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Corralito

El País: Venezuela se instala en un corralito

 

El plan económico diseñado por Nicolás Maduro no se ha convertido solo en un déjà vu de los momentos más complejos de la crisis venezolana sino que ha instalado al país en un corralito de facto. La circulación de los nuevos billetes no fluye a la velocidad a la que lo hace la hiperinflación. Las entidades bancarias privadas y públicas limitan el acceso al efectivo y después de horas de cola esta semana los ciudadanos solo lograban retirar de los cajeros puñados de bolívares soberanos, en algunos casos apenas 10 (de 0,16 dólares).

A la dramática pérdida de poder adquisitivo acumulada en los últimos meses se suma ahora el control  de la cantidad de dinero de la que pueden disponer los venezolanos. Las limitaciones son mucho mayores que las restricciones impuestas en Argentina en medio del corralito, entre diciembre de 2001 y diciembre de 2002, cuando se podían retirar 250 dólares a la semana. El régimen de Maduro quiere obligar, además, a los clientes de la banca privada y pública a notificar sus viajes al extranjero. De no hacerlo, sufrirán un bloqueo “preventivo” de todas las operaciones realizadas desde el exterior del país. El cierre de comercios, los anaqueles vacíos y más dificultades para moverse y hacer cualquier transacción completan la rutina diaria de los venezolanos.

 

Estantes vacíos

Mientras tanto, una visita a un supermercado en el este de Caracas pinta los resultados de las decisiones adoptadas en las últimas semanas. El miércoles, Maribel Della Chiesa iba por un yogur y unos plátanos y se fue con las manos vacías. Había más estantes vacíos que los que tenían productos, una estampa que ya han visto los venezolanos en los momentos más críticos del desabastecimiento.

 

Control de cuentas

La Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (SUDEBAN) pidió a la banca privada y pública informar a sus clientes que deberán notificar viajes al extranjero para acceder a sus cuentas bancarias en bolívares. De no notificar el país de destino y el tiempo de estadía, los propietarios de las cuentas sufrirán un bloqueo “preventivo” y no podrán hacer transferencias de su dinero por Internet ni otras operaciones desde una dirección IP en el extranjero. La banca está obligada a revisar y notificar al gobierno las conexiones de sus clientes fuera del país.

 

*Vea el reportaje completo en El País

¿Hay un corralito en Venezuela?, por Henkel García Uzcátegui

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Muchas personas tienen dificultades para retirar efectivo en Venezuela. Los bancos fijan límites máximos de cobro de cheques por taquilla, así como existe un tope diario en los cajeros automáticos, para aquellos que tienen efectivo, claro está.

No son pocas la personas que se preguntan en voz alta (redes sociales) si hay un corralito en Venezuela, supongo que hacen un paralelismo con el caso argentino de comienzos de siglo.

Pero no, los mencionados límites no son los propios de un corralito, ya que, a pesar de tener un máximo diario para el efectivo, se pueden transferir montos importantes en línea. Las medidas se limitan al efectivo.

Los que leen deben recordar lo sucedido en diciembre. En una crisis de billetes algo más aguda que la que vivimos, el gobierno decidió invalidar el de Bs.100 generando caos en varias ciudades. Sobre eso escribí meses atrás. Y sí, lo que vivimos hoy guarda relación con lo vivido a finales de 2016.

Voy a compartir una serie de gráficas que muestran el incremento de dos variables claves: Monedas y billetes en circulación (manos del público + efectivo en bancos) y liquidez monetaria. Ambas fueron llevadas a índices, y parten de un mismo momento. La idea es analizar la variación acumulada desde distintos puntos de partida.

Acá la variación desde comienzos de 2015. Es decir, muestra el incremento de monedas y billetes, y liquidez monetaria de 2 años y 7 meses.

liquidezmonetaria

02/01/2015 = 100

Un punto clave para recordar. No todo el sistema monetario se maneja en efectivo, de hecho, la mayor parte, entre 80% y 90% se encuentra en forma electrónica. Dicho esto, es claro que estas dos variables deben comportarse de manera muy parecida para no generar problemas en el sistema de efectivo. En Venezuela esto no es así. La liquidez monetaria crece mucho más rápido que el efectivo en circulación. A finales de 2016 hubo un rezago importante, por ello se gestó la crisis previa al “billetazo”. A comienzos de año se nota el esfuerzo por corregir la brecha, pero hoy vuelve a ocurrir un rezago considerable con los mismos síntomas.

