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Venezuela cerró noviembre con una devaluación de 50,90 % en el bolívar
Según el Banco Central de Venezuela (BCV), un dólar estadounidense pasó de 515.919 bolívares a principios de mes a 1.050.811 al cierre del 30 de noviembre

Venezuela cerró este lunes el mes de noviembre con una devaluación de 50,90 % en el bolívar, frente al dólar estadounidense, la divisa con que se completan la mayoría de las operaciones comerciales en el país.

Según el Banco Central de Venezuela (BCV), que ofrece la cotización oficial, un dólar estadounidense pasó de 515.919 bolívares a principios de mes a 1.050.811 al cierre de esta jornada.

Este incremento reportado por el ente emisor muestra que el precio de la divisa estadounidense se encareció un 103,68 % solo en noviembre, lo que provocó, entre otras cosas, que los comercios cambiasen las tarifas de productos y servicios casi diariamente.

Mientras tanto, en el mercado paralelo, que rige casi toda la actividad económica en el país, el bolívar se ha devaluado aun más.

Allí, el dólar estadounidense se canjea hoy por 1.214.053 bolívares, un indicador que puede variar un poco hacia arriba o hacia abajo dependiendo del portal de referencia que se use, entre los numerosos que existen.

El bolívar ha pasado por dos procesos de reconversión monetaria: en 2008, perdió tres ceros y pasó a llamarse bolívar fuerte, mientras que, a mediados de 2018, le restaron otros cinco ceros con lo que fue rebautizado como bolívar soberano, el actual.

Ante esa inestabilidad de la moneda local, Venezuela vive un proceso de dolarización de facto o «espontánea», con lo que la mayor parte de los productos que se ofrecen a la venta se calculan en dólares, y existe la posibilidad de pagar en divisas o en bolívares.

Con todo, el salario mínimo legal que devengan cerca de 10 millones de trabajadores y pensionistas se mantiene en 400.000 bolívares, es decir, un tercio de la población recibe al mes menos de 50 centavos de dólar mientras que una familia necesita cerca de 300 dólares para cubrir los gastos más básicos.

El dólar se disparó 80% en tres semanas: ¿Hasta dónde puede llegar en lo que resta de año?
Para ayudar a la movilización de sus bases y tratar de aumentar la participación en las elecciones del seis de diciembre el gobierno suministra una mayor dosis de gasto público. La inyección de bolívares se traduce en una veloz escalada del dólar que impacta en los precios

 

@vsalmeron

 

En un intento por disminuir la apatía hacia la elección parlamentaria del seis de diciembre Nicolás Maduro triplicó el dinero que reparte entre la población a través de bonos, elevó el monto que deposita a los pensionados y adelantó el aguinaldo en buena parte de la administración pública. Si bien está por verse el impacto político de esta inyección de bolívares, en el terreno de la economía ya hay un efecto palpable: la disparada del dólar.

En las últimas tres semanas la cotización del dólar en el mercado paralelo acumula un salto de 80%, desde 516.881 bolívares hasta 935.017 bolívares, presionado por la mayor demanda de divisas.

El gasto del gobierno activa una cadena que los venezolanos han presenciado en distintas oportunidades: las familias reciben bolívares y rápidamente los gastan en comercios que, a la brevedad, los cambian a dólares porque después de tres años en hiperinflación el bolívar es una moneda moribunda.

Como el dólar se ha convertido en la unidad de cuenta de la economía, en poco tiempo el alza de su cotización se traduce en el incremento del precio de una amplia gama de productos básicos y servicios como consultas médicas o reparación de vehículos.

En los últimos nueve meses la inflación mensual ha estado por debajo de 30% pero entidades financieras calculan que en noviembre superará 50%.

Magia monetaria

Tras la catastrófica caída de la producción petrolera, que ha descendido a niveles similares a los de 1935 y empresas que pagan muy pocos impuestos después de seis años consecutivos de recesión, el gobierno está quebrado pero el Banco Central crea bolívares para que la administración de Nicolás Maduro pueda gastar.

