democracia archivos - Página 29 de 117 - Runrun

democracia

Lo que no ven Oxford o Harvard ..., por Orlando Viera-Blanco

BanderadeVenezuelaDONALDOBARROS-1

 

“La clase política debe dejar de ver a PDVSA como un minotauro de doble cabeza, de reparto clientelar y saqueo republicano”

 

Alguna vez (1985) pregunté a un Prof. venezolano egresado de la Escuela de Gobierno J.F. Kennedy de Harvard, por qué [académicos] ‘se pelan’ tanto en sus pronósticos sobre Venezuela. Al rompe me respondió. “Orlando en los libros de Harvard no aparecen las variables de AD y Copei…” Comenzaba la anti política. Y amaneció de golpe aquella madrugada del 4F de 1992 …

Es mismo año (1985), cumpliendo una pasantía en un despacho de opinión pública-donde se recopilaban las principales noticias de Venezuela desde 1958-noté que los 70 y 80 fueron vertiginosos en términos de Corrupción, OTAC/RECADI, pobreza, endeudamiento, cepalismo, tribus judiciales, barraganatos, violencia criminal y deterioro social. Caldo de cultivo para una implosión previsible. El periodista Guillermo Pantin -responsable del anuario de marras-lanzó una profecía inconcebible para un joven imberbe de tercer año Derecho: “Concluirá el gobierno de Lusinchi y Venezuela vivirá el regreso de los caudillos, CAP y CALDERAEse será el fin de una historia llamada democracia pactada y vendrá “una revolución” anárquica que se instalará en el país por décadas” ¿Cómo darle crédito a  semejante presagio? ¿En qué basaba Pantin su dramático devenir?  Años más tarde trabajé en NY (1996), y subí a Boston a unas jornadas sobre gobernanza en LATAM. Otro profesor [Cambridge] afirmó que “el nivel de endeudamiento [Venezuela] era relativamente bajo en comparación al PIB y déficit fiscal (4%); que PDVSA contaba con un balance sólido, y que con un alza de los precios del crudo, su moneda y economía registrarían rebotes notables…La historia fue otra. Y esa historia la escribió HCHF a partir de 1998. Una vez más en las bibliotecas de cedro de Harvard o Cambridge, no estaban los taitas fantasmales sacados de los cuentos de maisanta. En aquél anuario de Pantin, estaba la respuesta…[¿?]

Otros profetas. El Prof. de Oxford, Paul Collier, nos dice “que la vía electoral no saca del conflicto a sociedades atenazadas por la violencia política”. La salida según el Prof. Collier sería el establecimiento de un “orden que lo impone la Fuerza Militar, nacional o multinacional”. Fue el caso de Rwanda, Congo, Líbano, Mozambique, El Salvador, Balcanes o Panamá. No desestimo esta tesis. La restitución republicana en Venezuela pasa por fenómenos parecidos a Rumania o Panamá, donde las variables de fuerza se voltearon frente al desbordamiento civil (Nicolae Ceaușescu/Rumania) o las desplazaron (Noriega/Panamá). Mi preocupación es la transición. No basta el “orden” gendarme si no se logra un orden social (que tampoco se alcanzará a punta de fusil). La variable que no ve Oxford es que la gobernabilidad en Venezuela demanda un complejo ejercicio de integración-país, de lo corporativo, profesional y educado a los sectores populares, sin lo cual seguirá reinando la variable exclusión y ostracismo. “Curvas” que no ven Oxford o Harvard, y la vio clarita el Lic. Pantin: La fatiga de un pueblo rechazado, mísero, no educado y despreciado. Esto hay que redimirlo.

La recuperación. Frontier strategy group (fuente Harvard), entrevistó a 20 gerentes de América Latina donde afirman “que Venezuela representa sólo el 1% de los ingresos totales”. El año pasado “al menos 64 compañías del índice de Standard & Poor’s 500-13% del total-presentaron exposición a devaluaciones de activos en Venezuela y el año 2014 han salido del mercado venezolano corporaciones como Mondelez, Liberty Mutual, Colgate, Procter & Gamble, Ford, Kimberly Clark , General Motors, Ford, Coca-Cola…Otras como Chevron, Valero Energy y Phillips 66, siguen apostando por la rentabilidad a largo plazo del mercado venezolano…Y los chinos siguen en la faja y en el macizo guayanés, embriagados de oro y petróleo. Algunos investigadores Venezolanos en Harvard, estiman una recuperación/país a 25 años si hay cambio de gobierno y de modelo. Pero nuevamente: ¿Cuál es la variable-ahora en positivo-que no ven los técnicos en Boston? Es el factor rebote de las economías en ruina o devastadas, que genera remontes hasta del 30% del PIB, aplicando liberación de la economía. Fue el caso de los Balcanes, Panamá, Irak, Libia o Polonia. Más reciente Argentina, Colombia o Perú. El rebote en Venezuela seria brutal, además por otra variable: la cultural. Los venezolanos no son inmigrantes y anhelan regresar. Sólo este factor pudiera significar una remesa viral, equivalente a años de producción petrolera.

