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El Impulso

2017: el año en que más se ha pisoteado la libertad de expresión

OTRO MEDIO DE COMUNICACIÓN SE SUMA a la larga lista de los que han tenido que bajar la “santamaría” este año por presiones del gobierno, por problemas presupuestarios o incluso por ambos. En esta ocasión le tocó al diario Tal Cual, el cual despide a su versión en papel para quedarse únicamente con la digital.

Tal Cual es el quinto medio impreso que sale de circulación indefinidamente en 2017, luego que lo hicieran el Correo del Caroní, La Nación, El Impulso y La Verdad.

A este grupo de periódicos que dejan una considerable cifra de personas sin empleo, hay que agregar a otro tanto que han detenido su circulación parcialmente por escasez de material.

Según la organización no gubernamental Espacio Público, hasta finales de septiembre de este año 17 medios impresos han dejado de circular parcial o permanentemente, ocho canales de televisión salido del aire y 49 emisoras del espacio radioeléctrico han sido apagadas. Aunado a ello, doce portales de información han sido atacados y periodistas encarcelados, robados, hostigados y amenazados, especialmente durante las protestas contra el gobierno de Maduro que se produjeron entre abril y julio.

A continuación un recordatorio de los medios y casos más emblemáticos de violación a la libertad de expresión en 2017:

1- CNN en Español, allá vamos: En febrero de este año, el gobierno venezolano a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), decidió “bajar la cuchilla” de CNN en Español luego que la televisora estadounidense con sede en Atlanta transmitiera un reportaje de investigación sobre la presunta entrega de pasaportes venezolanos a miembros de células terroristas vinculadas al Hezbollah, donde estaría involucrado el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami,

La entonces canciller Delcy Rodríguez acusó a la cadena de promover “una operación mediática imperial” contra la administración de Maduro.

El gobierno a través de la Fiscalía nunca abrió una investigación al respecto, solo optó por bloquear la señal del canal fundado por el magnate Ted Turner.

Luego de instaurada la asamblea nacional constituyente el 30 de julio, las televisoras colombianas Caracol, RCN y El Tiempo TV salieron de las cableras supuestamente por la cobertura que le dieron a la presencia de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, en territorio neogranadino.

Por otro lado, Conatel decidió enviar al limbo a la Televisora Cultural de Tovar (TCT) tras una sola visita, en la cual las autoridades argumentaron que no poseían los permisos correspondientes de transmisión.

“Lo que alega Conatel es la falta de documentación. Toda esa burocracia opaca se presta como un brazo institucional para restringir líneas editoriales, no hay transparencia para adjudicar ni revocar concesiones”, dijo Marisabel Rodríguez, coordinadora de Libertad de Expresión de Espacio Público.

2 – Cien por ciento libre: El viernes 25 de agosto a las siete de la noche, una comisión de Conatel ingresó a las instalaciones de 92.9 FM en Las Mercedes,  sacó de frecuencia a la emisora juvenil, se adueñó de las instalaciones y encendió “Radio Corazón llanero”. “Cerraron una emisora como 92.9, con la irreverencia de la juventud, el gobierno quiere promover una ley contra el odio, qué más odio que el del gobierno contra los periodistas”, dijo Tinedo Guia, presidente del Colegio Nacional de Periodistas.

El mismo día también salió del aire Mágica 99.1, otra emisora critica al gobierno con programas de opinión conducidos por periodistas como Marianela Salazar y José Domingo “Mingo” Blanco. “Todo empezó con una entrevista que le hice al abogado Juan Carlos Sosa Azpúrua en ‘La Hojilla’, me acusaron de propiciar una invasión gringa; nos dijeron que en nueve oportunidades habíamos entrado tarde a la cadena, luego de eso llevaron a los gerentes al Ávila y en sus narices los sacaron del aire”, dijo Blanco.

