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Disminuye 30 % el paso de venezolanos a Colombia por mayores controles

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El número de ciudadanos venezolanos que ingresan a diario a territorio colombiano disminuyó en un 30 %, 15 días después de que el presidente Juan Manuel Santos ordenara incrementar el rigor de los controles fronterizos, según un informe de Migración Colombia.

«Hemos venido fortaleciendo los siete puntos de control fronterizos con Venezuela. Hemos encontrado una disminución en esos flujos migratorios de un 30 %, pasando de 45.000 personas en promedio, a un poco menos de 35.000», dijo a medios el director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento.

El informe muestra que se han realizado más de 20.000 procedimientos de verificación en los departamentos de La Guajira, Norte de Santander, Santander y Arauca, en los que se encontraron más de 700 falsificaciones de Tarjetas de Movilidad Fronteriza, que permiten transitar por las zonas de frontera.

Por otra parte, se dio a conocer que el Grupo Especial Migratorio (GEM), creado para controlar la migración ilegal y reforzar la seguridad en la frontera, ha realizado 50 operativos en los que se ha sancionado a 139 personas, de las cuales siete han sido deportadas y tres expulsadas.

Desde que comenzó el nuevo periodo de regularización para venezolanos que cruzaron la frontera, más de 95.000, principalmente en las ciudades de Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali, han obtenido el Permiso Especial de Permanencia (PEP), que les permite trabajar y estudiar en territorio colombiano.

Como medida para garantizar el orden en el cruce fronterizo se implementaron sensores de calor para controlar el flujo de personas y lectores especiales para verificar la autenticidad de las Tarjetas de Movilidad Fronteriza.

Además, Krüger Sarmiento añadió que en los próximos días instaurarán 20 máquinas de reconocimiento biométrico.

«Esta información que se captura con estos equipos se cruza con bases de datos internacionales de posibles terroristas o delincuentes que puedan afectar la seguridad de nuestro país o de la región», aseguró.

Por último, se anunció que Migración Colombia, junto a la Personería y la Defensoría del Pueblo, trabajan en la construcción del procedimiento para la caracterización de los ciudadanos venezolanos que se encuentra en Colombia, con el objetivo de tener un perfil de estos.

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Panamá reducirá el tiempo de estadía de turistas de Colombia, Venezuela y Nicaragua en medio de llamados a poner un mayor control ante el masivo flujo inmigratorio de los últimos años.

El presidente Juan Carlos Varela dijo el viernes que esta decisión es parte de una serie de medidas migratorias que implementará en los próximos días. Refirió que se acortará la estadía de 180 a 90 días que se les otorga a los turistas de esos tres países y se buscará verificar que cuenten con los ingresos necesarios para entrar con ese estatus.

Aunque tradicionalmente la inmigración a Panamá ha venido principalmente de la vecina Colombia, en los últimos tiempos el torrente migratorio se ha generado más que todo de Venezuela a medida que se agrava la crisis política y económica en ese país.

 

 

Críticos a esa ola inmigratoria afirman que muchos extranjeros ingresan con facilidad como turistas para luego quedarse trabajando al margen de la ley y hay sectores que exigen que se les soliciten visas.

Las autoridades migratorias admiten que el país no estaba preparado para recibir semejante aluvión de extranjeros pero consideran que se tiene que andar con cuidado al momento de establecer mayores controles para no afectar la economía y el turismo, cuyo auge en los últimos años en un país dolarizado y de servicios incentivó la inmigración laboral.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Migración, solo en 2016 ingresaron más de 700.000 extranjeros entre colombianos y venezolanos, una cifra que casi duplica la de 2010 (404.905 entre esas dos nacionalidades). No se tiene un informe preciso de cuánto de esa gente regresó a su país o permaneció en Panamá, un país de 3,5 millones de habitantes.

Según estadísticas oficiales, más de un cuarto de millón de extranjeros, mayormente de Colombia, Venezuela y Nicaragua —en ese orden— fueron legalizados entre 2010-2016, pero no se tiene informes sobre el número de inmigrantes sin documentos al día.

El involucramiento de extranjeros en actos de delincuencia y crimen, como la reciente captura de una banda de colombianos y venezolanos que clonaban tarjetas de crédito, también arrecia el malestar local ante la ola inmigratoria.

