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Constitución

Conferencia Episcopal pide que se informe el paradero de Raúl Baduel

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Por medio de un comunicado la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana denunciaron la situación que viven los detenidos en distintos centros del país. Piden que se respeten los derechos fundamentales consagrados en la Constitución de Venezuela.

En lo particular pidieron que se informe a la familia de Raúl Baduel de su paradero.

 

A continuación el comunicado: 

La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana, considerando: la situación tanto de los presos políticos y presos comunes, evidenciada en las denuncias de familiares y del Observatorio Venezolano de Prisiones, en las cuales se describen, tratos crueles e inhumanos en las detenciones, en los traslados y en los mismos centros de reclusión, infraestructuras anti higiénicas, alimentación precaria; falta de medicamentos, ausencia de asistencia jurídica, falla en el debido proceso; derecho a ser procesados por sus jueces naturales, traba en las visita de sus familiares, falta de asistencia médica, Todos estos Derechos Fundamentales consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela vigente;

Exigimos

A las Instancias Públicas, tanto ejecutivas como Legislativas y Consejo Federal de Gobierno a cumplir obligatoriamente con la garantía de estos derechos y el deber irrenunciable de restablecerlo sin demora.
Cese la cacería de bruja contra los ciudadanos que piensa distinto al régimen,.

Se le informe a la familia del general Raúl Isaías Baduel su paradero y su estado de salud.

Así mismo recordamos a estas Instancias del Estado la responsabilidad que deriva del incumplimiento en la garantía de estos derechos que son universales y las acciones penales consecuentes son imprescriptibles, motivos por los cuales esta comisión eclesial, exige el cese de la persecución, a la tortura física y psicológica que traduce saña y violencia con estos ciudadanos.

Invitamos

De igual forma a todos los católicos y hombres y mujeres de buena voluntad, no solo a orar por los que sufren sino por los que vulneran estos Derechos Humanos y denunciar públicamente a los funcionarios que los violen, exigiendo el restablecimiento de un equilibrado Estado de derechos que garantice los derechos fundamentales consagrados en la carta Magna aún vigente.

Es justicia que exigimos, en Caracas a los diez (10) días del mes de agosto de 2017

+ Mons. Roberto Lückert León
Presidente de la Comisión de Justicia y Paz de la CEV

Padre Saúl Ron Braasch
Vicario General Comisión de Justicia y Paz de la CEV

El asalto al Congreso, por Laureano Márquez

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Con ese nombre se conoce un episodio de nuestra historia acaecido durante el gobierno de José Tadeo Monagas, el mismo que dijo aquella emblemática frase de que “la Constitución sirve para todo”. Corría el año de 1848 y el Congreso de Venezuela se había planteado la destitución del presidente por violación a la Constitución. El vice presidente fue a presentar su mensaje anual y en el exterior los “colectivos” de la época decidieron tomar por asalto al Congreso. Asesinaron a varios diputados, entre ellos a Santos Michelena, el del tratado Michelena-Pombo, si se ve de acá, o Pombo-Michelena, visto desde allá. Monagas se presentó al Congreso a bordo de su caballo 4×4 y resolvió la situación acabando con la división de poderes y sometiendo al país al control de su férrea voluntad. Contaba Monagas con 64 años, por lo cual podríamos decir que se trataba de un hombre bastante maduro.

El escenario de la representación popular no le gusta a gente estilo Monagas. A este tipo de políticos les agradan solo las elecciones que ganan, las que controlan, las que manipulan. El Congreso de la nación es el espacio del debate y solo puede haber debate cuando los representantes del pueblo pueden ejercer su misión con toda libertad, con fueros que garanticen que van a ser respetados en sus opiniones y con garantías de que las decisiones emanadas de este cuerpo de la representación de la soberanía popular sean cumplidas.

