Control de cambio archivos - Página 3 de 13 - Runrun

Control de cambio

 

El Fiscal General designado por la ANC, Tarek William Saab, informó que el pasado martes se inició a segunda fase de la Operación «Manos de Papel», en la cual se desmontaron 3 casas de cambios que realizaban esa labor de forma ilegal.

Estas se identificaron como: Intercash, RapidCambio y Airtm, comercios que operaban a través de portales web con su dirección legal en el exterior, y cuya cuenta matriz es derivada de Estados Unidos y Panamá. También se encontraron registros de cuentas de Chile y Ecuador.

Insistió además que estas «empresas» recibían sus pagos a través de transferencias y dinero en efectivo, para luego efectuar el cambio de divisas en una tasa «irreal».

Anunció que ese ente había creado un grupo especial, para identificar a personas que de forma «ilegal» y de menor envergadura, hayan incurrido en este delito, quienes además serán presentadas ante la justicia venezolana.

Balance de la «Operación Manos de Papel»

Detalló que la segunda fase de esta operación de «gran escala», ha reportado 112 personas detenidas, en las cuales 107 han sido presentadas ante el Tribunal competente, en donde se les acusó de atentar contra la economía popular.

Agregó que las investigaciones arrojaron, que estas personas cometieron delitos como la extracción indebida, difusión de información «falsa» sobre el tipo de cambio de divisas «paralelo», así como legitimación de capitales y asociación para delinquir.

Precisó que ya están identificadas las personas que participaron de este delito, aún cuando se encuentran fuera de Venezuela.

Saab afirmó que hasta la fecha un total de 1.380 cuentas bancarias han sido bloqueadas, y que la suma de estas dan un total de 3 billones de bolívares.

No obstante se incautaron 54.917.000 millones de bolívares, así como también un aproximado de 15 mil dólares, y una gran cantidad de pesos colombianos.

El titular del Ministerio Público (MP), aclaró que para la ejecución de esta operación, se han llevado a cabo 1.256 allanamientos, de los cuales 5 corresponden a empresas vinculadas a estos delitos.

A su juicio estos grupos delictivos pretendían imponer en el país, un sistema financiero de forma paralela con el Banco Central de Venezuela (BCV).

«Lo que estén especulando (con dólares) van a ser judicializados. Le dije al Presidente que hay que crear nuevos sitios de reclusión para este tipo de delincuentes, porque terminan siendo asesinos seriales, están matando de hambre a la gente.»

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 12.04.2018: MEDIO: Entre la ignorancia, el oscurantismo y la corrupción
MEDIO
DEVALUACIÓN COMO POLÍTICA: 

Entre la ignorancia, el oscurantismo y la corrupción que se esconden detrás de cada subasta de divisas promovida por el Gobierno Nacional a través de su caja chica, el Banco Central de Venezuela, la ya arruinada moneda venezolana continua rumbo abajo en su despeñadero. La semana pasa el BCV anunció el resultado de la octava y última subasta del Dicom  -el acrónimo para el eufemístico “Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado”- por medio del cual se nos notifica que para los venezolanos un Euro cuesta Bs. 60.795. Por alguna razón el Banco Central no expuso el resultado de esa subasta en dólares, lo que llevó a expertos a hacer las conversiones de rigor y determinar que la moneda norteamericana se ubica para esas subastas en cerca de Bs. 49.694 por cada dólar. Recordemos que la primera subasta del Dicon este año fue en los primeros días de febrero, y en esa oportunidad el régimen   subastó el dólar a razón de Bs. 25.054. En otras palabras, en menos de un cuatrimestre y a través del propio sistema del gobierno de Nicolas Maduro nuestra moneda frente al dólar (¿Dicom?) se ha devaluado en poco menos del 100%. ¿Qué política sana, trasparente, contable hay detrás de todo esto? ¿En qué panela de hielo llevaran las finanzas de la Nación mientras Maduro y su coro de seudo revolucionarios siguen con la agotadora y aburrida argumentación de una guerra económica?. Una vez mas demuestran que -aunque autoinflingida-  no han podido ganarla. Y anuncian seguir comprando armamento ruso, vuelven a ofrecernos la instalación de la planta de fusiles Kalishnikov  por enésima vez, el M/G Padrino lleva tres viajes a Moscú en este año  y la guerra la va ganando el verde billetico de George Washington. Inversión en armas y no en futuro. ¿Solo para clientes del ELN, el hampa común y el pranato oficial? Mas fracasados que nunca. Terrible para todos …