“Es un gobierno en campaña electoral, en cierre de año donde hay más gastos y sin ingresos porque la recaudación de impuestos se ha reducido a medida que la economía se hace más pequeña y el aporte del petróleo se desplomó, entonces solo le queda emitir dinero”, dice Asdrúbal Oliveros director de Ecoanalítica.

Síntesis Financiera indica en su informe El Tesorero que el aumento del gasto del gobierno comenzó a sentirse los primeros días de noviembre: “en la semana que concluyó el viernes seis de noviembre se produjo el salto más importante del año, estimamos que el sector público erogó 75 billones de bolívares casi el triple de lo gastado en la última semana de octubre”.

 El cohete

¿Hasta dónde puede llegar la cotización del dólar paralelo en lo que resta de año? Asdrúbal Oliveros explica que “todo depende de cuánto crezca el gasto del gobierno. Nosotros construimos dos escenarios, uno donde el gasto del gobierno crecía 15% en términos reales en el cuarto trimestre y el dólar cerraba en 960.000 bolívares y otro donde el gasto aumenta 40% y el dólar cierra en 1.700.000 bolívares”.

“Por lo que estamos viendo estamos más cerca del segundo escenario que del primero”, dice Asdrúbal Oliveros.

Síntesis Financiera considera que el gobierno continuará con dosis elevadas de gasto público esta semana y la próxima “buscando que los electores lleguen al domingo seis de diciembre con dinero fresco en los bolsillos. Así, esta semana el precio del dólar pasará la barrera del millón de bolívares y vemos alta la probabilidad de que el rally prosiga en diciembre”.

La firma agrega en su reporte que “Nicolás Maduro anunció la flexibilización continua de la cuarentena durante todo el mes de diciembre. A nuestro juicio, el clima festivo que el gobierno desea propiciar será acompañado de un gasto público vigoroso, si bien este crecerá menos que en noviembre. Estimamos que el gasto público aumentará 50% en diciembre, impulsando una expansión de 38% en la liquidez monetaria y un alza de 45% en el precio del dólar que estaría cerrando el año en 1.400.000 bolívares tras un incremento acumulado de 2.500% en el año”.

La firma Dinámica Venezuela proyecta que el dólar paralelo cerrará este año en 1.279.106 bolívares, a un nivel muy similar del tipo de cambio oficial que, de acuerdo con sus estimaciones, culminará en 1.232.401 bolívares.

Luis Vicente León, director de Datanálisis, considera que “es muy difícil proyectar en una economía volátil, desequilibrada, manipulada, hiperinflacionaria y sobrevaluada. Los números de proyección son sólo referentes generales de tendencias. Lo que sabemos es que la tendencia a devaluación e inflación es imparable pues ambas dependen de la desconfianza en la moneda”.

Frialdad electoral

El boletín del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) afirma que “iniciamos nuestra campaña electoral el pasado tres de noviembre, respetando las normas de bioseguridad; se puede observar el colorido, despliegue y alto nivel de compromiso de nuestro pueblo con las mujeres y hombres que hoy son nuestros candidatos y candidatas para cambiar esa Asamblea Nacional tan nefasta”.

No obstante, en el país no se respira mayor ambiente electoral y las encuestas apuntan a que el próximo seis de diciembre habrá una participación modesta. “Nuestra encuesta de octubre refleja que quienes dicen estar dispuestos y muy dispuestos a votar en las próximas elecciones parlamentarias son 34% de los electores. Esto indica que el segmento potencial de voto está en este grupo, no necesariamente todos votan, pero difícilmente más de esos votan”, explica Luis Vicente León.

En las elecciones parlamentarias de 2015, cuando la oposición obtuvo dos tercios de los escaños, votaron 74% de los electores. En esta oportunidad los partidos más importantes de la oposición no participan por considerar que no hay condiciones para una elección limpia y una parte del chavismo está desmotivada.