La Constitución tampoco gusta. Eso de estar sometido a normas, a leyes y a principios es algo que incomoda a los tiranos. Hacen constituyentes y constituciones a su medida, con posibilidad de cambiarlas cuando cambian de opinión. Eso de que “la Constitución sirve para todo” lo estamos viviendo en este tiempo con particular intensidad. Todas las violaciones a la Constitución se fundamentan en la misma Carta Magna.

Venezuela transita uno de los episodios más tristes y vergonzosos de toda su historia. Como ven esto no es nuevo. Claro que no es igual la Venezuela de 1848 a la de hoy, ¿o sí? El gobierno venezolano puede hacer, literalmente, lo que le dé la gana. Algunas dictaduras, como Pérez Jiménez en Venezuela o Pinochet en Chile, justifican su desempeño en los logros en términos de progreso de la nación: impresionantes obras públicas en el caso del hijo de Michelena (la ciudad tachirense) y recuperación económica en el caso del chileno. Aunque ningún progreso justifica una dictadura, la nuestra de hoy ni siquiera eso tiene. Vivimos una de las desorganizaciones mejor organizadas en lo que a destrucción del país se refiere. Pareciera incluso que la demolición de Venezuela obedeciera a un plan minuciosamente articulado.

El fracaso nuestro no tiene justificación posible. Cuando los que no son de aquí lamentan nuestro trágico rumbo, exclaman inevitablemente: “¡caramba, un país tan rico!”. A estas alturas ya uno duda de si en verdad lo somos, como reza la creencia popular. Si no hay sabiduría para administrar riqueza, tampoco hay riqueza. Es decir, la riqueza de una nación son las cabezas pensantes de sus ciudadanos, no el petróleo, porque éste se termina y aquella es eterna. En honor a la verdad, riqueza de la cabeza no nos ha faltado. La gran tragedia es que hemos sido gobernados por mucho tiempo por brutos e ignorantes, porque los ignorantes suelen ser valientes (osados) y los inteligentes justos, que diría Vargas. Es muy difícil establecer un rasero para medir la inteligencia de un político, pero inevitablemente uno con facilidad se da cuenta cuando está frente a alguno que no lo es. Verbi gratia.

El espacio de la inteligencia ha sido asaltado nuevamente, preludio de barbarie siempre, de la deshumanización que se nos impone. ¿Cómo hacer frente a ella? ¿Cómo se defiende un pacifista desarmado de un violento armado y sin escrúpulos? ¿Cómo contrarresta el que obedece las leyes al que afirma que “la Constitución sirve para todo”? Erich Fromm dijo “hay que pensar la barbarie si queremos combatirla”. Entender por qué un grupo de venezolanos optaron por la aniquilación del país como proyecto de vida. El primer hecho positivo es que si estamos combatiendo la barbarie es porque hay civilización que se niega a ser deshumanizada. Cosa que tampoco es garantía, porque la barbarie está fuera, pero también dentro de nosotros. Esto ya lo señalaba Montaigne. La barbarie recibida estimula la interior. Contenerla es nuestra misión. Si respondemos barbarie con barbarie, muere la inteligencia y por tanto la humanidad.

Estos son los dilemas que nos plantea este momento. La inteligencia es sin duda invencible, pero tiene un pequeño requisito: hay que usarla.

 

@laureanomar

Tal Cual

Congreso de Perú aprobó moción para expulsar al embajador venezolano

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Con 75 votos a favor y 9 en contra el Congreso del Perú aprobó por mayoría absoluta expulsar al Embajador venezolano, Diego Molero.

Los congresistas pidieron al presidente Pedro Pablo Kuczynski hacer efectiva la medida como protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro.

La moción del Parlamento “rechaza y condena el régimen dictatorial” de Maduro por “las transgresiones inaceptables a la democracia y al Estado de Derecho, violatorios de su propia Constitución y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos”.

El abogado venezolano especialista en derecho internacional, Mariano de Alba, aclaró que la moción fue aprobada; sin embargo, la decisión final está en manos del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.

