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Censura

Cidh: Siguen los ataques a la prensa libre en Venezuela, Cuba y Nicaragua
Detenciones arbitrarias, censura y bloqueos a sitios de internet se producen en medio de la pandemia 

 

En Venezuela, Nicaragua y Cuba tiene lugar un ataque desde el estado hacia periodistas, medios de comunicación independientes y activistas opositores, refleja el Informe Anual 2019 de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El reporte de la entidad de la Organización de Estados Americanos, OEA, dice que estos ataques ocurren a través de detenciones arbitrarias, distintas formas de censura y bloqueos de sitios de internet.

También indica que hay vigilancia de las comunicaciones digitales y espionaje a medios y comunicadores, persistiendo la implementación de estrategias de control y vigilancia a las comunicaciones de ciudadanos en las redes sociales.

En Venezuela, estas violaciones continuaron profundizándose en 2019 en el contexto de una agudización del conflicto político y social, dice el informe.

Agrega que, la violencia contra periodistas y trabajadores de medios de comunicación, ejercida en muchos casos por los propios miembros de las fuerzas de seguridad, se acrecentó durante eventos de interés público, como protestas, actos políticos o debates legislativos.

Apunta que, numerosos periodistas fueron detenidos de manera arbitraria por miembros de la policía o de los servicios de inteligencia mientras desempeñaban su trabajo o cubrían manifestaciones, y reiteradamente fueron forzados a borrar material periodístico.

Joel Hernández, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que en Venezuela se ha venido dando un debilitamiento de la institucionalidad, lo cual ha afectado la situación de los derechos humanos.

“Hemos venido observando con preocupación un debilitamiento institucional, donde no hay división de los poderes del estado, hay un debilitamiento en el estado de Derecho, una falta de controles al poder político y eso va resultando en afectaciones a los derechos humanos”, dijo Hernández, en entrevista con la Voz de América. “Hay además una enorme desconfianza de la ciudadanía hacia el estado, al que debe acudir para atender sus necesidades básicas y atender violaciones de los derechos humanos”.

El informe añade que, se constató un patrón de censura en Venezuela, mediante el bloqueo sistemático de sitios web de medios periodísticos, redes sociales o servicios de streaming ordenados por las autoridades estatales y ejecutados por la proveedora pública de Internet, CANTV.

Asimismo, dice que, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ordenó el bloqueo de canales internacionales de noticias de los servicios de televisión para abonados, dispuso el cierre de emisoras y ordenó suspender la transmisión de determinados programas.

La Relatoría Especial recibió información sobre varios casos de detenciones arbitrarias, y procesos penales llevados adelante contra periodistas en presunta represalia por su labor informativa, en muchos casos sin las garantías del debido proceso.

Señala que, el estado continuó también las detenciones arbitrarias y la posterior aplicación de normas penales vagas, ambiguas y desproporcionadas que restringen libertad de expresión para silenciar opiniones o informaciones críticas sobre la situación política y económica que atraviesa el país.

En Estados Unidos, la democracia modelo del hemisferio, no hubo censura, pero sí acoso, agresiones y declaraciones de altas figuras del gobierno contra medios independientes y críticos del gobierno de Donald Trump, afirma el informe.

Dice que, “Las constantes declaraciones de descalificación por parte de altas autoridades contra la prensa, a través de calificativos como ser que la consideran “deshonesta”, “corrupta”, “enemiga del pueblo”, que difunden “noticias falsas”, o que comenten “actos virtuales de traición”socavan el rol de la prensa.

A la CIDH también le preocupa que en Estados Unidos se continúe invocando “la Ley de Espionaje y la existencia de requerimientos judiciales para que los periodistas revelen sus fuentes o se presenten en calidad de testigos sobre hechos que han reportado o investigado”.

¡Muerte al virus! ¡Muerte a los gorriones!

@AAAD25 

Nunca me cansaré de invocar la aguda observación de Elisa Lerner sobre las dictaduras y su estupidez. Los foros, hábitat natural de la democracia, no siempre son mentideros de los que brota sabiduría como maná bíblico. Pero es en los regímenes autoritarios que se ven las sandeces más farsescas. Todos los políticos tienen el mismo propósito: obtener el poder, primero, y preservarlo, después. Es mucho más fácil hacerlo cuando los ciudadanos, a cuyo servicio se supone que están, se sienten satisfechos con su desempeño. En democracia, como nos recuerda Amartya Sen, el acceso libre a la información, así como la pluralidad de fuentes, permiten a la ciudadanía desarrollar una opinión pública autónoma con respecto a unas autoridades que siempre aspirarán a que las percepciones sobre ellas sean positivas. Los despotismos, en cambio, no tienen que lidiar con eso. Suprimen las voces disidentes para que sus mensajes, su versión de la realidad empírica, sean los únicos. Así, sin competencia, les resulta mucho más sencillo inculcarles a los oprimidos una narrativa que los exculpa de cualquier problema que surja en sus jurisdicciones, sin importar cuan ridícula sea. Pero si la propaganda es más absurda que un diálogo de Ionesco o más risible que una escena de los hermanos Marx, y el sentido común de las masas no la digiere, siempre queda la amenaza del garrote para evitar que se alborote el gallinero.