Luis Vicente León señala que la estrategia que implemente el gobierno para movilizar a sus bases y la inyección de gasto público a lo sumo podría lograr que quienes muestran inclinación a votar lo hagan: “en el segmento potencial de voto hay que movilizar, presionar, enamorar, amenazar, para lograr la máxima participación posible. Seguramente no será aumentando este segmento que se tenga algún resultado, sino logrando que ese rango se ubique en los topes máximos”.

“El problema es que en una elección donde el proceso no tiene contra balances porque la oposición mayoritaria no va a participar y no va auditar el proceso con testigos, es difícil verificar resultados. La confianza en las cifras será muy baja”, dice Luis Vicente León.

Un factor a tomar en cuenta es que la inyección de gasto público, que en otros tiempos le sirvió al chavismo para impulsar el consumo y crear un ambiente de prosperidad, en esta oportunidad es muy limitada. Los bolívares que entran a la economía a través de ministerios, gobernaciones y alcaldías aceleran la escalada del dólar porque la oferta de divisas es muy baja, pero no representan mayor cosa a escala individual.

El 16 de noviembre Nicolás Maduro comenzó a repartir el bono Amor por Venezuela con el que le depositó 3 millones 120 mil bolívares a un estimado de diez millones de personas. Al tipo de cambio paralelo de ese día, el bono se tradujo en un depósito de tan solo 4,6 dólares por persona.

Vértigo en 2021

El desequilibrio de la economía venezolana es profundo y por tanto el dólar continuará en ascenso durante el próximo año, con mayor o menor velocidad dependiendo de la cantidad de bolívares que cree el Banco Central para financiar un cuantioso déficit en las cuentas públicas que equivale a 16% del PIB.

La producción petrolera, la principal fuente de divisas, es de tan solo 400 mil barriles diarios -87% menos desde que en 1999 Hugo Chávez inició la era de la Revolución Bolivariana- y las sanciones de Estados Unidos complican la posibilidad de exportar.

“Estamos ante un problema de fondo, un Estado sin recursos para cubrir sus gastos y un Banco Central que por el declive de la producción petrolera no tiene divisas para estabilizar el mercado cambiario”, dice Asdrúbal Oliveros.

Actualmente el Banco Central está vendiendo unos 20 millones de dólares a la semana, una cifra enana si se toma en cuenta que en 2013, el año previo al inicio de la recesión, diariamente se vendían 140 millones de dólares en el mercado cambiario.

En este entorno Latin Focus señala en su último reporte que el consenso de sus panelistas, que incluye a entidades financieras como Goldman Sachs, UBS y Credit Suisse es que el próximo año el tipo de cambio paralelo ascienda hasta 7. 563. 430 bolívares por dólar y el tipo de cambio oficial hasta 6. 694.741 bolívares por dólar.

Luis Vicente León advierte que no hay manera de detener el deterioro con medidas económicas: “el círculo perverso devaluación-inflación es inagotable mientras no se rescate la confianza, algo inviable sin negociaciones políticas y alcanzar la estabilización del país. El equilibrio cambiario ya no depende de medidas económicas. Eso sólo atrasa o adelanta la crisis”.

Impresión de bolívares sin respaldo dispara el dólar en vísperas de diciembre
El significativo incremento de la moneda estadounidense devino luego de un supuesto aumento salarial de 400.000 bolívares a 1.200.000 bolívares

En los últimos 23 días el tipo de cambio del dólar ha aumentado más de 400 mil bolívares. Para comienzos de noviembre se necesitaban 520 mil bolívares para comprar un dólar. Luego de tres semanas un venezolano necesita 967 mil para comprar la misma cantidad, un incremento de 87% con respecto a principios de mes.

