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Ni diplomacia ni sanciones son vías para resolver la crisis venezolana
¿Qué tanto sirve la presión diplomática para dar respuesta a las demandas de un pueblo que huye de la escasez, hiperinflación, desempleo e inseguridad?

 

@victoralvarezr

El conflicto venezolano ha sido abordado en la ONU, OEA, Unión Europea, Grupo de Lima, CELAC. Allí se ha denunciado la represión y exilio de líderes sociales y políticos, la violación de derechos humanos, la censura a medios de comunicación, la violación al principio de autonomía de los poderes públicos, el deterioro de las condiciones electorales. Sin embargo, nada concreto se ha resuelto todavía.

El endurecimiento de las sanciones económicas –lejos de forzar la caída del gobierno– agravó la crisis causada por una pésima política económica. Empobreció aun más a la población y brindó al régimen la excusa perfecta para desarrollar una narrativa épica de resistencia antiimperialista.

Las alternativas de la oposición venezolana se han debatido entre la vía insurreccional y la ruta electoral. El Cucutazo, el golpe de Estado del 30 de abril, la operación Gedeón, la invocación al TIAR fueron episodios alentados por la idea de “todas las opciones están sobre la mesa”.

Pero cuando la intervención militar extranjera fue eficaz para derrocar a un gobierno, resultó inútil para reestablecer la paz y recuperar la gobernabilidad. Así lo demuestran Afganistán, Irak y Libia, donde las intervenciones militares dispararon una espiral de violencia que aún sigue.

La diplomacia es lenta y la crisis humanitaria no espera. Si bien es cierto que los debates en los foros internacionales han influido en la conformación de una opinión pública internacional muy crítica que llevó a más de cincuenta países a desconocer el gobierno de Nicolás Maduro, también es cierto que la diplomacia internacional ha sido muy lenta en la resolución del caso venezolano.

La prolongación del conflicto ha desembocado en varios procesos de negociación que no pasaron de ser válvulas de escape o maniobras para ganar tiempo.

En México se vuelve a retomar el camino de las negociaciones para lograr una solución política y pacífica del conflicto.

¿Qué papel puede jugar el acompañamiento y mediación internacional en una solución política y pacífica del conflicto venezolano? ¿Qué tanto sirve la presión diplomática para dar respuesta a las demandas de un pueblo que huye de la escasez, hiperinflación, desempleo e inseguridad? ¿Los métodos de la diplomacia internacional son eficaces para presionar y lograr una solución?

¿Por qué son tan lentos los organismos internacionales? ¿Esos procedimientos tan poco expeditos representan una amenaza creíble para el régimen? ¿Se puede esperar una solución internacional al conflicto nacional? ¿Endurecer las sanciones u ofrecer incentivos? ¿Una actuación internacional guiada por estímulos y no por sanciones puede llegar a ser más eficaz para lograr una solución negociada y pacífica al conflicto venezolano? ¿Qué incentivos pudieran ofrecerse y bajo qué condiciones?

¿Los espacios vacíos que dejan las compañías gringas y europeas y son ocupados por países rivales pueden convertirse a la larga en un problema geopolítico para EE. UU.?

Para abordar estos temas en “Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano” hemos invitado a la destacada internacionalista Giovanna De Michele.

Vea la conversación completa aquí:

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Rurunes de Bocaranda: MEDIO – El DR. MICHEL PENFOLD, PIES EN TIERRA
El Dr. Michael Penfold, especialista en políticas públicas y de gobernanza: “El problema central que tiene Venezuela es que el régimen percibe que no tiene más opciones que resistir en el poder”. Foto en WilsonCenter.org

PIES EN TIERRA

Así podría definir al Dr. Michael Penfold especialista en políticas públicas y gobernanza con amplia experiencia en asesorías a diferentes países de la región a través de las últimas décadas. Este egresado del IESA y de la Universidad de Nueva York estuvo en las directivas de Conapri y la CAF.

En una entrevista con la colega Blanca Vera Azaf, en HispanoPost, Penfold hace un crudo y realista análisis de la crisis venezolana. De sus palabras extraigo algunos de los puntos más relevantes para el momento que vivimos bajo el Gobierno de Maduro:

“Es evidente que el país enfrenta un deterioro económico, político y social tan pavoroso -cuyo origen está en una revolución que quiere aferrarse al poder a cualquier costo- que hace que la dinámica de supervivencia del régimen y la política de una parte importante de la oposición de promover un quiebre interno por la vía de la fuerza nos haya terminado llevando cada vez más cerca de una espiral de violencia política.