De hecho, en toda la primera mitad del año el crecimiento de monedas y billetes superó al de la liquidez, condición necesaria para cerrar la brecha o descalce mencionado, pero en las últimas semanas la aceleración de la liquidez y la incapacidad del BCV-Gobierno para seguirle el paso, ha llevado a que ambas variables crezcan a un ritmo ya casi idéntico, lo que por supuesto imposibilita cerrar la distorsión con la que se comenzó el año.

Liquidezmonetaria2

30/12/2016 = 100

Acá la gráfica de los últimos dos meses, en la que se evidencia como la liquidez monetaria se acelera, mientras monedas y billetes no puede llevarle el ritmo.

LiquidezMonetaria3

26/05/2017 = 100

El gobierno tomó de manera muy tardía la decisión de ampliar el cono monetario y ordenar su fabricación. 7 meses después abundan las noticias de aviones repletos de billetes, pero la realidad es que su contenido no ha podido seguirle el ritmo a la aceleración monetaria actual. La relación pareciera ser sencilla. Mayor masa monetaria implica mayores depósitos y eleva la potencial demanda de efectivo, y lo que espera la gente es que pueda ir al banco a retirarlo.

Quedan muchas interrogantes:

¿El BCV-Gobierno está al tanto de la situación?

¿Cuántos nuevos vuelos con billetes están en camino?

¿Seguirá la aceleración de la masa monetaria?

El tiempo, como siempre, las contestará.

Por último, creo sensato aclarar que estos problemas no tienen nada que ver con la salud del sistema bancario, o que los bancos se quieran quedar con nuestro dinero. El BCV es el organismo responsable de proveer el efectivo que requiere el sistema, nadie más.

@HenkelGarcia

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Paola Martinez Dic 19, 2016 | Actualizado hace 7 años
¿Existe en Venezuela un corralito?

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El retiro de la circulación del billete de 100 bolívares por orden del presidente Nicolás Maduro, que representa más de la mitad del papel moneda circulante, sin esperar a la integración de los nuevos billetes con más altas denominaciones, desencadenó esta última semana una serie de protestas, disturbios y saqueos en distintos estados del país. Muchos venezolanos han comenzado a relacionar la situación con un corralito como el que vivió Argentina hace 15 años.

Argentina tuvo uno de sus peores episodios económicos en diciembre de 2001 cuando el radical presidente Fernando de la Rúa decidió congelar los depósitos bancarios que sumaban 66 mil millones de dólares y paralizar 18 millones de cuentas. Días después, las protestas sociales y los saqueos producidos por la falta de efectivo y la crisis económica, en el marco de lo que históricamente se conoce como El Cacerolazo acabaron con el gobierno de la Rúa el 20 de diciembre.

Desde entonces, a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros se le conoce como corralito, aplicado por el gobierno argentino en el 2001 para evitar así una salida masiva de fondos.

La medida estableció que los argentinos podían retirar no más de 250 pesos semanales -equivalentes a 250 dólares- y el resto del dinero que tuvieran en el banco podían moverlo con cheques o tarjeta de débito, momento en que muchos comercios no contaban con puntos de venta.

El movimiento económico del país fue asfixiado por la brusca restricción de la liquidez monetaria y produjo una paralización en el comercio, especialmente el informal que practicaba una porción significativa de la población de más del 40 %.

La reacción hacia el corralito fue negativa por parte de todas las clases sociales. No tardó en ocurrir un estallido social en todo el territorio que duró gran parte de diciembre de aquel año. Miles de personas participaron en saqueos a comercios en el interior de Argentina durante siete días. Los disturbios alcanzaron su pico el 19 de diciembre, hace exactamente 15 años, cuando el presidente suspendió las garantías constitucionales al declarar estado de sitio. Al día siguiente, Fernando de La Rúa tuvo que renunciar a la presidencia.

