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Muhammed Alí no pudo con el merideño Yoel Finol. No fue, obviamente, el que volaba como una mariposa y picaba como una abeja, sino su homónimo británico, un jovencito de 20 años que este lunes sucumbió ante el criollo que asegura el diploma olímpico número  siete para Venezuela en Río 2016, en un jornada en la que Nercely Soto avanzó a la semifinal de los 200 m y Yulimar Rojas recibió su medalla de plata en el salto triple

Eumar Esaá

@eumaresaa

Yoel Finol tenía 13 años cuando el campeón mundial súper pluma de la AMB y ligero del CMB, Edwin “Inca” Valero, asesinó a su esposa Carolina, luego de un largo historial de violencia doméstica que trascendió incluso a los medios y a la fiscalía. Carolina era su hermana, el Inca era su mentor, el hombre que lo había iniciado en el boxeo a los nueve años. Ese niño que aprendió a perdonar, y que hoy se hace cargo de los hijos de la pareja, es el ganador del séptimo diploma olímpico de Venezuela en los Juegos de Río 2016.

Finol venció en los octavos de final de los 52 kgs a un peleador cuyo nombre tiene mucho significado en el boxeo, Muhammad Alí, un jovencito de 20 años representante de Gran Bretaña, al que derrotó con la segunda decisión unánime a su favor en estos Juegos, y ahora tendrá que vérselas, el miércoles, con el argelino Mohamed Flissi, en un combate que de ganar le permitiría asegurar como mínimo medalla de bronce.

El día incluyó el esperado momento de la entrega de la presea de plata del salto triple a Yulimar Rojas, la primera prueba de la historia de los Juegos Olímpicos, en cualquier deporte, que arroja un 1-2 sudamericano, con el triunfo de la colombiana Caterine Ibargüen.

Rosa Rodríguez compitió en la final del lanzamiento de martillo, muy por debajo de sus marcas, con un 69,29 que no le permitió pasar el corte de las ocho que siguen en combate tras el tercer lanzamiento, a pesar de que se había clasificado tercera en la eliminatoria. Una marca similar a su récord nacional de 73,64 le hubiera permitido terminar quinta. Las medallas eran una meta más cuesta arriba, pues la polaca Anita Wlodarczyk se impuso con récord mundial de 82,29 m.

José Peña, que quedó  un paso de la final en Londres 2012 y luego en el Mundial de Moscú 2013, no pudo esta vez en los 3000 m con obstáculos, donde fue noveno en su serie y 22º en la general, con tiempo de 8:32.38,  12 segundos por encima de su récord nacional.

La alegría del atletismo la dio Nercely Soto, que clasificó segunda en su serie y 22ª en total a la semifinal de los 200 m, con un tiempo de 22.89 segundos que constituye su mejor registro de la temporada. Este martes buscará el pase a la final en la que puede ser la serie más rápida de las tres, con la subcampeona de los 100 m Tori Bowie y la marfileña Murielle Ahouré en contienda.

La jornada incluyó un oro con el que Brasil ni siquiera se había atrevido a soñar, el de Thiago Da Silva en el salto con garrocha, sobre el plusmarquista y campeón mundial, el francés Renaud Lavillenie. Thiago tuvo que hacer un récord olímpico de 6,03 m, para dejar atrás al galo, con 5,98 m. Las otras coronas del día en pista y campo fueron las esperadas: la del keniano David Lekuta Rudisha en los 800 m y la de la bahameña Shaunae Miller en 400 m planos.

Cuba ganó su segunda dorada de los Juegos, de nuevo en la lucha, por intermedio de su abanderado Mijaín López en los 130 kgs del estilo grecorromano, superando en la final al turco Kayaalp Riza, el hombre que había eliminado por superioridad técnica al venezolano Erwin Caraballo en la primera ronda y que venía de vencer al propio López en la final del Mundial de Las Vegas el año pasado. Fue el tercer oro consecutivo del cubano en Juegos Olímpicos, una hazaña que iguala la gesta del mítico ruso Alexander Karelin, leyenda del estilo grecorromano.

