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#HistoriaDeMédicos | Enfermedad y pecado, según un franciscano de Caracas, por Elías Pino Iturrieta

Foto: La mano de Dios, instalación del artista Lorenzo Quinn, en Inglaterra.

@eliaspino

Cuando comienza el siglo XIX, un erudito fraile de Caracas, Juan Antonio Navarrete, escribe la primera enciclopedia que se hace en el contorno. Se titula Arca de letras y teatro universal, un volumen que permanece en su celda y solo se ha podido leer en nuestros días. Hoy viene a cuento por las ideas que trasmite sobre la salud y sobre la manera de preservarla, interesantes en la actualidad de pandemias y decesos masivos. Puede parecer una curiosidad, si llegamos a la peregrina conclusión de que en el siglo XXI solo interesa la ciencia para evitar los padecimientos del cuerpo, pero tal vez no deje de comunicar planteamientos capaces de tener clientela.

Maestro de Teología en institutos monásticos de Puerto Rico, celebrado orador del convento caraqueño de San Francisco, simpatizante de la Independencia en 1811, emisario de Bolívar ante los realistas, Navarrete representa una corriente que el filósofo José Gaos denomina eclecticismo americano; una manera de acercarse el cristianismo a la ciencia moderna en las colonias españolas cuando la influencia de la Ilustración reta a sus representantes.

Dentro de la corriente, Venezuela produce el predicamento de fray Juan Antonio, cuyas ideas sobre la salud y la enfermedad se esbozarán de seguidas.

Interesado por la evolución de la medicina, incluye en su Arca de letras los nombres de sus principales representantes: Galeno, Paulo Zaquías, Tissot, Madame Fouquet, Gazolifacio y Núñez de Castro, para cuyo mayor conocimiento remite al Tratado de Medicina del célebre Barbadiño. Incluye también el repertorio completo de los cirujanos de la Corte, entre ellos don Antonio de Oliver, facultativo de la reina. Se detiene en menciones sobre la teoría de los humores –sangre cólera, melancolía, y pituita– y escribe sobre la importancia de la profilaxis. Por lo tanto, reconoce la existencia de la medicina como una disciplina con técnicas, métodos y regulaciones. No es un improvisado, sino un conocedor según podía serlo un religioso acucioso de su tiempo.

Pero ese ecléctico tropical no se arroja con entusiasmo en el regazo de los avances modernos. Prefiere sujetarse a alternativas de curación que ya en su época provocaban rechazo, o fundada desconfianza. Por ejemplo, busca el bienestar de la feligresía en unos objetos llamados Brevetines, debidamente bendecidos por los sacerdotes, en una plegaria especial del Agnus Dei contra la peste y en la Cédula de Santo Domingo contra las calenturas. ¿Por qué se aferra a semejante tipo de terapéuticas? La explicación se encuentra en su interpretación del juramento de los médicos en la ceremonia de su grado.

Escribe al respecto Navarrete:

Este juramento es en cumplimiento a lo establecido por la Iglesia en el cap. Cum infirmitas corporalis (…) en donde se manda a los médicos amonestar primero a los enfermos primero de la salud espiritual del alma, antes de entrar a las medicinas corporales, por provenir regularmente las enfermedades del cuerpo de las enfermedades del alma, como lo dice la letra del mismo Capítulo. Y si con rigor lo examinamos, toda enfermedad del cuerpo proviene necesariamente de la enfermedad espiritual del alma: porque es proposición bien católica, que si no hubiera habido pecado en el mundo, tampoco hubiera enfermedades, que no son otra cosa que castigos del pecado de nuestro primer Padre y de los nuestros propios (…) de aquí que toda enfermedad es castigo y efecto del pecado. Esta forma de juramento de los médicos, la apunta Zaquías en su lib. 6 tít. I q.4 de sus Cuestiones Médico Legales  No. 9 (…), en donde resuelve las cuestiones de cómo peque el médico que no cumple esto y en qué enfermedades está obligado; y si la amonestación la deba hacer por sí, o pueda hacerla por otro, como amigo, párroco, pariente del enfermo, persona religiosa, etc., y si esté obligado a abandonar al enfermo que no cumple su amonestación, y a los cuántos días.

Estamos ante un fragmento elocuente para penetrar en las concepciones de un autor conminado por los avances de la ciencia y determinado por los cánones de su Iglesia. Los médicos, según se desprende del texto, son capaces de hacer su trabajo con la autonomía que dan el saber y la experiencia, pero solo relativamente.

La doctrina de la Iglesia los convierte en apéndices de una regulación de origen sobrenatural a la cual se deben someter obligatoriamente, debido a que pueden perder el alma y el ejercicio de su profesión.

