerta de la casa  para desinfectarlos con alcohol y de ahí llevarlos a la cocina. La ropa que salía de la casa iba directo al área del lavandero porque estaba “infectada”. Nadie tenía suficiente información de cómo se transmitía el COVID-19.

Calles sin carros, tanques sin gasolina

En el marco de logísticas, movilizarse era una de las cosas que más planificación debía tener. Durante los primeros tres meses de confinamiento, Venezuela se quedó sin gasolina. Adicionalmente, el Estado prohibió el paso entre estados, e incluso entre municipios con la intención de “evitar la propagación del virus”. 

Los puntos de control entre municipios de cada estado, e incluso entre parroquias, exigían a las personas tener un “salvoconducto” o un pase de movilidad, documentos que permitirían a las personas movilizarse. Este papel debía ser avalado por la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI). 

“Recuerdo que mi mamá estaba en Caracas el 13 de marzo y estábamos tomando café y me dijo: ‘Me puedo llevar a tus hijos mañana sábado a Valencia. Eso debe ser unos 15 días y te los traigo’. Pasaron dos meses allá. No lográbamos obtener un salvoconducto para traerlos. Tuvimos que pagar 120 dólares para buscarlos”, dijo Laura Castillo. 

Los carros a gas eran los únicos que lograban llenar sus tanques y movilizarse sin gasolina. Durante esos meses, inició el boom de medios de transporte que no necesitan combustible como bicicletas y patinetas. 

“Recuerdo perfectamente, como si hubiese sido ayer el 5 de junio de 2020, la primera vez que pagué en divisas, y a 0,5$ el litro de gasolina, por combustible”, indicó Carmen Ibarra. 

El sábado 30 de mayo de 2020, Nicolás Maduro anunció un aumento del precio de la gasolina en todo el país y la autorización para que algunos empresarios privados puedan venderla a un precio cercano al de Colombia.

La BBC reseñó que el anuncio tuvo lugar tras la llegada al país de buques cargados con gasolina iraní, con los que el gobierno intentaba resolver la escasez aguda de combustible que lo obligó a imponer un severo racionamiento en la nación que tiene las mayores reservas de petróleo probadas del mundo.

Durante el 3 y 4 de junio, las estaciones de servicio en Caracas empezaron a surtirse de combustible. El viernes 5, la familia de Carmen decidió estar atenta a avisos que daban por grupos de Telegram sobre estaciones de servicios abiertas y salir en caravana con sus hermanos a llenar los tanques de gasolina. En la dulce espera de tener el tanque del carro lleno, Carmen estaba nerviosa por varias razones:

  1. Que la enumeración de los carros que pondrían gasolina terminara justo en el carro delante de su familia. 
  2. Que uno de los carros de la familia se quedara por fuera de la cola.
  3. Que se contagiaran de COVID-19 después de tres meses aislados. 
  4. Pagar la gasolina. 

Por alguna razón que desconoce, la cuarta razón era la que más ansiedad le generaba. ¿Aceptarían tarjeta de débito en bolívares? ¿o solo será en efectivo? Si es efectivo, ¿tendrán cambio? ¿Cuántos litros faltan para un tanque lleno? ¿Y si el medidor está malo y no calcula bien los litros que necesita el carro? ¿Y si no vuelve la gasolina? Carmen no fue la única persona en tener las mismas inquietudes. 

Una semana con y una sin COVID-19

Esta salida en familia fue durante la primera apertura del confinamiento el 1 de junio, que constaba de cinco días de trabajo seguidos de 10 días de cuarentena. La apertura coincidió con el regreso de la gasolina al menos a la capital.

Dos meses después, inició el 7+7, esquema de flexibilización implementado por el Estado venezolano que incluía siete días de confinamiento seguidos de siete días de flexibilización general. El 7+7 era suspendido en caso de que hubiese un rebrote de casos de COVID-19.