La aparición del coronavirus y su COVID-19 no es en sí misma responsabilidad de ningún gobierno. No se pueden predecir las mutaciones de esos microbios macabros que de pronto los hacen mucho más nocivos. Empero, la contención de nuevos flagelos sí es responsabilidad de las autoridades públicas. Por la corrupción e ineptitud de sus cabecillas, las dictaduras suelen descansar sobre los hombros lacerados de sociedades pobres y poco desarrolladas materialmente. Es decir, justo aquellas peor preparadas para enfrentar una pandemia. Pero la batería de excusas patéticas y medidas descabelladas está a la orden del día. Por ejemplo, el particularmente caricaturesco autócrata de Turkmenistán, Gurbanbuly Berdimuhamedov (lo felicito, amigo lector, si pudo pronunciar su nombre sin un solo enredo lingual), prohibió a sus conciudadanos hablar del coronavirus. A los perplejos sugiero volver a la primera oración de esta columna. Al parecer, hay un nominalismo degenerado y mediocre (nada que ver con el pensamiento genial de Guillermo de Ockham y otros), según el cual un ente deja de existir si no es nombrado. Hasta la saga literaria adolescente de Harry Potter es capaz de desmentir semejante dislate. Por cierto, buen momento para recordar a cierto régimen que pretendió eliminar un mercado negro de dólares proscribiendo la mención de montos a los que se cotizaba la divisa.

Por suerte para el amigo Gurbanguly, el foco de este artículo no está en Turkmenistán, sino un poco más hacia el naciente, en China. De todos los gobiernos responsables por la crisis del coronavirus, la dictadura pekinesa es, sin duda por mucho, la que carga con la mayor culpa. El virus se originó en su territorio y, por lo tanto, su deber era contenerlo a tiempo. En vez de eso, ocultó información sobre la gravedad del problema hasta que fue muy tarde, lo cual puso en peligro a los miles de millones de habitantes de China… Y al planeta entero. Pero no esperen que Xi Jinping y sus camaradas tengan un gesto de humildad y admitan su pifia terrible. ¡Nunca! Por el contrario, han rechazado todo cuestionamiento a su manejo de la epidemia. Peor, aunque las máximas esferas del poder en Beijing no han llegado a una acusación formal, algunos de sus propagandistas han insinuado que el virus fue llevado a la ciudad de Wuhan, donde se dieron los primeros casos, por personal del Ejército de Estados Unidos. Aunque anonadante, no es la primera vez que el Partido Comunista Chino (comunista solo de nombre desde los años 80) lanza un bulo descabellado para evitar que lo señalen por un desastre. Xi es el líder chino con más poder desde Mao Zedong, y en este aspecto también está siguiendo los pasos del “Gran Timonel”.

En 1958, Mao ordenó dar el “Gran Salto Adelante”. Esta nueva política consistió, como su nombre lo indica, en intentar brincar directamente hacia el comunismo real, sin pasar por la engorrosa burocratización del proceso revolucionario que, para entonces, por cuarenta años embargaba al socialismo soviético. Si a los comunistas se les achaca imaginar un mundo utópico e irrealizable que ni ellos mismos se esfuerzan por concretar, el Gran Salto Adelante tuvo el mérito de ser, quizá, el experimento que más se acercó a la sociedad comunista imaginada por Marx… Y precisamente por eso fue una catástrofe.

Comenzó con una colectivización completa del espacio rural. La agricultura privada fue prohibida y reemplazada por granjas comunales. Como Fidel Castro con su tonta “Zafra de los Diez Millones”, Mao estableció metas de producción agrícola absurdamente elevadas, para lo cual se exigió a los campesinos un esfuerzo inhumano. Para colmo, si bien el plan contempló la industrialización de las faenas rurales para mejorar el desempeño, no existían los recursos materiales ni las capacidades técnicas para lograr tal cosa. Temerosos de no cumplir con las metas de Mao, los jefes locales inflaban los resultados, lo cual por un tiempo produjo la impresión de que todo marchaba bien. El grueso de lo que sí se producía era enviado a las ciudades para alimentar a un proletariado que, en las fantasías del líder, debían convertir a China en potencia industrial. El campo empezó a quedarse sin comida, y sus habitantes, a morir de hambre.