La medicina y los médicos dependen de una decisión de Dios, tan antigua como la creación de un mundo cuyo origen se debió a la aparición del pecado y cuyo desenlace depende, a la fuerza, de librarse del yugo del pecado.

No escapará el lector al hecho de que Navarrete se refiere a un entorno distinto del medio físico y a unos motivos intangibles, sobre cuya presencia no se reflexiona en una Facultad de Medicina. Quizá tampoco se le escape un detalle de importancia: no solo estamos ante un entendimiento de la enfermedad que desaparece en las postrimerías coloniales. ¿Acaso no prevalece en la actualidad, con el maquillaje y el pudor correspondientes?

#ReporteCoronavirus | Las noticias más importantes de la tarde #27Ene

RunRun.es hizo una recopilación de las noticias más importantes del momento sobre el coronavirus. El #ReporteCoronavirus te mantendrá informado de todo lo que ocurre con este nuevo virus que hasta la fecha ha causado 2.169.035muertos en el mundo y 100.703.829 infectados. Aquí las 5 noticias más relevantes de la tarde: 

 

Chile dio luz verde al uso de la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca

El Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile aprobó este miércoles por unanimidad el uso de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por la compañía AstraZeneca, por lo que el país ya cuenta con una cartera de tres fármacos para hacer frente a la enfermedad. EN

Moderna anunció que su vacuna contra el COVID-19 demostró eficacia frente a las nuevas cepas de Sudáfrica y el Reino Unido

La empresa estadounidense Moderna afirmó este lunes que los estudios de laboratorio indicaron que su vacuna Covid-19 seguiría protegiendo contra las variantes del coronavirus identificadas en el Reino Unido y Sudáfrica, pero “por precaución” desarrollarán un refuerzo de la fórmula contra las mutaciones. Infobae

Infectados con variante británica menos propensos a perder olfato y gusto

Los infectados con la variante del coronavirus detectada por primera vez en el Reino Unido tienden a mostrar menos pérdida de olfato y del gusto -síntomas asociados a la covid-19-, y sí un cuadro sintomático más general, según un estudio difundido este miércoles. UR

Covid-19: estos son los posibles nuevos síntomas de la enfermedad

Lesiones en la lengua, ardor y manchas en pies y manos podrían ser síntomas del covid-19 y su detección ayudaría a diagnosticar precozmente la enfermedad. La investigación se llevó a cabo en abril con 666 pacientes con covid-19 ingresados en el hospital de campaña instalado en el pabellón de congresos madrileño Ifema. El estudio encontró que 25% de ellos presentaron alteraciones en la lengua y 40% en los pies y las manos, indicó un comunicado del gobierno de la capital española. EN

CDC concluyen que el nivel de contagios de COVID-19 en las escuelas es bajo si se toman precauciones

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) concluyeron ahora que el nivel de contagios en las escuelas es bajo si se toman las precauciones sanitarias recomendadas por las autoridades. Luego de los estudios realizados en el país, y en el extranjero, los CDC encontraron una escasa transmisión del virus en aquellos establecimientos que respetaron el uso de mascarillas y el distanciamiento social. Infobae

Malaria: una lucha que se está perdiendo en el estado Bolívar
La minería ilegal contribuye significativamente con el repunte de la enfermedad 
51% de los casos de malaria en América durante el año 2018 se registraron en Venezuela

 

En la década de los 60, Venezuela era reconocida como uno de los principales países de América del Sur líder en la batalla contra la malaria, pero en los últimos años la enfermedad ha reaparecido con más fuerza y Bolívar es el estado donde más casos se han registrado debido al auge de la minería ilegal, la deforestación, la crisis económica, la escasez de medicinas y el bajo control epidemiológico por parte del Gobierno Nacional. 

Según los últimos datos aportados por la OMS en 2018, Venezuela registró un incremento de 53% en la cantidad de casos de malaria en toda la región. Cifras de la Organización Médicos sin Fronteras (MSF) afirman que en 2019 Venezuela fue la nación más afectada de Latinoamérica con más de 320.000 casos diagnosticados.

 

En el año 1961 la Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó que Venezuela fue el primero en eliminar la enfermedad en un territorio mayor a 400.000 kilómetros cuadrados, antes que Estados Unidos, Europa y la Unión Soviética.

 

Hoy todo ha cambiado. En sus 22 años de vida, Zulay Lozano aseguró que se ha enfermado de malaria unas 40 veces y que su hermano pequeño la ha sufrido unas 10. Ella es oriunda de Ciudad Bolívar, pero junto a sus padres se mudó hace un tiempo a Las Claritas, un pueblo minero al sur del estado Bolívar. Fue la única forma que hallaron de trabajar y sobrevivir, según contó a Médicos sin Fronteras, organización que desde 2016 instaló en Bolívar varios puntos de diagnóstico y ayuda con la provisión del tratamiento a los pacientes infectados de la enfermedad.