La integración país sugiere un plan a fondo de re-educación. La clase política debe dejar de ver PDVSA como un minotaurode doble cabeza, de reparto clientelar y saqueo republicano. Debe venir mano dura como el caso gendarme de Singapur, que en menos de una década -la otrora isla más celestina de Asia-se convirtió en el primer país de ingresos per cápita de su continente. La salida en Venezuela está a la vuelta de la esquina sí la queremos ver. Sí la promovemos. Sí paramos ya discusiones estrechas (regionales) y evitamos el auto saboteo (otra grave variable de nuestra cultura ciudadana). El rescate de Venezuela será inédito y en tiempo record cómo no se ha visto en LATAM. Digno de un trabajo de investigación de Oxford o Harvard, digo, sobre lo que no pudieron o supieron ver…

 

@ovierablanco

Alejandro Armas Sep 01, 2017 | Actualizado hace 3 semanas
Degradación geopolítica

AméricaLatina2

 

Qué pena y qué tristeza tan grandes ver cuánto ha decaído Venezuela durante todos estos años. Por lo menos desde el fin de las guerras civiles y la dictadura de Gómez, no creo que haya habido una situación tan calamitosa como la de hoy, un cúmulo tan grande de desgracias. Desde la multiplicación de los niños indigentes, pasando por el pésimo estado de los servicios públicos y llegando a las calles en manos de un hampa sanguinaria que actúa con impunidad, el catálogo de miserias es más voluminoso que uno de esos diccionarios Larousse que tanto se usaban antes. Sin embargo, en la dimensión paralela de propaganda chavista, que copa los medios de comunicación de forma cada vez más invasiva (aunque el efecto deseado de convencer a las masas no se produzca), todo es una maravilla. La nación está más cerca que nunca de ser una potencia productiva. Casi todos los venezolanos son felices y viven en paz y prosperidad. Apenas un puñado de furiosos malagradecidos e idiotas osamos rezongar en público contra el desfile de glorias revolucionarias.

La expresión “luz de la calle, oscuridad de su casa” no aplica aquí, pues estamos tan mal hacia afuera como hacia adentro. Venezuela nunca había estado tan aislada internacionalmente. El Estado ni siquiera fue tan repudiado por los demás cuando el Cabito nos llevó al borde de sufrir una verdadera invasión imperialista en 1902, pues al menos entonces hubo importantes manifestaciones de solidaridad por parte de las naciones americanas.

En el discurso oficialista, esto al parecer es irrelevante. De nuevo, según ellos estamos mejor que nunca. Delcy Rodríguez, presidenta de la “asamblea nacional constituyente”, lo dio a entender de esa forma durante una gris rueda de prensa, en la que aseguró que Hugo Chávez transformó radicalmente la posición geopolítica de Venezuela. A pesar de que el chavismo jamás se ha caracterizado por la honestidad, esta vez creo que la señora Rodríguez tiene toda la razón. Después de todo, en menos de dos décadas pasamos de ser un país con una política exterior bastante autónoma, a un adulador automático de las acciones de Rusia, China, Irán y Cuba, a los que el Gobierno lleva tiempo mendigando apoyo diplomático y ahora, en el caso de las dos potencias, financiamiento.

Agradezco que no me vengan con la cantinela de izquierda trasnochada sobre la “sumisión al imperio” durante la mal llamada “cuarta república”. Ese es un argumento tan endeble que se cae con una leve brisa de conocimiento histórico. Tampoco hay que negar que, en líneas generales, Venezuela se mantuvo del lado de las democracias liberales durante la Guerra Fría (cosa que no tuvo nada de malo), y que las relaciones fueron más amistosas con Estados Unidos que con la Unión Soviética. Pero de ahí a decir que éramos una “colonia yanqui” hay un kilométrico trecho. A continuación enumeraré solo unos hechos que revelan la independencia de nuestro desempeño geopolítico en 40 años de democracia.