 

Las 5 noticias más importantes a esta hora

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Henrique Capriles: La solución de nuestro país está en la Constitución, pacífica y electoral

El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, aseguró que la solución a la situación que atraviesa Venezuela no se soluciona con un golpe de Estado.

«Siempre el Gobierno trata de construir una historia que la mayoría de los venezolanos sabemos que no es cierta. La solución de nuestro país está en la Constitución. Tiene que ser una solución pacífica y electoral», señaló haciendo referencia a la situación irregular que se vivió con el alzamiento militar en Valencia.

El mandatario regional también habló sobre el descontento que tienen los venezolanos, que a su parecer es «la peor crisis» en la historia de país.

«En las calles hay un gran descontento. La situación económica cada día se deteriora más. Estamos en la peor crisis en la historia venezolana. El salario mínimo de un trabajador es de 15 dólares al mes. Menos de medio dólar diario. Es una catástrofe».

Asimismo, aseveró que el 80% de la población está pidiendo un cambio de Gobierno «y eso incluye a los soldados venezolanos». (Globovisión)

 

Jorge Millán: No permitiremos que el Gobierno siga quedándose en el poder

El diputado ante la Asamblea Nacional elegida por 14 millones de venezolanos, Jorge Millán, aseguró este martes que continuarán sesionando en el Palacio Federal Legislativo y no dejarán que el Gobierno de Nicolás Maduro se mantenga en el poder.

“La soberanía reside en el pueblo y no vamos a permitir en que este gobierno siga insistiendo en quedarse en el poder”, expresó Millán al ser consultado por periodistas en el lugar.

Aclaró que un grupo de diputados de la oposición acudieron a las Asamblea Nacional, aunque muchos se encuentran en el interior del país. “Sin embargo, colectivos junto a efectivos de la Guardia Nacional impidieron que accediéramos al Palacio Federal. No vamos a permitir que la Constituyente fraudulenta siga en su intención de atornillar la dictadura del gobierno de Maduro”.

En cuanto a la condena impuesta por el TSJ en horas de la madrugada al alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, Millán indicó que “estamos frente a un golpe de Estado. Esta dictadura trata de amedrentar a dirigentes políticos. El TSJ no goza de los requisitos legales y por eso respetamos la decisión de Marcano y de Muchacho. Si nos dejamos esclavizar por el miedo perderemos la República. Esas acciones del Gobierno serán respondidas con acciones de calle”. (La Patilla)

 

Ocariz: Así nos persigan no vamos a abandonar la lucha por la libertad

El alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz, afirmó que son 13 alcaldes los que están en la lista del Tribunal Supremo de Justica (TSJ) por «supuesto desacato» lo cual calificó como una “excusa” para poder ser “inhabilitados”.

Durante una entrevista en el programa A tiempo transmitido por Unión Radio aseguró que hasta ahora van “nueve golpes de Estado, han sacado a nueve alcaldes de sus municipios poniéndolos presos, persiguiéndolos e inhabilitándolos”.

En ese sentido, señaló que esto lo han denunciado en instancias internacionales. Al mismo tiempo aseguró que “así nos persigan, destituyan o nos metan presos no vamos a abandonar la lucha por rescatar la libertad”.

Ocariz precisó que continuarán sus gestiones como mandatarios municipales. Además informó que el día de hoy tendrán una reunión desde la Asociación de alcaldes para denunciar la última sanción dirigida al alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, al cual le fueron otorgados 15 meses de prisión.  (El Universal)

 

Santos no descarta suspender relaciones con Venezuela

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, informó que no descarta la posibilidad de romper relaciones con Venezuela; sin embargo precisó que sería una decisión que “traería más problemas que beneficios”.

Destacó que es importante mantener un canal de comunicación con Venezuela, sobre todo por la situación actual que se vive en el país. Además, señaló que para tomar la decisión de no tener más contacto con su país vecino lo debe determinar “en conjunto con los demás países, los cuales hemos estado en permanente contacto por el tema de Venezuela”.

