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Nace Ideas por la Democracia para fortalecer valores de este sistema político en las Américas
El programa Ideas por la Democracia tiene como parte de sus objetivos empoderar a la sociedad con herramientas y conocimientos para comprender, salvaguardar y reclamar sus derechos dentro del contexto de las Américas caracterizado por retos a nivel político y social.

Foto: Porlademocracia.com

Un grupo de organizaciones venezolanas civiles e individuales, a través de un esfuerzo mancomunado, dieron marcha a la iniciativa «Ideas por la Democracia» que tiene el objetivo de consolidar y estructurar la participación ciudadana con el fin de fortalecer los valores democráticos en Venezuela y las Américas.

Este programa busca a su vez la promover la defensa de los Derechos Humanos «contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y democrática». Su lanzamiento se efectuó este 23 de enero luego de dos años de trabajo en debates, consensos y encuentros.

Esta iniciativa, además de incluir los derechos civiles y políticos, también busca la participación activa de la ciudadanía y sigue en procesos para la toma de decisiones.

 «Reconoce el impacto electoral del año 2024 y 2025 en Latinoamérica y destaca la necesidad en conjunto para abordar desafíos comunes» dentro de los que resaltan la corrupción, falta de transparencia y debilidad institucional.

Son 10 los principales objetivos de Ideas para la Democracia, entre los que se destacan el ejercicio ciudadano como pilar para la transformación del país, reconocimiento de los retos y dificultades que incluyen defender y exigir derechos en contextos autoritarios. 

A su vez, rechazan las prácticas basadas en la dominación y el desconocimiento de los derechos humanos.

Además, resaltan su firme creencia en el papel de los procesos electorales auténticos como vías para la democracia, reconociendo la importancia de los actores de la comunidad internacional en ellos, y se comprometen con la transformación de Venezuela a través de la democracia.

En el lanzamiento de este programa participaron distintas organizaciones y personalidades como Beatriz Borges por CEPAZ, Rafael Uzcátegui, Deborah Van Berkel de Laboratorio de Paz, Griselda Colina del Observatorio Global de Comunicación y Democracia yCarolina Jiménez de Wola.

Para conocer un poco más sobre este proyecto, se extendió una invitación a la sociedad en general a inscribirse en la página web porlademoracia.com. 

Derechos humanos y dignidad decorarán La Casa Disiente durante noviembre
17 participantes comunicarán a través del diseño, las artes gráficas y la ilustración una muestra de diversos afiches en torno a la democracia, derechos humanos y dignidad en Venezuela

Foto: La Casa Disiente

El próximo sábado 28 de octubre verá la luz un proyecto que busca remarcar temáticas un poco olvidadas en Venezuela, como lo son los derechos humanos y dignidad cívica. La galería  La Casa Disiente, en El Cafetal, será el punto de encuentro para presentar Futuro D, una muestra artística única y novedosa.

Una selección de múltiples carteles, elaborados por 17 artistas emergentes del país, serán los protagonistas por un mes entero en este recinto cultural. Los autores de las piezas han abordado, desde una perspectiva gráfica, una aproximación a un futuro en derechos humanos, dignidad y democracia en Venezuela.

La muestra surge como una iniciativa de la Comunidad Visión Compartida, la cual ha convocado organizaciones de derechos humanos y de sociedad civil para dialogar en torno a la situación de los derechos humanos, el contexto actual y las recomendaciones para un camino en materia de derechos humanos, democracia y dignidad.

A partir de las 4:00Pm del sábado 28 de octubre, todo público puede acercarse a La Casa Disiente, en la comunidad de San Luis, para apreciar esta iniciativa que cuenta con el apoyo de organizaciones como Civilis DDDHH, Provea, Wola, Labo Ciudadano y Laboratorio de Paz.

Además, el día de la inauguración se contará con la percusión corporal de “Mordente”, a las 6:00Pm, y la presentación musical del Círculo del Ritmo, a las 7:00Pm. La entrada es libre y acta para todo público.

Temáticas y artistas en Futuro D

Dentro de la elección de los artistas, todos venezolanos, se encuentran nombres como Andrea Garrido, Blanca Haddad, Carlucho Flores, Yonel Hernández y Eddymir Briceño, Isabella Ramia, Loibely Pariata, Mateo Carvajal y Diana Chollet, Miguel Rumanzew, María de San José Lugo, Mima Cortez, entre otros.