“Todos hemos tenido malaria por aquí (…) Es algo normal para nosotros, solo intentamos prevenirla cuando podemos y tratarla cuando nos da”, comenta la joven, cuya jornada diaria comienza a las 6:00 de la mañana, en una habitación compartida hecha de láminas de plástico, donde prepara el desayuno para su padre, hermanos y primos que deben irse temprano a trabajar en las minas. Durante el resto del día se dedica junto a su madre a los quehaceres del hogar y al cuidado de los más pequeños. 

 

 

Zulay explica que en Las Claritas todo se paga en oro: un mosquitero para prevenir que el mosquito transmisor de la malaria la infecte puede valer 0.8 gramos del preciado metal y, aunque todo es caro, afirma que le gusta vivir allí porque tanto ella como su familia se sienten seguros -aunque esa seguridad se deba al control que ejercen pranes y bandas criminales que controlan la zona e imponen sus leyes- y gozan de una mejor situación económica.

La malaria o paludismo es una enfermedad infecciosa transmitida por el mosquito Anopheles. Cuando el animal infectado pica, inocula en la sangre de la persona el parásito Plasmodium, este viaja a través del torrente sanguíneo y llega al hígado infectando los glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno a la sangre. 

El periodo de incubación del parásito de la malaria es de 7 a 14 días. Fiebre alta, dolor de cabeza, inapetencia, vómitos, náuseas y dolores musculares y articulares, dolor abdominal por la inflamación que se produce en el bazo y en el hígado, son algunos de los síntomas que genera esta enfermedad que, si no es tratada a tiempo, puede ser mortal. 

 

Desde 2008 hasta 2017, el número de casos de malaria en Venezuela aumentó 1.185%, según las estadísticas publicadas por la OMS.

 

La malaria de la mano con la minería

Con una extensión territorial de 242.801 kilómetros cuadrados, Bolívar es el estado más grande de Venezuela. Se caracteriza por sus extensas selvas húmedas con temperaturas de 24 a 26 grados centígrados, ideales para que el mosquito Anopheles prolifere, además de grandes montañas que al ser deforestadas para extraer oro y otros metales fomentan los criaderos de larvas y parásito. Posee espectaculares paisajes y un gran potencial minero. 

Este último ha ocasionado que junto a la pobreza, el deterioro de la economía, la escasez de medicinas y el desplazamiento de personas hacia las zonas mineras sin las mínimas condiciones de salubridad, Bolívar sea un caldo de cultivo perfecto para la malaria. 

Miguel Escalona también ha padecido la enfermedad. Tiene 19 años, nació en Ciudad Bolívar pero ahora vive en una mina llamada Piedra Dura. Comentó a Médicos sin Fronteras que decidió mudarse cuando tenía 15 años y abandonar sus estudios por ir a trabajar para ayudar a sus padres y a sus 13 hermanos. Miguel afirmó que ha tenido malaria seis veces y que aprendió a reconocer los síntomas por el dolor de cabeza y huesos. Asegura sentirse agotado y dice que cuando encuentre suficiente oro intentará regresar a su ciudad para compartir con su familia. 

En el informe anual de la OMS sobre la incidencia de la enfermedad en el mundo, la organización indicó que  51% de los casos de malaria en América durante el año 2018 se registraron en Venezuela y que la mayoría provenía de Bolívar. En total, el país reportó 471.000 enfermos y 423 muertes, cifras similares a las de 2017 pero que se cuadruplicaron en cinco años. 

“Cuando la crisis económica golpeó a Venezuela, también afectó mucho a la gente en Sifontes, un municipio minero de Bolívar. Al principio, comenzamos a tener cada vez menos medicamentos en nuestro stock. Pronto tuvimos que elegir a quién dar los pocos que teníamos, y tuvimos que enfocarnos solo en casos severos. Y fue la misma situación en otros ambulatorios y puntos de diagnóstico… He estado trabajando en esta área durante los últimos 12 años. He visto los altibajos de este lugar. Pero este período fue extremadamente difícil para nosotros”, afirma Yorvis Ascanio, un inspector de salud pública que trabaja para el programa Nacional de Malaria en Bolívar.

José Nonato, promotor de salud de MSF, explicó que la organización también ayuda con el control y erradicación de la enfermedad. “Fumigamos casas y distribuimos mosquiteros a la población, para disminuir el riesgo de infección. Mi trabajo es explicar a las personas cómo identificar los síntomas de la malaria y qué hacer cuando comienzan a sentirse enfermas, para asegurarnos de que puedan ser tratadas antes de que la enfermedad se vuelva demasiado grave», dijo. 

