Claps archivos - Runrun

Claps

Maduro propone dar rango constitucional a leyes comunales

Nicolás Maduro anunció este sábado su intención de dar rango constitucional a todas las leyes del Poder Popular a través de la asamblea nacional constituyente (anc).

Durante el Congreso de Comunas, Maduro pidió a Aristóbulo Istúriz arreglar para incluir en la nueva constitución cinco leyes que fueron aprobadas por la Asamblea Nacional controlada por el chavismo a finales de diciembre de 2010, días antes del cambio a la nueva institución.

Asimismo, Maduro consideró la propuesta de buscar la infraestructura y el presupuesto para fundar una Universidad Bolivariana de las Comunas de Venezuela.

«El plan de la patria se activara el 10 de enero de 2019 hasta el 19 de enero de 2025, seis años de poder popular, los asumo con mayor madurez, más articulado al pueblo que hace seis años, muchos más preparado para llevar las riendas de la patria», señaló.

Ratificó también los puntos que persigue su plan sobre las comunas. «Tengo dos puntos de cuenta: solicitud de recurso financieros, para garantizar la cosecha de maíz en el plan de cosecha comunal;solicitud de recursos, para la misión barrio nuevo, recursos para la flota de autos, creación de micro misión ‘Nutriendo Patria’ por últimos recursos, ingresos para las casa de alimentación para su ingreso en el sistema patria».

Claps y el «falso positivo»

Como un «sabotaje» catalogó Maduro las distintas investigaciones que varios países han abierto sobre las empresas encargadas de proveer productos para las cajas Clap al gobierno venezolano. y culpó por esto a Estados Unidos.

«El imperialismo ha dado la orden para sabotear las compras de los productos del Clap, inventando inspecciones, para crear un hueco para el 20 de mayo».

Alegó que «Recientemente crearon un falso positivo, para intimidar para que ningún empresario le venda a Venezuela», presuntamente haciendo referencia a las investigaciones que indagan las transacciones del empresario colombiano Alex Saab, uno de los principales proveedores de productos para las Claps.

La Procuraduría General de México inició una investigación a las transacciones, en la que se cree también aparece Saab. Maduro indicó sobre esto que «nos tenían 1.300.000 cajas, pero los bandidos de la derecha mexicana, imponiéndole sanciones y multas, pero no pudieron, les ratifico, Venezuela está preparada para comprar los productos para que lleguen a los seis millones de familias».

Presupuesto ya presentado

El mandatario dijo este sábado que ya presentó el presupuesto del año 2019 a la Asamblea Nacional Constituyente Constituyente.
En ese sentido, acotó que en Venezuela la inversión social en “educación, salud, vivienda, seguridad social, pensiones, cultura, recreación para el 2019 supera el 75% del presupuesto de la nación venezolana”.

“Esto es un récord mundial”, manifestó durante el congreso de la comunas.

«No vamos a fallar con el pernil»

Maduro habló sobre sus planes para las navidades de 2018 y dijo que las festividades tendrán asegurado el pernil, los juguetes para niños y un bono especial para hogares de la patria.

“Este año no vamos a fallar con el pernil, vienen grandes y gordotes”, manifestó el mandatario al recordar que el diciembre de 2017 el Ejecutivo prometió que entregarían el pernil para la cena navideña, pero no ocurrió.

Asimismo, acotó que vienen los juguetes para los niños, al tiempo que anunció que esta semana empezarán a pagar los aguinaldos y la bonificación especial para los hogares de la patria “Para el 20 de diciembre estamos rumbeando, serán unas navidades felices”, dijo.

Roberto Patiño Mar 26, 2018 | Actualizado hace 6 años
Abrir la puerta, por Roberto Patiño

[su_dropcap]D[/su_dropcap]

 

Los venezolanos rechazamos al actual régimen y su modelo de hambre, empobrecimiento y violencia. Somos una enorme mayoría compuesta de diversos grupos con experiencias, visiones y puntos de vistas diversos. Para articularnos entre todos debemos establecer formas de organización y participación democráticas e inclusivas, y superar factores como el desconocimiento del otro, la desconfianza, el resentimiento e incluso el rencor.

Estas taras de nuestra sociedad no se enfrentaron efectivamente durante los años finales del bipartidismo, y fueron exacerbadas de manera irresponsable por Hugo Chávez, en aras de cimentar su liderazgo personalista. Ahora son explotadas por el régimen de Nicolás Maduro, que continúa promoviendo la polarización, la exclusión y el extremismo.

Desde el liderazgo político y social, tenemos la tarea histórica de lograr el encuentro de los venezolanos que constituyen esta realidad diversa. No solo para sacar del poder al actual régimen dictatorial, sino para enfrentar las emergencias de lo inmediato y sentar las bases indispensables, de convivencia y solidaridad, a partir de las cuales reedificar nuestra nación.