Por otro lado, las piezas artísticas estarán centradas en democracia, resolución pacífica de conflictos, alimentación,  asociación, personas defensoras, comunidades vulnerables, comunidad LGBTTIQ+, entre muchos temas más.

Esta exhibición es la culminación de un esfuerzo conjunto de meses que aglutina a decenas de organizaciones de sociedad civil, artistas, activistas y defensores de derechos humanos.

La muestra estará durante 5 semanas. Y será acompañada por tertulias, cine, música en vivo, presentación de libros, feria de publicaciones, discos y fanzines. Se podrá disfrutar de una programación cultural, diversa, incluyente y plural para hacer de la esperanza una plaza de encuentro entre la democracia, derechos humanos y dignidad en Venezuela. 

Cronograma de Futuro D

En el siguiente tuit se comparte la programación para todo el mes de noviembre y principios de diciembre del evento Futuro D. Al igual que para la muestra artística de afiches, la entrada a todos estos eventos es totalmente gratuita y para todo público. 

 

 

The Economist: Venezuela es el país menos democrático de la región
Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela son los países latinoamericanos con gobiernos que la Unidad de Inteligencia de The Economist califica como autoritarios

 

El informe de la Unidad de Inteligencia de The Economist, sobre la calidad de la democracia en el mundo en 2022, determinó que Venezuela es el país de América Latina menos democrático de la región. 

Según señala en el informe, Venezuela obtuvo 2,23 puntos sobre 10, la peor evaluación del subcontinente que tiene un tipo de gobierno autoritario.

Por encima se ubica Nicaragua con 2,50; luego Cuba con 2,65 puntos y un escalón más alto está Haití con 2,81 puntos sobre 10. 

Según el índice confeccionado por el medio británico, Uruguay es el más democrático de los 24 países que integran el subcontinente, con 8,85 puntos sobre 10. Las otras naciones que constituyen democracias plenas en la región son Costa Rica (8,7) y Chile (7,92)

«Todo parece indicar que las perspectivas para 2023 seguirán siendo “mayoritariamente negativas”. “En Cuba y Nicaragua no se observa voluntad para iniciar una transición a la democracia. Vemos, por el contrario, un recrudecimiento de la represión”, señaló el medio.

 

 

Autoritarismo en América Latina no distingue de simpatías ideológicas
La región muestra niveles distintos de debilitamiento de la democracia independientemente de la afinidad ideológica de  quien ejerza el poder

Tras la victoria de Lula Da Silva como presidente de Brasil, el mapa de América Latina se solidifica con una mayoría de tendencia izquierdista. Sin embargo, expertos aseguraron que los gobiernos de la región no pueden ser categorizados en un bando u otro.

La izquierda y derecha tradicional no tiene suficientes elementos para entender las dinámicas que se están dando. Los especialistas reiteraron que no todo gobierno de derecha fomenta la democracia y no todo Estado izquierdista implementa medidas autoritarias. 

Según Deborah Van Berkel, presidenta de la Red Sinergia, las naciones de América Latina se encuentran enfocadas en su agenda interna. “Las miradas hacia el panorama regional dependerá de cómo avancen los procesos internos”, indicó.

A pesar de estar enfocados en sus situaciones internas, es posible que en América Latina se tenga la oportunidad de reavivar la coordinación regional en temas trascendentales. “Por la similaridad de tendencias en varios gobiernos, es posible que la región lleve una posición común o una sola voz ante sus relaciones con otros bloques”, explicó Mariano De Alba, especialista en Derecho Internacional.

Mientras que algunos países latinoamericanos siguen tendencias similares, es probable que en la relación con países norteamericanos como Estados Unidos y Canadá aumenten las tensiones.

 De Alba indicó que el gobierno de Joe Biden en Estados Unidos ha sido muy cauteloso, porque sabe que la región se mueve en una dirección distinta. “Estamos viviendo una era donde la influencia americana está perdiendo mucho peso en Latinoamérica”, apuntó.

Para De Alba, de cara a esta nueva etapa, Venezuela deja de estar aislada y comienza a recuperar relaciones con otros países de la región, específicamente con Colombia y Brasil.

