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Colombia y Perú

Migrantes venezolanas enfrentan creciente violencia de género en Perú y Colombia
Según Amnistía Internacional, los países de tránsito y acogida registran altos índices de violencia basada en género en contra de las mujeres

Las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas enfrentan una creciente violencia de género en países como Perú y Colombia.

Así lo advirtió la organización Amnistía Internacional en su informe «Desprotegidas: Violencia de Género Contra Mujeres Venezolanas Refugiadas en Colombia y Perú».

Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, señaló: «La protección contra la violencia de género debería ser una prioridad de todos los Estados en las Américas, así como la protección de quienes huyen de violaciones masivas de derechos humanos en sus países de origen».

 

Hasta la fecha, más de seis millones de venezolanos salieron de Venezuela. Estos datos se tomaron de acuerdo a la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V)

Al respecto, Colombia y Perú son los países que más personas venezolanas han acogido, sumando más del 50% de todas las personas que salieron de Venezuela (1,84 millones y 1,29 millones respectivamente).

Además, la organización recordó que, aunque el mayor flujo de población venezolana salió del país entre 2016 y comienzos de 2020, en la actualidad continúan saliendo personas migrantes y refugiadas diariamente desde Venezuela.

Muchas de las personas que salen de Venezuela actualmente cruzan por puntos irregulares de las amplias fronteras que comparten con Colombia y otros países fronterizos. 

La llegada masiva de personas venezolanas a Colombia y Perú ha sido acompañada por la estigmatización y xenofobia.

Por ejemplo, en Perú, la campaña electoral para la presidencia en 2021 estuvo marcada por una fuerte estigmatización hacia los venezolanos.

Casos de violencia basada en género en 2020

En muchas ocasiones, las mujeres venezolanas viajan como cuidadoras  de otras personas que las acompañan.

Según Amnistía Internacional, los países de tránsito y acogida registran altos índices de violencia basada en género en contra de las mujeres.

Durante el año 2020, en Colombia, el Sistema Integrado de Violencias de Género (SIVIGE), reportó un total de 122,758 casos en todo el territorio nacional. 

  • 58,904 violencia física
  • 31,635 violencia sexual
  • 18,967 negligencia y abandono
  • 9,782 violencia psicológica se registraron

De este universo de casos las mujeres fueron el 78% de las víctimas sobrevivientes.

Violencias: múltiples y omnipresentes

En países que ya tienen altos índices de violencia basada en género, la violencia en contra de las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas se manifiesta en diversos espacios y en múltiples formas: 

  • Violencia física
  • Acoso sexual
  • Violencia sexual
  • Violencias psicológicas

Estas violencias ocurren en el espacio público, en el ámbito familiar y en los lugares de trabajo.

  • Colombia

Las cifras muestran que la violencia contra las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas en Colombia ha crecido de manera exponencial desde 2017.

De acuerdo con el Según el SIVIGE, el 80.89% de los casos de violencia en contra de mujeres venezolanas ocurrieron en la vivienda, el 11.50% en la vía pública y 7.6% en otros espacios.

  • Perú

En el caso de Perú, el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar, da cuenta de que entre 2019 y 2021 cerca del 70% de las personas extranjeras atendidas fueron mujeres venezolanas.

Asimismo, la institución señala que se triplicó el número de casos atendidos, pasando de 250 en 2017 a 759, en 2018 y a 2,022, en 2019.

Entre 2019 y 2021, la dinámica cambió. La disminución de casos en el 2020 puede asociarse a las restricciones de tránsito y movilidad adoptadas por los gobiernos en respuesta a la pandemia de COVID-19.

Por otra parte, los Centros Emergencia Mujer (CEM) reportaron 681 atenciones a mujeres extranjeras entre enero y marzo de 2022.

Aunque  las cifras año por año están desagregadas por tipos de violencia, tampoco contienen datos correspondientes a la nacionalidad de la persona sobreviviente.

En el espacio público

  • Ciudades de acogida

Fuentes consultadas por Amnistía Internacional revelaron que la violencia contra las mujeres en los espacios públicos es generalizada. Además, se manifiesta tanto en contra de las mujeres nacionales, peruanas o colombianas, como en contra de las mujeres migrantes y refugiadas, incluidas las venezolanas.

En este sentido, una de las mujeres entrevistadas afirmó: “Hay mucha violencia aquí en el Perú, hay muchísima violencia. Tanto para las venezolanas como para las peruanas, no solamente las venezolanas sufrimos violencia. Las peruanas también sufren muchísima violencia, mucho maltrato”.

Además, la ONG  identificó que las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas enfrentan múltiples violencias basadas en género en los espacios públicos de ambos países:  en la calle, en las plazas, los mercados, en los sitios de comercio.

 

De acuerdo con la organización, en estas violencias confluyen estereotipos no solamente asociados a su nacionalidad, sino al hecho de ser mujeres y al imaginario social sobre cómo visten, cómo se comportan, cómo hablan y sobre la sexualidad percibida de las mujeres venezolanas. 

En pareja

La violencia más recurrente en las mujeres colombianas y peruanas, así como en las migrantes refugiadas venezolanas, es la del ámbito familiar, en la que el presunto perpetrador es su pareja o expareja.

En estos casos puede tomar forma de violencia psicológica, física, violencia económica y sexual. 

En el caso de Perú, Amnistía Internacional no pudo acceder a cifras de violencia perpetrada por la pareja o expareja de las mujeres refugiadas venezolanas. 

Por su parte, en Colombia, durante 2020 el 80.89% de los casos de violencia basada en género en contra de mujeres refugiadas venezolanas reportados por el SIVIGE ocurrió en sus casas.