Cada vez que había un rebrote de casos de COVID-19, la semana radical se extendía por una o dos semanas más. Durante el fin de semana, junto al reporte de cifras oficiales de coronavirus, se anunciaba si la semana sería la que correspondía según el esquema del 7+7 o si cambiaría. 

A pesar de esa apertura, la movilidad continuaba siendo un problema. En algunas zonas de la capital, circular durante una semana radical no estaba permitido. La salida de Caracas era uno de los puntos donde se generaba más tráfico durante el lunes, primer día de la semana radical. 

Tapabocas, caretas faciales y escasez de oxígeno

Una de las cosas que se olvidó a tres años de la cuarentena es el uso de una careta facial, algo inconcebible durante 2020 y algunos meses de 2021. 

Después del anuncio del 13 de marzo de 2020, el alcohol y los tapabocas escasearon en diferentes farmacias de Caracas. La escasez de tapabocas y alcohol duró poco. La que sí persistió fue la escasez de oxígeno. 

La Voz de América reseñó a mediados de 2021, que aún teniendo los recursos para costear una clínica privada donde se pagan más de 1.700 dólares diarios por un paciente en terapia intensiva, no había garantía de oxígeno. El portal relató el caso de una mujer que tuvo que trasladar a un familiar a otra clínica privada cuando la llamaron para anunciarle que el oxígeno en ese centro clínico estaba por agotarse.

A la espera de las PCR y la vacuna

Seguido a la búsqueda sin resultado de oxígeno, en sus inicios, la población venezolana no tenía acceso a las pruebas PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para diagnosticar la infección de COVID-19.

A diferencia de otros países, en 2020, los venezolanos no tenían acceso a pruebas de diagnóstico de COVID-19. Según El País, hasta julio de 2020, cuatro meses después de la llegada de la pandemia, los números de la pandemia de COVID-19 en Venezuela se vieron a través del ojal de la limitada capacidad diagnóstica que tenía el país. 

“Un solo laboratorio en Caracas ha analizado desde marzo hisopos a través de pruebas moleculares. En cuatro meses, las confirmaciones superan los 13.000 casos y las muertes llegan a 124, números que están muy por debajo de la región y sobre todo de sus vecinos de Brasil y Colombia, que cuentan dos millones y 200.000 casos respectivamente”, indicó El País. 

Tres meses después, Venezuela se convirtió en el primer país de América Latina en probar la vacuna rusa contra el COVID-19, Sputnik V. La BBC aseguró que científicos occidentales dudaron de la validez del medicamento por la rapidez con la que las autoridades rusas aprobaron su producción y suministro, y por no haber agotado las etapas habituales de prueba. 

Los operativos de vacunación iniciaron una nueva etapa de la pandemia. “Un estimado de 600 personas en el hospital Dr. José Gregorio Hernández, de Los Magallanes de Catia. No hubo priorización. Se inmunizaron personas de 85 años o más y hasta un dirigente político de 38 años, sin aparente patología que lo calificara dentro de los grupos prioritarios”, reseñó Crónica Uno.

Mérida y San Cristóbal están cerca solo en el mapa
El viaje entre estados vecinos dentro de Venezuela, al final del día, se convierte en un melancólico camino que supone un choque con la dura realidad que se vive a diario

 

Carreteras repletas de colas de vehículos esperando surtir su tanque de gasolina. El viaje entre estados cercanos se convierte en una travesía para todos aquellos que van camino a casa a reencontrarse con la familia.

La vía es un paso irregular que retrasa horas de travesía. Las condiciones vulnerables de la carretera trasandina obliga a los transportistas y pasajeros a buscar vías alternas y viajar más horas para llegar a su destino. 

El viaje comenzó a las diez de la mañana. Desde el terminal de pasajeros de Mérida hasta San Cristóbal normalmente son cinco horas y media de viaje pare recorrer los 216 kilómetros de distancia de una ciudad a la otra. La hora de llegada era a las tres y media de la tarde, pero el recorrido nuevo por Zea sumaba una hora más de viaje.