Durante una entrevista transmitida por CaracolTv señaló que el Gobierno colombiano es solidario “con el pueblo de Venezuela, más no podemos ser solidarios con su Gobierno que está implementando una dictadura”. (El Universal)

 

Inicia reunión de cancilleres en Lima que evalúa condena a Venezuela

Se dio inicio a la reunión de cancilleres y representantes de 17 países de América, quienes evalúan una posible condena a Venezuela por “una nueva modalidad de golpe de Estado”, tras la instalación de la Asamblea Constituyente.

Esta reunión de emergencia convocada por el gobierno del presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, cuenta con la participación del ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz.

Ayer, el canciller explicó que en esta instancia “trataremos de constituirnos como un organismo permanente que haga seguimiento a lo que ocurre en Venezuela”.

Se dio inicio a la reunión de cancilleres y representantes de 17 países de América, quienes evalúan una posible condena a Venezuela por “una nueva modalidad de golpe de Estado”, tras la instalación de la Asamblea Constituyente. (La Tercera)

El calvo y el de las dos pelucas, por Elías Pino Iturrieta

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El domingo en la tarde escuchamos dos declaraciones dignas de atención. Aunque ya estaba cantado, se esperaba el anuncio de la autoridad electoral, por si se daba el caso fortuito de un contacto con la realidad que la reflejara en toda su magnitud. De esperanzas también se mantiene uno en medio de la arena movediza. De allí que estuviéramos pendientes de la señora Tibisay, por si pudiera suceder  un vuelco en su conciencia  y en sus compromisos con el jefe. Quizá pudiera ella entender, anhelamos desde nuestra ingenuidad, que el sol no se puede tapar con un dedo. Fue así como nos sentamos a esperar frente a las pantallas de unas empresas de televisión que habían disfrutado una nueva jornada de colosal holganza, pero que tal vez, y también de pronto, fuesen movidas por el aguijón de la diligencia. Pero las palabras del capitán Cabello y del general Padrino, prólogo de lo que ella diría, fueron suficientes para probar la precariedad de las esperanzas que puede abrigar un ciudadano medio inocente y completamente tonto.

Dentro de la cantidad de descripciones y de supuestos análisis del entorno presentadas por  el capitán Cabello, una solo bastó, en mi caso, para topar con la tergiversación de la realidad y con el tamaño de las patrañas que iba a desembuchar antes de que la dama del CNE nos abrumara con sus números triunfales. El capitán no tenía pinta de celebración, pero caras vemos, corazones no sabemos. La posibilidad de calcular la medida de la verdad de lo que pudiera comunicar dependía de lo que dijera, desde luego, y hete aquí que lo soltó sin que pudiera dejarnos siquiera una mínima cavilación en torno a lo que nos venía. Me refiero a su explicación de la resistencia de los Andes ante las conminaciones de la dictadura, frente a cuya excepcional bravura hemos quedado admirados desde las semanas anteriores. Para el capitán, una de las demostraciones más cabales de cómo el pueblo apoya a la “revolución” hasta jugarse la vida por ella, fue la heroica forma que buscaron los tachirenses y los merideños para cumplir con el sagrado deber. Pese a las dificultades puestas por la derecha, se atrevió a asegurar, los valientes pueblos de la montaña se sacrificaron para que la constituyente fuera un testimonio incontrovertible del vínculo que existe entre la sociedad y Nicolás Maduro. Pasaron ríos y quebradas, superaron riscos y páramos, caminos sin trillar, barricadas  y barreras descomunales para apoyar el milagro de la salvación oficialista, afirmó sin siquiera parpadear. Una posibilidad así de grosera de cambiar los hechos evidentes y ejemplares de una parte de la sociedad se ha visto pocas veces entre nosotros. Cuando se fragua sin pudor una versión de la vida que solo puede salir de la ceguera y de la necesidad de mentir, lo que dijera después la señora Lucena encontraría asiento en la fábula montañesa que le servía de prefacio.