Una sociedad de bodegón

Una sociedad de bodegón

Comerciantes y pensionados son los más afectados de todo este aumento que devino luego de un supuesto aumento salarial de 400.000 bolívares a 1.200.000 bolívares, que alcanzan -si acaso- para medio cartón de huevos. Pese a que trabajadores del sector público y pensionados han recibido dicho monto, ninguna autoridad del Gobierno nacional ha oficializado el incremento que intenta fallidamente paliar la hiperinflación que comenzó a finales de 2017.

El economista y director del Capital Market Finance Jesús Casique explicó que el aumento en el tipo de cambio se debe al incremento de la base monetaria, es decir, la impresión de bolívares sin respaldo y dado el aumento de la liquidez monetaria que representa el dinero disponible que tienen los ciudadanos para su uso.

Sumado a esto, señaló que el último trimestre del año son meses estacionales donde suben los precios y las personas jurídicas o naturales buscan coberturas. Es decir, donde las personas buscan reducir riesgos económicos en monedas más seguras como el euro o el dólar.

Sigue leyendo esta nota de José Rivas en Correo del Caroní

El bolívar se desplomó 20,24 % frente al dólar en una semana
El lunes 9 de noviembre, un dólar costaba 535.719 bolívares según la cotización oficial que ofrece el BCV, la misma referencia que esta jornada ubica al signo estadounidense en 671.730 bolívares, lo que significa un aumento del 25,39 % en el precio de esta divisa en tan solo cinco días

La moneda venezolana, el bolívar, se devaluó un 20,24 % frente al dólar, en una semana en la que el precio de la divisa estadounidense en el país se disparó hasta los 690.000 bolívares en que promedió al cierre de este viernes.

El pasado lunes, un dólar costaba 535.719 bolívares según la cotización oficial que ofrece el Banco Central de Venezuela (BCV), la misma referencia que esta jornada ubica al signo estadounidense en 671.730 bolívares, lo que significa un aumento del 25,39 % en el precio de esta divisa en tan solo cinco días.

Además, los promedios del mercado paralelo, en el que se concretan la mayoría de las operaciones de compra y venta de divisas en el país, muestra un encarecimiento aun mayor del dólar, pues la cotización oscila alrededor de los 690.000 bolívares.

El pasado 28 de octubre, el precio del dólar en el mercado paralelo superó por primera vez la barrera de los 500.000 bolívares por cada unidad de la divisa estadounidense.

El bolívar ha pasado por dos procesos de reconversión monetaria: en 2008, perdió tres ceros y pasó a llamarse bolívar fuerte, mientras que, a mediados de 2018, le restaron otros cinco ceros con lo que fue rebautizado como bolívar soberano.

Ante esa inestabilidad de la moneda local, Venezuela vive un proceso de dolarización de facto o «espontánea», con lo que la mayor parte de los productos que se ofrecen a la venta se calculan en dólares, y existe la posibilidad de pagar en divisas o en bolívares.

En esos casos, los comercios suelen fijarse en la tasa de cambio del mercado paralelo, no en la oficial.

Este tipo de pagos se ha extendido incluso en las zonas más populares, donde el cálculo de los precios ya se hace en dólares.

Aquellos que desean pagar en bolívares deben hacerlo con tarjeta, puesto que el billete de más alta denominación es el de 50.000, es decir, menos de 10 centavos de dólar.

Las noticias económicas más importantes de hoy #12Nov

Runrun.es hizo una recopilación de las noticias económicas más importantes del momento. Se acentúa la desnutrición, Caracas y Miranda con colas para gasolina y exigen mejoras salariales, son los temas más destacados del día.