Durante el viaje se puede observar grandes baches en la carretera que reflejan la realidad de la mayoría de las vías que conectan los estados de Venezuela y se convierten en más tiempo para cubrir la distancia.

A las doce del mediodía, apenas faltaban 20 kilómetros más para salir, por fin, a la Tendida ubicada en el estado Táchira.

Recorrer el Páramo de Mariño, con una hora extra, le permite al viajero analizar las condiciones a las que se enfrenta: carretera con una infinidad de baches, huecos y fallas de borde.

A esto se le suma las paradas inesperadas que hacen los chóferes del bus para hacer cola y surtir la unidad de combustible. En medio de la nada, y por medio de convenios por suerte, al viaje se le suman unos 20 minutos más. 

Al llegar a La Tendida, el bus, que por suerte se encontraba en perfectas condiciones, se detuvo a surtir gasoil en la bomba principal de la entidad, pasaron unos 15 minutos y se logró surtir la unidad.

¡Café, cigarros y pastelitos! Se escucha a lo lejos en una infinita cola que da más de una vuelta a la manzana. Vendedores de calle que también buscan la manera de sobrevivir. 

gasolina
Carretera Mérida-Táchira

De tanta vuelta los pasajeros no saben en qué momento están acercando a su destino. Y entre la vista montañosa se pierde entre los carros que esperan surtir gasolina en la bomba principal de La Tendida.

Mientras el país se enfrenta estos últimos días del año a un incremento de una devaluación constante, los venezolanos siguen buscando maneras de subsistir en medio de un país que no luce como en las promociones de Venezolana de Televisión. 

El viaje entre estados vecinos dentro de Venezuela, al final del día, se convierte en un melancólico camino que supone un choque con la dura realidad que se vive a diario. Y una larga espera.

Recorrido Andino 

Desde la ciudad de los caballeros, Mérida, hasta la ciudad cordial, San Cristóbal el paso andino se hace eterno. Los túneles de El Vigía siguen colapsados desde hace meses, y esa es la única vía principal que hacía mucho menos pesado el viaje para los pasajeros.

Entre pueblitos y el páramo andino la realidad de la escasez de gasolina se hace mucho más aguda y sobre todo son los productores de la zona los que más la padecen.

«Quién sabe a qué hora llegaremos a Táchira, de tanta vuelta los vamos a marear», comentó el chófer a cargo de la unidad que iba con destino a la ciudad cordial.

Sin embargo, la alegría de los niños que están en cada paso irregular con un año viejo hecho de retazos viejos y palos de madera hace un poco más llevadero el camino. 

El venezolano siempre busca la manera de ser feliz en medio de tantas vicisitudes Aunque la dura realidad sigue golpeando y aún mucha gente por esta y otras razones sigue migrando. 

El viaje por el paso andino, lleno de colas de gasolina, venta de pólvora y niños pidiendo para el año viejo, refleja las condiciones no solo de la región sino de Venezuela, que espera  un cambio que se ve tan lejos como el destino final de esta travesía.

7 horas después, dos horas más de lo esperado,  aquellos que viajaron al reencuentro familiar lograron coronar la travesía. Viajar por carretera en Venezuela con las horas contadas nunca es buena idea.

TalCual junto a varios medios del interior se unieron para ofrecer testimonios y detalles de cómo las restricciones e irregularidades en el acceso a la gasolina no han mejorado luego del cambió en el precio y acceso al combustible

Colas, escasez, irregularidades, corrupción, fallas en el sistema Patria y cientos de horas hombre y de productividad perdidas. A dos años de aumento de la gasolina y del esquema de venta de los combustibles en Venezuela ninguna de estos escenarios ha cambiado; por el contrario, han mutado o se han exacerbado.

TalCual junto a El Tiempo de Anzoátegui, Correo del Caroní de Bolívar, La Mañana de Falcón, El Impulso de Lara, La Nación de Táchira y Yaracuy al Día se unieron para ofrecer testimonios y detalles de cómo las restricciones e irregularidades en el acceso a los carburantes no mejoran y cuánto afectan y merma aún más la calidad de vida de los habitantes de un país que se mueve a punta de combustible.