Esta ha sido nuestra creencia fundamental en proyectos como Alimenta la Solidaridad, en los que hemos obtenido logros en el alivio a problemas tan graves como el de la crisis de alimentos, trabajando con miembros de las comunidades directamente afectadas, y estableciendo redes de apoyo con organizaciones, grupos, aliados y voluntarios.

La misma creencia ha guiado el establecimiento de programas de liderazgo local que no solo dan herramientas y apoyan a los dirigentes de distintas comunidades, sino que también buscan articularlos entre sí. En días pasados logramos experiencias exitosas en este sentido en la reunión de líderes de La Vega, en el Municipio Libertador, en el que se llegaron a acuerdos y alianzas entre diversos representantes de las comunidades para enfrentar problemas comunes.

En estos proyectos participan vecinos y grupos con diversas tendencias y asociados a partidos políticos distintos e incluso opuestos al nuestro. La transparencia de nuestras acciones, la generación sincera de espacios de encuentro, y la claridad de objetivos sobre necesidades coincidentes, permiten el establecimiento de una base de trabajo compartido.

La inclusión del llamado chavismo traicionado y desencantado (fuera y dentro de la estructura del poder), será un factor determinante para el éxito de cualquier proyecto de cambio en el país. Se debe lograr la integración efectiva, sincera y conciliatoria, de los venezolanos del chavismo que rechazan las dinámicas de dependencia, control y opresión que, como los CLAPs o el carnet de la patria, han sido impuestos por el régimen madurista.

Quienes vieron en el liderazgo de Hugo Chávez la oportunidad de lograr cambios sociales o el reconocimiento a sus necesidades, se ven ahora desconocidos y hostigados por un régimen que ha decidido mantenerse de forma violenta en el poder, a costa de las penurias del mismo pueblo que dice defender y representar.

Los años de polarización han dejado un saldo de heridas y agravios que no pueden seguir reproduciéndose. Esto significaría la profundización del malestar que hoy nos acosa y continuar la destrucción de vínculos de convivencia, vitales e indispensables para la existencia y el bienestar de cualquier sociedad.

El reencuentro de los venezolanos debe darse asumiendo y enmendando las faltas del pasado, reconciliando visiones divergentes y abandonando las vías de la imposición o la resolución violenta. En un contexto en el que los objetivos sean la solución de problemas y necesidades afines, y la materialización conjunta de proyectos inclusivos, justos y de bienestar para todos.

En las actuales condiciones de imposición de un modelo dictatorial, la sociedad debe responder generando condiciones para una transición de vuelta a democracia y el establecimiento de un plan de acción nacional para el rescate del país. Tareas de gran envergadura, posibles solo con la participación y el compromiso de todos.

La unidad y el encuentro nacional deben ser consideradas en su justo valor e importancia por el país diverso que padece la tragedia de la crisis. No como aspiración, ideal abstracto o recurso inmediatista, sino como condición y base indispensable para lograr el cambio y la transformación.

Nos encontramos en un momento crucial en el que debemos abrir la puerta al otro. Sólo juntos podemos enfrentar la inmensa escala y complejidad de la crisis que hoy nos sacude, y solo juntos podemos construir los puentes hacia el futuro y el bienestar común que estamos necesitando.

 

@RobertoPatino

Coordinador de Movimiento Mi convive

Víctor Maldonado C. Ene 15, 2018 | Actualizado hace 4 días
Ganar tiempo o perder el tiempo

dialogo301_6

El modelo de negociación que está practicando el régimen tiene para él el lucro explícito de ganar tiempo. Algunos se preguntan si eso tiene sentido. ¿Para qué gana tiempo el régimen? La respuesta es realista. Para conservar el poder. La réplica a la respuesta es casi visceral. ¿Para qué quiere conservar el poder si no tiene capacidad alguna para resolver los problemas que le acechan? La respuesta es aún más cruda. Al régimen no le interesa resolver problema alguno. Ha aprendido a amortizarlos, los descuenta, los tira a pérdida. En esta fase revolucionaria ya no hace falta ningún disfraz democrático. El guión es otro, la desmovilización de los adversarios, el sometimiento de los ciudadanos por hambre, represión y miedo, la promoción de la desbandada de la clase media hacia otros países, y paradójicamente, la administración contingente de mecanismos de apaciguamiento de lo que queda de organización política de la disidencia. Cuando no le es suficiente la represión, o cuando los costos de la persecución les perturba la ecuación, siempre pueden simular el querer hacer un pacto.  Para esto último, practica una secuencia infinita de sesiones de negociación, diálogo y encuentros de paz que distrae a las oposiciones y les hace comprometerse con un curso de acción que no los conduce a nada.