“El tema Venezuela sigue siendo polémico en la región, incluso hasta tenso. Pero es evidente que los países han asumido la posición de que es mejor tener relaciones con Venezuela en lugar de aislarlas”, reiteró. 

La región aún tiene la posibilidad de elecciones democráticas y cambios de gobiernos, de acuerdo con el especialista en Derecho Internacional. 

“Ojalá se entienda que la coordinación regional no puede ser únicamente entre gobiernos que piensen igual. La coordinación regional, por el bien de la población y de la región, no puede depender del signo ideológico de cada nación”, reiteró De Alba.

La nueva tendencia política

La categorización entre izquierda y derecha ya no es suficiente para definir y analizar los cambios que están ocurriendo en América Latina.

Van Berkel explicó que la región está atravesando unos procesos de cambio. Anteriormente, la región tenía una especie de péndulo en periodos donde había más gobiernos llamados de derecha o más liberales en tema económico y menos atentos a la agenda social.

 
“Estamos entrando en una etapa diferente porque la característica de los gobiernos que llaman o se identifican de izquierda no lo podemos poner en un solo saco”, aseguró la presidenta de la Red Sinergia. 

Van Berkel señaló que algunos actores de la llamada izquierda se sienten más en una línea progresista y dan a entender que esta fase y estos proyectos buscan diferenciarse de otros ensayos en América Latina, diferentes a Venezuela, Nicaragua y la histórica Cuba.

La presidenta de la Red Sinergia señaló que habrá mayor cercanía a nivel de discurso y posibilidad de diálogo por sentirse más cómodos por el signo que los identifique y también cómo se ubiquen con los cambios en el ámbito global.

Izquierda no significa autoritarismo

De acuerdo con Van Berkel, los dos últimos procesos electorales en la región han sido ganados por líderes con ideología similar. 

Es importante resaltar que en estos países se evidencia que aún existen reglas democráticas, procesos electorales que han permitido cambios y una institucionalidad pública que ha podido manejar esos procesos, dándole la entidad básica a todas las partes que participan y ofreciendo la oportunidad a expresarse a una ciudadanía.

Esa expresión ciudadana ha sido respetada aún cuando ha habido procesos sociales muy polarizados y confrontaciones de fuerza equivalentes, pero las diferencias está en que los resultados son aceptados.

“Los dos últimos procesos han traído a presidentes que dan unas manifestaciones claras con respecto a la necesidad de gobernar para toda la sociedad, la necesidad del diálogo y de entendimiento, de no acabar con el adversario desde el poder. Esos son mensajes que se diferencias de otras experiencias”, dijo Van Berkel.

Los cercanos a Venezuela 

Según los expertos, las dos nuevas relaciones de Venezuela con otras naciones será con Brasil y Colombia. 

La reanudación de relaciones entre Venezuela y Colombia y Venezuela y Brasil puede traer cambios y significar aperturas que siempre van a estar signadas por los intereses de los países.

“No es una acción de estricta bondad, hay interés de los países con relación a su intercambio con Venezuela”, indicó Van Berkel. 

En el caso de Colombia, hay un interés político y económico. “La cercanía de su signo político lo facilitará”, dijo la presidenta de la Red Sinergia. 

Según Van Berkel, los gobiernos anteriores de Lula fueron muy cercanos a Venezuela. Hubo un intercambio importante y cercanía con el mandato de Hugo Chávez. “La relación se ha mantenido. Ese contacto estuvo también en tiempos que no fueron gobierno. Por supuesto, hay una mayor facilidad de intercambio con Venezuela. A Lula le interesa tener un aliado más en la región como un espacio de influencia de su políticas”, dijo.

¿Izquierda y derecha o democracia y autoritarismo?

Para los expertos, separar en solo dos grupos a las naciones latinoamericanas no es tan sencillo. Ambos coinciden en que no todas las izquierdas son iguales ni siguen los mismos parámetros, lo mismo ocurre con las naciones de derecha. 

“Más que izquierda y derecha, hablaría de gobiernos con mayor ejercicio de libertad democrática y gobiernos más alejados y más autoritarios en su manejo interno y externo de las relaciones”, explicó Van Berkel. 

La presidenta de la Red Sinergia señaló qué hay una tensión grande entre gobiernos más respetuosos de la base de la democracia y gobiernos que han decido tomar una ruta más autoritaria del poder.