Qué dicen los venezolanos

Las voces de comerciantes, industriales, transportistas y conductores están reunidas en este especial audiovisual. También la precariedad del servicio, las últimas artimañas a las que han recurrido algunos conductores y funcionarios de seguridad del Estado y la proliferación –sin disimulo ni reservas– de la venta de combustible detallado en la frontera, producto de la escasez y de la crisis económica que atraviesa el país.

Completa el especial un breve recorrido por los últimos años de este «capítulo de terror» de la Venezuela del siglo XXI: el país con las mayores reservas de petróleo sin gasolina. En 2020 los venezolanos vivieron dos sucesos inimaginados: una pandemia que paralizó y cambió el mundo y una escasez de combustible en el país inédita y de la que aún no hay cifras públicas de pérdidas y daños. 

 

Transparencia Venezuela: Si la refinación no se estabiliza, la escasez de combustible persistirá
Mientras la refinación de combustibles en Venezuela no se logre estabilizar y se reactive plenamente su producción, los múltiples efectos de su déficit continuarán

Según la organización Transparencia Venezuela, la escasez de combustible ha afectado las capacidades de producción agropecuaria e industrial, la movilización de cargas del transporte de mercancías, el traslado de pasajeros en rutas urbanas e interurbanas, ya que la generación eléctrica de plantas que requieren diésel. 

Desde 2015 el déficit de diésel y de gasolina se ha agravado progresivamente en Venezuela. Esto ha restringido el abastecimiento de la demanda interna de combustibles. Esta escasez se ha agudizado desde marzo de 2020 generando secuelas en diversos áreas.

Transparencia Venezuela, junto a la Coalición Anticorrupción, publicó un informe centrado en los efectos del déficit de combustible en las regiones en el trimestre agosto-octubre de 2021. La información proviene de las coordinaciones regionales de Transparencia Venezuela en: Apure, Barinas, Carabobo, Lara, Táchira, Yaracuy y Zulia.

La baja producción de combustibles en Venezuela está asociada a la pérdida de capacidad de refinación, a pesar de que Venezuela cuenta con uno de los más completos sistemas de refinación del mundo, integrado por seis refinerías con una capacidad potencial de procesamiento de un millón 300 mil barriles de petróleo diarios (bpd). 

Mientras la refinación de combustibles en Venezuela no se logre estabilizar y se reactive plenamente su producción, los múltiples efectos de su déficit continuarán, generando incentivos para su manejo irregular y para diversas incidencias, corrupción y conflictos.

Se desconoce cuánto combustible se produce

Transparencia Venezuela reiteró que la información sobre el volumen del combustible que se produce, se importa y se distribuye en Venezuela, es inaccesible.

«Solo se puede contar con aproximaciones a esta información, a través de declaraciones de expertos, organizaciones que monitorean servicios públicos y líderes de organizaciones empresariales, de trabajadores del sector petrolero o del transporte», señaló el informe.

El estudio aseguró que el consumo de gasolina entre 2014 y 2021 disminuyó de 300 mil barriles diarios a 110 mil. 

De acuerdo a la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), el consumo actual de diésel se ubica alrededor de 100 mil barriles diarios. «De esa cantidad, Pdvsa logra producir unos 25 mil barriles diarios, apenas 25 %”, indicó Transparencia Venezuela.

El informe explicó que, en el mejor de los casos, Venezuela produce entre 120 mil y 140 mil barriles por día de combustible. La mitad corresponde a gasolina y 35% a diésel.

«Aún existe un déficit para atender la demanda actual que varía entre 60 mil y 70 mil barriles por día”, señalaron trabajadores de Pdvsa a Transparencia Venezuela.

Estaciones de servicio y gandolas fuera de servicio

La organización indicó que otro elemento que afecta el suministro de combustible es la reducción significativa del número de estaciones de servicio operativas.