Un artículo de 2011 de El País en conmemoración a los diez año del corralito argentino dice:

“La falta de dinero que provocó el corralito dio lugar al trueque. La clase media comenzó los cacerolazos. El mayor sonó la tarde del 19 de diciembre en medio de saqueos. De la Rúa declaró el estado de sitio. La población lo desafió y salió a las calles. Después de una represión policial que en dos días dejó 39 muertos, el presidente huyó en helicóptero de la Casa Rosada rodeado de manifestantes. «¡Que se vayan todos!», gritaban. Algunos se organizaban en asambleas barriales. Otros agredían a todo político conocido”.

A pesar de que el término “corralito” es argentino, acuñado por el periodista Antonio Laje, el concepto es universal y lo han vivido Ecuador, Brasil, Uruguay y más recientemente, Chipre y Grecia.

Los países que lo han implantado comparten similares características. Los corralitos suelen estar asociados a fuertes crisis -tanto económicas como políticas y sociales- acompañadas de enormes cantidades de deuda y recesiones económicas inescapables. También suelen derivar en masivas pérdidas de dinero y devaluaciones de las monedas.

 

 

 

No es un corralito, pero igual estamos encerrados

Cajeros

 

¿Es o no un corralito? A juicio de algunos analistas, la supuesta medida de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de restringir a 10 mil bolívares la entrega diaria de efectivo en taquillas y cajeros automáticos no se trata de un enjaulamiento financiero.

Según un articulo publicado en el diario El Nacional, la modalidad entrará en vigencia a partir del 1 de diciembre.

La que efectivamente si comenzará a operar a partir del próximo mes es la que autoriza el aumento de retiros diarios en cajeros automáticos de otros bancos hasta 10 mil bolívares. Suma que estaba estacionada en unos pírricos 600 bolívares.

Aunque no hay una posición oficial de Sudeban y mucho menos del Banco Central de Venezuela, la eventual iniciativa de limitar a 10 mil bolívares el consumo per capita causó revuelo este jueves.

Para el economista, Jesús Casique, es una pésima decisión. “Esto de ser así va a crear un impacto adverso y generará un gran descontento en la población”.

“No es estrictamente un corralito porque no hay intervención de bancos, pero ya en Venezuela tenemos un corralito cambiario desde hace más de una década”, dijo el director de Capital Market Finance.

“Esto es diferente a un corralito porque no se está limitando a las personas a usar sus divisas, la mayoría del dinero que transita en el país es electrónico”, salió al paso la economista Anabela Abadi.

En tanto, el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León escribió en su cuenta de twitter que la restricción de efectivo no tiene nada que ver con un corralito. Responde a una limitación operativa por billetes que perdieron su valor.

 

Abadi expone que dinero hay, lo que no existe es suficiente cantidad de billetes de 100 para soportar la economía venezolana.

“No es que la banca tenga problemas de liquidez, es que la inflación ha destruido la moneda venezolana”, reflexionó Casique.

Para Abadi, analista de entorno y gestión pública, hay un problema técnico de cómo distribuir los billetes de 100. Este inconveniente, crea una especie de cuello de botella que perjudica a toda la cadena financiera en el país.

Casique expresó que la escasez de billetes hace que cada cuatro o cinco horas los bancos tengan que recibir remesas. “Por otro lado el deterioro de los cajeros automáticos ha aumentado las colas en estos y no hay dólares para comprar repuestos cuando los puntos de venta electrónicos se dañan”.

A juicio de Casique no toda Venezuela está bancarizada, existen pueblos y caseríos donde la gente no sabe lo que es una libreta de ahorro y mucho menos tarjetas de débito y crédito. Y es que aunque en Venezuela, las monedas y billetes representan apenas el 8,1 % de la liquidez monetaria, su ausencia causa un impacto negativo en la finanzas.

“En la economía, se dice que el efectivo es el rey”, sentenció Casique. “Muchas transacciones dependen del efectivo como ferias de verduras, de juguetes en esta etapa navideña, entre otras”, mencionó Abadi.

La profesional en materia económica infirió la posibilidad de que el gobierno esté fomentando el empleo de dinero electrónico, incluso el uso de cheques, cuando ya es un instrumento que está casi descontinuado en el mundo entero.