En la región podríamos ver qué países se están alineando más con la vía de preservar y prevalecer la democracia y cuáles están más en la búsqueda de la hegemonía del poder interno, así como de una relación entre actores que coincidan con estas perspectivas. En ambos casos, pueden ser tanto de izquierda como de derecha. 

Van Berkel reiteró que por eso no puede hablarse de izquierda y derecha tradicional. “Debemos observar los signos que evidencian desde el poder, por dónde asumen la línea de actuación más o menos cercana a los principios democráticos”, dijo.

¿A quién le importa la democracia? 

Para entender las dinámicas de los países, los siguientes factores permiten saber dónde hay mayor probabilidad de ejercicio de derecho, mayor posibilidad de convivencia democrática, posibilidad de que haya disidencia interna y que esa disidencia pueda expresarse y que el poder pueda ejercerse en todo su derecho sin que signifique un riesgo para la democracia.

Tomando en cuenta los siguientes aspectos, independientemente de la tendencia política, Van Berkel expresó que se puede evaluar qué países de Latinoamérica siguen más las nociones básicas de la democracia y cuáles optan por un camino más autoritario

  • Si existe independencia de poderes, un estado de derecho que asegure el ejercicio de esos derechos y la actuación de entidades públicas sin estar bajo la tutela o la connotación del poder ejecutivo.
  • Si los poderes puedan tener una actuación autónoma frente al ejecutivo.
  • Si tiene índices mínimos de libertad de expresión y de uso de información pública por todos los actores. 
  • Si tienen posibilidad de ejercer los  derechos y la exigibilidad de ellos por parte de la ciudadanía sin que eso implique comprometer la integridad física e intelectual propia. 
  • Si hay posibilidad de diálogo internacional sin que haya un riesgo, derecho a la disidencia, la exigibilidad y posibilidad de dinámicas de integración sin riesgo.
  • Si son transparentes y honestos en su rendición de cuentas, si tienen transparencia a la hora de mostrar los resultados de sus políticas y la posibilidad de corrección de esos procesos, si hay dinámicas electorales y procesos de decisión democrática electoral aceptables con estándares nacionales e internacionales y si hay la posibilidad de un cambio con un mínimo de principios democráticos. 

“Si es así, uno puede decir que las naciones están más o menos cercanas a cumplir con ser espacios democráticos”, explicó Van Berkel. 

Según la presidenta de Sinergia, acatar las reglas mínimas de lo que es el juego democrático puede ayudar a entender dónde están los gobernantes y las sociedades y conocer hasta dónde estás permiten, aceptan y promueven dinámicas de poder que van en contra del sentido de la democracia.

¿Qué postura tiene cada país? 

Según Van Berkel, cada país debe atender su agenda propia y, al mismo tiempo, debe ubicarse en el contexto latinoamericano. Y es acercamiento será distinto en este contexto global.

Cada país tiene una agenda nacional, en la que ven primero hacia adentro y después hacia la región. Además de Nicaragua y Costa Rica, que son los dos extremos de la realidad de países en Latinoamérica, hay unos intermedios y los otros buscan afianzarse en su propio terreno y situación interna.

De acuerdo con Van Berkel, en estos momentos pueden abrirse más espacios de diálogo entre los que se sientan más afines y puede abrirse una oportunidad para un replanteo del juego latinoamericano.

Según  Van Berkel, hay gobiernos cerrados que están dispuestos a no hacer juegos democráticos como Cuba. 

Nicaragua ha sido una experiencia atroz para el tema de derechos humanos y derechos civiles.

“Hemos visto en tiempo real el asesinato de una incipiente democracia”, aseguró Van Berkel. 

Venezuela mantiene unos elementos de forma para plantear que es una democracia, pero evidentemente está lejos a ser el ejercicio real de estos principios.

En El Salvador hay prácticas cerradas y totalmente autoritarias a muchas misiones democráticas, aún cuando el nuevo liderazgo no se identifique con la izquierda, al contrario es de derecha, pero hay prácticas en las que se ven las semejanzas.

Por su parte, en Colombia hay otros signos de izquierda en proceso de cambio, son dinámicas en un  proceso donde por primera vez hay un gobierno de esa tendencia en el país, lo que plantea una gran interrogante a la que no se le puede adelantar una respuesta. 

En Brasil, es esperable que Lula entienda que su gobierno debe ser distinto a los anteriores, pero eso está por comprobarse también. 