 

 

En 1936, el Congreso venezolano aprobó la Ley de Defensa contra el Paludismo, la ley vigente más antigua del país.

 

Poco acceso a insumos médicos 

Jordan Pantoja tiene 27 años y relata que ha padecido malaria unas ocho o nueve veces. “La última vez el dolor de cabeza, huesos y estómago fueron muy fuertes. Sabía que tenía malaria apenas me empecé a sentir mal”, dijo. 

Pantoja afirmó que llegar al centro de salud más cercano para hacerse la prueba de la malaria y recibir el tratamiento le toma cerca de cuatro horas. Si no le hubiesen donado las medicinas, no hubiese podido comprarlas en el mercado negro por su alto valor. Aunque Jordan se ha enfermado varias veces, asegura que seguirá trabajando en las minas porque es la única forma que tiene para sobrevivir. 

En diciembre de 2019, la asociación civil Convite en su más reciente boletín aseguró que la mejora en la disponibilidad de medicinas no se ha traducido en un mejor acceso. 

Según Convite, a finales de 2019, el índice general de escasez de medicamentos se ubicó en 56,4% en todo el país. 

La cifra supone una disminución de desabastecimiento de fármacos de 26,5% con respecto a diciembre de 2018 cuando la escasez de medicinas se ubicaba en 82,8%. De acuerdo con Convite, la mejora en la disponibilidad de medicinas no se ha traducido en un mejor acceso, pues aunque se consigue el producto, su precio es muy elevado. 

El director de la ONG, Francisco Cabezas, aclaró que aunque el boletín mensual no incluye tratamiento para las epidemias activas -como malaria y tuberculosis- la muestra sirve para comprender la situación de abastecimiento ante la omisión oficial.

“La malaria se mantiene como una epidemia, la tuberculosis aumenta aunque no se publiquen cifras. Las infecciones respiratorias agudas están desbordadas por la quema de basura, las diarreas también han incrementado por mala calidad del agua”, señaló.

El pasado 24 de enero en rueda de prensa, el exministro de Salud José Félix Oletta afirmó que más de 20 estados de Venezuela presentan casos de malaria. Estimó que en 2019 se registraron 887.129 casos de la enfermedad. 

“Hay un abandono del gobierno con las obligaciones para poder mejorar la situación de malaria en el país. Ahora requerimos ayuda externa”, aseguró Oletta.

Rápida, letal y sin control: así regresa la difteria a Petare

Una fiebre muy alta y mucho dolor de garganta fueron las causas que motivaron a Carolina Guariguan a llevar a su hija de siete años al hospital Materno Infantil de Petare, el pasado 7 de febrero de 2019. “En ese hospital la doctora solo le revisó la garganta y me dijo que la niña tenía una amigdalitis, le recetó acetaminofén y me dijo que si seguía presentando fiebre la volviera a llevar en tres días”, dijo Guariguan.

Dos días después, en su casa de La Dolorita, en Petare, la niña amaneció peor, la fiebre no le bajaba con nada, su cuello estaba muy hinchado, le dolía mucho la garganta y Guariguan decidió llevarla nuevamente al Materno. Cuando la revisó otro médico, le dijo que su hija estaba mal, pero que ahí no la podían atender porque no tenían insumos; le dieron una orden y la remitieron de emergencia al hospital Domingo Luciani de El Llanito, cerca de Petare.

Cuando Carolina y su esposo llegaron a El Llanito, la evaluó el otorrino del servicio de pediatría, le realizaron exámenes y le informaron que la niña tenía una “difteria avanzada” y que, por esa razón debían intubarla y trasladarla de emergencia al Hospital Miguel Pérez Carreño en Caracas. En ese momento debieron intubarla porque ya no podía respirar por sí misma.

“En el Pérez Carreño la atendieron bien, nosotros no tuvimos que comprar insumos, todo lo puso el hospital, pero de nada sirvió porque a los dos días mi hija falleció debido a un paro respiratorio, producto de lo avanzada que tenía la enfermedad”, dijo Guariguan.

La madre de la paciente, en entrevista exclusiva para RunRun.es confirmó que tanto en el Domingo Luciani como en el Pérez Carreño le dijeron que su hija tenía difteria, enfermedad altamente contagiosa que se consideraba erradicada del país desde hace más de dos décadas.

