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cultura en Venezuela

Mar 24, 2018 | Actualizado hace 6 años
Perfil Poderopedia: José Antonio Abreu

José Antonio Abreu Anselmi, padre del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, no sólo fue reconocido por impulsar un programa cultural, social y educativo de proyección internacional sino también por ser el único funcionario público que ha ocupado cargos en todos los gobiernos venezolanos desde 1975 hasta el presente.

El músico, economista, gerente, político y docente venezolano ejerció funciones en el sector cultural desde que fundó en 1975 (durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez), la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela Juan José Landaeta, que tres años después pasaría a llamarse Orquesta Sinfónica de la Juventud Simón Bolívar.

A lo largo de cuatro décadas y ocho presidentes de la República, Abreu se mantuvo como director fundador de “El Sistema”.  Además, entre 1988 y 1995, fue ministro de Estado para la Cultura, vicepresidente y presidente del extinto Consejo Nacional de la Cultura (Conac), entidad que precedió al actual Ministerio para la Cultura. Fue asesor de la Misión Música, anunciada por Hugo Chávez en 2007 para consolidar el mismo programa de aprendizaje musical de niños y jóvenes más necesitados. Hasta 2009, este programa había recibido un aporte de 43 millones de dólares de Pdvsa, según la web www.pdvsa.com.

Aunque Abreu fue considerado por algunos como un ícono cultural de Venezuela, el Sistema no depende presupuestariamente de las instancias del sector cultura que él mismo cimentó. Desde que fuera creado en febrero de 1979 el ente rector de esta estructura, la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (Fesnojiv) se promovió como un proyecto social y educativo adscrito en principio al Ministerio de la Juventud (Gaceta Oficial 31.681). En 2010 pasó a la Vicepresidencia y en 2011 cambió su nombre a Fundación Musical Simón Bolívar, Fundamusical Bolívar, y se adscribe desde entonces al Ministerio de Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión.

A lo largo de 60 años, Abreu acumuló más de un centenar de distinciones nacionales e internacionales, de los cuales más de la mitad le fueron otorgadas en las últimos tres décadas. Vestido siempre de negro, se fotografió junto a presidentes, reyes y directores orquestales de renombre mundial y recibió los aplausos en los escenarios internacionales con actitud reverencial y complacida.

Entre los reconocimientos recibidos, el Embajador para la Música y la Paz de la Unesco 2001, ganó ese año el llamado nobel alternativo, el Right Livelihood Award de Estocolmo; y en 2008, el premio Príncipe de Asturias de las Artes en España. El reconocimiento más reciente fue el de la revista estadounidense Fortune, que en 2014 lo incluyó como el líder número 30 entre las 50 personas más influyentes del planeta. Recibió el honoris causa de unas 15 universidades de todo el mundo, incluyendo el de su alma mater, la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).

Título de caja

Al “maestro Abreu” lo describen como un visionario al promover por más de 40 años un proyecto de educación musical que hoy día incluye más de 500 mil niños y jóvenes y ha creado unas decenas de orquestas en todo el país. Su método pedagógico, concebido como “instrumento de organización social y desarrollo humanístico”,  se ha adoptado como modelo en más de 35 países.

Consolidar una estructura como la del Sistema responde a un proyecto de largo plazo, admitió el propio Abreu.  Le valió su entrenamiento de dos décadas en la política y la gerencia previas a 1975, año en que fundó la orquesta matriz. El economista summa cum laude de la Ucab y Ph.D en Economía Petrolera de la Universidad de Pennsylvania, fue diputado al Congreso Nacional de 1963 a 1968, presidente de la Comisión de Economía de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados (1961-1965), director de Planificación de Cordiplan y asesor del Consejo Nacional de Economía, equivalente a un viceministerio que le permitió entrar en contacto con organismos regionales, como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Alac) y ser testigo de la creación del Pacto Andino.

Aunque se ha retratado con todos los presidentes venezolanos, desde CAP I hasta Nicolás Maduro, Abreu siempre se mantuvo al margen de los partidos políticos salvo en sus comienzos, cuando simpatizó con el movimiento del intelectual Arturo Uslar Pietri, Frente Democrático Nacional, de ideología  conservadora y de derecha, con el cual el escritor se lanzó su candidatura a la Presidencia y fue derrocado por Raul Leoni (AD) en 1964.

Comienzos y despegue

Abreu proviene de una familia trujillana de inclinaciones artísticas y musicales. Sus abuelos, Duilia Garbatti y Antonio Anselmi Berti “Don Tonino”, eran oriundos de la isla de Elba, Italia. Su abuelo fundó en 1904 la primera orquesta filarmónica de Monte Carmelo, pueblo andino donde residían. De su madre Ailie Anselmi Garbatt heredó el gusto por las artes y de su padre, Melpómene Abreu Méndez, quien fue gobernador de Trujillo (1968-1969), el interés por la política.

Nació en Valera, estado Trujillo el 7 de mayo de 1939. Era el mayor de seis hermanos: Dora, Jesús, Rafael Enrique, Beatriz y Ana Cecilia. Comenzó a estudiar música a los nueve años en Barquisimeto, estado Lara, con la pianista y profesora Doralisa de Medina. También en la capital larense estudió violín con Olaf Ilzins y formó parte de la Orquesta Filarmónica de Lara.