Un discurso de izquierda pero que tiene una particularidad es el de Argentina, que se asemeja más a dinámicas ya conocidas y está estancada en esa situación de péndulo que no resuelve realmente la situación país

Mientras que hay cambios generacionales en Chile, una vuelta de la izquierda al poder después de años de otros signos que ha enfrentado muchas dificultades porque se quisieron acelerar unos procesos de transformación, pero no salió muy bien el ensayo. Por ende, está buscando un reacomodo. También, está la necesidad de negociar con toda la fuerza para poder seguir adelante con su política. 

En la región hay países con mayor estabilidad como Uruguay y Costa Rica, que han logrado institucionalidad y un proceso interno que les da mayor tranquilidad para el manejo de condiciones internas, pero que no escapan a la necesidad de mantener su propia agenda y no con la suficiente fuerza para ser un factor decisivo o de cambio de la condición de región.

Perú está en una circunstancia muy complicada, con el presidente y la situación de inestabilidad política interna que lo mantiene en la institucionalidad existente. 

Honduras y Panamá están en un nivel interno que busca una estabilización interna y tratan de no alinearse con ninguno de los polos.

Ecuador está en un marco distinto, enfrascado en una condición interna dura, tiene un problema con el crimen organizado y fuerzas no formales que decidieron atacar al poder: “Es una lucha distinta a la que ocurre en otros países y los actores en el poder están centrados en enfrentar esa amenaza más que una visión regional”, dijo Van Berkel. 

Bolivia pudiera estar en estos signos de gobiernos de izquierda. Van Berkel explicó que normalmente se alinea con la postura de Venezuela y anteriormente con Nicaragua, quizás ahora más prudente, pero ahora también están enfocados en su realidad interna y con mantener unos niveles de bienestar que se han logrado los últimos años

La presidenta de la Red Sinergia indicó que los mexicanos quieren ser importantes en la región, quieren sobresalir con una agenda propia no alineada, que les permita dialogar y estar en conexión con todos, pero el ejercicio del poder es más autoritario y están cerrando las posibilidades de apoyar agendas de derecho y de garantías a nivel situaciones de país difíciles.

El país centroamericano tiene una situación interna entre el poder de los actores fuerzas no formales que generan condiciones internas muy duras y el crimen organizado, que en México es un poder más allá del Ejecutivo que endurece la realidad. 

«México y Brasil son países con fuerza económica y relevancia internacional que les da posibilidades de proyección y posicionamiento distinto. Ahora se abre una oportunidad grande para Brasil de retomar agenda en contexto global. Son agendas que tienen impacto más amplio, como Venezuela con el tema petrolero», dijo Van Berkel.

Plataforma Unitaria iniciará proceso de consultas sobre primarias presidenciales
El inicio de la consulta se acordó en la primera reunión de la plataforma, realizada la mañana de este lunes, en la que participaron representantes de diversos partidos políticos

 

Este lunes, 23 de mayo, la oposición, reunida en la en la Plataforma Unitaria Democrática, informó que iniciará un proceso de consultas «con todos los sectores del país» para determinar la fórmula para celebrar las elecciones primarias en las que elegirán al candidato que enfrentará al chavismo en los comicios presidenciales de 2024.

La decisión tiene lugar luego de que, el pasado 16 de mayo, el grupo anunciara que escogerá a un candidato presidencial opositor a través de unos comicios primarios que prevé celebrar en 2023.

El inicio de la consulta se acordó en la primera reunión de la plataforma, realizada la mañana de este lunes, en la que participaron representantes de diversos partidos políticos.

«Además de los contactos directos con instituciones y personalidades, se activará una página web en los próximos días, para recibir las opiniones y recomendaciones de los venezolanos sobre el proceso de primarias a nivel nacional», informó el secretario ejecutivo de la coalición, Omar Barboza a través de un comunicado. 

Barboza adelantó que en el encuentro fue aprobado el reglamento de la plataforma con el que, aseguró, «trabajarán con reglas claras» de funcionamiento.

El dirigente añadió que las comisiones creadas fueron las de comunicaciones, estrategia, organización, plan país, alianzas y solidaridad social y que «servirán para darle operatividad a la Plataforma Unitaria Democrática de cara a las metas planteadas por los venezolanos para rescatar la libertad y la democracia».