“Esto podría darse si tuviéramos un sistema bancario en buen estado, pero hoy en día hay problemas de línea, puntos de venta deteriorados que no pueden ser reparados y comercios que no tienen ese tipo de mecanismos”.

La poca afluencia de papel moneda podría perjudicar en su mayoría al sector informal. Uno de los usuarios más frecuentes del billete con la cara del Libertador.

“Esto también tiene un componente político, el gobierno imprime dinero de manera irresponsable”, comentó Abadi. Pero parece que la máquina de generar dinero inorgánico o sin respaldo ya no le está funcionando a la revolución, es insuficiente y eso ha ocasionado que los billetes de denominación inferior a 100 se vean poco en la calle o sean portados con desdén por los venezolanos.

Ahí viene el lobo

Desde hace meses corre el rumor de que antes de culminar el año el Banco Central de Venezuela emitirá nuevos billetes de una mayor denominación, pero hasta ahora solo son especulaciones, nada oficial, la política más empleada en la esquina de Carmelitas.

El mismo economista apuntó que en mayo había acudido a la sede de la Asamblea Nacional junto con otros técnicos con la propuesta de la introducción de billetes de 500, 1.000, 2.000 y 5.000 y dejar al de 100 como el de menor denominación.

“Mencionar ahora la posibilidad de ver unos de 10 mil y 20 mil quiere decir que ha habido un proceso inflacionario desde ese entonces para acá”, mencionó el profesional.

Casique expresó que cuando se hizo la reconversión monetaria en 2008, el gobierno explicó los supuestos beneficios de la operación con seis meses de antelación. Ahora es posible que emitan un comunicado para dar a conocer la decisión que habría sido torpedeada por el propio presidente Nicolás Maduro en repetidas oportunidades por considerarla muestra del fracaso de su política económica.

“El BCV se ha manejado con oscurantismo, confusión y opacidad”, alertó Casique.

Mientras los jerarcas del BCV analizan si emiten nuevos billetes o no, el venezolano de a pie enfrentará una inflación estimada de 550 % para el cierre de 2016 y de paso con la cartera más vacía de lo usual.

 

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Luis Salas: “Estamos dispuestos a revisar el tema cambiario

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“Estamos dispuestos a revisar, incluso el tema cambiario”, dijo el vicepresidente de Economía, Luis Salas Rodríguez a El Mundo Economía y Negocios a propósito de la defensa que el Gobierno hace del Decreto de Emergencia Económica ante la Asamblea Nacional y del diálogo emprendido en el Consejo Nacional de Economía Productiva.

Para Salas la mesa está servida, y solo hay que ponerse de acuerdo como sociedad para concretar soluciones a los problemas que atraviesa el país.

Dice que una señal clara de que están dispuestos a dialogar es la conformación del Consejo Nacional para la Economía Productiva. “Nadie puede decir que la mayoría de quienes están allí son ideológicamente afines”, precisó.

Para él, las posturas en el seno de ese Consejo van desde “el que plantea una unificación cambiaria al que quiere una megadevaluación. Están los que dicen que hay que nacionalizar la banca o las importaciones, entre muchas otras cosas más”, detalló el alto funcionario.

 

El mito del corralito

-Hay mucho ruido sobre un eventual corralito financiero a raíz del artículo 4 del Decreto de Emergencia Económica. ¿Se trata de ese mecanismo?

Fíjate, nosotros estamos enfrentados a dos procesos especulativos paralelos. Uno tiene que ver con la especulación de precios, y el otro con una especulación de orden ideológico-mediático muy grande. Eso de hacer comparaciones con el corralito, eso no está planteado. Si fuésemos a aplicar un corralito lo dijéramos.

 

José Guerra: Decreto de Emergencia Económica no está en condiciones de ser aprobado

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El diputado José Guerra, presidente de comisión especial del parlamento que evalúa el Decreto de Emergencia Económica, anunció que esa instancia parlamentaria no aprobó el texto presentado por el Ejecutivo Nacional. «El Decreto no puede ser aprobado», dijo.