Pero Mao ya tenía lista una coartada para explicar el fracaso. Había un culpable, y obviamente no era él. Tampoco era el imperialismo occidental, ni los enemigos internos de la revolución. Era… ¡Un gorrión! Sí, esa ave pequeña y cantarina que, por su fragilidad, por lo general asociamos con la idea de inocencia, fue convertido por la propaganda maoísta en un demonio emplumado capaz de perpetrar los crímenes más atroces. En resumen, Mao acusó a los gorriones  de comerse los granos cosechados en el campo chino. Luego hizo lo que todo tirano ante un escollo, real o ficticio. A saber, declararle la guerra y procurar su aniquilación. Se les encargó a las masas la tarea de eliminar a los pajaritos. Buscaban sus nidos para reventar los huevos o matar a los polluelos. Si alguien disponía de una pistola, gorrión que viera surcando los aires, gorrión que debía derribar a plomo. De acuerdo con algunos relatos, hubo escuadrones de niños armados, no con pistolas, sino con cacerolas que azotaban sin piedad al pie de un árbol para atormentar y aterrorizar a los gorriones y obligarlos a interrumpir su reposo en las ramas. Cuando las víctimas se desplazaban a otro árbol, los acosadores los perseguían y repetían el ejercicio. Y así sucesivamente hasta que, agotadas, las pobres aves se desplomaban, moribundas.

Muy caro le terminó saliendo esta expiación caprina (o aviar) a Mao. En realidad los gorriones locales eran los depredadores de insectos que, a su vez, se alimentaban de los granos. Como resultado, su erradicación total o casi total multiplicó a la verdadera plaga. Menos comida. Más estómagos (humanos) vacíos. Cuando cayó en cuenta del error, en 1960, la dictadura puso fin a la campaña contra los gorriones, no sin antes sustituirlos con los chiches como culpables de su fracaso. Pero ya era demasiado tarde. Tuvieron que pasar dos años más para que el Gran Salto Adelante fuera oficialmente abandonado. Produjo la peor hambruna en la historia de la humanidad, con un saldo de entre 15 y 30 millones de personas. Humillado, Mao perdió buena parte de su poder, pero solo por unos años. Volvió a la carga con la Revolución Cultural a finales de los 60, otra abominación política que aplastó a sus rivales de partido, así como a miles de ciudadanos comunes tildados de “contrarrevolucionarios”.

Como ya dije, el Partido Comunista Chino de comunista hoy solo le queda el nombre. Pero la elite gobernante actual es heredera de Mao, y tiene que rendir culto a su abolengo revolucionario (i.e. dictatorial). Por eso no sorprende que bajo la égida de Xi surjan teorías tan absurdas como la de los gorriones, para librar de culpas a Beijing por el manejo del coronavirus. Por cierto que no son los únicos en propagar el delirio conspirativo. Nicolás Maduro, uno de sus amigos, lo ha hecho también. Valiéndose de su propio aparato gigantesco de propaganda, en Venezuela hizo eco a la tesis de un “científico nanotecnológico” llamado Sirio Quintero, según la cual el coronavirus es un “arma de bioterrorismo y genocidio contra razas asiáticas, latinoamericanas (¿?) y afrodescendientes”. Maduro también promovió un jarabe de “malojillo, jengibre, saúco y pimienta negra” que, según Quintero, es capaz de curar el coronavirus.

La propagación de semejante charlatanería es un exceso, aun para este personaje. Pero, a mi juicio, es fácil de explicar. Maduro podría aspirar a congraciarse así aun más con un poderoso aliado en momentos en los que necesita respaldo. China últimamente no ha demostrado el mismo compromiso que Rusia defendiendo al régimen chavista de la presión internacional. Incluso es probable que Maduro apueste a que sea China la primera en desarrollar una vacuna contra el coronavirus y busque así poner a Venezuela en el principio de la fila para recibirla, para exhibir su ruptura con las democracias y aproximación a una potencia autoritaria como un acierto de su política exterior. Quién sabe si, como guiño extra a los herederos del, digamos, gran avicida, la elite chavista les declara la guerra a las guacamayas por comerse los mangos que tanto gustan en Venezuela.

Ipys: Encerradas, bloqueo de redes sociales en Venezuela
El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela encontró que en los 272 días que corrieron entre enero y septiembre de 2019, el acceso a las plataformas de redes sociales desde Venezuela estuvo interrumpido en un 53%
El veto de las redes sociales en Venezuela responde a un patrón global en el que han aparecido rasgos del fenómeno de autoritarismo digital que amenaza la libertad en la red a escala global
El reporte publicado por IPYS relata cómo en Venezuela emergió y se hizo rutina un nuevo patrón de la censura digital que alcanzó el espacio de las redes sociales

El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela) encontró que en los primeros nueve meses de 2019, ocurrieron 144 episodios de censura, desde los servicios de internet tanto de operadoras estatales y privadas, que restringieron el ingreso, de manera temporal, por lo menos a 10 comunidades sociales en internet: unas de uso masivo como Youtube, Twitter, Facebook, Instagram, Periscope; y otras de menor consumo y menos conocidas como Soundcloud, LiveStream y Real Streaming. 

Estos hallazgos se soportaron en las categorías del CitizenLab de la Universidad de Toronto, y las evidencias de bloqueos que están en el repositorio de datos del Observatorio Abierto de Interferencia en Internet (OONI), Netblocks, dos observatorios internacionales que monitorean la censura digital en distintos países. 