 El régimen está aferrado al poder. Sabe que no tiene popularidad y por lo tanto sería temerario exponerse a unas elecciones limpias. Sabe que no tiene recursos para resolver ninguna de las crisis que asolan al país. Sabe que no tiene buen crédito internacional. Venezuela, gracias al ruinoso socialismo, es visto como de los que más riesgo representa para cualquier inversor. Sabe que no puede revertir el colapso de la industria petrolera que, en sus manos, ha llegado a unos mínimos que auguran el colapso inminente. Sabe que nadie le compró la bazofia constituyente, y por lo tanto necesita alguna triquiñuela que obligue a su reconocimiento. Pero también sabe que está al frente de la una aplastante maquinaria burocrática que, si bien es cierto, no le sirve para organizar un complejo de soluciones, por lo menos le permite mantenerse y medrar, mientras eso tenga un mínimo de factibilidad. En eso la experiencia cubana les ha resultado indispensable para entender que no es tan difícil dirigir a un país sumido en la miseria.

 Toda la estrategia del régimen se ha reducido a ganar tiempo. El apuro lo tienen los otros, a quienes los plazos les parecen importantes. Para la revolución, el uso del tiempo es contingente. Mientras sus contrincantes piden que se cumplan los lapsos, el régimen los ralentiza. Recordemos cómo lo hizo con la solicitud de revocatorio, o la trama que impuso con la relegitimación de los partidos políticos. Así también funciona cuando necesita extender hasta el infinito un proceso judicial, o cuando le conviene extender un año tras otro la excepción que le permite gobernar por decreto. Si por alguna razón táctica necesita lo contrario, también demuestra una sorprendente capacidad. El haber hecho dos elecciones en menos de noventa días demuestra que ellos pueden manejar los procesos de acuerdo con la conveniencia del momento. El poder ejercido por ellos se debe entender como la administración unilateral y sin respetar regla alguna, de los tiempos institucionales, sociales, políticos y económicos. Los costos, son despreciables, si se comparan con retener el poder, por eso no les importa el hambre, se hacen los locos con la inflación, les parece irrelevante la caída de la producción, y no tienen demasiado interés en resolver la escasez.

 Claro que, para ganar tiempo, necesita interlocutores ingenuos que compren su agenda. Los procesos de negociación -en donde por supuesto ellos no están dispuestos a negociar ni conceder nada más allá de las fintas para hacer creíble la intención de dialogar- necesitan contrapartes. Cada vez que la crisis se desborda, porque la realidad es inexorable, de inmediato convocan a un supuesto diálogo por la paz. Para ello se sirve de un paquete de incentivos en donde no se puede excluir el peso atroz de la extorsión. Permitir que presos e inhabilitados dirijan la contraparte no es un acto de generosidad sino una estrategia en donde las promesas y las amenazas abundan. No en balde, Maquiavelo celebraba el uso del engaño en cualquier conflicto. En su libro Discurso sobre la primera década de Tito Livio le dedica al ardid un capítulo. “En la guerra es cosa laudable y digna de elogio el uso de la trampa contra el enemigo que se fía de ti…  porque cuando hay que resolver acerca de la propia salvación, no cabe detenerse por consideraciones de justicia o de injusticia, de humanidad o de crueldad, de gloria o de ignominia. Ante todo y sobre todo, lo indispensable es salvar la propia existencia y libertad”. Ingenuos son los que no se imaginan que esto sea lo que significa que la política es el arte de lo posible.

 El tiempo, dentro de un conflicto, se comporta como un juego de suma cero. Si lo gana una de las partes, lo pierde la otra. El intento fructuoso de mantenerse en el poder es la negación del acceso de cualquiera de sus alternativas. Mientras más esté el socialismo en el poder, menos oportunidades tendrán cualquiera de los otros. No dudemos ni por un momento que ellos cruzan los dedos aspirando a que ocurra un milagro que les mejore súbitamente las condiciones del escenario. El régimen lleva años esperando que mejoren los precios petroleros, así como intentando el perfeccionamiento del sistema totalitario que, partiendo de los CLAPS los pueda llevar a la vigencia de un proceso constituyente que les otorgue definitivamente todo el poder. Mientras “negocian”, ellos lo siguen intentando. Siguen extendiendo el sistema totalitario de distribución de alimentos, destruyendo al sector productivo privado, dinamitando las bases del sistema de mercado, legislando sus leyes de sometimiento y de odio, apresando y liberando presos políticos dentro de la lógica de “la puerta giratoria”, y jugando al atroz experimento del ensayo y el error. Ellos son muy incapaces, y la lógica de secta que aplican les provoca rendimientos decrecientes, y no tengan de donde sacar un experto capaz de manejar apropiadamente una industria compleja. Pero eso no les importa, porque su ganancia la miden en términos del tiempo que ganan, a pesar de ellos mismos y de sus resultados.