 

Por qué los controles no funcionan, por Francisco J. Quevedo

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Que los controles de precios no funcionan lo demuestran los hechos, particularmente una inflación que diversos analistas y entes multilaterales ubican hoy sobre el 700% anual, y una escasez que calculan en 82,3% para la capital que es la más surtida por el Gobierno, por miedo a un estallido social, un «caracazo» que se riegue por todo el país. Y, ojo, se está regando más bien desde el interior porque esta dinámica es ineludible. Al final, revienta.

Si quiere comprender por qué los controles no sirven, por qué no se puede represar la comida del Pueblo y pensar que el Pueblo se quedará tranquilo, esperando, simplemente, piense en un semáforo que se quede pegado en rojo. ¿Qué sucede? Primero, los motorizados ni esperan que cambie, ellos pasan como perro por su casa, y los conductores en pocos segundos comienzan a inquietarse, ven para los lados, buscando la luz del cruce, le toman el tiempo, «fintean» arranques, aceleran, y en menos de dos minutos, alguien comienza a tocar corneta y a gritar «¡Dale!» con una grosería, y la gente arranca y se come la luz. Solo basta un cornetazo.

Piense en otro ejemplo, digamos que usted tiene un taxi y el Gobierno controla las tarifas al aeropuerto. «No se puede cobrar más de Bs. 100» para llevarlo o traerlo, decreta. «Tarifa popular», dicen. ¿Qué sucederá? Usted comprenderá rápidamente que no le conviene bajar, y sencillamente no irá al aeropuerto, o cobrará una tarifa bajo cuerda, limitándose a prestarle el servicio a sus amigos, «los panas», y clientes frecuentes, para no exponerse a una denuncia que lo deje preso o sin placa. En colectivo, la ausencia de carreras significará una drástica contracción en la oferta, y la alternativa de pagar por debajo de la mesa representa el bachaqueo y genera la inflación tarifaria que el control justamente buscaba evitar. Así de sencillo.

Y vamos a complicarlo. En la práctica, el control cambiario conjuga por si mismo una reducción artificial del precio de otras monedas con una restricción de la oferta. La gente pregunta: ¿Cuánto vale el dólar? Y el gobierno responde, «barato, diez bolos, pero a ese precio no hay…» ¡Tragicómico! Al restringirse la oferta surge el bachaqueo, aquel que pone el producto, en este caso las divisas en sus manos, a un precio que se encarecerá por razones de oportunidad y riesgo, y mientras más lo prohiban, más caro. Y como el taxista, siempre se hará entre gente de confianza.
El Instituto Cato de Washington concluye que «las determinación de los precios de mercado a través de la interacción dinámica de la oferta y la demana constituyen los cimientos más básicos de la economía. Las preferencias del consumidor son determinantes… y las empresas deciden cuánto producir en funcion de ellos… A mayores precios, más producción» afirma, y este dinamismo, dide, lleva a un equilibrio. «Pero cuando el gobierno adopta controles de precios, afecta esa dinámica de mercado y genera desequilibrios… porque (precisamente) el precio que impone nunca será un precio de equilibrio».

Es decir, la injerencia del Estado es en su esencia desestabilizadora, según los expertos, y genera justamente lo que intenta evitar, inflación y escasez. Si no cree que los controles generan reacciones espontáneas, deje las luces de su casa apagadas esta noche, y cuando vea una prendida, apáguela, y verá que alguien pronto la prenderá y dirá, molesta, «¡Qué vaina con estas luces apagadas, no joda!» Es lo que llaman, la naturaleza humana…

 

@fjquevedo

Cavidea: Retrasos en distribución de alimentos es por controles del Estado a través del SICA

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La distribución de alimentos en todo el país experimenta retrasos desde finales de la semana pasada, debido a las fallas y los ajustes que la Superintendencia Nacional Agroalimentaria (Sunagro) está realizando al Sistema Integrado de Control Agroalimentario (SICA), responsable de emitir las guías de movilización para vehículos de transporte de alimentos en todo el país. Así lo informó el Presidente Ejecutivo de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (CAVIDEA), Juvenal Arveláez.

“Esta situación compromete el abastecimiento en momentos en que es más necesario que los alimentos lleguen de manera expedita a los anaqueles”, dijo Arveláez, quien señaló que los retrasos han afectado a las principales industrias del sector.