El veto de las redes sociales en Venezuela responde a un patrón global en el que han aparecido rasgos del fenómeno de autoritarismo digital que amenaza la libertad en la red a escala global. Esta preocupación se desprende del Índice 2019 de Libertad de la red, de Freedom House. Una de las base de datos de este medidor global también refleja que las medidas de censura a través de bloqueos fueron otros de estos patrones que pusieron en riesgo la libertad en la red.

El reporte de IPYS relata cómo en Venezuela emergió y se hizo rutina un nuevo patrón de la censura digital que alcanzó el espacio de las redes sociales, una barrera para la libertad en la red que también han aplicado otros países de distintos continentes con altos controles de contenidos en internet. 

El autoritarismo digital amenaza la libertad en la red a escala global, según lo publicado en el reportaje realizado por IPYS. Esta preocupación se desprende del Índice 2019 de Libertad de la red, de Freedom House, organización que se encarga de hacer mediciones sobre las condiciones de los derechos digitales en el mundo y llegó a la conclusión de que “la libertad de internet está cada vez más en peligro”. Sus analistas advirtieron que estas plataformas han sido intervenidas con acciones represivas, a pesar de que internet se ha convertido en un espacio necesario e importante para la deliberación pública. 

Freedom House detectó varias amenazas, entre 2018 y 2019, y una de ellas fue el fenómeno de cooptación en redes sociales y otras plataformas de internet a través de estrategias de vigilancia masiva, control de datos personales, contenidos de odio o violentos. Un juego en el que estuvieron involucrados actores de poder. También, en diferentes países hubo hechos de contaminación del espacio digital a través de contenidos falsos, manipulados y que alientan la desinformación. 

Una de las bases de datos de este índice global también refleja que las medidas de censura a través de bloqueos fueron otro de estos patrones que pusieron en riesgo la libertad en la red. 

Las políticas de recurrentes obstáculos de acceso a internet, violaciones de derechos humanos en línea y también medidas de control de contenido que derivan en censura, hicieron que Venezuela continuara con la etiqueta de país no libre en internet y obtuviera 30 sobre 100 en el medidor de libertad en la red entre 2018 y 2019. Esta calificación ubicó a este país en el puesto número 14 y fue uno de las naciones con mayores controles en materia de derechos digitales.

En la lista de los 65 países que monitoreo Freedom House para este índice, Venezuela fue el segundo -después de Etiopía- con más precariedades de conectividad digital; y estuvo en el grupo de los 20 países con los riesgos más altos por las frecuentes violaciones a los derechos humanos en línea, las medidas de control de contenidos y censura digital. 

 

El recurrente bloqueo a las plataformas de redes sociales, sobre todo a lo largo de 2019, fue una de las evidencias de mayor preocupación que destacó la investigadora de Freedom House para Venezuela, Raisa Uribarri, quien es periodista, docente e investigadora académica jubilada de la Universidad de Los Ándes (ULA). 

Comunidades no libres

Soportados en la categorías del CitizenLab de la Universidad de Toronto y del Observatorio Abierto de Interferencia en Internet (OONI), IPYS Venezuela encontró que estos bloqueos fueron frecuentes y restringieron el acceso de manera temporal a 10 comunidades sociales en internet. Unas de uso masivo como Youtube, Twitter, Facebook, Instagram, Periscope; y otras de menor consumo y menos conocidas como Soundcloud, LiveStream, Real Streaming, Reddit y Fotki.

Los resultados indican que en los 272 días que corrieron entre enero y septiembre de 2019, el acceso a estas redes sociales desde Venezuela estuvo interrumpido en 53% de estos días debido a los bloqueos digitales, según las evidencias reportadas por las plataformas de OONI y Netblocks, dos observatorios internacionales que monitorean la censura digital en distintos países.

Este fenómeno que se había dado en Venezuela en contra de sitios web principalmente de noticias, entre 2013 y 2018, escaló de manera masiva a las redes sociales. Estas ventanas de conversación digital funcionaron como compuertas que se abrieron y se cerraron de manera arbitraria, de acuerdo a la intensidad de la conflictividad política nacional. 

Por la recurrencia de los bloqueos, el lapso más álgido fue de enero a mayo, cuando ocurrieron 124 del total de estos incidentes y la mayoría de ellos coincidieron con alocuciones públicas de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, a propósito de protestas y sesiones parlamentarias, según lo refleja la base de datos de IPYS Venezuela y también lo refiere el análisis de Raisa Uribarri en el informe de Freedom House. 

 

Entre junio y septiembre, hubo menos movilizaciones por protestas políticas lideradas por la oposición, y en ese tiempo también disminuyeron los bloqueos, pero no desaparecieron. En esos meses se reportaron 20 hechos de censura que afectaron las redes sociales. 