Lo preocupante es que esa dinámica muy probablemente se mantenga por un tiempo, pues nadie tiene incentivos reales de abandonarla mientras este conflicto político continúe teniendo un carácter existencial y el país continúe en una dinámica de grandes ganadores y grandes perdedores.

El problema central que tiene Venezuela es que el régimen percibe que no tiene más opciones que resistir en el poder y que eso tiene menos riesgos que abandonarlo;

Y la oposición piensa que la única forma de lograr una transición democrática es por medio de crear capacidades que hagan que las amenazas sean creíbles o simplemente incrementando el costo de sostenerse a través de más sanciones.

Estamos viviendo literalmente una guerra de supervivencia política. El problema es que esa dinámica, cuya principal causa fue el desmontaje de toda la institucionalidad democrática del país y el haber cerrado las salidas constitucionales y electorales para sostener por la fuerza a la revolución, hizo que el costo social y económico de este proceso sea el mismo que el de un país con una guerra civil.

El tema no es retórico. El lenguaje político de guerra tiene consecuencias, y lo viven los venezolanos con una crisis humanitaria como nunca la ha tenido América Latina; y esa es quizás la peor herencia del chavismo, el haber concebido la política de esa forma. Todo o Nada. Amigo y Enemigo. Revolución o Muerte. La oposición tampoco ha sabido responder adecuadamente frente a esa dinámica del lenguaje.

Guaidó llegó donde lo hizo no solo por la presión internacional exclusivamente. Antes de que Guaidó ascendiera a la presidencia de la Asamblea Nacional, ya había mucha presión internacional, pero todos pensaban que la oposición venezolana estaba liquidada. Ese diciembre fue probablemente uno de los más tristes de la historia contemporánea.

Curiosamente, su sorpresivo ascenso en enero de 2019 se logró porque se había realizado un trabajo previo en el plano doméstico de muchos meses y contra grandes intereses políticos. Se cerró filas alrededor del pacto parlamentario, se logró enmarcar la crisis institucional alrededor de la falta de legitimidad de los comicios presidenciales de mayo de 2018, se logró denunciar el cerco institucional a la Asamblea Nacional y se movilizó a la sociedad para restaurar el orden constitucional y buscar una salida democrática. Solo luego vino el apoyo internacional. En el fondo, se trazó una línea política orientada a construir una coalición nacional por la democracia.

Sin embargo, muy pronto, ese objetivo fue sustituido por una estrategia de ambivalencia que se resume en “todas las opciones están sobre la mesa e incluso debajo de la mesa”, que subrepticiamente volvía a privilegiar lo internacional y la fuerza por encima de lo doméstico; lo cual le ha permitido a grupos avanzar con iniciativas que han sido muy problemáticas como la del puente Simón Bolívar o el 30 de abril o con la construcción de amenazas creíbles, como el TIAR, que han terminado siendo muy contraproducentes, o esta última exploración que hace quedar a grupos internos muy radicales, que parecieran operar incluso fuera del G4, explorando salidas insurreccionales financiadas quien sabe cómo.

Tampoco ha ayudado creerse en la práctica que se es un Gobierno cuando no tienes de facto control sobre el territorio. A mí me parece que la imagen de Guaidó saltando una verja para entrar a la Asamblea Nacional es mucho más poderosa como político que un Guaidó en flux con una bandera de Venezuela luciendo como un presidente que en la práctica no existe o caminando por alfombras rojas por todo el mundo.

La oposición al aceptar ser Gobierno se burocratizó, al ponerse a gastar se arriesgó a escándalos por corrupción, al no montarse sobre el tema humanitario se volcó sobre las sanciones, se olvidó de que estaba liderando una rebelión democrática y social, y se montó en una retórica también muy belicista (de más sanciones, narcoestado e incluso intervención) auspiciada por diversos factores nacionales e internacionales.

Lo que quiero decir es simple: la oposición debe volver a construir su estrategia sobre sus verdaderas fortalezas y no sobre unas debilidades en las que nunca va a poder superar al régimen.