 

  1. Venezuela se negó a apoyar la invasión norteamericana de República Dominicana en 1965. Cuando el asunto fue abordado con urgencia en la OEA, Estados Unidos y otros votaron para crear una Fuerza Interamericana de Paz que “asegurara la paz” en la república caribeña y justificara la intervención. Venezuela se abstuvo. El cuerpo se constituyó casi exclusivamente con personal militar estadounidense, más pequeños contingentes de otros países, casi todos gobernados por dictaduras de derecha como Brasil, Paraguay y Nicaragua. Que venga un intelectual del Foro de Sao Paulo a explicarme por qué el “imperialista” gobierno de Raúl Leoni no envió muchachos venezolanos a custodiar las calles de Santo Domingo o, si la excusa fuera la necesidad de combatir a los guerrilleros propios, por qué no se brindó al menos un apoyo retórico.
  2. En 1970, durante la primera presidencia del “lacayo” Rafael Caldera, Venezuela reestableció relaciones diplomáticas con la URSS. Estaban rotas desde 1952, y los dos primeros gobiernos democráticos no las restauraron por respeto a la Docrina Betancourt. Luego, en 1974, el igualmente “pitiyanqui” Carlos Andrés Pérez ordenó reanudar los lazos diplomáticos con Cuba. La actividad guerrillera en los montes venezolanos estaba casi completamente desaparecida y se juzgó que la isla no podía hacer nada para apoyarla como antes. Todo esto a pesar de que era común que los regímenes rabiosamente derechistas y pronorteamericanos de la región eliminaran su trato con Moscú y sus satélites.
  3. Durante toda la década de los 70, Venezuela fue uno de los mayores refugios para personalidades de izquierda perseguidas por las dictaduras militares del Cono Sur, apoyadas por Washington en sus desmanes. Sobran casos notables como el de Orlando Letelier, colaborador de Salvador Allende; Tomás Eloy Martínez, el gran periodista argentino; o la maestra Elena Quinteros, quien no llegó a Venezuela, pero entró a su embajada en Montevideo, de donde fue sacada por la fuerza por policías, a pesar de la protesta del personal diplomático. 41 años después sigue desaparecida.
  4. CAP, junto a un pequeño grupo de otros mandatarios latinoamericanos, fue un promotor activo del Tratado Carter-Torrijos de 1977, el cual inició el proceso para transferir la soberanía del Canal de Panamá de Estados Unidos al país istmeño. En su célebre diálogo con Plinio Apuleyo Mendoza (El olor de la guayaba, 1982), García Márquez elogia este papel del adeco y lo describe como uno de los factores más importantes que permitieron la firma del acuerdo, el cual fue condenado por los sectores más conservadores del establishment de Washington (esa derecha estadounidense de la que, según el chavismo, los políticos de la “cuarta” eran meros títeres).
  5. Venezuela, esta vez gobernada por el “colonialista” Luis Herrera Campins, apoyó la posición argentina en la Guerra de las Malvinas, en virtud de los tratados interamercianos de asistencia recíproca en caso de una agresión transcontinental. ¿No adivinan cuál fue la posición de Estados Unidos? Luego de tratar de evitar la guerra, se inclinó decididamente por su ex metrópoli, debido a la “relación especial” con el Reino Unido, particularmente fuerte por la alianza entre Reagan y Thatcher. Noto perplejidad en sus rostros, estimados lectores ñángaras. ¿Acaso ustedes eran de los que creían que eso de hacerle reproches al Gobierno de Su Majestad británica desde Miraflores nunca se vio antes de Chávez?
  6. De nuevo, Luis Herrera. En 1983, junto con sus pares de México, Panamá y Colombia, creó el Grupo de Contadora, un esfuerzo diplomático por poner fin a aquella carnicería que fueron los conflictos civiles centroamericanos. Las gestiones se mantuvieron durante la década y contribuyeron a la firma de los Acuerdos de Esquipulas (1986-1987), piedra angular de la pacificación regional, que a su vez permitió la democratización. Una consecuencia a largo plazo de este proceso es que hoy en día haya gobiernos de izquierda que llegaron al poder mediante el voto en El Salvador y Nicaragua (en una ironía cruel, hoy el sandinismo devasta la democracia en su país). Pero, en fin, si éramos una colonia, ¿por qué no, más bien, fuimos un enorme centro de apoyo logístico a los paramilitares y escuadrones de la muerte respaldados por la CIA, cuya misión era asegurarse de que Rigoberta Menchú y compañía se sometieran al puño de hierro de las oligarquías locales?

 

No hace falta tener un doctorado en relaciones de América Latina con Estados Unidos para saber todo esto y no repetir como autómata una sarta de fantasías que parecen sacadas de un libro de Eduardo Galeano. Ahora bien, mientras Venezuela fue capaz de deslindarse de las acciones de Estados Unidos en más de una ocasión durante la Guerra Fría, los gobiernos chavistas no se han atrevido ni por asomo a cuestionar el proceder de sus amigotes de peso. Al contrario, celebraron el craso expansionismo ruso con sus intervenciones militares en Georgia y Ucrania. Ahí sí es verdad que el discursito sobre potencias abusando de países pequeños brilla por su ausencia. Ni siquiera lo pueden justificar, como hicieron algunos izquierdistas fanáticos con Checoslovaquia en el 68, mediante simpatías ideológicas, ya que el régimen de Putin de socialista no tiene nada.

Ocupamos un lugar lamentable en el mundo que, al igual que el sufrimiento interno, no merecemos. Pero no deje que le metan en la cabeza que este es el non plus ultra que podemos alcanzar. Saber que antes fuimos mejores es el mejor aliento para aspirar a progresar de nuevo.