Mercado negro de la sangre se abre paso en hospitales públicos

Hospitales

Es un secreto a voces en la Venezuela en crisis. Dentro de los hospitales públicos se está abriendo paso un “mercado negro” que comercia la sangre y sus derivados, necesarios para miles de pacientes y que escasean en el sistema público de salud debido a la falta de reactivos para analizar estos fluidos.

Médicos de cinco estados del país y de Caracas aseguraron que esta situación, denunciada esta semana por la Coalición por la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida de las Personas en Venezuela (Codevida), se repite en sus lugares de trabajo siempre con los supuestos responsables en la penumbra.

La secretaria general de la Sociedad Venezolana de Hematología (SVH), Maribel Meléndez, dijo que han “descubierto personas dentro de las instituciones públicas” que tratan de beneficiarse ante la paralización de al menos el 70 % de los bancos de sangre públicos del país, según estimaciones de su organización.

La doctora subrayó que el responsable de estas irregularidades es el Estado venezolano que, aseveró, dejó de comprar reactivos en septiembre pasado, lo que ha ido menoscabando los bancos de fluidos hasta alcanzar un punto crítico en diciembre, mes desde el que algunos estados del país reportan que se encuentran en “cero”.

Meléndez señaló que el “mercado negro” de la sangre lo operan exclusivamente las “personas inescrupulosas” que la venden dentro de instituciones públicas y no las clínicas privadas que, con bancos de fluidos propios, continúan vendiendo estos líquidos analizados previamente con reactivos que adquirieron por su cuenta.

Los químicos que se usan para analizar la sangre no se producen en Venezuela, por lo que deben ser importados en un país en el que el Estado tiene el monopolio de las divisas y en los últimos años ha reducido significativamente las importaciones y asignaciones a empresarios.

“No traen reactivos ni para bancos de sangre públicos ni para bancos de sangre privados”, remarcó Meléndez, que informó sobre una reciente compra de estos químicos por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y que, “según información extraoficial”, se está entregando de manera racionada y alcanzará apenas para 45 días.

Sobre los casos de venta ilegal de sangre en los centros de salud públicos, la hematóloga dijo tener conocimiento de varias denuncias según las cuales “personas llegan a la cama de los pacientes y les dicen ‘usted va a ser operado y necesita sangre, yo le vendo los glóbulos rojos en tanto (a este precio) y las plaquetas en tanto’”.

“¿De dónde la sacan esas personas?”, se preguntó Meléndez, e insistió en que los médicos y las clínicas privadas están fuera de cualquier “mafia” en este sentido pues su trabajo es vigilar que la sangre a ser transfundida cuente con los siete análisis previos y mantener los bancos de sangre operativos.

“La mayoría de la gente se niega a poner la denuncia”, lamentó.

Informó la agencia internacional EFE que una bolsa de glóbulos rojos se vende esta semana en Caracas a 4.333.000 bolívares (unos 140 dólares, según la tasa oficial de cambio) y es posible comprarla solo en un centro clínico privado, pues cinco hospitales públicos consultados no cuentan con reactivos en sus bancos de sangre.

Un paciente caraqueño aseguró que la bolsa de plaquetas, que cuesta 1.104.428 bolívares (38,08 dólares) en la misma institución privada de salud consultada, es vendida por “personas dentro del hospital público” en el que se encuentra recluido a un precio de 800.000 bolívares (27,58 dólares), cuando debería ser gratuito.