El certificado del acta de defunción de la niña, -enviado por la madre a través de fotos por mensajería instantánea- confirmó que la muerte se produjo el 12 de febrero de 2019 a las 3:52pm por “disfunción de múltiples órganos. Shock séptico. Difteria”. Lo emitieron en el Hospital Miguel Pérez Carreño, Distrito Capital, Municipio Libertador, Parroquia El Paraíso.

 

Un estornudo en La Dolorita

La Dolorita es uno de los sectores más poblados de Petare. Y Petere es uno de los barrios más grandes de Latinoamérica. Un estornudo puede ser el inicio de una epidemia: la difteria se contagia rápidamente a través de gotas en el aire, es decir, de tos o estornudo. Las personas que no han sido vacunadas son el principal grupo de riesgo.

La noticia de que una niña había fallecido por difteria, encendió las alarmas del Distrito Sanitario de La Urbina. Durante los días 13, 14, 15 y 16 de febrero se realizó en la localidad una intensa jornada de vacunación para evitar que la enfermedad se propagara.

Con una cava blanca de anime, algodón impregnado de alcohol y muchas dosis de toxoide diftérico, el personal sanitario se apostó en una parada de autobuses -lugar poco o nada apto- para inmunizar a todo el que pasara por el sitio.

Aunque muchos no sabían qué era la difteria y cuáles eran los síntomas, hombres, mujeres, niños y ancianos hacían la larga fila por temor a contagiarse con la enfermedad.

La difteria es una enfermedad infecciosa aguda producida por la bacteria Corynebacterium difteriae la cual se multiplica rápidamente en la zona alta del aparato respiratorio, faringe y laringe, donde produce inflamación y una especie de membranas blanco grisáceas que se adhieren a las mucosas, dificultando la capacidad de respirar y produciendo una toxina que es transportada por la sangre produciendo daños al corazón y sistema nervioso.

RunRun.es consultó con una enfermera de sanidad que se encontraba en La Dolorita contra qué estaban vacunando y la experta en salud confirmó que “la jornada se estaba realizando debido a la muerte de una niña por difteria”.

Una pediatra del Hospital Miguel Pérez Carreño quien prefirió no revelar su identidad por temor a represalias, aseguró que la menor llegó grave al hospital y tuvo que ser ingresada a terapia intensiva de inmediato debido a lo avanzada que tenía la enfermedad.

“Se trataba de una paciente que aparentemente no fue vacunada, estuvo ruleteando por varios hospitales de Petare hasta que finalmente llegó aquí y a los dos días falleció”, dijo la pediatra.

La doctora comentó que pudo conocer que un familiar de la niña trabajó en las minas de Bolívar (Arco Minero), lugar en el que resurgió la enfermedad en julio de 2016, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“El repunte de la Difteria, puede ser fatal si no se toman las medidas necesarias. En 2017 el Gobierno no importó toxoide diftérico y las que se colocaron el 2018 fueron una donación de la OPS”, dijo la doctora.

Con respecto a las jornadas de vacunación que se realizaron el la localidad, la pediatra afirmó que las vacunas deben permanecer a una temperatura adecuada y ser colocadas en un lugar ventilado y bajo niveles estrictos de higiene. “Esas medicinas son muy delicadas, hay que respetar la cadena de frío para que no se dañen, una parada de autobuses no es el lugar idóneo”, enfatizó.

La doctora aseguró que, con este caso, se debe tener especial cuidado y que el cerco epidemiológico debe ser mayor debido a la cercanía de las viviendas en la zona.

“Sanidad debe investigar y hacer los exámenes a las personas que tuvieron contacto con la niña en la comunidad, colegio y lugares que visitaba con frecuencia, si esto no se hace se puede desatar una epidemia”, explicó la pediatra.

Una población en riesgo

Hermelinda Romero, enfermera de la Sanidad en La Urbina, dijo que las jornadas de vacunación que estaban previstas para las primeras semanas de marzo no se realizaron debido al apagón que duró seis días. Carolina Guariguan comentó que la Sanidad no ha vuelto a comunicarse con ella para conocer el estado de la familia o verificar si existe alguna persona cercana en riesgo.

Romero explicó que actualmente una mujer -habitante de un barrio cercano a La Dolorita- se encuentra recluida en el Hospital Vargas por presentar síntomas de la enfermedad. “Están esperando a que se le entreguen los resultados, mientras tanto, ya todos los miembros de esa familia fueron vacunados, aunque todavía faltan dos que no estaban en la casa cuando se realizó la visita”, dijo.

La enfermera aseguró que cuentan con suficientes vacunas para atender a la población, sin embargo no se han visto carteles o llamados para que la población acuda a vacunarse nuevamente contra la difteria.

 

La OPS con la lupa en Venezuela

Los primeros síntomas de la difteria pueden confundirse fácilmente con una amigdalitis y hasta con una gripe, explica Ana Lucía Fuentes, médico neumonólogo.