Según Amnistía Internacional, los casos documentados evidencian que la violencia en el espacio doméstico aumenta por las condiciones de vulnerabilidad de las mujeres refugiadas.

Tanto en Perú como en Colombia los testimonios dan cuenta de que la violencia en el seno de la familia puede provenir de parejas o exparejas tanto nacionales de los países de acogida como venezolanas.

“Ahora se está normalizando la violencia por parte de hombres venezolanos, algo que no era una constante en Venezuela”, reveló un testimonio que declaró a la ONG.

En el ámbito laboral

De acuerdo con el informe, el ámbito laboral es uno de los espacios donde las mujeres venezolanas expresaron enfrentar importantes niveles informalidad y de violencia. 

En Colombia, entre diciembre 2021 y febrero de 2022, el 48% de la población en edad laboral lo hacía en el sector informal, de este universo el 42.7% eran mujeres.

Además, en el vecino país la Encuesta Pulso de la migración del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) muestra que el 82% de las mujeres venezolanas laboralmente activas afirma haber tenido dificultades en la obtención de trabajo remunerado. 

 

Por su parte, en Perú, para 2021, el porcentaje de personas en el sector informal alcanzó el 76%,57 pero la información no desagrega el porcentaje de mujeres. 

La Superintendencia General de Migraciones de Perú señaló que el 29% de las mujeres extranjeras trabajan de forma remunerada, el 34% trabaja de forma no remunerada y en el 37% de los casos no fue posible determinar su situación laboral. 

Liz, de 60 años, relató: «A mí me pasó, llegando dije, voy a buscar trabajo, yo me voy así sea a vender tintos [café], vi que buscaban personal en panaderías, a varias partes fui. Lo primero que preguntaban era la nacionalidad, claro por el acento. ‘no, no, aquí no contratamos venezolanos’ de una vez. En otro, ¿qué edad tiene usted señora?’, ‘no, váyase a su casa a cuidar muchachitos’».

 

También, el informe reveló que potenciales empleadores y empleadoras estigmatizan, discriminan o incluso agreden a las mujeres venezolanas, con base en los estereotipos de género e hipersexualización ampliamente difundidos en las sociedades colombianas y peruanas. 

Buscar trabajo como mujer venezolana trans

En el caso de las personas LGBTIQ+, los procesos migratorios suelen estar marcados por violencias sistemáticas y estructurales.

Con respecto a estas personas, a la ya existente discriminación que sufren debido al rechazo por su orientación sexual e identidad de género, se suma la xenofobia ejercida por personas de los países de acogida.

En muchos casos, esto viene de parte de personas funcionarias públicas y de las fuerzas policiales encargadas de su seguridad.

Alicia es una mujer trans. Ella salió de Venezuela y se instaló en Lima (Perú), donde ha intentado buscar trabajo en su profesión, pero no ha sido posible. Ella ha tenido que enfrentar obstáculos no solo por ser mujer trans, sino como consecuencia de su nacionalidad.

En muchos casos, ha recibido ofertas de empleo por debajo del salario que le ofrecen a una persona del país de acogida, en condiciones de seguridad y salubridad que no solo la pueden llevar a ser víctima de violencia basada en género, sino afectando su parte emocional y su proyecto de vida a nivel laboral.

«El hecho de que tu parte física exterior, a ellos les refleja que no tienes capacidades cognitivas para poder realizar un trabajo y sencillamente te lo niegan y punto», dijo.

Trata de personas

Amnistía Internacional manifestó su preocupación por las fallas de las respuestas estatales a la violencia basada en género en Colombia y Perú.

Según información que recibió la ONG, mujeres de Venezuela han sido contactadas para trabajar en diferentes ciudades de ambos países.

Al respecto, se identificó que en algunos casos son personas venezolanas quienes han contactado a las mujeres y les ofrecen oportunidades laborales: 

Además, Amnistía Internacional constató casos de explotación y trata, en los que las mujeres son captadas con sus hijos e hijas.

Puede leer el informe completo aquí

Colombia y Perú firman convenio de intercambio de información migratoria de venezolanos

LAS AUTORIDADES MIGRATORIAS DE COLOMBIA Y PERÚ firmaron, en la ciudad de Lima, el convenio por el cual se establece el intercambio de información migratoria de ciudadanos venezolanos entre los dos países.

Este acuerdo, que comienza a funcionar a partir de este miércoles, 17 de octubre, hace parte de la estrategia implementada por el Gobierno de Colombia para «la atención del fenómeno de la migración venezolana en la región y busca, entre otras cosas, establecer quiénes son los ciudadanos venezolanos que se encuentran establecidos en los países receptores, facilitando así el establecimiento de una política migratoria ajustada a la realidad de cada nación».

El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo, con la firma de este documento, comienza a funcionar oficialmente la base de datos regional de ciudadanos venezolanos, la cual servirá de insumo primordial para el establecimiento, a futuro, de un Permiso Regional de Permanencia, una idea sobre la cual, los dos países, ya vienen trabajando.

«Para el Gobierno de Colombia, el tema de la migración venezolana es algo que va mucho más allá de un número. Estamos hablando de personas y es por eso que no vamos a permitir que unos cuantos se aprovechen de la necesidad de un pueblo. Estamos coordinando toda una estrategia para detener y castigar, con todo el rigor de la ley, a aquellas personas, naturales o jurídicas, que están abusando de la condición de los venezolanos, más allá de si están o no regulares en el país», indicó el Director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento.

Este jueves, el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, la Viceministra de Relaciones Exteriores, Luz Stella Jara, y el Director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, viajarán a Ecuador, donde se espera lograr la firma de un convenio similar al establecido con las autoridades peruanas.