La misma fuente, que pidió permanecer bajo estricto anonimato, dijo desconocer la procedencia de esas bolsas de sangre y explicó que la compra y venta se concreta sin muchas preguntas y en medio de la urgencia del enfermo.

Todos los médicos consultados remarcaron que los miembros de su gremio son ajenos a estas irregularidades y que nunca han transfundido sangre sin el despistaje previo.

El presidente de la Federación Médica de Venezuela, Douglas León Natera, suscribió la denuncia de que los bancos de sangre “están quebrados” y alertó sobre el peligro en el que esta problemática deja a cientos de miles de pacientes pues “la situación es caótica en todos los sentidos”.

 

Alejandro Armas Feb 23, 2018 | Actualizado hace 3 semanas
La lenta y dolorosa debacle de una moneda

Bolívares

“¡Bolívar! ¡Bolívar! ¡Bolívar!” ¡Cómo invocan al amo de los valles de Aragua! Siempre he creído que apelar a una emoción como el nacionalismo para movilizar a las masas es mucho más sencillo que hacerlas leer Misère de la philosophie. Por ello, la ultraizquierda descubrió los beneficios del orgullo patriótico, muy a pesar de que el barbudo de Tréveris pregonó la unión del proletariado mundial contra los Estados y de que Lenin clamó con furia que “los trabajadores no tienen patria”. Los símbolos y mitos de la nación tienen que ser por ello no solamente incorporados, sino reclamados con criterio de exclusividad por la revolución. En este caso, hasta el apellido del Libertador fue plegado al nombre del proceso. El chavismo se autoproclama heredero único de Bolívar, con la misión de completar su legado y reestablecer su recuerdo en el sitio de gloria que le corresponde. ¡Y vaya que ha tenido éxito! Solo juzguen a partir del hecho de que los venezolanos huyen despavoridos de la moneda bautizada en honor a Bolívar y de los billetes que tienen su rostro impreso. Nadie los quiere porque nadie desea portar un bien de cambio que pierde valor de forma aceleradísima. Cualquier otro activo sirve como mejor refugio, pero sobre todo los ciudadanos buscan con desespero la divisa del detestado “imperio”. La gente prefiere infinitamente más los papeles con la cara de Washington. Vaya prodigio bolivariano y antiimperialista.

En un sistema de dinero fiduciario en el que la gente pierde la confianza de las autoridades a cargo de la estabilidad monetaria, no surge una mejor idea que la de emitir bolívares sin descanso y, sobre todo, sin respaldo, lo que les quita aun más valor. Cada vez más dinero persiguiendo cada vez menos bienes. Ley de oferta y demanda que algunos devotos de Das Kapital se niegan con fanatismo a aceptar. Para muchos economistas, el bolívar ya es irrecuperable y tendría que ser reemplazado por otra moneda, nacional o extranjera. Sin embargo, los acontecimientos recientes serían tan solo el inicio de la etapa terminal de una enfermedad que se originó en los años 70 y tuvo su primer síntoma se pudo ver en 1983.

El domingo pasado se cumplieron exactamente 35 años del llamado Viernes Negro. Los venezolanos entonces venían de una verdadera “petroborrachera” que, como todo estado de embriaguez, implicó alegría desmedida sin considerar las consecuencias. ¡Ah, los “ta’ barato, dame dos” gastando dólares a mansalva en parques temáticos de Orlando o en tiendas de ropa de Miami Beach! Con unos niveles de inflación sin precedentes a finales de los años 70 (pero bien, bien lejos de la locura actual), lo que siguió fue una caída en los precios del crudo, un descenso en las reservas internacionales y una fuga de capitales. Entonces los venezolanos escucharon de las autoridades dos expresiones ajenas a sus oídos: devaluación y control de cambio. ¡Oh, el “Búfalo” Díaz Bruzual en su oficina de Carmelitas!