En 1957, a los 18 años de edad, se mudó a Caracas, donde continuó sus estudios en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, también conocida como la escuela de Santa Capilla. Allí se convirtió en discípulo de importantes músicos de la Venezuela de finales de los 50 como Vicente Emilio Sojo (composición), Moisés Moleiro (piano) y Evencio Castellanos (órgano y clavecín). En 1964 obtuvo los títulos de Profesor Ejecutante y Maestro Compositor. Luego, cursó Dirección de Orquesta de la mano de Gonzalo Castellanos Yumar y fue conductor invitado así como solista de órgano de orquestas de entonces, en especial de la Orquesta Sinfónica Venezuela.

Como tutor, dejó su impronta en el estilo de jóvenes directores Gustavo Dudamel, su pupilo más renombrado (director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar); Diego Matheuz (principal conductor del Teatro de la Fenice, Venecia); Christian Vásquez (Director de la Orquesta Sinfónica de Stavanger) y Dietrich Paredes (director titular de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Caracas).

En medio de la polémica

El 12 de febrero de 2011, Hugo Chávez inauguró junto a Abreu y Dudamel el Complejo de Acción Social por la Música Simón Bolívar en Caracas, sede principal del Sistema. En diversas ocasiones, el director fundador del Sistema reconoció el apoyo del gobierno bolivariano al proyecto. Incluso, la orquesta tocó en los funerales del mandatario fallecido en marzo de 2013. Pero esta relación no siempre fue fluida. En 1992, durante la intentona golpista del 4-F, el entonces ministro de Estado para la Cultura de CAP  condenó la acción de los insurgentes, liderados en aquella ocasión por el teniente coronel. Estas declaraciones fueron  registradas por el diario El Nacional (6-02-1992).

El músico y gerente no se libró de la polarización política que marca a Venezuela desde la llegada del chavismo al poder. En 2007,  fue duramente criticado cuando la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, bajo la batuta de Gustavo Dudamel, tocó el concierto de apertura en los primeros minutos de transmisión de Tves, canal público que suplantó a RCTV cuando el gobierno de Chávez saca del aire su señal al no ser renovada la concesión del canal.

A comienzos de enero de 2013, los medios venezolanos registraron la reunión entre Abreu, y los cantautores Miguel Bosé (España) y Juanes (Colombia), artífices del concierto “Paz y fronteras”. La intención era replicar el proyecto que ya había tenido lugar en la frontera colombo-venezolana y en Cuba. Pero inmediatamente estalló el escándalo entre las filas chavistas al rechazar a los artistas por su posición crítica en contra del gobierno bolivariano. Abreu suspendió el posible concierto declarando que “la orquesta no puede”.

Un año después, durante las protestas de febrero de 2014, también el Sistema estuvo en el centro de la polémica. La pianista venezolana Gabriela Montero dirigió una carta abierta criticando la posición de Abreu y Dudamel ante la represión del Estado contra los manifestantes y estudiantes, a propósito del concierto realizado en La Victoria por el 12 de febrero, Día de la Juventud, bajo la dirección de Christian Vásquez, transmitido en cadena nacional. El documento tuvo repercusión en las redes sociales. De inmediato, funcionarios como la ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, salieron al paso a las “salvajes ofensas” vía Twitter, defendiendo la labor de los músicos.

 

En julio de 2014, Abreu vuelve a ser noticia pero ya no por el lado de la música, sino por el nombramiento de su hermano Jesús “Chucho” Abreu Anselmi como presidente-editor del diario El Universal, uno de los medios más antiguos del país, vendido a grupo español Epalisticia cuya identidad de los propietarios se desconoce.

En los medios privados así como los del sistema nacional de medios públicos (Sibci) prácticamente no se registran críticas contra el Sistema ni Abreu. Sólo en medios alternativos como Aporrea.org, blogs como La otra cara del Sistema (laotracaradelsistema.blogspot.com) y Literanova.net,  autores cuestionan: su repertorio eurocentrista en detrimento del nacional/latinoamericano; fascinación de los políticos que lo ven como efectiva forma de propaganda a favor de sus gestiones culturales; presupuestos abultados para costear lujosos viajes al exterior durante las giras de la orquesta, financiamiento de una burocracia y periodistas y grandes figuras de la música para que alaben el Sistema. Sin embargo, no presentan pruebas ni montos.

Según el académico del departamento de música de la Royal Holloway de la Universidad de Londres, Geoff Baker, el Sistema Nacional de Orquestas es “muy diferente” a lo que se muestra en el exterior. Así lo presentó Baker en su libro “El Sistema: Orchestraing Venezuela’s Youth” (El Sistema: orquestando a la juventud venezolana), texto en el que describió que el fundador del sistema, José Antonio Abreu, no solo era considerado un hombre como Gandhi o Nelson Mandela, también se le conocía como “El ogro filantrópico” y hasta “El director autocrático”.

Baker señaló que existen diversas denuncias de irregularidades financieras de Abreu, y que también se alegaron casos de abuso sexual entre estudiantes y profesores. Argumentó que El Sistema carecía de escrutinio en diversos niveles: “Contrario a lo que se cree popularmente, El Sistema no comenzó como un programa social, ni con los beneficios atribuidos subsecuentemente, como la inclusión y el trabajo en equipo (…) De hecho, aun no se han verificado las demandas de la milagrosa transformación social por ninguna evaluación rigurosa, a pesar de los 40 años de fundada y más de 500 millones de dólares en préstamos  de bancos de desarrollo”.

Abreu nunca se casó ni tuvo hijos. Católico practicante, se consideraba mensajero de la doctrina de Cristo y asumió su vida como un sacerdocio a favor de la educación de la música. Murió la tarde del sábado, 24 de marzo de 2018.