“Unas empresas se han visto más afectadas que otras, pero, en general, se está generando una acumulación de inventario de productos que no se pueden despachar a tiempo, lo que afecta por igual a todos: la industria, el comercio y los consumidores”, refirió.

Es importante señalar que toda la distribución de alimentos en el país es controlada por el Estado a través del Sistema Integrado de Control Alimentario (SICA).

“No podemos realizar despachos de productos a cliente alguno sin la guía emitida por la Sunagro –acotó Arveláez-. Por eso, cuando hay retrasos en la emisión de guías, colapsa la distribución.”

La traba que se presenta actualmente es la desactivación, por parte de Sunagro, del módulo del sistema SICA que permite gestionar guías de movilización al detal, lo que afecta la distribución a 25.000 comercios. Arveláez refirió además que el modulo que gestiona guías personalizadas sólo aprueba 50% de las solicitudes.

El Presidente Ejecutivo de CAVIDEA  explicó que la industria se encuentra en comunicación permanente con las autoridades, con el objetivo de alcanzar una solución que favorezca la distribución efectiva de los alimentos en el país.

Cámara de Comercio: 80% de los venezolanos está en situación de pobreza

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La crisis económica que está atravesando el país ha obligado a los venezolanos a tomar decisiones para hacer frente a la realidad que viven, entre ellos racionar sus alimentos diarios y recorrer decenas de farmacias en busca de medicamentos.

 El director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, Víctor Maldonado, aseguró este viernes que el empobrecimiento en el país «es atroz y lo peor es que esta situación no se resuelve rápidamente. No hay milagros posibles y este Gobierno, que es el responsable de atrapar la crisis, está muy distraído como para que sea él quien resuelva esta circunstancia que ellos mismos crearon”.

En el programa El Noticiero de Televén, indicó que el presidente de la República, Nicolás Maduro, debe aplicar un método adecuado para afrontar la situación económica que permita que avanzar al sector productivo. Para eso, aseguró que en el país se debe garantizar el derecho de propiedad, el libre mercado, el respeto a la empresa y eliminar los controles de cambio, de costo y de precio.

Maldonado aseguró el nivel de pobreza en el país ha alcanzado al 80% de la población venezolana. “La solución es que el Estado deje de jugar a que él es el mercado (…) Este Gobierno cree que el dinero no tiene límites, imprime billetes que no tienen nada que ver con la capacidad productiva ni las reservas internacionales. La inflación del país es el resultado de la indisciplina fiscal (…) Lo económico se solucionará cuando el Gobierno deje de malversar todo ese poder que tiene concentrado”, aseveró.

14 ideas perturbadoras de Luis Salas, nuevo ministro de Economía

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Luis Salas es el nuevo ministro de Economía y Vicepresidente del Área Económica. El presidente de la República lo presentó anoche al país: “Luis Salas, joven profesor universitario, de 39 años, se graduó en la Universidad Central de Venezuela, luego estudió un magister en Chile, es director, fundador del Centro de Economía Política de la Universidad Bolivariana de Venezuela, profesor titular de economía política, docente, investigador».

En diciembre pasado Salas fue unos de los coordinadores del congreso económico del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).  Nicolás Maduro anoche también destacó que es una persona que “ha estudiado a mayor profundidad los fenómenos del rentismo y su agotamiento, y los fenómenos de la guerra económica”.

Aunque hasta ayer no era una figura conocida por la opinión pública, entre los economistas su nombramiento disparó las alarmas porque le han hecho seguimiento a sus opiniones y a sus escritos publicados en su blog (https://surversion.wordpress.com/) y en el portal aporrea.org.

Salas es un convencido de la “guerra económica”, defensor acérrimo del control de cambio y de los controles de precios, crítico feroz contra la clase empresarial venezolana y sus organizaciones gremiales, convencido de la participación estatal en la actividad económica y señala a la tasa de ganancia de los empresarios como causante de la inflación.

Entre sus publicaciones más polémicas destaca una: “22 claves para entender y combatir la guerra económica”, editada el año pasado por la editorial estatal El Perro y la Rana. ¿Qué piensa el nuevo ministro de economía?

De la guerra económica

“La guerra económica es la reacción del sistema capitalista para conjurar el germen socialista que lo amenaza”.

“El fin último de la guerra económica emprendida por la burguesía parásita es la consolidación de las condiciones sociales de reproducción y explotación de los grupos concentrados, transnacionalizados, mafiosos y especulativos sobre la sociedad, lo cual pasa por la derrota del Gobierno, pero también por el aplastamiento de cualquier iniciativa popular y ciudadana de oponérsele”.