No conforme con borrar a la radio responsable de programas como “Rockadencia” y “El Monstruo de la Mañana”, Conatel también abrió dos procesos administrativos contra su hermana en la frecuencia AM, RCR, cuna de RCTV. La acción se produjo en vista de que la estación supuestamente no transmitió la cadena donde se hizo el lanzamiento del satélite Sucre y debido a que en el programa “La Linterna” se incitaba a emplear armas de guerra y arrojar excremento a las personas.

Hasta finales de septiembre de este año, 46 emisoras (44 en el interior y dos en Caracas) han sido afectadas de alguna u otra forma por Conatel según Espacio Público.También se han suscitado alteraciones en la programación de las estaciones por amonestaciones específicas, tal es el caso del espacio “Calma Pueblo” en La Mega 107.3 FM, que salió de circulación luego que sus conductores fueran amonestados por cuestionar a un menor de edad debido a sus preferencias políticas y llamarle homosexual, según lo expuesto por el ministro de comunicación, Ernesto Villegas.

Asimismo al periodista César Miguel Rondón, conductor de un magazine matutino en Exitos 99.9 FM, se le impidió la salida del país luego que el propio Maduro lo amenazara con meterlo preso y a Nelson Bocaranda de “La Cola Feliz” en la misma estación se le obligó a tomar unas “vacaciones”.

  1. Periodistas asesinados, heridos, encarcelados y robados: 2017 es el año con más agresiones a representantes de medios de comunicación en las últimas dos décadas. Hasta septiembre se habían contabilizado 145, teniendo el clímax en el marco de las protestas antigubernamentales, donde efectivos de seguridad fungían como los principales victimarios. Durante las marchas, 59 periodistas fueron detenidos por registrar o difundir información, además a 61 les robaron equipos o material, según se desprende de un informe de Espacio Público.

El periodista comunitario Carlos Julio Rojas fue apresado en julio y liberado mes y medio después de permanecer en la cárcel militar de Ramo Verde, acusándolo de portar presunto material explosivo. Tiene régimen de presentación cada 30 días y prohibición de salir del país.

En 2017 también han matado reporteros. Yolman Briceño, quien trabajaba en la emisora comunitaria Anamar 103.1 FM y con la diputada psuvista, Sumiré Ferrara fue asesinado en el estado Aragua. Previo a su homicidio había hecho denuncias sobre la muerte de su hermano, quien era funcionario de la Policía Municipal de Ribas.

A Alberto Cabrera y a Ángel Medina, periodistas de Voluntad Popular, les enviaron a la Penitenciaria Militar de Santa Ana en el estado Táchira por los delitos de rebelión militar, menosprecio a la Fuerza Armada y ultraje al centinela a finales de agosto. Siendo civiles fueron juzgados por un tribunal castrense en el estado Zulia.

“Con las protestas de 2014 se vieron tuiteros detenidos, medidas privativas de libertad de tres meses a un año. Ahora en 2017 pasamos a robos a periodistas, detenciones arbitrarias por parte de Guardia Nacional y Policía Nacional Bolivariana, info ciudadanos aprehendidos, perseguidos u hostigados”, declaró Rodríguez .

Pero el espiral de incertidumbre para ejercer la profesión no es exclusivo de los periodistas venezolanos. También los extranjeros han sufrido en carne propia la censura del régimen. Hasta finales de septiembre, 14 corresponsales han sido expulsados del país o se les ha impedido el acceso a las fuentes de información, una práctica que parece no tener fin en la extraña concepción del periodismo del siglo XXI en Venezuela.

Mercal y Abastos Bicentenarios se quedan sin productos frente al Clap

Mercal..

En menos de ocho años, el Gobierno Venezolano ha modificado sus políticas alimentarias, desde Pdval y Mercal hasta los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), los cuales han tomado la batuta de la distribución de productos básicos y alimentos para dejar a Mercal un puñado de productos y la venta de pan.

