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Costa Oriental del Lago tiene la canasta más cara del occidente
La canasta básica registró un valor de Bs. 287,72, alrededor de dos sueldos mínimos mensuales 

En medio de la emergencia humanitaria compleja, los hogares venezolanos se han visto obligados a optar por alimentos más económicos, e incluso menos favoritos, a fin de contar con los platos esenciales del día.

Uno de ellos ha sido la yuca, cuya versatilidad y precio han ayudado a sobrellevar este panorama marcado por los altos índices de inseguridad alimentaria, tal como se ha señalado en los sondeos sobre Consumo de Alimentos y Seguridad Alimentaria que realiza la Comisión para los Derechos Humanos de Estado Zulia (Codhez).

En este sentido, Codhez también refiere en su más reciente monitoreo de oferta y precios de alimentos que el tubérculo pasó de costar ─en Maracaibo, San Francisco y Mara─ Bs. 2,43 (USD 0,52) a Bs. 4,40 (USD 0,97), a una tasa promedio de Bs/USD 4,53. Esto representa un aumento de +81,62% en bolívares y +87,58% en dólares.

Esta investigación ─realizada entre el 15 y 17 de marzo en los estados Lara, Táchira y Zulia─ indica también que la canasta básica en estos tres municipios zulianos registró un valor de Bs. 287,72 (USD 63,55), es decir, alrededor de dos sueldos mínimos mensuales actualmente, fijado en Bs. 130,00, reseña una nota de prensa de Codhez.

La COL tiene la canasta más cara del occidente

El plátano y la yuca se vuelven opciones cada vez menos asequibles en la Costa Oriental del Lago. En el caso del plátano, el kilogramo se valoró en Bs. 6,64 (USD 1,52), cuando 15 días antes costaba Bs. 6,17 (USD 1,36). Su variación: 7,63% en bolívares y 12,16% en dólares; a una tasa promedio de Bs/USD 4,32.

Mientras, el kilogramo de yuca alcanzó esta primera quincena de marzo los Bs. 3,20 (USD 0,74). Entre tanto, una quincena antes marcó Bs. 2,10 (USD 0,47), es decir, aumentó +52,42% en bolívares y +57,59% en dólares.

Cabe destacar que en esta oportunidad los municipios Cabimas y Lagunillas tienen la canasta más costosa del estudio de Codhez, con una cifra que ronda los Bs. 289,15 y USD 66,83.

En Barquisimeto aumentó el kilo de costilla 28,33 % en dólares

Pase a que el corte de carne de primera en Barquisimeto, estado Lara, sigue siendo la proteína de origen animal más costosa, esta vez la costilla de res fue la que más aumentó su precio, en +24,48% en bolívares y +28,33% en dólares, pues varió de Bs. 11,84 (USD 2,69) a Bs. 14,74 (USD 3,45); a una tasa promedio de Bs/USD 4,27.

Asimismo, el valor de la lista de alimentos monitoreados por la organización alcanzó un costo de  Bs.282,27 (USD 66,07), cuando en la segunda quincena de febrero osciló los Bs. 290,17       (USD 65,89).

Frijoles aumentaron 33,98 % en bolívares en San Cristóbal

En los establecimientos de San Cristóbal, estado Táchira, los frijoles aumentaron de Bs. 7,75 (USD 1,77) a Bs. 10,38 (USD 2,40),  representando una variación de +33,98% en bolívares y +35,14% en dólares; a una tasa promedio de Bs/USD 4,33.

A su vez, el tomate costaba en la segunda quincena de febrero Bs. 2,95 (USD 0,68), mientras que en la primera quincena de marzo llegó a los Bs. 3,73 (USD 0,86), lo que refleja una variación de +26,49% en bolívares y +27,59% en dólares.

Por último, la canasta básica alcanzó los Bs. 268,05 (USD 61,87), que significa una disminución de -0,08%, pero un aumento de +0,79% en relación con la quincena anterior.