 

La falta de recursos acentúa la desnutrición en los barrios barquisimetanos

Obe, es un joven venezolano de 22 años que tiene un peso de un niño de nueve, tan sólo 25 kilogramos. Su vida es el reflejo de miles de hogares que viven en pobreza extrema en Venezuela, un sector que ocupa el 79,3% de la población, según la Encuesta Condiciones de Vida (ENCOVI). Al igual que muchas familias su alimentación se basa en unos pocos alimentos, casi todos carbohidratos y granos y en cantidades tan reducidas que no le aportan a su organismo los nutrientes requeridos para mantenerse saludable. Descifrado

Afirman que actualmente con $3,5 se puede comprar lo que en 2019 se adquiría con un $1

El director de Ecoanalítica, Pedro Palmar afirma que «actualmente con $3,5 se puede comprar lo que en 2019 comprabas con un $1».  La afirmación la hizo en el marco del Foro de Ecoanalítica Perspectivas «Entre la estabilidad peligrosa y la transformación silenciosa». Afirmó que «cuando comparamos el tipo de cambio con el tipo de cambio de paridad, podemos ver que el precio del dólar está muy por debajo que el de paridad». A su juicio, «el dólar aún está barato». Descifrado

Empleados de Min-Tierra exigen mejores salarios y rechazan carencia de beneficios

El presidente del sindicato del Ministerio de Tierra, José Marcano, manifestó que la reciente aplicación de un nuevo tabulador salarial no representa ni se ajusta a la realidad de los trabajadores, por lo que rechazan los montos establecidos y la carencia de beneficios en la administración pública. «Colocaron beneficios lineales como una beca para los estudiantes del sector primario y universitario de Bs.300.000, un bono navideño y un bono de juguete de Bs.300.000», criticó. Bancaynegocios

Sin gasolina: Caracas y Miranda amanecen entre colas kilométricas y protestas por falta de combustible

La escasez de gasolina se siente en la Gran Caracas y se evidencia en las kilométricas filas de conductores que esperan repostar, tanto en las estaciones de servicio que ofrecen combustible subsidiado, como en las que se vende el carburante a precio internacional. Durante la mañana de este miércoles, conductores que llevaban dos días haciendo cola para llenar los tanques de sus vehículos en la estación de servicio de El Cercado, ubicada en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho en dirección Guarenas, trancaron la vía en ambos sentidos por falta de combustible. Bancaynegocios

Venezuela: una historia de devaluación y dolarización
Las cuentas de ahorro a plazo fijo en bolívares cuando Chávez llegó al poder rondaban el 40% y ahora están entre el 2% y el 3%

“Afinemos el rumbo, démosle a nuestros hijos y a nuestros nietos una patria que hoy no tenemos”. Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999, el dólar cotizaba a 599 bolívares. No eran los mejores tiempos de la moneda venezolana, muy fuerte durante los 80, incluso leyendas urbanas aseguraban que llegó a valer más que el billete verde americano. Hasta 1983 se había mantenido a 4,30 por dólar.

Transcurridos casi 22 años de búsqueda de la patria nueva, el rumbo revolucionario ha terminado directamente en el infierno financiero, con cifras que explican sin adjetivos la magnitud de la tragedia venezolana: un dólar cuesta hoy en el mercado oficial 45 billones de los bolívares de entonces. En el mercado paralelo, por obra y gracia de la dolarización de facto que sufre el país y con el cambio a 485.000, la cifra se elevaría hasta los 48,5 billones de los viejos bolívares.

El cálculo es del economista Pedro Palma, quien en su libro “La política cambiaria de Venezuela. Más de 100 años de historia” ha relatado el viaje a los infiernos de la moneda venezolana. Cuando hace tres meses publicó su estudio, el precio del dólar había aumentado en torno a 40.000 millones de veces. “Todo esto ha sucedido porque hemos sufrido un proceso inflacionario desbocado desde 2017”, acotó entonces, reseñando una serie de factores fundamentales, como “una expansión de oferta monetaria monumental”.

“El bolívar prácticamente ha desaparecido como moneda en Venezuela en el sentido de que no hay ahorros en bolívares en Venezuela. Las cuentas de ahorro a plazo fijo cuando llegó Chávez eran del 40% y ahora están entre el 2% y el 3%, porque la gente no está ahorrando en la moneda venezolana”, desvela para LA NACION el diputado José Guerra, el principal experto económico del Parlamento.