El escándalo se apoderó del boxeo, con la decisión de los jueces a favor del ruso Evgueny Tishchenko en los 91 kgs del boxeo sobre el kazajo Vasily Levit, cuya ceremonia de medallas se realizó en medio de pitas, luego de un combate en el que éste último había sido claramente superior. Ni siquiera los gestos de Levit pidiendo silencio y respeto para su rival lograron acallar los abucheos del público.

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Venezuela festejó la segunda medalla olímpica de su historia en el atletismo, lograda en salto triple a través de Yulimar Rojas, una atleta que hasta hace poco más de dos años practicaba otra prueba. La jornada incluyó otras tres satisfacciones para una delegación necesitada de alegrías: los diplomas olímpicos del equipo de espada masculino, de Jessica López en la final de barras asimétricas y de Yaniuska Espinosa en las pesas

Eumar Esaá
@eumaresaa

Todo comenzó como una travesura. Así lo reveló el hombre que la formó deportivamente, Jesús «Tuqueque» Velásquez. Yulimar Rojas se preparaba a dejar atrás el salto alto que acababa de coronarla en los Sudamericanos de Santiago 2014, y hacer la conversión definitiva al largo. En un descuido del entrenador, la atleta buscó ella misma una tabla de pique, la preparó y ensayó un salto triple, que jamás había practicado en su carrera. La marca fue tan extraordinaria que Velásquez se atrevió a inscribirla en triple para la siguiente competencia, donde estuvo a ocho centímetros del récord nacional. El resto es historia, una que anoche se tiñó de plata, la primera de Venezuela en estos Juegos Olímpicos y la segunda para el atletismo en su historia, tras el bronce de Asnoldo Devonish, también en salto triple, en Melbourne ’52.

Yulimar Rojas logró el domingo la segunda mejor marca de su carrera, un 14,98 solo superado por el 15,02 de junio en Madrid, para escoltar en la previsible final sudamericana a la colombiana Caterine Ibargüen, dos veces campeona mundial y plata hace cuatro años en Londres, quien coronó un brinco de 15,17, uno de los mejores de su prolífica carrera, para hacer frente a la amenaza de la venezolana. Con el bronce se quedaba la campeona defensora, la kazaja Olga Rypakova, con el 14,73 de su primer intento.

Yulimar comenzó mostrando los mismos problemas con su mecánica de carrera que la habían hecho clasificar séptima en la primera ronda del sábado. Saltó 14,32 en su primer intento y dio un foul en el segundo, hasta que en el tercero le salió un 14,87 que la colocaba segunda, tras el 15,03 de Ibargüen en su segunda salida. La marca debía ser suficiente para aguantar hasta el final, y desató el festejo en las gradas, con abrazo incluido, de los hombres detrás de su éxito, el técnico que la formó, Velásquez, y el que la convirtió en leyenda a sus 20 años, el cubano Iván Pedroso. Pero Yulimar no se conformó y apareció en la cuarta ronda con su salto de 14,98, el que la hacía inalcanzable en el segundo lugar.

En sus primeras declaraciones tras su histórica actuación, Yulimar dedicó la plata a su familia, y se declaró incapaz de describir la emoción que la embargaba. La también campeona mundial bajo techo (la más joven de la historia en su prueba) es apenas la tercera medallista olímpica mujer de Venezuela, detrás de las taekwondistas Adriana Carmona y Dalia Contreras, bronce las dos.

Más temprano el equipo de espada de Rubén y Francisco Limardo, Silvio Fernández y Kelvin Cañas (el cuarto hombre y oficialmente el atleta 87 de Venezuela en Río 2016), logró una única victoria frente a Brasil 45-25 para asegurar la presencia entre los ocho del cuadro principal y con ello el diploma olímpico. Luego perderían consecutivamente ante Francia, el ulterior campeón, en final de ocho, y frente a Corea del Sur y Rusia en la lucha por definir posiciones, para conformarse con el octavo lugar.

En la gimnasia, Jessica López repitió su nota de 15.333 de la eliminatoria, pero esta vez en la final de las barras asimétricas, y eso le sirvió para avanzar un puesto, al sexto lugar, y apuntarse el segundo diploma olímpico personal, tras su puesto siete en all-around.