El diario larense El Impulso realizó un trabajo especial donde reseña los cambios que desde la presidencia de Hugo Chávez han sido dictadas. Los periodistas visitaron los antiguos establecimientos gubernamentales y encontraron que en Mercal más de 60 % de los anaqueles se encuentran vacíos. Los pocos productos que venden –artículos de limpieza, toallas diarias femeninas, pasta de tomate, papelón y sardinas– son opacados por los dos panes canillas que venden gracias a las panaderías adscritas.

En el caso del abasto Bicentenario, los periodistas constataron que tan solo ofrece un tipo de producto regulado cada día y en pocas cantidades. «Y el lugar que debería ofrecer productos nacionales y a buen precio, para que el pueblo venezolano pueda adquirir sus alimentos y se radicalice el hambre que han denunciado tanto el actual como el anterior presidente, éste comercializa artículos de otros países y a costo de dólar paralelo. Una kilo de pasta en Bicentenario cuesta 6.000 bolívares, un frasco de pasta de tomate está alrededor de los 4.000, y así consecutivamente» reseña El Impulso.

Para conocer más, lea el trabajo especial en El Impulso

El Impulso recibió papel periódico y volverá este jueves #12Ene

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La edición impresa de El Impulso volverá a las calles este jueves 12 de enero, tras solventar la falta de papel que lo obligó a dejar de imprimirse por 10 días.

“Superados todos los escollos impuestos (…) se pudo conocer el despacho de papel a nuestras instalaciones”, señaló este martes Carlos Carmona, presidente del diario.

La versión impresa había dejado de circular el 31 de diciembre debido a los retrasos en la distribución de bobinas por parte de la Corporación Editorial Alfredo Maneiro, empresa gubernamental que las importa.

La falta de papel golpea desde 2013 a este diario regional fundado en 1904, que ha alertado varias veces sobre el riesgo de suspensión de la edición impresa. En 2016, su situación se agravó.

Según el directivo, la relación comercial con la empresa gubernamental no les garantiza la fluidez en el despacho, que en ocasiones ocurre “a última hora”.

Organizaciones gremiales y empresariales vinculadas a la prensa denuncian que la entrega de papel por la única corporación que lo importa y el acceso a dólares -que monopoliza el gobierno con un férreo control de cambios desde 2003- son discrecionales y usados por el Ejecutivo como mecanismo de presión.

Pero el presidente Nicolás Maduro niega las acusaciones de censura, mientras denuncia que medios privados apoyan maniobras de la oposición para tratar de sacarlo del poder.

En los últimos tres años, siete periódicos han dejado de circular en su versión impresa, tras lo cual se han convertido en proyectos web o semanarios. Otros han reducido sus páginas y número de ejemplares, entre ellos El Nacional, el principal periódico crítico.

A las puertas de Maneiro

El lunes 9 de enero, una comisión local del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), junto a Marco Ruiz, secretario general de la organización, visitó la sede del CEAM, en la ciudad de Caracas.

Allí entregaron una carta dirigida al presidente del complejo, Hugo Cabezas, en la que exponen cómo se ven afectados los trabajadores ante las dificultades en el acceso a materia prima y solicitan mayor celeridad en las cotizaciones y los despachos de papel periódico, a fin de evitar que se produzca un nuevo cese de la circulación que obligue a modificar las condiciones laborales.

“La correspondencia fue recibida en la puerta de Maneiro por José García, quien manifestó que trabajaba de forma directa con Snell Cegarra, coordinador del área de Comercialización y Despacho, quien luego de una breve conversación y tras colocar el sello de ‘recibido’ a una copia del documento, nos expresó que el despacho de las bobinas se concretaría este martes 10 de enero. Además dijo que ‘entendía la preocupación expresada por los trabajadores’ y mencionó la posibilidad de gestionar un encuentro de los voceros del SNTP con Cegarra o Cabezas”, expresaron los delegados locales Francisco Vega y Mariángel Durán.