@AAAD25

El mundo juega truco y ajiley venezolano, por Armando Martini Pietri

Cards

 

Existe una realidad que ni debemos ni podemos obviar, y es que hemos sido de a poco colonizados por el castrismo cubano, -puede discutirse, pero es innegable su influencia en la política venezolana. Sin embargo, tampoco justifica una intervención militar, entre otras cosas, porque es una fantasía manipulada por intereses. No obstante, dirigentes “opositores” como, por ejemplo, el Gobernador del estado Lara, sargento del 4F, bolivariano y ex chavista, resucitan un nacionalismo arcaico y patriotero esgrimiendo argumentos de los años 60, que por caducos son cándidos. 

Venezuela por miedo, omisión o complicidad ha sido silente ante un proceso creciente e imparable de dominación, lo cual lleva a la pregunta obligada: ¿cómo objetar que otros países al menos opinen sobre Venezuela? ¿Acaso no llevamos casi dos décadas con un grupo que gobierna de acuerdo a opiniones foráneas?

Los estadounidenses no son ni tontos ni estúpidos -se equivocan, pero son errores de apreciación de una potencia insegura de querer serlo, es demasiada responsabilidad- pero son empecinados y cuando se proponen pueden ser obsesivos estrategas.

Washington empezó con advertencias, siguió por comentarios, pasó a las amenazas, lanzó sanciones individuales y ha llegado a los castigos contra el Gobierno. Conocen la situación social, económica y política del país. No creen en esa ingenuidad, -con ejemplos distorsionados-, de que las dictaduras salen con votos. Si algo tienen despejado los cara pálida, es cómo se desmoronan las dictaduras. 

También el Viejo Continente se hace sentir. El presidente del Parlamento Europeo, manifestó que la Unión Europea debe tomar medidas contra el régimen antidemocrático que hoy rige en Venezuela. Han reclamado en diversas resoluciones que el Gobierno ponga fin a la represión y libere a los presos políticos. Y demasiados países han rechazado la Constituyente y lo que ella decida. 

El mundo y la política están globalizados, hay limitaciones, ciertamente, pero también dinámicas en los sistemas democráticos con derecho a defender sus valores; además el tema de los Derechos Humanos y su violación no tiene fronteras ni prescribe. 

Sorprende aguantar que políticos adversos, una izquierda trasnochada y anclada en el remoto pasado, piensen que estamos en otro mundo. Existimos en el siglo XXI, aunque ellos sigan estancados a mediados del XX. Ideología antigua y periclitada, ése es el verdadero drama. En democracia moderna la política no trata de esconder la cabeza como el avestruz ni cierra los ojos frente al que profana las reglas del juego. Las democracias se defienden frente a dictaduras, tiranías y similares como las del régimen castrista que tanto perjuicio ha causado a Cuba y a los venezolanos, esos degenerados que sólo saben ser depredadores del sistema de libertades -democracia- y devastadores de los valores básicos del ser humano.

Afortunadamente para el país, las experiencias guerreras de militares y políticos norteamericanos en Iraq, Golfo Pérsico, Afganistán, Siria, Corea, Vietnam, Libia y otros, les han enseñado a ser más prudentes y cautelosos. Su poder bélico es inconmensurable, pero lo tienen hoy más para impresionar y recordarle al mundo lo que pueden hacer, y que para hacerlo realmente requieren los dejen sin alternativa. Olvídense de esas tonterías de misiles y aviones que algunos ven surcando el cielo venezolano o paracaidistas descendiendo sobre Caracas y otras ciudades, o quizás buques de guerra y marines en las costas y playas. 

Entienden bien que, si aquellos miles de tanques de Sadam Hussein no pudieron con ellos, mucho menos los militares, milicianos, simpatizantes y empleados públicos del castro-madurismo. Son profesionales y han estudiado que no necesitan el enorme costo de desplazar un ejército a un país arruinado, desesperado, frágil e incapaz de producir, les basta con apretar las tuercas financieras y económicas. Y es lo que están haciendo. Sancionando y colocando contra la pared al madurismo y tutores castristas, le están poniendo trabas a la necesidad de divisas que, según denuncias, mal utilizan, dilapidan y se roban. 

Nunca un gobierno había estado tan severamente cercado por la comunidad internacional, como hoy el de Venezuela. La situación es tan difícil que el régimen está amarrado de pies y manos, al no poder seguir operando y comerciando bonos petroleros o deuda pública, que entraron en limitaciones con las sanciones y para acentuar, la mayor Cámara de Compensación de USA ha suspendido su liquidación. Lo que coloca al país al borde del default ya que son miles de millones de dólares en manos de tenedores alrededor del mundo, quedando el Banco Central y Petróleos de Venezuela en condición embarazosa y precaria en el mercado financiero mundial.