*Con información de Efe 

Asdrúbal Aguiar Feb 28, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Rusia y el cisne negro
Distraídos con la diatriba ruso-ucraniana, creyendo que los cisnes son blancos, pasamos por alto que hay cisnes negros

 

@asdrubalaguiar

La experiencia de la democracia no se tiene, se hace. Tanto como el transitar sobre los espacios institucionales del Estado de derecho y la sujeción de todos a la ley, para que las reglas de juego no sean burladas sin consecuencias, reclama de una cultura de respeto a nuestros semejantes. No es la que rige en el mundo del progresismo globalista y en sus gobernantes adherentes.

Hasta el presente, lo dado, lo que está allí y es inherente, es potencia que se desarrolla o se atrofia, es la libertad. Subyugarla, por ende, es un atentado a la naturaleza de lo humano. Pero lo cierto es que, en el transcurso de la historia de los hombres y de los pueblos, solo la democracia y el imperio de la ley hacen posible –como columnas y con todas sus deficiencias– que las personas puedan construir, libremente, el edificio de sus personalidades. Ello reclama de localidad, léase de espacio, y de tiempo, para forjar lazos; infravalorados estos bajo la emergente gobernanza que privilegia lo virtual y lo instantáneo.

No es una perogrullada, pues, afirmar la interdependencia entre lo que se es y lo que se hace; entre derechos humanos, democracia y Estado de derecho. Ninguno avanza separado de los otros, a menos que se los falsifique o vuelva engaño en el teatro de la democracia.

En ausencia de libertad para pensar, expresarse libremente, y juntarse para ello cada uno con los otros y libremente, mal puede discernirse sobre lo que es común a todos. De suyo, elegir una forma de vida sensible a lo que a todos interesa, y renovarla periódicamente, es ese eslabón que sigue a todo lo anterior y realiza a la democracia. Se concreta cuando se elige y se deja elegir, respetándose las reglas de juego y la alternabilidad en el ejercicio del poder.

Algunos creerán que se trata de una divagación filosófica, pero lo dicho es la exacta medida para entender el agotamiento que sufre el sistema de gobernanza que se dieran Naciones Unidas al término de la Segunda Gran Guerra del siglo XX. Su declinación la advertían algunos juristas desde los años 60. Se hace manifiesta a partir de 1989, cuando cae la Cortina de Hierro. Su final está cristalizando 30 años después, con la pandemia de la COVID-19. 

Que Antonio Guterres aún sea secretario de la ONU o guíe a la burocracia a su servicio o influya en los organismos integrados por Estados que son parte de aquella, no contradice lo que es palmario. ¡Naciones Unidas es hoy una simple franquicia!

El orden internacional construido a partir de 1945 sobre un mínimo de normas imperativas dictadas para sujetar a la vieja soberanía absoluta de los Estados, se encuentra en un callejón sin salida.

El derecho de gentes se deconstruye, y lo hace aceleradamente. ¿No basta con constatar que en la Agenda 2030 de la ONU brillen por su ausencia los temas de la democracia y el Estado de derecho, y se les sobrepongan aquellos que predica el señalado progresismo del siglo XXI?

La experiencia del Holocausto, que cerró el tiempo de los absolutismos soberanos y obligó a conjugar los asuntos mundiales en clave humana: pro homine et libertatis, en la misma medida en que se ha perdido su memoria le ha seguido un tiempo de incertidumbre. Los gobernantes de los Estados –también institucionalmente deconstruidos a lo interno– actúan como lobos entre lobos; como si viviésemos bajo el régimen anterior y posterior al de la Sociedad de Naciones, nacida al término de la 1ª. Guerra Mundial.

Ese camino de retorno se ha hecho inevitable desde el momento en que, más allá de lo adjetivo –que si “nosotros, los pueblos” como reza la Carta de San Francisco, o que “la voluntad del pueblo es la base del gobierno” como lo predica la Declaración Universal– ahora se cree que la tutela de los derechos humanos es una cosa, otra distinta y no necesaria vivir bajo democracias y Estados de derecho.

Dentro del conjunto de los 193 Estados parte de la ONU solo se cuentan –según The Economist– 21 democracias, llamadas plenas. No por azar, entonces, fue trágico el diagnóstico sobre el genocidio en Rwanda: “Los responsables de que la ONU no haya impedido ni detenido el genocidio son, en particular, el secretario general, la Secretaría, el Consejo de Seguridad, la UNAMIR y el conjunto de los Estados miembros”, reseña el Informe de la Comisión Independiente que lo investigara en 1994.         