 

SIP denuncia que censura dejará sin edición impresa a El Impulso

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La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció hoy que el diario más antiguo de Venezuela, El Impulso, no tendrá edición impresa a partir del 1° de enero de 2017 debido a que el gobierno de ese país ejerce un monopolio sobre el papel prensa, lo que calificó como «la más burda censura».

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Roberto Rock, condenó «la insolencia con la que el gobierno venezolano aplica la censura de una forma tan sutil como grosera».

El Impulso, fundado en 1904, anunció que 31 de diciembre, saldrá su último número impreso debido a la falta de papel, un insumo que controla la estatal Corporación Editorial Alfredo Maneiro, aunque seguirá con su edición digital.

Debido a la carencia de papel este año dejaron de imprimirse los diarios El CarabobeñoLa Mañana de Falcón, Diario Los AndesQué Pasa, La Verdad y El Regional del Zulia.

El suministro de papel depende del gobierno, que decide cuánto y a quién se le vende la materia prima, explicó la SIP en un comunicado.

Rock lamentó «este nuevo golpe contra el derecho del público a saber» y aseguró que el tema será prioridad en el nuevo año.

La SIP señaló que abordará el asunto en enero próximo con las autoridades de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

La organización, con sede en Miami (EE UU), expresó su esperanza de que la industria y el gremio periodístico del hemisferio encuentren los mejores mecanismos de solidaridad con sus colegas venezolanos.

Diario El Impulso dejará de circular por falta de papel

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El sábado 31 de diciembre saldrá la última edición impresa del diario larense El Impulso, ya que la Corporación Editorial Alfredo Maneiro (CEAM) no le ha otorgado papel al impreso para continuar la circulación.

“En esta oportunidad, nuevamente el Gobierno, a través de sus organismos ejecutores, impide que la circulación diaria se mantenga, razón por la cual nos vemos en la imperiosa necesidad de suspender la circulación a partir de este sábado 31 de diciembre, cuando será la última edición impresa”.

La afirmación fue realizada por Carlos Eduardo Carmona, presidente de la C.A. EL IMPULSO, quien señaló que el Ejecutivo, prevalido del poder que le da el tener el monopolio absoluto de las importaciones de papel, en esta oportunidad ha dejado a la empresa sin ninguna capacidad de maniobra.

Explica que no se realizó ningún aviso a los lectores, por cuanto se presumió que, como en oportunidades anteriores, “la respuesta llegaría el último día, como una manera -además- de mermar nuestra credibilidad con el público lector, al anunciar algo que no pasaba”.

Agrega Carmona que sigue causando extrañeza, que mientras los medios oficiales nunca han confrontado problemas con el suministro de papel, los periódicos independientes que circulan en todo el país, tienen que padecer una tortura para obtener su materia prima.

*Con información de El Impulso

En la provincia, las colas en los bancos también son gigantes

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Las colas en las entidades bancarias no son exclusivas de la capital caraqueña, en el interior del país también se han apreciado grandes concentraciones de personas en las inmediaciones de las agencias.

En Barquisimeto, el diario El Impulso publicó que los larenses claman por más tiempo para salir del papel moneda.

 

El diario El Carabobeño destacó que en Valencia los ciudadanos tardan en promedio cuatro horas en llegar a la taquilla de un banco. “Cuándo me iba a imaginar que el billete de cien lo sacarían de circulación. Esto es una locura”, dijo un usuario, mientras fuentes reportaron que la Guardia Nacional Bolivariana tenía la orden de detener a todo aquel que intente depositar más de 600 mil bolívares en efectivo.

 

En Maracaibo, el diario Panorama publicó que pese a contar con una entidad del Banco Central de Venezuela en la ciudad, las colas han sido el común denominador desde este martes. “Nunca me había tocado contar tantos billetes de 100 en un solo día. Hoy recibí más de cuatro millones de esta moneda en la mañana”, comentó una cajera del Banco de Venezuela.

 

Asimismo, en el estado Anzoátegui se reportaron largas filas. En El Tigre, los usuarios amanecieron en las entidades para depositar los billetes de Bs. 100 que tenían en sus casas para comprar comida.