La tragedia comenzó a abonarse desde los primeros tiempos de la revolución. El “comandante supremo” aguantó la moneda hasta 2002, cuando las convulsiones políticas dispararon el dólar por encima de los mil bolívares. Ya en 2003, Chávez decretó el control cambiario, uno de los primeros hitos históricos del modelo chavista. Primero a través de Cadivi, más tardes mediante el Cencoex. El dólar siguió subiendo de forma paulatina hasta duplicarse en el mercado negro, lo que Chávez aprovecha para ordenar la primera reconversión monetaria de 2008: de bolívar a bolívar fuerte perdiendo tres ceros.

Son los tiempos de la bonanza petrolera y de una convivencia entre el dólar oficial intervenido y el dólar negro. Todo cambia en 2012, “cuando se produce el hito más importante: el financiamiento del déficit fiscal con impresión de dinero que ha hecho el Banco Central. La maquinita de hacer dinero es la que ha causado la pulverización del bolívar”, precisa Guerra.

La maniobra revolucionaria coincide con las elecciones presidenciales de 2012, con Chávez afectado por el cáncer y un Henrique Capriles en ascenso. El excandidato opositor recuerda hoy todavía cómo en aquella campaña cada vez que llegaba a los barrios populares la gente aparecía ofreciéndole un whisky, muchas veces escocés.

Para ganar esas elecciones, el Chávez moribundo exprimió la economía al límite, elevando el gasto público al 45% del PBI. Las importaciones costaron ese año 70.000 millones de dólares, una cifra astronómica.

La recesión comenzó al año siguiente ya con Maduro instalado en el Palacio de Miraflores. Era imposible sostener tal nivel de gasto. En 2014, la caída del precio del petróleo precipitó la debacle tras la cosecha de los años previos. El modelo bolivariano hacía aguas por todos lados.

La extravagancia cambiaria llevó a Maduro a imponer tres tipos de cambio oficiales, más el dólar paralelo. Así a 6,30 bolívares por billete verde para los bienes esenciales, 11,30 para los no esenciales y a 64 para los viajeros. El dólar blue, perseguido pero cada día más robusto, superó la barrera de los mil bolívares por dólar en enero de 2016.

Ajuste brutal

Es entonces cuando se produce un ajuste económico brutal, con la reducción al mínimo de la importación de alimentos y medicinas, nunca antes vista en la Historia, según el economista Ricardo Hausman.

“La hiperinflación estalló en octubre de 2017, ahí prácticamente el bolívar dejó de existir como moneda para reserva de valores, la gente prácticamente no la quería. Es entonces cuando en agosto de 2018 el gobierno de Maduro le quitó cinco ceros al bolívar”, confirma Guerra. Nacía así el actual bolívar soberano.

El dólar blue se ajustó pero siguió creciendo a su ritmo, hasta hoy, cuando ya flirtea con la barrera de los 500.000 bolívares soberanos por billete americano, pulverizando salarios mínimos y pensiones (a 400.000 bolívares mensuales).

La caída es tan veloz que el nuevo billete de máxima denominación de 100.000 bolívares (el mayor actualmente es de 20.000), a punto de emitirse, ya está envejecido antes de nacer. Su valor estará en torno a los 20 centavos de dólar, cuando la Venezuela de hoy padece precios caros y dolarizados. “Carece de sentido”, sentencia Guerra.

BCV restringe productos que faciliten pagos de bienes y servicios en moneda extranjera
No pueden emplearse tarjetas de crédito y débito en divisas emitidas por bancos nacionales 

El Banco Central de Venezuela (BCV) instruyó el cese inmediato de cualquier producto o servicio que los bancos universales y microfinancieros se encuentren ofreciendo a sus clientes, que impliquen el pago de bienes y servicios en divisas en el país, con cargo a las cuentas en moneda extranjera en el sistema financiero nacional.