 Son incapaces. También son desalmados. Pero son disciplinados y cuentan con un respaldo sin fisuras del alto mando militar, actor principal y beneficiario privilegiado del socialismo del siglo XXI. Ellos son y están en el gobierno. ¿Del otro lado qué hay? Una acumulación de tiempo y oportunidades perdidas, por errores de conducción política y la obsesión por conseguirle sentido al curso de acción planteado por el gobierno. Se está jugando en el tablero del gobierno, con las reglas impuestas por el régimen, y con poco realismo sobre la eficacia de la agenda y los resultados. La alternativa está perdiendo el tiempo y arriesgando toda su reputación a una negociación cuya exigibilidad excede sus posibilidades y el compromiso internacional. El otro lado quiere presentarse como el que juega con honestidad, el que efectivamente se preocupa por el deterioro social, el que intenta una salida pacífica y democrática, renunciando a la movilización y al desafío ciudadano, único activo que alguna vez tuvo. Para colmo viene cargado de inconsistencias y con la marca del abandono de sus bases. ¿Cómo pueden negociar así?

 La alternativa es también rehén de sus propias promesas. No puede reconocer a una asamblea constituyente que ya desconoció. No puede aprobar una deuda que ya declaró ilegal. No puede pedir la eliminación de las sanciones porque serían tildados de colaboracionistas -y efectivamente lo serían-, no pueden ir a unas elecciones si no cuentan con suficientes y determinantes garantías porque si no es así seguirían siendo víctimas de la más pavorosa apatía. No pueden salir sin una amplia amnistía porque los presos políticos no pueden ser negociados por toletes. Y para colmo, si fuera el caso, necesitan tiempo para organizar un frente unitario que hasta ahora no tienen. El mal manejo de los tiempos y sus prioridades les hace ver incluso ridículos cuando plantean unas primarias presidenciales para seleccionar un candidato sin tener todavía liberada la tarjeta unitaria, recuperado la legalidad de sus partidos, ni haber resuelto una composición apropiada del ente rector de las elecciones. El régimen no tiene apuro, puede seguir negociando, y llegado el caso, extender, a través de la espuria constituyente, el periodo presidencial, invocando la falta de acuerdos para llevar a cabo unas elecciones con garantías mínimas. Pero si ocurre un acuerdo, las velocidades cambiarán, dejando de lado la modorra y demostrando que todo estaba fríamente calculado para arrebatar el triunfo, usando a fondo la lógica provista por Maquiavelo. Por eso es tan malo para la oposición el llegar a un acuerdo como el no alcanzarlo. Porque dentro de la lógica de la negociación el único que gana es el régimen. Por eso las negociaciones son una parodia que usa el régimen para apaciguar a sus contrapartes.

 Cuando Carl von Clausewitz escribió su tratado sobre la guerra determinó tres variables que no pueden faltar en una estrategia. Lugar donde habrá de emplearse la fuerza, el tiempo que será utilizada y la magnitud que tendrá que adquirir. Nada se puede dejar al azar. No siempre se trata de batallas convencionales. En el caso que nos atañe lo que significa es lo siguiente: Las oposiciones tienen que salirse de la trampa de la parodia dominicana y forzar al régimen a jugar otro juego con otras reglas. Hay que invertir lo que ahora es ganancia para el régimen en perdidas netas. Y el nuevo desafío debe tener una dimensión global, o sea, que comprometa a todo el país descontento, en el esfuerzo de resolver definitivamente la crisis. Esto, ya lo hemos dicho, exige que se supere el diletantismo, el sectarismo y la ambigüedad en los compromisos asumidos. El enemigo no puede dormir en la misma cama.

 El arte de ganar o perder es responsabilidad de los líderes. Ellos deciden, comprometen recursos y determinan la calidad de los resultados. No es aceptable lo que viene ocurriendo. Que cuando vuelven con las manos vacías de cada uno de los episodios dominicanos, dicen que los culpables de tal resultado son los que advirtieron que ese no era el camino. Vienen, se descargan, acusan al mundo de lo que solo ellos han provocado, y vuelven otra vez a la carga. El régimen sonríe, porque una semana tras otra, acumula ganancias preciosas de tiempo para ellos. Hay que leer mas a Maquiavelo y menos a Paulo Coelho.

 El capítulo XXXVIII del libro de Maquiavelo que hemos citado alerta sobre las cualidades que necesita un general para conducir exitosamente las batallas. Y advierte a los que carezcan de ellas, que si la fortuna o la ambición los lleva a desempeñar dicho cargo, en vez de honor le ocasionará desprestigio; porque no son los títulos los que honran a los hombres, sino estos a los títulos. Tito Livio pone en boca del General Valerio Corvino el inventario de las condiciones que los generales deben tener para generar confianza entre sus soldados: “Mirad, además, bajo qué dirección y con qué auspicios se empeña la lucha; si el jefe no es más que un brillante orador, bueno solo para ser oído, bravo solo en palabras, inexperto en la guerra, o es por el contrario, un hombre que sabe manejar las armas, marchar al frente de las banderas, meterse donde más enconada es la lucha. Mis hechos, y no mis palabras, quiero que imitéis. No me pidáis solamente órdenes, sino también ejemplos”. El peor general posible se equivoca al inicio, cuando pone sus esfuerzos en donde no es, dilapida el tiempo y no está consciente de la magnitud del desafío.

