72 personas fallecieron por padecimientos como tuberculosis y desnutrición en centros de detención preventiva en Venezuela durante 2022
En los calabozos también hay VIH-Sida, covid-19, diabetes, hipertensión arterial, cardiopatías, epilepsia, escabiosis y hasta piojos
El hacinamiento en los CPD es superior a 300%. 17 mil personas están recluidas en alrededor de 500 retenes policiales
Las detenciones por violencia de género y abuso infantil subieron en 2022
72 personas fallecieron por enfermedades como tuberculosis y desnutrición durante 2022 en calabozos policiales o centros de detención preventiva en Venezuela, según un informe presentado este jueves 13 de abril por la organización no gubernamental, Una Ventana a la Libertad.
“De esa cifra 17 fueron por tuberculosis”, dijo la coordinadora de UVL, Magally Huggins.
“No cabe duda de que se trata de una enfermedad infectocontagiosa vinculada a las condiciones sanitarias de los calabozos policiales, lugares donde no hay espacio para clasificar a los detenidos, tanto que los contagiados comparten el mismo recinto con quienes están aparentemente sanos”, se desprende del documento.
De acuerdo con el estudio, en los CDP hay un hacinamiento de 334,55%. El informe destaca que en Venezuela existen cerca de 17 mil personas detenidas en alrededor de 500 calabozos.
UVL denunció que los calabozos policiales carecen de una adecuada ventilación, agua potable, servicio médico y vehículos para trasladar a los enfermos a centros asistenciales, además la recolección de basura no es frecuente.
“Hay más de 500 centros de detención preventiva en Venezuela y en cada uno hay presos hacinados, en condiciones precarias”, dijo el director de UVL, Carlos Nieto Palma.
Estos fueron los principales hallazgos de la investigación hecha por la ONG en 335 calabozos a nivel nacional.
Muertes por enfermedades y desnutrición
55 personas murieron en el primer semestre de 2022 y 17 en el segundo por enfermedades como tuberculosis y desnutrición. Nieto Palma supuso que el número de fallecidos disminuyó entre un semestre y otro debido a la intervención que llevó a cabo la Comisión para la Resolución Judicial, que efectuó jornadas médicas y otorgó medidas cautelares a algunos presos con enfermedades crónicas o terminales. Además de tuberculosis y desnutrición los aprehendidos fallecieron por covid-19, infartos, epilepsia, dificultades respiratorias y convulsiones.
Violencia dejó de ser la principal causa de muerte
Nieto Palma indicó que la violencia dejó de ser la principal causa de muerte dentro de las cárceles venezolanas para cederle el puesto a las enfermedades y la desnutrición. “Todo lo que pasa en los centros de detención preventiva es lo mismo que ocurre en Venezuela, una emergencia humanitaria compleja”, agregó Huggins. “La vida en los calabozos policiales es muy adversa, es decir, la dinámica en estos lugares se ve impactada por la crisis social, económica y política del país, la desnutrición, el desempleo, la deserción escolar y la violencia simbólica que impera en todas las esferas de la vida nacional”, plantea el informe.
"Todo lo que pasa en los centros de detención preventiva , es lo mismo que ocurre en Venezuela: una emergencia humanitaria compleja", dice nuestra coordinadora de CDP @magallyhuggins
Te invitamos a seguir la presentación de nuestro informe https://t.co/Ew1M85ut5q #13Abril pic.twitter.com/wqtLzAQ0ZZ
— Ventana a Libertad (@ventanalibertad) April 13, 2023
Casi 50% de los presos enfermos tiene desnutrición
El informe reveló que la desnutrición sigue siendo uno de los principales problemas de salud dentro de los CDP. Según este, 49,54% de los 432 enfermos identificados durante el segundo semestre de 2022 padecen de desnutrición. La organización evidenció en su estudio que casi la mitad de la población penitenciaria sufre de problemas de alimentación, los cuales en teoría deberían ser atendidos por el Gobierno venezolano.
“Se ha delegado esta responsabilidad en la familia de las personas que se encuentran detenidas. Eso es una flagrante violacion del derecho humano a la salud y a la vida de parte del Estado”, se desprende del informe.
La ONG recordó en su investigación que la mayoría de los familiares de detenidos provienen de sectores populares y empobrecidos dependientes de un salario mínimo mensual de apenas 6 dólares. A quienes se encargan de la manutención de un preso desde afuera de un recinto carcelario se les denomina “víctimas por filiación”, pues son responsables de suministrar alimentos y medicinas en medio de una crisis económica e inflacionaria.
Alta incidencia de VIH-SIDA, casos de escabiosis y pediculosis
También, el informe encontró un “alto número” de casos de Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (VIH-Sida) en los centros de detención. “Se detectaron 43 casos de VIH-Sida, es decir el 9,95% de la población penitenciaria estudiada durante este periodo padece de esta enfermedad que requiere de tratamiento constante y adecuado”.
Igualmente, el estudio revela que la escabiosis o lo que se conoce comúnmente como sarna está presente en los calabozos policiales. “28 casos (6,48%) de los privados de libertad presentaron enfermedades en la piel, entre ellas sarna”.
“Hemos encontrado una nueva variante, alrededor del 10,88% de los detenidos están padeciendo una afección denominada pediculosis, popularmente conocida como piojos. La propagación de este padecimiento es constante debido al reducido tamaño y al hacinamiento en las celdas”, expone la investigación.
Asimismo, los detenidos se quejan de dolores osteomusculares debido a que la mayoría duerme en el suelo de los calabozos o sobre colchonetas que no reúnen las condiciones básicas para descansar adecuadamente.
Embarazos bajo condiciones precarias
Ocho mujeres quedaron embarazadas en los CDP durante 2022, dos de ellas presentaron infecciones vaginales y patologías mamarias. “Por lo general, estas mujeres dan a luz en sus celdas bajo condiciones de higiene precarias y son separadas de sus hijos luego del alumbramiento. Los embarazos son consecuencia de relaciones aceptadas o forzadas con detenidos o por abusos sexuales de algún funcionario. Generalmente, las mujeres se niegan a identificar a los progenitores de sus hijos por miedo a represalias”, revela el informe.
Homicidios, robos y hurtos, las causas de detención más comunes
Huggins señaló que a la lista de delitos por los que ingresaron detenidos a los calabozos se sumaron en 2022 la violencia de género y el abuso infantil. “Estos delitos entraron entre las primeras cinco causas de ingreso a los centros de detención preventiva”. Las detenciones más comunes son por homicidios, robos, hurtos, extorsión, tenencia y distribución de drogas y secuestros.
23 detenidos por protestas
Huggins informó que en 2022 fueron detenidas en calabozos 23 personas por protestar en función de exigir salarios dignos, gasolina, agua, salud, alimentación y electricidad. “Este no fue un año de manifestaciones estudiantiles y políticas, fue uno de protestas sociales”.
Amenazas contra ONG que defienden DDHH de presos
Nieto Palma denunció que organizaciones como Una Ventana a la Libertad son constantemente amenazadas con medidas judiciales y la aplicación de leyes como la aprobada por la Asamblea Nacional chavista el pasado mes de enero, la cual se denomina Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las ONG y afines. “Se trata de un instrumento que busca acabar con todas las organizaciones de la sociedad civil en Venezuela”, dijo.
La ONG recomienda que los calabozos policiales de hoy en día en Venezuela desaparezcan y se conviertan en lo que deben ser: albergues para personas detenidas por un tiempo máximo de 48 horas y con todos los derechos que les corresponden. «Seguiremos siendo la voz de quienes no la tienen”, concluyó.