A juicio de Jacqueline De Izaguirre, médico infectóloga, la probabilidad de recuperarse de la enfermedad en estado avanzado es de 30% a 50 %, siempre y cuando se aplique el tratamiento adecuado. “El problema es que en el país no hay antitoxinas ni antibióticos”, dijo.

“El cuello inflamado y la membrana blanca que se crea en la garganta son los principales síntomas de esta enfermedad”, aclaró Fuentes.

La OPS sigue activamente los casos de Difteria en Venezuela. En su informe más reciente perteneciente a la e semana epidemiológica número 8 de 2019, el Ministerio de Salud confirmó 10 fallecidos este año y 1612 casos confirmados por esta enfermedad.

Desde hace tres años, los casos sospechosos por esta enfermedad han ido en aumento. En el 2016 se registraron 324 casos, 1040 en 2017, 1198 en 2018 y 164 en lo que va de 2019, de los cuales se han registrado 280 defunciones (17 en 2016, 103 en 2017, 150 en 2018 y 10 en 2019).

La OPS alertó en su informe que la tasa de letalidad entre los casos confirmados aumentó 20% en 2018 a 26% en 2019.

La Organización también informó que en el mes de febrero 10 entidades del país se reportaron nuevos casos de difteria: Amazonas, Apure, Anzoátegui, Carabobo, Falcón, Lara, Miranda, Táchira, Trujillo y Zulia.

En noviembre de 2016 el médico y diputado por la oposición, José Manuel Olivares confirmó el primer caso de difteria en Caracas. Se trataba de una persona que vivía en Petare y trabajaba en Coche, la cual pudo haberse contagiado por la visita de un hermano que viajaba constantemente a Bolívar.

La razón última de la emigración, por Alejandro Moreno

POR MUCHO QUE SE QUIERA DISMINUIR LA diáspora venezolana, estamos viviendo algo que nunca habíamos podido imaginar años atrás. Cuántas veces habremos dicho la expresión: “Aquí no se puede vivir”, como un dicho más, como una frase cualquiera cuando por cualquier banal motivo estábamos fastidiados. Nunca llegamos a pensar que pudiera algún día hacerse pura y simple realidad. He aquí que ese día llegó. Si es verdad que la vida biológica sigue siendo aunque muy precaria y muy dudosamente posible para la gran mayoría de la población, el sentimiento de fondo de todos es que vida como tal vida, la propiamente venezolana, solo es posible para unos cuantos, los “enchufados”.

Esas masas de gente, ahora ya del pueblo, de los pobres y desheredados de toda fortuna, que pasan a diario las fronteras arrastrando sus míseras pertenencias y cargando o llevando de la mano a sus pequeños hijos, ¿de qué huyen y qué buscan? Huyen en último término de la muerte que les acecha en cualquier sitio de su país por el hambre, la enfermedad, el asesino que puede asaltarles a la vuelta de una esquina. No buscan fortuna ni riqueza que muy bien saben no les será fácil. Buscan por lo menos poder sobrevivir porque bien saben que para ellos “aquí no hay vida”.

Por la vida, se exponen a cualquier dificultad que haya que soportar: a la humillación de tener que recurrir al auxilio de la caridad ajena, al calor de los asoleados caminos del Brasil lo mismo que a los fríos páramos de Colombia, a días y días de camino, incluso, a veces, al rechazo de las otras gentes que los desprecian como extranjeros peligrosos, invasores.

Los revolucionarios idealistas, y creo que sí los hay, cuando proyectan, planifican y ejecutan sus revoluciones, no tienen en cuenta lo que van a hacer con la vida de la gente común, de los hombres del pueblo a favor de los cuales piensan sus proyectos. Todo el cambio que proponen y procuran les parece que solo puede producir mejoras y bienestar. Por eso es tan difícil convencerlos de que se equivocan, de que el bien de los pueblos, si es cierto que no está en la inmovilidad social y política, es sobre todo verdad que no está en los cambios violentos y rápidos, las revoluciones, porque descoyuntan las vidas de la gente y ese es un falso remedio.

El cambio hay que hacerlo, pero adecuándose al ritmo del pueblo, respetando su proceso propio de vida, del sentido profundo del vivir, y la vida pone las condiciones que son muy complejas para poder ser vida.

El Hombre es un ser de cultura y, antes que todo, espíritu.

ciporama@gmail.com

Científicos del IVIC descubren una cepa de la bacteria que produce leptospirosis

Científicos del Laboratorio de Genética Molecular del Centro de Microbiología y Biología Celular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) descubrieron una nueva cepa de la bacteria que produce la enfermedad leptospirosis, la cual ha afectado a personas que trabajan en el campo y tienen contacto con algunos animales.