Codhez: Nuevo salario mínimo en Venezuela es insuficiente para acceder a alimentos básicos en mercados de Lara
Los larenses necesitan $65,89 para poder cubrir la cesta alimentaria

Luego del aumento del salario mínimo anunciado por la administración de Maduro el pasado jueves 3 de marzo, la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez), aseguró en su más reciente reporte que este nuevo ajuste es insuficiente para los barquisimetanos.

Tras un monitoreo realizado por Codhez en el municipio Iribarren, estado Lara, este aumento sigue sin ajustarse a la realidad de todos los ciudadanos, a pesar de que el incremento del salario mínimo fue de más del 1.700%

La ONG, a través de una nota de prensa, recordó que esta semana el salario pasó de 7,00 bolívares a 126 bolívares (28 dólares), pero «no alcanza para satisfacer las necesidades básicas de los venezolanos«.

Codhez resalta que a pesar del ajuste salarial, la canasta básica en Barquisimeto tuvo un incremento de 0,35% en dólares, necesitando al menos 290,17 bolívares (USD 65,89) las personas para poder cubrir su cesta alimentaria

La Comisión para los Derechos Humanos resalta que en Lara el alimento más costoso es el corte de primera que se ubica en 29,06 bolívares, mientras que las lentejas fue uno de los rubros que más tuvo aumento en comparación con la quincena pasada, quedando en 11,36 bolívares.

Codhez: Familias en Táchira se saltan alguna comida al menos un día en la semana
Codhez destaca que 95 % adaptó estrategias de sobrevivencia para mantener un consumo básico de alimentos

En el estado Táchira, los hogares adoptan estrategias de sobrevivencia para hacer frente a la falta de recursos para comprar de alimentos suficientes, adecuados y nutritivos. Una de las más graves, y también más común entre los hogares tachirenses, se refiere a saltarse las comidas. Esto implica dejar de cubrir las necesidades calóricas y de nutrientes, de fundamental satisfacción para una buena salud física y mental.

En consecuencia, más de la mitad de los hogares tachirenses (58 %) deja de desayunar, almorzar o cenar alguna vez durante la semana, mientras que 38 % deja de hacerlo entre una y tres veces en este mismo lapso. Entre tanto que comer solo una vez o no comer nada durante todo el día es una situación que declaró presentarse alguna vez en la semana en 42 % de las familias.

Otras estrategias de afrontamiento que denotan la situación de inseguridad alimentaria en Táchira, comprenden el consumo de alimentos menos preferidos o más baratos al menos una vez a la semana (93 %), disminuir el tamaño de las porciones de comida (88 %) y depender de la ayuda de familiares en el exterior para poder alimentarse (65 %).

Estas cifras ─obtenidas en los resultados del undécimo Sondeo sobre Consumo de Alimentos y Seguridad Alimentaria que realiza la Comisión para los Derechos Humanos de Estado Zulia (Codhez) en los estados Lara, Táchira y Zulia, al occidente de Venezuela─ dan cuenta de un desolador panorama de vulneración al derecho humano a una alimentación adecuada.

En este sentido, este estudio de Codhez, realizado del 25 al 31 de enero de 2022, también aborda la situación de poblaciones vulnerables como niños, niñas y adolescentes (NNA). Así, en 13 % de los hogares con NNA, todos los días de la semana se redujo el consumo de los adultos para que aquellos pudieran comer mejor. Mientras que en 42 % de los hogares sus cuidadores se vieron obligados a enviarlos a comer fuera de casa alguna vez durante la semana.

Todo lo descrito deriva en que 23 % de los hogares consultados presentó inseguridad alimentaria, 14 % habría estado en riesgo de padecerla, y tan solo un 5 % estaría en una situación normal. Cifras que contrastan con las obtenidas en el anterior sondeo mensual de Codhez, realizado del 24 al 30 de noviembre de 2021, en las que se reportó 16 % de hogares con inseguridad alimentaria, 21 % en riesgo de padecerla, y 16 % en una situación normal.