El otro diploma llegó en la categoría de más de 75 kgs de las pesas, gracias a la campeona panamericana Yaniuska Espinosa, con arranque de 121 y envión de 152, para un total de 273 que la dejó en el séptimo lugar.

La jornada también incluyó la consagración del rayo, Usain Bolt, quien se dio el lujo de voltear a ambos lados para verificar que sus rivales estuvieran a raya, en ruta al 9.81 que lo coronó por terceros Juegos Olímpicos consecutivos en los 100 m planos. Además cayó uno de los récords más longevos y competitivos del atletismo, el de Michael Johnson en los 400 m planos, gracias al 43.03 del campeón mundial y ahora olímpico, el sudafricano Wayde Van Niekerk.

Latinoamérica tuvo mucho que festejar, como el primer oro de Cuba, a través de Ismael Borrero en los 75 kgs del estilo grecorromano en el inicio de la lucha, o la plata y el bronce de dos gimnastas brasileños, Diego Hypolito y Arthur Mariano en manos libres, pero también lamentó la caída en finales del argentino Juan Martín del Potro en el tenis, a manos del británico Andy Murray, y del colombiano Yubergen Martínez en los 49 kgs del boxeo.

Foto: Despacho Presidencia ‏@DPresidencia

La colombiana y la venezolana están separadas por una frontera común, por 12 años de diferencia, por apenas dos centímetros en la cima del salto triple y por un mismo objetivo: el oro en Rio 2016. Son muchas más las coincidencias entre ellas que las diferencias que las separan 

Eumar Esaá

@eumaresaa

Geográficamente, ambas surgen del norte de Sudamérica, de dos países que ahora tienen una frontera cerrada, Colombia y Venezuela. Deportivamente, están también en la parte alta de la clasificación del triple salto, y se acercan más y más. En Rio 2016, medallas en el triple salto horizontal pueden quedar en manos del dúo Caterine Ibargüen (COL) y Yulimar Rojas (VEN), que está en curva ascendente.

La colombiana, que en junio 2016 llegó a 34 pruebas corridas sin perder al triunfar en el Diamond League de Roma, venciendo a la campeona olímpica de Kajakistan Olga Rypakova, ahora va por la medalla oro en Rio, pero poco atrás tiene a la venezolana Rojas, quien casi la derrota en el evento en Doha. La colombiana saltó 15,04 metros, mejor marca del 2016, y con 15.02 está Rojas. (record es 15,50 de Inessa Kravets [UKR]). La venezolana de 20 años obtuvo la primer campeonato mundial en atletismo de la historia de su país al ganar en el mundial bajo techo en Portland con 14,41m.

“Considero que ahora soy la menos mala. Nunca me he considerado la mejor, pero los resultados nos han dicho todo, y sé que voy a llegar como una de las favoritas”, declaró Ibargüen a EFE.

Ibargüen, nacida y criada en la región bananera de Urabá (Apartadó) se vio separada de sus padres, como consecuencia del conflicto armado en Colombia. Su padre William se estableció en Venezuela, la madre Francisca se marchó a trabajar como cocinera en una mina de oro en Antióquia y la pequeña Caterine vivió una vida de desplazada, hija de dos desplazados, a cargo de su abuela Ayola, que se las ingeniaba para levantar a la futura campeona y su hermano.

Yulimar, nacida en Caracas pero criada en el barrio de Pozuelos, a orillas del mar Caribe en Puerto La Cruz, también creció separada de su padre, que la abandonó antes de que ella pudiera retener algún rasgo de su rostro. En busca de un mejor futuro, su madre se fue a oriente, y Yulimar creció en un precario “ranchito” de ladrillos desnudos y láminas de zinc en lugar de techo, que se estremecía cuando llovía y hacía temer que rodaría cerro abajo con el próximo rayo.

Miedo a las balas una, miedo a la lluvia la otra. Las dos máximas favoritas al podio olímpico del salto triple saben lo que es la pobreza, la necesidad y el desamparo, pero también saben lo que es la redención, porque ambas han transitado caminos similares.