Uno de los días más álgidos en cuanto a la censura de las redes sociales en Venezuela fue el 30 de abril, el día en el que una alocución por Periscope madrugó a los venezolanos. Hablaban frente a una cámara y transmitían en vivo para las redes Juan Guaidó y Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular quien hasta ese día tenía casa por cárcel. Luego de sus declaraciones en las que hacían un llamado al sector militar e convocaban a los ciudadanos a salir a concentrarse en las calles, hubo barreras de acceso desde servicios de internet fijos y móviles, que interrumpieron la navegación a lo largo del día en cinco plataformas: Periscope, Twitter, Youtube, Instagram y Facebook. 

Según Netblocks las fallas persistieron a lo largo de toda la jornada hasta antes de las 9 de la noche, previo a las declaraciones televisadas que ofreció Nicolás Maduro, para dar el parte oficial a propósito del llamado a las fuerzas militares con el que despertaron Guaidó y López, frente a la base aérea de La Carlota en Caracas.

La red social más bloqueada

Youtube fue la plataforma más bloqueada. En estos nueve meses la biblioteca de vídeos más importante a escala digital fue bloqueada en 42 oportunidades. Esto indica que tres de cada 10 bloqueos a las redes sociales se dirigieron en contra de Youtube. Las mayores afectaciones las experimentaron los usuarios que navegaban conectados desde el principal servicio de internet del país, que lo ofrece la empresa Cantv, proveedor desde el que se reportó 83% del total de bloqueos, que suman 35 incidentes. En menor medida, también hubo episodios de censura de Youtube cuando los usuarios navegaban desde los servicios móviles de Movilnet, Digitel y Movistar.

Youtube, según las evidencias de OONI, presentó obstáculos que se ejecutaron a través del bloqueo por TCP/IP, que se pueden entender como “prohibiciones para consultar páginas web, declarando como ilegal el IP o el TCP, que funcionan como un número de localizador o un puerto asignado a cada usuario para su conexión a internet. De esta manera los bloqueos no solamente se dirigen a las páginas web sino que se han ampliado para interferir la consulta directa de contenidos por parte de los usuarios”, según determinó IPYS Venezuela en la investigación Intercortados. Este tipo de bloqueos funcionan de manera masiva, según explica Luis Serrano, desarrollador web y coordinador de Redes Ayuda.

Soundcloud, una comunidad en la que se comparten cápsulas de audio, fue la segunda red social sobre la que se sintió con mayor fuerza el impacto de la censura. Este contenedor sonoro fue bloqueado en 21 ocasiones, y los meses de mayor recurrencia fueron marzo y mayo. Estas fallas interrumpieron la experiencia de navegación de los usuario conectados desde Cantv y su frecuencia fue mayor entre el 28 de febrero y el 30 de abril. 

En el orden de la lista de las bloqueos redes sociales siguió Twitter, 15 veces bloqueada, y continuaron Live Stream (15), Instagram (12), Facebook (12), y otras como Real Stream, Reddit, Fotki (15).

Lee el reporte completo en: IPYS Venezuela. 

En 314% aumentaron denuncias de violaciones a  libertad de expresión en primer semestre de 2019
Los atropellos sufrieron un incremento considerable comparado con los primeros seis meses de 2018 según la ONG Un Mundo Sin Mordaza
Proyectan que para finales de este año la cifra llegue a las 1000 denuncias 

 

@franzambranor

 

11 emisoras de radio cerradas, 9 canales sacados de la parrilla de las operadoras por suscripción de manera parcial o permanente, 15 programas de opinión censurados, 55 periodistas que han sido detenidos y 800 bloqueos a portales web se produjeron durante el primer semestre de 2019 en Venezuela según un informe de la ONG Un Mundo Sin Mordaza.

De acuerdo a Andrés Vilariño, coordinador legal de Un Mundo Sin Mordaza, hasta junio de 2019 se habían presentado entre 550 y 600 denuncias en materia de violaciones a la libertad de expresión y hasta septiembre la cifra creció a 800.

La cifra correspondiente a los primeros seis meses de 2019 representa un incremento del 314% en comparación con el primer semestre de 2018.

“En 2019 vimos cuatro modalidades de censura en Venezuela, que son las detenciones arbitrarias a periodistas, el bloqueo de páginas web, el cierre de medios y los cortes de electricidad”. dijo Andrés Vilariño.

Solo en el mes de enero hubo 59 violaciones a la libertad de expresión, de acuerdo a cifras del Instituto de Prensa y Sociedad.

IPYS también contabilizó 33 episodios de bloqueos contra plataformas digitales entre enero y junio de 2019, así como 22 apagones temporales de internet por fallas masivas en el territorio nacional. Estudios del Laboratorio de Mediciones de Internet revelan que entre enero y abril de 2019 los estados Portuguesa, Apure, Falcón, Mérida, Delta Amacuro, Táchira y Barinas tuvieron conexiones por debajo de un megabit por segundo.