El general Padrino fue menos rural en la intervención que también precedió a la de la señora, porque no recurrió al soporte de las geografías lugareñas para cumplir la obligación de telonero. Sin embargo, lo que afirmó también fue especialmente escandaloso. En especial, por el tono mitinesco que le está vedado por la Constitución y por los hábitos republicanos. Una impostación como la de su arenga no se había visto jamás en los anales de la nacionalidad. Una demostración de proselitismo político no salía de la lengua del ministro de la Defensa desde cuando sus antecesores, igualmente complacientes pero silenciosos, fueron  ministros de Guerra y Marina. Llegó al extremo de aleccionar a los estudiantes en el tono de los padres severos que no admiten respuesta, no en balde aseguró que actuaban “por deporte” o porque estaban mal aconsejados. Esa paternidad anacrónica, ese patriarcado que huele a gomero y a tiempo muerto, ese rol que no le corresponde y que nadie le ha pedido, no solo le daba pie a la cantante estelar para que después se sintiera guapa y apoyada, sino que demostraba también el desprecio hacia una nueva generación de venezolanos que es ejemplo de la nacionalidad, un tono de superioridad y de magisterio inaccesible que ni siquiera se atrevieron a exhibir en su momento los héroes de Carabobo.

La señora Lucena no tenía necesidad de hablar. Ya el capitán y el general le habían hecho el mandado. Uno, de lo más terruñero y telúrico. El otro, desde una inaccesible paternidad que no se veía desde los tiempos de Juan Araujo, León de la Cordillera, aunque no asentara su mitin en el paisaje de las montañas sino en el evangelio del PSUV. Los vi cuando las televisoras sintieron ganas de trabajar. Fue así como mi candor y mi perplejidad se estacionaron en el limbo. No sé las de ustedes, amigos lectores.

 

@eliaspino

El Nacional 

Luisa Ortega Díaz: TSJ y el Ejecutivo son responsables de golpe contra la Constitución

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Luisa Ortega Díaz, actuando como fiscal general de la República, emitió un comunicado donde desconoce la suspensión y destitución por parte del Tribunal Supremo de Justicia y la asamblea nacional constituyente, «pasando por encima de la Constitución y las leyes» para que no pueda seguir defendiendo los derechos del pueblo venezolano.

Ortega Díaz afirmó que «está en pleno desarrollo un golpe contra la Constitución, promovido por el Tribunal Supremo de Justicia y el Ejecutivo nacional. Ese es el único nombre del proceso que vivimos a estas horas y que debe alarmar a la comunidad internacional».

Además, la fiscal indicó que el Ministerio Público es fiel a la Constitución, «y bajo esa premisa nos vamos a mantener hasta el final».

Ortega Díaz hizo un llamado de atención al pueblo de Venezuela, y sentenció que esta decisión en su contra, «es apenas una muestra ínfima de lo que viene para todo aquel que atreva a oponerse a la forma totalitaria de gobernar. Si esto se lo hacen a la Fiscal General en qué estado de indefensión están el resto de los venezolanos».

La Fiscal señaló que acabar con la autonomía del MP afectará a las víctimas de violaciones de DDHH, de violencia delictiva, «y contribuirá a perpetuar el desfalco a la Nación con la implementación de políticas económicas que benfician a la corrupción».

Además, se dirigió al Ejecutivo y dijo que «Venezuela y el mundo están conscientes que ustedes son los principales responsables de este golpe contra la institucionalidad del Estado y como tal asumirán las consecuencias de esta destrucción de la democracia venezolana».

Por último, Ortega Díaz dijo que «No me rindo, Venezuela no se rinde ni se rendirá ante la barbarie, la ilegalidad, el hambre, la oscuridad y la muerte. Nuestro pueblo tiene que mantener viva la esperanza y la unidad».

https://twitter.com/MPvenezolano/status/893914348074172416

La clave es no perder el foco ni entretenerse en intrigas, por Ramón Guillermo Aveledo

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En circunstancias como las que nos encontramos los venezolanos: una crisis múltiple provocada por un poder inescrupuloso tercamente empeñado en obstruir cualquier solución, hay que estar alerta ante dos enemigos emboscados sumamente peligrosos que son la desesperanza y la desesperación.