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Diploma olímpico, la mejor latinoamericana de la final de all-around y una inyección de energía para la definición de las medallas en barras asimétricas el domingo. La venezolana Jessica López y el estadounidense Michael Phelps, que ayer logró su segundo oro individual de estos Juegos y  el cuarto en total, están demostrando que en la gimnasia y la natación, sí hay vida más allá de los 30

Eumar Esaá

@eumaresaa

Jessica López no ganó una medalla en el all-around: esas se las repartieron las estadounidenses Simone Biles y Alex Raisman, y la rusa Aliya Mustafina. Pero la venezolana ganó su propia competencia: la que libra contra los prejuicios que descartan a las gimnastas no adolescentes, y, sobre toda, contra los que creen que va de salida. La psicóloga de la Universidad de Denver llegó más lejos de lo que ella misma se atrevió a soñar, al ser séptima en la final de all-around o concurso general de la gimnasia, para apuntarse el primero de tres diplomas olímpicos que Venezuela aseguró este jueves, sin duda su mejor día en Río 2016.

López, que se había clasificado en el puesto 14 en el Concurso I o fase preliminar, mejoró en todo, menos en las barras asimétricas donde el listón lo había dejado suficientemente alto, y escaló hasta la casilla siete, con un extraordinario 57.966, producto de puntuaciones parciales que se decantaron así: 14.833 en el salto al potro, 15.100 en las asimétricas, 13.800 en el riel de equilibrio y 14.233 en una rutina de piso en la que supo pasar la página de los errores técnicos cometidos en la eliminatoria.

Su entrenador, el brasileño-estadounidense Nilson Moreira, ya lo había prometido: en la final se vería la mejor versión de Jessica, y así fue.

Los otros diplomas olímpicos de Venezuela llegaron en el ciclismo de pista, con el tiempo de 44.263 que dejó a la velocidad por equipos masculina octava en la fase de clasificación, y en el boxeo, cuando Gabriel Maestre se benefició por el retiro del italiano Vincenzo Mangiacapre, bronce en los Londres 2012, quien sufrió una fractura de pómulo en un combate previo y no se presentó a los cuartos de final de los 69 kgs.

En el golf, Jhonattan Vegas no arrancó bien, aunque logró enderezar los tres bogeys cometidos, con sendos birdies en  los hoyos 16 y 18, para terminar con tarjeta de uno sobre par, mientras el líder parcial, en australiano Marcus Fraser, jugó para ocho bajo par.

En el boxeo se despidieron Víctor Rodríguez (56 kgs) y Albert Ramírez (81 kgs), en la natación quedaron eliminados Albert Subirats y Andreína Pinto en sus pruebas estelares (100 m mariposa para él y 800 m para ella), lo mismo que Cristian Quintero en los 50 m libre, en la vela Daniel Flores cayó al 26 en la general de la clase RS:X y en el voleibol de playa, la dupla de Olaya Pazo y Norisbeth Agudo no pudo con Alemania en la lucha por un cupo en octavos de final.

Michael Phelps se apuntó en la natación su segundo oro individual de los Juegos Olímpicos, el de los 200 m combinado individual, su prueba más fuerte, y el cuarto título en total, en una gesta muy parecida a la de Jessica López: demostrando con hechos que todavía tiene con qué enfrentar a rivales 10 años menores que él. Atrás quedaron el japonés Kosuke Hagino y el chino Wang Shun, de 21 y 22 años, respectivamente. Fue la cuarta dorada consecutiva que se apunta en esa prueba, que domina de manera ininterrumpida desde Atenas 2004. Por si fuera poco, se clasificó también a la final de los 100 m mariposa con la quinta mejor marca de la semifinal, 51.58.

Estados Unidos amplió su ventaja en el medallero gracias a la natación, donde Simone Manuel se convirtió en la primera afroamericana que gana un oro en las piscinas para Estados Unidos, compartiendo el título de los 100 m libre con la canadiense Penny Oleksiak, ambas con 52.70, y Ryan Murphy completó el doblete del estilo espalda, al imponerse en los 200 m.