No solamente desde aquel 18 de febrero el dólar empezó a costar más de los Bs 4,30 a los que todo el mundo estaba acostumbrado, sino que ya no sería tan sencillo como ir a la casa de cambio más cercana y comprar verdes. Nació Recadi y durante el sexenio que duró pasaron esas cosas que las regulaciones cambiarias suelen traer. A saber, el bolívar siguió devaluándose, los desequilibrios macroeconómicos siguieron y la corrupción hizo fiesta. El mecanismo de control de cambio prestó su nombre para uno de los casos de mal manejo de recursos públicos más infames de la mal llamada “cuarta república”. ¡Ay, memoria que nos traes la imagen de Ho Fuk Wing tras las rejas!

Por correrse tanto la arruga, la década siguiente fue aun peor. Hubo intentos accidentados de tomar el rumbo correcto, pero con otro control (la menos recordada OTAC) clavado en el medio. Dos años más de supuesta medicina que termina complicando al paciente. Además, los logros obtenidos por las decisiones acertadas se vieron totalmente opacados por la falta de medidas que mitigaran los efectos secundarios dolorosos para los más pobres, lo que permitió que la demagogia fuera favorecida por las masas (así como por buena parte de las elites).

Como puede verse, una parte no despreciable de la responsabilidad en la debacle del bolívar la cargan los gobiernos del período democrático, con sus políticas económicas erradas. No obstante, resulta trágicamente irónico que quienes llegaron al poder sobre la base de romper con todas las taras de dicha fase histórica replicaron algunas de sus malas prácticas y las elevaron a la enésima potencia. Es así como en 2003 empieza el tercer y más prolongado de los controles de cambio en Venezuela, que ya cuenta con más del doble de la duración que tuvo Recadi. Para colmo, un año después inició otra petroborrachera, una que dejaría en pañales a la de los años 70. Tantos dólares entraron al país que por un buen tiempo fue posible disimular el carácter artificial de la paridad entre el bolívar y la moneda norteamericana. Había que pasar por el fastidio de la carpeta, claro, pero todos tenían su cupo asegurado. Como en una segunda etapa de “ta’ barato, dames dos”, los venezolanos volvieron a viajar a destinos lujosos, con divisas subsidiadas por el Estado. No importaron las advertencias de economistas sobre el daño que más temprano que tarde golpearía a todos. No importaron las lecciones del pasado sobre pobres resultados y corrupción. El Gobierno y, hay que reconocerlo, la sociedad en general consintieron que el control se mantuviera.

Pero así como esta nueva petroborrachera superó con creces la anterior en cuanto a ingresos y excesos, igualmente lo hizo en cuanto al tamaño del ratón que eventualmente vendría a roernos la felicidad a todos. La inflación siguió imbatible, al punto de que en 2008 las autoridades intentaron un truco de prestidigitación monetaria al quitarle tres ceros al bolívar, como si ello abaratara las cosas por arte de magia. Un aparato empresarial cada vez más limitado por regulaciones bajó drásticamente la producción nacional, mientras que la caída en la renta petrolera significó menos divisas para llenar el vacío con importaciones. Escasez. Una reducción en el ingreso por ventas de crudo significó igualmente menos divisas para repartir y el desarrollo de un mercado paralelo y especulativo cada vez más influyente en la economía. Entonces, el control mutó. A la original Cadivi se le agregó el Sitme. No sirvió. Ambos fueron reemplazados por el Cencoex y el Sicad. Luego vinieron el Sicad II, el Simadi, el Dipro, el Dicom y el “nuevo” Dicom. Todos fueron fundados bajo la premisa de quebrarle el brazo al dólar innombrable. Los resultados están a la vista.