El poder, cercado por sus propios errores, el más reciente y grave de los cuales es esa constituyente fraudulenta que lo metió en la calle ciega de tener que mentir del modo más escandaloso, insiste en una estrategia que ha ido teniendo rendimientos decrecientes. La de meter miedo para que cunda la desesperanza y con ella la desmovilización, y en una parte de quienes se mantengan activos, sembrar la desesperación que empuja a acciones apresuradas, impulsivas y desconectadas de una línea estratégica de mayor aliento y proyección. Para eso la escalada represiva contra alcaldes y el rapto de López y Ledezma para devolverlos a prisión, aunque más de uno crea que se trata de síntomas de lo que va por dentro, que no es precisamente una batalla a campal sino una peligrosa guerra a cuchillo.

Este gobierno no tiene futuro. Puede simular que se engaña con los “resultados” oficiales del domingo 30, e incluso alguno que otro de ellos puede engañarse realmente. Pero si abusar del poder real es tarde o temprano costoso e inútil, hacerlo de un poder ficticio, con pies de barro, es una necedad inconmensurable. Ha perdido credibilidad interna, la mayoría de los venezolanos no traga su intento de engañarnos y muchos que en efecto votaron y los militares desplegados en el Plan República, saben que en esos centros vacíos nunca en la vida pudo haber ocho millones de personas. Y ha perdido credibilidad exterior, el mundo no se comió el cuento de que su maniobra resolvería la crisis y uniría y pacificaría a un país que está, naturalmente, más dividido e irritado.

Aquí lo que está planteado es un conflicto entre el país entero, que quiere paz y progreso, y el pequeño grupo que se cree amo del poder y que no representa a todo el chavismo y ni siquiera a los que sí participaron el domingo pasado, más o menos la tercera parte de lo que leyeron las señoras en su boletín.

La clave está en la claridad de propósitos y la unidad. Allí la responsabilidad de nuestros dirigentes. Lo que nos da la confianza para seguir adelante y para no caer en la desesperanza ni en la desesperación. Mantenernos unidos, en esa diversidad que coincide en la necesidad del cambio político para abrir paso a un gobierno de unidad nacional que se ocupe de los problemas de verdad y restablezca el respeto a la Constitución como marco de seguridad para todos. Unidos. No perder el foco ni entretenerse en intrigas que el aparato de propaganda oficial sabe difundir para contaminar el ambiente.

Vencer a un proyecto como el que se aferra el poder nunca es fácil. Nadie dijo que lo sería. Pero lo venceremos. Mucho hemos avanzado nacional e internacionalmente para lograrlo, y mucho han retrocedido ellos, que ya no tienen ni el respaldo popular, ni la imagen internacional niel dineral que solían tener. Porque este país se decidió a cambiar y cambiará.

@aveledounidad

¿Qué es una Constitución? En torno a la Asamblea Nacional Constituyente, por Carlos García Soto

Constitución

 

La elección fraudulenta de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) lleva al país a una nueva dimensión de la crisis constitucional e institucional.

Buena parte de la conversación pública en los últimos años ha girado alrededor de asuntos constitucionales. Con mucho énfasis, por ejemplo, en 2007, cuando se intentó imponer una reforma constitucional que el pueblo rechazó electoralmente. A inicio de 2013 con ocasión de la discusión constitucional en torno a la ausencia del Presidente Chávez y la elección presidencial. Desde diciembre de 2015, también, a partir de la elección de una Asamblea Nacional al margen del control político del oficialismo.

Los asuntos constitucionales han sido objeto de las más fraudulentas interpretaciones. La Constitución, que, como se verá, tiene como objeto limitar al Poder y proteger a los ciudadanos, ha sido invocada, precisamente, para limitar los derechos ciudadanos. Al punto que muchos se preguntan si en Venezuela hay una Constitución y si vale la pena invocarla.