victormaldonadoc@gmail.com

Las 9 noticias más importantes a esta hora de la tarde

pdvsa_1-2

Ortega Díaz une la masacre de Barlovento con la Operación Rondón 

Tras más de un año de haberse llevado a cabo la denominada masacre de Barlovento, la fiscal Luisa Ortega Díaz, informó que esta se generó por la Operación Rondón, una orden militar que fue emitida por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, a la Redi Capital, compuesta por las Zodi Capital, Vargas y Miranda. La fiscal asegura que, durante su gestión en el Ministerio Público, funcionarios lograron determinar que bajo esta orden operativa “actuaron en el año 2016 los asesinos de un grupo de personas en la Masacre de Barlovento (…) la REDI Capital dirigirá operaciones de inteligencia, investigaciones penales, criminalísticas y de control de orden público como incursiones, allanamiento a fin de investigar, evidenciar, revelar, indagar, escudriñar, localizar, ubicar, capturar los presuntos autores de hechos”. El Pitazo

Socorro Hernández: Cronograma electoral se ha ejecutado como se tenía previsto

La rectora principal del Consejo Nacional Electoral (CNE), Socorro Hernández, afirmó este jueves 7 de diciembre que el cronograma electoral se ha ejecutado como se tenía previsto. «El cumplimiento ha sido al 100% en cada etapa. Hoy terminan las ferias y campañas electorales. Estamos en el proceso de capacitación de los miembros de mesas», detalló entrevista en VTV. Detalló que son «50 acompañantes internacionales han sido invitados al proceso electoral del 10 de diciembre. Mañana viernes, 8 de diciembre, vamos a hacer la instalación de las mesas de votación». Panorama

Diosdado dice que Venezuela es objetivo del imperialismo mundial

El primer vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, indicó que Venezuela es “objetivo del imperialismo mundial (…) Preparémonos para la guerra para lograr la paz, Estados Unidos no va a descansar, somos un objetivo del imperialismo mundial”, indicó desde la inauguración del Punto de Control El Furrial, en el estado Monagas. Advirtió que “el que crea que el enemigo aquí es la oposición parasitaria está cometiendo un grave error y está subestimado al enemigo más poderoso que es el imperialismo norteamericano, lo han declarado abiertamente, es una persecución contra Venezuela”. La Patilla

Tenedores del Pdvsa 2020 reciben pago de cupón en sus cuentas

Los tenedores del bono de Petróleos de Venezuela con vencimiento en 2020 comenzaron a recibir en sus cuentas el pago de los intereses correspondientes a noviembre por $143 millones. “Varios tenedores del Pdvsa 2020 confirmaron que recibieron el pago del cupón. Esto explicaría la demanda de estos papeles vista en la jornada del miércoles”, dijo una fuente del mercado de bonos. Pdvsa utilizó el periodo de gracia para cancelar los intereses de este bono y anunció su pago el 24 de noviembre, dos días antes de vencer el plazo. Banca y Negocios

Banco de Venezuela incorporará carnet de la Patria como método de pago para los Claps

El Banco de Venezuela planea incorporar el carnet de la Patria como una billetera móvil para que los usuarios puedan adquirir los productos de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). Así indicó este martes el presidente del Banco, José Javier Morales, al presentar los nuevos productos. “Estamos en fase de prueba para poner en marcha esta herramienta, que simplificará la compra de los rubros básicos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción”, explicó Morales. El Pitazo

Pdvsa controló filtración de crudo en el estado Zulia

Fue controlada una filtración de crudo ocurrida este miércoles 6 de diciembre en la estación de flujo H5, perteneciente a la empresa mixta Petrocabimas, adscrita a la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP) región Occidente, infomó Pdvsa. La carretera Chile del municipio Cabimas, estado Zulia, se vio afectada por el suceso, siendo atendida de manera inmediata por cuadrillas de Pdvsa. En el lugar se mantienen desplegados equipos de mantenimiento, seguridad industrial, ambiente y catastro de la empresa mixta para continuar con las acciones emprendidas para el bienestar de la comunidad. Globovisión

Venezuela, entre los países más inseguros para viajar en 2018

Al considerar la escasez, los problemas políticos y la delincuencia desbordada, la organización International SOS and Control Risks sumó a Venezuela a su informe de países más peligrosos para viajar con miras a 2018. Naciones como Afganistán, Siria y Yemen son algunas de las que sobrepasaron al país al ser catalogadas de extramadamente inseguras. El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal de México colocó en su listado de 50 ciudades más violentas a siete urbes de Venezuela en 2016, entre ellas Caracas Maturín y Barquisimeto, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de la Violencia.  El Nacional

Al menos dos cohetes habrían sido disparados desde la Franja de Gaza hacia Israel