Así pues, tras 35 años de regulaciones y otros entuertos económicos, hagamos un balance sobre la evolución del bolívar. Aunque su peso hoy es indiscutible, omitamos a Dólar Today para limitarnos a lo que el propio Gobierno reconoce. El Dicom ya no entrega dólares, sino euros, pero es posible establecer un tipo de cambio oficial indirecto con la moneda estadounidense. Según el BCV, en la última subasta cada euro tuvo un valor de Bs 31.131,10. Eso significa que cada dólar cuesta un poco más de Bs 29.000 Léase bien: sin considerar la reconversión monetaria de 2008, en 35 años el dólar pasó de Bs 4,30 a más de 29.000.000. ¡Perdió 99,99% de su valor! Esto, dicho en términos prácticos, es una desaparición total.

Lo único peor que todo este examen es el hecho de que no hay ninguna señal de correctivos en el horizonte. Sin aumentos en el ingreso petrolero ni en la redaudación fiscal real, el Gobierno inunda el país de subsidios en bonos que, según advierten los especialistas, no tienen ningún soporte y generarán más distorsiones que perjudiquen al bolívar. Mientras, el Ejecutivo presenta una supuesta criptomoneda como salvación … En un país donde la conexión a Internet es un dolor de cabeza para los ciudadanos y los apagones se suceden sin parar. ¡Viento en popa! ¡Viva Bolívar!

@AAAD25

José Toro Hardy Feb 08, 2018 | Actualizado hace 6 años
Adiós al Dipro, por José Toro Hardy

Dicom_$

 

Ha fracasado estruendosamente el aberrante experimento que trató de revivir en territorio venezolano el difunto modelo comunista. De cumplirse las estimaciones del FMI para el 2018, en sólo tres años se habrá destruído el 55% del PIB, así como una de las más sólidas industrias petroleras del planeta con una caída, en sólo en un año, de 649.000 barriles diarios. La escasez es abrumadora. Después de haber arrasado con la economía y con el sector agrícola y agroindustrial, se ha hundido a Venezuela en la más perniciosa hiperinflación que existe  hoy en el mundo. La pobreza crece aceleradamente.

Arrinconado por la profundidad de la crisis y un aislamiento internacional progresivo, el régimen intenta recurrir a algunas medidas económicas aisladas.

La eliminación del Dipro -que apunta en una dirección correcta- es una de esas medidas parciales. Pero, aisladamente, acarreará graves consecuencias y pocos beneficios.  Se trata de una de las tasas dentro del Control de Cambios a través de la cual se podían importar alimentos, medicinas y algunos rubros esenciales a un tipo de cambio de Bs 10 por $.

Se prestó el Dipro a casos de brutal corrupción pues allegados al régimen se hicieron con groseras fortunas. Cerca del 70% de las importaciones del país que se realizaban a la tasa Dipro, tendrán ahora que recurrir a la tasa Dicom (Tipo de Cambio Administrado Flotante), cuyo nivel resultará de subastas en las cuales el gobierno ha dicho que no ofertará dólares y por tanto la oferta se limitará a la que puedan hacer los particulares.

Entiéndase que el sector petrolero, en manos del Estado, es el que recibe el 96% de todos los dólares que ingresan al país. Si esos dólares no participan en la subasta, la oferta será claramente insuficiente y por tanto el tipo de cambio que resultará de las mismas tenderá a subir.

No está claro el incentivo de los particulares para ofertar divisas en las subastas del Dicom. A pesar de ello, el paralelo bajó en los últimos días ante las expectativas generadas por el nuevo régimen cambiario. Si no resulta exitoso, el rebote sería inevitable.

En todo caso, el impacto inflacionario derivado de la eliminación de la tasa Dipro será fenomenal. Basta con calcular el precio que alcanzarán los alimentos y medicinas que se venían importando a razón de Bs 10 por dólar y que ahora tendrían que importarse a razón de Bs 25.000 por dólar, conforme a última subasta Dicom.