Lo cual significa que también los ciudadanos, aunque no sean oficialistas ni opositores, corruptos ni políticos, bolichicos o enchufados, cómplices, cooperantes y complacientes sino simples ciudadanos, seremos lastimados, vapuleados y afectados, haya sido o no la intención.

Al obstaculizar el acceso a recursos monetarios y estorbar la reestructuración de la enorme deuda, habrá menos insumos importados; y los que se consigan serán cada día más escasos y costosos en nuestra ya bien conocida y familiar inflación incontrolada, lo que perjudica a los menos afortunados y más débiles, a la clase media, y en general a todos. 

Hay solución, claro, pero dramáticamente onerosa. Re-direccionar el crudo y sus derivados hacia China, India, quizás Rusia, interesada e imperialista, mucho menos poderosa que Estados Unidos. Los chinos eficaces, vigorosos y también potencia, pero nada generosos. No dan a cambio de nada. Y costoso porque no es solución apremiante. El oficialismo y su constituyente necesitan salidas urgentes. Ésa es la crueldad de las sanciones, dejan soluciones, saben que las hay, pero no son inmediatas. 

La suerte parece echada y el destino de Venezuela queda en las gélidas manos de Putin, una vez que el anciano fanfarrón parece haber disminuido el protagonismo y negocia su propia supervivencia con el imperio a 90 millas, rogando -como hacen los sinvergüenzas-, para que les permitan, al menos, el libre flujo de turistas generando miles de millones de dólares para la decadente revolución cubana. 

Las condiciones han madurado al extremo que se consideran aceptadas, es cuestión de tiempo, nadie sabe cuánto, solo se requiere la promesa formal solicitada por rusos y asiáticos, de que el futuro gobierno de transición, sea quien sea, se llame como se llame, reconozca y pague sus deudas.

O sea, habrá negociación y diálogo. Hasta para huir se necesita acuerdo.

 

@ArmandoMartini

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 31.08.2017: ALTO: Más sanciones
ALTO 
EUROPA:
Hay que leer con detenimiento las palabras del presidente de Francia Emmanuel Macron cuando califica de dictadura al gobierno venezolano. En su anuncio frente a todos los diplomáticos acreditados ante su gobierno pidió no ser tan complacientes con Venezuela. Su mención de que “Maduro intenta mantenerse en pie al precio de un sufrimiento humano sin precedentes y de una radicalización ideológica preocupante” es hasta ahora lo más fuerte, junto a la declaración de Alemania, que desde ese continente se ha dicho sobre el país. La Comunidad Europea estaría lista para tomar medidas similares a las de Trump sobre capitales, bonos y negocios venezolanos en sus territorios. El cruce de información avanza velozmente entre todos aunque insisten en facilitar negociaciones mediante el dialogo…
$ANCIONE$:
Todo indica que vienen más y muy específicas. Ciertamente, como ayer indicaba en este diario el economista Francisco Rodríguez, las actuales no afectan a los tenedores de bonos existentes pues lo que se trata es de frenar más financiamiento al régimen de Maduro. Una cosa diferente es si Venezuela tiene que refinanciar esos bonos pues allí si saldrían afectados los propietarios de ellos entre los que hay muchos enchufados rojitos y mucha corrupción lavada con bonos …
runrunesmedio
runrunesbajo
Maduro y la guerra, por Marianella Salazar

NMaduro-3

 

 

El régimen desquiciado de Maduro se empeña en hacer creer que los gringos invadirán el país para derrocarlo a sangre y fuego, quiere jugar a la guerra con el imperio para convertirse en héroe, estaba necesitando que el presidente Trump revolviera el patio trasero y mencionara la posibilidad de una intervención militar para aureolarse de muertos y tiranía sangrienta. La guerra vuelve carismático hasta a un sargento raso.

Hasta ahora no ha habido contra Maduro ningún atentado criminal, para que cayera el carisma sobre él y lo consagrara para siempre, tan solo ha sido el hazmerreír al ser blanco de huevos y botellazos disparados sobre su obesa humanidad por una multitud en San Félix, o de los cacerolazos, todavía estruendosos, propinados –hace exactamente un año– en Villa Rosa, estado Nueva Esparta, que lo obligaron a salir corriendo.

Maduro solo ha tenido tristes y fraudulentas victorias, como la del 30 de julio que le permitió instalar una ilegítima constituyente que no es reconocida en la comunidad internacional. Ahora aprovecha la oportunidad que sin querer Trump le sirve como escudo y ha cogido su fusil para cobrar, con unos ejercicios militares, el carisma que el destino se empeña en negarle.