Similar situación en Lara y Zulia

Al explorar sobre la situación de las familias del Zulia, Codhez destaca que 95 % adaptó estrategias de sobrevivencia para mantener un consumo básico de alimentos. Por otra parte, 13 % presentó inseguridad alimentaria, 8% se determinó en riesgo de padecerla, y 5 % en situación normal.

A su vez, en Lara, 97 % de hogares experimentó dificultades para acceder a los alimentos, debiendo adoptar estrategias de sobrevivencia para mantener un consumo básico. De esta manera, 22 % presentó inseguridad alimentaria, 15 % habría estado en riesgo de sufrirla, y apenas 3 % estaría en una situación normal.

Dieta poco variada y sujeta a carbohidratos

Al contrastar los datos relativos a las estrategias de sobrevivencia con los hábitos de consumo de alimentos, Codhez advierte que persisten las dificultades de las familias de Lara, Táchira y Zulia para alcanzar cierta diversidad en su alimentación, a pesar de los sacrificios que implica adoptar cambios en la calidad de la dieta, racionar las comidas, disminuir el número de personas que pueden comer en casa, o comer alimentos menos preferidos.

En Táchira, por ejemplo, 38 % de hogares declaró consumir entre tres y cuatro días algún alimento de la categoría cereales, plátano y tubérculos. El consumo de granos se registró entre uno y dos días a la semana en 44 % de las familias, mientras que la frecuencia en la ingesta de carnes, huevos, pescado y/o mariscos fue imposible para el 12 % de los hogares.

En el Zulia, tan solo 8 % de las familias consultadas reportó consumir todos los días proteínas de origen animal como carnes, huevos, pescado y/o mariscos. Por su parte, 21 % incluyó vegetales en su dieta y 57 % no consumió frutas en toda la semana; siendo más frecuente el consumo diario de cereales, plátano o tubérculos, registrado en un 45%.

Por último, se destaca que 25 % de hogares de Lara declaró consumir todos los días algún tipo de cereales, plátano y tubérculos. Entre tanto, el consumo diario de lácteos fue informado solo por 5 % de hogares, mientras que 25 % reportó no haberlos consumido ningún día. Por último, el consumo de granos ocurrió entre uno y tres días a la semana en 60% de hogares, mientras que 25 % no pudo consumir algún tipo de proteína animal en la semana.

Hogares zulianos gastan en comida toda la ayuda económica que envían sus familiares desde el exterior
De acuerdo con Codhez, 6 de cada 10 hogares zulianos afirmaron haber dejado de desayunar, almorzar y cenar entre tres y cinco veces por semana.

La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) alertó que los hogares zulianos gastan en comida toda la ayuda económica que envían sus familiares desde el exterior.

En su reporte, que se basa en la quinta encuesta sobre seguridad alimentaria, consultaron 1.200 hogares en los cinco municipios más poblados de la región: Maracaibo, San Francisco, Cabimas, Mara y Lagunillas.

Resultados

– 49,6% de los hogares en la región tiene un ingreso mensual entre $ 11 y $ 50, mientras, 6 de cada 10 hogares gasta entre $ 50 y $ 150 en la compra de alimentos.

– 8 de cada 10 hogares zulianos reportó un familiar cercano que tuvo que emigrar.

– 4 de cada 10 hogares estaría percibiendo entre $ 11 y $ 50 cada mes de familiares en el exterior.

– 8 de cada 10 hogares consumieron alimentos que menos les gusta o más baratos entre tres y 6 veces a la semana.

– Existe una brecha muy amplia entre los hogares que denota diferencias en la diversidad y frecuencia alimentaria.

– 10 de cada 10 hogares afirmó que el alto costo de los alimentos es el mayor obstáculo para su adquisición.