Y esas fortalezas vienen dadas por la amplitud de una coalición política y social; por su capacidad de movilizar a la población para buscar una salida electoral; apuntalando la única institucionalidad democrática que queda en el país que es la Asamblea Nacional; conectándose socialmente con los problemas de la gente y las regiones; impulsando la legitimidad que tiene la demanda social de restaurar el orden constitucional y democrático y alineando a toda la comunidad internacional detrás de ese objetivo y no solamente fijando una política exterior perfectamente acorde con los intereses, muchas veces electorales, de Estados Unidos por más importante que ese apoyo pueda resultar”.

Hezbolá y la realidad venezolana, ambas existen, por Armando Martini Pietri
Marcha en Caracas del 2 de febrero de 2019, liderada por Juan Guaidó. Foto AlexCocoPro_(123) / Wikimedia Commons.

@ArmandoMartini  

La ciudadanía se edifica estableciendo pautas y normas para el bienestar social, calidad de vida, trabajo, oportunidades y democracia. La manipulación politiquera, el atropello, la persecución de quienes ostentan arbitrariamente el poder han hecho extraño e irreconocible un ideal de libertad. Razón de la huida de millones hacia otras latitudes. Motivo de urgencia es el salvamento de las instituciones democráticas y su independencia.

Corrupción inurbana, clientelismo abusivo, falta de capacidad, mediocre preparación, menoscabo de la meritocracia, ausencia de controles y la omisión repugnante de rendir cuentas han sido factores esenciales del colapso político socialista/comunista. De allí la importancia en la alineación para el cambio por venir.

Es de un modo general, al conjunto de lo que existe en oposición a lo que consideramos ficticio, ilusorio, aparente, o meramente posible.

En Alemania el terrorismo no tenía advertencia. La policía allanó casas de seguridad de Hezbolá en Berlín y otras ciudades, llevándose consigo baúles atiborrados de evidencia. Acción clave para los eventos subsiguientes. Se prohibió toda actividad en suelo alemán, dándole un duro golpe al grupo terrorista antisemita y antiisraelí.

La medida se produjo después de que la comunidad estadounidense/israelí señalara preocupada la gravedad y urgencia del tema. Siguieron meses de promoción pública y privada, diversos informes de investigación, múltiples artículos de opinión en medios audiovisuales, impresos y digitales.

¿Qué pasó después? Hace unos años la Unión Europea decidió etiquetar el «ala militar» de Hezbolá como organización y estructura terrorista, pero inventando imprecisiones en el ínterin, característica de la diplomacia; una especie de distinción imaginaria e infeliz entre las facciones terroristas y políticas del grupo, una diferenciación tan infortunada y estulta que fue rechazada incluso por el propio conjunto terrorista.

La Unión Europea debe olvidarse de anfibologías y unirse al ejemplo de los Países Bajos, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y otros. Dar por concluido el asunto, reconociendo a Hezbolá como lo que verdaderamente es: grupo terrorista en su totalidad. Sin desencuentros lingüísticos, diferencias gramaticales ni aventuras filológicas.

¿Cuántas personas inocentes necesitan ser asesinadas antes de que el resto de Europa y el mundo despierten y asuman la realidad?

Venezuela está en crisis política, social y económica. Con protestas y saqueos por hambre, falta de electricidad, gasolina, medicinas. Realmente existe y se está desarrollando, contiene en sí mismo su propia esencia y leyes, así como resultados de su acción e impulso. Aún la represión es capaz de responder y acallar la exigencia ciudadana. El régimen lo avistó y se preparó para detener la posible conmoción social. La presión se incrementa cada día, el descontento amenaza. ¡Cuidado con la furia de un pueblo paciente! 

Las reprobaciones degeneran en depredaciones, lo que perjudica a todos sin distingo. Es tan limitada, son tantas las carencias que el castrismo ya no puede alimentar, tratar enfermos, dar gasolina ni prestar servicios públicos confiables a los que han sido su principal base de apoyo. Y una inflación incontrolada y devoradora intensifica el descontento social, acrecentando episodios de violencia que nadie quiere ni desea.

El deterioro integral, la dolarización arbitraria, puede resultar fatal para el sistema clientelar del control social usado por el castrismo para asegurar la cohesión dentro de sus filas. Los patrimonios se agotan. Y algunos intuyen, albergando esperanzas, que pueda producirse el tan esperado quiebre. Sin embargo, el usurpador y socios cómplices han soportado la crisis mejor de lo que se esperaba, no reconocerlo sería bobería. No obstante, la ambición desmedida crea pugnas entre los socialistas comunistas. Aunque no lo demuestren. 