En el rugby, Fiji ganó el primer oro de su historia, y lo hizo en uno de los deportes que se estrenan en el programa olímpico, el rugby 7 masculino, venciendo a Gran Bretaña en la final.

En el judo, Brasil sumó una nueva medalla, esta vez un bronce por intermedio de Mayra Aguiar en los 78 kgs del judo, y se mantiene como el mejor latinoamericano del medallero.

En el tenis, siguieron avanzando Rafael Nadal, Juan Martín del Potro y Andy Murray. El atletismo, que se inicia este viernes, vivió un nuevo escándalo, cuando el técnico keniano John Anzrah fue expulsado por tratar de suplantar al corredor de 800 m Ferfuson Rotich durante un control de dopaje sorpresa.

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En una jornada gris tanto en la ciudad de Río como en el accionar venezolano en los Juegos Olímpicos, los últimos dos en ver acción, el baloncesto y el voleibol de playa, fueron las únicas razones para celebrar

Eumar Esaá
@eumaresaa

El baloncesto logró su primera victoria en estos Juegos Olímpicos, sobre China, con pizarra de 72-68, para acabar con la sequía de resultados de los hombres del Che García, mientras que otro deporte de conjunto, el voleibol de playa, también festejó por primera vez, gracias a la cómoda victoria de Olaya Pazo y Norisbeth Agudo sobre las costarricenses.

Néstor Colmenares sumó 16 puntos y cuatro asistencias, y Gregory Vargas 13 tantos y cinco pases, para convertirse en los hombres más rendidores del triunfo sobre China, el primero de Venezuela luego de los reveses ante Serbia y Estados Unidos.

En el voleibol de playa, Olaya y Nori también llevaban dos derrotas, y cierran con un 21-16 y 21-19 sobre las costarricenses Karen Copa y Natalia Alfaro, a la espera del resto de las estadísticas del torneo femenino para ver si tienen opciones de avanzar a la fase de eliminación directa.

De resto la jornada vio caer a la floretista Isis Giménez, el boxeador Luis Arcón y la judoca Elvismar Rodríguez, todos en primera ronda. Giménez llegó a estar empatada con una ex campeona mundial, pero no fue capaz de cerrar el combate y se despidió 10-8. Arcón, por su parte, ganó el primer asalto, incluso derribando a su duro rival armenio Hovahnnes Bachkov, pero no pudo mantener el ritmo y se dejó ganar la iniciativa en los otros dos rounds. Rodríguez, por su parte, perdió por ippon ante la angoleña Antonia Moreira.

Pero el momento más oscuro del día para Venezuela ocurrió en el ciclismo de ruta, donde Yonathan Monsalve se presentó a correr la contrarreloj individual, pero no pudo partir porque su bicicleta no se ajustaba a los parámetros que tanto su mecánico como su delegado debían conocer con antelación.

“Es una cosa que se nos sale de las manos, pero hay que ponerse la mano en el corazón y reconocer que mecánico y dirigente tienen que saber medidas reglamentarias antes de la competencia. Si no estamos pendientes y lo que hacemos es ver qué podemos comprar para llevar para la casa, o qué podemos decir para dañar a un corredor, entonces no vamos a surgir nunca”, se quejó el barinés, ganador de la Vuelta a Venezuela este año.

Colombia, en cambio, seguía sumando, ganó plata a través de su abanderada Yuri Alvear en el judo, y aseguró bronce a través de su gran esperanza del boxeo, Yubergen Martínez, que se impuso en los cuartos de final de los 49 kgs al español Samuel Cardona.

Alvear mejoró el bronce que había logrado en Londres 2012, y esta vez sólo cedió en la final de los 70 kgs, ante la japonesa Haruka Tachimoto.

En el fútbol hubo sorpresa: el empate 1-1 entre Argentina y Honduras significó la despedida de los albicelestes y el pase de los catrachos a cuartos de final.