De la inflación

“La inflación no existe en la vida real, esto es, cuando una persona va a un local y se encuentra con que los precios han aumentado, no está en presencia de una “inflación”. En realidad, lo que tiene al frente es justamente eso: un aumento de los precios, problema del cual la inflación en cuanto teoría y sentido común dominante se presenta como la única explicación posible, cuando en verdad es tan solo una y no la mejor. Se presenta como la única posible porque es la explicación del sector dominante de la economía, en razón de la cual se la impone al resto”.

“La inflación es el correlato económico del fascismo político (…) No tiene mucho sentido seguir hablando de “inflación y escasez” cuando de lo que estamos hablando es de especulación, usura y acaparamiento”.

¿Y quién causa la inflación?

“La inflación no es una distorsión de los mercados. Es una operación de transferencia de los ingresos y de la riqueza social desde un(os) sector(res) de la población hacia otro(s) por la vía del aumento de los precios. En lo fundamental, esta transferencia se produce desde los asalariados hacia los empresarios, pero también desde una fracción del empresariado hacia otra fracción de los mismos. O dicho de manera más clara: en la inflación se expresa la lucha de fracciones o sectores empresariales (en especial los más concentrados) por incrementar sus ganancias a costa del salario de los trabajadores (es decir, de la mayoría de la población), pero también con cargo a las ganancias de otros sectores empresariales, en especial los pequeños, medianos y menos concentrados”.

El Gobierno no es responsable de la inflación

“En nuestro caso, el mal diagnóstico comienza cuando se habla de “inflación” para referirse al problema de los altos precios de los bienes y servicios. Y sigue cuando se afirma que este problema es causado por la intervención del Estado –bien, controlando los precios; bien, aumentando unilateralmente los salarios; bien, subsidiando los productos; o bien, emitiendo dinero para aumentar ficticiamente la demanda (el clásico tema del Estado populista que “regala” el dinero a los pobres a través de becas, etc.) en medio de una realidad que sería armónica de no mediar tal intervención–.”

La ley de la oferta y la demanda no existe

“Lo que quiero decir es que en una situación de escasez –real o ficticia, accidental o provocada– o donde la demanda de la población está muy por encima de la capacidad de satisfacerla, bien por la producción interna o bien por las importaciones, no supone de suyo que los precios aumenten. Los precios aumentan no por la escasez en sí misma, sino por las relaciones en medio de las cuales se produce, que en el caso de las economías capitalistas están mediadas por el afán de lucro individual a través de la explotación del otro: el egoísmo, tal y como lo llamó bien temprano Adam Smith, o la “maximización de los beneficios”, tal y como lo dirían más tarde elegantemente los utilitaristas y neoclásicos».

Sí al control de precios

“Si el control de precios no funciona o tiene fallas, hay que mejorarlo, pero no quitarlo, pues quitarlo no soluciona el problema. Si el Estado no controla los precios, los precios seguirán siendo controlados y nunca existirán mercados perfectamente equilibrados por la “mano invisible” del mercado.”

Pero…

“El control de precios por sí solo no elimina el problema de la inflación. Es necesario, pero no suficiente, y de hecho puede agravarlo si no se toman medidas complementarias a nivel de la producción (aumentar la oferta de bienes y servicios producidos y ofertados), así como cambiar las relaciones de producción, para evitar que la acumulación y la ganancia sigan determinando las relaciones entre las personas».

La clase empresarial, un “tumor económico”

“La clase “empresarial” venezolana es una clase vividora y malcriada que a lo largo del tiempo se convirtió en un tumor económico que vive y subsiste de la renta petrolera y la expoliación del salario de los trabajadores y trabajadoras a través de la especulación”.

Fedecámaras, padre del capitalismo criollo

“El capitalismo rentista importador y corrupto no es un invento del chavismo, como ahora se nos hace ver alegremente: es el modelo y legado histórico de Fedecámaras, nacida en 1943 como una mutación de las oligarcas cámaras de comercio del país (que son el poder real, no visible al menos desde la República oligárquica de 1830 que derrotó a Bolívar, dividió la Gran Colombia, asesinó a Zamora e instauró el gobierno de las casas comerciales) para conspirar de manos de los adecos, las petroleras y los militares reaccionarios contra el gobierno de Medina y su plan de hacer un desarrollo capitalista “normal” con una burguesía nacionalista, productiva y reproductiva, es decir, no parasitaria”.