IES reducido

El Informe de Seguridad Alimentaria en el Zulia, de octubre de 2021, se determina con una puntuación numérica. Un puntaje alto significa que los hogares zulianos adoptaron estrategias de sobrevivencia con mayor frecuencia y más severas para alimentarse.

En ese sentido, el informe obtiene que:

– IES promedio es de 29

– El IES mínimo es de 0

– IES máximo de 50

– Hogares adultos 18

– Hogares con niños, niñas y adolescentes 31

En comparación con los resultados de la encuesta de marzo de 2021, Codhez señala que en Zulia hubo una disminución de dos puntos del IES reducido, «pero aún prevalecen reiteradas estrategias aplicadas por las familias para acceder alimentos:

Números de marzo de 2021:

– IES promedio 31

– El IES mínimo es de 6

– IES máximo de 56

– Hogares adultos 21

– Hogares con niños, niñas y adolescentes 34

Asimismo, el Informe de Seguridad Alimentaria en el Zulia reducido en los municipios consultados se distribuyen de la siguiente manera:

– San Francisco 33 puntos

– Cabimas 31 puntos

– Lagunillas 31 puntos

– Maracaibo 28 puntos

– Mara 26 puntos

En general, según Codhez, el informe destaca que en los hogares zulianos donde una madre o abuela está a cargo de una familia, el IES reducido promedio es de 32 puntos, lo que supera el de toda la región del Zulia.

Además, detallan que en el caso donde la madre es jefa de familia, el IES reducido es de 31 puntos y en el de la abuela es de 37.

Codhez advirtió: «La crítica situación alimentaria de la población zuliana se configura, principalmente, en la adaptación de estrategias de sobrevivencia».

Al respecto, indicaron que hay poca variedad dietética, discontinua frecuencia de consumo y malos hábitos alimenticios.

Acceso a los alimentos

De acuerdo con Codhez, 6 de cada 10 hogares del Zulia afirmó haber dejado de desayunar, almorzar y cenar entre tres y cinco veces por semana.

Por otra parte, 8 de cada 10 hogares disminuyó el tamaño de las porciones de comida entre tres y seis veces en la semana.

Asimismo, 5 de cada 10 hogares declaró haber comido una vez o dejado de comer en todo el día, entre cinco y veces a la semana.

También, 5 de cada 10 hogares manifestó que entre dos y cuatro veces a la semana tuvo que mandar a  algún adulto a comer en otra parte.

En cuanto a los recursos para comprar alimentos, 9 de cada 10 hogares gastó sus ahorros para comprar alimentos entre cinco y siete días en la semana.

7 de cada 10 hogares, durante toda la semana, tuvo que vender o intercambiar bienes personales por o para comprar comida.

A su vez, 6 de cada 10 hogares dependió de la ayuda de familiares que viven en el exterior para comer entre tres y cinco veces a la semana.

Por último, en cuanto a la situación de niños, niñas y adolescentes; Codhez señala que 7 de cada 10 hogares con NNA redujo, entre cuatro y siete veces a la semana, el consumo de los adultos para que estos pudieran comer.

Además, 5 de cada 10 hogares informó que entre dos y cuatro veces en la semana tuvo que mandar a NNA a comer en otra parte.

*También puede leer: Canasta básica aumentó en 75% su precio en dólares en dos años

Codhez reportó 224 muertes por uso excesivo de la fuerza en Zulia durante 2021
Hubo una reducción de 58,23 % de muertes a manos de organismos de seguridad respecto a 2020

224 muertes violentas registró durante el año 2021 la Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez), las cuales involucran a funcionarios de seguridad del Estado y el gobierno regional.

Durante el segundo semestre del año pasado ocurrieron 66 casos, mientras que en el primer semestre del año, entre enero y julio, se registraron 158 muertes.

Aunque hubo una reducción de 58,23 % de muertes a manos de organismos de seguridad del Estado, para la Codhez, “aún se mantienen cifras preocupantes de este tipo de accionar de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano que dan cuenta de la inobservancia de las obligaciones de protección del derecho a la vida, como derecho central y nuclear para el ejercicio de los demás derechos humanos”.