La disparatada comparsa de peñeros, y la de miles de personas humildes transmutadas en milicianos –ancianos, minusválidos, mujeres embarazadas–, que carecen de comida, luz, agua potable, de hospitales, pero a pesar de eso, o más bien, justamente por eso, por la embrutecedora carga de la miseria están dispuestos a creer que la realización de sus esperanzas pasa por enfundarse un uniforme verde oliva, agarrar un AK-47 y desfilar junto a la amenazadora silueta de un misil antiaéreo para la guerra que se les viene encima.

Una guerra hipotética en la que serían carne de cañón, puro material desechable, las primeras víctimas de una supuesta
carnicería. Hace falta ser muy pobre o estar muy desesperado para ser vilmente engañados de ese modo.

Las guerras siempre pasaban lejos del Caribe y la amenaza cierta de Estados Unidos contra el sangriento Kim Jong-un de Corea del Norte es una guerra contra todos los dictadores, que no tienen cabida en el mundo de hoy. Eso lo debería entender Maduro, que ostenta un certificado de dictador expedido por todos los gobiernos democráticos del mundo.

La globalización de la democracia es producto de un conjunto de cambios en la visión de la política, sobre todo desde el punto de vista ético. Cada vez hay más conciencia de que el ser humano es un valor en sí mismo, lo que significa un mayor respeto por los derechos humanos, que en Venezuela se violan. Desde el derecho sagrado a la vida hasta el derecho a la más elemental libertad de expresión.

 

La incómoda prensa

El mayor enemigo de las dictaduras es la libertad, por eso el régimen se empeña en adormecer el sentido crítico de la opinión pública, crear una burda ficción del país y construir una realidad mediática alterna que sirva de fuerza de choque a las campañas de adoctrinamiento, que sea caja de resonancia para la desinformación, que oculte las denuncias y escándalos de corrupción. Los medios de comunicación son el registro permanente de la historia, por eso sacan de la televisión por cable a canales internacionales que difunden noticias y cierran emisoras, como la 92.9 FM y la 99.1 FM, donde estuve frente al micrófono por quince años.

Contra una dictadura hay que ser intransigente en los principios, la prensa debe ejercer una oposición no solo natural, sino deseable, y más aún, imprescindible, para impedir que en el futuro pueda repetirse esta infame historia, en la que cercenan un derecho tan humano y de primera necesidad como la información y la libre expresión del pensamiento.

 

@AliasMalula

El Nacional

Francia espera de Venezuela garantías en libertades fundamentales

banderadefrancia

 

El Ministerio de Asuntos Exteriores francés destacó este miércoles que las autoridades venezolanas deben ofrecer «muy rápidamente» garantías en materia de respeto del Estado de derecho y de libertades fundamentales y que en base a ello Francia y la Unión Europea (UE) evaluarán su relación con el país.

Un portavoz del Ministerio galo subrayó en un comunicado que la situación en Venezuela es «preocupante», lo que les lleva a analizar «la mejor manera de acompañar toda iniciativa que permita un diálogo creíble, sincero y serio, que implique a los países de la región».

El presidente francés, Emmanuel Macron, elevó ayer el tono en la postura de Francia ante ese país al calificar de «dictadura» el Gobierno de Nicolás Maduro.

«Nuestros conciudadanos no entienden cómo algunos han podido ser tan complacientes con el régimen que se está instaurando en Venezuela. (…) Una dictadura que intenta mantenerse en pie al precio de un sufrimiento humano sin precedentes de una radicalización ideológica preocupante», dijo Macron ante los embajadores franceses.

Hace una semana, el Ministerio de Exteriores ya había condenado la decisión de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de asumir las facultades de Asamblea Nacional (AN) y consideró «urgente» retomar el diálogo para lograr salir de este conflicto.

Medidas efectivas contra el odio, por Jesús María Casal

odio

 

En los últimos días ha estado en el tapete la retórica oficial en torno al combate contra el odio. El arsenal legislativo hasta ahora anunciado para enfrentar las campañas de odio supuestamente promovidas por la oposición no parece estar bien encaminado, pues parte de la descalificación del adversario y de la represión institucional como principal respuesta.

Es necesario, sin embargo, tomar iniciativas dirigidas a desterrar el odio como código habitual de la lucha política en Venezuela. Reconstruir la democracia implica reivindicar ese espacio público de debate en el que no hay verdades absolutas y admitimos la relatividad de nuestras opiniones, no por la ausencia de firmes convicciones o concepciones personales o de partido sino por la conciencia sobre la indispensable preservación del campo de deliberación, pugna dialéctica y contienda de propuestas programáticas y electorales en el que dicho sistema fructifica. La imposición de una sola ideología como válida, mediante la legislación, el discurso y la acción política, es la forma más despiadada de opresión y es fuente segura de indignación y de rencores entre las respectivas víctimas. Si en alguna materia es imperioso emprender una profunda rectificación en el país es justamente en la manera de entender y hacer la política. Hay que establecer un ámbito amplio y plural en el que concurran sin temor ni posiciones de ventaja las distintas maneras de comprender el Estado, la economía, la sociedad y la persona. Cuando este espacio desaparece, solo resta la dictadura y la guerra a muerte, la liquidación del adversario como enemigo existencial.
Medidas generales
Sin perjuicio de estas consideraciones generales, la situación nacional exige que nos refiramos a medidas concretas que puedan ser adoptadas para superar el odio.