Acoso al periodista 

De acuerdo al informe de Un Mundo Sin Mordaza, las detenciones sistemáticas a periodistas se han acentuado en 2019, contrariando así la declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

“La modalidad es que detienen al periodista de forma temporal, le hacen borrar el material y después lo liberan bajo amenazas”, dijo Andrés Vilariño, coordinador legal de Un Mundo Sin Mordaza.

La ONG hizo especial hincapié en la detención del periodista mexicano de Univision Jorge Ramos dentro del Palacio de Miraflores el 25 de febrero y la aprehensión de Luis Carlos Díaz el 12 marzo. Además a Díaz se le imputaron cargos por el supuesto delito de instigación a delinquir. Tiene prohibición de salida del país y régimen de presentación.

“Gracias a la presión que hicieron organismos nacionales e internacionales se logró la liberación de Luis Carlos. Hay que seguir denunciando para que cosas así no vuelvan a suceder”, dijo Andrés Vilariño.

 

Lea el informe completo aquí

COMUNICADO | El Pitazo ante un nuevo intento de censura

DESDE EL 17 DE JUNIO, usuarios y periodistas de El Pitazo reportan dificultades para ingresar a elpitazo.net., sobre todo, quienes son clientes de las empresas Movistar, Digitel e Intercable, y en diversas zonas del país.

El equipo técnico de El Pitazo realiza las evaluaciones técnicas necesarias para conocer el origen de las dificultades para ingresar a la página, por eso, en estos momentos no podemos informar con exactitud acerca de cuál es la causa de lo que sucede.

Sin embargo, debemos recordar que desde septiembre de 2017, El Pitazo ha sufrido el bloqueo de tres dominios: elpitazo.com, elpitazo.info y el pitazo.ml, acciones de la censura ante las cuales siempre hemos tenido respuesta.

Desde El Pitazo queremos ratificar que nada impedirá que sigamos cumpliendo con nuestro deber de informar. Ante los ataques impulsados por intereses desconocidos El Pitazo y sus periodistas reiteran el compromiso inalienable y tenaz de proteger la libertad de expresión, el derecho a la información veraz, libre, oportuna y sin censura que está consagrado en el artículo 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela vigente.

Invitamos a nuestros usuarios a mantenerse al tanto de la información que se difunde a través de nuestras redes sociales y plataformas de comunicación de El Pitazo. Para ello contamos con las redes sociales FacebookTwitter e Instagram donde nos puedes encontrar como @elpitazotv y Youtube; nuestros canales en Whatsapp y Telegram; la radio digital, la transmisión de contenidos sonoros y la actividad directamente en las comunidades como la formación de infociudadanos y la proyección de noticias en los barrios.

EL MES DE JUNIO ARRANCÓ cargado de noticias. El ingreso a la fuerza de los periodistas al Palacio Legislativo pese al impedimento de la Guardia Nacional y la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que obliga al portal informativo La Patilla a pagarle 30 millones de bolívares a Diosdado Cabello por «daños morales», fueron noticia esta semana. 

El caso de la adolescente Ángela Aguirre sigue siendo noticia y es que el TSJ remitió el caso del femicidio a tribunales de Caracas. La medida se debe a las distintas irregularidades denunciadas por los padres y abogados de la menor. 

Entre los principales reportajes de esta semana encontramos uno en El Pitazo titulado La Censura y su manual de estilo en la radio venezolana…allí la periodista Catherine Medina nos expone que solo este año, Conatel apagó la señal de cuatro emisoras radiales en todo el país, mientras que la organización no gubernamental Espacio Público registró 387 casos en los que se vulneró el derecho a la libertad de expresión.

En Tal Cual conseguimos un reportaje hecho por el periodista Víctor Amaya titulado Situación del hospital JM de los Ríos pone el peso de las muertes sobre el gobierno de Maduro…En este Víctor plasma que el recinto hospitalario atravesaba por una precaria situación antes que se produjeran las sanciones de Estados Unidos a Pdvsa, empresa encargada de cancelar los trasplantes de médula ósea a niños venezolanos.

En Runrunes tenemos un reportaje hecho por Sarai Coscojuela titulado Juan Guaidó: Entre lo real y lo virtual...allí Sarai nos expone que la figura del presidente interino de Venezuela se pasea entre sus verdaderas facultades limitadas por el gobierno de Maduro y lo anhelado por su equipo y los millones de personas que pujan por un cambio en Venezuela.

 

 

En seis estados de Venezuela ya no pregonan periódicos

@franzambranor

“Agotado el inventario de papel y todos los esfuerzos para reponerlo, debemos hacer una pausa”. Con estas palabras el diario Panorama se despidió de su edición impresa el pasado 14 de mayo de 2019 en una ultima edición especial.

Las despedidas a mediados de mayo de Panorama y Mi diario, ambos productos de la misma casa editorial, dejaron al estado Zulia sin medios impresos. La entidad occidental es la sexta que se queda sin diarios junto a Amazonas, Apure, Barinas, Portuguesa y Sucre, según datos del Instituto Prensa y Sociedad (Ipys).