Guerra explicó en el programa Primera Página de Globovisión que la comisión escuchó distintas voces y recibió la opinión de 5 expertos y se llegó a la conclusión de que no se puede aprobar el Decreto en las actuales circunstancias, pues ya el Gobierno dispone de facultades para hacer frente a la emergencia. «No existen las condiciones para aprobar el decreto propuesto porque hay un conjunto de leyes que facultan al presidente para que haga lo que quiere con el decreto».

Por otra parte, aseveró que el Gobierno quiere que la Asamblea Nacional renuncie al control de los gastos y que en el artículo 4 del Decreto se impone una suerte de «corralito» para los retiros en bolívares.

“Hay dos aspectos que no se le pueden dar a un presidente porque amputaría a la AN, el decreto quiere que la asamblea renuncie a controlar el gasto público y que le de un cheque en blanco al presidente… esto jamás se lo vamos a aprobar a este gobierno ni otro que venga”, dijo para una entrevista en Globovisón.

 «Una vez que la AN niegue o apruebe el decreto, no se podrá movilizar un céntimo del presupuesto nacional sin la aprobación del Parlamento, y el funcionario que se atreva a mover un centavo del presupuesto estará sujeto a investigación».

El diputado Guerra aseguró, además, que la no comparecencia de los ministros de la economía el pasado jueves ante el parlamento es un claro desacato y adelantó que la AN ejercerá acciones legales y que las consultorías jurídicas del BCV y Pdvsa se deben preparar.

«Pareciera que el Psuv no quería que el pueblo se enterara de algunos factores del manejo del presupuesto nacional», dijo.

Lo que puede hacer el Gobierno con el decreto de emergencia económica

EL EJECUTIVO NACIONAL PROMULGÓ el decreto “mediante el cual se declara el Estado de emergencia económica en todo el territorio nacional”. Se trata del decreto presidencial 2.184, contenido en la Gaceta Oficial Extraordinaria 6.214, que circuló el pasado viernes.

Durante la presentación de la Memoria y Cuenta 2015, Nicolás Maduro argumentó que el “espíritu” de esa declaratoria es “impulsar un gran movimiento nacional de protección del pueblo” y que es una respuesta para combatir la denominada “guerra económica”.

Uno de los “considerando” del decreto también se refiere a eso: “en el marco de la guerra económica iniciada contra el pueblo venezolano se establecieron mecanismos de coordinación entre factores internos y externos en detrimento de las actividades económicas”. Se habla también de «acciones tendientes a desestabilizar la economía del país» realizadas por «sectores nacionales e internacionales».

¿Qué puede hacer el Gobierno con el decreto?

De acuerdo al artículo 2 del decreto, el Ejecutivo nacional podrá “dictar las medidas que considere conveniente” en diversas áreas como la presupuestaria, tributaria, contrataciones públicas, agilización de trámites para la importación y nacionalización de mercancías, “desaplicar normas legales” que entorpezcan, “dispensar de los trámites cambiarios” a órganos del sector público y del sector privado, y “adoptar las medidas necesarias para estimular la inversión extranjera”, entre otras.

Juan Domingo Alfonzo, abogado especialista en derecho administrativo, explica que un “decreto de emergencia” es una “facultad y herramienta que prevé la Constitución”, pero alerta que el decreto presentado por el Ejecutivo nacional “puede conducir a excesos”.

¿Atenta contra derechos económicos?

Sí. Alfonzo asegura que la aprobación del decreto puede conducir a “dictar medidas como la toma de bienes de empresas”, por lo cual “restringe derechos económicos”. El criterio del abogado se basa en que de acuerdo al numeral 9 del artículo 2, una de las facultades del Ejecutivo nacional es que “podrá requerir a las personas naturales, jurídicas, propietarias o poseedoras, los medios de transporte, canales de distribución, centros de acopio, bienes muebles y mercancías, entre otros, que resulten necesarios para garantizar el abastecimiento oportuno de alimentos de todos los venezolanos así como también a otros bienes de primera necesidad”.

El abogado Juan Manuel Rafalli coincide y señala que como el decreto implica un «estado de excepción económica», derechos constitucionales como el de la libertad económica y la propiedad «menguan». «Al ser un estado de excepción es una aplicación excepcional de los derechos constitucionales», sostiene.