Codhez también observa que hubo una reducción de 61,77 % de muertes por violencia policial entre los dos últimos años. En 2020 se verificaron, en total, 586 muertes por violencia policial, mientras que el año pasado se registraron 224.

De las 66 personas abatidas en el transcurso de julio a diciembre de 2021, Codhez señala que 54 de ellas no pudieron ser identificadas en cuanto a sus edades se refiere (81,82%). 

Al respecto, solo se lograron identificar las edades de 12 personas fallecidas, la mayoría jóvenes adultos: 1 menor de 18 años (1,52 %); 6 entre 18 y 24 años (9,09 %); 2 entre 25 y 29 años (3,03 %); 2 entre 30 y 34 años (3,03 %); 1 entre 35 y 39 años (0,63 %).

Codhez destaca que la mayoría de las personas abatidas en el país son hombres jóvenes, calificados como delincuentes por parte de las autoridades.

Maracaibo, San Francisco, Cabimas y Baralt fueron los municipios donde se reportó el mayor número de muertes por violencia policial.

 

Familias de occidente cerraron el 2021 con mayores dificultades para adquirir alimentos
La lista de 25 alimentos básicos en Maracaibo se valora en USD 62,4

Para la segunda quincena de diciembre de 2021, la canasta de 21 alimentos básicos que monitorea la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) presentó considerables aumentos en las regiones occidentales de Lara, Táchira y Zulia. Este comportamiento fue persistente durante todo el año, tanto en las variaciones registradas en bolívares como en su equivalente en dólares estadounidenses (USD).

Las canastas Codhez comprenden una lista de 25 alimentos básicos de la gastronomía occidental como carnes de res, pollo entero, pechuga, muslos, alitas y sardinas; caraotas, lentejas, arvejas y frijoles; cartón de huevos, cebolla, tomate y yuca; queso blanco semiduro, harina de maíz, arroz blanco, pasta, margarina y aceite vegetal; cambur, lechosa, sardina y plátano.

En este sentido, los promedios generales más elevados se ubicaron en los municipios Maracaibo, estado Zulia, en donde alcanzó un valor de USD 62,48; en Iribarren, estado Lara, donde el promedio se cifró en USD 62,39; y en San Cristóbal, estado Táchira, cuyo monto se elevó +7,01% fijándose en USD 60,67.

La lista de 25 alimentos básicos en Maracaibo se valora en USD 62,48. Para la segunda quincena de diciembre, el promedio general de la canastas básica alimentaria en los municipios Maracaibo, San Francisco y Mara, que comprenden la canasta del Área Metropolitana de Maracaibo (CAMM), se ubicó en Bs. 291,55, es decir, USD 57,68, a una tasa promedio de Bs/USD 4,79 entre los tres municipios.

En tal sentido, para comprar esta lista de alimentos era necesario disponer de 4.165,03% del salario mínimo mensual, fijado en Bs. 7,00 a partir del 1° de mayo de 2021. Este valor promedio de la CAMM implica una variación, en bolívares, de +2,98% comparada a la primera quincena de diciembre. En USD la variación fue de +3,27%.

DDHH olvidados | Ignacio, torturado y agredido sexualmente por la PNB en protestas de 2017
Ignacio, un joven de Maracaibo, fue detenido en el contexto de las protestas de 2017. Durante su reclusión fue víctima de tortura y violencia sexual por varios de los funcionarios 

@ValeriaPedicini 

Ignacio fue detenido en 2017. Era 20 de julio y en Maracaibo había sido convocada una manifestación en el marco de una huelga general convocada a nivel nacional. Junto a él, 22 personas más fueron apresadas, incluidas dos mujeres y una niña de 13 años.