En esta ocasión mencionaré algunas de las que pudieran tomar los órganos del Estado, sin un orden sistemático y sin pretender que no haya otros actores llamados a aportar soluciones:

a) Poner fin al uso de la jurisdicción militar para enjuiciar a civiles y proporcionar a las víctimas de las correspondientes detenciones la debida reparación; b) abandonar de inmediato la práctica de incomunicar por semanas o meses a personas perseguidas por razones políticas; c) respetar, igualmente, la Constitución y los derechos humanos en todos los casos de privaciones de libertad, trasladando al detenido ante el juez a más tardar a las 48 horas y permitiendo que desde el momento de la detención aquel tenga acceso a un abogado de su confianza; d) suprimir y condenar públicamente todo tipo de maltrato o tortura contra el detenido; e) pedir perdón a los familiares de quienes han fallecido en estos meses a causa del uso desproporcionado de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad, también cuando la reacción inicial de las autoridades fue construir una versión falsa de lo ocurrido, que los exculpaba; f) liberar a quienes están detenidos por razones políticas, empezando por los que han visto más afectada su salud en virtud de su reclusión; g) admitir que se han violado los principios de transparencia, igualdad y confiabilidad en la actuación del Consejo Nacional Electoral e iniciar una discusión nacional sobre los correctivos que deben aplicarse; h) enviar a la Asamblea Nacional los recursos que permitan pagar el salario de los diputados y cubrir la póliza de hospitalización, cirugía y maternidad de los empleados y obreros de la institución; i) proscribir las inhabilitaciones políticas, que están siendo utilizadas para sacar del juego a contendientes incómodos.
Un bálsamo
Acciones como estas serían un auténtico bálsamo purificador frente a la tentación del odio, cuyos principales promotores son los agentes de la injusticia o quienes la avalan u ocultan. Ninguna de las arbitrariedades señaladas justifica el odio, porque siempre pierde más el que comete la injusticia que el que la padece, y quien es presa del odio se degrada y pone en su corazón el germen de hechos futuros tan reprobables como los que le han ofendido.

Sé que algunos pensarán que lo dicho es pedir demasiado o discreparán del enfoque y alcance de lo planteado, pero es innegable que el mejor antídoto ante el odio no es la amenaza del castigo ni la invocación del amor como simple consigna (obras son amores y no buenas razones), sino los gestos honestos y palpables de reconocimiento y disposición al encuentro, que cuestan a quien los da, al tiempo que lo enaltecen, y que alivian y atemperan el ánimo de quien los recibe. La denominada Asamblea Nacional Constituyente, con todo el poder inmenso que dice tener, muestra toda su fragilidad al no haber sido capaz de dar un solo paso en esta dirección.

jesusmariacasal@gmail.com

Los reyes desnudos, las sanciones de Trump y la verdadera invasión, por Jesús “Chúo” Torrealba

BanderadeVenezuela2

 

“¿Para qué se retó a la administración derechista de EE.UU? ¿Para victimizarse luego? ¿Para construir una épica que compense los errores propios?”

HASTA EN EL CHAVISMO LE CREEN MÁS A TRUMP QUE A MADURO

Así se lo pregunta en su cuenta en la red social Twitter el filósofo y profesor chavista Javier Biardeau (@jbiardeau), refiriéndose a las nuevas sanciones impuestas por el presidente norteamericano Donald Trump, esta vez no contra individuos sino contra los mecanismos de financiamiento del régimen. “¿Por que se extrañan de las sanciones? NO leyeron que la administración Trump ya había anunciado sus amenazas directas antes del 30-J…”, continúa Biardeau, y recuerda: “Antes del 30-J advertíamos que íbamos hacia una trampa, hacia una calle ciega, hacia un campo minado, ¿Cómo salir de la peor trayectoria?”.

Las reflexiones de este pensador chavista revelan que la operación de “victimización” del régimen no logra engañar ni siquiera a las audiencias internas del oficialismo, que aquella idea de provocar “la ira del Imperio” para unir al país detrás de un Maduro abrazado a la bandera nacional es un fracaso total y que -después de 12 trimestres consecutivos con el peor desempeño económico del planeta- pretender achacar ahora la culpa del desastre de la economía venezolana a las sanciones de Trump es una patética necedad.