 

En Táchira, los insultos, peleas y gritos fueron protagonistas en las colas que se produjeron frente a las entidades bancarias. Así lo expuso el diario Los Andes.  

Mientras en Margarita, los bancos fueron insuficientes para recibir a tanta gente, según Reporte Confidencial.

 

Alejandro Armas Dic 02, 2016 | Actualizado hace 2 semanas
En defensa del periódico

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Los temas que se prestan para contrastar hechos del presente con los del pasado, como se hace constantemente en este espacio, han sido abundantes en los últimos días, desde la caída libre del bolívar (que el oficialismo insiste que se puede revertir con el bloqueo de una página web) hasta la muerte de Fidel Castro. Sin embargo, hoy he optado por abordar un asunto que llamó mucho menos la atención, a pesar de su gravedad. Me refiero a la interrupción en la circulación del periódico Diario de Los Andes y la advertencia lanzada por El Impulso, activo en Lara, de correr igual suerte.

El primero de ellos no estuvo disponible en kioscos de la zona montañosa ayer, jueves, mientras que el segundo no desapareció de las calles gracias a un préstamo solidario de papel de otro medio de la región. A las pocas horas un vocero de El Impulso anunció que recibió las bobinas que esperaba desde hacía más de una semana, mientras que el rotativo andino manifestó que pronto le llegarían las suyas y que entonces volvería a circular.

Nada que celebrar, sin embargo. El insumo conseguido es de ninguna manera suficiente para asegurar que a mediano plazo los lectores de estos medios sigan contando con ellos, al menos en físico. En el caso del rotativo larense, solo alcanza para seguir hasta fin de año. ¿Volverán a surtirlo del indispensable material? Nadie lo sabe. Su circulación, que ya lleva 113 años (todo un hito en el periodismo nacional), podría cesar en enero.

Este es un problema de larga data que, insisto, lamentablemente no ha llamado la atención del público como lo amerita. Si fuera algo nuevo, tal vez no habría razón para alarmarse tanto. Pero la falta de papel ya se ha cobrado la vida de al menos una decena de medios impresos, por lo que tristemente podría afirmarse que la situación de los dos casos aludidos previamente todavía es “afortunada”. Antorcha, en Anzoátegui; La Mañana, en Falcón; e incluso El Carabobeño (más de 80 años en las calles) son solo tres de los periódicos cuyas rotativas se han detenido. Casi todos los afectados están radicados en las regiones, pero Caracas no está exenta. Primera Página y El Propio, dos miembros de la familia de El Nacional, tampoco se consiguen ya.

Algunos diarios como Tal Cual y Correo del Caroní se han visto obligados a convertirse en semanarios para no agrandar la hecatombe reporteril. El primero de estos, así como El Nacional y otros, han reducido su paginación. Es verdaderamente indignante descubrir en las mañanas que el periódico comprado cada vez pesa menos (a la vez que no se consigue café; imagínense el humor matutino).

¿Por qué pasa esto? El papel periódico no se produce en Venezuela y, como casi todo lo demás, debe ser importado. Por ahí cualquier persona que familiarizada con la economía en “revolución” ya sabe que hay un problema debido a la espantosa escasez de divisas para comprar en el extranjero. Pero eso no es todo. Adicionalmente, el único habilitado para traer las bobinas es el Estado, que luego las distribuye entre los interesados, con un precio monetario, claro está. Sí, este gobierno autoproclamado socialista ha impuesto el muy capitalista recurso del monopolio en el mercado de papel periódico en Venezuela.