Las autoridades respondieron a la movilización con un despliegue mixto de fuerzas de seguridad compuesto por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Mientras la GNB se enfocaba en tareas de control de la manifestación, la PNB llevaba a cabo las detenciones. 

Un informe policial señala que cerca de las 7:00 de la noche, los cuerpos de seguridad se encontraron frente a una situación de disturbio público cerca del cruce Amparo. En el sitio había “un grupo de ciudadanos encapuchados, visiblemente portando bombas molotov, objetos contusos y escudos estaban arremetiendo contra los bienes públicos y privados de la zona”.

Cuando los manifestantes intentaron irrumpir en las instalaciones de la sede de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos. Los efectivos habrían detenido solo a 20 hombres durante la operación y se incautaron tres escudos, dos bolsas que contenían dos cócteles molotov y unos fuegos pirotécnicos. 

Pero las declaraciones de los testigos registradas en el primer informe emitido por la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela en septiembre de 2020 dicen algo distinto. Según sus testimonios, fueron detenidos en lugares y en momentos diferentes a aquellos registrados en las actas policiales. 

Algunas detenciones se hicieron a tempranas horas de la mañana, otras alrededor del mediodía y otras al final de la tarde. Solo dos de las 23 personas detenidas recuerdan haber sido arrestadas a la hora que indicaba la policía. Los informes policiales no registraron la detención de las mujeres, ni de la niña de 13 años. 

Ahí vino lo peor

Los detenidos fueron llevados en la parte trasera de un gran camión estacionado frente a las instalaciones de Corpoelec, donde fueron golpeados por funcionarios con cascos, puños y las culatas de sus armas y les rociaron la cara con productos irritantes. 

También hubo agresiones sexuales

A una de las mujeres detenidas la manosearon de forma sexual mientras se burlaban de su novio. A la otra la llevaron a una zona junto al vestuario y le dijeron que si realizaba actos sexuales, sería liberada.

A la niña de 13 años le quitaron la camisa, le tocaron el pecho, las nalgas y la entrepierna; le dijeron que era imposible tener un cuerpo así a una edad tan joven. 

Ignacio* también fue una de las víctimas. 

Funcionarios lo agarraron por el pelo y uno de ellos le dijo: “¡Este es el nalgón que me hizo correr, vamos a jugar con él!”. Le bajaron los pantalones y uno de ellos lo violó con una porra. Mientras lo hacían, lo insultaban y degradaban. Dijeron cosas como “Mira cómo aprieta, mira cómo puja” y que le debía gustar lo que le estaban haciendo, registró el informe de La Misión de la ONU. 

Después de la violación, al joven estudiante lo golpearon hasta dejarlo inconsciente. 

Los otros detenidos lo vieron todo. Al menos diez funcionarios, entre ellos dos mujeres, estaban presentes en la habitación cuando agredieron a Ignacio. Aunque algunos fueron identificados más tarde por testigos, otros tenían las caras cubiertas o los nombres cubiertos en sus uniformes. Uno de los detenidos identificó al jefe supervisor de la PNB ante el Ministerio Público, diciendo que había estado presente todo el tiempo. 

Al día siguiente fueron llevados al hospital Alfonso Pons para realizarles exámenes médicos forense de rutina y ordenaron a la doctora no plasmar en el informe los signos de violación evidenciados. Efectivos de la PNB amenazaron con golpear a los detenidos de nuevo si contaban sus lesiones. 

Las acusaciones 

El 22 de julio, los detenidos fueron trasladados al Tribunal Militar Decimoctavo de Zulia, sin que ninguno fuera militar. Fueron acusados de los delitos militares de rebelión, ataque y ultraje al centinela, menosprecio a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y destrucción e inutilización de naves y valores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y violación a la zona de seguridad. 

Durante la audiencia de presentación ante el tribunal militar, Ignacio declaró que había sido violado. Denunció frente a la jueza la tortura a la que fue sometido en las instalaciones de Corpoelec e identificó a dos funcionarios custodios presentes en la sala como los perpetradores.