Se sabe cómo el proceso constituyente que se impulsa es fraudulento y, paradójicamente, inconstitucional. Por una parte, se trata de un proceso constituyente convocado directamente por el Presidente de la República, cuando la iniciativa constituyente corresponde al pueblo (artículo 347 de la Constitución). Por otra parte, las bases comiciales, que tampoco fueron consultas al pueblo, establecen un método electoral discriminatorio, que asegura en cualquier caso una mayoría oficialista. Luego, los resultados anunciados por el CNE no tienen credibilidad ni en el país ni en el extranjero.

No sabemos con certeza cómo se desarrollará este “proceso constituyente”, pero sí hay una premisa clara: la libertad seguramente quedará aún más restringida a partir de la nueva Constitución.

Por eso, en estos días quizá conviene volver sobre el concepto mismo de Constitución.

 

El origen de las Constituciones

 

La Constitución, como documento jurídico y político, tiene su origen tal como hoy lo conocemos en la Revolución Norteamericana, que dio lugar a la Constitución de los Estados Unidos, de 1787.

En la historia constitucional británica pueden encontrarse algunos antecedentes remotos del concepto de Constitución, como la Carta Magna (1215), o el Instrument of Government (1653), el Habeas Corpus Act (1679) o el Bill of Rights (1689).

Pero será con ocasión de la Revolución Norteamericana que esta genial y fundamental idea para la modernidad se precisará con mayor detalle. Allí se diseña un sistema de control entre los Poderes y se comienzan a reconocer los derechos de los ciudadanos a través de diversas enmiendas a partir de 1789.

La segunda Constitución del mundo moderno será la de Francia de 1791, que junto con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, fue uno de los productos fundamentales de la Revolución Francesa.

La tercera Constitución del mundo moderno será la de Venezuela de 21 de diciembre de 1811. Esa Constitución será la culminación de la primera etapa de nuestro proceso de Independencia, iniciado el 19 de abril del año anterior. La Constitución de 1811 recogerá aspectos de la Constitución Norteamericana y de la Constitución Francesa y sentará las bases de nuestra historia constitucional y republicana.

 

Constituciones y Asambleas Constituyentes en Venezuela

 

La historia institucional de Venezuela ha presenciado varios “procesos constituyentes” y reformas constitucionales y otras tantas Constituciones como producto de esos procesos: hemos tenido cierta debilidad por convocar procesos de este tipo, o al menos por reformar la Constitución. Algunas veces, como en 1811 o en 1947, la nueva Constitución implicó una ampliación de los derechos de los ciudadanos. Otras veces, como entre 1908 y 1935, las reformas a la Constitución sirvieron para aumentar los poderes del Presidente. Como ocurrió, precisamente, también en el proceso constituyente de 1999.

Pero, en realidad, a los únicos procesos constituyentes a los que genuinamente puede dárseles ese calificativo son al de 1811, cuando comienza el tránsito de la Monarquía a la República, y al proceso constituyente en 1830, cuando se produce la separación de Venezuela de la Gran Colombia. Propiamente, el Estado venezolano se constituyó en 1811, con lo que no hace ni ha hecho falta en realidad ni “reconstituirlo” ni “refundarlo” de nuevo.

 

La Constitución como norma jurídica y suprema

 

El primer carácter que debe precisarse de una Constitución verdaderamente tal es el de su normatividad y supremacía en el ordenamiento jurídico: la Constitución es una verdadera jurídica y es, además, la norma suprema del ordenamiento jurídico. Por ello, todos los actos de todos los Poderes Públicos deben sujetarse a lo dispuesto por la Constitución. Ese carácter de norma suprema es el reconocido precisamente en el artículo 7 de la Constitución:

“La Constitución es la norma suprema y el fundamento jurídico del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución”.