Si se pecara de inocencia, alguien pudiera sugerir que esta oscura etapa en la historia de la prensa nacional es algo coyuntural, una inevitable consecuencia de la necesidad de priorizar la comida y los medicamentos entre las importaciones del Estado (argumento no obstante en sí deprimente, más aún cuando se ven los resultados en los anaqueles). Pero resulta que ciertos medios impresos en Venezuela no están pasando por esta situación nefasta. ¿No adivinan cuáles son? ¡Bingo! Los del propio Estado. Mientras los otros se reducen, estos aumentan en número. Basta con ver los equivalentes de Ciudad CCS (impreso por la Alcaldía de Libertador) que han ido surgiendo en diferentes capitales regionales gobernadas por el chavismo. Añádase a eso la revista de los CLAP, sobre cuyo público lector me sorprendería saber que supera el puñado de individuos.

El ente encargado de distribuir el papel es el Complejo Alfredo Maneiro. Para “hacer honor” a este dirigente político, fundador de La Causa R, el oficialismo le puso su nombre a esa repudiable institución. La empresa pública se niega a vender el insumo vital, o sí lo hace pero se los entrega con retrasos que los ponen en riesgo, a los medios independientes, los que hacen periodismo de verdad. Mientras, los que están llenos de propaganda chavista reciben un trato más que privilegiado. Solo juzguen esta perla. Una investigación publicada en febrero de este año por el portal Armando.info halló que, según su memoria y cuenta, el Complejo Maneiro imprimió gratis 875.000 ejemplares de 4F, el periódico del PSUV.

El investigador Robert Pierce ha planteado que, al contrario de lo que se piensa normalmente, la censura directa y oficial, como el cierre de medios, es uno de los recursos a los que los gobiernos menos recurren para silenciar la prensa. Sostiene que más bien algunos se valen de formas más sutiles, que hagan más difícil (pero claro, no imposible) la detección de su “mano pelúa”. Entre estos mecanismos alternativos, tan numerosos como las armas de guerra, Pierce enumera los controles económicos. Esto lo hizo en un estudio sobre la libertad de expresión en América Latina en 1982. Y es que, obviamente, lo expuesto por su teoría no fue inventado por el chavismo. Desde mucho antes se ha hecho, incluso en Venezuela.

Vale la pena recordar las diferentes formas de censura que aquí experimentó el periodismo durante el quinquenio presidencial de Jaime Lusinchi. Los directores de medios recibían llamadas telefónicas en las que eran presionados para que los comunicadores a su cargo no hablaran de los temas que el poder pretendía mantener ocultos. Nelson Bocaranda, en el libro coescrito con Diego Arroyo Gil, da cuenta de cómo Blanca Ibáñez, con la anuencia del mandatario, realizaba esto constantemente con Venezolana de Televisión (eso no hace falta hoy, ya que a todo el que quiera trabajar en ese canal se le exige total sintonía con los intereses del partido de gobierno).

Durante esos años se recurrió además a los controles económicos aludidos por Pierce. También existía entonces un control de cambio, Recadi, el abuelo de Cadivi/Cencoex/Simadi/etc. Ya vimos cómo en Venezuela nunca se ha producido papel periódico. Varios impresos a los que el Gobierno cogió ojeriza tuvieron graves problemas en el acceso a las divisas necesarias para importar el material, lo que los puso en serios aprietos. Una de mis mejores profesoras de periodismo en la universidad nos contaba en clase que en aquel tiempo ella, una reportera debutante, y muchos colegas pensaban que el acoso a la prensa nacional había llegado a su cumbre, y que no imaginaron que tres décadas después el mismo monstruo volvería aparecer con una disposición mucho más bárbara. Irónicamente, Lusinchi fue el único presidente de la “cuarta” fallecido durante la era chavista al que las autoridades accedieron a rendirle los honores que tradicionalmente se otorgan a quienes han sido jefes de Estado cuando mueren.