Medios de israelíes informaron que dos cohetes fueron disparados desde la Franja de Gaza hacia Israel en horas de la noche (hora local), de este jueves. Según el diario Haaretz, las sirenas de cohete sonaron en la ciudad de Ashkelon, en el sur de Israel, y en comunidades israelíes al norte del enclave costero. El rotativo señaló que los cohetes fueron disparados en medio de enfrentamientos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén mientras que los palestinos protestaban tras el anuncio hecho este miércoles por el presidente Donald Trump, de que Estados Unidos reconoce a Jerusalén como la capital de Israel. Caraota Digital

Fiscalía de Perú allana locales de partido opositor en investigación por caso Odebrecht

La fiscalía de Perú allanó el jueves dos locales del partido de oposición Fuerza Popular de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, en medio de una investigación de lavado de activos y sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. El allanamiento y registro fue autorizado por el juez Richard Concepción Carhuancho, quien hace unos días ordenó prisión preventiva a cuatro importantes empresarios, informó el Poder Judicial a través de la red social Twitter. Reuters

Juntos sí hay futuro, por Roberto Patiño

Unión

 

Todos padecemos o sabemos de alguien (un familiar, un amigo, un compañero de trabajo, un vecino) que no consigue o no puede pagar los medicamentos para un tratamiento o una afección crónica, que está teniendo problemas para poder alimentarse y llegar a fin de mes. Una situación que ha alcanzado cuotas tan alarmantes e impactando de manera tan devastadora a la población, que desde hace tiempo es reconocida por la comunidad internacional: Venezuela es descrita como un país al borde de una crisis humanitaria.

Las gravísimas problemáticas de alimentos y salud han alcanzado una magnitud sin precedentes. Leemos las noticias de las muertes de infantes por desnutrición, las alertas que emiten organizaciones como Caritas, vemos a venezolanos en las calles rebuscando comida en la basura. Por otra parte, se multiplican las muertes y padecimientos por falta de insumos médicos y resurgen enfermedades como el paludismo y la difteria, que creímos minimizadas o erradicadas desde hacía años.

Esta crisis se ha profundizado afectándonos a todos de alguna u otra forma. Vivimos una crisis económica en la que sencillamente el dinero no alcanza para comer. De igual forma nuestra cotidianidad se ve trastornada por la imposibilidad de encontrar medicamentos o por los altos precios que estos han alcanzado. Pensemos, por ejemplo, lo que significa para una persona con sueldo mínimo necesitar de un antibiótico cuya caja cuesta hasta Bs. 400.000.

Como sabemos, la respuesta del gobierno ante esta situación es la de continuar la crisis, promoviéndola y aprovechándola. Aplica la misma fórmula catastrófica que viene afectando de manera cada vez más destructiva las condiciones de vida de la colectividad: por un lado, insiste en políticas empobrecedoras y excluyentes (controles de precios, disminución de la producción nacional) mientras en paralelo implementa sistemas de control y sometimiento que vuelven dependientes del Estado a sectores cada vez más amplios de la población. Mecanismos como los CLAPs o los carnets de la patria, que condicionan la entrega de alimentos o distribuyen de manera mezquina escasos beneficios sociales, promoviendo la exclusión y la desigualdad, impidiendo el desarrollo y la autonomía de las personas.

En una nación en crisis, con un gobierno que explota las necesidades de sus ciudadanos para mantenerse en el poder, es fundamental el reencuentro de los venezolanos y la activación de la colectividad, tanto para enfrentar los problemas comunes que nos afectan como para construir un proyecto de futuro en el que todos estemos representados. La gravedad del contexto actual nos afecta a todos y nos exige, para su transformación, replantearnos en qué manera podemos participar e involucrarnos. La situación actual debe ser leída como un llamado a la sociedad para reflexionar sobre la importancia de valores como la solidaridad y la convivencia. No como ideales abstractos sino como herramientas indispensables para la articulación de las fuerzas sociales en la construcción de un proyecto de país.

Nuestra experiencia con iniciativas como Alimenta la Solidaridad en la que convergen el empoderamiento y la organización local, la participación de organizaciones sociales y grupos privados, nos demuestra una vía de trabajo posible que genera resultados y cambios en la realidad. La solidaridad y la convivencia son conceptos que se materializan en un plato de comida, en una comunidad trabajando en conjunto, en una empresa contribuyendo activamente a aliviar una emergencia social. Una Venezuela posible, distinta a la visión de exclusión, opresión y conflicto impuesta por el gobierno, que se produce solo por el encuentro y el compromiso real de las personas.

Sin un cambio en el modelo de poder y la implementación de un plan de rescate que atienda a la crisis en toda su complejidad no es posible cambiar el actual contexto de dificultad y problemas que atraviesa el país. Pero para lograr condiciones de transformación, es fundamental activar mecanismos de solidaridad y convivencia que contribuyan a revertir las políticas de fragmentación y empobrecimiento del régimen. Y esta narrativa de reconocimiento, encuentro y participación debe alcanzar a los sectores políticos, económicos y sociales del país para plantear una vía, posible e inclusiva, hacia el futuro.