En la natación llegó la gloria para la española Mireia Belmonte, que se coronó en los 200 m mariposa, mientras el kazajo Dmitry Balandin sorprendía a los favoritos en los 200 m pecho, y Estados Unidos ganaba un solo oro, en el del 4×200 femenino.

El estadounidense se convirtió en el primer nadador mayor de 30 años que gana un oro olímpico, al apuntarse la corona de los 200 m mariposa, y llegó a 21 doradas en Juegos Olímpicos, como parte del relevo 4×200 de Estados Unidos, en una jornada que vio agotarse las esperanzas de Rubén Limardo de repetir el podio de Londres 2012, y en la que Carlos Claverie fue lo mejor para Venezuela

Eumar Esaá
@eumaresaa

Michael Phelps ya no solo es el atleta con más oros y más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos, ni el mayor productor de coronas en una sola justa (las ocho de Beijing 2008). El reinventado nadador de Baltimore es también el primer atleta mayor de 30 años que gana un título olímpico en una prueba individual, gracias a su triunfo con tiempo de 1:53.36 en los 200 mariposa de Río 2016, en una prueba en la que el gran favorito, el sudafricano Chad Le Clos, se quedó fuera del podio.

Phelps remató la jornada con el oro número 21 de su carrera, con una sufrida victoria como parte del relevo 4×200 que completaron Conor Dwyer, Francis Haas y Ryan Lochte, y en la que fue suyo el tiempo más lento de la cuarteta, como para cerrar la epopeya con la admisión de que, efectivamente, es humano.

Con sus 21 oros, dos platas y dos bronces, pasa a estar por encima de la cosecha olímpica global de 174 países, entre ellos Venezuela, que suma un poco menos de la mitad de las medallas oficiales del tritón estadounidense (12 por 25 de Phelps).

La selección norteamericana volvió a celebrar gracias a Katie Ledecky, que ganó los 200 m libre, mientras que la otra presea del día quedó en manos de la húngara Katinka Hossza, que logró su tercera corona personal de Río 2016, con un nuevo récord olímpico, en los 200 m combinado individual (2:06.58).

Colombia volvió a ser el país latinoamericano más destacado, con dos cuartos lugares en el levantamiento de pesas, a través de Mercedes Pérez en los 63 kgs y Luis Javier Mosquera en los 69.

Venezuela, en cambio, vio esfumarse de una manera inusitadamente violenta una de sus esperanzas de medalla, cuando el abanderado y campeón defensor, Rubén Limardo, se veía ampliamente superado en su primer duelo de la espada, en tableau de 32, por el mismo tirador con el que abrió su cadena de triunfos en Londres, el egipcio Ayman Fayez.

Silvio Fernández se despidió por primera vez en su carrera en la ronda inicial de un torneo olímpico, al caer 15-8 frente al medallista de bronce de Londres 2012, el coreano Jinsun Jung.

Francisco Limardo fue el espadista que más lejos llegó. Despachó 15-9 al brasileño Nicolás Ferreira en tableau de 64, y 15-14 al sexto del mundo y cuarto sembrado en Río, el francés Daniel Jerent, pero luego no pudo con el dos veces campeón mundial, el estonio Nikolai Novosjolov, que lo despachó 15-12 en octavos de final.

Carlos Claverie protagonizó el mejor momento de la jornada para Venezuela, al clasificar a la semifinal de los 200 m pecho, con tiempo de 2:10.35 que derribaba su propio récord nacional, pero luego fue último en la siguiente ronda.

El velerista Daniel Flores logró un gran resultado, el mejor de la historia para un deportista venezolano de esta disciplina, al ubicarse en el puesto 11 de la cuarta regata, lo que le permitió escalar a la casilla 22 de la general.

Por segunda edición consecutiva de los Juegos Olímpicos, Elías Malavé resultó eliminado por la mínima (apenas un punto) en la ronda de 16 del tiro con arco, a manos del australiano Taylor Worth.

En el boxeo, Gabriel Maestre aseguró diploma olímpico en los 69 kgs, el segundo de su carrera, antes de subir al ring, luego de que la delegación italiana revelara a través de un comunicado, que el próximo rival del oriental, el medallista de bronce de Londres 2012, Vincenzo Mangiacapre, sufre una fractura en uno de sus pómulos, y no podrá presentante en el combate de octavos de final entre los dos, que estaba pautado para el jueves.