La Leptospira venezuelensis fue descubierta por la investigadora Lizeth Caraballo junto a otros especialistas del IVIC mediante el estudio de muestras de pacientes infectados con la enfermedad, y en algunas de esas notaron una secuencia genética nunca antes descrita. Resultados similares fueron obtenidos en el estudio de muestras provenientes de un rebaño de ganado bovino en el estado Miranda, lo que llevó a los investigadores a sopesar la posibilidad de que esta nueva especie de Leptospira es capaz de infectar una gran variedad de hospedadores.

Esta enfermedad emergente puede ser letal en más del 25% de los pacientes. Sin embargo, muchos casos de leptospirosis no son diagnosticados porque los síntomas son variables y los médicos no la reconocen a tiempo, ya que las pruebas clínicas generalmente son difíciles de realizar y toman semanas para dar resultados.

La leptopsirosis se caracteriza por desarrollar síntomas de fiebre, dolores musculares o de las articulaciones, patología renal, ictericia y especialmente hinchazón del área alrededor de los ojos, lo que convierte a la enfermedad en un problema para diagnosticarla ya que muchos de estos síntomas suelen confundirse con otras enfermedades como dengue, zika y chikungunya.

Para distinguirla de otras enfermedades, Caraballo recabó muestras de orina y sangre de los pacientes infectados para practicar una técnica molecular con ADN que, en solo dos días, identificaba la presencia de la bacteria en ellos, por lo que se aisló el gen ribosomal «rrs» y fue secuenciado en la Unidad de Estudios Genéticos y Forenses del IVIC.

Los resultados demostraron que la gran mayoría de los pacientes fueron infectados con especies de Leptospira conocidas, pero en cuatro pacientes fue encontrada una secuencia nunca antes descrita.

Bajo el mismo enfoque empleado por Caraballo, la especialista Yaritza Rangel obtiene resultados similares en aislados de Leptospira provenientes de muestras de sangre y orina de un rebaño de ganado bovino en el estado Miranda, sugiriendo la posibilidad de una nueva especie de Leptospira capaz de infectar una gran variedad de hospedadores.

Con el trabajo de Caraballo existía una serie de nuevos elementos para que los médicos en el área pudieran reconocer la presencia de la enfermedad. «En un primer momento, no reconocían la enfermedad por los síntomas que se asociaban con otros diagnósticos, pero la realización del estudio brindó componentes que permitían la identificación de la leptospirosis», señaló la investigadora, razón por la cual el descubrimiento representa un hito para la ciencia en el país, ya que en la entidad no se registraban datos concretos ni estudios de ningún tipo.

Ante esta investigación el IVIC realizó la adquisición de un secuenciador de nueva generación, equipo tecnológico que permite la obtención en 48 horas, de la secuencia completa del genoma de una bacteria.

En su primera corrida, se secuenció el genoma de esta especie de bacteria, generando varios gigabytes de información, razón por la cual se implementaron herramientas bioinformáticas especializadas y computadoras con gran poder de cálculo.

Los resultados de la secuenciación del genoma confirmaron las impresiones preliminares del equipo, mostrando que el ADN de la nueva cepa, aislada en humanos, vacas y ratas, tiene menos del 90% de identidad con las otras 23 especies de Leptospira conocidas. Con este análisis se demostró que esta nueva cepa cumplió con el criterio internacional para clasificarla como una nueva especia de Leptospira.

El anuncio a la comunidad científica internacional de esta nueva especie se publicó en febrero de 2018, en el International Journal of Systemic Iand Evolutionary Microbiology.

 

*Con información de El Universal

Esto es lo que debes saber de la salmonella, una enfermedad que puede llegar a ser mortal

salmonella

 

La salmonella es un grupo de bacterias que producen diversas enfermedades como la salmonelosis y la fiebre typhi o fiebre tifoidea, las consecuencias de esta última pueden llegar a ser mortales. Sin embargo, atacar a tiempo sus síntomas ayuda a prevenir la muerte.

“La clave está en atacar a tiempo los síntomas y tener los cuidados necesarios para prevenir que la enfermedad llegue a ser mortal. Si la persona se descuida puede complicarse”, afirma Alejandro Risquez, epidemiólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la Escuela Luis Razetti de la Universidad Central de Venezuela.

 

Síntomas

La sintomatología depende del tipo de enfermedad que cause la bacteria. La fiebre tifoidea es la enfermedad más fuerte pues ataca a varios órganos. Puede causar dolores de cabeza, fiebre, sangrado nasal, fatiga e incluso vómitos.