Amazonas llegó a tener hasta cuatro medios impresos: El Amazonense, El Autana, El Kiki Riki y El Chamancito, estos dos últimos todavía funcionan en versión digital.

El 24 de agosto de 2018, Ultima Hora dejó de distribuirse en los kioscos del estado Portuguesa luego de 44 años de existencia. Fue el último en despedirse en la entidad luego de la salida del Periódico de Occidente y Ciudad Portuguesa también el año pasado y El Regional en agosto de 2017.

En Barinas, el diario La Prensa cesó su circulación el sábado 19 de mayo de 2018 luego que ya habían cerrado sus homólogos De Frente, La Noticia y Ciudad Barinas. El 27 de agosto de ese mismo año bajó la santamaría el periódico Visión Apureña; Notisemana ya lo había hecho en Apure durante 2016. En Sucre, La Región expiró en febrero de 2018 dejando a la entidad sin periódicos, Diario Sucre se había despedido en 2016 y Provincia en 2014.

Tomando en cuenta estadísticas manejadas por Ipys, 12 estados cuentan con un solo periódico: Anzoátegui, Bolívar, Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Guárico, Mérida, Miranda, Monagas, Trujillo, Vargas y Yaracuy.

El avance del silencio ha sido progresivo desde la llegada de Nicolás Maduro al poder. De acuerdo a datos de Ipys, desde 2013 a mayo de 2019, 68 periódicos en Venezuela dejaron de circular parcial o permanentemente. 52 medios impresos fueron cerrados y 16 sufrieron suspensiones temporales. De los medios que dejaron de salir de forma definitiva, 56% no tienen versión digital.

Según Ipys, solo en 2018, 35 diarios de 18 estados del país debieron parar sus rotativas.

De un universo de 90 periódicos impresos en Venezuela para 2013, actualmente apenas circulan 28, una reducción de 72% en la oferta a nivel nacional.

Con la pérdida de medios, no solo se pierden libertades, también memorias: con 104 años, Panorama era hasta mediados de mayo el periódico más longevo de Venezuela. Antes el honor pertenecía a El Impulso de Barquisimeto, que en febrero de 2018 también salió de circulación luego de 114 años de existencia. Previo a Panorama, se produjo la desaparición física de la edición de El Nacional en diciembre de 2018, después de 75 años.

“El Puente sobre el Lago tiene 60 años y Panorama cumplió 104 años. Fuimos por mucho tiempo la única referencia informativa que tenían los zulianos”, dijo María Inés Delgado, directora editorial del diario Panorama, que ahora solo tendrá una edición digital.

 

 

Según una investigación de Prodavinci llamada Las horas oscuras, desde el 7 de marzo, cuando ocurrió el primero de los tres apagones nacionales, 18 millones de los 30 millones de habitantes de Venezuela vive en un plan de racionamiento eléctrico oficial, que no siempre sigue el orden del cronograma diseñado por el Ministerio de Energía Eléctrica. De acuerdo con Prodavinci, “las zonas afectadas pueden pasar entre 15 y 21 horas sin electricidad a la semana”.

En los seis estados que se quedaron sin periódicos, también es precario el suministro eléctrico, por lo que la dificultad para conectarse a Internet y consultar redes sociales o medios digitales condiciona aún más el derecho de los ciudadanos a ser informados.

En Zulia, estado más golpeado por los cortes eléctricos según reportes de los habitantes, casi 50% de sus habitantes vive en parroquias con racionamiento según el cronograma. Esto revela la informalidad de los cortes en el estado petrolero. En Apure, 81% de los habitantes sufre racionamiento; en Barinas, 80%; en Portuguesa, 84% y, en Sucre, 86%.

Amazonas es el único estado sin medios impresos pero con luz. Del plan de cortes quedaron excluidos Distrito Capital, Vargas, Amazonas, Delta Amacuro y Bolívar.

“Ya nosotros veníamos con una fuga de talentos producto de la crisis que vivimos en el estado. Hiperinflación, apagones, falta de agua, transporte, gasolina y hasta gasoil para prender la planta eléctrica causaron mella en el personal. El periodista, el diseñador y el fotógrafo pueden migrar a la versión digital, pero qué puede hacer alguien que trabaja en rotativas”, indicó María Inés Delgado de Panorama.

Sin papel para imprimir

Según datos del investigador y profesor universitario, Marcelino Bisbal hace 20 años habían 334 periódicos en Venezuela”, dijo Mariengracia Chirinos, directora de libertades informativas de Ipys.

Chirinos dijo que entre los principales factores que afectan la impresión de periódicos se encuentra la escasez de papel, materia prima que desde mayo de 2013 es distribuida por la Corporación Editorial Alfredo Maneiro, organo adscrito al Ministerio de Comunicación e Información y al Sistema Nacional Bolivariano de Información y Comunicación.  