Si Rusia ha vuelto su mirada hacia atrás como la mujer de Lot, e intenta restablecer la lógica de lo geopolítico: esa misma que piden a USA los pueblos latinoamericanos víctimas de satrapías como la cubana, nicaragüense o venezolana –mientras China busca imponer su gobernanza global 5G, es prueba del desorden en marcha. Y mal puede resolverse con los códigos del pasado.

Téngase presente que, sucedida la pandemia de origen chino con sus devastadores efectos transfronterizos, ningún actor del Consejo de Seguridad, ni siquiera el secretario de la ONU o el Consejo de Derechos Humanos han puesto sobre la mesa reclamación alguna de responsabilidad por daños objetivos, de acuerdo a lo que prevé el derecho internacional, a fin de que China otorgue al planeta reparaciones por los atentados que al género humano y la economía de las naciones han significado sus experimentos científicos.

Distraídos con la diatriba ruso-ucraniana, creyendo en lo único que conocemos, a saber, que los cisnes son blancos y mientras reivindicamos un Derecho internacional que ha sido abandonado, pasamos por alto que hay cisnes negros como lo señala Nassim Nichilas Taleb, quien nos habla sobre “el impacto de lo (que era) altamente improbable” para los aletargados diplomáticos de la ONU. Olvidan estos con lo de Ucrania que Rusia llegó antes a Venezuela y ahora guía las negociaciones entre su dictador y la oposición “democrática”, en territorio mexicano.

correoaustral@gmail.com

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Elecciones libres e independencia de poderes en Venezuela: lo que la sociedad civil propone como foco de lucha
Pablo Ortiz, sociólogo y moderador del encuentro en el estado Portuguesa, estableció la resistencia como instrumento principal para recuperar la democracia

 

Representantes de la sociedad civil y dirigentes políticos exigieron elecciones libres e independencia de poderes en Venezuela. Así lo precisaron a través de los encuentros «Más Ideas de Todos», iniciativa facilitada por el Frente Amplio Venezuela Libre, realizados en los estados Guárico, Táchira, Portuguesa y Aragua.

De igual manera, brindaron opiniones, ideas y sugerencias para generar presión interna que defina la ruta para lograr la democracia en el país. Agregaron además que no solo los activistas políticos deben unificarse en la lucha por la libertad de la nación, sino que todos y cada uno de los gremios, sindicatos, cámaras y comunidades deben dar pasos firmes que lleven a elecciones libres, transparentes y verificables.

Pablo Ortiz, sociólogo y moderador del encuentro en el estado Portuguesa, estableció la resistencia como instrumento principal para recuperar la democracia.

«Todas las instancias que existen en la sociedad civil deben estar engranadas en un sistema colegiado de dirección y estrategia», así lo manifestó Ortiz durante su intervención.

Las entidades que participaron durante este miércoles en los diversos encuentros reforzaron también la necesidad de dar un alto a la violación de derechos humanos e inseguridad, aseverando que todos los involucrados en la recuperación de Venezuela deben denunciar y presionar para que ningún caso quede impune, así como también sean sumados todos los crímenes de lesa humanidad a las investigaciones que realiza la Corte Penal Internacional.

La democracia es la verdad de todos para uno
En Venezuela se creó la ilusión de que el sistema democrático está en obligación de otorgar favores. Tanto se pudrió, que maleantes aventureros llegaron al poder para destruirla

 

@ArmandoMartini

Por la democracia se han librado incontables y grandes batallas. Millones sacrificaron sus vidas, perdieron todo, pero jamás el compromiso honorable, digno y distinguido de ser demócratas.

Comenzó en Grecia y se mantuvo por siglos, por defenderla los griegos enfrentaron al mundo. Se habla de militaristas espartanos que, convencidos de que la vida era un cuartel, protegieron la obediencia sin discusión, la existencia diaria y constante preparación para el combate. Fueron útiles cuando lideraron a voluntarios de ciudades griegas para frenar al tirano persa -hoy lo llamaríamos iraní- que planeaba invadirlos.