La jueza ordenó a la Fiscalía de Derechos Fundamentales que abriera una investigación sobre las denuncias, así como nuevos exámenes médicos forenses. 

Los exámenes realizados el 25 de julio de 2017 indicaron que Ignacio presentaba un hematoma en los glúteos en forma de barra y fisuras anales consistentes con la penetración. El resto de los detenidos presentaban lesiones como moretones en la cara y la cabeza, el abdomen, la espalda y las piernas producidos por objetos contundentes, heridas por perdigones en el abdomen, quemaduras en los glúteos y el cuello y quemaduras químicas en los ojos.  

Pero la jueza militar ordenó un arresto domiciliario por 45 días para el muchacho y prisión preventiva para el resto,  no para los funcionarios. Con posterioridad, a solicitud de la Fiscalía Militar, se desistió de la prosecución y el tribunal militar otorgó el sobreseimiento del caso. 

10 meses después, en mayo de 2018, la denuncia realizada ante la justicia militar fue tomada en cuenta por la Fiscalía 45 del Ministerio Público con competencia en materia de protección de derechos humanos. 

Esta solicitó la aprehensión de los funcionarios Alvis Labarca, Kendry Osorio, Michael González, Rolando Baleta, Lizsujey Niebles, Joxy Quiroz, Carlos Contreras, y Manuel Chacón. La Dirección General de Contrainteligencia Militar procedió a detenerlos, pero algunos ya habían huído del país. 

En la audiencia de presentación de los funcionarios detenidos, el Ministerio Público imputó a los funcionarios los delitos de violación y trato cruel, ratificando que se mantuvieran privados de libertad, requerimiento que fue acordado por el tribunal de control.

El Ministerio Público acusó a Labarca de violación y al resto de ser cómplices en la comisión de este delito. Para complementar la acusación fiscal, el equipo de defensa de la organización Codhez, presentó una acusación particular propia con el objetivo de resaltar que la violación fue un acto de tortura.

Un largo camino

La audiencia preliminar fue diferida siete veces en 2018 y los representantes de las víctimas tuvieron dificultades para acceder al expediente penal. Finalmente consiguieron acceso al documento, a través de una orden de protección constitucional.

La audiencia preliminar tuvo lugar el 5 de diciembre de 2018 ante el Décimo Tribunal de Control del Zulia. El juez confirmó los cargos de violación y trato cruel, con uno de los acusados como autor de los actos y los otros como cómplices. 

Los abogados del Codhez solicitaron sin éxito que los acusados fueran acusados de tortura, según la ley nacional sobre la tortura y los tratos crueles e inhumanos, dado la gravedad de los hechos y el daño. 

El juicio fue diferido varias veces, debido a la ausencia de los fiscales, los abogados defensores o a las dificultades para transportar a los acusados.

El 6 de septiembre de 2021, ocho exfuncionarios de la PNB fueron condenados a 24 años y 3 meses de prisión, responsables de los delitos de violación y trato cruel contra Ignacio. La sentencia recae también sobre Michael González y Leonardo López, pese a que se encuentran evadidos, con una orden de captura por parte de la Interpol.

Sin embargo, no se han presentado cargos por actos de detención arbitraria, tortura, incluyendo la violencia sexual, u otros actos crueles, inhumanos o degradantes contra las demás víctimas, incluyendo la menor de edad y las demás mujeres detenidas el 20 de julio de 2017.

En el primer informe emitido por la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela en septiembre de 2020 señalaron que “hay motivos razonables para creer que se cometieron actos de violencia sexual y de género, incluida la violación contra” Ignacio y otras formas de “violencia sexual contra una niña de 13 años y una mujer, lo que equivale a tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes”. 

Para Codhez, las circunstancias del caso constituyen un patrón de persecución y criminalización en contra de las personas disidentes al régimen político actual, ejecutado y materializado por funcionarios de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano.

