por Félix Tapia
Patricia Miloslavich nació en Caracas el 28 de noviembre de 1963. Su padre, Stefi José Miloslavich nació en Argentina, de inmigrantes yugoeslavos de origen serbio, llegó a Venezuela en su veintena directo a trabajar. Era un hombre de una cultura impresionante y gran pasión por la lectura y la historia, virtudes que Patricia heredó.
Su madre, Isa María Stephany, descendiente de inmigrantes alemanes, nació en Maracaibo, antes de la segunda Guerra. Patricia la define como una mujer admirable, llena de cualidades que la marcaron, como su sentido común, su solidaridad, vocación de servicio a los demás, y su manera de saber siempre lo que es correcto.
Sus padres se casaron en el año 57. El primer hijo Alex nació en el 61y luego vinieron Patricia, Dana y Marina. Su infancia fue muy feliz, llena de valores, juicio, disciplina, libertad de elección, y mucho amor.
Patricia ingresó a la Universidad Simón Bolívar cuando tenía solo 16 años. No había biología marina, ni pasión por Jacques Cousteau, pero había biología. La universidad fue su sitio de descubrimiento, de hacer amigas para toda la vida y allí hizo la tesis que marcó su futuro con el profesor Pablo Penchaszadeh, empezaron a trabajar en pepinos de mar pero terminó haciendo la tesis en caracoles de mar, los vermétidos.
En la universidad conoce a Eduardo Klein, se enamoran en el 86 pero Eduardo no llegó solo a su vida, trajo a la relación su familia. Sus hermanos Gaby y Bernardo, su madre Eros Teresita del Niño Jesús Salas, y su padre Hans Klein.
Patricia y Eduardo tienen 23 años de casados y tres hijos, Andreas de 25, Stefi de 19 y Tania de 16. Según Eduardo, la clave del éxito matrimonial es el respeto y la independencia de los espacios personales. Independencia que se ´manifiesta en los gustos musicales: Patricia rockera, Eduardo ecléctico y salsero, Andreas changa pop, Stefi ecléctica y Tania electrónica.
En 1990, se casaron y se fueron con becas de la Canadá francesa para estudiar en la Universidad de Quebec en Rimouski, un pueblo estudiantil de unos 50 mil habitantes a unos 300 km al noreste de la ciudad de Quebec. Andreas nace en Rimouski.
Regresan a Venezuela en 1993, Eduardo comienza a trabajar en la Simón en el Departamento de Estudios Ambientales y Patricia se dedica a escribir su tesis doctoral y los respectivos artículos.
En 1995, ya con un cargo fijo en la USB, queda embarazada de Stefi y con el barrigón, viaja acompañada de Eduardo a Rimouski para defender su tesis doctoral. Patricia define esa época de esta manera «los 90 fueron para mí una década tremenda: me casé, me mudé cuatro veces, dos de ellas de un país a otro, tuvimos tres niños, conseguí una beca, saqué un doctorado, aprendí un idioma, murió mi papá, gané un cargo de profesor en la USB, pasé al escalafón, construimos una casa, sembramos montones de árboles…».
En 2002, Patricia se involucra en el programa Censo de la Vida Marina. Primero se encargó de organizar el tema de la biodiversidad marina en Venezuela, luego del Caribe y más tarde de Sudamérica. Por su trabajo le solicitan que se haga cargo de la primera síntesis (o sinopsis) global de biodiversidad marina. De ahí viene la colección muy citada en la revista PLoS One. Este Censo de la Vida Marina culmina en el 2010 y la eligen como vocero para la rueda de prensa para el evento final en la Royal Society de Londres.
Todo esto lo hizo paralelamente con sus actividades de docencia, tutoría y dirigiendo el Laboratorio de Biología Marina de la Simón Bolívar. Allí es una investigadora activa en el área de la biodiversidad de invertebrados marinos en costas rocosas y sus alrededores en el trópico. Trabaja en reproducción de moluscos marinos, principalmente caracoles (gasterópodos). Le interesa estudiar las estrategias reproductivas en un contexto evolutivo y biogeográfico.
En el 2014, ganó el concurso para coordinar desde Australia el panel de Biología y Ecosistemas del Sistema de Observación Global de los Océanos. La idea es identificar bioindicadores que permitan evaluar, tomar decisiones y hacer buen manejo de los recursos en nuestros mares y océanos. Ahora está en Townsville, Australia, trabajando en el Instituto Australiano de Ciencias Marinas y esquivando canguros en la carretera. Solicitó un permiso no remunerado en la Simón y se fue con las dos niñas. Eduardo y Andreas se quedaron, pero ella espera que las acompañen pronto.
Patricia Miloslavich, es una científica perseverante, honesta, agradecida y amante de la naturaleza. A mi pregunta ¿Dónde te gustaría vivir? contestó: «En mi hogar: Venezuela. La Venezuela de paz y prosperidad, de amor y solidaridad, del buen humor y calor humano que fue y volverá a ser».