El nuevo mecanismo podría sin embargo atraer algunas empresas mixtas asociadas a PDVSA. Hasta el momento ellas carecían totalmente de incentivos para invertir. Un nuevo tipo de cambio más atractivo resultante de las referidas subastas pudiese estimular esas inversiones. En contrapartida, hay que resaltar que la participación que ellas tienen en las empresas mixtas alcanza a apenas un 40%, que el accionista mayoritario  que es PDVSA no ha aportado su 60% y ni siquiera paga sus deudas. Además ha sido declarado en “default selectivo” por las calificadoras de riesgo y no tiene acceso a nuevos financiamientos. A ello hay que agregar la inseguridad jurídica prevaleciente y el irrespeto a las instituciones que no constituyen el ambiente más propicio a las inversiones, como tampoco el entorno político cada vez más enrarecido. Como si fuera poco se plantea la posibilidad de sanciones que afecten las exportaciones petroleras a los EEUU.

Cuando una economía llega a tener tantas y tan profundas distorsiones, no es factible recurrir a parches aislados. Se requiere un cambio de modelo político y económico. Nada se gana con eliminar el Dipro si no se adoptan las demás medidas de racionalización de la  economía, indispensable  para restablecer la confianza y la seguridad jurídica sin las cuales no se recuperará el aparato productivo.

Hemos visto un continuo desfile de experimentos cambiarios fallidos: Cadivi, Sicad, Sicad 2, Simadi, Dipro, Dicom, etc. La eliminación del control de cambios sería la opción racional, conjuntamente con otras medidas de carácter social, fiscal y monetario, así como el apoyo frontal del FMI. De lo que se trata es de estimular al máximo la economía, las inversiones y la producción de bienes de todo tipo a fin de que el aumento de la oferta actúe sobre los precios, forzándolos a la baja. Se trata de frenar el empobrecimiento.

@josetorohardy

Asamblea Nacional presentó propuesta para desmontar control de cambio

RafaelGuzmán

Este lunes, la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional presentó una propuesta para desmontar el control de cambio.

El diputado Rafael Guzmán dijo que desde febrero de 2003, el país se encuentra en un control, que a su juicio, no ha podido controlar la inflación y ha traído como consecuencia la crisis económica y la escasez de medicina y alimentos.

«Todas estas declaraciones son de personas del gobierno que se les ha ocurrido hablar en cuanto a materia económica se refiere. Desde febrero del 2003 el país se encuentra en un control de cambio y hemos visto como el bolívar ha perdido su valor, como los venezolanos estamos en una crisis de acceso de medicamentos y nosotros tenemos que explicar que el gran responsable de esta inflación y crisis económica es el distorsionado control de cambio que tiene el gobierno”, dijo Guzmán.

“El gobierno debe dejar que los venezolanos traigan sus divisas, que los que quieran mandar divisas a sus familiares que están en Venezuela que lo puedan hacer de forma transparente, que entre de manera lógica ese dinero y que se acuerde de forma sincera el precio del dólar”, agregó.

 

 

Sin teoría ni caos, trampa; por Ramón Hernández

dolares-cencoex1

No debe sorprender que se nos escape una lágrima viendo alguna vieja película de Disney. Los niños ven cientos de veces la misma cinta y siempre la disfrutan como la primera vez. No importa que conozcan el final y que sepan que el protagonista se salva. Esa sorpresa reiterativa es la que vivimos con los dólares a diez bolívares que el gobierno dice que utiliza para comprar medicinas y alimentos: todo lo que gasta y la escasez de ambos sigue rampante.

Jorge Giordani, cuando era el zar de las finanzas en el mandato del Coba criollo, repetía que ni la señora Panchita ni la tía Provi necesitaban dólares para ir a la farmacia o la bodeguita de Tacarigua de Mamporal. Era verdad, pero sin dólares ninguna farmacia o bodeguita de Venezuela puede ofrecer medicamentos y comida.