En la mayor sorpresa del día en el tenis, la puertorriqueña Mónica Puig eliminó con un rápido doble 6-1 a la campeona de Roland Garros, la española de origen venezolano Garbiñe Muguruza, mientras que Rafael Nadal y Andy Murray lograron sendos cupos en la siguiente fase.

Foto: http://www.americatv.com.pe

El medallista de plata de Londres 2012 fue un paso más allá, y logró encaramarse a lo más alto del podio, en una jornada en la que Venezuela celebró sólo una vez, por intermedio de Gabriel Maestre, que lució listo para grandes cosas en los 69 kgs del boxeo

Eumar Esaá
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El largo camino de Oscar Figueroa en Juegos Olímpicos llegó este lunes a su punto más alto. Quinto en Atenas 2004, eliminado debido a una lesión de muñeca en Beijing 2008 y plata en Londres 2012, Figueroa llegó más lejos que nunca, al imponerse con 318 kgs en los 62 kgs del levantamiento de pesas de Río 2016, la misma prueba en la que el venezolano Jesús López no compitió por molestias musculares.

Fue la primera de al menos 10 medallas proyectadas por Colombia para estos Juegos Olímpicos. La logró un desplazado del Chocó, cuya familia debió abandonar el terruño natal en Tadó para radicarse en el Valle del Cauca, asediada por los enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares.

La otra pesista venezolana del día, Yusleidy Figueroa, terminó novena en los 58 kgs, pero no se puede decir que rozó el diploma olímpico, porque se quedó a 10 kilos del total de la octava del día, la mexicana Mónica Domínguez.

Venezuela sólo celebró una vez. Lo hizo gracias a la victoria por decisión dividida de Gabriel Maestre sobre el alemán Arajik Marutjan en los 69 kgs del boxeo. En esa misma disciplina, Endry Arteaga se vio ampliamente superado en los 75 kgs por el ecuatoriano Marlo Delgado.

Alejandra Benítez fue capaz de una extraordinaria reacción en el sable. Ganó 15-11 su primer combate ante la egipcia Nada Hafez, y luego se enfrentó a la ex campeona mundial y número cuatro del mundo, la húngara Anna Marton. Ante ella llegó a estar en desventaja de 12-6 y luego de 14-8, y fue capaz de remontar hasta empatar 14-14, para terminar cediendo con un ajustado 15-14. Luego restó brillo a su épica jornada, enzarzándose en discusiones con sus detractores en las redes sociales, y subiendo un video en el que mostraba que bajo su peto de sable llevaba una franela con los aros olímpicos y los ojos de Chávez.

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El equipo de baloncesto también ilusionó. Terminó el primer cuarto empatado 18-18 con el Dream Team estadounidense, pero a partir del segundo los norteamericanos sacaron su arsenal completo y terminaron imponiéndose 113-69, con 20 puntos de Paul George.

Julio Iemma terminó en el puesto 45 entre 50 competidores del rifle de aire de 10 m, con 612,7, en una prueba que el italiano Niccolo Campriani dominó con récord olímpico para la final de 630.2. En el voleibol de playa, la dupla de Olaya Pazo y Norisbeth Agudo sufrió su segundo revés en igual cantidad de duelos, al caer 21-9 y 21-14 frente a la dupla australiana Clancy-Bawden.

En el tenis se despidieron la danesa Carolina Wozniacki y la canadiense Eugenie Bouchard, mientras seguían firmes la española de origen venezolano Garbiñe Muguruza y el argentino Juan Martín del Potro.

En la natación, Estados Unidos sumó dos nuevas coronas con sendos récords olímpicos, a través de Ryan Murphy en los 100 m espalda (51.97) y Lilia King en los 100 m pecho (1:04.93).