Venezuela sufre dificultad energética dentro de una crisis de salud e higiene, en medio de una hecatombe económica e inestabilidad política. Lo cual, sin duda, exacerbará el trance humanitario. Protestar, demandar, dar la cara es la única forma de sobrevivir cuando los derechos esenciales, básicos, no están garantizados. De nada sirve la represión cuando prevalece el hambre. El venezolano hoy lucha entre morir de inanición o fallecer por enfermedad.

La crisis se profundiza. Lo que hoy ocurre en el país es culpa y resultado de 20 años del socialismo chavista, devenido en miseria y ruina. El castrismo venezolano está en bancarrota. Restringido en extremo a nivel internacional para cualquier entendimiento político y económico. Su insolvencia democrática, falta de seriedad e insuficiencia de la palabra empeñada, son su carta de presentación y peores enemigos.

Esta incuestionable realidad se amontona y no está debidamente calibrada por lo actores internos, ni hablar de los externos. ¿Por qué asombrarnos? Son años ignorándola, se desconocen valores humanos, se desechan principios éticos y morales y se olvidan las buenas costumbres ciudadanas; no existe Estado de Derecho ni democrático, las libertades restringidas, conculcadas y, en el mejor de los casos, condicionadas, hace casi imposible ejercer derechos.

Venezuela está hambrienta no solo de alimentos, también de libertad y democracia. El aislamiento aun voluntario, es inviable. La pandemia sobrevenida no hace más que evidenciar la vulnerabilidad preexistente.

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Campaña de los demócratas estadounidenses tendrá en agenda la situación venezolana
El experto en campañas políticas, Moses Mercado, aseguró que de llegar el Partido Demócrata a la presidencia de EE.UU. promoverán un programa de protección para los migrantes venezolanos

En noviembre del 2020 se celebrarán elecciones presidenciales en Estados Unidos. El Partido Demócrata, que se enfrentará a Donald Trump, tiene en su agenda de campaña la crisis económica y la emergencia humanitaria que vive Venezuela, acentuada con la llegada de Nicolás Maduro al poder.

Durante una videoconferencia de prensa, realizada este 9 de diciembre, el vicepresidente de Operaciones Gubernamentales de la compañía de mercadeo Ogilvy, Moses Mercado, aseguró que todos los candidatos demócratas han hablado de Venezuela y de lo que debe hacerse para obtener el cambio político.

Hasta el momento, según recordó el experto en campañas políticas, al menos cuatro dirigentes demócratas irán por la silla de la Casa Blanca: Joe Biden, Elizabeth Warren, Bernie Sanders, y Pete Buttigieg.

De ganar la opción de los demócratas, la agenda que se manejará en el tema venezolano girará en torno a tres elementos: lograr elecciones libres y transparentes, continuar con las sanciones a funcionarios de Maduro y promover un programa de protección a los migrantes venezolanos, que les permita trabajar y residir en ese territorio de forma legal.

El pasado 26 de julio se aprobó en la Cámara de Representantes del Congreso un proyecto de ley para que la protección que ofrece el TPS alcanzara a los venezolanos. Aunque los demócratas votaron a favor de esta posibilidad, cuando el proyecto llegó al Senado fue negado.

Los vecinos se ocupan de sus cosas y la crisis venezolana pasa a un segundo plano en la región
Los cambios políticos y manifestaciones sociales han cambiado el foco de atención de los gobiernos del continente a sus problemas internos
Expertos indican que la Asamblea Nacional debe dejar de lado el discurso de ideologías y aclarar que la situación en Venezuela se trata de derechos humanos

@gchenriquez1

Así como en el año 2017 la empresa a cargo del sistema de voto electrónico empleado en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Smartmatic, denunció que en agosto de ese año el Consejo Nacional Electoral anunció resultados diferentes a los arrojados por el sistema de votación, el viernes 8 de noviembre ocurrió lo mismo en Bolivia. 

Pero las consecuencias fueron diferentes. 

La empresa contratada por el Tribunal Supremo Electoral boliviano, Ethical Hacking, determinó que la integridad de la base de datos fue violada y que mucha de la data que se encontró en la investigación sustenta que el proceso electoral estuvo viciado de nulidad. Asimismo, la auditoría realizada por la OEA determinó que las elecciones del pasado 20 de octubre no podían ser ratificadas debido a “graves irregularidades”. 