Con el barril de petróleo a poco menos de 50 dólares y una producción oficial cercana a 2,5 millones de barriles diarios, bajo un régimen autoritario y sordo que pregona el reparto equitativo de la riqueza y el bienestar, 50% de la población vive en pobreza extrema y otro 30% en pobreza no extrema. Muy pocos países del tamaño y las características de Venezuela reciben 125 millones de dólares diarios, 3,75 millardos al mes. Mucho dinero. En 18 años de chavismo-madurismo-cabellismo el país recibió por petróleo y préstamos más de 1 trillón de dólares. Sin embargo, en la bonanza económica más espectacular de la historia del país, los venezolanos mueren de hambre, diarrea o fallas eléctricas en los hospitales.

Personeros del gobierno, caporales de mazo dando y villeguitas de billetera llena repiten que el dólar de diez bolívares no existe, que es algo referencial, imaginario, que se usa para cuadrar las cuentas del Estado, que hasta las bolsas del CLAP se negocian con dólares Simadi y que esa es la razón por la que los beneficiarios cada vez paguen más por menos y peores productos.

El dólar de 10 bolívares no es inmaterial, tampoco lo fue el de 2,3 ni el de 4,5. Ha sido la mina de oro, el gran milagro de quienes manejan los hilos del poder y de la impunidad. Imagine, si con 100 bolívares compra 10 dólares “imaginarios” y los vende a 25.000, ya tiene en mano 250.000 bolívares muy reales, que son 25.000 dólares. Siga multiplicando. Si le entregan dólares preferenciales por lo que vale un cartón huevos tendrá 3.200 billetes con la cara de Washington. Multiplique por 25.000 y tendrá 80 millones de bolívares en un clic, el nombre de los productos para lavar platos. Esa es la distribución de la riqueza de los que gobiernan. Vendo plan patriótico para hacerse millonario.

Aseguran que presupuesto nacional debe presentarse ante del #15Oct

Ricardo-Menendez-Manuel-Fernandez

El vicepresidente de Planificación, Ricardo Menéndez, asegura que el Gobierno está en la fase final de la formulación del Presupuesto Nacional 2018, y salvo que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) determine una disposición distinta, deberá ser presentado en los primeros 15 días de octubre según dictamina la actual Carta Magna venezolana.

En exclusiva para El Universal el también ministro de Planificación informó que el desarrollo del instrumento contará con nuevos esquemas estructurantes para su ejecución y funcionamiento, como la administración de divisas y el seguimiento de los proyectos que allí se expongan.

Del primero expone que el tema de la divisa significa un “cambio importante desde la concepción presupuestaria” puesto que dictamina dirigir los recursos directamente donde corresponda.

“Lo que es en bolívares, será en bolívares y lo que corresponda a divisas convertibles, será en divisas convertibles. Si estoy en Venezuela y elaboro una botella de agua, (propiamente) el agua no la puedo poner en dólares, el PEP (plástico) sí, porque es importado, pero la máquina de soplado y el trabajador que hizo esa actividad tampoco es en dólares”, ejemplificó.

Menéndez expone que esto promueve “romper” vicios en  la economía que tasan “desde un tubérculo en el campo a un producto que esté en cualquier parte del territorio nacional” en referencias sobre el dólar paralelo o “criminal”.

–Esto no es menor cosa. Es un cambio de filosofía. No vamos a tener más tasas de equivalencia. Nosotros no vamos a decir cuánto irá en bolívares o en otra divisa.

Influencia de la canasta

Y por eso, aseguró Menéndez, es la optimización de las fuentes de recursos a partir de la nueva canasta monetaria internacional aplicada tras las sanciones financieras estadounidenses. “Eso es un tema muy importante en la organización de nuestro sistema de recursos, precisamente para defendernos y para optimizar el avance de nuestro país”, aseguró.