En la actualidad, los musulmanes asedian países y capitales europeas, con una mezcla de fanatismo creyente y adorador de sumisión incondicional a sus dirigentes tribales y religiosos. Sin embargo, en tradiciones musulmanas la democracia es pecado.

Los pueblos griegos ejercieron a plenitud la democracia, eligieron sus representantes -y en guerra a generales y almirantes- por votación popular, desarrollando una cultura personal, intelectual y política basada en derechos y deberes de cada ciudadano. Había esclavitud, no era un invento de ellos sino característica de sus tiempos.

Los romanos comenzaron a ser y crecer con la república, aunque su deseo a las conquistas -más que codicia de territorialidad era económica, las arcas del Estado se llenaban con impuestos de las provincias-; pero aun en la larga y cada día más corrompida era imperial, las instituciones republicanas como el Senado se mantuvieron y respetaron. Muchos senadores se corrompieron, pero el emperador con su poder vinculado a las legiones y guardia pretoriana no gobernaba sin informar y consultar al Senado; podía desear la muerte de personas, pero nunca ordenarla sin la intervención y anuencia -no siempre sumisa- de los pretores, que eran la justicia. Donde triunfaban, imponían y hacían cumplir el Derecho romano.

La democracia se apagó en la Edad Media, más que por ambición de reyes, por el peso espiritual de la Iglesia católica que, sabiéndose representante de Dios, nunca ejerció la democracia. Tampoco clérigos musulmanes, monjes budistas, ni maestros y guías religiosos de otros cultos. Y mientras se imponía el poder absoluto -incluyendo la aberración del “derecho divino de los reyes”-, intelectuales y pensadores nunca dejaron de reflexionar sobre la democracia, analizándola y perfeccionándola.

Siglos pasaron, llega la revolución independentista en Estados Unidos, y poco después, la que decapitó a la monarquía en Francia y de allí al mundo. La democracia estaba definida. Y su expresión resumida en los derechos del hombre y ciudadano, fue la bandera de convicción y propósito de dirigentes sociales, políticos que liberaron y crearon a los Estados Unidos; los que guillotinaron la nobleza francesa, pusieron límites, exigieron rendición de cuentas; dieron ideología y proyecto a los libertadores de la América hispana.

Que se hayan producido golpes de Estado, asaltos al poder, tiranías y abusos, no cambia la necesidad vital de la democracia.

Hoy opresiones, absolutismos e intolerancias como el castro comunismo en Cuba, Nicaragua y Venezuela son excepciones; tanto, que tratan de mantener una máscara que los haga aparecer como los demócratas que no son.

La democracia se impondrá

La democracia, incluyendo monarquías europeas convertidas en tradiciones y argumento turístico, ya no gobierna por encima del presidente, primer ministro y parlamento electo por el ciudadano. Es lo natural para los seres humanos; y quienes aún no la disfrutan, es por represiones militares y policiales, que terminarán deshaciéndose de los arbitrarios déspotas. Está empezando a ocurrir y pasará porque son aberraciones, no vías naturales.

La democracia es derecho del hombre, del ciudadano, que incluye deberes: “el derecho de cada uno termina donde comienza el derecho del otro”, base de la vida diaria. Y, en su defensa, no hay sacrifico demasiado alto. 

La democracia nace del acuerdo de respetar el derecho de cada uno, individual, colectivo; se tiene tanto el derecho como el deber de luchar por ella. No nace de promesas políticas. Y ese es un ejercicio cristalino de honestidad, sinceridad y compromiso, no de apariencias, disfraces, embustes y vaguedades. Es el poder de la ciudadanía ejercido, protegido por cada uno y por el Estado resultado de todos.

En Venezuela se confiscó la democracia por imbecilidad del clientelismo, estupidez partidista, y populismo idiota, que crea la ilusión de que el sistema democrático está en obligación de otorgar favores, sin retribución. Tanto se pudrió, que maleantes aventureros llegaron al poder para destruirla sin dolientes ni reclamo.

La incautación de las prácticas cívicas ciudadanas, constitucionales y de ley, libertarias y de lógica reglamentaria es incontrovertible. Hay que levantar las banderas de una democracia apegada a la ciudadanía, lejos de los vicios, depravaciones, desenfrenos del pasado. Y sobre todo de la incontinencia deshonesta, liviandad corrupta, inmoralidad, degradación y estulticias del presente. 

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