Si le parece que a diferencia de la década de 1980, la reducción o desaparición de medios impresos no es un problema mayúsculo gracias al periodismo digital, tenga en cuenta que vivimos en un país con un serio rezago tecnológico, en el que alrededor de 40% de la población no tiene acceso a Internet. Dentro del porcentaje restante, no todos son usuarios regulares de las redes sociales que se han vuelto el principal vehículo de la información en formato web. Por lo general la cosa es peor entre los sectores menos favorecidos económicamente, que son los más vulnerables a las manipulaciones que hace el Gobierno mediante su pretendida hegemonía comunicacional. Dicho de manera más criolla como se lo escuché a otro profesor: “Twitter todavía no sube el cerro ni va pal’ monte”. La información es vital para la movilización que todo el mundo reconoce como indispensable si se quiere cambiar la deplorable situación que vivimos. Por eso, por favor, un poco más de interés en defender a nuestros medios independientes.

A propósito, esta semana se dio a conocer la consolidación de un pacto editorial y comercial entre los portales Runrunes y El Pitazo, y el semanario Tal Cual. El acuerdo lleva un nombre inspirado en La Guerra de las Galaxias: “Alianza Rebelde”, y su propósito es enfrentarse al “imperio” de la oscuridad que supone la censura oficialista. Sugiero, amigo lector, que esté pendiente de lo que publiquen estos tres medios, todos ellos con periodistas de excelente calidad. Ciertamente no es una solución al problema expuesto aquí, pero es una importante alternativa para quienes puedan informarse por Internet.

 

@AAAD25

 

Gobierno obliga a EL IMPULSO a dejar de circular temporalmente por falta de papel

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No ha sido ninguna sorpresa para EL IMPULSO, que nuevamente el Gobierno, a través de sus organismos ejecutores, haya venido aplicando una estrategia en base al suministro del papel, orientada a poner un candado que calle la voz de la prensa independiente de Venezuela, por cuanto es la única que informa lo que realmente está ocurriendo en el país.

En esta oportunidad le ha tocado a este periódico, ya en las cercanías a sus 113 años, afrontar esta realidad.

Así lo expresa Carlos Eduardo Carmona, presidente de la C.A. EL IMPULSO, señalando que el Ejecutivo, prevalido del poder que le da el tener el monopolio absoluto de las importaciones de papel, un insumo sin el cual los periódicos no pueden sobrevivir, en esta oportunidad ha dejado a la empresa sin ninguna capacidad de maniobra y, lamentablemente, si hoy no llega papel, nos veremos en la imperiosa necesidad de suspender la circulación a partir de este miércoles 30 de noviembre.

Explica que no se realizó ningún aviso a los lectores, por cuanto se recibió la cotización del papel hace más de diez días, se hicieron los pagos correspondientes el mismo día, dándose por descontado que en un plazo entre 48 y 72 horas se estaría recibiendo el cargamento correspondiente en los depósitos de la empresa; sin embargo, el tiempo continuó transcurriendo en forma inexorable y el papel, hasta la hora de redactar esta información, no había llegado ni se tiene ninguna explicación del proveedor.

-Estuvimos manteniendo nuestra circulación, gracias a editores amigos, que nos prestaron papel, confiando en que una vez atendido nuestros pedidos, podríamos devolverlo, pero tampoco hemos podido cumplir con quienes nos auxiliaron; además ante tantos problemas que en estos momentos tienen los venezolanos, y tomando en consideración que cumplimos con nuestra parte, responsablemente no quisimos generar más preocupaciones a nuestros lectores, anunciantes y a los trabajadores que nos han estado acompañando año tras año y compartido nuestras angustias, señala Carmona.

Agrega que sigue causando extrañeza que mientras los medios oficiales nunca han confrontado problemas con el suministro de papel, circulando incluso de forma gratuita, los periódicos independientes que se editan en todo el país, tienen que padecer este vía crucis todos los meses.

-Quienes formamos parte de la familia de EL IMPULSO hemos hecho los mayores esfuerzos para continuar informando a los larenses y a todo el país, en forma veraz, objetiva y oportuna, nunca hemos cambiado la línea editorial que definieron nuestros antepasados, respetuosa, pero firme y sin adulancias, que es lo que nos ha permitido obtener el respeto y el respaldo de todos, confiamos en que pronto estaremos nuevamente en la calle, señaló Carmona.