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Así despidieron a los caricaturistas de #CharlieHebdo en París

homenaje a Tignous 3

Andreína Mujica / París, Francia

@andreinamujica

 Bajo un cielo gris y un fuerte viento, la lluvia intermitente moja el rostro de los montreuilienses que despiden a quien fuese el ilustre dibujante del distrito. En una ceremonia publica dirigida por la Ministra de Justicia, Madame Taubira fue despedido Tignous, alrededor de la Alcaldía de Montreuil se rinde un homenaje con dibujos realizados por sus admiradores, como también estudiantes de dibujo. Jueves de despedidas con funcionarios de Estado

El ataúd de Tignous se dejó en madera cruda y clara por petición de Chloé, su viuda, dejando así paso a los lápices de amigos, caricaturistas y sus cuatro hijos. La sensación de pérdida irrecuperable, de dolor hasta los huesos, iba más allá del frío. Una tela blanca fue colgada desde temprano para que los ciudadanos de Montreuil dejaran un dibujo, un mensaje, algo que suavizara la herida, que alivie y acerque las condolencias a un plano teñido de tinta y no de sangre.

Homenaje a Tignous 1

Una vez terminado el homenaje se hizo un túnel frente a las puertas de la Alcaldía, la gente lloraba, lanzaban flores y buscaban respuestas en otros rostros. No la había. El encuentro de Tignous con sus vecinos era silencioso, no tenía colores, sólo la sombra de un atentado. En un costado del ataud un ejemplar de Charlie Hebdo, con el profeta Mahoma, acompañaba a Tignous al cementerio.

Las caras y los ramos se repetían en el metro vía Pere Lachaise. Una vez instalados frente a la entrada la policía se encargaba de disuadir a los periodistas en su insistencia de asistir a la ceremonia dentro del cementerio. «Tenemos una advertencia terrorista, sólo permitimos la entrada a los amigos íntimos y su familia».

Wolinski fue incinerado en el Pere-Lachaise unas horas antes, en una ceremonia privada con su música preferida de fondo el jazz de Davis, su familia y amigos junto a la ministra de Cultura, Fleur Pellerin. Sus cenizas serán trasladadas al cementerio de Montparnasse.

En el mismo campo santo se enterró a la psiquiatra Elsa Cayat, su ceremonia contó con la presencia de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y del dibujante Luz, autor de la portada del nuevo especial de Charlie Hebdo.

Jean Cabut en Chalons en Chanpagne al noreste de Francia y Charb será inhumado en Pontoise, al norte. Franck Brinsolaro, el guardaespaldas de Charb también fue enterrado el jueves en Normandía, en Bernay, y el economista Bernard Maris, en Montgiscard, cerca de Toulouse, en el sur de Francia.

El dibujante Honoré y el corrector de Charlie Hebdo, Mustapha Ourrad fueron inhumados el viernes.

Se cierran así las despedidas, queda el vacío de una ejecución cobarde y la confusión de un mundo en pánico, sin saber a ciencia cierta como responder y dónde está el enemigo, qué cara tiene, qué lenguas habla, cuándo aparecerá.

¿Quién es Charb? El editor y caricaturista que despertó el odio de radicales islámicos

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El reconocido caricaturista Charb siempre defendió las polémicas imágenes que publicaba ‘Charlie Hebdo’ bajo la premisa de la libertad de expresión. Stéphane Charbonnier fue un comunicador ácido, nunca negoció el mensaje de sus contenidos. Nunca le tembló el pulso para dibujar sobre temas minados y polémicos. Esa batalla que había iniciado en 2006 terminó trágicamente.

En noviembre de 2011, la redacción de la publicación fue atacada. Desde ese momento la vida de este dibujante cambió. Su seguridad vivía sitiada. Nunca se detuvo ante las constantes amenazas. Desde aquel episodio, Charb tenía protección policial al igual que varios de sus compañeros.

En su momento aclaró con la ironía que siempre lo caracterizó que, «si es la condición para expresarse libremente en Francia, seremos protegidos por la policía. Prefiero tener dos agentes a mi lado durante un tiempo, así no se dedican a expulsar gitanos».

La declaración que le dio en 2012 al diario El País de España le está dando la vuelta al mundo: “Si nos planteamos la cuestión de si tenemos derecho a dibujar o no a Mahoma, de si es peligroso o no hacerlo, la cuestión que vendrá después será si podemos representar a los musulmanes en el periódico, y después nos preguntaremos si podemos sacar seres humanos… Y al final, no sacaremos nada más, y el puñado de extremistas que se agitan en el mundo y en Francia habrán ganado».

Calificó de ‘payasos’ a las personas que se manifestaban en contra de las viñetas que publicaba su medio. Siempre aseguró, con una tranquilidad sorprendente, que no hacía nada extraordinario. Minimizaba el alcance e impacto de sus dibujos. Su consigna más reconocida fue “es más peligroso autocensurarnos que publicar”.

Las caricaturas de Charb y sus compañeros también eran críticas con el extremismo católico francés. En varias ocasiones recibieron querellas de distintos grupos religiosos cristianos. En una de las últimas publicaciones, paradójicamente, alcanzaron que para 2022 en Francia celebraran el Ramadán.

Charbonnier fue asesinado a los 48 años. Siempre estuvo en pie de lucha. En su momento apareció con la mano derecha bien empuñada y su publicación en la mano izquierda mostrando una portada que mostraba a Mahoma. Su lápiz fue silenciado por los fusiles de los terroristas, sus portadas permanecerán.