«De 1.786 bombas que hay en todo el país, solo 536 (30%) están recibiendo despacho continuo de combustible”, dijo Luis Hernández, presidente del Frente de Trabajadores Petroleros de Venezuela a Transparencia Venezuela.

Tampoco hay suficientes gandolas para abastecer todas las estaciones de servicio del país.

La Empresa Nacional de Transporte (ENT), filial de Pdvsa, con el monopolio de suministro de combustible a las estaciones de servicio, presenta una merma en el volumen de unidades disponibles.

«De 2.776 gandolas con las que operaba hace tres años, solo 787 unidades (28%) están operativas actualmente», indicó la organización.

Producción agropecuaria se queda sin combustible

Según Transparencia Venezuela, la escasez del combustible, sobre todo del diésel, ha afectado de múltiples formas a la producción agropecuaria en los últimos años, específicamente durante la pandemia de COVID-19. 

La carencia de combustible ha causado que exista una restricción para la operación de equipos y maquinarias.

“Cada vez menos tractores están en función de la producción agrícola, la escasez de diésel ha obligado a muchos productores agrícolas a retroceder en el tiempo y emplear métodos del siglo pasado para sacar adelante su trabajo, restringiendo la superficie sembrada y el volumen de su producción», explicaron productores de Mérida a la organización.

Nuevo precio del diesel afecta el transporte

El informe señaló que una decisión oficial que sí se concretó fue la de incrementar el precio del litro del diésel a $0,50,13. Esto representa un aumento de 1.900% con respecto a su precio anterior.

Los efectos de este incremento serán considerables en los costos del transporte de carga pesada y de pasajeros, según asociaciones de transportistas, y repercutirá igualmente en los precios de los productos movilizados y del costo de las tarifas.

El incremento del precio del diésel ha generado una repercusión directa en las tarifas de los pasajes del transporte urbano, al punto de que los sindicatos de transportistas están planteando aumentar la tarifa del pasaje urbano.

“El costo del pasaje urbano debe ser un dólar como mínimo y $1,5 para las zonas foráneas”, señalaron transportistas.

Gasolina para pocos

Sin embargo, esta situación no es uniforme para todo el país.

Transparencia Venezuela explicó que en Caracas el tiempo promedio utilizado para surtir gasolina en las estaciones de servicio puede oscilar entre 20 minutos y cuatro horas, dependiendo de la zona, del vehículo que se tenga. Fuera de la ciudad capital, ese tiempo varía. 

En los estados del interior el surtido de gasolina es irregular. «Los usuarios deben hacer largas colas. Están en permanente desinformación e incertidumbre, bajo cronogramas y esquemas de regulación frecuentemente incumplidos, déficits muy acentuados en estados fronterizos y sistemas de suministro muy cuestionados por los usuarios con denuncias y conflictos por las diversas irregularidades en las estaciones de servicio», indicó la organización.

VIDEO | A los venezolanos se les va la vida en la cola de la gasolina
Horas y hasta días pasan los ciudadanos para surtir de combustible a sus vehículos
Comer, dormir y hacer necesidades alrededor de los carros se ha convertido en rutina para muchos 
En el interior la espera se acentúa y en entidades como Táchira no hay opción de echar gasolina subsidiada 

@franzambranor

A las 5 y 46 de la mañana del pasado domingo 19 de septiembre, Rafael Gómez llegó a la cola para echar gasolina en la estación de servicio “Melo” en la urbanización caraqueña de La Florida .Le tocó estacionar detrás de un vehículo cerca de la Funeraria Vallés. Allí durmió un poco y cerca de las 8 de la mañana un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana que iba de parrillero en una moto le entregó un cartón con el número 40 escrito en marcador. Tenía 39 carros por delante para surtir combustible. Sus compañeros eran una biografía de Woody Allen llamada “A propósito de nada”, un cooler con agua y unas galletas. 