El vicepresidente sectorial indicó que diversificar la canasta propone mejorar los recursos obtenidos en divisas en función de las relaciones de intercambio internacional. Para él, desde este mecanismo el país podrá consolidar las relaciones de intercambio comercial con cualquier país en el mundo. “Es decir, que la canasta tiene también que ver con una transformación del modelo de relaciones”, subrayó.

En esta línea, confirmó que la mayor proporción del financiamiento presupuestario provendrá de lo correspondiente a la recaudación tributaria, otro porcentaje por la referida generación de divisas y la renta petrolera de siempre.

“Nosotros quisiéramos que esa generación de divisas no solamente fuera lo asociado a la venta por concepto de hidrocarburos. Ahí el presidente (Nicolás Maduro) hizo un llamado exhaustivo a otros mecanismos que deberían estar, por ejemplo los procesos de exportación”, rememoró.

Adicional a este esquema, recordó que está planteada la Ley de Protección y Estímulo a las Inversiones Extranjeras y por ende Venezuela está abierta “a toda la inversión”.

“No tenemos una visión dogmática, toda la inversión que se quiera generar en nuestro país nosotros la estamos invitando. Hablamos de unos países, Rusia, China, pero todos (incluidos) los países europeos y los propios inversionistas norteamericanos”, señaló.

Menéndez presentó que el Gobierno nacional está reuniéndose con las distintas empresas norteamericanas que tienen proyectos en el país para solventar la diatriba dispuesto por las sanciones de EEUU “sobre sus propias empresas”.

“Nosotros vamos a tener alguna solución, tenemos que resolverla en conjunto entre los privados y el Estado venezolano”, ratificó.

Proyectos “cargados” 

En esta recta final, el vicepresidente asomó que todos los proyectos, alrededor de 600, que conforman el Presupuesto están cargados en un sistema nacional de inversión, desarrollado por el Ministerio de Planificación y personal del Estado.

Señaló que esta cartera de proyectos fue vinculada a los objetivos del Plan de la Patria, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y las 25 líneas de la Campaña Carabobo. “Es un sistema informático donde cada ente que desarrolla un proyecto lo puede vincular con el Plan de la Patria, las ODS o la Campaña Carabobo”, expuso.

Y dijo igualmente que ya fue implementado el módulo de seguimiento para evaluar el desarrollo de estos proyectos.

–No será solamente cuánto es la ejecución presupuestaria administrativa, sino cuánto hemos avanzado en lo concreto en los objetivos.

Basamento 

A todo esto, Menéndez explicó que el Presupuesto Nacional está formulado en base a cuatro esquemas: protección social, disminución de la dependencia con Estados Unidos, desarrollo de la “economía de mantenimiento” y seguimiento de las políticas públicas.

De la primera, afirmó que Maduro ya ha instruido que al menos un 70% del total del presupuesto esté vinculado a la inversión social. “Es decir, mantener la premisa de la inversión social”, recordó el funcionario.

En segundo lugar, explicó que proyectan al 2018 como  “el año definitivo” para la construcción soberana e independiente de las políticas estadounidenses. “Generar todo un nuevo basamento tecnológico, de transformación del modelo productivo que nos permita precisamente desarrollar la soberanía como una visión auténtica de nuestro país”, indicó.

Asimismo, el ministro manifestó que el tercer componente radica en “el desarrollo de la visión de la doctrina del mantenimiento”. Aseguró que eso conllevará un cambio cultural frente al rentismo petrolero.

Aclaró que aquellas inversiones que son estructurantes se van a mantener en pro del desarrollo. “Pero indudablemente hay un enfoque que hay que hacer, aquellas cosas que no hagan falta iniciarlas en este momento es mejor concentrarnos en la recuperación de sus capacidades operativas”, refirió.

Por último, el seguimiento. Menéndez expuso que “la visión profunda es ser mas eficientes” y “un Estado que sea absolutamente desburocratizado, sentado en la realidad de la calle, de la visión concreta que se transita en nuestro país”.