“No solo son los controles para la importación de papel, también son los factores económicos y los problemas que enfrentan las empresas para seguir operando y pagando a su personal”, dijo Chirinos. “Hay medios que ni siquiera tienen para pagar una bobina de papel, cuyo costo se ha elevado en divisas en los últimos cinco años”.

“Con la Corporación Maneiro se hicieron todos los trámites, pero nunca nos facilitaron materia prima, en primer lugar porque las bobinas que ellos importan no eran compatibles con nuestra rotativa”, dijo María Inés Delgado de Panorama. “Ellos al parecer no entienden la dinámica de este negocio. Periódicos como La Verdad y Versión Final tuvieron detenciones temporales porque no les entregaban las bobinas de papel a tiempo”.

La directiva de Ipys sostuvo que algunos diarios se han visto en la obligación de mutar a semanarios para seguir con vida. “No hay capacidad para imprimir a diario. El ecosistema de periódicos actualmente en Venezuela es bastante pobre”.

Para Chirinos, en Venezuela la migración de medios impresos a digitales ha sido forzada. “Los cambios se han dado saltando el entorno tradicional. Lamentablemente no todos los medios corren con la suerte de seguir de pie. Hay algunos que ni siquiera tuvieron la posibilidad de saltar al mundo virtual”.

Chirinos dijo además que en los estados donde no hay periódicos, la navegación en internet es precaria. A esto hay que sumar los recientes inconvenientes con el servicio eléctrico. “Esto refleja los niveles de opacidad que hay”.

La reducción de páginas y de frecuencia de impresión han influido en el personal de algunos medios. “Las plantillas de los periódicos también han sido reducidas. Mucha gente ha sido despedida y otros han renunciado para irse a ejercer otras funciones o simplemente marcharse del país. El tema del transporte también es una limitación para los empleados y en esto incide la escasez de gasolina en el interior. A Caracas ya no llegan los periódicos regionales y al interior los medios impresos de la capital”, manifestó Chirinos.

“Ya nosotros veníamos con una fuga de talentos producto de la crisis que vivimos en el estado. Hiperinflación, apagones, falta de agua, transporte, gasolina y hasta gasoil para prender la planta eléctrica causaron mella en el personal. El periodista, el diseñador y el fotógrafo pueden migrar a la versión digital, pero qué puede hacer alguien que trabaja en rotativas”, indicó María Inés Delgado de Panorama.

Delgado espera que un diario tan emblemático como Panorama regrese a los kioscos. Anhelo que también contemplan directivos de diarios como El Nacional, El Carabobeño y El Impulso, porque como dijo el dramaturgo estadounidense Arthur Miller: “Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma”

Made with Flourish

Comisión de Medios de la AN rechaza creación de la Corporación Socialista de Telecomunicaciones

La presidenta de la Comisión de Medios de Comunicación de la Asamblea Nacional, María Beatriz Martínez aseguró que la creación de la Corporación Socialista de Telecomunicaciones es un nuevo intento del régimen de Nicolás Maduro de controlar todos los medios y las comunicaciones de los venezolanos.

En rueda de prensa desde la Comisión, la diputada señaló que han estado debatiendo con el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco) de la Universidad Central de Venezuela, para poder abordar esta situación y poder dar respuesta desde el Parlamento, además de anunciar posibles acciones. 

Agregó que el país se encuentra ante graves peligros en contra de la libertad de expresión y el derecho a la comunicación, empezando por el nombramiento de Jorge Márquez Monsalve, un militar que además es el director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel) y también director de la emisora pro gubernamental Radio Miraflores. «Cuesta conseguir más información sobre esta persona. Tiene un gran anonimato para todo el bagaje comunicacional que está manejando. El gran señalamiento que tiene es que ha sido formado en China».

Este hecho hace pensar a la diputada Martínez que la situación de los medios de comunicación y de las telecomunicaciones del país podrían agravarse. «Los últimos meses ha arreciado la censura, los cierres a los medios, donde se ha generado auto censura con presiones que no dejan rastro. Se ha pretendido escalar, sin duda, en esa hegemonía comunicacional».

Martínez alertó que esta Corporación, creada por Nicolás Maduro el pasado 23 de mayo, pretende aglutinar a todos los medios, servicios postales y telefonía. «Nosotros estaríamos en presencia, muy probablemente, de censuras y controles que incluso lleguen hasta las redes sociales. No quiero ser alarmista pero creo que es fundamental que nosotros veamos este bodrio como la pretensión de controlar absolutamente todos los medios o canales de comunicación de los venezolanos». 

Igualmente criticó el hecho de que Maduro anunciara que contarían con el apoyo estratégico de la empresa china de telecomunicaciones Huawei, que en estos momentos está en el ojo del mundo por sanciones de los Estados Unidos por supuesto espionaje. «Podríamos preguntarnos entonces cuál es el objetivo de generar alianzas estratégicas con empresas chinas para crear un consorcio socialista en Venezuela».