Tan solo dos días, después, el domingo 10 de noviembre, Evo Morales y el vicepresidente, Álvaro García Linera, renunciaron a sus cargos luego de que el  jefe del Ejército, Williams Kaliman, sugiriera -verbo que es usado en la Constitución de ese país- su dimisión. Junto a ellos, todas las autoridades que forman parte de la cadena de sucesión constitucional también renunciaron. 

Es por eso que Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado y política opositora, asumió el martes 12 de noviembre la presidencia interina de Bolivia, en una sesión parlamentaria con la ausencia de los representantes de la bancada mayoritaria, el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS). Después de acusaciones de haber consumado un golpe de Estado y de permitir la represión policial hacia los simpatizantes de Morales, Áñez va encaminada a definir una fecha de elecciones presidenciales. 

El de Áñez sería el segundo gobierno interino de la región, junto al de Juan Guaidó. Pero, al parecer, con consecuencias diferentes. 

Después de que a inicios de 2019 buena parte de los gobiernos del continente, a través principalmente del Grupo de Lima, cerró filas alrededor del interinato del presidente del parlamento, Juan Guaidó. Varios meses después, los vecinos comenzaron a ver su propio jardín arder.  ¿El timing venezolano ya pasó? 

Grupo de lima-limón 

En Brasilia, el 8 de noviembre se reunieron los 11 miembros del Grupo de Lima para ratificar su apoyo a Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional, tras no haberlo hecho desde el pasado 23 de septiembre. En el último encuentro se comprometieron a “adoptar otras medidas adicionales de presión – excluyendo el uso de la fuerza – sobre el régimen de Maduro, con sanciones específicas que permitan avances en la transición democrática, de acuerdo con los respectivos ordenamientos jurídicos nacionales”. El resultado de este encuentro, sintetizado en 23 puntos, reafirma la opinión expresada por el director asistente de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés), Geoff Ramsey. 

Ramsey no encuentra una solución a la vista que vaya a marcar la diferencia en la crisis venezolana.

“Yo creo que a nivel regional el Grupo de Lima probablemente va a seguir emitiendo una declaración cada mes o par de meses y va a seguir documentando el agravamiento de la crisis. Pero no veo a una región muy interesada en hacer más que eso. Quizás los países en la nueva reunión del TIAR podrían producir un anuncio en torno a las sanciones individuales, pero aún así yo no veo una solución saliendo de las sanciones”, apuntó.  

 

Luis Álvarez, internacionalista y magíster en Ciencia Política, indica que antes de la reunión del Grupo de Lima, el canciller de Perú habló de un relanzamiento del organismo, por lo que se evidencia que hubo una caída y quiebre en el dinamismo que tenía. 

Otro elemento que enrarece el contexto del funcionamiento del Grupo de Lima es la contradicción entre el apoyo de este grupo a la propuesta de Guaidó y las políticas migratorias de estos países hacia los venezolanos que ingresan a ellos. 

Álvarez considera que los países miembros deben facilitar aún más la estadía de los venezolanos. “No pedir el apostille o documentos registrados ya que eso se debe hacer en las oficinas y ministerios de un régimen que ellos no reconocen; y además, cómo los consigue una persona que se fue caminando del país. Por lo menos deben flexibilizar los requisitos en los trámites de visa como dicen que lo van a hacer”. 

Venezuela, la dueña de su propio futuro

Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay: todos estos países terminarán el año con panoramas muy distintos a como lo empezaron. Venezuela, en cambio, pareciera que finalizará 2019 en un largo purgatorio político, una burbuja económica dolarizada para beneficio de una minoría y la misma emergencia humanitaria aplastando a los sectores con menos recursos. 

En opinión de Álvarez los cambios en la región podrían afectar el trabajo por la recuperación democrática que la Asamblea Nacional viene haciendo. “Por una razón muy lógica: los países tienen que dejar de ver a Venezuela porque tienen que empezar a ver lo que ocurre hacia adentro”, explicó. 

 

Álvarez aseguró que el trabajo que queda por delante, en manos de la Asamblea Nacional, es tender los puentes necesarios con los distintos gobiernos, independientemente de su naturaleza, para dar a entender que en Venezuela no existe un problema ideológico sino de derechos humanos y de falta de libertad. “Es importante que en la política comunicacional de la Asamblea Nacional se deje claro que el drama regional empieza a aclararse si en Venezuela hay un cambio de gobierno bajo condiciones democráticas”, apuntó.   