Aunque la sentencia contra los funcionarios “no es suficiente para reparar el daño causado a la víctima”, la ONG ve como positivo que los tribunales nacionales impartan justicia a agentes del Estado responsables de graves violaciones a los derechos humanos.

“Esperamos que este caso siente un precedente para detener la impunidad reinante en el sistema judicial venezolano en relación con los casos de violaciones de derechos humanos, que involucran la actuación de funcionarios de seguridad nacional, tanto de fuerzas policiales como militares”, apunta Codhez.

*El nombre de Ignacio es ficticio 

 

Altos cargos de la PNB no fueron investigados por tortura sexual a joven manifestante en Zulia
La organización asegura que el Estado debe reparar «apropiadamente» el daño que infligió al joven mediante la tortura sexual

En julio de 2017, un joven manifestante fue torturado sexualmente por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). El hecho ocurrió en Maracaibo, estado Zulia.

De acuerdo con la ONG Codhez, aunque los ocho agentes implicados en el hecho fueron condenados, no hay altos cargos la PNB investigados, pese a haber evidencias para iniciar procedimientos disciplinarios y penales. 

Además, la organización agrega que el Estado  tampoco ha reparado el daño que infligió al joven. «No hay justicia sin reparación a la víctima», señala Codhez.

Por el contrario, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), mediante mensajes en redes sociales, ha revictimizado al joven al exhibir su identidad, «exponiendo su seguridad personal y privacidad, a pesar de que se ha solicitado la reserva», denuncian.

 

«La falta de reparación de la víctima, la ausencia de investigación a altos cargos de la Policita Nacional Bolivariana y la revictimización por el sistema de justicia reafirman la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, bajo el principio de complementariedad. La Corte debe evaluar este caso como muestra del patrón sistemático de violaciones de derechos humanos en Venezuela desde al menos abril de 2017″, sumó la ONG.

No hay justicia sin reparación a la víctima

La organización asegura que el Estado debe reparar «apropiadamente» el daño que infligió al joven mediante la tortura sexual, haber sido sometido a la justicia militar y detención arbitraria por motivos políticos.

«Hasta que estas tres violaciones sistemáticas no hayan sido reparadas, no habrá justicia para la víctima y existirá la posibilidad de repetición de estos graves crímenes», señala Codhez.

 

Asimismo, señalan que, en el juicio, se confirmaron actos y omisiones por parte de supervisores y comisionados de la PNB sin los cuales el delito no se hubiera cometido.

No obstante, denuncian que el Ministerio Público ha ignorado estos hechos y «no ha abierto una investigación sobre las responsabilidades penales y disciplinarias que deben enfrentar estos funcionarios».

Se debió proteger la identidad de la víctima

Según Codhez, en múltiples oportunidades, la víctima ha solicitado la reserva de su identidad por razones de seguridad y privacidad, pero esto ha sido ignorado  por el Circuito Penal del Estado Zulia, a pesar de haberse reportado actos de persecución ante la Fiscalía Superior del Ministerio Público.

«A nivel nacional, el Estado ha implementado una política de exhibición de la identidad de la víctima sin empatía o consideración de los terribles daños infligidos a través de la tortura sexual. Esta política viola el derecho a la seguridad personal y la privacidad, y revictimiza dentro y fuera del proceso penal. Las víctimas merecen respeto. Las víctimas no son propaganda», denuncia la ONG.

CPI tiene jurisdicción complementaria para conocer del caso

A juicio de la organización, la falta de reparación a la víctima, así como la ausencia de investigación de los altos mandos de la PNB, confirman que en este caso no ha habido justicia plena como han anunciado el TSJ o el MP.

Codhez, en representación y asistencia legal de la víctima, exhorta al Estado venezolano lo siguiente:

  1. Reparar el daño que ocasionó al joven
  2. Detener la política de exhibición de los datos identificatorios de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos
  3. Proteger el derecho a la seguridad personal y a la privacidad de la víctima en el proceso judicial