 

@RobertoPatino

El valor de nuestra decisión, por Roberto Patiño

Vzladecision

 

Con el plebiscito para el 16 de julio, la MUD, en conjunción con representantes de las fuerzas vivas del país, plantea una vía para lograr cambiar al actual régimen y su modelo fallido y corrupto.  Es una nueva etapa en la difícil lucha que enfrentan los venezolanos para recuperar sus derechos democráticos y superar la brutal crisis que la dictadura de Nicolás Maduro ha propiciado. Apela a las personas y a la democracia participativa que ahora desconoce el régimen que tanto la promovió.  

El plebiscito es una consulta popular que a diferencia de la constituyente,  no busca imponer al país un modelo supraconstitucional que desconozca a la mayoría y dé carta blanca a quienes lo impulsan para atornillar a un grupo despótico en el poder. Por el contrario, defiende a la Constitución a partir de sus propios artículos, recurriendo al principio del sufragio: los venezolanos podrán expresar libremente exigencias populares, decidiendo los caminos a seguir para superar la dictadura y generar las condiciones democráticas necesarias para el bienestar general.

El plebiscito cuestiona dos factores fundamentales de la actual crisis nacional: el desconocimiento de la Constitución, y la activación de una constituyente ilegal, por parte del Gobierno nacional. Expresaría la exigencia popular, a las Fuerzas Armadas y funcionarios públicos, de cumplir con su deber de defender y obedecer la Constitución y la Asamblea Nacional (el poder legislativo independiente elegido por el pueblo para su representación en el Estado). Y plantea una salida consensuada e incluyente con la propuesta de renovación de poderes públicos y la realización de elecciones libres y transparentes para la conformación de un Gobierno de Unión Nacional.

La consulta del 16 de julio es un llamado a todos los sectores del país a expresarse abiertamente y formar parte de un proyecto conjunto, incluyente y múltiple. En este sentido el plebiscito no solo significa una solicitud de apoyo a la gente por parte de la Asamblea y representantes de partidos democráticos, sectores académicos, productivos, profesionales, entre otros. Más importante, presenta una oportunidad de involucrarnos abiertamente de manera directa y activa, sumando otra forma de lucha no violenta a la protesta.

Es sin duda una oportunidad para las comunidades de articular su descontento y rechazo al Gobierno. Si la protesta es la expresión del descontento, la materialización de la “voz del pueblo”, la consulta puede representar para las comunidades una ocasión para asumir plenamente su condición de actor determinante en los procesos sociales y políticos. Una demostración  del verdadero “poder del pueblo”, ejercido directamente a través de quienes lo conforman y no secuestrado y tergiversado por el falso discurso oficial. También presenta espacios de expresión para grupos como los de la tercera edad, por ejemplo, que pueden participar de manera más cómoda y segura que en las manifestaciones.

La consulta del 16 de julio produce un contexto de encuentro nacional en el que deben converger el mayor número de fuerzas sociales. Un momento de decisión en el que todos estemos representados.  

El gesto del plebiscito es de suma importancia en la actual y gravísima coyuntura, en el que el Gobierno madurista ha cerrado todas las vías de expresión democrática y busca imponer por la fuerza (“lo que no logremos con los votos lo haremos por las armas”) un modelo corrupto y destructivo. Desconoce el rechazo popular y criminaliza a la protesta. Difunde logros irreales o falsos de planes criminales como los CLAPs o las OLP. Busca presentarse ante el mundo como un Gobierno popular, apoyado por las bases del pueblo y garante de sus derechos.

La realidad que conocemos los venezolanos es totalmente diferente. Su modelo dictatorial, de hambre, violencia y empobrecimiento, se atornilla en el poder por la fuerza bruta, impulsando una constituyente ilegal para generar un estado de opresión y sometimiento. Secuestra el derecho fundamental de los venezolanos a decidir libremente de qué manera y en qué forma de sociedad  queremos  vivir.

La consulta del 16 de julio es una oportunidad para recuperar ese derecho. “¡Que el pueblo decida!” no es solo una consigna o eslogan, es una necesidad y una exigencia que los venezolanos estamos reclamando y que debemos ejercer.  

 

@RobertoPatino

Jul 12, 2016 | Actualizado hace 8 años
¿PsicoCLAPs? (II), por Alejandro Moreano

CLAP_2

 

Poner en marcha un programa skinneriano para obtener que un organismo adquiera y mantenga una determinada conducta, no es fácil. Se ejecuta muy bien en laboratorio porque se dan todas las condiciones que facilitan el control pleno de la aplicación de refuerzos y la conducta que se desea implantar en ratas o palomas, sólo es reforzada de manera automática en un espacio de tiempo preciso y no en otro. Sin embargo, cualquier descuido, un retraso, por ejemplo, en el funcionamiento del mecanismo, hace que sea reforzada no la conducta querida sino otra que el organismo emitió durante ese mínimo tiempo antes de la que se trata de implantar lo que da origen a las llamadas conductas supersticiosas no deseadas.