 

La Constitución como acuerdo político

 

Pero, además, la Constitución es el acuerdo político fundamental sobre el cual debe descansar la vida político-social. Esa concepción de la Constitución como acuerdo político implica que en ese documento se establecen unas reglas políticas básicas a través de las cuales se debe encauzar la vida política. En ese sentido, pretender conducir políticamente al país, es decir, gobernar, al margen de la Constitución, rompe ese acuerdo político. Pero además, pretender reformar la Constitución para redactar una en la que el adversario político no tenga lugar, implicará eliminar esa función clave de encuentro político de la Constitución.

 

La Constitución como límite al Poder y garantía de las minorías

 

Pero la misión fundamental de una Constitución será, por una parte, la de limitar el Poder, a través de la organización y asignación de competencias a los órganos del Poder Público y, por otra parte, la de reconocer los derechos de los ciudadanos. Para el reconocimiento y protección de esos derechos ciudadanos será fundamental que la organización de los Poderes Públicos implique la limitación de estos.

Esa organización del Poder se realiza a través de la asignación de funciones a cada Poder Público, y a través del diseño de mecanismos de control de unos Poderes sobre otros. En ese sentido, el control de los Poderes no es un obstáculo para el funcionamiento del Estado. Por el contrario, será el instrumento para que el Estado funcione sobre la base de la transparencia y bajo el respeto de los derechos de los ciudadanos.

El reconocimiento de los derechos, además, debe estar acompañado por una serie de garantías e instrumentos de protección de los derechos, que permitan que el ciudadano pueda encontrar efectiva protección frente a las actuaciones del Poder, particularmente del Poder Ejecutivo.

En la Introducción al Reglamento de Elecciones por el cual se eligieron los miembros al Supremo Congreso de Venezuela, que luego dio origen al Acta de Independencia y a la Constitución de Venezuela de 1811, redactado por Roscio, se hará referencia a la importancia del control de los Poderes:

“Habitantes de Venezuela: buscad en los anales del género humano las causas de las miserias que han minado interiormente la felicidad de los pueblos y siempre las hallaréis en la reunión de todos los poderes”.

 

La ANC: el riesgo de un país sin Constitución

 

Conforme al artículo 10 del Decreto N° 2.878, mediante el cual se establecen las Bases Comiciales para la Asamblea Nacional Constituyente (Gaceta Oficial Nº 41.156 del 23 de mayo de 2017), mientras la nueva ANC no dicte uno nuevo, se aplicará el Estatuto de Funcionamiento de la ANC de 1999.

Uno de las facultades que ese Estatuto de Funcionamiento le reconocía a la ANC de 1999 y que, en consecuencia, se le reconocerá también a la ANC de 2017, es que la ANC dicte decisiones incluso por encima de la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico venezolano (parágrafo segundo del artículo 1 del Estatuto de Funcionamiento de la ANC de 1999).

Por ello, conforme a ese inconstitucional Estatuto de Funcionamiento, la ANC podría decidir dictar normas que pretendan derogar aspectos de la Constitución de 1999, supuesto en el cual, no sólo el país carecería de una Constitución material, sino que también carecerá de una Constitución formal.

Y, como advirtió el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en plena Revolución Francesa:

“Una sociedad en la que no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución”.

 

***

Desde 1999 en Venezuela hemos asistido a un sistemático proceso de desconocimiento de la Constitución, cuya última etapa ha sido la iniciada desde diciembre de 2015, cuando se ha vaciado completamente de sus competencias a la Asamblea Nacional, órgano de representación popular por excelencia.

El riesgo que enfrentamos con la ANC es que ese órgano dicte decisiones no sólo contrarias a la Constitución de 1999, sino que dicte decisiones que pretendan derogar la propia Constitución de 1999.

Por ello, ciertamente, el riesgo al que nos enfrentamos es que perdamos hasta la propia Constitución que durante estos años hemos invocado para denunciar los abusos del Poder.

 

@cgarciasoto