EN LA OPOSICIÓN NADIE QUIERE HACER EL BALANCE DE “LA HORA CERO”

Pero también en el campo opositor hay reflexiones lúcidas que hacen ruido a los optimismos corporativos. En su más reciente artículo (“Diez lecciones de una derrota”, PolitikaUcab.net), el profesor Benigno Alarcón -Director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB- hace la evaluación que quienes dirigieron las jornadas de lucha de los últimos cuatro meses han querido escamotearle al país, y su conclusión es contundente: “Los demócratas hemos perdido el pasado 30 de Julio una nueva batalla contra la barbarie autoritaria…”.

Para Alarcón, “En más de tres meses de confrontación fue notable la ausencia de un manejo estratégico de la protesta…. Sin dudar de sus buenas intenciones, resultó obvio que nunca tuvieron claros los objetivos, lo que se podía lograr y lo que no, ni el tipo de protesta que es efectiva y tiene incidencia. Eso degeneró en formas que, lejos de incidir sobre el régimen, lo hizo contra otros ciudadanos que compartían la misma causa…”. Según este catedrático opositor, “los responsables de la toma de decisiones políticas parecieron olvidar que el aumento de los costos de represión, a través de la protesta, no genera cambios políticos por sí mismo. La protesta es un medio, no un fin, y mal utilizada puede generar costos más altos para los manifestantes que para el Gobierno”.

LOS REYES DESNUDOS Y LAS SANCIONES DE MR. TRUMP

Al leer a Biardeau y a Alarcón, y al contrastar sus planteamientos con lo que escuchamos en la calle en nuestro diario trajinar en barrios y urbanizaciones, recordamos el cuento “El Traje Nuevo del Emperador”, con la variación de que aquí son dos los “reyes” que han quedado desnudos: Dos direcciones políticas, la que intenta aferrarse al poder y la que dirigió “La Salida parte 2”, ambas erráticas, ambas extremadamente costosas, ambas incapaces hasta ahora de hacer una oferta sostenible de futuro, pero ambas convencidas, en medio del desastre, que tienen el monopolio de la verdad…

Mientras esto ocurre en esas direcciones políticas, en el planeta Tierra, en la Venezuela real, pasan cosas espeluznantes: Los ocho niños que murieron en el Hospital de Niños JM de los Ríos porque las máquinas de diálisis están contaminadas o sin los filtros requeridos, el bebé que murió esta semana en Bolívar de difteria en un hospital que no tenía ni penicilina, y el niño que falleció literalmente de hambre en el Hospital Domingo Luciani de El Llanito, no son “víctimas de las sanciones”. En todo caso, quien los “sancionó” no fue Trump, sino una supuesta revolución que después de mandar 18 años manejando más dinero que ningún gobierno anterior, ahora prefiere provocar una catástrofe con tal de no presentar ante el pueblo el balance de su corrupto paso por nuestra historia.

LÍDERES “POPULARES” QUE NO SABEN QUE ES LA “LOTERÍA DE ANIMALITOS”

Mientras la dirección política oficialista juega a la guerra y la dirección opositora evade hacer el balance que explique cómo se pasó de “La Hora Cero” a las elecciones regionales, en los mercados muchos deambulan aterrados por los precios de los alimentos, precios que no tardarán una semana en volver a subir, mientras muchos otros que no pueden ya ir a los mercados se aglomeran en los alrededores de los lugares donde comercios y restaurantes arrojan sus desperdicios … Los ancianos jubilados no pueden retirar completas sus magras pensiones de los bancos, y las fracciones que logran cobrar se las pagan en billetes de ínfima denominación … la falta de efectivo empuja a la desesperación e incluso al hampa a personas cuyos oficios los hacían depender de las “propinas” … una oleada de quiebras en comercios y pequeñas empresas, junto a disfrazados despidos masivos en la administración pública, echa a las calles a una multitud desesperada que constata que en la Venezuela sin empleo también se acabó el “rebusque” y la gente en los barrios busca sobrevivir comprando o vendiendo la resurrecta “lotería de animalitos”… todo un calvario que el régimen ignora y que rara vez encuentra espacio o al menos eco en el discurso de una oposición concentrada en lo jurídico-político, y olvidada hace mucho de lo económico y social.

ALLÍ VIENE LA INVASIÓN…

Ya está dolorosamente comprobado que no será a través del uso de la fuerza como régimen y oposición podrán resolver el drama venezolano. Con la pura fuerza el gobierno no gobierna, apenas sobrevive; Con la pura fuerza la oposición logró mostrar una vez más cómo se muere heroicamente, no cómo se construye la vida nueva. La presión internacional, “sanciones” incluidas, empuja al régimen a dejar la prepotencia y allanar el camino a una negociación política que abra las puertas de la transición … el sentido común debiera empujar a la dirección opositora en ese mismo sentido. Ambos sectores deberían aprovechar la muy precaria ventana de oportunidad que aún tienen, antes de que llegue la verdadera e inminente invasión que puede arrasarlos a ambos: ¡La invasión de la hambruna!

@ChuoTorrealba