Cuando se trata de hacer lo mismo fuera del laboratorio, en condiciones naturales, y el organismo además es un sujeto humano, el control de las circunstancias no puede ser riguroso, sobre todo si ese sujeto no es un individuo sino un grupo o conjunto social. Skinner elaboró programas de control de la conducta social de toda una ciudad mediana dentro de un proyecto de programación de culturas llegando incluso a ensayarlo en alguna ocasión, pero el resultado no fue como esperaba. No sabemos si el gobierno tailandés quemó las cosechas y aplicó el reforzamiento con comida contra los subversivos, como expuse en mi artículo anterior.

No descarto que algún modificador de conducta formado en la UCV durante el tiempo en que Chirinos y su orientación conductista dominaron en la Escuela de Psicología haya pensado así los CLAP. Si así no se pensaron, parecen encaminados a ese propósito objetivamente. Muchos dirigentes políticos del régimen, desde gobernadores y alcaldes hasta jefes locales, han expresado claramente que las famosas bolsas son sólo para los chavistas, lo cual implica ya un intento de control conductual. La impreparación, el desorden y la incapacidad de un mínimo de disciplina típica de quienes tendrían que aplicarlo, aparte de que el sujeto del experimento tiene conciencia, afectividad y capacidad de libertad, conspiran contra el éxito.

Para Skinner, la conducta se ha de controlar no con castigos –aversivos– sino con refuerzos, cosa que le hizo calificar a Chomsky su teoría de “fascismo sin lágrimas”. En el proyecto de control total del hombre y supresión de su libertad fascismo y comunismo se dan la mano. Poseer todo el refuerzo-comida implica ser dueño de su producción. Si ésta programadamente se ha eliminado y no hay modo de sustituirla, el control acaba en la muerte de los “organismos”.

Está sucediendo.

CIPORAMA@GMAIL.COM

El Nacional

 

Jun 28, 2016 | Actualizado hace 8 años
¿PsicoCLAPs?, por Alejandro Moreno

CLAPs_1

 

En las décadas de los años sesenta y setenta, estuvo en boga en psicología el conductismo skinneriano, centrado en el control de la conducta de los organismos mediante modificaciones del ambiente en el que esa conducta se ejecuta. Para Skinner, su autor, organismos eran desde las palomas, objetos de sus experimentos en laboratorio hasta las personas. Su teoría, dicho en términos muy sencillos y concisos, sostiene que la conducta de un organismo es producto del ambiente por ella  modificado cada vez que es emitida. Esos cambios tienen uno de estos dos efectos sobre la misma conducta: o la mantienen e incrementan o la disminuyen y hasta la extinguen. El primer tipo de efectos es llamado reforzador y el segundo, estímulo aversivo. En realidad el reforzador refuerza si resulta positivo, satisfactorio de hambre, por ejemplo, para el organismo, y el estímulo aversivo, debilita si es experimentado como negativo, doloroso pongamos por caso. Aplicando mediante técnicas adecuadas uno u otro efecto al comportamiento del organismo, esto es, manipulando su ambiente, se obtiene en laboratorio que una paloma llegue a jugar bowling o pueda dirigir un avión-bomba en una guerra sustituyendo a los famosos kamikazes japoneses sin la pérdida de sus pilotos. Aplicada a los seres humanos, esta teoría puede responder, supuestamente, a una pregunta importantísima para quien ejerce cualquier tipo de poder, especialmente el político: ¿Cómo hacer para que la gente haga lo que queremos que haga?

Surge de aquí la ingeniería de la conducta, luego ingeniería social, como respuesta.

En 1987, unos psicólogos asesoraron al gobierno en Tailandia contra los insurgentes con propuestas de este tenor: la comida es el reforzador más eficaz para controlar la conducta de un organismo; si ésta abunda libremente, no se la puede manipular, pero si se queman las cosechas, el reforzador comida puede estar en manos del gobierno. El propietario de los refuerzos, es dueño de la conducta. Quemadas las cosechas, el gobierno puede administrar la comida a la gente de acuerdo con la conducta, adecuada a los deseos del poder o inadecuada, que ejecute.

Quemada ya toda comida en Venezuela, el régimen, distribuye, mediante los CLAP, ese refuerzo según que la gente haga o no lo que él quiere. Por fortuna las técnicas no resultan de hecho tan eficaces como dice la teoría, por una parte, y, por otra, los humanos somos algo más que simples organismos.

¿Si fracasa el control positivo, a cuál otro recurrirá? ¿Aplicará el control más aversivo extinguiendo conducta y organismo a la vez?

CIPORAMA@GMAIL.COM

El Nacional