Ocupar empresas, disponer de las instalaciones para los fines que las autoridades consideren oportuno, confiscar bienes e intervenir aún más en las actividades de distribución de las compañías son medidas posibles bajo esa disposición y temidas por los empresarios.

¿Qué otras restricciones pueden imponerse?

El artículo 4 del decreto establece que “los ministerios del poder popular con competencia económica y de finanzas podrán efectuar las coordinaciones necesarias con el Banco Central de Venezuela a los fines de establecer límites máximos de ingresos y egresos de la moneda venezolana de curso legal en efectivo, así como restricciones a determinadas operaciones, transacciones comerciales o financieras; restringir dichas operaciones al uso de medios electrónicos debidamente autorizados en el país para la protección de la moneda nacional”.

Alfonzo asegura que “la primera parte” de ese artículo 4 es “preocupante” y “pudiera inducir” a medidas para restringir el flujo y la circulación de dinero en efectivo o lo que se conoce como un “corralito financiero». Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica, también ve la posibilidad de que con una eventual aprobación del decreto se aplique un “corralito” en función de lo que establece el artículo 4.

“Desde un corralito hasta cosas más puntuales para frenar la liquidez (…) Con limitaciones a la liquidez pueden limitar que la gente se endeude para comprar dólares en el paralelo, por ejemplo”, indicó Oliveros.

Restringir ciertas operaciones en bolívares, en las cuentas en dólares abiertas en los bancos nacionales, establecer límites a los retiros de efectivo en determinadas zonas del país, como la zona fronteriza, y limitar la circulación de dinero efectivo son medidas que podrían tomarse.

¿Permite tomar medidas en áreas distintas a la económica?

Sí. El artículo 3 del decreto establece que el «presidente de la República podrá dictar otras medidas de orden social, económico o político que estime convenientes a las circunstancias» y con la «finalidad de resolver la situación extraordinaria y excepcional que constituye el objeto de este decreto e impedir la extensión de sus efectos».

Rafalli apunta que por ser una «excepción» el decreto debe ser «restrictivo» y los enunciados debe ser presentados de «forma específica» y no de manera tan amplia.

¿Cuánto puede durar la «emergencia económica»?

El artículo 9 indica que “tendrá una duración de 60 días contados a partir de su publicación en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, prorrogables por 60 días más de conformidad con el procedimiento constitucionalmente establecido”. En su mensaje en la Asamblea Nacional, Maduro estimó que la gravedad de la situación económica «va a ocupar todo el año 2016 con planes extraordinarios».

¿Qué sigue tras la publicación del decreto?

El abogado Juan Domingo Alfonzo explica que la Asamblea Nacional (AN) tiene la potestad de aprobar o desaprobar el decreto presentado por el presidente de la República, ya que corresponde a ese poder el “control político y económico” del decreto. En caso de que el parlamento desapruebe el decreto “se declara extinguida la instancia” y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) “debería omitir el pronunciamiento” sobre la constitucionalidad del decreto, agrega Alfonzo.

¿Y si la Asamblea Nacional aprueba el decreto?

El presidente de la República estaría facultado para dictar los decretos leyes que estime pertinente. “Las normas dependerán de los decretos leyes que se dicten, habría que esperar los decretos leyes para ver la naturaleza de las medidas”, señala Alfonzo. Agrega que en cada una de esas leyes el TSJ deberá determinar si son constitucionales o no, y que en un período de dos meses, prorrogable por otros dos meses, el presidente de la República concentraría la facultad para legislar en materia económica, “lo cual llama la atención porque la AN apenas se está instalando”.

Sobre este punto Juan Manuel Rafalli indica que el «decreto no es una Ley Habilitante» y que en caso de aprobarse el presidente de la República «debe dictar medidas, no leyes», pero tal y como está redactado «pareciera que va a competir con la AN» en materia de legislación económica.

¿El decreto de emergencia económica sirve para resolver la crisis?

Para el economista Asdrúbal Oliveros, el decreto no es la salida a la crisis económica que atraviesa el país porque insiste en el diagnóstico de la “guerra económica” sin reconocer los fallos del modelo. “Mientras no reconozcan que el modelo fracasó no hay posibilidad para salir de la crisis”, sostiene Oliveros. El artículo 1 del decreto se refiere a conceptos como el de “inflación inducida”, el “valor ficticio de la divisa” o el “sabotaje a los sistemas de distribución de bienes y servicios”, argumentos empleados por el Gobierno para explicar la  crisis. “Es un Estado que quiere hacer lo que quiera, es un decreto amplio que sirve para cualquier cosa”, insiste Oliveros.