El BCV decidió que los productos adscritos a las entidades financieras nacionales que permiten el cancelar con cargo a las cuentas en moneda extranjera serán restringidos. Tanto el pago en divisas de bienes y servicios en divisas no podría ser efectuado a través de tarjetas de débito o de crédito especializadas.

Con la decisión los clientes se verán obligados a usar las mesas de cambio para canjear sus divisas por bolívares.

 “Es un limbo. No se me ocurre otra expresión. El comunicado deja muchas dudas y lagunas, esperemos sean aclaradas en los próximos días”, dijo el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.

¿Cuánto más subirá el precio dólar?

@victoralvarezr

La política monetaria restrictiva dejó sin liquidez a la banca, restringió el crédito bancario y redujo la demanda de divisas, cuyo precio se frenó en comparación con el resto de los precios. Así, mientras la mayoría de las mercancías registra aumentos significativos, el precio del dólar no sube a la misma velocidad y por eso las familias y empresas tienen que cambiar cada vez más dólares para pagar en bolívares la misma cantidad de productos. Esta brecha da origen a una sobrevaluación de la tasa de cambio que genera en la gente la impresión de una inflación en dólares.

En septiembre de 2020, la tasa de cambio superó los 430.000 Bs/$. Agréguele a esta cantidad los ocho ceros que les quitaron a los billetes viejos y le dará una cifra que pocos pueden leer: 43.000.000.000.000 Bs/$.

Nuevamente el precio del dólar se ha desquiciado y su impacto sobre la hiperinflación no se hará esperar.

Esto se debe a la reciente medida del BCV de liberar 30 billones de bolívares semanales del 90 % de las captaciones del público que los bancos están obligados a congelar bajo la figura del encaje legal. Este monto equivale a unos $ 80 millones.

Un impacto positivo de la reinyección de este dinero a la banca es que se reactivarán los préstamos a la producción y al consumo. El efecto no deseado es que inmediatamente estos bolívares los convierten en dólares para proteger su poder de compra, presionando así el aumento de su precio. Adicionalmente, esto tiene un inevitable impacto sobre el saldo en bolívares de los préstamos comerciales que están indexados a la evolución de la tasa de cambio.

Como la conversión de bolívares a dólares no solo se hace para protegerse de la inflación, sino también para pagar operaciones de compra-venta en una economía cada vez más dolarizada, la mayor demanda de divisas ejerce una permanente presión al alza de la tasa de cambio; esta aumentará mientras el BCV siga inyectando liquidez a la banca y emita dinero que transfiere a Pdvsa y empresas públicas deficitarias para que estas puedan pagar nóminas, proveedores y contratistas, quienes también se protegerán de la hiperinflación comprando divisas.

La política monetaria que intenta frenar el precio de la divisa ha degenerado en un incentivo perverso a la especulación cambiaria, toda vez que los especuladores aprovechan las semanas en las que la tasa de cambio se frena para comprar divisas a un precio menor al que realmente deberían tener y revenderlas cuando la contención cambiaria se hace insostenible. Entonces nuevamente se desquicia el precio del dólar.

Los especuladores cambiarios revenden lo acumulado y obtienen así cuantiosas ganancias sin haber realizado ninguna inversión productiva.

Esta arritmia cambiaria se prolongará debido al colapso de la producción petrolera que merma el ingreso en divisas, a la prolongada contracción de la economía interna, al déficit fiscal y su financiamiento con emisiones de dinero inflacionario, así como a la reinyección a la banca de la liquidez represada en el BCV.

Por todas estas razones, es previsible que en lo que resta de año la tasa de cambio y la hiperinflación seguirán subiendo considerablemente, azotando el presupuesto de los hogares, empresas e instituciones. 

Video La liberación del encaje legal y su impacto en la economía 

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