Media hora después de que el militar le diese el número, los carros empezaron a moverse. Fue un lento recorrido que implicaba encender su vehículo, avanzar unos metros y volver a estacionar. Así en esa caravana, en medio de un sol inclemente, estuvo hasta las 11 y 30 de la mañana cuando finalmente pudo registrarse con su huella digital en el punto de biopago del sistema Patria y cancelar la cifra de 225 mil bolívares por 45 litros de gasolina, a razón de Bs. 5 mil por litro.

Antes de la reconversion que le quitó 6 ceros a la moneda este 1 de octubre, ahora serían 10 mil soberanos o 0,01 de la moneda nueva, un monto ampliamente inferior a los 0,5 dólares (alrededor de 2,5 millones de bolívares o 2,5 bolívares de la nueva expresion monetaria) por litro que debe pagarse en las estaciones de servicio con precio internacional desde finales de mayo de 2020, según estipuló el gobierno de Nicolás Maduro. 

Rafael tiene a su disposición 120 litros de gasolina subsidiada al mes y debe administrarse con cautela si no desea terminar acudiendo a una de las bombas con precio internacional. Surtir su carro de combustible al menos una vez cada quince días representa un desgaste físico y mental para el ingeniero industrial que acabó administrando una empresa de mantenimiento de aires acondicionados.

“Esta vez porque era fin de semana, pero los días de semana son jornadas de trabajo perdidas, sin contar con el calor, la angustia de si llega o no la gandola con la gasolina o de si te dan ganas de ir al baño o se te presenta una emergencia, es bastante humillante esta situación, a los venezolanos nos han sometido y reducido a nada”.

A su llegada a casa con hambre, cansancio y sueño luego de 6 horas y media de cola, Rafael se topó con un vecino del edificio donde vive que le dijo “tuviste suerte, yo estuve en esa cola desde el martes a las 6 de la tarde hasta el miércoles al mediodía”. Rafael no sabe si sentirse afortunado o resignarse a una situación que parece prolongarse en el tiempo. 

De acuerdo a la aplicación vePDV, en Caracas hay 45 estaciones de servicio que venden gasolina a precios subsidiados, de las cuales 38 se encuentran en el municipio Libertador, 4 en Sucre y 3 en Baruta. En los municipios Chacao y El Hatillo solo expenden combustible con tarifa dolarizada

En mayo de 2020, el vicepresidente sectorial del área económica y ministro del Poder Popular para el Petróleo, Tareck El Aissami, anunció que 1.368 gasolineras a nivel nacional fueron habilitadas para surtir de gasolina subsidiada al pueblo y que 200 atienden a usuarios que prefieren pagar en divisas

En junio de este año, El Aissami aseguró que para finales de ese mes las colas en las estaciones iban a desaparecer porque la industria nacional se encargaría de producir toda la gasolina.

Maduro también prometió acabar con las largas filas de carros en una entrevista concedida a su ministro Ernesto Villegas a inicios de septiembre. Pero ninguna de las dos promesas se cumplieron. 

Los de Caracas en góndola 

Desde que se implementó el plan dual de distribución de gasolina a principios de junio de 2020, los habitantes del interior del país han padecido en una escala mayor la escasez de combustible. Con colas de dos y hasta tres días en las estaciones con precio subsidiado y de horas en las que manejan la tarifa internacional, ciudadanos regularmente se quejan que a la capital del país siempre la benefician en detrimento del resto.

En el estado Táchira no venden gasolina a precio subsidiado a la población común, solo funcionarios gubernamentales y de seguridad y algunas personas con requerimientos especiales tienen acceso a ella. 

Aquí se acabó la gasolina subsidiada, me tardo un promedio de cuatro horas en poner dolarizada, a veces paso medio día aquí, no le recomiendo a nadie que tenga algún padecimiento venir, he visto a diabéticos desmayarse”, dijo el tachirense Juan Arias.  

Tener una condición médica no exime a las personas de contar con beneficios a la hora de surtir combustible.

“Hoy me tocó el número 168”, manifestó América Contreras en la localidad de Táriba. “Lo que venden es puro internacional y de paso aceptan solo efectivo porque no hay punto de venta electrónico, regularmente me tardo 8 horas en la cola, ni siquiera con un récipe medico me dieron prioridad, se me bajó la tensión, tuve que comprar 2 litros para venir para acá, es increíble lo que está pasando”.