Los gremios empresariales como la «burguesía parasitaria»

“El papel histórico de todas estas gremiales de la burguesía parasitaria ha sido precisamente frustrar dicha posibilidad (sembrar el petróleo), acrecentar la dependencia, maximizar el expolio y la desigualdad empobreciendo a las grandes mayorías en provecho de sus agremiados.”

La “V República” mejor que la “IV República”

“La Venezuela que recibió el presidente Chávez fue la Venezuela hipotecada y saqueada por Fedecámaras, la Venezuela de la precarización laboral, de las privatizaciones, del barril de petróleo a 8 dólares y fiado para los gringos, del 60% de pobreza, 20% de desempleo, dos millones de analfabetas, 21% de desnutrición y un largo etcétera. En cambio, en la Venezuela que nos legó el comandante Chávez, la precarización laboral ya no existe, así como tampoco el analfabetismo, las privatizaciones no solo fueron detenidas sino revertidas, la pobreza está por debajo del 20% y la extrema en 5%, el desempleo por debajo de 7%, la desigualdad es una de las más bajas del planeta, la tasa de escolaridad una de las más altas y un etcétera aún más largo.”

Sí a la “banca comunal”

“Sustituir la acumulación individual y la explotación como principio organizador de lo económico y social por un modelo productivo basado en la lógica de lo común; lo cual por cierto también incluye la creación de un novedoso sistema bancario, financiero y de intermediación distinto al privado, pero también público, que debería erigirse a partir de la experiencia de la banca comunal, con un doble propósito: por una parte, financiar y reproducir el “socialismo productivo”; y por la otra, reducir y –a largo plazo evitar– que la renta petrolera, el presupuesto público en general y los propios recursos “hechos en socialismo” sigan drenando el capital financiero y comercial, aumentando las condiciones de desigualdad, atrofia y concentración que caracterizan nuestra economía y, por tanto, nuestra sociedad”.

 

Candidato Ángel Alvarado abogará por levantar los controles de la economía

Tienen menos de 35 años y son candidatos a diputados en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Runrunes presenta una serie de los jóvenes que apuestan por hacer cambios en el país desde el poder legislativo.

Los candidatos #PalaANconmenosde35 respondieron un cuestionario que resume lo que será su propuesta y sus intenciones como parlamentarios.

La primera entrega de esta serie es el candidato Ángel Alvarado.

(Haz clic en los círculos blancos para conocer las respuestas del candidato)

Felicidades al socialismo bolivariano: inflación de 200% es un logro

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Tenemos que entender por qué la economía venezolana se encuentra en tales aprietos. Y no, no es porque el precio del petróleo está cayendo. Tampoco es porque el gobierno es de izquierdas, ni porque estuviera tratando de tomar un poco del dinero de los ricos y asegurarse de que los pobres tuviesen una vida mejor

Tim Wostall
para Forbes

(*) Traducción libre de Runrunes

No es quizás el tipo de cosas por las que normalmente felicitamos a las personas, como lograr arruinar tan enteramente una economía nacional y generar índices de inflación anual de  200%. Pero realmente debemos dar crédito a quien crédito merece. Es todo un logro administrar y seguir políticas económicas estúpidas así que, en el espíritu de ser lo más justos, felicitamos al socialismo bolivariano de Venezuela.

Vale la pena señalar, además, que la razón de este impresionante éxito no es porque en Venezuela sean un poco ala izquierda, ni porque hayan tratado de hacer la vida de los pobres un poco mejor. Es porque han ignorado la regla más importante a la hora de tratar de administrar una economía: han sido incapaces de entender que los mercados realmente funcionan.

Algo que todos tenemos que recordar en nuestros propios países, como varias personas nos advierten, es que tenemos que las fuerzas del mercado sobre el consumo de una u otra parte de nuestras propias economías. Hay maneras de lidiar con los efectos no deseados de las fuerzas del mercado, pero ignorarlos o tratar de abolirlos conduce a logros como el que el socialismo bolivariano de Venezuela está experimentando actualmente.