En la gimnasia artística Japón se impuso por equipos, y en la esgrima, las poderosas sablistas estadounidenses volvieron a quedarse fuera del podio, al igual que en Londres 2012, incluso fuera de la final de ocho (equivalente a cuartos de final). El oro fue para la rusa Yana Egorian, que derrotó 15-14 a su compatriota Sofía Velikaia, mientras la ucraniana Olga Kharlan se adueñaba del bronce.

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La gimnasta avanzó a la segunda final consecutiva de all-around o “todo evento” en unos Juegos Olímpicos, y de paso se metió también en la definición de las medallas de las barras asimétricas, en una jornada en la que se vivió otro escalofriante accidente, el de la ciclista holandesa Van Vleuten, y Michael Phelps ganó su oro número 19 en la cita de verano

Eumar Esaá
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Jessica López se encargó el domingo de acallar las críticas y las suspicacias por su edad, 30 años, en un deporte de adolescentes como la gimnasia, con la segunda clasificación consecutiva de su carrera a la final del all-around de unos Juegos Olímpicos, que aderezó además con el primer pase a una final por aparatos de un venezolano desde 2008.

La psicóloga de la Universidad de Denver se vio perjudicada por una rigurosa evaluación en manos libres, donde apenas sacó apenas 12.733, pero remontó con la mejor puntuación de su carrera en las barras asimétricas, un 15.333 que la ubicó séptima, y la convirtió en la primera finalista por aparatos desde que José Luis Fuentes se lució en el potro con arzones de Beijing 2008.

“Campanita”, como llaman los fanáticos a la diminuta caraqueña entrenada por el brasileño-estadounidense Nilson Medeiros, fue una de las apenas tres latinoamericanas que pasaron a final, junto a las brasileñas Rebeca Andrade y Flavia Saraiva, ambas en all-around. Por aparatos, la acompañará Saraiva pero en riel de equilibrio. Sólo con competir, Jessica oficializará el primer diploma olímpico de Venezuela.

En boxeo también hubo celebración, por el triunfo 2-1 de Albert Ramírez en la primera ronda de los 81 kgs sobre el campeón europeo, el ruso Petr Khamukov. En natación, Cristian Quintero ilusionó, pasando a la semifinal de 200 m libre con récord nacional de 1:47.02. Luego quedó eliminado en la segunda fase, pero antes se encargó de dejar claras las condiciones de la natación en nuestro país, donde hay que preocuparse “si la piscina tiene cloro o está verde” o por “la inseguridad”, según declaró a una agencia de noticias el licenciado en la Matemática de la Universidad del Sur de California.

La jornada tuvo dos nombres en relieve: Michael Phelps y Juan Martín del Potro. El estadounidense ganó la dorada número 19 de su exitoso paso por los Juegos Olímpicos, más que cualquier otro atleta en la historia, al imponerse como parte del relevo 4×100 libre de su país. En las piscinas cayeron otros dos récords mundiales, en el triunfo del británico Adam Peaty en los 100 m pecho (57.13) y en la impresionante victoria de la estadounidense Katie Ledecky en los 400 m libre (3:56.46).

El argentino del Potro, por su parte, eliminó al número uno del mundo y máximo favorito del tenis olímpico, el serbio Novak Djokovic, con parciales de 7-6 (4) y 7-6 (2). La española de origen venezolano y campeona de Roland Garros Garbiñe Muguruza, también debutó con victoria, por un rápido doble 6-2, sobre la rumana Andrea Mitu.

Otra espeluznante lesión, la de la ciclista holandesa Annemiek Van Vleuten, se sumó al escalofrío del sábado en la gimnasia masculina, con la fractura de tibia y peroné sufrida en plena competencia por el francés Samir Ait Said. Van Vleuten iba al frente de la ruta femenina, cundo se despistó al acometer una cerrada curva en bajada, y terminó tendida boca abajo en la cuneta, inconsciente. Un comunicado posterior reveló que sufrió “conmoción cerebral grave y tres microfracturas de vértebras” y que permanecerá 24 horas en terapia intensiva.

En el fútbol, México comenzó con goleada 5-1 sobre Fiji la defensa de su medalla de oro, mientras en el baloncesto España arrancaba con el pie izquierdo, perdiendo 72-70 ante Croacia.