 

 

Geoff Ramsey, de WOLA, opina que “a nivel simbólico probablemente la región va a seguir ejerciendo un papel significante pero no creo que vaya a hacer la diferencia. A nivel regional esto nunca iba a ser permanente. Cada país tiene sus preocupaciones internas y eso de cierta manera era inevitable: perder el interés en Venezuela después de un tiempo”. 

Apunta que la oposición debe volver a la estrategia de no politizar la lucha venezolana y de decir que no se trata de un conflicto de izquierda o de derecha, sino de la democracia contra el autoritarismo. 

“Recuerdo que en febrero-marzo hubo un intento de establecer lazos con sectores del chavismo democrático o con los moderados en esa coalición. Parece que esos esfuerzos han sido abandonados y yo creo que hay que volver a ese tipo de narrativa porque lo que hace es blindar el apoyo público para el movimiento opositor en el país”, explicó. 

La región, de norte a sur

En el norte, en opinión Álvarez, la administración de Donald Trump va a mantener una política de sanciones a individuos pero no irá más allá que eso. Explica que el tema venezolano le funciona para atender a un electorado del sur de la Florida y a los republicanos críticos de las políticas demócratas. No obstante, le interesa mantener a su electorado de la zona norte del país. “¿Si está retirando tropas de Siria, por qué se va a meter más en Venezuela? Una acción directa no la veo y espero que tampoco ocurra, por las consecuencias que eso implica”, indicó. 

De hecho, voceros como John Bolton, Marco Rubio y el propio Trump cada vez se refieren menos en sus redes sociales a Venezuela y cada vez se ocupan más de sus asuntos internos. Es ahora Elliott Abrams, representante especial para Venezuela, quien se refiere a al país públicamente; y el pasado miércoles 29 de noviembre aseguró que Estados Unidos mantendrá la misma política hacia la nación sudamericana. 

Ramsey asevera que Estados Unidos ya “ha usado la opción nuclear”, que son las sanciones petroleras. Estas no han generado un cambio notable dentro de la coalición gobernante en Venezuela, por lo que no avizora qué más podría hacer la comunidad internacional por el país. 

 

“Yo creo que estamos al máximo de la presión internacional y hay que volver a insistir en presión interna y en apoyar a factores políticos que están dentro de Venezuela intentando abogar por una solución política”, añadió.  

 

Las sanciones impuestas por Estados Unidos el pasado martes 26 de noviembre a la Corporación Panamericana de Cuba, empresa utilizada por la estatal Cubametales para comercializar petróleo venezolano y así ayudar al país a evadir las sanciones, refuerza la ruta de acciones a distancia que ha elegido EE.UU., país cuyos voceros además han amenazado con imponer aún más sanciones. 

En México Andrés Manuel López Obrador no se retrata abiertamente con el gobierno de Nicolás Maduro, lo que indica que si bien no tiene la posición cerrada que tenía el gobierno anterior, igual mantiene críticas y preocupación con lo que ocurre en Venezuela. No obstante, con el recibimiento del expresidente de Bolivia, Evo Morales, en calidad de asilado político el pasado 12 de noviembre, se deja en evidencia que las inclinaciones de López Obrador siguen orientadas a apoyar a mandatarios de izquierda. 

A juicio de Álvarez, los resultados de las elecciones regionales en Colombia -en los que los candidatos afines al presidente Iván Duque no fueron favorecidos- señalan que la Asamblea Nacional venezolana debería mantener una relación con los partidos políticos de ese país desde el punto de vista institucional y los distintos partidos venezolanos deberían acercarse a los que pudiesen tener afinidad con ellos.

“Los partidos de la Asamblea deberían buscar referentes o interlocutores para seguir presionando y que cada vez más Maduro y su entorno pierdan el poco respaldo que les queda. Porque el respaldo que en verdad le queda a Maduro en Colombia es el respaldo nominal del partido político de las FARC, porque el apoyo del partido armado es mucho más claro”, detalló. 

 

El director asistente de WOLA considera que a pesar de los cambios electorales en Colombia y en Sudamérica no ve que ningún gobierno en la región tenga un interés real en tomar medidas drásticas como sería una intervención militar. 

 

“Es decir, realmente ni Colombia ni Estados Unidos estaban hablando de una intervención militar en Venezuela porque saben que la crisis migratoria y la crisis de refugiados aumentaría y que no habría una garantía de una salida estable ni democrática”, explicó Ramsey. 