Aquí están las noticias de esa tasa de inflación:

Venezuela, que ya cuenta con la tasa de inflación más rápida del mundo, admitió en diciembre a través de un comunicado una inflación de 69%. La tasa podría duplicarse este año, a medida que el país se esfuerza por responder a la caída de los precios del petróleo.

«Podemos terminar este año con una inflación de cerca del 200%», dijo Alberto Ades, codirector de la firma de investigación económica mundial del Bank of America BAC + 1,53%, en una entrevista en Bloomberg Surveillance Friday. Además, pronosticó que la economía se contraerá 4%. «Venezuela está en una crisis grave.»

Tenemos que entender por qué la economía venezolana se encuentra en tales aprietos. Y no, no es porque el precio del petróleo está cayendo. Tampoco es porque el gobierno es de izquierdas, ni porque estuviera tratando de tomar un poco del dinero de los ricos y asegurarse de que los pobres tuviesen una vida mejor a la que han tenido. Es porque los métodos a través de los cuales pretendían lograr estas cosas eran simplemente los de un cerdo ignorante.

Y me temo que esto habla a otros muchos líderes de izquierda, no solo a los socialistas bolivarianos. Un posible primer ministro, Ed Miliband, en mi Reino Unido nativa está marchando alrededor mientras grita sobre la «redistribución» y cómo se van a fijar los precios de la energía, que es el precisamente el error que la Venezuela bajo Chávez y Maduro cometió. Y, también, el error que los nórdicos igualmente de izquierdas no han cometido.

El punto es que los mercados y los precios en ellos, están lejos de ser sólo algunos números aleatorios que los plutócratas asignan a las cosas con el fin de despojar a los pobres de sus ingresos. Son señales de realidad: las señales de quien está dispuesto a producir qué, y por cuánto dinero, y cuántas personas en realidad quieren esas cosas a ese costo? En realidad es cómo coordinamos la producción y el consumo. Desde hace tiempo se ha demostrado que no tenemos ningún otro método eficaz de dicha coordinación (El Nobel de Hayek fue en gran parte por esto, aunque ha habido otras pruebas desde ese entonces) así que, los mercados y los precios son todo lo que nos queda.

Sin embargo, hay un muy terrible y triste vestigio del socialismo temprano que insiste en que la planificación hará mejor que los mercados. Y esto tiene sus raíces en los malentendidos e interpretaciones de Karl Marx sobre los mercados y los precios, aunque que continúa siendo una influencia perniciosa.

Debido a que los precios que hacen este trabajo de coordinación por nosotros, no podemos ir por ahí fijándolos al azar. Si los ponemos por encima de los precios de mercado, como lo hizo la Unión Europea con la comida, entonces nos encontramos con un exceso de oferta masiva, montañas de mantequilla y lagos de vino. Como pasó en Europa cuando hicieron eso. Si establecemos precios inferiores a los del mercado entonces la gente simplemente no va a producir lo que la gente quiere. Por lo tanto nos encontramos con estantes vacíos y carencias, como sucede en Venezuela con casi de todo. Y piensa lo mucho que tienes que meter la pata para provocar la escasez de algo tan simple como el papel higiénico, que es algo que han «controlado».

Si realmente quiere hacer esa «redistribución» entonces usted realmente tiene que salir y hacer algo de redistribución. Tomar dinero de un grupo de personas (que podríamos llamar «impuesto») y luego darle a algún otro grupo de personas (lo llaman «asistencia social»). Esto es lo que hacen los países nórdicos, que reducen la desigualdad significativamente al hacerlo y lo logran sin generar hiperinflación ni escasez de nada. Porque, aparte de impuestos y redistribución, no hacen nada para arruinar los mercados ni precios.

Y eso, por supuesto, es lo que Venezuela debería haber hecho. Tomar, tal vez, parte de esos ingresos provenientes de la venta de petróleo y dárselo a los pobres. Hubiera funcionado mucho mejor en la reducción de la pobreza de lo que hicieron y no habría creado una inflación de 200%.

En cuanto a nuestros propios países, estoy observando de cerca los planes de Miliband para el Reino Unido con un poco de aprensión. Debido a que se ha dado cuenta expresamente de que no va a ser capaz de aumentar mucho los impuestos, y por lo tanto no va a ser capaz de efectuar un mecanismo sensible de redistribución. Por lo tanto, está evaluando otras políticas, los predistribución, los precios fijos. Ya sabes, los que sabemos que no funcionan? La época de elecciones es tal alegría, ¿no es así?