Rafalli recuerda, además, que para muchas de las facultades establecidas en el decreto no es necesario un «estado de excepción», tales como medidas administrativas o agilizar importaciones. Por su parte, Juan Domingo Alfonzo cuestiona que el decreto presentado por el Gobierno «no prevé» mecanismos o medidas para solucionar las trabas que afectan la producción de las empresas. «Nada de eso se prevé en el decreto».

Sep 28, 2015 | Actualizado hace 9 años
En Venezuela hay un corralito silente

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por Margot Valos

*seudónimo de una economista venezolana que vive fuera del país
 Neorika

 

¿Qué es un corralito?

El corralito es una imposición gubernamental que no les permite a los ciudadanos, naturales y jurídicos, disponer de su dinero cuando lo necesiten o lo deseen; a veces, lleva implícito un control de cambio y la imposibilidad del uso de monedas extrajeras. El objetivo del corralito es evitar la fuga de capitales o evitar el movimiento de la moneda local por falta de liquidez o de billetes.

En el corralito argentino el gobierno estableció que los habitantes solo podían disponer de  250 pesos semanales, durante un año, sumado a otras restricciones como el uso del dólar para compras, transferencias  y pagos en el exterior.

En Grecia se declaró, el pasado junio, un corralito por falta de liquidez y, también,  para evitar la fuga de capitales por la crisis económica.  Los bancos griegos estuvieron cerrados por 3 semanas a la espera del tercer rescate económico del Eurogrupo.  A los ciudadanos se les permitió disponer solamente de 60 euros diarios a través de  retiros por cajeros automáticos o ATM; contaban con la posibilidad de hacer transferencias electrónicas entre los bancos griegos sin límites,  pero no al exterior porque se prohibieron  las transferencias fuera de Grecia. No se devaluó la moneda porque dependen del euro.

Venezuela y el comienzo de los controles de la moneda

El gobierno de Hugo Chávez impuso el control de cambio a partir de 2003, sitema que se ha incrementado en el tiempo. Actualmente, bajo el gobierno de Nicolás Maduro, existen tres tipos de cambio: dólar Cencoex para comida y medicinas con un valor de Bs. 6.30  por dólar; dólar Sicad que es una subasta restringida a pocos rubros económicos con valor de  Bs. 12.30 por dólar;  dólar Simadi que es otra subasta con un valor de Bs. 198.60 por dólar.

Desde hace más de 4 meses el gobierno no adjudica a los venezolanos naturales ningún monto por Simadi. La promesa de adquirir dólares por este sistema se esfumó sin información oficial y bajo absoluto silencio. La población solo puede comprar dólares en el mercado paralelo por un valor aproximado de Bs. 780 por dólar. Al ciudadano mayor no de edad le corresponden anualmente US$ 2700 a Bs. 12.30 cada dólar, pero solo por concepto de viajes al exterior y US$300 por consumo electrónico en el exterior, siempre y cuando tenga una TDC de un banco estatal, otra imposición que se inició este año, cuando el presidente Maduro anunció que solo la banca pública podía liquidar los dólares para viajes y pagos electrónicos.

Para algunos especialistas el control severo sobre las divisas ha sido el principio de un corralito. El gobierno venezolano niega que estas restricciones sean un corralito financiero, lo asume como un control de cambio.

Corralito Venezolano

Así como sucedió con el corralito argentino y el griego, los venezolanos tienen prohibido pagar bienes en el exterior (a menos que no sea el cupo electrónico asignado de US$300 al año), y de igual manera no pueden hacer transferencias en monedas extrajeras, solo pueden hacer transferencias en bolívares entre bancos venezolanos. Pero estas transferencias, entre otros bancos, también tienen un límite diario que es impuesto de la siguiente manera:

(El valor del dólar ha sido calculado a cambio paralelo de Bs. 780 por dólar).

Lee el artículo completo de Neokira AQUÍ