Asimismo, desde el paro nacional en Colombia del pasado jueves 21 de noviembre, persisten las protestas pacíficas en contra de que el presidente Duque ejecute una reforma laboral y de las pensiones. Mientras tanto, 59 venezolanos fueron deportados por Migración Colombia por estar supuestamente vinculados a hechos vandálicos durante las manifestaciones.

Carmen Beatriz Fernández, especialista en marketing político, expone en un hilo en la red social Twitter algunas de las razones por las que las protestas surgen globalmente, por diversas razones, pero, también con ciertas similitudes. 

 

En Brasil las prioridades para el mandatario Jair Bolsonaro también se podrían ver afectadas luego de que al ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva​ se le otorgara libertad por el caso Lava Jato el pasado viernes 8 de noviembre, mientras espera por el veredicto final de la Corte Suprema de Brasil. La decisión fue tomada por el juez Danilo Pereira Júnior, del juzgado penal federal 12 de Curitiba, quien aceptó el pedido de la defensa de da Silva y lo autorizó a dejar la prisión.

En agosto de 2018, antes de las elecciones presidenciales en el vecino país, las encuestadoras Datafolha e Ibope daban un 39% y 37% de intención de voto a Lula; mientras que Bolsonaro solo contaba con un 18%, según lo publicado por ambas compañías. 

Más abajo en el continente, en Argentina, aún no se descifra la posición que tendrá Alberto Fernández con respecto a Venezuela, pero su futuro canciller, Felipe Sola, ya ha anunciado que el país no se saldrá del Grupo de Lima. 

Sin embargo, Álvarez señaló que el presidente electo no tendrá una postura tan clara en apoyo a Guaidó como la que ha tenido Mauricio Macri, más bien pasará a tener una posición más inclinada a que se de un diálogo en el que participe la Unión Europea. Una posición como la que ha venido esgrimiendo México. 

En Chile, a más de un mes de iniciadas las protestas por las medidas económicas tomadas por Sebastián Piñera, el mandatario reconoció que ha habido casos de abusos y excesos policiales durante las protestas en Chile y abrió a la posibilidad a que se realice una reforma en la Constitución, vigente desde la dictadura de Pinochet. 

Finalmente, en Uruguay se llevaron a cabo las elecciones presidenciales el domingo 24 de noviembre en las que resultó electo, con tan solo 28.666 votos de ventaja, Luis Lacalle Pou (Centro-derecha). Pero por ser tan estrecha la diferencia con respecto a su contrincante, Daniel Martínez (centro-izquierda), la Corte Electoral de Uruguay debió escrutar nuevamente los votos para poder declarar a un ganador y finalmente el jueves 28 de noviembre fue reafirmada la victoria del centro derechista. 

Con Lacalle como ganador Guaidó tiene un aliado más en la región, tal y como quedó demostrado en el intercambio de mensajes en Twitter. Pero, lo importante, es que unos aliados se van y otros se suman mientras los venezolanos no asumen el propio timonel de su destino.

Eurodiputado Leopoldo López Gil reclama más apoyo europeo ante la crisis venezolana
Recordó que un 20% de la población venezolana ha emigrado a otros países, principalmente Colombia

El eurodiputado del Partido Popular Leopoldo López Gil demandó este lunes 28 de octubre que la Unión Europea (UE) y la comunidad internacional dediquen más esfuerzos para la protección de las libertades individuales en Venezuela y ayuden a paliar la crisis económica que sufre el país.

El eurodiputado recordó que un 20% de la población venezolana ha emigrado a otros países, principalmente Colombia, «porque en su propio país no tienen ni alimento, ni medicinas, ni seguridad, ni, lo más importante, futuro».

López Gil, que asistió a la conferencia internacional de solidaridad sobre la crisis de refugiados y migrantes venezolanos que se celebra hoy en Bruselas, consideró que «no se puede permitir que existan gobiernos como el de Venezuela, Cuba o China» que, a su juicio, «no respetan la palabra libertad».

La conferencia, que está organizada por la UE, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), no pretende ser un evento de donantes, sino una llamada de atención a la comunidad internacional sobre la situación en la que se encuentran los migrantes venezolanos y los países que los acogen.

El activista y padre del opositor venezolano Leopoldo López remarcó que el país latinoamericano sufre una crisis «verdaderamente incomprensible» tras alegar que la producción de petróleo, el principal motor económico de Venezuela, se ha reducido de casi 3,7 millones de barriles diarios previos a la llegada del expresidente Hugo Chávez a apenas 700.000.