Por otra parte, el especialista señala que la salmonelosis causa diarrea aguda con moco y sangre. En la mayoría de los casos la persona se deshidrata en pocas horas por lo que se recurre a la hospitalización.

“Muchas veces el paciente requiere de hospitalización o incluso tratamiento de terapia intensiva”, añade el experto.

Risquez destaca también que si el paciente tiene alguna patología previa o es un adulto mayor,  la salmonella puede exacerbar el cuadro médico.

“También depende de la cantidad de bacterias que la persona haya ingerido. Si es una gran cantidad  puede causar una deshidratación muy severa e incluso la muerte. Se deben tomar los antibióticos necesarios para evitar esto”, explica el epidemiólogo.

 

Causas
El especialista argumenta que la salmonella se asocia al agua y a comidas contaminadas como las carnes rojas y blancas mal cocinadas. Esta bacteria está presente en el medio ambiente y en los animales.

El profesor indicó que existen casos de personas portadoras de la enfermedad sin sintomatología y por este motivo son vehículos transmisores de la enfermedad.

“Son personas que siguen enfrentando la salmonella por un tiempo y pueden contaminar el medio ambiente aunque no tengan los síntomas”, acotó.

 

Prevención 
El experto señala que la higiene personal y una buena manipulación de alimentos son elementos fundamentales para prevenir la salmonella.

“Los sitios de comida debe cumplir con los requisitos de la ley y en el hogar se debe tener mucha higiene”, acotó.

La presencia de esta bacteria en el organismo se puede detectar mediante un examen de heces. “Inmediatamente cuando se detecta esta enfermedad hay que comenzar con los cuidados. El paciente debe hidratarse y consumir alimentos de fácil digestión”.

Ser diagnosticado con diabetes no es el fin del mundo

Diabetes

 

Uno de los diagnósticos que levanta temores en la población es el de la diabetes. Esta enfermedad crónica, en la cual el cuerpo no puede regular los niveles de insulina en la sangre, se ha convertido en una pandemia y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 415 millones de personas padecen esta patología en el mundo.

Alejandro Lynch, médico internista, especialista en diabetes y quien posee una clínica especializada de esta enfermedad en Guatemala, afirma que un diagnóstico de diabetes «no es el fin del mundo» y que, complementando acciones, se puede reducir el impacto de esta enfermedad.

«Cuando se diagnostica la diabetes muchos pacientes se asustan por si van a tener que inyectarse insulina. No todos los pacientes la van a necesitar, pero no hay nada que temer, es la insulina la que va a nivelar el azúcar en la sangre», explica el galeno.

La diabetes se clasifica en dos tipos: la  tipo 1 que puede ocurrir a cualquier edad. En esta, el páncreas deja de producir la insulina como siempre y el paciente necesitará inyecciones diarias de insulina. Por su parte, la diabetes tipo 2 es más común, el cuerpo es resistente a la insulina y no la utiliza en la forma que debería.

Alejandro Lynch explica que la diabetes es una enfermedad que debería ser fácil de controlar, pero el problema en muchos casos es la poca información que el paciente tiene de la misma enfermedad que padece.

«Todos los pacientes deberían poderse controlar. No puede faltar la información y la educación, el ejercicio y una dieta balanceada en la que el consumo de carbohidratos no sea tan alto. La cultura, la comida y la poca actividad física en los países latinoamericanos, es algo multifactorial que se junta para que todo vaya en contra de la salud. Hoy en día, hay que hacer un esfuerzo para realizar un poco de ejercicios rutinariamente. También son importantes los hábitos alimenticios. Muchas personas necesitan ayuda para hacer cambios desde el punto de vista de la nutrición».

En cuanto a si la genética es determinante en desarrollar la enfermedad, el galeno explica que no necesariamente.

«Las enfermedades genéticas tienen diferente penetración en las personas, dependiendo de una serie de rasgos que se presentan y la diabetes es una enfermedad que lo ejemplifica bastante bien porque hay muchas cosas en el camino de la vida de una persona que pueden acelerar la enfermedad o retrasarla, por lo que podemos resumir que sí, la genética es importante, pero hay otros elementos alrededor que pueden frenarla o acelerarla»

En cuanto a los fármacos utilizados para tratar la diabetes, Lynch señala que en los últimos diez años se ha dado un salto importante, ya que entró la ingeniería genética en el mundo.

«Ya la insulina no depende solo del  cerdo o la vaca y los medicamentos son muchos más. Ahora los encontramos para ingerir e inyectados que abordan casi todos los mecanismos posibles por los cuales los niveles de azúcar se pueden elevar. Lo más importantes son el uso que se le de a los fármacos y complementarlos con ejercicio y buena nutrición».