Madrugar no es sinónimo de éxito en Yaracuy

A Manuel Villegas en San Felipe le molesta el hecho de que, en reiteradas oportunidades, ha tenido que devolverse a su casa con el tanque vacío después de horas de cola.

Cuando llega una gandola suponemos que debe traer entre 8 y 9 mil litros de gasolina, pero a veces llega y despachan a 100 carros cuando mucho y dejan de surtir, hacia dónde va el resto del combustible me pregunto…siempre nos dicen que es la gobernación y la alcaldía que manda una lista, muchos aquí subsistimos de la poca gasolina que podamos echar, yo soy taxista y si no pongo combustible no puedo trabajar. Que nos avisen si hay o no hay, no es justo estar pasando hambre y calor en vano”, narró.

La yaracuyana Raiza Caldera denunció que el surtido de gasolina depende en ocasiones de la discrecionalidad de los miembros de la Guardia Nacional Bolivariana. “En una bomba yo estoy vetada por un militar que se cree el dueño de la gasolina y si quiere te marca el carro en la cola con un número o no, aquí pasamos hasta dos noches, haciendo las necesidades en el monte y pasando hambre. No me alcanza el sueldo para echar en dólares, por eso tengo que venir. Uno aquí descuida el hogar y los hijos, los días de trabajo se pierden”.

Un operativo familiar para echar gasolina en Falcón

Cada vez que le corresponde echar gasolina por el terminal de su número de placa, Eusebio Benítez activa a su familia en Coro; alguien se encarga de llevarle desayuno, almuerzo y cena u otro requerimiento si lo amerita, además designa a un reemplazo para irse a bañar.

“Tengo cuatro meses haciendo esto, estoy desde las 6:30 de la mañana del día anterior tratando de coger un puesto para cuando me toque, debo echar cada cinco días, regularmente uno pasa día y medio aquí, cuando tengo ganas de orinar hago en la calle, no puedo poner gasolina en dólares porque no tengo, tendría que decidir entre echar gasolina y comer”.

Jorge Lugo comentó que las colas por la gasolina han causado inconvenientes en las calles de Coro. “Los vecinos se quejan porque la gente hace sus necesidades en la calle, además del ruido y la inseguridad”.

No lo vieron venir en Lara

Una persona que prefirió mantenerse en el anonimato dijo en Barquisimeto que jamás se imaginó que un país petrolero como Venezuela iba a pasar por una situación semejante.

“Si nos hubiesen dicho esto hace 10 o 15 años no lo hubiéramos creído, esto es el pan nuestro de cada día, nadie está preparado para esto. Tenemos que mantenernos en grupo para ayudarnos mutuamente, para el hombre es difícil y para las mujeres aún más, he visto a señoras mayores que pernoctan hasta dos o tres días aquí. De los 7 días de la semana, pasamos 3 haciendo cola, a veces nos vamos a las 2 de la tarde porque nos dicen que la gandola no llegó. Ya esto se volvió rutina para nosotros en el interior, pareciera que Venezuela es solo Caracas”. 

El barquisimetano Alirio Pérez exigió que al interior del país se le provea más gasolina porque, a su juicio, es insuficiente. “El llamado es que traten de surtir más para poder descansar, yo hago viajes y sin gasolina no puedo trabajar, a veces me toca pasar hasta dos o tres días aquí, la situación es grave”.

Doris Rangel está desempleada y en su casa es la única que puede darse el lujo de estar días encerrada dentro de un carro esperando para echar gasolina. “Acá estoy todo el día y toda la noche, me traigo comida, tengo que orinar en un recipiente, estamos pidiendo a Dios que nos quite este yugo que tenemos encima”.  

*Este reportaje contó con la colaboración de reporteros de La Mañana en Falcón, Yaracuy al Día, El Impulso en Lara y La Nación en Táchira