Por otra parte, el eurodiputado hizo hincapié en que tanto España como la Unión Europea están aportando recursos para paliar la crisis y confió en que las instituciones comunitarias incrementen la ayuda en el momento que comience la nueva legislatura.

López Gil finalizó subrayando que se está trabajando con España y particularmente con el Partido Popular para emplear a refugiados médicos venezolanos en hospitales y centros sanitarios de zonas del interior de España que sufren el despoblamiento.

Causas políticas de la crisis venezolana fueron explicadas en Medellín

El pasado 17 de octubre tuvo lugar en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín el panel “Venezuela: derechos humanos y cooptación del Estado”, organizado por el Grupo de Investigación en Estudios Políticos de esa casa de estudios y el Grupo de Investigación Saber, Poder y Derecho de la Universidad de Antioquia. La actividad tuvo como objetivo visibilizar las causas políticas de la emergencia humanitaria compleja que vive Venezuela y que ha generado la mayor migración forzada de personas en la región.

Mayda Hočevar, directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODH-ULA), y Víctor Mijares, internacionalista venezolano y docente de la Universidad de los Andes de Bogotá, fueron los dos panelistas del encuentro que se desarrolló durante la mañana en el auditorio Guillermo Jaramillo Barrientos de la Universidad Pontificia Bolivariana y contó con la asistencia de profesores, investigadores y estudiantes de Derecho y Ciencias Políticas.

El fin de esta actividad fue profundizar en las causas políticas de la crisis venezolana y su consecuente incidencia en Colombia y los demás países de la región. A juicio de los panelistas, estas causas permiten aumentar la comprensión política y jurídica sobre el origen de un sistema basado en dos pilares fundamentales: la destrucción de la institucionalidad democrática y la consolidación de redes de corrupción a través de la cooptación del Estado.

Destrucción de la institucionalidad democrática

Hočevar basó su presentación en mostrar las formas y los mecanismos a través de los cuales se ha destruido la institucionalidad democrática en Venezuela, que datan desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999. Específicamente, explicó a los presentes el sistema de Misiones creado por el oficialismo para arrebatar las funciones de las instituciones democráticas, así como la creación e imposición de organismos paralelos al servicio del partido de gobierno.

Como directora del ODH-ULA, Hočevar también dedicó parte de su presentación a explicar la situación actual de la libertad académica en el país, reseñando la creación y el funcionamiento del sistema paralelo universitario que desde el año 2003, a través de la Misión Sucre, impulsa el gobierno como política de Estado para disminuir y socavar la autonomía universitaria.

Cooptación para crear y consolidar redes de corrupción

Víctor Mijares, por su parte, explicó cómo funciona la cooptación en el Estado venezolano a través de la creación y el manejo de redes de corrupción que operan desde el seno del gobierno y cuyo alcance es transnacional. De acuerdo con Valenzuela y Yévenes (2015), la cooptación política es “una práctica que se origina desde las élites dirigentes de una nación, que buscan mantener el status quo o establishment de los regímenes imperantes a cambio de la entrega de beneficios, ya sea económicos o sociales”.

En este sentido, Mijares explicó el funcionamiento de las redes de corrupción creadas por el Estado venezolano en las que participan dirigentes políticos, militares y agentes del crimen organizado, así como otros gobiernos. Mijares ha orientado su línea de investigación más reciente específicamente hacia las relaciones de este tipo que hay entre Rusia y Venezuela. Actualmente lleva adelante el proyecto de investigación “Petroestados en la Política Mundial: Estrategias de Política Exterior y Seguridad”.

Aruba mantendrá cerrada su frontera con Venezuela por un mes

NO PASARON 24 HORAS DEL DISCURSO de Tareck El Aissami, en el que aseguró que Nicolás Maduro ordenó abrir las fronteras venezolanas con Brasil y Aruba, cuando el gobierno de la isla caribeña reveló en un comunicado que mantendrán cerrada su frontera con Venezuela debido a la crisis del país.

A través de la misiva, el gobierno de la isla explicó que otra de las causas de la medida es el incremento de migrantes y al “desorden público” que esta situación ocasiona.

“En vista de la situación de crisis sin precedentes que vive Venezuela se ha incrementado la migración que ha producido efectos de orden público y seguridad en la isla”, precisa el comunicado.

Más información en La Patilla.